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PROLOGO
ESTE LIBRO ESTA ESCRITO PARA ALIVIAR LAS ALMAS DEL PECADO DONDE VIENE
TODO RITO EN CONTRA DE CUAQUIR TIPO DE BRIJERIA
Invocación inicial
7:2 Señor, Dios mío, en ti me refugio:
sálvame de todos los que me persiguen;
7:3 líbrame, para que nadie pueda atraparme
como un león, que destroza sin remedio.
Armadura de Dios
Padre Celestial, yo ahora, por la fe, pido la protección de tu armadura para que pueda permanecer firme contra Satanás y
todas sus huestes y, en el nombre del Señor Jesús, vencerlas.
Yo acato tu verdad contra las mentiras y los errores del enemigo astuto.
Yo tomo tu justicia para vencer los malos pensamientos y las acusaciones de Satanás.
Yo tomo el equipo del Evangelio de la paz y dejo la seguridad y las comodidades de la vida para combatir al enemigo.
Y, por encima de todo, tomo tu fe para cerrar el camino de mi alma a las dudas e incredulidades.
Yo tomo tu salvación y confío en Ti para que protejas mi cuerpo y mi alma contra los ataques de Satanás.
Yo tomo tu palabra y oro para que el Espíritu Santo me capacite para usarla eficazmente contra el enemigo, para cortar toda
esclavitud y para liberar a todo cautivo de Satanás, en el poderoso y conquistador nombre de Jesucristo, mi Señor.
Yo me visto con esta armadura, viviendo y orando en completa dependencia de Ti, bendito Espíritu Santo.
AMEN.
Padre Celestial: permite que las aguas vivificadoras de mi bautismo, fluyan retroactivamente ahora, a través de las
generaciones de mi madre y de mi padre, para que purifiquen de Satanás el árbol genealógico de mi familia. Vengo ante Ti
Padre, y te pido perdón por mi, mis parientes y mis antecesores, por cualquier poder que se haya opuesto a Ti, o que no
honra con verdad a Jesucristo. En el Santo Nombre de Jesucristo, reclamo ahora cualquier territorio que fuera entregado a
Satanás y lo coloco bajo el Señorío de Jesucristo.
Por el Poder de Tu Santo Espíritu revélame, Padre, cualquier persona que yo necesite perdonar y cualquier área de pecado
no confesado. Revélame los aspectos de mi vida que no te agradan Padre, o detalles de la misma que le pueden dar a
Satanás dominio sobre mi vida. Padre, te entrego cualquier falta de perdón en mi vida y te entrego mis pecados, te entrego
todas las formas en que Satanás tiene atada mi vida. Gracias Padre por estas revelaciones. Gracias por Tu perdón y Tu
Amor.
Señor Jesús de Nazareth, en Tu Santo Nombre, yo ato todos los espíritus malignos en el aire, en la tierra, debajo de la tierra
y en los abismos. En el Nombre de Jesús de Nazareth, también ato todos los enviados del ejército o jerarquía de Satanás.
Invoco la Preciosa Sangre de Jesús de Nazareth: rodee en el aire, la atmósfera, el agua, la tierra y sus frutos, debajo de la
tierra y los abismos que están debajo de la misma.
Padre Celestial: Permite que Tu Hijo Jesús venga ahora con el Espíritu Santo, la Virgen María y los Santos Ángeles, para
que me protejan de todo daño, y eviten que los espíritus malignos tomen venganza de mi en cualquier forma.
En el Santo Nombre del Padre: me sello, sello a mi familia, sello a mis parientes, sello este lugar y todo el resto del
universo, con la Preciosa Sangre de Jesucristo.
En el Santo Nombre de Jesús de Nazareth: me sello, sello a mi familia, sello a mis parientes, sello este lugar y todo el resto
del universo, con la Preciosa Sangre de Jesucristo.
En el Santo Nombre del Espíritu Santo: me sello, sello a mi familia, sello a mis parientes, sello este lugar y todo el resto del
universo, con la Preciosa Sangre de Jesucristo.
En el Santo Nombre de la Santísima Trinidad: rompo y disuelvo cualquiera y todas las maldiciones, hechizos, conjuros,
acechanzas, trampas, mentiras, obstáculos, decepciones, diversiones, influencias espirituales; deseos malignos, sellos
hereditarios (conocidos y desconocidos), y cualquier disfunción o enfermedad de cualquier origen, incluyendo errores y
pecados. En Nombre de la Santísima Trinidad, rompo cualquier promesa satánica, pactos, ataduras espirituales, ataduras del
alma y obras satánicas (3 veces).
En el Nombre de Jesucristo de Nazareth: rompo y disuelvo cualquiera y todos los lazos, y efectos de los lazos con la
astrología, clarividencias, curaciones por medio de la bola de cristal, bolas, adivinos, mediums, la Nueva Era, videntes de
ocultismo, lecturas de la palma de las manos, hoja de té, o lectores de las cartas “tárot”; psíquicos, santeros, cultos satánicos,
guias espirituales, brujos y Vudú. En Nombre de Jesucristo de Nazareth, disuelvo todos los efectos de participación en
sesiones espiritistas y de adivinación, la tabla Ouija, horóscopos, juegos de ocultismo de todo tipo y cualquier forma de
adoración que no honra con verdad a Jesucristo de Nazareth.
Espíritu Santo: te ruego reveles a través de la Palabra de Ciencia, el nombre de cualquier espíritu maligno, en cualquier
forma, que se haya unido a mí (hacer una pausa en silencio y esperar que el Señor revele palabras como por ejemplo: la ira,
arrogancia, amargura, inseguridad, envidia, orgullo, resentimiento o terror. Por cada espíritu revelado, diga la siguiente
oración en voz alta).
En el Nombre de Jesucristo de Nazareth: te reprendo espíritu de:_______, te ordeno que vayas directamente ante Jesucristo
de Nazareth, sin manifestarte contra mi y sin hacerme daño a mi, ni a ninguna otra persona, para que el Señor Jesucristo
pueda disponer de ti, de acuerdo con Su Santa Voluntad.
Te doy gracias Padre Celestial, por tu amor; te doy gracias Espíritu Santo por darme el poder de ser agresivo contra Satanás
y los espíritus malignos. Te doy gracias Señor Jesús por hacerme libre. Te doy gracias Virgen María por interceder por mí
con los Santos Angeles y los Santos.
Señor Jesús, lléname con tu Amor, compasión, fe, gentileza, esperanza, humildad, gozo, generosidad, luz, misericordia,
modestia, paciencia, paz, pureza, seguridad, serenidad, tranquilidad, confianza, verdad, comprensión y sabiduría. Ayúdame
a caminar en Tu Luz y Tu Verdad, iluminado por el Espíritu Santo, para que juntos podamos alabar, honrar y glorificar a
nuestro Padre en el presente y en la eternidad.
Porque Tú Señor Jesús eres...”el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6), y Tú...”has venido para que tengamos vida y vida
abundante” (Jn 10,10).
Dios es verdaderamente mi salvación, confío en Él y no tengo miedo, porque mi fortaleza y mi poder están en el Señor, que
ha sido mi salvación (Is 12,12).
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la hora de la batalla, que seas nuestro resguardo en contra de la maldad y de las
trampas del demonio, que pueda Dios restringirle, nosotros humildemente te rogamos y que puedas tu, O Príncipe de la
Multitud Celestial, por el poder de Dios, arrojar al infierno a Satanás y a todos los malos espíritus que rondan por el mundo,
buscando la ruina de almas. Amen.
+En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espiritu Santo. Amen !
Gran y glorioso Príncipe de los Ejércitos Celestiales, San Miguel, el Arcángel, defiéndenos "Porque para nosotros la lucha
no es contra sangre y carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los poderes mundanos de estas
tinieblas, contra los espíritus de la maldad en lo celestial." [Efes. VI, 12]. Ven y asiste al hombre quien fue creado en Su
imagen y quien Él ha redimido de la tiranía del demonio a un gran precio.
La Santa Iglesia os venera como su guardián y protector; a ti el Señor ha confiado las almas de los redimidos para que los
dirijas al cielo. Ora, por lo tanto, que el Dios de la Paz, aplaste a satanás bajo nuestros pies y que ya él no pueda mantener al
hombre en cautiverio y hacerle daño a la Iglesia. Ofrécele nuestras oraciones al Más Alto, que sin demora ellas atraigan Su
misericordia sobre nosotros; que Se apodere "... del dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y satanás, y lo encadenó
por mil años, y lo arrojo al abismo que cerró y sobre el cual puso sello para que no sedujese más a las naciones,..." [Apoc.
XX: 2-3].
[Nota: "+" indica una bendición que es dada si un sacerdote invoca el Exorcismo. Si un laico lo invoca, entonces la "+"
indica el lugar en donde el Signo de la Cruz es hecho silenciosamente por el fiel que este recitando esa sección especifíca.]
En el nombre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor, fortalecido por la intercesión de la Inmaculada Virgen María, Madre de
Dios, del Bendito Miguel, el Arcángel, de los Benditos Apóstoles, Pedro y Pablo, y de todos los Santos, confiadamente nos
aprestamos a la tarea de repudiar los ataques y engaños del diablo.
"Dios se levanta; Sus enemigos son desbandados y esos que Lo odian, huyen ante Él.
Como el humo es expulsado, ellos son expulsados; como la cera se derrite ante el fuego, también los malvados perecen ante
la presencia de Dios."
Te expulsamos de nosotros, quienesquiera que sean, espíritus sucios, todos los poderes satánicos, todos los invasores
infernales, todas las legiones malvadas, asambleas y sectas; en el Nombre y por el poder de Nuestro Señor Jesucristo, + que
sean extirpados y sacados de la Iglesia de Dios y de las almas hechas a la imagen y semejanza de Dios y redimidas por la
Preciosa Sangre del Divino Cordero. + Astuta serpiente, no te atreverás más a engañar a la raza humana, perseguir a la
Iglesia, atormentar a los elegidos de Dios y cernirlos como si fueran trigo. + El Dios Mas Alto te ordena. + Él, con quien, en
tu gran insolencia, todavía reclamas ser su igual...
"El cual quiere que todos los hombres sean salvos y lleguen al conocimiento de la verdad." [ 1Tim. II: 4].
Dios el Padre te ordena. + Dios el Hijo te ordena. + Dios el Espíritu Santo te ordena.+ Cristo, La Palabra de Dios encarnada,
te ordena; + Él, quién para salvar nuestra raza perdida a consequencia de tu envidia, "se humilló a si mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte" (Fil. II: 8).
Él quien ha construido Su Iglesia en una roca firme y declarado que las puertas del infierno no triunfarán contra Ella, porque
Él residirá con Ella; "Y mirad que Yo con vosotros estoy todos los dias, hasta la consumación del siglo." (S. Mateo XXVIII:
20).
La sagrada Señal de la Cruz te ordena, + como también lo hace el poder de los Misterios de la Fé Cristiana, + La Gloriosa
Madre de Dios, La Virgen María, te ordena; + Ella, quién por su humildad y desde el primer momento de Su Inmaculada
Concepción, aplastó tu orgullosa cabeza. La Fe de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y los otros Apóstoles te ordenan. +
La sangre de los Mártires y la piadosa intercesión de los Santos te ordenan. +
Por lo tanto, maldito dragón, y ustedes, legiones diabólicas, ordenamos por el Dios viviente, + por el Dios verdadero, + por
el Dios santo, + por el Dios que "...así amó Dios al mundo: hasta dar su Hijo único, para que todo aquel que cree en Él no se
pierda, sino que tenga vida eterna." [S. Juan III: 16]; deja de engañar a las criaturas humanas y derramar sobre ellos el
veneno de la condenación eterna; deja de dañar a la Iglesia interferiendo con su libertad. Vete, satanás, inventor y maestro
de todas las mentiras, enemigo de la salvación del hombre.
Quítate del camino de Cristo en quién no has podido encontrar ninguno de tus trabajos; dale su lugar a la Unica, Santa,
Católica y Apostólica Iglesia adquirida por Cristo al precio de Su Sangre. Rebájate por debajo de la toda-poderosa mano de
Dios; tiembla y huye cuando invoquemos el Santo y terrible nombre de Jesus, este Nombre, el cual causa al infierno que
tiemble, este nombre al cual las Virtudes, Poderes y Dominios del cielo estan humildemente sometidos, este nombre el cual
lo Querubines y Serafines alaban incesantemente repitiendo: Santo, Santo, Santo es el Señor, el Dios de los Ejércitos.
R. - Y con tu espíritu.
Oremos... Dios del cielo, Dios de la tierra, Dios de los Ángeles, Dios de los Arcángeles, Dios de los Patriarcas, Dios de los
Profetas, Dios de los Apóstoles, Dios de los Mártires, Dios de los Confesores, Dios de las Virgenes, Dios que tiene el poder
de dar vida después de la muerte y descanso despues del trabajo, porque no hay otro Dios más que Tú y no puede haber
otro, porque Tú eres el Creador de todas las cosas, visibles e invisibles, cuyo reinado no tendrá fin, nos postramos
humildemente ante tu Gloriosa Majestad y Te rogamos que nos liberes con Tu poder de toda la tiranía de los espíritus
infernales, de sus trampas, sus mentiras y su furiosa maldad; propicia, oh, Señor, que se nos otorgue tu poderosa protección
y nos mantengas seguro y saludables. Te rogamos a través de Jesucristo nuestro Señor. AMEN !
Que Tu Iglesia Te pueda servir en Paz y Libertad, Te rogamos que nos oigas, Señor.
Que aplastes a todos los enemigos de Tu Iglesia, Te rogamos que nos oigas, Señor.
retírate satanás
Me envuelvo hoy día y ato a mi una fuerza poderosa, la invocación de la Trinidad, la fe en las Tres Personas, la confesión en
la unidad de Creador del Universo.
Me envuelvo hoy día y ato a mi la fuerza del Cristo con su Bautismo, la fuerza de su crucifixión y entierro, la fuerza de su
resurrección y ascensión, la fuerza de su regreso para el Juicio de Eternidad.
Me envuelvo hoy día y ato a mi la fuerza del amor de los querubines, la obediencia de los ángeles, el servicio de los
arcángeles, la esperanza de la resurrección para el premio, las oraciones de los patriarcas, las profecías de los profetas, las
predicaciones de los apóstoles,
la fe de los mártires, la inocencia de las santas vírgenes y las buenas obras de los confesores.
Me envuelvo hoy día y ato a mi el poder del Cielo, la luz del sol, el brillo de la luna, el resplandor del fuego, la velocidad
del rayo, la rapidez del viento, la profundidad del mar, la firmeza de la tierra, la solidez de la roca.
Me envuelvo hoy día y ato a mi la fuerza de DIOS para orientarme, el poder de DIOS para sostenerme, la sabiduría de
DIOS para guiarme, el ojo de DIOS para prevenirme, el oído de DIOS para escucharme, la palabra de DIOS para apoyarme,
la mano de DIOS para defenderme, el camino de DIOS para recibir mis pasos, el escudo de DIOS para protegerme, los
ejércitos de DIOS para darme seguridad
contra las trampas de los demonios
contra las tentaciones de los vicios
contra las inclinaciones de la naturaleza
contra todos aquellos que desean el mal de lejos y de cerca, estando yo solo o en la multitud.
Convoco hoy día a todas esas fuerzas poderosas, que están entre mi y esos males,
contra las encantaciones de los falsos profetas,
contra las leyes negras del paganismo,
contra las leyes falsas de los herejes,
contra la astucia de la idolatría,
contra los conjuros de brujas, brujos y magos
contra la curiosidad que daña el cuerpo y el alma del hombre.
Invoco a Cristo que me proteja hoy día del veneno, el incendio, el ahogo, las heridas, para que pueda alcanzar yo
abundancia de premio.
Cristo conmigo, Cristo delante de mi, Cristo detrás de mi, Cristo en mi, Cristo bajo mi, Cristo sobre mi, Cristo a mi derecha,
Cristo a mi izquierda, Cristo alrededor de mi. Cristo en la anchura, Cristo en la longitud, Cristo en la altura, Cristo en la
profundidad de mi corazón. Cristo en el corazón y la mente de todos los hombres que piensan en mi, Cristo en la boca de
todos los que hablan de mi, Cristo en todo ojo que me ve, Cristo en todo oído que me escucha.
Me envuelvo hoy día en una fuerza poderosa, la invocación de la Trinidad, la fe en las Tres Personas, la confesión de la
unidad del Creador del Universo.
“INVOCACION “
NOMBRE DEL PADRE +HIJO ESPRITU SANTO +AMEN
Omnipotente y sempiterno Dios, Salud de los que en Ti creen y esperan, escucha las oraciones que te hacemos por nuestros
enfermos, y, por intersección de la Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa, concede vida abundante a sus almas y
devuélveles, según tu beneplácito, la salud del cuerpo. Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.
Yo (dí tu nombre completo) con la Sangre preciosa de Jesús, protejo y sello todo mi ser, interior y exteriormente, deposito
en el Corazón Inmaculado de la Virgen María, todo mi haber y poseer; para que ni en el presente, ni en ningún momento
futuro, lleguen a ellos daños por venganzas de lo oculto.
En el nombre de Jesús, queda prohibida toda acción e interacción, toda comunicación e intercomunicación espiritual. Invoco
la presencia de los ángeles, arcángeles (Miguel, Gabriel y Rafael), principados, virtudes, potestades, dominaciones,
querubines, serafines y tronos de dios; para que sean ellos quienes lleven a cabo esta batalla contra el mal. Pido la ayuda de
la comunión de los santos.
Amén, amén, amén.
ORACIÓN DE PERDON
En el nombre de Jesucristo, yo (dí tu nombre completo) perdono a: (dí el nombre de la persona a la que vas a perdonar).
Te perdono por toda ofensa, humillación, envidia, maldición y rechazo.
Te perdono por los pleitos, insultos, abandonos, golpes y rencores. Te perdono por tu alcoholismo, por las infidelidades y
mentiras.
Te perdono por no cumplir lo prometido, por tus chismes y calumnias.
Te perdono por toda falta de amor, consideración y caridad.
(Respira profundamente y menciona todo lo que tengas que sentir de la persona que estás perdonando).
En el Nombre de Jesús: yo te perdono, en el Corazón de Jesús: yo te perdono, en la Misericordia de Jesús: yo te perdono, te
bendigo y desato todo lazo de rencor entre tú y yo.
Delante de Dios te declaro inocente y libre, ya no me debes nada, le pido a Jesús que te ame profundamente, te llene de paz
y se manifieste en ti con abundancia de bienes espirituales y materiales.
Amén, amén, amén.
Padre Dios, en nombre de Jesús, te pido que por los méritos y virtudes de Sus Santas Llagas, sean lavados por Su Sangre
todos los efectos, causas, consecuencias y atributos de las faltas de mis antepasados que no fueron reparadas y que todavía
pesan sobre mi en forma de debilidades o tendencias hacia esos mismos errores y pecados. Te pido perdón en su nombre por
haberse burlado o renegado de los sacramentos de la Santa Iglesia, siendo bautizados, o por insultos y negaciones hechos a
Tu Santa Trinidad, te pido perdón por toda infidelidad y desconfianza hacia ti. Pido perdón en su nombre por los daños que
mis antepasados causaron a la familia, al matrimonio, a la sociedad, a Tu creación.
En nombre de Jesús, te ruego que Tu amor repare las injusticias que cometieron en contra de todas las personas,
instituciones, pueblos o naciones y en sus descendientes.
Que por intercesión de la Inmaculada Concepción de María nos concedas la sanación a partir del instante de nuestra
concepción, la de mis antepasados y la de mi descendencia.
Que Tu Espíritu Santo me inspire todos los días de mi vida para hacer obras de caridad y servicio.
Pido que Tu Misericordia alcance a los que ya han muerto, para que descansen en paz junto a ti y para los que aún vivan, tu
Espíritu Santo los convenza de sus errores dándoles la gracia del arrepentimiento.
Amén, amén, amén.
En tu nombre Jesucristo, yo (dí tu nombre completo) de manera personal y a nombre de mis antepasados.
Renuncio a satanás, a todas sus fascinaciones, seducciones y mentiras.
Renuncio a toda práctica de brujería, magia blanca, negra, de cualquier color, santería, hechicería o vudú.
Renuncio a toda limpia con huevo, yerbas, bálsamos, vino, sangre o fuego.
Renuncio a todo pacto, reto, sello, alianza o consagración al demonio; a conjuros, perjuros, maleficios e invocaciones
diabólicas.
Renuncio a toda maldición, mal deseo, envidia, odio, rencor, resentimiento, codicia, avaricia, soborno, robo, fraude,
despojo o enriquecimiento ilícito.
Renuncio a todo acto de orgullo, soberbia, prepotencia, vanidad y egolatría.
Renuncio a todo rito de iniciación chamánica, espiritista, espiritualista, masonería, filosofía rosacruz, dianética y a toda
secta o sociedad secreta.
Renuncio a todo conocimiento de la nueva era, creencia en la re-encarnación, esoterismo, metafísica, meditación
trascendental, yoga, a todo acto de curanderismo, a las operaciones espirituales, hipnotismo con regresiones, baños con
flores, especies, yerbas, sangre de animales o humana o con otras substancias con fines mágicos.
Renuncio a toda lujuria, aborto, adulterio, homosexualidad, bisexualidad, incesto, violación, pornografía, bestialismo,
promiscuidad y prostitución. A todo lo que yo u otras personas hayan hecho ilícitamente para controlar, nulificar o
desbordar mi sexualidad.
En el nombre de Jesucristo, renuncio al culto y veneración a la llamada "santa muerte" o al vampirismo, a todo
encantamiento, invocación y evocación de muertos, a espíritus custodios, guardianes, cósmicos, protectores, espías,
vigilantes, a seres espirituales nombrados "maestros de sabiduría", o a cualquier otro ser maléfico en forma oculta o
manifiesta.
Renuncio a todo acto o juego de mediumnidad, a la ouija, al control mental, al manejo del péndulo, a instrumentos para
encontrar "tesoros ocultos" o dinero enterrado.
Renuncio también a toda clase de adivinación, sortilegio, lectura de cartas, café y caracoles, a toda forma de astrología,
horóscopos o cartas astrales.
Renuncio a los amuletos y talismanes, a las herraduras, pirámides, cuarzos, imanes, agujas, sábilas o ajos con moños rojos,
imágenes de santos mezcladas con tierra de panteón, velas y veladoras de colores "curadas", fetiches y representaciones de
mi persona de cualquier material y forma que se encuentren enterrados o sean manipulados por mí mismo u otras personas.
Renuncio a toda forma equivocada de "medicina alternativa" que bajo engaños haya ritualizado mi ser al demonio.
En el nombre de Jesús, renuncio a toda comida o bebida mezclada con brujería que haya yo ingerido, y a todo lo que haya
sido tirado, rociado o untado en mi cuerpo, ropa, zapatos, casa, trabajo, negocio o cualquier pertenencia u objeto que esté
cercano a mí, que haya sido maldecido o consagrado al mal.
En el nombre de Jesucristo denuncio, renuncio y echo fuera de mí a todo espíritu de traición, destrucción, muerte,
esclavitud, ausencia de Dios, miseria, mendicidad, soltería, infelicidad matrimonial, viudez, orfandad, amargura,
envejecimiento o muerte prematura, persecución, problemas con las leyes o la justicia humana, esterilidad, humillación,
rechazo, insomnio, deseos de suicidio, aislamiento, locura, soledad, neurosis, depresión, obsesión, miedo, angustia,
debilidad, enfermedades crónicas, invalidez, ceguera, sordera, mudez, falta de olfato, imposibilidad de saborear la comida,
insensibilidad, celos, inconformidad, incapacidad para vivir, conseguir o conservar un trabajo, una pareja, un matrimonio o
una familia.
En el nombre de Jesús denuncio, renuncio y echo fuera de mí todo espíritu de alcoholismo o de cualquier otra adicción, de
mal carácter, de falta de memoria, de falta de control y dominio de mi ser, irrealidad, inconsciencia, envidia, abandono,
gula, suciedad, desorden, malos olores crónicos en mi cuerpo, ropa o casa, de falta de fe, esperanza y caridad, de falta de
interés en la vida, de desprecio a la eucaristía y de aborrecimiento o flojera para tener vida de oración. Corto, destruyo y
nulifico los medios a través de los cuales fueron hechos los daños antes mencionados, si fueron veladoras, fotos, ropa,
tijeras, agujas, fetiches, entierros, lo que haya sido.
Renuncio a lo que en forma consciente o inconsciente haya yo hecho o haya sido hecho por otra persona en mi nombre para
obtener poderes, dinero, éxito, buena suerte o pretender saber el futuro, o bien para conseguir el amor y la salud propios o
ajenos, o tener dominio y control sobre personas, objetos, animales, lugares, espíritus y fuerzas de la naturaleza.
Nulifico los efectos de cualquier práctica contraria al compromiso adquirido a través de mi bautismo, de fidelidad y
reconocimiento a Jesucristo como mi único Salvador, a los Sacramentos, a la Virgen María y a la iglesia católica.
A lo que impida el ejercicio de mi sentido común, capacidad de juicio, entendimiento y voluntad.
Echo fuera de mí todo aquello con lo que haya intentado sustituir el amor y la confianza de Jesús. Renuncio al rechazo de
mis padres desde el instante de mi concepción y durante mi vida en el seno materno. Renuncio al mal que me causaron por
intentar abortarme: con yerbas, sustancias químicas o con objetos punzo cortantes. Renuncio a todo el rencor que tengo si
fui dado en adopción o abandonado sin haber conocido a mis padres biológicos o a maldiciones recibidas durante mi
gestación.
Nulifico por las llagas de Jesús todo mandato de fracaso, muerte en vida y suicidio que hay en mí por estas causas, la
incapacidad para aceptar el amor de Dios, para aceptarme a mí mismo o a las personas, para estudiar, trabajar y ser feliz.
Renuncio a todo lo que sea contrario a la salud, el respeto y la dignidad que como templo del Espíritu Santo, necesita todo
mi ser y que esté impidiendo relacionarme con Dios, conmigo mismo (a), con mi entorno en una forma sana, tener una
familia unida y un trabajo digno y bien remunerado.
Porque Jesucristo se manifestó para deshacer las obras del diablo: habiendo denunciado, renunciado y echado fuera de mí
todos los espíritus del mal, los envío atados y amordazados a los pies de la Santa Cruz y les prohíbo regresar.
Habiendo nulificado todos los efectos, causas y consecuencias, tomo autoridad, en el nombre de Jesús, para que caigan
todos los bloqueos, tinieblas y barrer, las que satanás construyó a mi alrededor y le ordenó a todo ser demoníaco que
despojó a mi familia o a mí mismo (a), que nos devuelva, lo que nos quitó.
Padre Santo, te lo ruego, sana toda mi vida, toda mi historia personal, perdóname, ayúdame, libérame, bendíceme.
Padre Dios, acepto que Tú seas mi Padre, Jesucristo mi Hermano, la Virgen María mi Madre, porque hoy, yo (dí tu nombre
completo) les pertenezco para siempre.
A través de Tu Santo Espíritu, guíame para la reparación de todas las faltas que cometí y enséñame a amar Tu Voluntad.
Gracias Padre.
Con el dedo pulgar de la mano derecha haz el signo de la Cruz en tu frente y repite con nosotros:
Con la Sangre Preciosa de Jesús, sello esta sanación que Tú Padre Dios acabas de hacer en mí, para que no vuelvan más
estos males y espíritus a mi vida, ni en número de uno, ni en ningún otro número, ni de la misma naturaleza, ni de
naturaleza parecida.
Te ruego Padre Dios que el Espíritu Santo ocupe todo mi ser y restaure las virtudes que estos males han destruido en mí.
Espíritu Santo de Dios recibe la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, dígnate ser en adelante mi Director, mi
Luz, mi Guía, mi Fuerza y todo el amor de mi corazón.
Nuestro Señor Jesucristo que nos amó con un amor tan desmedidamente grande y que fue puesto sobre la Cruz de madera y
condenado a la muerte más amarga: lave y bendiga tu alma con Su Sangre preciosa, en recuerdo del sufrimiento con el que
pagó por ti, a fin de que tu amor arda para él. Que ese poderoso fuego de amor consuma todos tus pecados y te conceda
reposar sobre Su Bendito Brazo, donde todos los santos reposan. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
PLEGARIAS DE LIBERACIÓN
Oraciones contra el maleficio
Dios nuestro Señor, oh Soberano de los siglos, omnipotente y todopoderoso, Tú que lo has hecho todo y que lo transformas
todo con Tu sola Voluntad; Tú que en Babilonia transformaste en rocío la llama del horno siete veces más ardiente y que
protegiste y salvaste a tus tres niños santos.
Tú que eres Doctor y Médico de nuestras almas; Tú que eres la Salvación de aquellos que se dirigen a Ti, te pedimos y te
invocamos, haz vana, expulsa y pon en fuga toda potencia diabólica, toda presencia y maquinación satánica, toda influencia
maligna y todo maleficio o mal de ojo de personas maléficas y malvadas realizados sobre tu siervo ..... haz que, en cambio,
de la envidia y el maleficio obtenga abundancia de bienes, fuerza éxito y caridad.
Tú, Señor, que amas a todos los hombres, extiende Tus Manos poderosas y Tus Brazos altísimos y potentes y ven a socorrer
y vista esta imagen tuya, mandando sobre ella al ángel de la paz, fuerte y protector del alma y del cuerpo, que mantendrá
alejado y expulsará a cualquier fuerza malvada, todo envenenamiento y hechicería de personas corruptoras y envidiosas: de
modo que debajo de Ti tu suplicante protegido te cante con gratitud:
"El Señor es mi Salvador y no tendré temor de lo que pueda hacerme el hombre. No tendré temor del mal porque Tú estás
conmigo, Tú eres mi Dios, mi fuerza, mi poderoso Señor, Señor de la paz, Padre de los siglos futuros".
Sí, Señor Dios nuestro, ten compasión de Tu imagen y salva a tu siervo.... de todo daño o amenaza procedente del maleficio,
y protégelo poniéndolo por encima de todo mal; por la intercesión de la más Bendita, gloriosa Señora, la Madre de Dios y
siempre Virgen María, de los resplandecientes arcángeles y de todos los Santos. Amén.
Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles,
arcángeles y santos del paraíso, descended sobre mí.
Fúndeme, Señor, modélame, lléname de ti, utilízame.
Expulsa de mi todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar bien y hacer el bien.
Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas negras, los hechizos, las ataduras, las maldiciones y el
mal de ojo; la infestación diabólica y la obsesión diabólica; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos y perfidia; la
enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica.
Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ninguna otra criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nombre de Jesucristo Salvador, por intermedio de la virgen
Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a todas las presencias que me molestan, que me abandonen inmediatamente,
que me abandonen definitivamente y que se vayan al infierno eterno, encadenados por san Miguel arcángel, por san Gabriel,
por san Rafael, por nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada.
ORACIÓN DE SANACIÓN INTERIOR
Cura, Señor,
Todas esas heridas que, en mi vida,
han sido causa de raíces de pecado.
Quiero perdonar
a todas las personas que me han ofendido,
mira esas heridas interiores
que me hacen incapaz de perdonar.
Tú que has venido a curar los corazones afligidos,
cura mi corazón.
PLEGARIA DE LIBERACION
Te pedimos por la gloria del Padre del Cielo, que sanes a los enfermos que
van a leer este libro.
Haz que crezcan en la fe, en la esperanza, y que reciban la salud para la
gloria de tu Nombre.
Para que tu Reino siga extendiéndose más y más en los corazones, a través
de los signos y prodigios de tu amor.
Todo esto te lo pedimos Jesús, porque tú eres Jesús. Tú eres el buen pastor
y todos somos ovejas de tu rebaño. Estamos tan seguros de tu amor, que aún
antes de conocer el resultado de nuestra oración, en fe te decimos Jesús
por lo que tu vas hacer en cada uno de ellos.
Gracias por los enfermos que tu estás sanando ahora, que tu estás visitando
con tu misericordia.
Que lo cubras de tu sangre divina, y que a través de este mensaje tu
corazón de buen pastor hable a los corazones de tantos enfermos que van a
leerlo.
Amén
Kyrie eleison. Dios nuestro Señor, oh Soberano de los siglos, omnipotente y todopoderoso, tú que lo has hecho todo y que
lo transformas todo con tu sola voluntad; tú que en Babilonia transformaste en rocío la llama del horno siete veces más
ardiente y que protegiste y salvaste a tus tres santos jóvenes; tú que eres doctor y médico de nuestras almas; tú que eres la
salvación de aquellos que se dirigen a ti, te pedimos y te invocamos, haz vana, expulsa y pon en fuga toda potencia
diabólica, toda presencia y maquinación satánica, toda influencia maligna y todo maleficio o mal de ojo de personas
maléficas y malvadas realizados sobre tu siervo... haz que, en cambio, de la envidia y el maleficio obtenga abundancia de
bienes, fuerza, éxito y caridad; tú, Señor, que amas a los hombres, extiende tus manos poderosas y tus brazos altísimos y
potentes y ven a socorrer y visita esta imagen tuya, mandando sobre ella el ángel de la paz, fuerte y protector del alma y el
cuerpo, que mantendrá alejado y expulsará a cualquier fuerza malvada, todo envenenamiento y hechicería de personas
corruptoras y envidiosas; de modo que debajo de ti tu suplicante protegido te cante con gratitud: “el Señor es mi salvador y
no tendré temor de lo que pueda hacerme el hombre.” “No tendré temor del mal porque tú estás conmigo, tú eres mi Dios,
mi fuerza, mi poderoso Señor, Señor de la paz, padre de los siglos futuros”. Sí Señor Dios nuestro, ten compasión de tu
imagen y salva a tu siervo... de todo daño o amenaza procedente de maleficio, y protégelo poniéndolo por encima de todo
mal; por la intercesión de la más que bendita, gloriosa Señora, la madre de Dios y siempre Virgen María, de los
resplandecientes arcángeles y de todos sus santos. ¡Amén!
Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles,
arcángeles y santos del paraíso descended sobre mí.
Expulsa de mí todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar bien y hacer el bien.
Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas negras, los hechizos, las ataduras, las maldiciones y el
mal de ojo; la infestación diabólica, la posesión diabólica y la obsesión y perfidia; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos
y perfidia; la enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica.
Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ninguna otra criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nombre de Jesucristo Salvador, por intercesión de la Virgen
Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a todas las presencias que me molestan, que me abandonen inmediatamente,
que me abandonen definitivamente y que se vayan al infierno eterno, encadenados por San Miguel Arcángel, por San
Gabriel, por San Rafael, por nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada.
Señor Jesús, tu has venido a curar los corazones heridos y atribulados, te ruego que cures los traumas que provocan
turbaciones en mi corazón; te ruego, en especial que cures aquellos que son causa de pecado. Te pido que entres en mi vida,
que me cures de los traumas psíquicos que me han afectado en tierna edad y de aquellas heridas que me los han provocado a
lo largo de toda la vida. Señor Jesús, tú conoces mis problemas, los pongo todos en tu corazón de Buen Pastor. Te ruego, en
virtud de aquella gran llaga abierta en tu corazón, que cures las pequeñas heridas que hay en el mío. Cura las heridas de mis
recuerdos, a fin de que nada de cuanto me ha acaecido me haga permanecer en el dolor, en la angustia, en la preocupación.
Cura, Señor, todas esas heridas íntimas que son causa de enfermedades físicas. Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor,
purifícalo y dame los sentimientos de tu Corazón divino. Ayúdame a ser humilde y benigno.
Concédeme, Señor, la curación del dolor que me oprime por la muerte de las personas queridas. Haz que pueda recuperar la
paz y la alegría por la certeza de que tú eres la Resurrección y la Vida. Hazme testigo auténtico de tu Resurrección, de tu
victoria sobre el pecado y la muerte, de tu presencia Viviente entre nosotros. ¡Amén!
Plegaria de Liberación
Oh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, nosotros te rogamos, por la intercesión y con la ayuda de los
arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, que nuestros hermanos y hermanas sean liberados del maligno que los ha esclavizado.
De toda forma de maleficio, de hechizo, de brujería y de cualquier mal oculto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
Oh, Señor, que dijiste “la paz os dejo, mi paz os doy”, por la intercesión de la Virgen María concédenos ser librados de toda
maldición y gozar siempre de tu paz. Por Cristo Nuestro Señor. ¡Amén!
ORACION DE LIBERACION
Señor nuestro Jesucristo te adoro, te alabo, te bendigo, gracias por tu infinito amor por el que te has hecho uno de nosotros
naciendo de la Virgen María y por el que subiste a la Cruz para dar tu vida por nosotros.
Con tu sangre preciosísima brotada de tus sacratísimas sienes traspasadas por espinas: cúbrenos, séllanos, lávanos,
purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tu hombro y espalda llagados por la Cruz a cuestas: cúbrenos, séllanos, lávanos,
purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tu costado abierto por la lanza: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos,
destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tus pies y de tus manos traspasados por los clavos: cúbrenos, séllanos, lávanos,
purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de todo tu cuerpo llagado por los azotes: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos,
libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Tres veces Gloria
5 El Señor es tu guardián, *
el Señor es tu sombra a tu diestra.
Padre Todopoderoso,
engendrado, no creado,
Creo en la Iglesia,
Amén.
VERBO que fuiste hecho carne. que estuviste clavado en la Cruz, que estás sentado a la diestra de Dios Padre: Yo te pido,
humildemente, por tu Santo Nombre. ante el cual todo el mundo se inclina, que acojas las suplicas de aquellos que
deposi¬tan
toda su fe y confianza en Ti. Pidote que preserves a esta criatura N... N... de todo maleficio, ya sea obra de malvado brujo o
asedio del demonio y de los malos espíritus, para lo cual hago aquí la Santa + Cruz de Nuestro Señor Jesucristo, que es
fuente
de nuestra vida y manan¬tial de nuestra salud, que es nuestra resurrección y es la calda fatal dci Espíritu Maligno. + Amen.
;Huid! ;Huid! ;Huid! Yo os mando y os conjuro, seres del Averno, larvas malditas, quienes quiera que sean, pre¬sentes o
ausentes, bajo cualquier pretexto que seáis llama¬dos, invitados, conjurados o enviados de grado o por fuer¬za, por
amenaza o
por artificio de hombres o mujeres per¬versos. para habitar en esta criatura o para atormentarla, yo os conjuro a que la
dejéis en
paz; y os exijo, por pertinaces que seáis, que abandonéis ipso facto el cuerpo de esta cría¬tura N... N.... en nombre del gran
+
Dios vivo: por el Dios + verdadero, por el Dios + Santo, por el Dios + Padre. por el Dios + l-lijo, por el Dios + Espíritu
Santo. y
principal¬mente por Aquel que fue inmolado en Isaac. vendido en Joseph, + y que, siendo hombre, fue crucificado e
inmola¬do
como un cordero. + Dc parte y con la autoridad de San Miguel, que OS presentó batalla. os venció y os dispersó: y en
nombre de
Dios. Uno y Santo. os ordeno que bajo ningún pretexto hagáis daño al N... N..., sea en su cuerpo o en su alma. ni por
visiones.
espantos, tentaciones o por cual¬quier otra forma. así de noche como de día, dormido o des¬pierto. tanto si come como si
ayuna, sea que obre natural¬mente o de manera espiritual. + Amen.
Si sois rebeldes a mi voluntad, lanzaré sobre vosotros terribles maldiciones y excomuniones, y os condenare. con la ayuda
dc la
+ Santísima + Trinidad, + al estanque del fuego eterno, a que seréis conducidos por el resplandeciente San Miguel Arcángel.
Si
alguien os ha invocado y os ha obligado por expreso mandato. sea rindiéndoos culto de adoración y de perfumes. sea por
palabras mágicas o por la fuerza de ciertas hierbas, piedras o metales. pergaminos o conjuros, ya sea valiéndose del agua,
del
fuego. del aire o de la tierra, o por cualquiera cosa que fuere natural o misteriosa. temporal o eterna. aun cuando se haya
servido
de un objeto sagrado. y empleado los nombres y utilizado los caracteres secretos. observando los días, horas y minutos. aun
cuando haya de por medio pacto tácito 0 explicito Con vosotros con firma de sangre y voto solemne:
Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles,
arcángeles y santos del paraíso descended sobre mí.
Fúndeme, Señor, modélame, lléname de ti, utilízame.
Expulsa de mí todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar bien y hacer el bien.
Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas negras, los hechizos, las ataduras, las maldiciones y el
mal de ojo; la infestación diabólica, la posesión diabólica y la obsesión y perfidia; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos
y perfidia; la enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica.
Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ninguna otra criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nombre de Jesucristo Salvador, por intercesión de la Virgen
Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a todas las presencias que me molestan, que me abandonen inmediatamente,
que me abandonen definitivamente y que se vayan al infierno eterno, encadenados por San Miguel Arcángel, por San
Gabriel, por San Rafael, por nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada.
2. Dios todopoderoso,
que das cobijo a los afligidos en tu casa
y conduces a los cautivos a la prosperidad,
mira mi aflicción
y ven en mi auxilio;
derrota al enemigo malvado,
para que, una vez vencida la acción del adversario,
la libertad me conduzca a la paz,
de modo que restablecido en la piedad serena,
proclame que eres admirable
Tú que diste fuerza a tu pueblo.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amen
Invocaciones a la Trinidad
b)
Letanías
Dios Señor nuestro, imploramos tu clemencia para que habiendo conocido tu Encarnación por el anuncio del arcángel San
Gabriel, con el auxilio suyo consigamos también sus beneficios. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales, custodio y defensor de las almas,
guarda de la Iglesia, vencedor, terror y espanto de los rebeldes espíritus infernales. Humildemente te rogamos, te digne
librar de todo mal a los que a ti recurrimos con confianza; que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que,
mediante tu incomparable protección adelantemos cada vez más en el servicio del Señor; que tu virtud nos esfuerce todos
los días de nuestra vida, especialmente en el trance de la muerte, para que, defendidos por tu poder del infernal dragón y de
todas sus asechanzas, cuando salgamos de este mundo seamos presentados por tí, libres de toda culpa, ante la Divina
Majestad.
Amén.
Y0 no conocía tu Nombre santo y terrible, Altísimo Señor; mas ahora sé que eres Dios fuerte, Dios grande, Dios
omnipotente, Dios sempiterno. + Yo ataba las nubes e impedía cayese la Lluvia sobre el haz de la tierra, y la hierba de la
tierra se secaba, y los árboles no daban fruto, y las mieses se marchitaban en los campos. Yo pasaba por en medio de un
rebaño y las bestias se dispersaban y se perdían. Yo encantaba a un hombre, a una mujer, a un niño, solo con un rayo de mi
mirada; mi poder para el mal era muy grande, pero hasta ahora no he conocido la ciencia secreta del bien, +oh grande y
poderoso Señor! + +Oh, Dios omnipotente y sempiterno! Yo te ruego concedas a tu humilde siervo Cipriano que todo
hombre o mujer que rezare devotamente mi oración se vea libre de hechizos, posesiones, sortilegios, encantamientos y otras
malas artes de brujería, así como le preserves de tempestades, terremotos, huracanes, rayos e incendios. + Amen.
Anula y desvanece, Altísimo Dios Creador Nuestro, + por las oraciones de los Ángeles buenos y por los Santos que te
rodean, todos los sortilegios y ligaduras que se han hecho o hagan (de día o de noche) por hombres infames y mujeres
perversas contra tu siervo. Y que sus enemigos y contrarios sean malditos... Y que sea desembrujado de cualquier maleficio
hecho por invocación + virtudes y potestades infernales, ya sea hecho por figuras grabadas en oro, plata, cobre, estaño,
hierro, plomo u otro metal cualquiera; ya sea por huesos de muerto, de hombre, o animal de cuatro patas, o de aves
nocturnas; asimismo si fuera hecho el embrujamiento con pedazos de lana, de lino, de seda, de algodón o de cáñamo,
pertenecientes a un muerto o a una persona viva, sana o enferma; o con cabellos o uñas de cristiano, de moro, de judío o de
hereje; o bien fuesen enterrados en sepultura de gigantes, o de hebreos, o de sarracenos, o de cristianos, y los que están
hechos en piedra, o en madera, o en hierbas, o en agua (de mar o de río), y asimismo los maleficios por medio de libros o
palabras o en estatua, de metal o de cera, o en signos dibujados en pergaminos; y también los hechos en montañas o en
valles, en fortalezas o en castillos de moros; en campos o en viñas; en bosques o en selvas; junto a un árbol o bajo una mata
o bajo una piedra; en cabaña o en casa de campo; en la pared de una iglesia, convento o ermita; en el lecho; o en el pozo de
una casa; o en cualquiera otro sitio de la tierra elevado o profundo; asimismo los que se dan en comida o en bebida, o se
pudren en aguas corrompidas, o se consumen o han sido consumidas por el fuego. +Oh, Dios santo, Dios poderoso, bueno y
terrible! Haz que desaparezcan y queden deshechas todas las malas cosas dichas y hechas de Levante a Poniente... librando
de todo mal y peligro, de vientos y pedriscos, de aguaceros y turbiones, de rayos y centellas, de fantasmas y visiones, de
emboscadas y traiciones, de dagas y cuchillas y de toda cosa mala. + Gloria a! Padre, + Gloria al Hijo, + Gloria a! Espíritu
Santo. + Amen.
Grábese sobre una planchita de plomo el pentáculo 8 en una cara, y en la otra el pentáculo 9. La operación se hará en
sábado. Una vez terminada la medalla, llévese encima, suspendida del cuello.
Las Promesas de la Santísima Virgen María a los que rezan el Santo Rosariostyle="color: windowtext; font-weight: normal;
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1. Los que fielmente me sirven mediante el rezo del Santo Rosario, recibirán insignes gracias.
2. Yo prometo mi protección especial, y las más notables gracias a todos los que recitasen el Santo Rosario.
3. El Rosario será la defensa más poderosa contra las fuerzas del infierno. Se destruirá el vicio; se disminuirá el pecado
y se vencerá a todas las herejías.
4. Por el rezo del Santo Rosario, florecerán las virtudes y también las buenas obras. Las almas obtendrán la misericordia
de Dios en abundancia. Se apartarán los corazones del amor al mundo y sus vanidades y serán elevados a desear los
bienes eternos. Ojalá que las almas hiciesen el propósito de santificarse por este medio.
5. El alma que se recomienda a Mí por el rezo del Santo Rosario, no perecerá jamás.
6. El que recitase el Rosario devotamente, aplicándose a meditar los Sagrados Misterios, no será vencido por la mala
fortuna. En Su justo juicio, Dios no lo castigará. No sufrirá la muerte improvisa. Y si es justo, permanecerá en la gracia
de Dios, y será digno de alcanzar la vida eterna.
7. El que conserva una verdadera devoción al Rosario, no morirá sin los sacramentos de la Iglesia.
8. Los que fielmente rezan el Santo Rosario, tendrán en la vida y en la muerte, la Luz de Dios y la plenitud de Su gracia.
En la hora de la muerte, participarán de los méritos de los Santos del Paraíso.
9. Yo libraré del Purgatorio a los que han acostumbrado el rezo del Santo Rosario.
10. Los devotos del Santo Rosario, merecerán un grado elevado de gloria en el Cielo.
11. Se obtendrá todo lo que se me pidiere mediante la recitación del Santo Rosario.
12. Todos los que propagan el Santo Rosario recibirán Mi auxilio en sus necesidades.
13. Para los devotos del Santo Rosario, he obtenido de mi Divino Hijo, la intercesión de toda la Corte Celestial durante la
vida y en la hora de la muerte.
14. Todos los que rezan el Santo Rosario son hijos Míos, y hermanos de Mi único Hijo, Jesucristo.
15. La devoción al Santo Rosario es gran señal de predestinación.
BENDICIONES DEL ROSARIO
El 26 de Diciembre de 1957, el Padre Agustín Fuentes, Postulador de la Causa de Beatificación de Francisco y Jacinta
Marto, entrevistó a Sor Lucía Dos Santos, vidente de las apariciones de Fátima. En el curso de esa entrevista, le dijo Sor
Lucía al Padre Fuentes:
"… La Santísima Virgen nos dijo, tanto a mis primos como a mí, que 2 eran los últimos remedios que Dios daba al
mundo: el Santo Rosario y el Inmaculado Corazón de María…style="" lang="es""
"… Mire, Padre, la Santísima Virgen, en estos últimos tiempos en que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia al
rezo del Santo Rosario, de tal manera que ahora no hay problema por más difícil que sea: sea temporal y, sobre todo,
espiritual; sea que se refiera a la vida personal de cada uno de nosotros o a la vida de nuestras familias del mundo o
comunidades religiosas, o a la vida de los pueblos y naciones; no hay problema, repito, por más difícil que sea, que no
podamos resolver ahora con el rezo del Santo Rosario".
"Con el Santo Rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación
de muchas almas. Por eso, el demonio hará todo lo posible para distraernos de esta devoción; nos pondrá multitud de
pretextos: cansancio, ocupaciones, etc., para que no recemos el Santo Rosario".
"Si nos dieran un programa más difícil de salvación, muchas almas que se condenarán tendrían el pretexto de que no
pudieron realizar dicho programa. Pero ahora el programa es brevísimo y fácil: rezar el Santo Rosario. Con el Rosario
practicaremos los Santos Mandamientos, aprovecharemos la frecuencia de los Sacramentos, procuraremos cumplir
perfectamente nuestros deberes de estado y hacer lo que Dios quiere de cada uno de nosotros".
"El Rosario es el arma de combate de las batallas espirituales de los Últimos Tiempos".
No dejéis jamás el rezo del Santo Rosario, esa plegaria por la que tengo predilección y que Yo
misma he venido del cielo a pediros que la recitéis. Os he enseñado a rezarlo bien, haciendo pasar
entre mis dedos sus cuentas, mientras me unía a la oración de aquella pequeña hija mía a la que
me aparecí en la gruta de Massabielle.
Siempre que rezáis el Rosario me invitáis a orar con vosotros, y cada vez que lo hacéis, me
uno verdaderamente a vuestra oración. Sois así los pequeños hijos que rezan en torno a la Madre
Celeste.
Por ello el Santo Rosario es el arma más poderosa que habréis de usar en la terrible batalla
que estáis llamados a combatir contra Satanás y su ejército del mal. (11 de febrero de 1978)
Recurrid ante todo a la oración. Rezad más; rezad con mayor confianza; rezad con humildad
y con espíritu de completo abandono.
Sobre todo, rezad cada día el Santo Rosario.
Con vuestra oración impedís una mayor difusión del error, contenéis la acción del Maligno,
pasáis al contraataque y reducís cada vez más su margen de acción.
Con vuestra oración podréis conseguir, finalmente, la victoria, ya que Dios, por medio de
vosotros, será el único vencedor. (12 de junio de 1978)
El Rosario entero que recitáis en los Cenáculos secundando la urgente petición de vuestra
Madre, es como una inmensa cadena de amor y de salvación con la que podéis rodear personas y
situaciones, y hasta influir en todos los acontecimientos de vuestro tiempo.
Continuad recitándolo, multiplicad vuestros Cenáculos de Oración, respondiendo así a la
invitación que con tanta frecuencia e intensidad os ha dirigido mi primer hijo predilecto, el Vicario
de Jesús.
Ahora puedo usar la fuerza que me viene de vuestra oración y quiero intervenir como Madre
para abreviar el tiempo de la prueba y para aliviaros de los sufrimientos que os esperan.
Todo puede cambiarse todavía si vosotros, mis pequeños, escucháis mi Voz, y os unís con la
oración, a la incesante intercesión de vuestra Madre Celeste.
Por esto aquí, donde me aparecí como la Inmaculada, os repito que continuéis con más
generosidad y perseverancia el rezo del santo Rosario.
El Rosario es la oración que desde el Cielo Yo misma vine a pediros.
Con ella lográis descubrir las insidias de mi Adversario; os sustraéis a muchos de sus
engaños; os defendéis de muchos peligros que os tiende; os preserva del mal y os acerca cada vez
más a Mí para que pueda ser verdaderamente vuestra guía y protección.
Como ya sucedió en otras ocasiones decisivas, también hoy la Iglesia será defendida y
salvada por su Madre victoriosa, a través de la fuerza que me viene de vosotros, mis pequeños
hijos, con el rezo frecuente de la oración del Santo Rosario. (7 de octubre de 1979)
El Arma de combate que os entrego es la cadena que os une a mi Corazón: el Santo Rosario.
Hijos predilectos, recitadlo con frecuencia, porque sólo con vuestra sacerdotal oración,
recogida en mi Corazón Inmaculado, podremos en estos tiempos mover, casi forzar a manifestarse
la gran Misericordia de Dios.
En la hora en que todo parezca perdido, todo se salvará por el amor misericordioso del
Padre, que se hará visible a través de la mayor manifestación del Corazón Eucarístico de Jesús.
El estandarte, bajo el cual os reúno, es el de Jesús Crucificado, que debe ser enarbolado por
vosotros, porque también para vuestra perversa generación, no hay otra salvación sino en la Cruz
de Cristo. Con la corona del Rosario en una mano y en la otra el estandarte del Crucificado, luchad
en la fase decisiva de la batalla. (8 de diciembre de 1980)
Rezad, con frecuencia, la oración del Santo Rosario, que también aquí vine a pediros.
Si no se consigue aún resolver los más graves problemas para la Iglesia y para el mundo, a
pesar de todos los medios humanos puestos en práctica, es señal de que debéis poner ya ahora
toda vuestra confianza en la fuerza de la oración. (13 de mayo de 1982)
Dadme Coronas de Rosarios, recitados con más intensidad y con mayor frecuencia.
Reunid en torno a vosotros a Religiosos, Religiosas y fieles en Cenáculos de incesante y
fervorosa oración hecha Conmigo.
Os pido, sobre todo ahora, que oréis con fervor y con alegría por medio del Santo Rosario. Es
el arma que hoy debéis usar para combatir y para vencer en esta sangrienta batalla; es la cadena
de oro que os liga a mi Corazón; es el pararrayos que aleja de vosotros y de vuestros seres
queridos, el fuego del castigo; es el medio seguro para tenerme siempre a vuestro lado. (1 de
mayo de 1983)
“Hijos míos, en la batalla en que cada día estáis empeñados contra Satanás, y sus insidiosas
y peligrosas seducciones contra el poderoso ejército del Mal, además del auxilio especial que os
prestan los Ángeles del Señor, tenéis necesidad de usar un arma segura e invencible. Esta arma es
vuestra oración.
Con la oración podéis siempre arrebatar al enemigo el terreno que os ha conquistado; podéis
hacer brotar renuevos del bien en el desierto del mal y del pecado: sobre todo, podéis rescatar un
número inmenso de almas, que Satanás ha logrado hacer sus prisioneras. La oración tiene una
fuerza poderosa y suscita en el bien, reacciones en cadena más potentes que las mismas
reacciones atómicas.
La oración que Yo amo con predilección es la del Santo Rosario.
Por esto, en mis numerosas apariciones, os invito siempre a recitarlo, me uno a los que lo
rezan, se lo pido a todos con ansia y preocupación materna.
¿Por qué el Santo Rosario es tan eficaz? Porque es una oración sencilla, humilde y os formo
espiritualmente en la pequeñez, en la mansedumbre, en la simplicidad del corazón
Hoy Satanás logra conquistarlo todo con el espíritu de soberbia y de rebelión contra Dios, y
tiene terror a todos los que siguen a vuestra Madre Celeste por el camino de la pequeñez y de la
humildad. Mientras los grandes y los soberbios desprecian esta oración, la recitan con mucho
amor y alegría mis pequeños: los pobres, los niños, los humildes, los que sufren y muchísimos
fieles que han acogido mi invitación.
La soberbia de Satanás será una vez más vencida por la humildad de los pequeños, y el
Dragón rojo se sentirá definitivamente humillado y derrotado, cuando Yo lo ate, no sirviéndome de
una gruesa cadena, sino de una fragilísima cuerda: la del Santo Rosario.
Es una oración que hacéis junto Conmigo. Cuando me invitáis a rogar por vosotros, escucho
vuestra petición, y asocio mi voz a la vuestra, acompaño vuestra oración con la mía.
Por esto resulta cada vez más eficaz, porque vuestra Madre Celeste es la omnipotencia
suplicante.
Cuando Yo pido algo, siempre lo obtengo, porque Jesús jamás puede negar nada que le pida
su Madre.
Es una oración que une las voces de la Iglesia y de la humanidad porque se hace en nombre
de todos, nunca sólo a título personal.
Con la contemplación de sus misterios, llegáis a comprender el designio de Jesús que se
delinea a lo largo de toda su vida, desde la Encarnación al cumplimiento de su Pascua gloriosa, y
así penetráis cada vez más en el misterio de la Redención. Y entráis en la comprensión de este
misterio de amor a través de vuestra Madre Celeste: pasando por la vía de su Corazón, conseguís
poseer el inmenso tesoro de la divina y ardiente caridad del Corazón de Cristo.
En ella os formáis en la perfecta glorificación del Padre a través de la frecuente repetición de
la oración que Jesús os enseñó: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu Reino.” Os formáis también en la perenne adoración de la Santísima Trinidad
con el rezo del “Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo”.
Vuestra Madre Celeste os pide hoy usar el Santo Rosario como el arma más eficaz para
combatir la gran batalla a las órdenes de la “mujer vestida del Sol”.
Secundad mi invitación: multiplicad vuestros Cenáculos de oración y fraternidad; consagraos
a mi Corazón Inmaculado; recitad con frecuencia el Santo Rosario.
Entonces el poderoso Dragón rojo será totalmente atado por esta cadena; se reducirá cada
vez más su margen de actuación; y por último se volverá impotente e inofensivo.
Aparecerá a todos el milagro del triunfo de mi Corazón Inmaculado.” (7 de octubre de 1983)
Sobre todo, recitad el Santo Rosario. Podéis así obtener del Señor la gran gracia de la
conversión de los corazones, para que todos se abran a sentimientos de amor y bondad.
De esta manera la paz podrá penetrar en el corazón de los hombres, y después difundirse en
las familias, en las naciones, en todo el mundo. (14 de noviembre de 1984)
“Volved a confesaros con frecuencia y orad más. Orad conmigo, orad con el Santo Rosario.
Lo que el Papa dijo en este lugar (Fulda) corresponde a la verdad. Estáis ya muy cercanos al
gran castigo; entonces os digo: entregaos a Mí, y recordad que vuestra arma más eficaz en estos
terribles momentos es la del Santo Rosario.
Formáis, pues, mi ejército, que en estos tiempos conduzco a su mayor victoria.” (8 de
septiembre de 1985)
Recitad el Santo Rosario con amor y confianza. Con esta oración hecha por vosotros
Conmigo, podéis influir en todas las vicisitudes humanas, incluso en los acontecimientos futuros
que os aguardan.
Con esta oración podéis obtener la gracia del cambio de los corazones y podéis alcanzar el
don tan deseado de la Paz. (31 de diciembre de 1986)
Sobre todo, deseo que se recite con frecuencia el Santo Rosario, especialmente por los
pequeños, los enfermos, los pobres y los pecadores.
Envolved al mundo con la cadena del Rosario para obtener sobre todos gracia y misericordia.
(10 de junio de 1987)
Así, con el arma poderosa del Santo Rosario, podéis conseguir hoy también, mi mayor
victoria en la historia de la Iglesia y de toda la humanidad. (7 de octubre de 1990)
–Otro peligro que os amenaza es el de dejaros absorber por una acción desordenada,
olvidando así la fuerza poderosa que tiene la oración, para obtener la gracia de la conversión para
tantos de mis pobres hijos pecadores.
Entonces Yo os he invitado a orar mucho por la conversión de los pecadores, mostrándoos, a
través de mi hijita Bernardette, cómo la oración más eficaz y preferida por Mí, es la del Santo
Rosario. (11 de febrero de 1993)
–El Rosario que recitáis, tiene una potencia fortísima contra el mal y contra las numerosas
seducciones de mi Adversario.
Al dominio de Satanás que se extiende, a la esclavitud del pecado que subyuga a tantos de
mis hijos; al mal que pone su veneno en los corazones; a las insidias del maligno, que se han
vuelto disimuladas y peligrosas; a la fuerza potente de la masonería que consigue insinuarse por
doquier; al culto satánico que se difunde, responded con la oración del Santo Rosario.
Ésta es mi oración y vuestra oración. (1 de mayo de 1994)
Entonces Jesús me mostró un rosario, en el que en vez de las cuentas había flores y en cada flor vi brillar una gota de
la Sangre de Jesús.
Cuando decimos el rosario, las gotas de la Sangre de Jesús caen sobre la persona por quien lo ofrecemos. Las almas
del purgatorio están implorando continuamente la Sangre salvadora de Jesús.
Jesús nos pide el rezo del rosario. Vi que cuando se reza cada cuenta, una gota de la sangre de Jesús cae sobre la
persona por quien se dice, o sobre aquellas almas que Jesús quisiera salvar. Esto fue pedido especialmente por las almas del
purgatorio.
31 de Agosto de 1990
Hijos míos:
El Rosario no debe usarse como amuleto de la suerte, mediante el rezo diario del Santo
Rosario, invocamos la protección divina y reverenciamos a Dios.
A nuestros queridos jóvenes, les pido que vuelvan sus ojos a Jesús, para salvar al mundo del
pecado en que está sumergido.
La oración diaria y sencilla, agrada a Nuestro Señor más que nada.
Rezad todos con gran devoción y se os dará la paz a los espíritus que se prepararán para el
Señor.
Os bendeciré. Amén.
5 de Setiembre de 1990
Hija mía:
Debes rezar cada día el Santo Rosario, al elevar esta plegaria a Dios, por la humanidad doliente,
me haces muy feliz.
Esa será la forma en que me darás a conocer a los corazones que me tienen olvidada, y YO haré
grandes cosas por todos mis hijos, cuando me alaben, y alaben a Dios a través mío.
Os bendeciré. Amén.
9 de Agosto de 1995
Amados hijos:
Que la Paz y el Amor del Señor esté con todos ustedes.
Hoy he venido a pedirles que todos los días recen el Santo Rosario, para comenzar vuestra
conversión, el segundo paso será la enmienda de vuestras almas, mediante el Santo Sacramento
de la Confesión y la Santa Misa, los que podáis, asistid todos los días sin faltar los domingos
perseverad en el rezo diario del Santo Rosario, este medio tan sencillo de oración, transformará
vuestras vidas, sean perseverantes en el cumplimiento de estos tres pedidos y pronto os veréis
transformados; tal vez al comienzo cueste un poco, pero si lo hacéis os prometo grandes Gracias
cumplid pronto este pedido mío, es urgente la conversión, quiero tener a todos mis hijos; ¡Las
puertas del Cielo están abiertas para todos!
¡Abrid vuestros corazones! Amén. Amén.
5 de Septiembre de 1995
Mis hijos:
No os rebeléis a vuestro Padre que está en el Cielo, por el contrario procurad, siempre darle
gracias y alabanzas, sufrirlo todo con gran resignación y paciencia, ya que la virtud de la paciencia
es la que os Santificará, ofrézcanle todo a Nuestro Señor, no busquen las cosas vanas de este
mundo, sino por el contrario hagan oración, recen el Santo Rosario, cuantas veces puedan,
mientras más rezan más gracias alcanzarán.
Si no rezan y se confiesan, por lo menos una vez al mes, ustedes no crecen espiritualmente, y le
dan lugar al adversario, al encontrarlos con pocas fuerzas.
¡Conviértanse todos mis hijos! Da a conocer esto. Amén. Aleluya. Amén.
Que Dios los bendiga.
25 de Setiembre de 1995
Amados hijos:
Os hablo a todos mis hijos que hoy se han reunido en tantos lugares para venerarme,
¡¡Estoy tan Contenta!! por que veo a cada uno de ustedes, os escucho a cada uno en particular,
veo las manos que se extienden pidiéndome Gracias, Yo os prometo llevar todos vuestros pedidos
al Cielo y depositarlos a los pies de la Santísima Trinidad, Yo soy vuestra abogada, poderosa
intercesora ante el Trono de Dios. Os pido Oración y Reconciliación, al que cumpla con este pedido
mío, Yo intercederé para que reciban la paz verdadera del amoroso CORAZÓN DE JESÚS y la
sanación del alma.
Quiero reiterar mi pedido en este día tan especial, CONSÁGRENSE TODOS AL
INMACULADO CORAZÓN DE MARIA porque mi Corazón Inmaculado triunfará y ustedes los que se
consagren, triunfarán con él; y conságrense a mi Corazón con el rezo diario del Santo
Rosario. Ay mis hijitos, si supieran todo lo que reciben cuando rezan con devoción el Santo Rosario.
¡Alégrense en la esperanza los que se vuelven a Dios!
Bendito y alabado sea el SACRATÍSIMO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS
Bendito y Alabado sea JESÚS EUCARISTÍA
Bendita y alabada sea LA SANTÍSIMA TRINIDAD presente en la SAGRADA EUCARISTÍA.
Amén Aleluya, Amén Aleluya.
12 de Diciembre de 1995
Amados hijos:
He venido para llevarlos por el camino de la verdadera vida que es “Jesús”.
Esta Madre vuestra les hará más fácil el camino. ¡Abrid los corazones!, escuchad mis mensajes,
quiero que comencemos a caminar juntos, por el camino que conduce al Cielo. ¡Rezad el Santo
Rosario! Alabad la Gloria de Dios con él. Gloria a Dios.
2 de Enero de 1996
Amados hijitos:
Rezad el Santo Rosario en familia, piensen que cuando hacen esto, Yo estoy acompañándolos.
Comiencen ahora, con este nuevo año. Quiero estar en todos los hogares, para ayudarlos en todas
las dificultades. Quiero que todos me conozcan.
Esta Gracia maravillosa os está regalando EL Señor, no permanezcáis indiferentes. ¡Os Amo a
todos!. Amén. Amén.
8 de Enero de 1996
María hijita de mi Corazón:
Orar con el Santo Rosario es estar cerca de mi Corazón, cada vez que lo rezas mi mirada
permanece en ti, mi Corazón escucha y mi súplica se hace más insistente.
Soy puente de unión entre ti y la Santísima Trinidad. Te bendigo. Amén. Amén.
11 de Enero de 1996
¡Orad! Hijos míos. ¡Orad! Con intenso amor, ya se ciernen las tinieblas sobre la Humanidad.
¡Tomad el arma! Que es el Santo Rosario.
Obedecedme hijos míos para que la Luz venza a las tinieblas. Amén. Amén. Amén.
La Santísima Virgen está toda de blanco y tiene su rostro bañado de Lágrimas y antes de hablarme
permite que mire su rostro.
17 de Enero de 1996
Vi un campo seco, lleno de espinas y malezas, en el medio un jardín precioso, lleno de rosales con
enormes rosas rosadas, contrastando con el campo. También gigantescos árboles de enormes
copas, llenos de enormes rosas rosadas.
Me dice La Madre:
Muchas dificultades os esperan en este momento. El precioso jardín es mi Corazón, en medio del
mundo, las rosas representan a los que rezan el Santo Rosario, y ellos crecen como gigantescos
árboles, elevándose al Cielo con muchos frutos espirituales.
El que me entrega su corazón y reza el Rosario no debe temer a nada de éste mundo, ya que
ésta Santa oración los eleva por encima de toda dificultad y los protege especialmente de todo
peligro, acercándolos con rapidez a Dios, creciendo interiormente, evitando ser contaminados de
toda maldad.
Esta es la protección que Dios da a los que rezan el Santo Rosario.
Predicad esto. Amén. Amén.
17 de Febrero de 1996
Oren al Señor con el Santo Rosario, invoquen la protección de Dios, mediante esta oración que
es poderosa y pronto sentiréis en vuestras vidas la fuerza y la luz del Espíritu Santo.
El Santo Rosario es el adorno más hermoso del alma, recurran a él en todo momento.
Yo estoy en el Santo Rosario, como Hija de Dios, Madre de Dios, Esposa de Dios y Madre amorosa
de todos ustedes.
¡Os amo mis hijos!
Amén. Amén.
5 de Marzo de 1996
Que la paz y el Amor del Señor esté con vosotros amados hijos.
Hoy he venido a deciros que os mantengáis unidos y en oración. Esto se hará para combatir al
maligno enemigo, que trata por todos los medios de quitarles la paz, especialmente la paz de los
hogares. Sumiéndolos en el desaliento y la angustia, para alejarlos del Amor de Dios.
Orad por las calles con el Santo Rosario en desagravio al Inmaculado Corazón de María.
El Rosario es vuestra tabla de salvación.
Orad con fuerza los unos por los otros, ardiendo en caridad vuestros corazones por el hermano
que sufre.
Poned toda vuestra esperanza en El Señor.
Amén. Amén. Amén.
13 de Abril de 1996
(Hoy vi a la Santísima Virgen en profunda tristeza y aflicción, toda vestida de blanco y su
perfectísimo rostro parecía bañado en sudor).
Mis hijos:
Hoy he venido a pediros que oren y oren con gran urgencia por la Paz del mundo, que está
seriamente amenazada por la iniquidad del terrible enemigo de Dios.
Confiad en mi Inmaculado Corazón que os guiará en medio de terribles tribulaciones. Seré vuestra
Consejera, no os apartéis de mi guía, no os separéis del Santo Rosario y orad permanentemente
con él, Yo Soy vuestra Madre y como Madre os hablo.
El mensaje que hoy os quiero transmitir es muy duro y difícil de entender para los que viven
olvidados de que Dios existe, y aún de los que teniendo conciencia de Dios viven despreocupados
de salvar sus almas, viviendo según la carne y el mundo.
Terribles cosas os esperan mis hijos si no volvéis vuestros ojos a Dios, pues el tremendo castigo
que Dios mandará al mundo va a comenzar.
Os revelaré una parte de este y será para llevarlos a la oración y al sacrificio y así tengan la
esperanza de mitigar con vuestros rezos, este castigo tan terrible. Esto es una advertencia llena
del AMOR DE DIOS hacia la humanidad.
Muchas almas religiosas caerán y se apartarán del camino del Señor para vivir en la tibieza del
mundo. Los sacerdotes que queden no se diferenciarán en nada de los seglares, seguirán el
camino del mundo que los llevará a la apostasía, las religiosas seguirán este mismo camino y
muchas almas buenas se perderán por su causa. El mundo sin religión y sin Dios será morada de
seres salvajes y animalezcos y cambiarán la fisonomía humana y así el cuerpo será el reflejo del
alma. Estos aterradores humanos convertidos en discípulos de satanás aprovechando el caos que
sobrevendrá por los grandes e inminentes castigos que caerán sobre el mundo, perseguirán a los
buenos en feroz cacería. No habrá diferencia de sexos y por un tiempo determinado por Dios Padre
el infierno reinará en el mundo. Pero mi INMACULADO CORAZÓN apartará las tinieblas y el horror,
de mis hijos consagrados a Mí, El Señor esperará hasta último momento la conversión a mi
Corazón Inmaculado, y así todos tendrán la oportunidad de salvarse y el perdón de Dios
INFINITAMENTE MISERICORDIOSO.
Oren, oren con intenso Amor.
“Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús en Ti confío”.
19 de Abril de 1996
No busquéis remedio para vuestros males, en las cosas del mundo.
¡Aferraos al Santo Rosario!.
El Rosario os ha sido dado para consuelo y alegría vuestra.
Os hacéis muy agradables a Dios cuando lo alabáis con esta sencilla devoción.
Amén. Aleluya. Amén. Aleluya.
13 de Mayo de 1996
Hoy tuve la siguiente visión:
Vi una custodia con el Santísimo Sacramento, ella está en medio de una inmensa luz, multitud de
Ángeles postrados en adoración la rodean totalmente, a los pies vi un rosario. Después de ésta
visión vi a la Santísima Virgen toda vestida de blanco. Ella estaba en medio de la radiante luz que
siempre la precede. Lleva puesta una corona de oro sobre la cabeza, sus manos juntas a la altura
del pecho, y en ellas el Rosario que parece ser de oro. Su mirada permanece hacia abajo y dice:
“Yo Soy la Reina del Santo Rosario”, os pido Oración, Sacrificio y Penitencia para que baje a
vosotros la Paz y Misericordia del Altísimo.
Adorad a Jesús vuestro Dios, como lo adoran la multitud de Ángeles en el Cielo.
Rezad el Santo Rosario todos los días, en desagravio por los ultrajes y sacrilegios con que se
ofenden al Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús y al Inmaculado Corazón de María.
Oren con el corazón para que todos sean sanados espiritualmente.
El inmenso AMOR DE DIOS se está prodigando a vosotros mis hijos.
Atiendan a mis deseos y convertíos pronto (y separando sus manos dio la bendición) Os bendigo a
todos.
Amén. Amén. Amén.
27 de Agosto de 1996
Yo os amo mis hijitos y acudo presurosa a consolarlos cuando os acercáis a Mí con confianza.
Tenéis un medio poderoso de acercaros a mi Corazón; y es mediante el rezo del Santo Rosario.
Rezando esta gratísima devoción podéis conseguir Gracias.
¡Pedid mis hijitos!.
Pedid la conversión de vuestros corazones y todo lo demás os será concedido.
Os bendigo.
Amén. Amén. Amén.
5 de Setiembre de 1996
Hijitos. Encended vuestros corazones de amor, orando sin cesar.
Ofreced ayunos y sacrificios para que haya Paz en el mundo.
Deseo que seáis pequeños instrumentos del Amor de Dios. Cumplid estos santos pedidos que os
hago.
Rezad TODOS el Santo Rosario, arrodillaos humildemente y clamad al Cielo para que reine la Paz y
el amor en el mundo.
Si vosotros oráis con el corazón la paz entrará en vuestras vidas, en vuestras familias y el Amor de
Dios se hará visible en vosotros.
¡No teman!. Estaré siempre velando y orando con vosotros.
Soy la Madre de Dios. Soy vuestra Madre.
¡Benditos sean!.
Amén. Amén. Amén.
8 de Setiembre de 1996
Mis amados hijos:
En este día he venido especialmente a bendecirlos y a deciros que mi Corazón de Madre, está muy
feliz, porque muchos de vosotros habéis comenzado a caminar Conmigo.
Vosotros sois elegidos a crecer en el Amor a Jesús, para Gloria y Alabanza de su Nombre.
Muchas dificultades os esperan, más con mi ayuda todo lo podrán.
Invocad al Señor en oración y experimentaréis su Misericordia que es tan inmensa que jamás os
podréis imaginar.
Os bendigo a todos.
Y vi que la Ssma. Madre levantando su mano derecha junto con su Rosario, bendijo ampliamente
mirando hacia abajo y sonriendo dulcemente.
17 de Setiembre de 1996
Mis hijitos:
Rezad el Santo Rosario con Amor.
Ofrecedlo a mi Corazón Inmaculado. De esta manera alcanzaréis sabiduría en las cosas de Dios,
me conoceréis y conoceréis a Dios.
¡Gloria al Altísimo!
7 de Octubre de 1996
Que mejor adorno para el alma, sobre todo para el alma en Gracia de Dios, que me honréis con el
rezo diario del Santo Rosario.
Y cada vez que lo rezáis mis hijos, Yo estoy muy cerca, e intercedo ante Dios Nuestro Señor por
vosotros.
¡Bendito sea el Señor!.
¡Benditos sean mis hijos!.
13 de Octubre de 1996
Prediquen siempre mis mensajes, sean obedientes y vivan en paz con todos.
Alaben a la Divina Providencia y agradezcan todos sus beneficios.
Oren y ayunen por amor a Jesús y a su Santísima Madre pidiendo por la urgente conversión y
la Paz del mundo.
Sean humildes y perseverantes al orar por la Paz del mundo. Haceos el firme propósito de rezar el
Santo Rosario por estas intenciones.
No tardéis en predicar mis mensajes.
Os amo y os bendigo a todos.
Amén. Amén. Amén.
25 de Octubre de 1996
Mis hijos:
¡Rezad el Santo Rosario todos los días!.
Pedid por las almas más alejadas del Amor de Dios.
Es necesario orar día a día para rescatar almas que se encuentran sumergidas en el pecado.
Orad por todos los enfermos y afligidos y así seréis instrumentos del Amor de Dios en el mundo.
En este día tan especial muchos hijos están mirando con confianza a mi Corazón maternal.
Y mi Corazón escucha a todos los hijos que me aman y confían en mi poderosa intercesión. Más os
digo: Todos sois escuchados por El Sagrado Corazón y especialmente hoy, todos seréis
consolados y animados.
Yo, vuestra Madre he venido a fortalecerlos en el Amor a Jesús.
Obedeced mis mandatos sed dóciles a mis deseos y os prometo un cambio radical en vuestras
vidas.
“Seguid al Señor”. El es Dios.
Benditos sean todos.
Amén. Amén.
20 de Noviembre de 1996
Hijos:
Rezad el Santo rosario y estaréis unidos a Mí.
Es necesario que os unáis a mi Corazón por medio de esta sencilla oración. Deseo que
comprendáis esto: si poco rezáis poco estoy con vosotros. Si perseveráis en la oración sentiréis
crecer en vuestro interior el deseo de amar al Señor, vuestro Dios.
De vosotros depende, os estoy esperando mis hijitos.
Meditad esto. ¡Gloria a Dios!
1° de Enero de 1997
¡Yo soy la Madre de Dios!
He puesto mis ojos y mi Corazón en mis hijos de todo el mundo.
Guardo en mi Inmaculado Corazón a todos mis hijos dispersos en el mundo entero.
Por Voluntad del Señor permanezco con vosotros, para exhortarlos a una urgente conversión.
Oren mis hijitos, oren siempre, no se separen del Santo Rosario.
Hoy sean benditos y que descienda sobre todos mis hijos en el mundo entero la Paz, el Amor y la
Bendición del Señor.
Amén. Amén. Amén.
29 de Agosto de 1997
¡Alabado sea El Señor!.
Si los hombres no se convierten y escuchan al Señor, muchas guerras y pestes azotarán a la
humanidad, diles que vuelvan a Dios, que escuchen su Palabra, que recen el Santo Rosario,
todos los días. Muchos corazones están muy endurecidos y muchos oídos permanecen sordos a
mis mensajes. Deseo ser escuchada, orad por esta intención..."Oraré al Señor por tus
intenciones".
Bendita seas hija de mi Corazón.
Amén. Amén.
Palabras del Cardenal Ratzinger -ahora Papa Benedicto XVI-, sobre el Santo Rosario:
"El origen histórico del rosario se remonta a la Edad Media, una época en la que las oraciones normales eran los salmos.
Pero por entonces muchas personas no sabían leer, lo que les impedía participar en los salmos bíblicos. Por eso se buscó un
salterio para ellas, y se halló en la oración a María con los misterios de la vida de Jesucristo ensartados a modo de perlas de
un collar.
Afectan al que reza de una forma meditativa, en la que la repetición tranquiliza el alma, y aferrarse a la palabra, sobre todo a
la figura de María y a las imágenes de Cristo que pasan ante uno mientras tanto, sosiega y libera el alma y le concede la
visión de Dios.
De hecho, el rosario nos integra en ese saber primitivo en el que la repetición forma parte de la oración, de la meditación, en
el que la repetición significa una forma de adentrarse en el ritmo del sosiego. Lo que importa no es tanto seguir con esfuerzo
cada palabra de manera racional, sino todo lo contrario: dejarse llevar por la calma de la repetición, por lo cadencioso.
Máxime teniendo en cuenta que no se trata de palabras vacías. Traen a mis ojos y a mi alma grandes imágenes y visiones y,
sobre todo, la figura de María, y a través de ella la de Jesús.
Esas personas de las que hablábamos tenían que trabajar duramente. Al rezar, no podían emprender además grandes rutas
intelectuales. Al contrario, necesitaban una oración que las tranquilizase, que las distrajera, que volviera a arrancarlas de sus
preocupaciones y les mostrara el consuelo redentor. Creo que esa experiencia primitiva de la historia de las religiones, la de
la repetición, del ritmo, de la palabra común, del coro que me lleva y se eleva y llena el espacio, que no me atormenta sino
que me tranquiliza, consuela y libera; esa experiencia primitiva se ha cristianizado aquí por entero en el contexto mariano y
en la aparición de la figura de Cristo al hacer rezar a las personas con enorme sencillez, enterándose al mismo tiempo del
rezo, trascendiendo el ámbito intelectual al adentrarse el alma en las palabras.
Lo rezo (el rosario) con gran sencillez, igual que lo hacían mis padres. A los dos les encantaba el rosario. Y mucho más a
medida que envejecían. Cuanto más envejece uno, menos esfuerzos intelectuales se pueden hacer, y más se necesita un
refugio interno y adentrarse en la oración de la Iglesia. Así que yo lo rezo tal como lo rezaban ellos".