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Ensayo

Hipatia de Alejandría
Mi nombre es Martín Castro López, soy profesor del departamento de arqueología de
la universidad complutense de Madrid y tengo conocimiento de varias lenguas antiguas
y muertas, como el arameo, el hebreo, latín, griego además de los jeroglíficos egipcios y
del árabe.

Hace 3 años, mientras observaba los objetos de una tienda de antigüedades en el


corazón de la medina de El Cairo, me encontré un curioso libro escrito en griego del
siglo V cuya portada estaba casi borrada pero en el que podía verse claramente las letras
“π α τ” (-pat-). Hojeando el libro en casa, pude ver que había una hoja doblada y q al
extenderla se trataba de una plano, el plano de una ciudad en el que se señalaba un
punto concreto alejado del centro de la misma. En la parte inferior había una leyenda y
en ella figuraba el nombre de Petra, la antigua ciudad perdida de los Nabateos.

Al traducir el libro, algunas de cuyas partes me fue imposible (debido a su mal


estado de conservación) encontré el nombre de “Hipatia” repetidas veces y algunas de
ellas relacionadas con el nombre de Petra. Mi natural curiosidad y mi amor por la
aventura y lo desconocido me obligaron a ir a Amman, la capital de Jordania, y de aquí
a Petra. Es una ciudad oculta dentro de un macizo de montañas que solo tiene una
entrada, una brecha abierta por un terremoto, de mas de un kilómetro de longitud, unos
100 m de altura y entre 5-8 metros de anchura, es decir un lugar inexpugnable. Tras
pasar el desfiladero y entrar en la ciudad propiamente dicha consulte el plano y ví que el
lugar marcado era bastante lejano por lo que contrate la ayuda de unos “beduinos” y sus
camellos para llegar al dicho lugar. Mientras íbamos al lugar podíamos admirar las
maravillosas fachadas de las tumbas esculpidas por los “nabateos” en la roca de las
laderas de la montaña a través de varios siglos. Después de pasar por otro desfiladero
llegamos a una montaña, y tras un difícil acceso, llegué a la entrada de una escondida
tumba. Dentro había un sarcófago en cuya lápida podía leerse el nombre de“Ὑ π α τ ί
α” (Hipatia), y al fondo había unos cofres que contenían diversos libros y objetos.

Hipatia nació en Alejandría a mediados del siglo IV. Su padre fue Teón de
Alejandría, celebre matemático y astrónomo, que enseño estas disciplinas a Hipatia y la
educó en un ambiente académico y culto. Con el tiempo se convertiría en líder de los
neoplatónicos alejandrinos y se dedico a la enseñanza de la filosofía, y sus alumnos
fueron un grupo de aristócratas paganos y cristianos.

Hipatia fue falsamente acusada de ser la causante de la discordia entre Cirilo,


patriarca de Alenjandría y Orestes, el prefecto imperial. Una noche de cuaresma, al
regresar en carruaje a su casa un grupo de cristianos se abalanzó sobre la filósofa,
golpeándola y arrastrándola por la ciudad hasta matarla.
Ahora sabemos que esto no fue cierto. Esa noche Hipatia quedó conversando con
varios de sus alumnos en la casa de uno de ellos, Sinesio de Cirene. En la carreta iba
una sirvienta suya que en la oscuridad de la noche fue confundida con la filósofa por la
muchedumbre. Al saber lo ocurrido, ayudada por sus amigos, Hipatia huyó a Atenas
ciudad que ya le era conocida y donde tenía amistades.

Para evitar ser reconocida inició un viaje que acabó en la ciudad de Petra, en la
que ,por aquel entonces , debido a la creciente influencia cristiana se construyen varias
iglesias bajo el reinado del Soberano Aretas IV Philopatris protector de Hipatia.

Una incógnita aun por descifrar es si como se desprende de todo lo encontrado,


Hipatia, neoplatónica y pagana, se convirtió al cristianismo.

Entre otras cosas se encontraron las obras conocidas (El Canon Astronómico,
comentario a la aritmética de Diofanto…) de la filósofa y matemática, y algunas otras
de las que no sabíamos su existencia como: “Comentarios a los mitos de
Platón”.Además había diversos objetos como un planisferio, un hidrómetro, un
astrolabio y varios ingenios mecánicos.

Actualmente todo se encuentra en el museo arqueológico de Amman, en manos de


especialistas e investigadores mundialmente reconocidos y quizás consigan reconstruir
verdaderamente la vida de Hipatia.

Jorge García García 2º Bachillerato A

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