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LEY DE LA ATRACCION

La física cuántica y el destino

En mi último artículo LEY DE LA ATRACCIÓN – Y como modificar el destino, dejé


asentado como premisa que el subconsciente viaja a través del tiempo para ponernos de
sobre aviso con la intuición, para que cambiemos ciertos actos de nuestro presente que
implicarían la modificación de lo que era nuestro destino prefijado hasta ese momento.
Y por lo tanto en el presente artículo iba a continuar con dicho concepto explicando su
sentido científico al desarrollar los postulados de la física cuántica.

A tal efecto daré una muy breve introducción de la física cuántica, para que después
cada uno de ustedes investigue con mayor profundidad esta ciencia, ya que extenderme
sobre el tema sería una falta de respeto para ustedes y para los científicos que estudian
dicha materia.

La física cuántica debe su nombre al cuanto o cuantum, que es como se denominan a los
paquetes de energía que componen la última y más pequeña de la parte de la materia.

Es decir nosotros conocemos el átomo con sus partículas subatómicas: el protón,


neutrón y el electrón y luego éstas a su vez están constituidas de estos paquetes que son
energía pura.

La particularidad que tienen estos “paquetes de energía” y que lo diferencian de las


partículas que le preceden es que no tienen un comportamiento definido y constante
como el resto de la materia por nosotros conocida.

Sobre estos paquetes de energía se dice que son una probabilidad de existencia en varios
puntos del espacio y el tiempo, porque cuando se los pone bajo observación pasan de
ser ondas a convertirse en partículas físicas. Mientras que cuando retiramos el punto de
observación se convierten nuevamente en una probabilidad de existencia.

También se dice que estos paquetes de energía tienen inteligencia propia, porque
modifican su existencia ante cada nueva observación.

Los cuantos tienen la posibilidad de modificar su posición en el tiempo y espacio a su


propia decisión. Es decir cuando se observa y analiza un cuanto este cambia de posición
instantáneamente (por ejemplo del punto A al punto B) y aparece en otro punto físico en
un tiempo posterior sin que haya tenido que recorrer esa distancia que separa a ambos
puntos.

Esto último es lo que se denomina universos paralelos porque al moverse el cuanto


ocupa todas las probabilidades de existencia al mismo tiempo. En relación con esto
último habría una hipótesis más desarrollada que ingresaría el término holograma
multidimensional, porque esos universos paralelos además de coexistir también se
relacionarían entre sí.

Ahora ustedes dirán, esta bien eso ya lo había leído, pero que tiene que ver esto con que
el subconsciente viaje a través del tiempo. Pues nuestros pensamientos y el
subconsciente que los recibe, son energía y por lo tanto se comportan de acuerdo a los
fundamentos de la física cuántica.
Y la intuición que yo cite en mi anterior artículo es otra forma de energía que se
comporta de la forma que nosotros conocemos.

Y en referencia a esto último cito una frase de Aristóteles:

“La intuición es la fuente del conocimiento científico”

Fuentes consultadas:

La Física Cuántica En La Vida Diaria


Juan Muga
http://www.scribd.com/doc/49911/Juan-Muga-La-Fisica-Cuantica-En-La-Vida-Diaria

¿Que Rayos Sabemos Nosotros?


The Institute of Noetic Sciences and Captured Light
http://www.scribd.com/doc/3231391/Que-rayos-sabemos-nosotros?page=40

Física Hiperdimensional. ¿Porqué nos ocultan este conocimiento?


(ANO/CERO XII/01)
http://es.geocities.com/geometria_divina/03Fisica_hiperdimensional.htm

Un feliz bolsillo lleno de dinero


David Cameron Gikandi
PDF] Un feliz bolsillo lleno de dinero

En mí último post también dije que en este iba a comentar que sucedía cuando nuestro
subconsciente por medio de nuestra intuición cambiaba el destino. En cuanto a esto
tengo una hipótesis personal:

Para mí en realidad no modificamos el destino (es decir transformarlo como el artista


plástico hace con sus obras de barro), nosotros en realidad cuando pretendemos
modificar nuestro destino lo que estamos haciendo es cambiarlo por otro.

Es decir yo me planteo: ¿No habrá infinitos destinos y cuando nosotros queremos


cambiarlo simplemente tomamos otro que ya está definido pero que es distinto al
anterior?

Entonces con esa premisa que me estoy planteando no entraría en contradicción el


destino (como un hecho fijo y determinado) con poder usar el libre albedrío para definir
continuamente nuestro futuro.

Con esto último podría refutar a quienes respecto de viajar al pasado, hablan de la
paradoja de quien mata a su propio abuelo cuando todavía era un chico y que como
consecuencia de ese acto no podría haber existido en el futuro al no poder haber nacido.
Sin embargo esa paradoja no existe en realidad, porque al viajar al pasado
automáticamente cambiamos de Universo.

Es decir no es necesario matar a ninguno de nuestros ancestros. Al ser cada uno de


nosotros una fuente de energía que irradia sus influencias por medio de nuestros
pensamientos hacia todo el universo en general y hacia las personas que nos rodean en
particular (llamémoslos a los que habitan el planeta tierra para ejemplificar) la acción
que le imprimamos a nuestros pensamientos en América influirán directamente en el
desenvolvimiento de quienes viven en Asia, porque todos los seres que habitamos el
Universo somos esencialmente uno sólo particionado en millones de personas, pero
conectados mentalmente.

Con lo anterior quiero decir en el hipotético caso que dentro de 1000 años el hombre
inventara una nave espacial que pudiera viajar a la velocidad de la luz y decidiera
trasladarse al pasado, no haría falta que tocara la Tierra, con el sólo echo de ingresar a la
atmósfera terrestre aun permaneciendo por un sólo segundo, ese acto influiría para
cambiar el destino de toda la humanidad.

Porque ese sólo segundo habría bastado para introducir la influencia de la energía de sus
pensamientos en este Universo del pasado, que hasta ese momento no contaba con su
presencia.

Con esto repito lo que otros autores ya han dicho: Uno podría viajar al futuro y volver
del mismo sin que se modifique su presente, pero en cambio nunca podría volver al
mismo presente si viajara al pasado, por lo que ya he especificado.

Y aquí introduciría otra hipótesis: El destino no es uno sólo, son infinitos. Tantos como
Universos paralelos existen.

Y respecto a esto último ingreso un interrogante: ¿Cómo sería nuestro comportamiento


ante todos esos Universos paralelos?. Con lo cuál me lleva a plantear otra hipótesis, la
cuál es semejante a otros planteamientos que se han hecho:

Diría que cada persona, o lo correcto sería decir cada “ser”, vive en un Universo
definido sólo para el mismo, donde ese ser que somos cada uno de nosotros podemos en
ese Universo que nos a tocado convertirnos en el director de esa película, donde
nosotros mismos somos el único actor y el resto de la humanidad son extras que
trabajan para nuestra co-creación.

Mientras que nosotros nos convertimos en extras en los Universos de cada una de las
otras personas.

Y cambiamos de Universo cada vez que, ya sea porque por nuestra intuición elegimos
una dirección distinta de la que teníamos prefijada inicialmente o porque ello mismo se
produce cada vez que actuamos con el deseo profundo de producir cambios en nuestras
vidas actuando como “co-creador” y no como estamos acostumbrados compitiendo con
los demás.

De tal forma que nos vamos pasando continuamente de un Universo al otro.


Donde éramos un extra nos convertimos en el actor y viceversa. Pero como en
definitiva somos todos uno. Cada acto nuestro influye en los Universos de los demás.

Si bien mi objetivo inicial no era plantear estas hipótesis, me surgió la necesidad de


hacerlo. Sin embargo lo que en definitiva quiero transmitir es que nuestra vida en
realidad es una irrealidad que Dios nos dio para tener la posibilidad de experimentarla
para ir creciendo espiritualmente.

Y por lo tanto transmitirles a ustedes esa sensación de que esos objetivos que uno se
pueda plantear pueden ser todos realizables si creemos firmemente en ello. Y el
entender la irrealidad que vivimos nos permite comprender y aceptar los fundamentos
de la Ley de la Atracción sin que nuestra mente consciente se contradiga y atente
contra nuestros deseos más fervientes.

Y para terminar el presente post me despido citando una frase de Albert Einstein:

“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.”

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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.

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