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El documento discute dos teorías erróneas sobre la muerte de Cristo. La primera es la teoría del accidente, que ve a Cristo simplemente como un hombre cuya muerte fue imprevista y sin significado. Esta idea es refutada porque la muerte de Cristo fue profetizada en el Antiguo Testamento y Jesús predijo repetidamente su muerte y resurrección. Cristo tenía poder sobre su propia vida y la entregó voluntariamente siguiendo el mandato de su Padre.
El documento discute dos teorías erróneas sobre la muerte de Cristo. La primera es la teoría del accidente, que ve a Cristo simplemente como un hombre cuya muerte fue imprevista y sin significado. Esta idea es refutada porque la muerte de Cristo fue profetizada en el Antiguo Testamento y Jesús predijo repetidamente su muerte y resurrección. Cristo tenía poder sobre su propia vida y la entregó voluntariamente siguiendo el mandato de su Padre.
El documento discute dos teorías erróneas sobre la muerte de Cristo. La primera es la teoría del accidente, que ve a Cristo simplemente como un hombre cuya muerte fue imprevista y sin significado. Esta idea es refutada porque la muerte de Cristo fue profetizada en el Antiguo Testamento y Jesús predijo repetidamente su muerte y resurrección. Cristo tenía poder sobre su propia vida y la entregó voluntariamente siguiendo el mandato de su Padre.
Malentendidos concernientes a la muerte de Cristo.
A fin de apreciar ms enteramente la verdadera enseanza bblica concerniente a la muerte de Cristo podra ser bueno examinar brevemente algunas de las falsas teoras que han avanzado en el transcurso de los aos.
La teora del accidente.
Esta postura ve a Cristo simplemente como un hombre y por lo tanto sujeto a la muerte como cualquier otro hombre. Cristo muri en manos de una multitud que no estaba de acuerdo con sus enseanzas. Su muerte fue completamente imprevista y no tuvo ningn significado para nadie ms. Esa postura es sostenida por los racionalistas extremos que omiten las claras enseanzas de la escritura. Esta idea radical es fcilmente refutada por el hecho de que la muerte de Cristo fue prevista y predicha a lo largo del Antiguo Testamento como hemos visto (Sal. 22, Is. 53, Zac. 11).
Adems, Jess habl repetidamente de su futura muerte y la forma en que esta sera:
Mt. 16:21 Desde entonces comenz Jess a declarar a sus discpulos que le era necesario ir a Jerusaln y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer da.
Mr. 9:3032 30 Habiendo salido de all, caminaron por Galilea; y no quera que nadie lo supiese. 31 Porque enseaba a sus discpulos, y les deca: El Hijo del Hombre ser entregado en manos de hombres, y le matarn; pero despus de muerto, resucitar al tercer da. 32 Pero ellos no entendan esta palabra, y tenan miedo de preguntarle.
Mt. 20:1719 17 Mientras suba Jess rumbo a Jerusaln, tom aparte a los doce discpulos y les dijo: 18 Ahora vamos rumbo a Jerusaln, y el Hijo del hombre ser entregado a los jefes de los sacerdotes y a los *maestros de la ley. Ellos lo condenarn a muerte 19 y lo entregarn a los *gentiles para que se burlen de l, lo azoten y lo crucifiquen. Pero al tercer da resucitar
Lc. 22:19, 20 19 Entonces tom el apan, y habiendo dado gracias, lo parti y les dio, diciendo: Esto es mi bcuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en cmemoria de m. 20 Asimismo, tom tambin la acopa, despus que hubo cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo bconvenio en mi sangre, que por vosotros se derrama.
J n. 10:17, 18 17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 18 Nadie me la quita, sino que yo de m mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recib de mi Padre.
TEOLOGA II PROFESOR: HNO. ROBERTO VERA
ESTUDIANTE: HNA. WENDY GAVILANEZ
Lo cual claramente contradice esta falsa teora. Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de m mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recib de mi Padre.