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[Read the Four Spiritual Laws in Your Language ]

"Así como hay leyes naturales que rigen el universo, también hay leyes espirituales que
rigen nuestra relación con Dios."

PRIMERA LEY
Dios le AMA, y tiene un PLAN maravilloso para su vida.
(Los textos de las Sagradas Escrituras contenidos en este folleto, de ser posible, deben leerse directamente
en la Biblia.)

El amor de Dios
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en El cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (San Juan 3:16)

El plan de Dios
(Cristo afirma) "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia"
(Una vida completa y con propósito). (San Juan 10:10b)

¿Por qué es que la mayoría de las personas no están experimentando esta "vida en
abundancia"?
Porque...

SEGUNDA LEY
El hombre es PECADOR y esta SEPARADO de Dios; por lo tanto no puede
conocer ni experimentar el amor y el plan de Dios para su vida.

El hombre es pecador
"Por cuanto todos pecaron, y están destituídos de la gloria de Dios." (Romanos 3:23)

El hombre fue creado para tener comunión con Dios, pero debido a su terca voluntad
egoista, escogió su propio camino y su relación con Dios se interrumpió. Esta voluntad
egoista caracterizada por una actitud de rebelión activa ó indiferencia pasiva, es evidencia
de lo que la Biblia llama pecado.

El hombre esta separado de Dios


"Porque la paga del pecado es muerte..." [o sea separación espiritual de Dios.] (Romanos
6:23)

Dios es santo y el hombre pecador. Un gran


abismo los separa. El hombre está tratando
continuamente de alcanzar a Dios y la vida en
abundancia, y cruzar este abismo de separación
mediante sus propios esfuerzos: la religión; la
moral; la filosofia; las buenas obras; etc.

La tercera ley nos da la única solución a este problema...

TERCERA LEY
Jesucristo es la UNICA provisión de Dios para el pecador. Solo en el puede
usted conocer y experimentar el amor y el plan de Dios para su vida.

El Murió en Nuestro Lugar


"Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió
por nosotros" (Romanos 5:8).

El Resucitó
"Cristo murió por nuestros pecados... fue sepultado, y... resucitó al tercer día, conforme a
las Escrituras;... apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de
quinientos..." (I Corintios 15:3-6).

Es el Unico Camino
"Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por Mí"
(San Juan 14:6).
Dios ha cruzado el abismo que nos separa de El
al enviar a su Hijo, Jesucristo, a morir en la
cruz en nuestro lugar.

No es suficiente conocer estas tres leyes y aun aceptarlas intelectualmente.

CUARTA LEY
Debemos individualmente RECIBIR a Jesucristo como Señor y Salvador para
poder conocer y experimentar el amor y el plan de Dios para nuestras vidas.

Debemos Recibir a Cristo


"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dió potestad de ser
hechos hijos de Dios." (San Juan 1:12)

Recibimos a Cristo Mediante La Fé


"Porque por gracia sois salvos por medio de la fé; y esto no de vosotros, pues es don de
Dios; no por obras, para que nadie se gloríe." (Efesios 2:8-9)

Recibimos a Cristo Por Medio De Una Invitación Personal:


(Cristo dice) "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él..." (Apocalipsis 3:20).

El recibir a Cristo comprende un cambio de actitud hacia Dios, confiar en Cristo, para
que El entre a nuestras vidas y perdone nuestros pecados.

Estos dos círculos representan 2 clases de vidas:

¿Cuál círculo representa su vida?


¿Cuál círculo le gustaría que representarà su vida?

A continuación se explica como puede recibir a Cristo.


USTED PUEDE RECIBIR A CRISTO AHORA MISMO
MEDIANTE LA ORACION
(Orar es hablar con Dios)

Dios conoce su corazón y no tiene tanto interés en sus palabras, sino más bien en la
actitud de su corazón. La siguiente oración se sugiere como guía.

Señor Jesucristo: Gracias porque me amas y entiendo que te necesito. Te abro la puerta
de mi vida y te recibo como mi Señor y Salvador. Ocupa el trono de mi vida. Hazme la
persona que tu quieres que sea. Gracias por perdonar mis pecados. Gracias por haber
entrado en mi vida y por escuchar mi oración según tu promesa.

¿Expresa esta oración el deseo de su corazón?

Si lo expresa, haga esta oración ahora mismo, y Cristo entrará a su vida según Su
promesa.

Como Estar Seguro De Que Cristo Mora en Su Vida:


¿Invitó a Cristo a entrar en su vida? De acuerdo con Su promesa en Apocalipsis 3:20,
¿Donde está Cristo? Cristo dijo que entrará en su vida. ¿Le engañaría El? ¿En que basa su
seguridad de que Dios contestó su oración? (En la fidelidad de Dios mismo y Su Palabra.)

La Biblia Promete Vida Eterna a Todos Los Que Reciben a Cristo


"Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en Su Hijo. El
que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas
cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis
que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios" (I Juan 5:11-13).

Agradézcale siempre porque Cristo está en su vida y que nunca le abandonará (Hebreos
13:5). Puede estar seguro que el Cristo vivo mora en usted y que tiene vida eterna desde
el mismo momento en que lo invitó a entrar confiando en Su promesa. El no le engañará

¿Y qué si no siente nada?

No Dependa De Los Sentimientos


Nuestra seguridad está en la promesa de la Palabra de Dios y no en nuestros sentimientos.
El cristiano vive por fé (confianza) en la fidelidad de Dios mismo y Su Palabra. El
diagrama del tren ilustra la relación entre el hecho (Dios y Su Palabra), la fé (nuestra
confianza en Dios y en Su Palabra) y los sentimientos (el resultado de la fé y la
obediencia) (Sn. Juan 14:21).
El tren corre con ó sin el vagón. Sin embargo, sería inútil tratar de que el vagón haga
correr el tren. Del mismo modo, nosotros, como cristianos, no dependemos de los
sentimientos ó emociones, sino que ponemos nuestra fé (confianza) en la fidelidad de
Dios y en las promesas de Su Palabra.

¿Mujer...A quién Buscas?


Buscar algo con ansiedad y... no hallarlo, produce en el ser humano un
sentimiento de frustración que entristece, una actitud de impotencia que
preocupa, una incapacidad de satisfacción que atemoriza. Cuánto mas
apreciado sea lo que buscamos, mas angustia produce el no hallarlo,
¿verdad?

El primer día de la semana, muy de mañana, aun antes de amanecer, un


apesadumbrado grupo de mujeres piadosas se dirigió al sepulcro donde
había sido colocado el cuerpo de Jesús.

Buscaban su cuerpo inerte para ungirle con especies aromáticas,


expresando así el gran aprecio que tenían al Divino Maestro.

Para gran sorpresa de ellas, el anuncio angelical resonó, en el huerto en


toda su potencia "Yo se a quien buscáis...no esta aquí... ¡Ha resucitado!.
Contrariamente a lo que ocurre cuando visitamos los cementerios, en cada monumento, en cada tumba, esta
la inscripción en su lapida correspondiente:...Aquí yace... y sigue el nombre del ser querido que
buscábamos. Mas en la tumba de Cristo el mensaje es: No esta aquí...

¿Por que buscáis entre los muertos al que vive?

!Tremendo absurdo! es creer que cada domingo y/o cada viernes santo se repite el sacrificio de Cristo, es
una ofensa a Dios que le levanto victorioso de entre los muertos. Murió una sola vez en la ignominiosa cruz
y resucitó triunfante de entre los muertos. La muerte no se enseñoreará mas de El. El sepulcro donde
siempre concluyen las grandezas humanas, es donde Cristo alcanza el triunfo supremo porque ¡estaba
vacío!

Mujer... ¿Dónde le estas buscando tú?...

La tumba de Mahoma en Medina, Arabia, se halla ocupada desde el año 632...

!Nunca estuvo vacía!

La tumba de Confucio se encuentra en China, desde el año 479 A. C. y... tampoco esta vacía.

Los restos de Buda están sepultados en varias tumbas pues diversas partes de su cuerpo se han depositado
como reliquias en diferentes lugares del Oriente.
En cambio la tumba de Jesús si...¡esta vacía!

Esa es la gran diferencia en confiar en Cristo, muerto por nuestros pecados y resucitado para nuestra
justificación, y en seguir a los fundadores de religiones humanas. Seguir a Cristo es dejar de llorar...,
porque has hallado la única persona gloriosa, todopoderosa, que vive y permanece para siempre porque ...es
divina. Y... como Cristo vive, los que creemos en El también viviremos eternamente.

¿A quién buscas...Querida amiga?

Si buscas a un Cristo muerto, crucificado, doliente, la muerte es para ti una pared en la que golpeas con
desesperanza. Si buscas al Cristo resucitado y victorioso, poderoso para presentarte a Dios justificada por la
fe depositada en El, la muerte será para ti una puerta por la que entrarás al cielo, el hogar preparado para
todos los creyentes. Mujer, ¡No llores más! Busca y halla hoy mismo al Cristo que vive y te invita con
amor; "Venid a mí, porque yo te daré descanso espiritual y eterno".

Dijo Jesús: "Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mi no morirá eternamente." S. Juan
11:25

Tomado de: "Caminemos Juntas"

Puede ser que tú no me conozcas, pero Yo sé todo acerca de ti ... Salmos 139:1
Yo sé cuando te sientas y cuando te levantas ... Salmos 139:2
Todos tus caminos me son conocidos ... Salmos 139:3
Conozco cuántos cabellos hay en tu cabeza ... Mateo 10:30
Pues fuiste hecho a mi imagen ... Génesis 1:27
Te conocí desde antes que fueses concebido(a) ... Jeremías 1:4-5
Te escogí cuando planifiqué la creación ... Efesios 1:11
Tú no fuiste un error, pues todos tus días están escritos en mi Libro ... Salmos 139:15-16
Fuiste hecho maravillosamente ... Salmos 139:1
Yo te formé en el vientre de tu madre ... Salmos 139:13
Te saqué de las entrañas de tu madre el día en que naciste ... Salmos 71:6
He sido mal presentado por los que no me conocen ... Juan 8:41-44
Yo no estoy distante ni enojado, sino que soy la completa expresión del amor, manifestado en mi Hijo,
Jesús ... 1 Juan 4:9
Y es mi deseo amarte, simplemente, porque fuiste creado para ser mi hijo(a) y que Yo sea tu Padre ... 1
Juan 3:1
Yo te ofrezco más de lo que tus padres te han dado o te darían jamás ... Mateo 7:11
Porque Yo soy el Padre perfecto ... Mateo 5:48
Toda buena dádiva que recibes procede de Mí ... Santiago 1:17
Yo soy tu Proveedor y suplo todas tus necesidades ... Mateo 6:31-33
Mi plan para tu futuro está lleno de esperanza ... Jeremías 29:11
Porque te amo con amor eterno ... Jeremías 31:3
Mis pensamientos hacia ti son incontables, como la arena del mar ... Salmos 139:17-18
Yo estoy en medio de ti y te salvaré; me gozaré sobre ti con alegría ... Sofonías 3:17
Nunca dejaré de hacerte bien ... Jeremías 32:40
Si oyes mi palabra y la guardas, serás mi especial tesoro ... Éxodo 19:5
Deseo plantarte con todo mi corazón y con toda mi alma ... Jeremías 32:41
Deseo mostrarte cosas grandes y maravillosas ... Jeremías 33:3
Si me buscas con todo el corazón, me encontrarás ... Deuteronomio 4:29
Deléitate en mí y Yo te concederé los deseos de tu corazón ... Salmos 37:4
Porque Yo soy el que pongo en ti el querer como el hacer ... Filipenses 2:13
Soy poderoso para hacer en ti mucho más de lo que tú te imaginas ... Efesios 3:20
Porque Yo soy tu gran Consolador ... 2 Tesalonicenses 2:16-17
Soy el Padre que te consuela en todas tus tribulaciones ... Salmos 46:1
Yo estoy cercano a ti cuando tu corazón está quebrantado ... Salmos 34:18
Como el pastor carga a su oveja, Yo te he llevado cerca de mi corazón ... Isaías 40:11
Un día quitaré toda lágrima de tus ojos y todo el dolor que has sufrido en la tierra... Apoc. 21:4
Yo te amo tanto, que envié a mi Hijo, Jesús, para que tengas vida eterna ... Juan 3:16
Porque en Jesús es revelado mi amor por ti ... Romanos 5:8
Él es la representación exacta de mi ser ... Juan 14:7-9
Él vino a demostrarte que Yo estoy por ti, no contra ti ... Romanos 8:31
Y para decirte que no me acordaré más de tus pecados ... Hebreos 10:17
Jesús murió para que tú te reconciliaras conmigo ... Romanos 5:1
Su muerte fue la máxima expresión de mi amor por ti ... 1 Juan 4:10
Yo lo di todo por ganar tu amor ... Romanos 8:32
Ven a casa y celebraré la fiesta más grande que el cielo haya visto jamás ... Lucas 15:7
Yo siempre he sido y siempre seré .. Padre ... Mateo 6:9
Mi pregunta para ti es ... ¿Quieres ser mi hijo? ... Juan 1:12-13
Estoy con los brazos abiertos esperando por ti ... Lucas 15:20
Solo tienes que recibir a mi Hijo, Jesús, en tu corazón ... Juan 1:12

"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de
Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de
Dios." Jn.1:12-13

EL MURIO POR MI
Durante La Guerra Civil
El gobierno llamó al padre de una familia numerosa para que fuera como soldado. Cuando la esposa y los
hijos supieron la suerte que le había tocado a su progenitor, quedaron en la mayor tristeza. Entonces, un
joven, amigo de él, al darse cuenta de la situación, se ofreció para ir a la guerra en su lugar.
-Yo he arreglado-, dijo él - todos mis negocios y voy a ir a la guerra en tu lugar. No tengo ni esposa ni
hijos, de modo que si muero, no dejo a nadie huérfano.
-No puede ser-, contestó el padre,-no puedo dejar que tú, mi amigo verdadero y fiel, te expongas a un
peligro tan grande por mí.
Pero toda oposición fue inútil. El joven permaneció firme en su propósito y el amigo tuvo que aceptar. La
gratitud de la esposa y de los hijos era grande al verse libres de la terrible angustia. El último adiós, cuando
el valiente joven se despidió de sus amigos para ir a la guerra, fue conmovedor.
Pasaron meses de guerra encarnizada. Día tras día, el padre leía con gran interés la lista de muertos y
heridos. Miles de valientes murieron en las líneas de combate, mientras su amigo parecía escapar de la
muerte. Sin embargo, un día, al examinar aquella lista fatal, el primer nombre entre los muertos era el del
hombre que había tomado su lugar. Con gratitud mayor que la de un hermano, llevó el cadáver de su amigo
y lo puso en el panteón familiar, y en el lugar donde su amigo había caído combatiendo, levantó una lápida
con esta sencilla, pero conmovedora inscripción: El murió por mí.
Esto es sustitución. Cuando el joven murió, el padre dijo una verdad: -El murió por mí; él entregó su vida
en lugar de la mía-. ¡Qué acción más noble y grande!
Aunque haya alguien que dé su vida por su amigo, hay un amor todavía mayor. En los evangelios se nos
cuenta del amor más grande del mundo. Allí encontramos que el Señor Jesucristo dio su vida por todos los
pecadores, por usted y por mí. Se dió a sí mismo por nosotros. "Llevó él mismo nuestros pecados en su
cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia"1Pedro
2:24. "La paga del pecado es muerte" Rom 6:23. ¿Tiene usted un sustituto, o, va a morir usted?
Es posible que usted sea una persona honrada, moral, bondadosa, y hasta religiosa; sin embargo, si no se
aprovecha del Sustituto, después de la muerte tendrá que llevar el castigo de sus propios pecados en su
persona. El último día, usted resucitará y sufrirá pena de eterna perdición, excluido de la presencia del
Señor 2Tes 1:9. Porque el hombre que muere en sus pecados no puede estar en la presencia del Dios
Santísimo. Su conciencia no puede estar tan insensible que pueda decir con sinceridad que ha hecho todo
lo que Dios pide. Sin embargo, hay personas que piensan que están cumpliendo con Dios, pero la Biblia
dice en Rom 3:23 "no existen diferencias, puesto que todos han pecado y se hallan separados de la
gloria de Dios".
A las personas que están confiando en su propia justicia, también les dice: Sabiendo que el hombre no es
justificado (salvado) a base de las obras de la ley, sino por medio de la fe de Jesucristo, nosotros también
hemos creído en Cristo Jesús, para ser justificados a base de la fe de Cristo y no de las obras de la ley,
por cuanto nadie será justificado a base de las obras de la ley" Gálatas 2:16.
Usted necesita este Sustituto, Jesucristo. El Hijo de Dios cargó la ira del Dios Justo, al llevar los pecados de
cada ser humano, concretamente los de usted, querido amigo. El Padre aceptó el sacrificio de Cristo en
sustitución de la muerte de cada uno de nosotros y para el perdón de todos nuestros pecados.
Si usted, arrepentido, se vuelve a Cristo, reconociéndole de todo corazón, como Señor y Salvador en su
vida, usted quedará salvo para la eternidad, y libre de la esclavitud del pecado para vivir en adelante en el
poder del Espíritu Santo (Romanos 8). No espere, dígale: "Señor, confío en tu promesa que dice: Al que
a mí viene, no le echo fuera Juan 6:37.
¡Lector, no le rechace!

Fuente: http://webs.ono.com/usr021/retenedor/html/index.htm

EL TOQUE DEL MAESTRO

En una ciudad americana, se estaba realizando una pequeña


subasta popular en la que figuraban una gran cantidad de objetos. Entre ellos se encontraba un viejo violín,
que el que presidía la subasta, apenas pensaba que valiese la pena ofrecer, de tan deteriorado como estaba.
Pero, de todos modos, lo levantó, y sacudiendo el polvo que tenía encima, anunció con una sonrisa:

"Aquí tienen, señores su oportunidad. ¿Quién comienza la puja?

¿Cuánto me ofrecen por el violín?".

Una voz respondió: "Un dólar".


"¿Solamente un dólar?"¿Nadie ofrece más?". ¿Quién me ofrece dos?".

Fue tras una pausa que alguien ofreció dos dólares; y finalmente un tercero ofreció tres, pero era evidente
que no había más interés.
Estaba a punto de finalizarse la subasta del viejo violín, el martillo estaba a punto de dar un golpe
sentenciando su venta por tres dólares, cuando de repente, un anciano, pidió permiso para tocar el
instrumento; evidentemente, el permiso le fue concedido, ante las risas de algunos, sorprendidos de que
alguien pudiera pretender tocar alguna melodía con semejante chatarra...

Fue entonces que toda la concurrencia la observaba, mientras ajustó las cuerdas y colocaba el violín en la
posición correcta para tocarlo. Después, tomando el arco, el viejo violinista comenzó a tocar la más
maravillosa melodía que jamás oídos humanos hubieran escuchado. Con singular maestría continuó
tocando mientras su audiencia contenía el aliento, fascinada y extasiada. Les parecía estar escuchando un
coro celestial; y algunos, conmovidos, lloraban...
El viejo violinista finalizó su extraordinaria interpretación. Entonces, en medio del silencio y expectación
de todos, el presidente de la subasta, con voz suave, y casi reverente, volvió a hablar:
"Señores, ¿Qué me dicen AHORA?
¿Qué me ofrecen AHORA por el viejo violín?".
Para espanto de unos y admiración de otros, resonó una voz que dijo:
"¡Mil dólares!"
Otro postor ofreció dos mil; un tercero tres mil; y en ese precio fue finalmente subastado...
Entre muchas voces, una preguntaba impresionada por lo que acababa de suceder:
"¿Cómo es posible que el violín cambiara de valor tan extraordinariamente en tan poco tiempo?"
Alguien que se encontraba a su lado le respondió muy acertadamente:
"FUE EL TOQUE DE LA MANO DEL MAESTRO..."

Amado lector, ¿No crees que muchas vidas humanas se ven reflejadas en esta singular historia? ¡Cuántas
vidas han sido arruinadas por el pecado, y se parecen a aquel viejo violín! No producen ninguna música
agradable ni para los oídos de Dios ni a los de los hombres... Sus almas esclavizadas por el pecado, no
vibran con notas de gratitud y alabanza al Creador. Pero tales almas pueden experimentar el milagro que
resulta del "Toque del Maestro". Ese Maestro es Jesucristo, el Salvador y Señor que vino al mundo,
precisamente para salvar a los pecadores. La Biblia nos enseña que somos pecadores, y todos necesitamos
de la salvación que sólo Cristo puede proporcionarnos. Mediante el mensaje divino del evangelio, Él toca
nuestros corazones y nuestras vidas, y todo lo transforma. Dice la Biblia: "Si alguno está en Cristo, nueva
criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas". 2Cor 5:17

Tal vez, tú también necesites que Cristo te de vida nueva, y ponga un nuevo cántico en tu boca Sal 40:1-3.
Millones de personas pueden testificar que mediante el milagro de la conversión han experimentado la
maravillosa transformación que Cristo asegura a todos aquellos que creen en Él. El Toque del Maestro
también puede cambiarte a ti. ¿Quieres ponerte en sus manos?

Tratado tomado de "Evangel J-O-Y; P.O.Box 3347 Des Moines, Iowa 50316, USA

El Precio Del Cielo

Te voy a contar la historia de un amigo


mío. Resulta que un verano se fue de viaje a Francia y tenía planeado pasar el mejor verano de su vida en la
costa francesa y comprar muchos regalos, además, había estado semanas preparándolo todo: la ropa. la
revisión del coche, la póliza de seguros, en fin, todo lo que se suele preparar cuando sales fuera de tu país.
Por fin llegó el día deseado y comenzó su viaje. Nada más llegar a su destino, entró en una tienda de
recuerdos para comprar lo que era típico de allí, pero se encontró con un problema ¡no había cambiado la
moneda, y sólo querían francos franceses, no admitían pesetas! El tenía dinero, que en su país valía, pero en
ese otro país no servía para nada, de modo que se quedó sin sus recuerdos, y tuvo que reconocer que en el
fondo, no se había preparado lo suficiente para su viaje...
No nos engañemos, en esta vida, todo tiene un precio: el coche, los estudios, la ropa, la casa... No obstante,
te quiero hablar del Cielo. ¿Sabes lo que cuesta ir al Cielo? ¿Conoces su precio?¿Tienes la moneda
correcta? Tienes que estar seguro y preparado antes de emprender tu viaje "eterno", de que conoces su
precio y sabes cómo entrar, no te vaya a ocurrir algo mucho peor que a mi amigo. Puede que estés seguro
en tu opinión de que ya dispones de lo suficiente para pagar el precio... Algunos están engañados, y creen
que ese precio son misas (por supuesto pagadas), sacramentos, velas, comportarse bien... Otros te dicen que
hacer buenas obras y respetar al prójimo, "no robar", "no matar" y cosas semejantes, pero... ¿no es, acaso,
mucho más inteligente y fiable el consultar al Dueño mismo del Cielo? En el fondo es Su opinión la que
cuenta, y es El, Quien en último término nos dejará entrar o no en Su casa. Pero, un momento puede que
pienses ¿Dios dice cuál es el precio del Cielo? Pues si he de ser honesto, tengo que decirte que.... ¡Sí! En
Su Palabra, la Biblia, y si tienes un poco de paciencia. en unos minutos lo leerás por ti mismo.

Lo que primero debes saber es que estás fuera del Cielo, por tu pecado. "... no heredarán el reino de Dios"
Gálatas 5:1921. Lo que merece el hombre por su pecado es la muerte. "La paga del pecado es muerte"
Romanos 6:23. ¡Muerte! Eso es lo que te espera por tu pecado... estás en bancarrota y eres insolvente para
pagar a Dios tu deuda, todo el dinero del mundo no bastaría jamás para borrar un solo pecado. "Ninguno de
ellos podrá en manera alguna redimir al hermano" Sa149:68. A menos que pongas remedio, tu fin no es el
Cielo, sino el Infierno Apocalipsis 21 :8. Pero, ¿cómo puedo ir al Cielo, cuál es su precio? No son "cosas
corruptibles, como oro o plata" (dinero) lªPedro 1:18, tampoco ceremonias ni buenas obras, porque para
Dios, lo MEJOR (no lo peor) que pudiéramos hacer es como "trapos de inmundicia". "Si bien todos
nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia" Isaias 64:6.

El precio es "sangre sin mancha y sin pecado". "Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana
manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con
la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación" 1ªPedro 1:18-19, 2:22.
Necesitas a uno que muera en tu lugar y por tu culpa, ya que por ti mismo no podrás jamás saldar la cuenta
que tienes pendiente con Dios. ¿Tienes tú esa sangre sin mancha y sin pecado? Ciertamente no, por eso
necesitas sangre de alguien que nunca haya pecado y esa es la de Cristo, el cual pagó con Su Sangre por los
pecados del hombre. El la entregó toda por nuestros pecados, para que aquel que crea en El, y se arrepienta
de sus pecados, tenga Nueva Vida y entrada al Cielo Juan 3:16-21. Creer, tener fe, es tener "confianza
inquebrantable en Dios y Su Palabra", y se ve si es falsa o no en si vive como Dios dice en la Biblia. ¿Irás
al, Cielo? Por tu opinión o sinceridad no irás, acuérdate de mi amigo, porque en esta cuestión sólo hay una
opinión que cuenta, la de Dios, y El no se conforma con cualquier moneda... yo tampoco iba al Cielo,
porque no tenía esa sangre inocente, "sin pecado", ahora la tengo, no es la mía, sino que he aceptado la de
Aquel que la derramó por mi pecado. ¿Quieres ir al Cielo? Ya sabes cual es su precio...

El Mundo Está Enfermo

El mundo está enfermo. Nadie puede negarlo. Está enfermo


desde hace tiempo, y su estado no hace otra cosa más que empeorar. Diríamos que está delirando. No sabe
lo que hace, no sabe adónde va. Habla de paz y fabrica materiales de guerra. La autoridad es
menospreciada. Por nada, se mata; la vida humana no cuenta. Por una parte hay países que no saben qué
hacer con sus riquezas, por otra los hay que viven en una miseria inhumana. El mundo está muy grave.

Desde hace tiempo los "médicos" han examinado este caso. Se ha preguntado a todos los especialistas, han
acudido y prometido la curación, habiendo probado todos los remedios y finalmente fracasado.

Se esperaba mucho del doctor Ciencia, el cual decía que los progresos de la civilización salvarían al
enfermo. Se le creyó, pero el enfermo está cada vez peor.

El doctor Política no tuvo mucha más suerte: discursos, conferencias, alianzas y al final... desorden y
confusión.

Para el doctor Ateísmo sólo existe una causa de la enfermedad: "la religión". "Hay que extirpar este cáncer
del hombre", dice él. Entonces será libre, feliz y próspero. Muchos países siguen sus métodos, y todos
sabemos cómo les va e incluso cómo les ha ido a aquellos que confiaron en este método.

Un nuevo médico; el doctor Placeres. "Comed, bebed, divertíos", dice. Las multitudes se vuelven sobre
todos estos placeres y se intoxican con todo este tipo de vicios, y muchos de ellos han perdido la vida por el
camino. En este caso tampoco se logra la curación.

¡Nada funciona! ¡Esto tiene que cambiar!

Pero, ¿sabes qué es lo que tiene que cambiar? No es el exterior; es el interior. No es el orden social, es el
hombre. No son los otros; soy yo. No son mis hábitos; es mi corazón.

La Biblia dice: "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso" Jeremías 17:9. "No hay
quien haga lo bueno" Romanos 3:12.

Entonces, pues:

¿Quién nos salvará?

¿Quién nos ayudará?

¿Quién nos hará cambiar?

Sólo hay uno que puede cumplir este milagro: JESUCRISTO. "Y en ningún otro hay salvación; porque
no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" Hechos 4:12.

Es preciso creer en el Evangelio, recibir en el corazón las Buenas Nuevas de Dios, inclinarse delante de la
cruz de Jesús. Es necesario ponerse completamente aparte para dejar el lugar a Dios en esta obra de
salvación. Es menester aceptar a Jesús como Salvador por medio de la fe.

Algunas veces los médicos se encuentran con enfermos que, a pesar de todo y estando a punto de morir, no
ceden, y no les dejan que les ayuden, porque aún piensan que ellos mismos podrán salvarse sin ayuda del
médico. A tales "enfermos" Dios no los cura. Se dirige a aquellos que se reconocen perdidos, que saben que
sus pecados deben sufrir el juicio de Dios y que, para no caer bajo su ira, se echan en sus brazos.

Puede ser que digas que en dos mil años el Evangelio no ha sido capaz de transformar al mundo. Pero todos
hemos de admitir que un remedio no puede ser eficaz si no se aplica correctamente. Por lo tanto el
Evangelio no te servirá de nada si no lo usas personalmente, aceptando como verdaderas las declaraciones
de Dios. Si el mundo no ha sido sanado es porque no ha aceptado el evangelio de Dios, tal como aparece en
las Sagradas Escrituras, la Biblia.

"De tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él
cree, no se pierda, más tenga vida eterna" Jn 3:16. "Pero Dios... ahora manda a todos los hombres en
todo lugar que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con
justicia, por Aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos" Hch
17:30-31. "Os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios" 2Cor 5:20.

¡A qué esperas! Si quieres ser sanado, acude a Jesús, Él, a diferencia de los médicos de este mundo,
SIEMPRE ha sanado a todos aquellos que a Él se acercaron. Ahora te toca a ti. ¿Acudirás?

Si eres Testigo de Jehová seguramente te prohibirán todo tipo de lectura externa a lo


que te enseñan...

Demuestra que no estás en una secta entonces leyendo el siguiente tratado. Y delante
de Dios, quien te ama,

contéstate la siguiente pregunta:

¿APEDREARIAS A TU
SALVADOR?

Juan 5:18 Entonces, por tanto, más procuraban los Judíos matarle, porque no sólo quebrantaba el
sábado, sino que también á su Padre llamaba Dios, haciéndose igual á Dios.

Juan 8: 58 Díjoles Jesús: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Tomaron
entonces piedras para tirarle: mas Jesús se encubrió, y salió del templo; y atravesando por medio de ellos,
se fué.

Juan 10:30 Yo y el Padre una cosa somos 31 Entonces volvieron á tomar piedras los Judíos para
apedrearle. 32 Respondióles Jesús: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre, ¿por cuál obra de
esas me apedreáis? Respondiéronle los Judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la
blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces Dios. (LA SANTA BIBLIA RV1909)

Quizá esta pregunta te moleste al solo hecho de reflexionarla:

¿Apedrearías a tu Salvador.?
Seguramente tu respuesta mental inmediata es:

¡Claro que no! ¿Cómo cometería tal atrocidad?

Pues bien, los Evangelios relatan, que los judíos en varias ocasiones tomaron piedras para lanzarlas contra
Jesús, con la intención de matarlo

Pero el Señor en forma milagrosa siempre escapó de sus manos.

Ahora: ¿qué motivos tenían los judíos para quitarle la vida a alguien como el Señor, con uno de los mas
terribles métodos: como lo es la muerte "por apedreamiento"?

Qué herejía tan grande ellos consideraban que Jesús había cometido, para aplicarle esta ley de muerte con
piedras, muchas veces usada en el Antiguo Testamento como para castigar una "blasfemia".?

Uno de los pecados condenados por esta pena de muerte era "la idolatría" (Deuteronomio 17:2-5)

Y sabes cual era la principal acusación que los judíos le hacían a Cristo?

...porque tú siendo hombre, te haces Dios.

Como testigo de Jehová seguramente dirás - Jesús en ningún momento quiso decir que El era Dios...

¿Estás seguro?. ¿Piensas tú, que los judios religiosos,(perfectos conocedores de la ley,) "mal interpretaron"
las palabras de Jesús? ¿O no entendieron qué les quería decir?

¿O más bién será que Jesús les dio verdaderos motivos en su identificación como Dios?

Si Jesús no quería decir que EL ERA DIOS... ¿por qué no fue más claro, o por qué causa efectúa esta
irónica pregunta a los judíos: ¿por cuál obra de esas me apedreáis?

(cuando El sabía que no era por obra alguna... sino por sus declaraciones...)

Cristo le dio indicios de su divinidad cuando:

a) Llamó Padre a Dios, reconociéndose como HIJO DE DIOS, no como un ser creado más, sino como
el UNICO Y ETERNO HIJO DE DIOS (Juan 5:18)

b) Usó el termino antiguo testamentario propio de Jehová: YO SOY (Exodo 3:14 vs Juan 8:58)

c) Se indentificó con Dios Padre: "una cosa somos" (Juan 10:30)

Por muchos que algunos quieran torcer la Escritura, o inclusive cambiarla, es innegable la actitud de Cristo
en su demostración de ser Dios... y la de los judios incrédulos a negarlo, a costa de quitar su vida.

Y esta peligrosa incredulidad es la que lleva a la perdición de las almas.

JesuCristo es verdadero Dios, y verdadero hombre por su encarnación, y por eso es nuestro:
Emmanuel (Dios con nostros) prometido en Isaías 7:14 y cumplido en Mateo 1:23.
No es un ángel más de los cielos, ni una "creación especial de Dios" sino el mismo Hijo de Dios
encarnado: co-eternos con el Padre y con el Espíritu Santo.

1 Juan 3:16 En esto hemos conocido el amor, porque él puso su vida por nosotros...

Debes reconocer que Aquel que puso Su vida por nosotros en la cruz del Calvario no fue un ángel sino el
MISMO HIJO DE DIOS ENCARNADO.

Tristemente si no lo crees así... estás: PERDIDO.

¿Querrás compartir el infierno con aquellos incrédulos que negaron al Señor como Dios y Mesías en su
tiempo? (aunque seguramente cuestionarás si existe o no el infierno eterno...)

Si has leído avanzando hasta aquí, sin haber descartado esta lectura: es porque hay una esperanza de que
creas en CRISTO COMO EL SALVADOR Y DIOS DE TU VIDA.

Quizás puedas ignorar estos simples y sencillos pasajes Bíblicos y sepultarlos bajo la pesada carga de
"estudios teológicos" de Torre del Vigía... pero tu temor e inseguridad no harán otra cosa que confirmar
aquello que hasta ahora no has aceptado.

Pregúntate: De qué lado estarían los testigos de Jehová si estuvieran en el tiempo de Jesús:

Del lado de los discípulos de Cristo... o del lado de los fariseos y judíos incrédulos?

Volvamos a la pregunta del principio: ¿APEDREARIAS A TU SALVADOR?

Yo sé que no quieres... entonces suelta la piedra, escápate de la engañosa doctrina en la que has sido
capturado y ACEPTA A JESUCRISTO EL HIJO DE DIOS.

Te invito con toda sinceridad a creer en el DIOS DE LA VERDADERA BIBLIA y no en el dios falso que
esta secta te ha enseñado (a expensas de torcer las Escrituras y de presionar mentalmente con erróneas
ideas.)

Quizá como los fariseos de aquel tiempo, estás agobiado con tanta cargas impuestas y doctrinas inculcadas
sin encontrar paz en tu corazón. No la paz de una estructuración mental "sin dudas" como pretenden los
testigos, sino una paz interior producto del "descanso en Cristo" y de un nuevo corazón.

Cristo dice: Mt 11:28 Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.

EL TE AMA, ACEPTALO HOY, COMO TU DIOS Y COMO TU SALVADOR ! QUE ASI SEA.

A. D. Riff

Folleto de libre distribución extraido de: www.palabrafiel.com.ar (c) 2001


1Co 15:14 Y si Cristo no
resucitó, vana es entonces
¿ES VANA TU FE.? nuestra predicación,

vana es también vuestra fe.

Juan 2:19 Respondió Jesús, y díjoles: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.

Dijeron luego los Judíos: En cuarenta y seis años fue este templo edificado, ¿y tú en tres días lo
levantarás? 21 Mas él hablaba del templo de su cuerpo.

Juan 20:27 Luego dice á Tomás: Mete tu dedo aquí, y ve mis manos: y alarga acá tu mano, y métela en mi
costado: y no seas incrédulo, sino fiel.

Lu 24: 39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy: palpad, y ved; que el espíritu ni tiene carne ni
huesos, como veis que yo tengo.

42 Entonces ellos le presentaron parte de un pez asado, y un panal de miel. Y él tomó, y comió delante de
ellos.(La Santa Biblia Reina Valera 1909)

El sello del plan de salvación en Cristo es: su resurrección.

Fue la demostración final e irrefutable de su victoria.

En la cruz derramó su amor, y en la tumba vacía demostró su poder.

De nada hubiera servido su muerte si no tenía el poder para resucitar su cuerpo.

Por eso la fe salvadora en Cristo, es aquella que no solamente cree en su muerte expiatoria en la cruz por
nuestros pecados, sino también la que cree: EN SU RESURRECCION.

Por tanto como denuncia el apóstol Pablo, a aquellos que negaban la resurrección:

VANA ES TAMBIEN VUESTRA FE...

Por eso una fe que no toma en cuenta la resurrección corporal de nuestro Señor JesuCristo es una

FE FALSA, UNA FE VANA, QUE NO SALVA.

Te pregunto:

¿CREES EN LA RESURRECCION DE CRISTO?

-Seguramente dirás que sí.

Ahora mas en profundidad:

¿CREES EN LA RESURRECCION CORPORAL DE CRISTO?

-Ahí de acuerdo a lo que te han enseñado dirás:


NO! Cristo resucitó en espíritu.!

Te diré que esta es una forma de negar la resurrección... (aunque mas sutil, que decirlo
abiertamente), pero una negación al fin... una negación expresa a lo que la Biblia declara.

La interpretación aparentemente teológica de la organización que rige a los testigos de Jehová no hace otra
cosa que socabar las bases de la fe, y encadenar a las personas a un pensamiento humano contrario a las
escrituras.

Afirman categóricamente que Cristo no resucitó en cuerpo porque de otra manera no sería un sacrificio
real por el pecado.

Es un extraño pensamiento que ignora las ESCRITURAS Y EL PODER DE DIOS.

Cristo en verdad murió, pero en verdad resucitó, tuvo el poder para poner su vida en la cruz (muerte) y
tuvo poder para volverla a tomar (resurrección). (Juan 10:18)

Destruid este templo y en tres días lo levantaré (dijo Jesús)

A que se refería?

Al templo de piedras? (NO!, el mismo fue destruido en el año 70 y aun no se reedifica...)

A la iglesia? (NO! Nada tiene que ver con la aplicación de "tres días")

Sino que: SE REFERIA AL TEMPLO DE SU CUERPO!

¿Como puede la organización decir que no resucitó en cuerpo, cuando la Biblia no pude ser mas clara?

Si el cuerpo de Cristo sufrió descomposición o Dios los escondió (como supone la organización)...

Porque entonces Cristo enfáticamente dice: palpad, y ved; que el espíritu ni tiene carne ni huesos, como
veis que yo tengo.

Si el propósito de Cristo era demostrar que el había resucitado en espíritu solamente y no en cuerpo... nada
menos indicado sería que dijera: palpad, ved! Y como si fuera poco: "comió delante de ellos".

El cuerpo resucitado glorificado del Señor poseía notables facultades como por ejemplo atravesar paredes,
y aparecer en medio de sus discípulos, que estaban reunidos a puerta cerrada.

El mismo cuerpo crucificado y muerto en la cruz fue el que resucitó, por eso al incrédulo Tomás le pide
que mire las señales de los clavos y meta su dedo en lugar de ellos, así también como el costado abierto
por la herida de la lanza del soldado romano realizada en su crucifixión.

Jesús venció a la muerte, su cuerpo no vio corrupción, porque era Santo!

La muerte no pudo vencerle... mas El venció a la muerte!

Gracias a El podemos exclamar:

1Co 15:55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿dónde, oh sepulcro, tu victoria?


Si tu organización te dice que Cristo no resucitó en cuerpo afrenta a la mas clara afirmación Bíblica, por
tanto empieza a pensar si realmente es de Dios o solamente es una organización humana y sectaria,
que no solamente quiebra la interpretación bíblica literal mas obvia sino que carece de la "guía del
Espíritu".

¿Que tan grave es errar en esta doctrina?

La Biblia te advierte que si crees erradamente respecto a esto:

VANA ES TU FE.

¿Podrá salvarte una fe vana? No.

Por eso escapa de esta falsa enseñanza y de esta organización y:

CREE EN CRISTO; TU SALVADOR QUE MURIO POR TI, RESUCITO AL TERCER DIA Y
VENCIO A LA MUERTE.! A. D. Riff

Folleto de libre distribución extraido de: www.palabrafiel.com.ar (c) 2001

¿QUIEN ES EL QUE TE SALVA?

1Tim 2:5 Porque hay un Dios, asimismo un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre; 6 El
cual se dió á sí mismo en precio del rescate por todos, para testimonio en sus tiempos:

Solo un mediador puede realizar las paces entre Dios y los hombres pecadores.

Solo Cristo que dió su vida en la cruz en rescate por nosotros, derramando su preciosa sangre, tiene el
poder de salvarnos como "único puente" entre Dios y los hombres.

EL ES EL UNICO CAMINO, VERDAD Y VIDA (Juan 14:6) EL ES LA PUERTA! (Juan 10:7)

Quien quiera ocupar este lugar de "mediador" sea hombre, organización, iglesia o religión: es un FALSO
CRISTO. Nada ni nadie puede ocupar el lugar del salvador.!

Seguramente dirás: Claro que sí.! Pero sabes una cosa, lamentablemente la organización de los testigos de
Jehová ha marcado a fuego, en la mente de sus seguidores: "que ella es INDISPENSABLE para la
salvación."

Tal es así, que si deseas desprenderte de la misma, te dirán que te amenaza la condenación y el juicio de
Dios.
Si deseas escudriñar la Biblia libremente y sin la ayuda de la "interpretación de la organización" te dirán
que eres una persona peligrosa con ideas independientes, y que no puedes entender nada sin su auxilio o te
confundirás.

Pero... mas aún... si quieres creer en la salvación por la "sola fe en Jesucristo" la organización se levantará
cual gigante delante de ti y te dirá amenazantemente: - No puede salvarte solo Cristo... también nos
necesitas a nosotros.! (reclamando su "parte" como mediador.)

La Biblia es muy clara dice: UN MEDIADOR... para todos los hombres. Pero la organización TJ hace
diferencias entre "hombre" y "hombre" en el sentido que, por una lado están los "ungidos" los cuales Cristo
es su mediador, y por otro lado los de "la gran muchedumbre" que aparte de Cristo necesitan estar unidos a
los primeros, como parte de su salvación. Es decir Cristo no es el único mediador para el común de los
hombres sino que necesitan "otro intermediario".

Te pregunto en que parte del versículo encuentras "tal división" o en que parte de la Biblia se nos dice que
Cristo no es suficiente.? ¿Necesitas una organización además de El como medio de salvación?

Estimado amigo quizá esta semana tengas que ir puerta por puerta a predicar lo que consideras "la
salvación de los perdidos", pero quizá tengas que reveer tu propia experiencia... si realmente eres salvo por
Cristo.

Ni la organización ni tus obras personales por mas sacrificadas que estas sean pueden "ganar tu salvación",
ya que la misma no depende de ti sino de pongas tu fe solamente en el MEDIADOR: CRISTO.

Dios puede valerse de los hombres para predicar su Palabra... pero nunca utilizaría esos hombres como
instrumentos en si mismos de salvación! La organización no te salva, pues ella no es Dios

Isaías:43:11 Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.

Crees que estamos en los últimos tiempos? Pues bien, el Señor profetizó que:

Mateo:24:5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y á muchos


engañarán.

Y quien es el engañador sino aquel o aquellos que dicen que son "necesarios para la salvación" ocupando el
lugar que solo le corresponde a Cristo?

La organización TJ es un ejemplo mas en este mundo de aquellos que teniendo el nombre de Cristo se
hacen a sí mismos "mediadores". Y a cuantos engañaran? Lamentablemente a muchos.!

Si esta predicación que lees te quisiera engañar... porque entonces hace hincapié en el solo mediador
Jesucristo? Si la organización TJ no te engaña... porque te dice constantemente que dependas de ella... es
que acaso piensa que Jesucristo no es poderoso en sí mismo para guardarte? (Judas 1:24) Porqué contradice
la Biblia entonces? Que es Espíritu Santo y la Palabra de Dios te hagan conocer la verdad de EL y el
engaño de los hombres.

HOY PUEDES SER LIBRE... SOLO POR JESUCRISTO.

Juan:8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

A. D. Riff Folleto de libre distribución extraido de: www.palabrafiel.com.ar (c)


La cruz el plan de Dios para la Salvación
De todos los métodos de ejecución, en los que los Romanos eran expertos, pocos
fueron tan torturantes y atrozmente dolorosos como la crucifixión.

La muerte en la cruz estaba planeada para ser lenta. Como no afectaba ningún
órgano vital, se volvía una agonía interminable hasta la muerte. Los soldados
azotaban a la víctima con un látigo y luego la obligaban a llevar el madero de la
cruz hasta el sitio de la ejecución. Colgado en la cruz por horas, el cuerpo
soportaba tal presión, que la respiración se volvía difícil y a veces sobrevenía la
asfixia o un paro cardíaco. Otras veces, la persona permanecía viva durante días,
colgando, y cuando finalmente la muerte llegaba, era un alivio.

Fue hasta el año 337, D.C., cuando la crucifixión fue prohibida en Roma por el
primer emperador Cristiano, Constantino El Grande. Antes de eso, miles fueron
torturados en la cruz, incluido uno llamado Jesús el Cristo. Cabe hacer notar que
fue por reverencia a este mismo Jesús, que Constantino erradicó tres siglos
después, este tipo de ejecución.

Cuando Jesús fue crucificado, voluntariamente llevó a la cruz la culpa de los


pecados de usted y los míos, y al acercarse la muerte, el Hijo de Dios exclamó con
toda la fuerza que aún tenía: "¡Consumado es!" ¿Qué significa "Consumado es"?
Significa que no se necesita derramar más sangre. Ya no sería necesario sacrificar
corderos inocentes, como se hacia en tiempos del Antiguo Testamento, para
expiar los pecados de los hombres. El derramamiento de sangre había terminado;
¡nuestra salvación estaba totalmente pagada!

Hace tiempo, un predicador famoso lo explicó de la siguiente manera: Así como


cuando la sangre Divina de Jesús se deslizó de la brutal cruz Romana hacia la
arena, así fue como la arena murmuró a una brizna de hierba diciéndole,
"¡Consumado es!" Inclinándose la brizna de hierba sobre un árbol le dijo,
"¡Consumado es!" El árbol por medio de todo su follaje le gritó a un águila,
¡Consumado es! El águila elevándose alto, muy alto, exclamó a toda la tierra,
"¡CONSUMADO ES!" Y así fue. ¡Estaba consumado! Mis pecados y los de usted
fueron pagados con la sangre preciosa de Cristo.

Aunque otros miles de hombres fueron también crucificados, sólo la crucifixión


del Hijo de Dios, limpio de todo pecado, mereció ser parte del plan de Dios para
la salvación del hombre. La cruz debe recordarnos siempre de la bondad de Dios
hacia nosotros, que permitió que Su Hijo muriera de esa manera, y especialmente
en nuestro lugar.

Y el único motivo de todo esto es...USTED. Jesús dió su vida por USTED...y por
mí. Y ahora tenemos la responsabilidad, usted y yo, de aceptar o rechazar la
oferta que Dios nos hace de limpiarnos de todo pecado.

Lo que hace única y maravillosa la crucifixión de Cristo, es que aunque fue bajado
de la cruz y sepultado en una tumba sellada, después de tres días, ¡SE LEVANTÓ
DE LOS MUERTOS! Ahora vive para siempre y es nuestro Señor y Salvador. Así
fue como quedó completo el plan de Dios para nuestra salvación.

Aunque Jesús pagó por el precio de sus pecados y los míos, El hace fácil para
nosotros el conocerle personalmente y ser salvos. Nosotros somos los pecadores;
El es el sacrificado. Es de nosotros el problema; El es el proveedor. De acuerdo
con la Biblia, este es el plan de Dios para la salvación suya y mía.

Primero, admita que está usted perdido y necesita un Salvador.


"Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque." -
Eclesiastés 7:20

"Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios" - Romanos


3:23

Segundo, acepte que sus pecados merecen un severo castigo.

"Antes, sí no os arrepentís, todos pereceréis igualmente" - Lucas 13:3

"Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la
muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron" -
Romanos 5:12

Tercero, reconozca que Dios proveyó un camino para que usted sea
salvo.

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para
que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." - Juan 3:16

"Se humilló a si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz."


- Filipenses 2:8

Cuarto, acepte el plan de Dios para su salvación...hoy mismo.

"Por lo cual puede (Jesús) también salvar perpetuamente a los que por él se
acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos." - Hebreos 7:25

"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios." - Juan 1:12

Lea varias veces la siguiente oración y luego dígala con toda sinceridad,
recibiendo a Cristo como su Salvador. Al hacerlo, Dios perdonará sus pecados y le
tomará como hijo.

Querido Señor Jesús, yo confieso que soy pecador y necesito ser salvado. Creo
que tú moriste en la cruz para pagar mi deuda. Por favor perdona mis pecados,
ven a mi corazón y salva mi alma. Yo te entrego mi vida Señor Jesús. Ayúdame
a vivir para tí, de ahora en adelante. Amén.

Si usted ha recibido a Cristo como su Salvador personal. ¡Bienvenido a la familia


de Dios! Por favor, mándenos su nombre y dirección a la dirección que aparece
abajo; le enviaremos literatura que le ayudará a caminar en su nueva vida con
Cristo.

1. Usted necesita ser salvo de las consecuencias del pecado.

Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su
camino. Isaías 53:6

Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte.
Proverbios 14:12

Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. Romanos 3:23

La paga del pecado es muerte. Romanos 6:23

Cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí. Romanos 14:12

Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el
juicio. Hebreos 9:27

2. Usted no puede salvarse a sí mismo.

Que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Juan 3:3

Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia. Tito 3:5

Cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable
de todos. Santiago 2:10
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino
por mí. Juan 14:6

3. Jesucristo proveyó la solución para su salvación.

Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo
hombre. 1 Timoteo 2:5

Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los
injustos, para llevarnos a Dios. 1 Pedro 3:18

Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en él. 2 Corintos 5:21

Amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en
él cree, no se pierda, mas tenga vida eternal. Juan 3:16

4. Usted puede ser salvo hoy mismo.

El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a
condenación, mas ha pasado de muerte a vida. Juan 5:24

He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación. 2 Corintios


6:2

Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
Isaías 55:6

Su parte:

Creer: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Hechos 16:31

Arrepentirse (Dejar la vida vieja): Os digo: No; antes si no os arrepentís,


todos pereceréis igualmente. Lucas 13:3

Confesar su pecado a Jesús: Porque hay un solo Dios, y un solo mediador


entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. 1 Timoteo 2:5

Hablar de Jesucristo delante de los hombres:Que si confesares con tu


boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los
muertos, serás salvo. Romanos 10:9

Confiar que él le guardará: [Él] es poderoso para guardaros sin caída. Judas
24

¡Esto es lo que Dios quiere que usted sepa!


Existen buenas nuevas hoy! No tienes que sentirte agobiado por los encabezados
de los periódicos o por tus propios problemas. Dios puede estar contigo hoy—y
cada día.

Dios conoce ese sentido de vacío que todos experimentamos. Un gran hombre
que sintió ese vacío oró a Dios, “Nos has creado para Ti, y el corazón del hombre
no descansa hasta que encuentra ese descanso en Ti” (San Agustín).

Dios nos ve tratando de llenar Su lugar en nuestras vidas con amigos o con
placeres o bienes. Pero aparte de Él no hay satisfacción que dure, siquiera en las
cosas buenas de la vida. Únicamente el Dios que nos creó puede satisfacer
nuestras necesidades más profundas.

La raíz de nuestro problema es la separación con Dios. La Biblia nos dice que
hace mucho tiempo el hombre se reveló en contra de Dios y el diseño que Él creó
para el mundo. Y nosotros continuamos rebelándonos: “Pues todos han pecado y
están privados de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).

Con la rebelión del hombre vino su separación de Dios y eventualmente la


muerte. “Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio
del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad,
porque todos pecaron” (Romanos 5:12). Sin un Salvador nos enfrentamos a esta
vida y a la eternidad sin Dios.

Pero la Biblia tiene buenas nuevas: “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a
su Hijo unigénito, para que todo el que cree en Él no se pierda, sino que tenga
vida eternal” (Juan 3:16). Jesucristo murió en la cruz y resucitó otra vez por ti. Él
puede librarte del castigo del pecado trayéndote a una relación viviente con Dios.

Para conocer a Dios primero tienes que acudir a su Hijo en un paso personal de
fe. Él te está esperando. Jesús dice, “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie
llega al Padre sino por mi” (Juan 14:6).

El Señor “no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan” (2 Pedro
3:9). Arrepentirte de tus pecados significa que estás dejando atrás lo que
desagrada a Dios para seguir a Cristo. Nunca tengas temor que Él te rechace.
Jesús dijo, “Y al que a mi viene, no lo rechazo” (Juan 6:37).

Ven a Cristo ahora—tal como eres. La Biblia promete que, “Más a cuantos lo
recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios”
(Juan 1:12). Entonces podrás conocer la promesa de Jesús, “Nunca te dejaré,
jamás te abandonaré” (Hebreos 13:5).

Un dirigente religioso judío llamado Nicodemo visitó a Jesús en cierta ocasión. El


también creía, como mucha gente, que se iba a ganar un hogar en el cielo cuando
muriera, por haber llevado una buena vida. Imagínese cómo se sentiría cuando
Jesús le dijo: "De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios" (Juan 3:3).

Jesús le explicó a Nicodemo que el nuevo nacimiento es una transformación


espiritual que sólo Dios puede hacer. Cuando un pecador perdido se arrepiente
de sus pecados y pone su confianza en Jesús como el único que lo puede salvar,
en ese mismo momento nace de nuevo. Dios le da una naturaleza espiritual a
través de la cual puede comprender y disfrutar las cosas divinas.

Lo que Jesús le dijo a Nicodemo hace veinte siglos sigue siendo igualmente cierto
hoy. Aunque tratemos de vivir correctamente, ir a la iglesia o comprometernos en
otras actividades dignas de encomio, seguiremos necesitando "nacer de nuevo"
para ser miembros de la familia de Dios.

¿Ha nacido usted de nuevo? Esta es la pregunta más importante de toda la vida,
porque la respuesta que usted dé a ella afectará toda su eternidad.

¿Cómo saber que ha nacido de nuevo? La Biblia enumera en la primera epístola


de Juan seis características de todo aquel que ha nacido de nuevo. No son los
requisitos que hacen falta para el nuevo nacimiento, sino las consecuencias de
que Dios obra en su vida.

No tiene hábitos de pecado


Primera característica: "Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado"
(Juan 3:9).

El verdadero cristiano no peca habitualmente, porque desea agradar a su Señor.


Aunque dista mucho de ser perfecto, sabe que "si alguno está en Cristo, nueva
criatura es; las cosas viejas passaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2
Corintios 5:17). Si peca en alguna ocasión, puede confesarlo y el Señor "es fiel y
justo para perdonar" (1 Juan 1:9).

Cree en Cristo

Segunda característica: "Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de
Dios" (1 Juan 5:1).

El que ha nacido de nuevo cree que Jesucristo es el Hijo eterno de Dios. El es el


enviado por el Padre para pagar la pena debida por el pecado del hombre con su
muerte en la cruz. Su resurrección de entre los muertos al tercer día es la prueba
de que El es capaz de perdonarnos y de crear una estrecha relación de amistad
entre nosotros y el Padre. Jesús dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida:
nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6).

El que ha nacido de nuevo no se limita a conocer todo lo relacionado con


Jesucristo, sino que le ha entregado su vida como a Salvador y Señor suyo.

El hijo de Dios no confía en que sean su iglesia, sus buenas obras o su pastor los
que le consigan la vida eterna. La Biblia dice: "A todos los que le recibieron (a
Jesucristo), a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de
Dios" (Juan 1:12).

Practica la justicia

Tercera característica: "Todo el que hace justicia es nacido de Él" (1 Juan 2:29).

Cristo es el ejemplo para el creyente, además de ser su Salvador. El les dijo a sus
discípulos: "Si me amáis, guardad mis mandamientos" (Juan 14:15) y "vosotros
sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando" (Juan 15:14).

El cristiano genuino vive para agradar a su Padre celestial y trata de evitar todas
las cosas que Dios detesta.

Ama a los demás creyentes

Cuarta característica: "Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en


que amamos a los hermanos" (1 Juan 3:14).
Al igual que Jesús, el hijo de Dios ama incluso a sus enemigos, pero tiene un
amor especial por aquellos que también son creyentes. Aunque sean diferentes a
él en cuanto a raza, personalidad o denominación, son todos miembros de la
misma familia. "Este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos
amemos unos a otros" (1 Juan 3:11).

Vence al mundo

Quinta característica: "Todo lo que es nacido de Dios vence al mundo" (1 Juan


5:4).

El que ha nacido de nuevo no se guía por las cambiantes normas del mundo en
cuanto a lo que es correcto y lo que no lo es. No le importa ir en contra de los
caminos del mundo, porque busca la alabanza de Dios, y no la de los hombres, y
tiene temor de ofender a Dios, no al hombre.

Se mantiene puro

Sexta característica: "La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es
esta: ...guardarse sin mancha del mundo" (Santiago 1:27).

Aquel que ha nacido de nuevo, no se limita a evitar el pecado, sino que evita
también todo cuanto lo pueda llevar a él. Es como un soldado en territorio
enemigo, continuamente en guardia. Sabe que no puede impedir que le llegue la
tentación, pero que por medio del conocimiento de la Palabra de Dios y de la
oración, puede resistirla.

La prueba

Estas son las seis características esenciales de uno que ha nacido de nuevo. Es
posible que no todos estos rasgos sean igualmente evidentes en su vida. No
obstante, si usted ha nacido de nuevo, Dios los está desarrollando en usted. ¿Ha
nacido usted de nuevo?

Si no ha nacido de nuevo, o no está seguro, puede estarlo ahora mismo. Ore en


este mismo instante; pídale a Dios que le perdone sus pecados y crea en
Jesucristo como su Señor y Salvador.

Oracion

"Padre celestial, vengo a Ti ahora por medio de Jesús. Creo que Jesús murió por
mis pecados, que fue sepultado y que se levantó de la muerte. Perdóname mis
pecados. Me arrepiento de todos ellos y Te pido, Jesús, entrar a mi corazón y
ser el Señor de mi vida. Toma control de mi vida. Yo quiero ser Tu hijo. Gracias
por salvar mi alma. Amén."
Si ha entregado ahora usted su vida a Jesucristo como su Señor y Salvador,
quisiéramos saber de su decisión para enviarle literatura cristiana gratuita.
Escríbanos a la dirección que está abajo.

Ahora que ya has encontrado el obsequio en el rompecabezas, hay un obsequio


mucho mayor que te está esperando. Es un obsequio que no se derretirá como los
dulces. No te echará a perder los dientes. Y no te dará dolor de estómago si comes
mucho.

Este obsequio es un regalo de Dios el cual lo puedes disfrutar para siempre. La


Biblia dice: "Porque de tal manera amó Dios al mundo (a todos nosotros), que dio
a Su Hijo unigénito (Jesucristo), para que todo aquel (cualquiera de nosotros)
que cree en él no se pierda (muera), sino que tenga vida eterna" (Juan 3:16).

Vida eterna es como suena, literalmente. Es un tipo de vida de la cual puedes


comenzar a disfrutar ahora mismo y que durará por siempre jamás. Es una vida
que solamente puedes recibirla de Dios.

Dios quiere tanto que tengas vida eterna que ya se hizo cargo del pecado que te
separaba de Él. Pecar es quebrantar las leyes de Dios, como engañar o mentir o
tomar algo que no te pertenece. La Biblia dice que todos nosotros "hemos
pecado" (Romanos 3:23). Y Dios no puede permitir que el pecado entre en el
cielo.
Aunque merecemos ser castigados, Dios aún nos ama. En efecto, Él nos ama
tanto que envió a Su Hijo desde el Cielo para que se deshiciera de nuestros
pecados. Leamos otra vez el versículo bíblico: "Porque de tal manera, amó Dios al
mundo (a todos nosotros), que ha dado a Su Hijo unigénito (Jesucristo), para que
todo aquel (cualquiera de nosotros) que cree en él no se pierda (muera), sino que
tenga vida eterna" (Juan 3:16).

Dios está esperando que tú le pidas perdón y que recibas a Jesucristo como tu
Salvador. Puedes orar así: "Querido Señor Jesús, sé que he hecho cosas malas. Te
doy gracias por haber recibido mi castigo. Te invito a que entres a mi vida y que
me perdones mis pecados"

Si le has pedido a Jesús que sea tu Salvador, escribe tu nombre y dirección y


envíanosla a la dirección en este tratado y te enviaremos gratuitamente un folleto
cristiano.

Los psicólogos desde hace mucho tiempo han tenido conocimiento de que cada
persona tiene un gran anhelo y una gran necesidad interna. El anhelo de ser
amado, y la necesidad de amar. Pero cuando las presiones y aflicciones llegan a
nuestras vidas, muchos pierden toda esperanza de encontrar algún día el amor.

La tragedia es que frecuentemente buscamos llenar esta profunda necesidad y


este profundo anhelo, en los lugares equivocados. Algunos substituyen la lujuria
por el amor, otros persiguen el materialismo o las relaciones superficiales; todo
con el inútil intento de llenar el vacío creado por Dios en el corazón humano.
¡Pero le tenemos buenas noticias! Existe un amor que vale la pena encontrar y un
amor que vale la pena compartir. La Biblia dice: "Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no
se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16). Sobre la cruz de Cristo, el gran
amor de Dios fue revelado y ofrecido incondicionalmente a todo aquel que desee
la salvación.

¿Anhela usted conocer este gran amor? Entonces necesito hacerle la pregunta
más importante que jamás se le hará. ¿Sabe sin lugar a dudas que Dios le ama,
que sus pecados han sido perdonados, y que usted es salvo y va en camino al
cielo?

¡La maravillosa noticia es, que sí puede saberlo! Permítame compartir con usted
cómo descubrir el amor más grande, el amor que vale.

Admita Su Pecado--Usted debe admitir que es un pecador. La Biblia dice: "No


hay justo, ni aun uno" (Romanos 3:10). "Por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23).

Es nuestro pecado lo que nos separa de Dios y nos impide satisfacer nuestros
anhelos y necesidades más íntimas. Según Romanos 6:23, el pecado es un delito
contra Dios que conlleva un serio castigo: "Porque la paga del pecado es muerte
(eterna separación del amor y misericordia de Dios)."

Abandone Sus Propios Esfuerzos--Usted debe abandonar todo esfuerzo de


tratar de salvarse a sí mismo. Si pudiéramos salvarnos a nosotros mismos, ¡la
muerte de Jesús habría sido en vano!

Inclusive "el comportarse religiosamente" no lo puede salvar. La Biblia dice que


"nos salvó (Dios), no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino
por su misericordia" (Tito 3:5). La salvación es por la gracia de Dios, "no por
obras, para que nadie se gloríe" (Efesios 2:8-9).

Admita el Sacrificio de Cristo--Lo que usted no puede hacer por sí mismo,


¡Jesucristo lo ha hecho por usted! "Mas Dios muestra su amor para con nosotros,
en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8). Él
murió en la cruz por usted, y resucitó de entre los muertos para demostrar que su
sacrificio o pago fue aceptado por Dios. Mas usted debe reconocer y creer en este
hecho. "Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo" (Hechos 16:31).

Acepte a Jesucristo como Su Salvador--La salvación es el regalo de Dios


para usted. "La dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro"
(Romanos 6:23). Cuando alguien le ofrece un regalo invaluable, lo más sabio de
su parte es ¡aceptarlo! En este mismo momento, usted puede recibir el regalo de
la salvación, que Cristo le ofrece, al orar sinceramente esta simple oración de
corazón:

Amado Dios, yo sé que soy un pecador, sé que Tú me amas y deseas salvarme.


Jesús, yo creo que Tú eres el Hijo de Dios, quien murió en la cruz para pagar
por mis pecados. Creo que Dios te levantó de entre los muertos. Ahora me alejo
de mis pecados y por medio de la fe, te recibo como mi Salvador y Señor
personal. Entra en mi corazón, perdona mis pecados y sálvame, Señor Jesús.
En tu nombre oro. Amén.

Amigo, si usted no ha tomado aún la decisión de recibir a Cristo, le ruego que lo


haga hoy. ¡Usted estará eternamente agradecido de conocer el amor que vale!

¿Sabías que Dios tiene un plan maravilloso para ti? Jesús expresó: "You he
venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10). Y
esto es lo que dice la Biblia, la Palabra de Dios, acerca de estas Buenas Noticias.

1. El Plan de Dios--Paz y Vida

Dios te ama y desea que tú experimentes en plenitud la paz y la vida que sólo él
puede dar. La Biblia declara: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha
dado a su Hijo unigénito [Jesucristo] para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).

2. El Problema del Hombre--Separación

Estar en paz con Dios no es algo que ocurre automáticamente ya que, por
naturaleza, el hombre está separado de Dios. La Biblia dice: "Por cuanto todos
pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). Y Romanos
6:23 agrega: "Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro." El hombre ha tratado de remediar esta
separación de muchas maneras... pero sin éxito.

3. El Remedio de Dios--La Cruz

El amor de Dios es la unión entre Dios y el hombre. Al morir en la cruz y resucitar


al tercer día, Jesucristo sufrió el castigo de nuestros pecados. En la Biblia, el
Señor Jesús declara: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí" (Juan 14:6).

4. La Respuesta del Hombre--Recibir a Jesucristo


El hombre responde al amor de Dios creyendo en el Señor Jesús y recibiéndole en
su vida. Esto significa aceptar la muerta de Cristo en la cruz como pago por
nuestros pecados y recibirle como nuestro Señor y Salvador. La Biblia dice: "Mas
a todos los que le recibieron [a Jesucristo], a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios" (Juan 1:12).

La Invitación:

Arrepentirte de tus pecados, recibir a Jesucristo en tu corazón en un acto de fe y


seguirle en obediencia como Señor de tu vida.

¿Quieres Decirle Sí a la Vida? Entonces Haz Esta Oración:

"Oh Dios, sé que soy pecador(a). Me arrepiento de mis pecados. Creo que
Jesucristo murió por mis pecados, que resucitó de la tumba y que vive para
siempre. Abro la puerta de mi corazón y de mi vida, y recibo al Señor Jesús como
mi Salvador. Deseo seguirle y que él sea el Señor de mi vida. Gracias por
salvarme. En el nombre de Jesús, amén."

Si has hecho esta oración para recibir a Cristo como tu Señor y Salvador, por
favor, completa tus datos y escríbenos contándonos de tu decisión, así podremos
enviarte literatura que te sea de ayuda para crecer en tu vida cristiana.

Marca la opción que piensas es la mejor manera de llegar al Cielo.


1. Guardando los 10 Mandamientos
2. Haciendo caridades
3. Haciendo lo mejor que uno pueda
4. Manteniendo una vida buena
5. Buenas obras
6. Tratando de obedecer la ley de Oro
7. Diezmando o dando a la iglesia
8. Membresía en la iglesia
9. Asistencia regular a la iglesia
10. Oraciones
11. Ayuno
12. Bautismo
13. Santa Comunión
14. Haber nacido en un hogar cristiano
15. La Confirmación
16. Penitencias
17. Unción extrema

Lea adelante para que te des cuenta si, de acuerdo a la Palabra de Dios, estás en el
camino correcto hacia el Cielo.

1—Los 10 Mandamientos son las reglas absolutas de Dios para vivir. Ningún
hombre jamás ha podido guardar todas las leyes de Dios perfectamente—excepto
por el Hijo de Dios, Jesús. Una persona nunca podrá llegar al Cielo a través de
sus propios esfuerzos. La Biblia dice:
“Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que
exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado”
(Romanos 3:20)

2, 3, y 4—Regalos o caridades, haciendo lo mejor que uno pueda, y manteniendo


una vida buena son actos muy recomendables, pero de acuerdo a la Biblia, no van
a salvar a nadie:
“Él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por Su misericordia”
(Tito 3:5).

5, 6, y 7—Ni por medio de las buenas obras, ni tratando de obedecer la Ley de


Oro, ni dando a la iglesia podrán alcanzarte el Cielo. La Palabra de Dios dice:
“Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de
ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte “
(Efesios 2:8-9).

8, 9, 10, 11—Membresía en la iglesia, asistencia regular a la iglesia, oraciones, y


ayuno son todas cosas muy buenas, pero nunca podrán justificar a pecadores
delante de un Dios Santo:
“Todos somos como gente impura; todos nuestros actos de justicia son como
trapos de inmundicia” (Isaías 64:6).
12 y 13—Sin confiar en Jesucristo, el bautismo y la Comunión no nos ayudan. La
Biblia claramente nos demuestra que estas cosas solamente tienen valor
espiritual cuando creemos en Jesucristo.
Vea Hechos 8:12; 1 Corintios 11:2, 23-32.

14—Hijos nacidos en hogares cristianos necesitan ser salvos así como cualquier
otra persona.
“Más a cuantos lo recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio el derecho de
ser hijos de Dios. Estos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por la
voluntad humana, sino que nacen de Dios” (Juan 1:12-13).

15, 16, y 17—Ni la Confirmación, ni las penitencias, ni la unción extrema son


bases para ir al Cielo. Dios nos ha provisto solamente una manera de obtener
salvación.

Entonces ¿cuál es la única manera que Dios ha dado para obtener salvación? La
Biblia nos da una respuesta definitiva. La única manera de pasar la eternidad con
Dios en el Cielo es teniendo fe únicamente en el Señor Jesucristo.

Porque no podemos salvarnos a nosotros mismos por buenas obras, por buen
carácter, por nuestros propios méritos o esfuerzos, Dios mandó a Su Hijo para
morir como un substituto por pecadores como tú y yo. Cuando murió el Señor
Jesucristo en la cruz y resucitó al tercer día, Él terminó el trabajo necesario para
nuestra salvación. Ahora todo lo que Dios requiere de ti es que recibas a Cristo
como tu Señor y Salvador: “Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos
—le contestaron.” (Hechos 16:31).

Entonces cuando confías en Jesús eres salvo y estás destinado a pasar la


eternidad en el Cielo. Jesús dijo, “Ciertamente les aseguro que el que oye mi
palabra y cree al que me envió, tiene vida eternal y no será juzgado, sino que ha
pasado de la muerte a la vida” (Juan 5:24).

¿Aceptarás el camino a salvación de Dios? La decisión es tuya. Podrás continuar


confiando en las cosas que enlistamos en la página 2. Si es así irás a la tumba sin
Cristo y te levantarás afrontándote al eterno castigo de Dios. O, puedes creer en
Jesucristo y obtener salvación.

¡Sé sabio! ¡Escoge a Cristo! Luego indica la decisión que has tomado enseguida.

Mi única esperanza para el Cielo está basada completamente en la obra


terminada de Cristo Jesús en la cruz. Ahora le acepto como mi Señor y Salvador
personal.
¿Necesito ser salvo?

1. Dios es santo. Ningún pecado entrará jamás en Su presencia, porque la rectitud


y la justicia son la base de su trono" (Salmo 97:2).

2. El hombre es pecador. “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de


Dios” (Romanos 3:23).

3. El pecado separa al hombre de Dios. “Son las iniquidades de ustedes las que los
separan de su Dios. Son estos pecados los que lo llevan a ocular su rostro” (Isaías
59:2).

4. Es imposible que el hombre se salve a sí mismo. “Por tanto, nadie será


justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley” (Romanos
3:20).

¿Puedo ser salvo?

1. Dios mandó a Su Hijo para ser tu Salvador. “En esto consiste el amor: no en
que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo
para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados” (1
Juan 4:10).
2. El Salvador viviente invita a pecadores a recibirle a El. “Vengan a mí todos
ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso” (Mateo 11:28).

3. El perdón de tus pecados y la salvación pueden ser tuyos hoy mismo. “Porque
Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de
llevarlos a ustedes a Dios” (1 Pedro 3:18).

¿Cómo puedo ser salvo?

1. Acepta delante de Dios que eres un pecador, que estás perdido y que no puedes
salvarte a ti mismo. “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que
cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).

2. Creé que Jesucristo murió por tus pecados y pídele que sea tu Salvador. “Mas a
cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos
de Dios” (Juan 1:12).

3. Confiesa al Señor Jesucristo delante de los hombres. “Que si confiesas con tu


boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los
muertos, serás salvo” (Romanos 10:9).

“Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene
vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida” (Juan
5:24).
Los pastores levantando sus largas túnicas se apresuraron hacia él; los Magos se
enfrentaron con valentía a desiertos y montañas para encontrarle; en los rayos
ardientes del sol de mediodía una mujer desfallecida samaritana vino a él; un
escéptico exclamó, “mi Dios y mi Señor” cuando le encontró. Y hoy millones en
cada continente reconocen con el apóstol Pablo que él es el “Hijo de Dios, quien
me amó y dio su vida por mí” (Gálatas 2:20).

Hombres sabios aún le buscan; y aquellos que le buscan encuentran más de lo


que podrían imaginar. Ya que en Cristo Jesús, y sólo en él, se encuentra el
perdón, la paz interior, el gozo en la vida hoy y las promesas de vida eterna.

Los Magos le encontraron como un pequeño con Maria su madre. Hoy le


encontramos como el Cristo viviente, vestido de gloria y honor y sentado a la
diestra de su Padre en el cielo. Él se encuentra ahí porque terminó la obra que
vino a hacer cuando vino a la tierra. De su venida la Biblia dice, “Haciéndose
semejante a los seres humanos… se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta
la muerte, ¡y muerte de cruz! Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo…, para que
ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla…, y toda lengua confiese que
Jesucristo es el Señor” (Filipenses 2:7-11).

Mientras es verdad que hombres sabios aún le buscan, es aún maravillosamente


más cierto que él aún nos busca a nosotros–quienesquiera que seamos. Ahora,
hoy, desde su lugar celestial viene su divina invitación: “Mira que estoy a la
puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él
conmigo” (Apocalipsis 3:20).

Si el presidente te mandara una invitación oficial, seguramente la aceptarías. El


bebé de Belén quien ahora es el Cristo de gloria te está invitando hoy. La puerta
es la puerta de tu corazón. Que sepas responder correctamente a su llamada; y
que todas sus bendiciones espirituales sean tuyas esta Navidad.

“No hay personas comunes y corrientes. Usted nunca ha hablado con un simple
mortal,” escribió C.S. Lewis. Eso es cierto, porque cada uno de nosotros es una
creación especial de Dios.

Créalo o no, nadie es igual a usted. Su apariencia física, su voz y los rasgos de su
personalidad—costumbres, inteligencia, gustos personales—hacen de usted una
creación exclusiva. Hasta sus huellas digitales lo distinguen de todos los demás
seres humanos pasados, presentes o futuros. Usted no es el producto de alguna
línea de montaje cósmica.
Pero el aspecto más importante de su identidad es que Dios lo creó a su propia
imagen (Génesis 1:27). El lo hizo de modo que usted pueda participar en su
creación, así como amar y reír, y conocer a Dios cara a cara. ¡Usted es de veras
una persona importante!

La Biblia revela cómo Dios se interesa en usted como persona. El salmista


escribió en una de sus más hermosas oraciones: “Te alabaré; porque formidables,
maravillosas son tus obras” (Salmo 139:14). Dios lo conocía aun antes que usted
naciera. Entonces, y ahora, El tiene planes para usted, concebidos con amor.

A medida que apreciamos el constante interés de Dios por nosotros, comenzamos


a comprender cuán horrible es el pecado. El nos ama muchísimo a usted y a mí;
sin embargo, con demasiada frecuencia hacemos lo que nos parece, dándole a
Dios la espalda. Por eso se interrumpen sus designios para nosotros. Sus
misericordias no alcanzan a los que no están dispuestos a aceptarlas.

Pero aún así somos valiosos para Dios, porque El sigue amándonos aun cuando
no le prestemos atención. Todavía nos ve como personas de gran valor. No es de
sorprenderse entonces que el salmista escribiera: “¡Cuán preciosos me son, oh
Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se
multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo” (Salmo 139:17-18).
Dios no es un monarca celestial cruel e indiferente. El siente nuestras aflicciones.
El comparte nuestros dolores. El se interesa por sus criaturas, nos ama y
considera que cada uno de nosotros es muy importante.

En realidad, El nos ama tanto que dio a su Hijo unigénito para que muriera por
nuestros pecados. La Biblia dice: “En esto consiste el amor: no en que nosotros
hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en
propiciación por nuestros pecados” (1 Juan 4:10).

Por cuanto usted y yo somos importantes para Dios, El quiere perdonarnos y


darnos una vida plena y significativa. Cuando confiamos en Jesucristo y le
permitimos que ponga en orden nuestra vida, la Biblia dice que llegamos a ser
“hechura suya, creados en Cristo Jesús” (Efesios 2:10). ¿Puede alguien ser más
importante que eso? ¡Somos la obra maestra de Dios!

¡Sí, usted es valioso para Dios! Si nunca ha confiado en Jesucristo para su


salvación, hoy puede aceptar su amor por usted.

Dios lo considera a usted tan importante que no lo obligará a que acepte su amor.
Usted tiene que decidir por sí mismo si lo recibe o no. “A todos los que le
recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de
Dios” (Juan 1:12).

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