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Homosexualidad
Lo que puede y no decir la ciencia
A. Dean Byrd, PhD, MBA, MPH
Una rápida revisión de las investigaciones conducidas proporciona apoyo para esta
última conclusión.
Durante los últimos diez años, el argumento biológico, de que los gays nacen de
esta manera, ha permeado las asociaciones de la salud mental nacionales y se ha
filtrado dentro del dominio público. El advenimiento del genoma humano se ha
agregado a la dominancia de las teorías biológicas. Las teorías biológicas simples
han sido favorecidas por los medios de comunicación, con las noticias reportando
un gen para esto y un gen para aquello. De hecho, se ha reportado el
descubrimiento de un “gen gay” al igual que un “gen de Dios”.
Con un minucioso escrutinio, incluso la persona secular puede ver que no existe
evidencia para cualquiera de los dos. ¿ Que evidencia tenemos para la explicación
biológica de la homosexualidad ?.
La investigación de LeVay del Cerebro. la evidencia inicial utilizada para apoyar un
modelo biológico de la homosexualidad fue desarrollada por Simon Le Vay, Dean
Hamer y el equipo investigador de J. Michael Bailey y Richard C. Pillard. De los
cuatro investigadores, tres se autoidentifican como homosexuales. Este hecho no es
uno de consideración sin importancia cuando surgen los aspectos de parcialidad o
tendencias como sucede frecuentemente en la arena de la investigación. De hecho,
es importante saber que a pesar de solo el 2 al 4 por ciento de la población se
autoidentifica como homosexual, más del 50% de la investigación es conducida por
científicos que son homosexuales.
Lo que LeVay intentó explicar aquí se relaciona con el bien establecido principio
científico llamado “el funcionalismo causa el estructuralismo”. Traducido, esto
quiere decir que la conducta particularmente las conductas repetitivas pueden
producir diferencias en el cerebro. la tecnología moderna ha demostrado esto con el
uso del escáner de cerebro. LeVay continuó diciendo:
Surge otra limitación debido a que la mayoría de los hombres gay cuyos cerebros
estudie murieron de SID. Aunque me siento confiado de que la pequeña cantidad de
INAH-3 que se encontró en estos hombres no fue un efecto de la enfermedad,
siempre existe la posibilidad de que los hombres gay que murieron de SID no sean
representativos de la población entera de hombres gay. Por ejemplo, pudieron tener
una fuerte preferencia por el coito anal receptivo, el mayor factor de riesgo para
adquirir infección de SID. Así que, si uno desea, puede hacerse un argumento de
que las diferencias estructurales en el INAG-3 están mas relacionadas con los
patrones conductuales de copulación actuales que por la orientación sexual como
tal. No será posible determinar este aspecto de forma definitiva hasta que se
tengan disponibles algunos métodos para medir el tamaño del INAH-3 en personas
vivas quienes pueden ser entrevistadas en detalle acerca de su sexualidad.
Finalmente, LeVay resumió los resultados de su investigación en la siguiente
manera:
Es interesante que ninguna de estas limitaciones fueron dadas a conocer por los
activistas, la academia o por los representantes de los medios de comunicación
cuando se anuncio la investigación de LeVay. De hecho, LeVay hizo estas
explicaciones de forma discreta y no apareció en televisión para quejarse de que su
investigación haya sido malinterpretada o que se hayan llegado a conclusiones
erróneas a partir de ella.
Los estudios en gemelos Idénticos de Bailey y Pillard. Los estudios en los gemelos
idénticos son formas populares de investigar las contribuciones relativas de los
factores genéticos en un rasgo en particular. J. Michael Bailey y Richard C. Pillard
estudiaron gemelos idénticos y encontraron una taza de concordancia del 52%, lo
cual significa que por cada gemelo homosexual, las probabilidades fueron del 50
por ciento de que su gemelo también podría ser homosexual.
Para ofrecer algo de perspectiva en los estudios de gemelos y los rasgos humanos
sería bueno examinar la evidencia que existe para otras características. Por
ejemplo, las siguientes contribuciones genéticas a los rasgos de personalidad
basados en estudios de gemelos ofrecen las siguientes tazas de concordancia:
habilidad cognitiva general (50 %), extroversión (54%), conciencia (49),
neuroticismo (48), apertura (57), agresión (38) y tradicionalismo (54%).
La investigación de Bailey se quedo lejos de probar la génesis biológica de la
homosexualidad. En cambio, su investigación demostró claramente que la biología
no es suficiente para explicar la génesis de la homosexualidad. (de hecho, Bailey
incluso sugiere que la homosexualidad puede representar un error del desarrollo).
Los estudios de gemelos en la homosexualidad apoyan el papel que el ambiente
tiene en determinar cuáles, si es que hay alguna, de las predisposiciones genéticas
que están presentes en un individuo podrían ser expresadas. De hecho, el hecho de
que el ambiente puede incluso modificar la expresión genética es un hecho de la
ciencia.
Lo que es aun mas intrigante es que cuando el estudio de Hamer fue replicado por
Rice y sus asociados con una investigación más robusta, los marcadores genéticos
se encontraron no significativos. Rice y sus compañeros investigadores
concluyeron, “no es claro porque nuestros resultados son tan discrepantes del
estudio original de Hamer. Debido a que nuestro estudio fue más grande que el de
Hamer y colaboradores ciertamente tuvimos el poder adecuado para detectar un
efecto genético tan grande como el reportado en este estudio. Sin embargo,
nuestros datos no apoyan la presencia de un gen que afecte en gran manera la
orientación sexual en la posición XQ28.”
Descripción general de las teorías biológicas. Los estudios biológicos han sido
extensamente revisados por equipos investigadores de renombre mundial,
incluyendo a Byne y Parsons y Friedman y Downey. Los dos experimentados
equipos llegaron a una conclusión singular: un modelo biológico simple no encaja
con la investigación actual. De hecho, Friedman y Downey declararon “en las
conferencias clínicas con frecuencia uno escucha…. Que la orientación sexual es fija
e inmodificable. Ninguna de estas afirmaciones es cierta….. la afirmación de que la
homosexualidad es genética es tan reduccionista que debe ser rechazada por
completo como un principio general de la psicología.
Dr. Janet Cummings hizo notar que: “la creencia de que la homosexualidad es
siempre innata huye ante el rostro de la evidencia disponible de que la genética, el
ambiente en la niñez y las decisiones personales son todos factores de ella.
Concedemos que algunos puedan destacarse más que los otros, pero desde un
posición solamente genética los genes responsables pudieron haber desaparecido
durante milenios por una falta de actividad reproductiva.
Así que, porque todo este interés en probar que la homosexualidad is hardwired o
que la homosexualidad está determinada biológicamente? quizás LeVay tiene la
respuesta: el mencionó que “las personas que piensan que los gays y las lesbianas
“nacen de esta manera” son mas dados a apoyar los derechos gay”.
No existe consenso entre los científicos acerca de las razones exactas…. Aunque
muchas investigaciones han examinado las posibles influencias genéticas,
hormonales, de desarrollo, sociales y culturales en la orientación sexual no han
surgido ningunos descubrimientos que permitan a los científicos concluir que la
orientación sexual está determinada por cualquier factor o grupo de factores.
Muchos piensan que tanto la naturaleza como la educación juegan roles complejos.
Con la erosión del argumento biológico, los científicos se están volviendo hacia los
argumentos de crianza o psicológicos. Muchos están comenzando a reconocer que
existen por igual muchos caminos que llevan tanto dentro como fuera de la
homosexualidad y que la homosexualidad es de hecho más fluida que lo que se
pensaba. Aun cuando puede haber predisposiciones biológicas subyacentes a la
homosexualidad, estas están en muchos otros desafíos complejos. Es el medio
ambiente el que determina si y cuando estas predisposiciones se manifestarán.
La Homosexualidad y la Ciencia:
El Argumento Psicológico
Sin embargo, el psicoanálisis sufre de una falta de estudios rigurosos que apoyen
esta teoría. No obstante, existen abundantes datos clínicos vía reporte de casos en
apoyo de la teoría psicoanalítica de la homosexualidad, particularmente antes de
que se eliminara en 1973 la homosexualidad del manual psiquiátrico.
Teoría del aprendizaje Social. La teoría del aprendizaje social explica como
aprendemos mediante la observación y adoptamos acciones y actitudes de
personas significativas para nosotros. En esta teoría, el condicionamiento
conductual, tanto el directo como el indirecto, cuenta para las atracciones que
desarrollamos y las conductas que adoptamos. Desde esta perspectiva, los niños y
adolescentes aprenden tanto la conducta sexual como la preferencia sexual de sus
padres, compañeros y los medios de comunicación. Son recompensados o
castigados por personas importantes para ellos por sus actitudes y conductas
sexuales. Un jovencito, por ejemplo, pudo haber estado involucrado con actividades
de masturbación con sus amigos y aprendido la actividad homosexual de dichas
interacciones. La teoría del aprendizaje social sugiere que los compañeros y los
medios de comunicación tienen una tremenda influencia en las actitudes y
conductas de los adolescentes.
El aprendizaje social también cuenta por el papel que un trauma grave como el
abuso sexual tiene en el desarrollo de la conducta homosexual. Algunos
investigadores han encontrado una alta prevalencia de abuso sexual en las historias
tanto de homosexuales varones y mujeres. Por ejemplo, Shrler y Johnson
encontraron que los muchachos que posteriormente se identificaron como
homosexuales se habían vuelto sexualmente activos a una edad más temprana que
sus contrapartes heterosexuales (12.7 años contra 15.7 años). Utilizando una
población no clínica, Tomeo, Templer, Anderson y Kotler encontraron que el 46 %
de los hombres gay y el 22 por ciento de las lesbianas habían sido abusados de
niños, comparado con el 7% de sus matched hombres heterosexuales y el 1% de los
Matched mujeres heterosexuales. Particularmente intrigantes fueron los resultados
que 68 % de los hombres homosexuales y 38% de las lesbianas no se identificaron
como gay o lesbiana hasta después del abuso.
Quizás no exista mejor ejemplo del papel que juega el abuso sexual en las
vidas de los auto identificados homosexuales que la historia de Greg Louganis. La
historia de Louganis no solo apoya la teoría psicoanalítica clásica sino también la
teoría del aprendizaje. Considere los siguientes extractos de su libro al describir el
abuso sexual que recibió de un perpetrador que tenía la edad del padre de
Louganis.
Louganis continuó diciendo, “en este punto el me dijo que estaba preocupado por
verme porque era yo menor de dieciocho años. Aparentemente, había estado en la
cárcel en el pasado por escoger a menores de edad.”
El abuso sexual crea estragos en las vidas de los niños mediante la introducción de
la confusión, particularmente confusión de género. Las teorías del aprendizaje
social explican de qué forma las necesidades de atención y afecto se mezclan con
la sexualidad cuando ocurre el abuso sexual. Los niños pueden desarrollar una
afinidad por las relaciones sexuales debido a que la estimulación física puede ser
reforzante. Los muchachos en particular son propensos a los errores cognitivos
cuando confunden la estimulación física con el abuso sexual. La estimulación física
derivada del abuso sexual es simplemente un indicador de que el cuerpo está
trabajando; el cuerpo no hace juicios acerca del acto abusivo en sí. Es claro que la
confusión de género surge del abuso sexual y que dicha confusión es vista con
frecuencia en el historial de los hombres homosexuales.
También existe evidencia para apoyar el papel que los amigos o compañeros
juegan en el desarrollo de las atracciones homosexuales. El conocido psiquiatra
Harry Stack Sullivan sugirió que la falta de conexiones con los compañeros del
mismo sexo coloca el fundamento para el posterior desarrollo de las atracciones
homosexuales. La desatención o el abuso por parte de los compañeros (burlándose
o intimidando) resultan con frecuencia en desconexiones. Dicho trauma,
particularmente durante los primeros años preadolescentes pueden causar
confusión de género y subsecuentes problemas con la orientación sexual. Más
recientemente, ha surgido apoyo proveniente del trabajo del psiquiatra de
Pennsylvania Richard Fitzgibbons acerca de las contribuciones que el abuso de
compañeros tiene en el desarrollo de la homosexualidad.
Es importante comprender que las conclusiones que se pueden obtener de los datos
de muchos de estos estudios son correlaciónales y no de causa- efecto. Es decir, el
modelado, el abuso sexual y el abuso de compañeros pueden ser factores
contribuyentes a las atracciones homosexuales y las conductas homosexuales, pero
que estos factores no causan directamente estas atracciones. Dichas experiencias
con frecuencia contribuyen a la confusión de género y tal confusión en realidad
hace que los hombres jóvenes sean vulnerables a una variedad de desafíos,
incluyendo la homosexualidad.
La Teoría Interaccional. La teoría interaccional combina los efectos indirectos o
predisponentes de la biología con los factores ambientales para explicar la
homosexualidad. Daryl C. Bem, un investigador auto identificado gay de la
universidad de Cornell postula que los genes no causan directamente la
homosexualidad sino que establecen el escenario para la homosexualidad para la
influencia del temperamento. Su teoría, conocida como EBE (Exotic Becomes Erotic)
(exótico se vuelve erótico), sugiere que cuando el temperamento está asociado con
un inconformidad de género (en donde los niños se identifican con las niñas y las
niñas con los niños en términos de sus actividades) se le priva al niño de interactuar
con los compañeros del mismo sexo y por lo tanto falla en vincularse o identificarse
con los compañeros del mismo sexo. Durante la adolescencia, estos jóvenes
“sexualizan” “la otredad” o aquellos con quienes no se identifican. En otras
palabras, estos preadolescentes sexualizan aquello con lo que ellos no están
familiarizados. La investigación de Bem apoya a una trayectoria de desarrollo en
donde los niños en particular se ven a sí mismos como diferentes de sus
compañeros hombres y esta diferencia se vuelve sexualizada lo que posteriormente
lleva al desarrollo de las atracciones homosexuales.
Esta teoría interaccional parece una alternativa lógica para las teorías biológica,
psicoanalítica y del aprendizaje social. La teoría interaccional postula que una
personalidad biológicamente predispuesta o rasgos de temperamento son nutridos
en contextos de relaciones y ambientales. Así pues, este modelo considera una
variedad de factores o que algunos han llamado la “conspiración de factores” que
posteriormente se combinan para formar atracciones homosexuales y conductas
homosexuales. Sin embargo, la principal desventaja es el fracaso de la teoría
interaccional en considerar el papel del albedrio o la elección en el desarrollo de la
homosexualidad.
Realmente no puede uno hablar de proveer atención para aquellos que tienen
atracciones homosexuales no deseadas sin hacer notar algo de la historia de la
atención psicológica para esta población. Antes del año 1973, la atención
psicológica era rutinariamente proporcionada para aquellos que están infelices con
sus atracciones homosexuales no deseadas, pero la American Psychiatric
Association (APA) (A sociación Psiquiátrica Americana) fue presionada por los
activistas gay para eliminar la homosexualidad del manual psiquiátrico. En 1973, la
APA cumplió parcialmente con las demandas de los activistas pero todavía mantuvo
la categoría de homosexualidad “ego-distonica”, lo cual significaba que si un
individuo estaba afligido por sus atracciones homosexuales no deseadas, él o ella
tenían el derecho de recibir atención psicológica. Sin embargo, debido a la presión
de los activistas gay incluso la categoría ego-distonica fue eliminada en 1987.
Satinover revisó esta investigación y reportó una taza de éxito compuesto de 50 por
ciento. Master y Johnson, los afamados investigadores sexuales reportaron una taza
de éxito del 65 por ciento después de un seguimiento de cinco años. Elizabeth
James condujo un análisis de alrededor de cien estudios y concluyó que cuando se
combinó toda la investigación, aproximadamente el 35 por ciento de aquellos con
atracciones homosexuales se “recuperaron”; un adicional 27 por ciento “mejoró”.
Ella concluyó que una mejora significativa e incluso una completa recuperación de
una orientación homosexual era enteramente posible.
Hace más de treinta años, Freund utilizando una plestimografía penial encontró que
algunos hombres homosexuales podían voluntariamente alterar sus respuestas
peniles para responder a estimulo heterosexual sin alguna vez recibido terapia de
reorientación.
Hershberger reportó:
Uno de los estudios más interesantes que se llevaron a cabo desde el estudio de
Spitzer fue un estudio longitudinal conducido por el equipo investigador de Jones y
Yarhouse. Estos investigadores investigaron la pregunta de si o no algunos
individuos podían alterar aspectos de su orientación homosexual a través de
ministerios religiosos similares a Alcohólicos Anónimos (AA). Su conclusión fue sí.
Utilizando medidas psicológicas estandarizadas bien aceptadas, Jones y Yarhouse
encontraron una solida evidencia de que la orientación homosexual podría ser
significativamente modificada a través de intervenciones de ministerio cristiano.
La pregunta científica más importante es esta: ¿una vez establecida, las atracciones
homosexuales son maleables o modificables? La respuesta es que tanto la
investigación histórica como la actual demuestran que la homosexualidad no está
invariablemente fija en toda persona. Quizás el mejor resumen científico de la
investigación es si o no los individuos pueden cambiar de una orientación
homosexual a una orientación heterosexual fue ofrecida por Spitzer. El concluyó,
“como la mayoría de los psiquiatras…. Yo pensaba que la conducta homosexual
podía ser resistida, pero que la orientación sexual no podía ser cambiada. Ahora
creo que esto no es cierto- algunas personas pueden y cambian.”56
El hecho de que algunas personas puedan y cambien debería ser un ímpetu para los
científicos para investigar posteriormente los agentes y los procesos de cambio. Si o
no la atmosfera actual de activismo permitirá tal investigación todavía está por
verse. Respecto al estudio de la homosexualidad, Bailey, uno de los más
prominentes investigadores en el área declaró, “sería una pena…. Si las
preocupaciones sociopolíticas evitan que los investigadores realicen una
consciente consideración de cualquier hipótesis razonable.”57