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José Luis Sanchidrian Manual Ge arte ~ prehist6rico Ariel Prehistoria = Monies 1 2001 J Lats Saha To erect eri de tc nepal ISBN ore at o6173 eos ga B.27.028- 2009, Bein, 176.78 (5901 Horie eset ence) papel iin para a impress dee Ho Yes cain come papel ecligen geen ri cnn rad es lpr Sept ales epee spac "asic dc empire caecan rs eas ps 2. 3 a Is. 16. 1. i w. 20. 21 SUMARIO. PRIMERA PARTE [Nociones, principio yconceptos fundamentales Marco cronoculturalsucinto de lt preistria Los avancesen la investigacion del arte prohistric y sus protagonists [Los origenes det are Sistemas de dataicn del arte rapeste Sopores rupeses y colorants hsicos ‘SEGUNDA PARTE Arte de los grupos predadores. Arte mueble Los sopones Tipos de objetos ‘Teenieas antco-decorativas ‘Temas mobiliares Las zones fundamentals del arte mucble Algo sobre interpetacicn ‘Tencea pase Arte rupestre de los grupos depredadores opertesrupestres ‘Teenicas anticas ‘Ane y espacio (Cronologia del arte parietal Las grandes zona de distibucin parietal Algo sobre inerpretacin CCuvea exsre Arte de las so:iedades productoras Ante de la transicidn: Bpipaleoliteo Ate de los primeros productores Neolitico Arte de los inicios de la metaluria:Calcolitice-Bronee Bibliogratia PRIMERA PARTE NOCIONES, PRINCIPIOS Y CONCEPTOS FUNDAMENTALES Captrto 1 MARCO CRONOCULTURAL SUCINTO DE LA PREHISTORIA 1. Referencias eronolgions La historia dela vida en la Tiere suma unos 4.000 millones deaf aproxim: damente. A nivel formal, y con el fin Se faiitar su estudio, este amplio espacio de ‘iempo es compartimentado con el concept de ea, coineidiendo, de este mod, con Jas diferentes fases biogeol6gicas en las que se divide el proceso evolutivo y de espe- ciacién en nuestro planeta. En general ca da era esté definida por la aparicién y de saparicién de un grupo animal dominante, o que fue elegido por los investigadores como caracerstic de ese periodo en cuestién a modo de gta: son los denominados ‘tgvilesditectoes». De esa manera cetamos con varias era, con subdivsiones in termas, que en un sentido muy reduecionsiay en funcign de los vererados sean primaria(peces y nfibios), secundaria (primeros mamiferos, aves y grandes repti- Jes), tereara (profusién de los mamifros y primates) y cuatemaria, donde hace su parcién el hombre y que por fortuna para nosotros an noha conclido. En este orden de costs, el Custemerio se encuentra acotado por el surgimiento del género Homa o lo que es lo misma: un primate bipedo con capacidad de fbr far Wtles. No obstante, en la actualidad es factble eastear el nacimiento de exe seren Jos momentos finales de aera erciariay més coneretamente durante el plio- ceno, En efecto, con respecto al hombre, podemos confirmar que abarca hasta boy tun abanico temporal que ronda, nada mis, los 2 millones de aos con inicio en e! Piioceno y desarrollo en el Cuaternaro, situando el principio de éste mas 0 menos hace 1.800.000 afos (en la sctualidade! limite plioceno-peistoceno se tende a ba- jar hasta los 2,6 millones de fos, inicio dela inversion paleomagnetica Matuyama @ instalaci6n de los easquetes polares que repercutieron en el clima global del planet). Por otra pat, el estudio del deveir humano sobre la Tierra corresponde bis ‘camente aa historia, a cual por ls msmos motivos que aducfamos ante, 0 ea, por omodidad paa el andlisis de ese espario cronolgico, se vale tambign de las subi- Visiones en edades o tapas Fiticia: Historia del Mundo Actual (si queremos ser més precsos), Historia Contemporinea Historia Modena, Historia Medieval, Historia Antigua y Preistra. Esta lima es ba que nos coresponde estudiar en el presente roy a entendemos como el periodo nel que no existen (os se prefiee, nose han encontrado) textos escits, Peo el vceablo empleado para desighatla(prehstoria) Dede llevar a confusion, ya que etimoligcamentehablando hace alusin los iempos 2 MANUAL DR ARTE REISTORICO anteriores a Ia apaccin del hombre, por ejemplo, a aera de los dinosaurs, fo que no deja de ser totalmente erréneo En este sentido, nos gustaria deicar unas leas a aclarer qué significa I etapa ‘pensemos en lo siguiente: teniendo en euenta que los primeros texts, redondeando, Se fechan hace 5.000 ais (scritura cuneforme sumer e. 3.200 a. C.y jerogiica exipca c. 3050 aC.) nos restara 1.995,000 aos de historia sin esritar. Ast, 80 ‘re una cverda sefialamos un centimeto para contabilizar il aos (1 em = 1,000 aos), ‘btendremes que desde el nacimiento de Jsis (la referencia qu la mayoria de los oe ‘identles escogen para computar el calendario) hasta el presente tan slo ocuparé 2m, el reso de los 20 metros totales pueden considerarseprchstria. Ete eercicio ‘nos muestra ni mds ni menos que nuestra concepcin del tiempo histrio es bastante relat y normalmentesesgads, agravado porel hecho de que el 98 % de la ensefianza {mparida tanto en colegios, insituose ieluso en Ia unversidad extn dedicados & sos 2 cm, dejando al margea el grueso dela historia dela humanida. ‘Después de todo lo dicho, el lector comprenderd que esos = 2 millones de aos «eben ser fraccionados en episodis de menor entdad numérica. El Cuateraro (ig. 1) ‘queda entonces segmentado en dos etapas en vrtd del desarollo de diversos acon {ecimientos limsticos, en otras palabras, evilzan eventos geol6gicos més o menos ‘generalzados enc planeta para eatablecer las perioizacions, El par de etapas g20- imdticas esponden alas terminos de Pistoceno y Holoceno. El Holoceno sera In stim fase de I ere custermaria, en la que vivimos en nues- ‘wos fas. Est caracterizado or un elima atemperado, co distintos grados sen el sradiente latitudinal, y cuya vigecia apenas incuye los 10.000 afos desde el presente (en adelante 1,000 afos = 1 ka Before Present BP, entendiendo como el pre- sente a 1950), que cuantativamente resulta una cantidad minima en relacin alos 2 nillones que hemos comentado ée histori, o, para ser més exacts, esos 1.990.000 os sobranes de era custemariao Peistcceno. Ante esta problemtica,habré que seccionar al Peistoceno en las mximas et ‘pas posbles para que actlen de demarcadores cronogieos, afin de examina lad ‘nfmica cultural del hombre en este espacio temporal tan amplio. Para delimitar los cpisaios pleistocenos se baseanevidencies globules detects através de vetigioe ‘blogeologicos. Los fensmenos que adiionalmente han sido empleados para e0s pro- _SsiosfUeron ls fctoresclimiicos, como ariba hemos dejado apuntado, en cuanto ‘que durante el Pleistocene acontecen una sere de enfiamientos periddios que in Geran en general en todas las zonas dela Tier: ls placiaciones. Las Subdivisions clésicas que nos afectan alos europeos occidentale provie- ‘en de los estudios geolégico levados a cabo por Penck y Keilhack en 1880, quic- ‘es analizaron los sediments morrénios loalizados en las zonas medias-alas de ls Alpes. Estos investigadores dedujeron cuatro grandes procesos laciars, alos eua- Jes les otergaon sustantvos de los afluentes del Danubio: a tenor de esto, de mayor antgedad a mis reciente, obtenemos las siguientes glaciaiones euuterarias: Ginz, Mingel, Riss y Wurm, y ira més, Donav, a final dl teriario. A su ver, entre las liciciones mencionadas se identiiearon tes etapas de menor rigor climatico lla: ‘madasintrglaciares, ue se conocen con los nominativos de los glaciares ene los (que se encuentran, o sea: Ginz-Mindel, Mindel-Riss y Rss: Want en la actualdad = B_ CRONOLOGIA SERIES. 2 eh B9| swomucannanim | soa ]2h fesaon ae fe] “esen |s oS ae : noe, Sime * | sete |! 9 cs 5 lesen “4 MANUAL De ARTE REMISTORICO 1 siguendo estas ondulaciones cron paleoambientles, poems intr que el Holoceno sun interglacial interestadial, cf. infa) A raizde estos hitos se subdivdis el Pestoceno en una ordenacin tripaits, corde con ls seriaciones académices del momento: Inferior (alberg Ia glaciaci6n (Gunz), Medio (on el interglaciar Gunz-Mindely las glaciciones Mindely Riss) y ‘Superior (coresponderta al interglaciar Riss-Worm y la glaciacion Worm). Por ot lado, los depsitos sedimentarios ponfan de manifesto, «través de los evances y r= trooesos de glaciers y los dep6stos de morrenas terminals, que dentro de algunas slaciaciones habian episodios de mayor vigor del fro y otros menos dlgdos, calif- ‘endoseentonces como estadialeseinerstadiales respectivamente.De este modo, a ‘buena conservacién del registro geolgico mis cercano en el tempo ha permiido des- pelt en la glaciaicn Riss tres estadaleso momentos fos , Iy I) y dos interes- {adiaes o fases atemperadas (Rss Il y Riss III); lo mismo sucede con la glaci ign Warm, pero en esta ccasién con cuatro momentos fos (Wurm fT, I y TV) y ls iterestadales Wurm ll, Warm II (tmbién llamado Hengelo) y Wm T= JV sustanivado como Lavgerie). Sin embargo, el mal estado o per definicién de Tos riveles me antiguos no han ofrecido la oportunidad de hacerlo propio con las pri mera glaciaciones ero las fechas y los periodos no estaban nis y era necesarohallar otros ja- Jones que peflaan los deserios. A la ayuda de ese problema vino la eicapaleomag rética, que parte de los principios de derivacign constante de la polaidad y campo ‘magnético terreste. Asi existen dos grandes eventos clars seprados por diferencias e polaridad cuyo punto de inflexién eronolégica coincide con la fecha en torno al "780 ka (estaioiotdpico 19, eft infra). La zona temporal de polaridad negative eae sos 780 ka hasta el inicio del Cuaterario (1,8 millones de aos) recibe el nombre de “Matuyama y el tramo de plaridad positiva, desde los 780 ka hasta hoy, se denomina Bruhn. Entonces, el Pleistoceno Inferior abarca todo el episodio negative y el Plestoveno Mesio-Superior el positiv. No obstante, en esas dos grandes magneto- ‘nas han acurido eambios de polatdadesinverss que apoyan ain mas ls cores y ‘areas temporaes ‘Allo de esacuestin,o dela necesidad de precisar cada vez més la tempora- lida, imervnieron los métodos de datacin radiométrica(carbono 14, series de ura- no, potasio-arg...) los andisispolinios (estudio secuenciado de los pélenes de Jas plantas), los paleontoogicos (estudio de los restos esquelticos animales), et. que posiilitaren, en medida de sus distintosrangos de efetvidad, ofrecer fechas yo even- tos para Jos diferentes fenémenos paleecliméticos en series estatigrficas bien con- ‘servadas (como Tas preservadas en los complejos césticos),conformando el cuadro ‘eneral que ahora uilizamos. Un ejemplo de esas aprecaciones es Ia aplicacin del Cid en combinacién con la palinlogia (ademés dela sedimentologtay la paleonto- logia de roedares), que propicis, entre ous, la subdivision del estadial Wirm TV en ‘ues polsaciones mis frfas (Dryas I, I y I) y dos intervals atemperados (Bolling y Alle). Pero todo ello no es sufciente puesto que Ios registros geolégics productos det slaciarismo son demasiado desiguales desde una perspectva tanto cualitatva como ‘cunttaiva, Pr esa raz es imprescindible indagar en otros procesos que permitan cencasillar de forma diane y Fable las anbeladas patciones interas del Pleistoceno, més que nada de las etapas antiguas. En este sentido, podemos decir que hoy en dia NOCIONES,PRINCINOS ¥ CONCEPTOS FUNDAMENTALS 1s Ia investiga custernarista maneia de manera efectiva las abs propercionadas por Jos depsitos mains, en elacin alas escals de ls estadiosistdpicns del oxigeno (O16018), De forma sucina, los fundamertos de este método podrian expicarse de si guiente modo. La base de la cadena tifca marina pare de planctony fitoplanton. Enel plancion se encuentran unos sees micromacroscépicosente Tos que etn dis- tinas especies de moluscos (oraminiferos) may especializados yadaptados alas con diciones medioambientles dominantes, Cuando sobreviene un minim desajuste eli mético (enfriamiento o calentamien de la superficie del agua a causa de las perturbacionesatmosfvcas) esa especies animale, sometidas ela dindmice comin ‘en cualquier grpo faunstico, enen que emigrar actos ambientes mds favorabes 0 ‘mueren; el hibitat que dejan es poblad por cia especie mejor adaptada alas nuevas ‘condiciones. Los restos de los foramieteros muertos descienden por gravedad al l- ‘cho marino, dando lugar a una sere esratgrtica de diferentes especies lo largo de una columna sedimentria continua y aecisa por la sucesia reiterada de este fend ‘meno en el tempo; adem, los niveleinferiores de esa extratigraia tend una ex ccelentepreservcicn al estar libres de la erosion, frente alos depésitos expuestos & los agentes continentales. Al mismo tempo, es posible calcula ls variacones cl rmatcas en funcién del volumen de hieo y de agua det mar através de las propoecio= nes de is6topos de oxigeno que conservan las conchas (carbon cleic) de Tos f0 ‘amines, saber esos moluscos durin su periodo de vida absorbencontinusmente Tos isorapos de oxigeno que permanecen en el agus, ahora bien, cuando sucede un ‘cambio acentuado del clima,e1 O16 seevapora, mientras que el agua se eriquece de ‘O18, de manera que los foramintferosasprarin mis cantidad de O18 que de O16, consstindose as la diferencia ene uaos y otros seg laciaa geoclimatca en que nosencontemos. A esto debemos afade que lo restos biolgicos analizados son ss: cepibles de ser fechados por ls téenieas radiometric, al igual que pueden ser em: pleados para inferc la temperatura de las aguas y, por ende, de los continentes tras {canocer los parimetros ecoldgicas en donde ce desenvuclven las distintas especies. ‘Con todo, hoy por oy, por mediode varios sondeosestatgrficos marinosefe- ‘uados en dstnts puntos del planeta} recoriendo casi todos ls ambiente latitudi- rales, estamos en condiciones de dibuar un marco eronoldgico general plicable prsc- ‘icamente a todo el peistoceno (los lamadosestadios isotpicos). a pesar de la falta e resoluci para las partes mis recientes. No obstane, esa falta de informacién esté pallada en gran medida por la conjuncién de ores discplinas enfocadas os rellenos citsticos(palinologa,secimentologi, et) “Tenemas docomentados cerea dun centenar de estaios durante el Pleistocene, {que son nominados numéticamente. Como convencién, se entiende que un episodio limpar se coresponde con un ambiente atemperado y, por conta, ls pares con pul- saciones fas 0 menos clidas. El Pleitooeno Inferior transcure hata el eta is0- ‘6pico nimero 20. Por oto lado, el Ple'stoceno Medio ita desde el 19 al 6; Ia antigua slaciacion Mindel inepraria los estas isotspicos del 18 al 12, ya que el 19 se e- fere al interplaciar Ginz-Mindel y e: 11 al Mindel-Riss; en conjunto, la primera parte del Pleistoceno Medio posee una duracién dese e780 ka al 370 ka. La Segunda ‘tad del Plestoceno Medio corre patlela al complejo rissiense,o lo que es igual, ‘desde el 370 ka al 128 ka 0 del estaco isot6pico 10 al 6; ahora parece haber uns concomitanciagrosso modo enre las fuctuaciones estadiales-iterestadialesy los 16 MANUAL DE ARTE PREHISTORICO propos estas isotépicos es decir] Ris Ise compara con el estado 10,1 Riss HL on el 9 el Riss If con el 8, et Riss ILI con el 7, el Riss Il con el 6, También ells de uso llevados a cabo con iiles de piedra de os tecnocomplejos achelense y musterense sugieren qu algunos de esos Instruments fueron manejados en un momento dado con un gestorotativo para la pet foracién, probablemente sobre sustandas blandas y madera. Rastreando entre Ios objetos perforados més viejos enconamos dos piczas con orficios en un nivel “Micoquiense (Achelense tard altecedor de 100 ka) del yacimiento alemn de Bocksteinschmiede,y otras en ls ya cados de Bacho Kiro (dos caninos perforados ‘el ive protoauifaciense), La Quina (ds objets) y Pech de 'Aze (nivel Mostrinse, un objeto), ara no extendemos en un listado inoperant,resumiremos comentando que el rnimero total de artefactos prforados es muy redvcido en el Mustriense como para Cconsiderarlo dfiniivo de un universo cultural, peo, ademas, casi la toalidad de las Piezas omamentales yl perforaciones rds proceden de nivelesarqueoligics ads- nlos a conextos materiales aculturades(chatelperrniense, protoaurifaiens...)¥, por tanto, pueden se explicadas como empréstitos de ls sapien sapiens alos nean- derales 0 copias de las manufacturas db aquellos por parte de ésos. En os ejempla- res de mayor antiguedad, lot orifcio presentan un origeneasual 0 natural: ha que- dado demostrado que ls onficios de le coleceign de huesos perforados son debidos ala acc de Tos roedores, las larvas, nordeduras de camivoros, éidos gastos. To mismo que los supuests colgantes de conchas ya que los moluseossulrea el talae dro circular de determinados depredadors (Iisfegos) por el ue accedem al animal de- vorindolo, 38 MANUAL DE ARTE PREHISTORICO. = Colorantes. Los depésits de sustancis colorants en yacimientospreis- téricos, como los Gxidos de hier (hematites w ocres), pueden impliar en los buma- ‘os el conocimiento y Ia distincién del color, la discriminacion potencial entre dife- fenies tonos eromsticos, Ia posbilidad de realizar sefiles en rocas eos soportes como el propio cuerpo, et. El resto arquelégico ha contatad que ls oes son ‘conocido tilizados desde el Pestoceno Medio, pues se dacumentan en numer0- sos enclaves achelenses de Africa, Espafa y Francia. La datacién més alta proviene de lacueva de Wonderwork, en Suda, donde en un nivel Achelense de unos 800 ka aparecieron basantesfragmentos de hemaites y varios crstales de cuarz; asimismo, las fechas de Ios colorants de los yacimients de Zimbagwe (Bambata y Pomongwe) sscienden hasta e125 ka, Por otro lado, se tiene constancia de tro2os de cers y ean tos del mismo material con huells a base de estiaciones de frotamiento que hacen decir su uso como lépices a modo de carboncill, como los casos de Huns en India (cntre 1300-200 ka) y de Bezov en la Replica Checa,y algunos otos menos ro- buables aunque con indcios de biselados en Terra Amata (Francia). El problema esté en averguar sila funcin de ess clorantes fue westtica», por «ejemplo, como adomo corporal o nada més uilitaria,yaque como veremos més ade Tante ls oeesofrecen muchas faetasfuncionale, De cualquier modo, m0 n0s hae sgdo ninguna pintura ni Achelense ni Musteriense, y por supuest, por desgracia, nn- fin cuerpo humano tego. = Enterramientos._ Por otra part, inentamos indagar en las expresiones de a cespirituaidads materialzadas através dels enerramientos de mayer anigedad, cn otras fenomenologlas emanadas de los sedimentosargucolégicos que nos permi ‘an hablar de una preocupacion «metasca» de las poblaciones més vijas ode Ja exis- tencia en sgn setdo de una superesruturaideolgica en el grupo, De eta forms, ‘pera los enteramientos, Ia primera evidencias de esa conduits surgen con los albo 1 del Plestoceno Supesir, es decir, del panorama neandertal, de manera queen nue ‘ro actual estado de conocimiento podemos afrmar que los hominidos anteriores no levaban a cabo este tipo de prictcss. El repertorio de inhumaciones neandersles in cluye los ejemplos fanceses de Chaplle-x-Saints(cverpo en Tosa yuna offend © _ajuar compuesto por restos de animales) y La Fecrassie (Sepultura infantil con una pie 4ra con cpulasy coloreada de hemattes rojo), en Israel tenemos el enterramiento lacompafiado de un presumible sjuar en la cucva de Kebar, yen la de Teschik Tach (Wrbekistn) hallamos un eréneo de nif rodeado de cinco cormamentas de cabrs, sin ‘olvidar layaclsieasepultura de Shanidar en Tak, con el caddver en fosacubierto de ‘cre junto al que depostazon diversesofrendas, entre ellas algunas tan sutilesy dei- cadas desde nuestra perspectiva como un eramo> de flores y alas de mariposas Pero la mayorta de lo enteramientos neandertales fueron excavados de ant ‘quo hoy por hoy esid muy cuestonada su iterpretaign como tales, Fl hecho de la ‘eposicin del difunto en una fosa puede adquirir un carécter més higiénico que deolgico, y las probablesofrendas-ajuares pudieron entrar en contacto con los cuer- pos como consecuencia dela emociGn de los esratos inferior al bri el apujero ‘su posterior relleno con los mismos materiales aa ve, el ocre que recubre mchos ceadéveres lo mismo podria haber sido usado como desinfectate, dada sy cualidad, ‘nds que manifestar una crentacién simbélic a partir de su colo rojo-amaillo. No ‘obstanie, tenemos ejemplares de wofrendae» que permanecen incuestionables, lo cual [NOCIONES,PRINCINOS ¥ CONCHPTOS FINDAMENTALES 39 ‘os planta I psiilidad entre los neasdertales de alguna clase de sito de nde me- tafsio y por tnt la presencia de un easfondo mitico — Canibaliomo. Ota pedctica que tadiionalmenteesté puesta en relacién con el mundo simbelic, ideoldgea o metafsico de las antigua poblaciones es el nibalismo de carz ritual Los vestigios mds claros de una sctividad antropoigicale- janaen el tiempo se detectanen las porionesesqueltias del «Homo antecessor» de ‘Atapucrea con una fecha que se remorta al 780 ka. En cuanto alos neandertles, los individuos comidos (huesos con huells de descamado) o procesados al fuego (par- cialmente quemades)peoceden de los yacimientos de Horus (crineos humanos te- ‘veltos con restos de animales eonsunidos) Krapina (estos humanos quemados), Vindija(esqueleto quemado asociado a una azagaya tipiea aurinaciense) y Zafaraya (restos hamanos fracturados y algunos juemados); también cabe aut el famoso aso dela eabeza de Monte Cizceo (alia) cue sivié para ergumentar a favor de un eulto al ero entre los neandertles, pues fe encontrado en superficie con el orlfcio cc- cipital agrandado atificialmente yrodeado de un ciculo de piedras Pero en nuestros das, el canibaismo ritual esté muy debatido y denostado, aungue lo que sf resulta evidente es que determinados sujet comieron hombres; ain desconocemes la causa exacia de ese comportamiento, si ben la explicacion puede ‘venir de varias direcciones, pues apare de lareligiosidad pido igualmente deberse @ preferencis cuinarias de algunos coestivos que vefan a sus congéneres como man- ares ala neoesidad de no desperdicar cualquier recurs bidico ante la escasez de limentos, y hasta incluso (en los esqueletos ms recientes) podrfamos sugerir que los canfbaies fueron los sapiens sapiens y ao los propios neandetales, siendo la tincin de €stos en ciertas regones europeas mucho més dramitica de lo previsto. — «Zoolarias. Hasta hace poso tempo tenfamos al menos dos indicios de ‘tas preocupaciones metatisics dels neandetales, el conocido eculto al os0>. Las claves docamentales partian de las cuests de Regourdou y Drachenloch, donde al pa- recer los humanos consiryeron fsaso pequetoshitos con piedras evbriendo alos restos esquelticos de ursidos; sin emburgo, ns topamos con la mismas imprecisio- nes del registro al sr trabajos antiguos ejecutados con una técnica de excavacién de- Ficiente para solventar los problens interprotativos que demandamos en la actualidad y con bastante probabilidad ess disposeconestvieron un oxigen natural. A pesar de sto, una reciente excavaciGn puede encauzar de auevo el tema, pues en Ia cueva de Llonfa (Asturias) se han exhumado en un nivel musterense restos de carivoros y herbivoro (leopardoy eabra) dentro de un wcaja confeccionada con lj de piedra (Fores eal, 1999), = Dataciones. Siguiendo nvesrarebusca de los datos que nos permitan des- cubrir los origenes del arte, aos fijaemos en una serie de dataciones numéricas (cfr. infa) obenidas en las mismas marifesacionesansticas rupesrey tube), qe ‘testguan, por un Indo a relativa acigUedad de Ia creaci6n Figurative y, por ot, la luniversalizaién del fendmeno en tol0s los contnentes en las postrimerias del Pleistoceno. Elarte mucble se generaliza a patie del 35/30 ka, Para ilusirar lo dicho, citare- mos, en Aftica, las plaquetas de la Cueva Apolo 11 (Namibia), repesentando varios 40 MANUAL DE ARTE FRERISTORICO snimales a tint plana con fechas que rondan los 26-19 ka (ig 2.7), y ns trracotas on volmenes zoomorfos del yacimiento argelino de la cueva de Afslou datadasal- rededor del 12 ka, Para el Extremo rene, conttmos con una coleeién de fragmen- tos de scars de huevo de avestrz decorados con elementos geométicos de un ri vel del Paeoltico Superior (25 ka) del yacimiento de Patne (Indi) (fg. 2.8); una Porcin de posible azagaya en asta con motivos linesles del enclave de Longgu en China, aparecida igualmente en una capa con industria pleosuperior de unos 13 ka ‘por stim, dos cantos grabados con signos similares del 12 ka procedentes del Abrigo {de Kamikuroiva en Japon (fig. 29) En el Prximo Oriente, aarte de los arcos con ‘Gatricos de Quneitr, el arte figurativo queda definido por un cuadripedo, quizas auido, grabado sobre plaqueta de la estacin de Hayonim (Israel (fig. 210) locali- zalacn una capa Auciaciense,consttyendo el dibujo de animal mas viejo de todo el Levante. En Europa, ls adornos-colgantes ya estén presents, como en Australia, entre el 40-35 ka (trnsito Paleoltico Medio-Superioe) las escultrasnaturalistas en ‘tomo al 34-22 ka (por ejemplo, en Stael; ft. infra) Con respecto al art rapes, si bviamos las acazoletas del abigo del Auditorium, Jas fechas mds tempranas comesponden aestaciones de Australia, en const los pe ttogifos o grabados piqueteados al aire libre de Whartoon Hilly Panaramitee (Amber Land y Cape York) cuyas dataciones cian Ia ralizacion de las Figura geoméircas entre el 45.100-36.400 BP, si bin fs datos fueron suminsirdos al analizar por AMS Jas sustancasonpénicasatrapadas por la pina del grabedo, metodo que hoy en dia per ‘manece en experimentacién; oto yacimiento australian, el Abrigo de Early Man, po- see unos grabados que estuveron eubertos por estratosarqueolépios del 13 ka En el continente americano, la fecha mis vieja la tenemos en los grabados extriores de ‘Coso Ranger (Califrsia), que donaron Unas cronologias de 18 ka y 11.500 BP, pero también fueron consepuidas por medio del sistema comentad en los grabados austa- \ianos asimismo, en Brasil se obwuviron medidas para pintaras ygrabados alrededor del 17 ka (Pea Farad entre el 17 15 ka), y en Los Toldos (Argentina) varios tozos de pared pintada se despendieron y fueron ballados enn nivel arqucolgico fechado en 11 ka. Los documentos paretales mas antiguos de Europa alcanzan los 32 ka en Ia (Cueva Chauvet (Francia) y algunos milenios antes en La Vina (Asturias, Espana). En conclusién, y como dejamos apuntado, a creacin attics al final del Piistoceno no es una circunstanci exclusivamente europea, sino que se extend por todo el mundo (Australia, Americ, Asia y Affca) siempre en fechas acordes con la «colonizacién» de e508 trritorio por parte del Homo sapiens sapiens, aunque tam bien es verdad que en Buropa (sin querer pecar de eurocentisma) realmente sex: Playa en cantidad, o tenemos reunidas més evidencias ‘Asa cosas, manejado todo el regio prehistrico con posiildad de inferencia cen omen alos proiegémenos del ane, poems confirmar que el autético creado del arte es el Homo sapiens sapiens, lo cual, a buen seguro, nos lena de orgllo en cuanto {que es nuestra propia especie la protagonsta de tan trascendente hecho, ero relative mos un poco, pues no sabemos a ciencia cera silos neandetles tenfan la capaci 4e hacer an y no la usaron simplemente ha desaparecido a causa del empleo de ma- terials perecederos,y ademis los primeros sapiens sapiens surgen tondando el 100 ks en Africa y en el Proxim Orient, y no confeccionaron de manera generalizada nada parecido a una expresion aristca hasta bastantes decenas de miles de anos despues, [NOCIONES,PRINCIIOS ¥ CONCHPTOS FUNDAMENTALES 41 Mithen (1998) justfca esa stuasiGn desde la dptica de sus postulados de Ia Arqueologa de la Mente, proveientes dela psicologiacogniiva, donde dstingue us {ro tips de inteligencias, que en sites serian: la tenica (Iabricacién de les se ‘gn modelos meataes), dela historia natural (conocimiento de los recursos aliment ‘is animals y vegetales), social (integrcin ¢identieaién de un grupo) ylingisica (capacidad de lenguae aniculado complejo}; de todas las especies humanas que de- mbularon sore el planta nada mis los sapiens sapiens, nosotos,poscemos lai ‘dex mental necesaria para interconectarlas cuatro intligenias en las demés especies ‘de hombes cada inteligencia eaminaba por su lado con dstnt prados de imbica- ‘in. Luego, el ae surge como consecuencia de esa Nuider cognitive ene ls dis- Linas ineligencias en el Homo sapien sapiens avanzado, puesto que los primeros hombres anatémicamente moderos naidos en Africa y el Proximo Onentealrede- dor del 100 ka no prodcen arte porgu ain no tienen inepradas toda las inteligen- as (fuidez cogitva parcial), al quedar algo aislada Ia inteligenia técnica. La comanicacin verbal para transmit el bagae cultural y establecer la cohe- sin eidentidadgropal seus como moter en las diferentes especies umanas anteriores 8 Peistoceno Superior y probablement fue también sufciemte para los neandertales, pues los andisis de los aparatosfonadors y de las zonas cercbrales del habla, en vir td dela huellas en los endocrneos de los restos files paleoantropolégios, ponen de relieve la posibilidad de emir cients sonidos aiculadosy, por end, la presumi- ble existenca de un lenguaje sonoro desde el gentrco Homo erectus. Determinados autores consideran que la comunicac én verbal junto con la visual es propia del Homo sapiens sapiens y opera a nivel biolégico como un instrumento adapativo, sumentando y cimentando la concienci socal del grupo ala vez que diigeel com- poramiento social del individuo, En laactalidad, | menssje verbal iene una fuerte presencia en nuestra sociedad occidental, pero si dos grupos humanos interacdan y ‘mantienendistintas lengua, la informacién visual pasa a primer plano en la coma ‘acién; pongamos por caso, cuando en =I siglo xV1 de nesta era ls Gedenes religio- ‘sas emplearon como recurso wdidéctico» las imégenesreligiosa oceidentales para leancar el objetivo de I ristanizacion de os indigenas americanos. Sucedi6 algo parecido entre neanderales y sapiens sapiens? Sea como fuere el paradigma actual verifiea que es el Homo sapiens sapiens quien wee la erevolucén» a Europa, con una tecnologia laminar para fa talla del sf Tex, con lo que consigue rentabiliza le materia prima, y les normalizados secun- ) que puede conducr las escorentas hacia un sumiero denominado ponor cuando una d= Tina se despoma o una red de daclasas adguiere un ensanche tal que conecta el en- y hoy como industtia de huesa icis, aunque sabemos gue en su mayor pare ls dsefs inciss respondian mds a necesidadesfuncionaes (Alain y Righud, 1986) que omamentales; 0 sea, es: tarfan destinados entre otras sluciones sl mejor ajuste de la punta de proyecil en el Atl a soporta a resinaocementos y a axmentar la adhereneis,cargar el veneno, pro tdci la entrada de aire en la herida,enejar pequedas piezas de sflex y dotar de més eficaca al ama, No obstante, cuando los rasgostécnicos de a industia dsea inci ‘re complican (sobre todo a pri del Maydaleniense), podemos hablar de decorscion Tongitadinal-geométrca (Corchén, 1987, 0 de la pasmacisn de elementos decorai vos especto a un ee, contindolo o srvindo de marco, — Arpones (i 10). Serfan et ecremo o cabeza, con capacidad de penetrs cién en el animal, de un instrumento muy sofsticado de sistemas de enmangues va- riados(abultamientos basales,perforaciones). Estn reslizados en asa © hueso y se than propueso bastantes reconsruccione: desu uto, como la uni6n de unos cuantos feneldpice de un atl, el metodo de recuperacin de la pieza através de un cotde ylo Aotador ee, La caraciertstica primordial que ls separa de evalquier oto til es la p= sencia de denteso ganchos desacados de un cuerpo longitudinal. En cada prtotipo ‘istinguimos varias zona: extremiad cistl 0 punta (desde el primer dieate al ex- trem, fase (de donde parte ls dents) extremidad proximal o base (seeciOn pars ” MANUAL DE ARTI FREISTORICO ~~ To me Rl Fo 10._Arpons. 1) Marz para la fbrcaién de poner tps deemangues. 2) Arpnes ‘deur de dente. 3) Arpones de dor Nera de donee.) arponesacleses. 5) Arpones on decorcicnfigurativa: a) Rascato,b) Pend, c) Castil, 4} Morin. [ARTE DE LOS GRUPOS PLEDADORES. ARTE MUEBLE 15 ser acopada al stil) y dienes (pore scresaliente dl fuste con numerosasversio- nes sobre las que se fundamenta su clasifcacién Gulien, 1982). Enrelacin a la de- ‘oracin, 10s mosivos estan grabados ystelen ser lineales,habiendo casos contados ‘donde introdajeron algunos temas figureivos; en efecto, son muy’ ratos Ios arpones ‘con imgenes de animales, el epertorio juedara priticamentereducido al caballo {el Pendo,edprido de Rascai, tro de Morin y a oso del Castillo (10, 5). Elarpén es propio dela segunda mitid del Magdsleniense y fue empleado como marcador eronocultual (él director) gracias aun supuesto perfecionamiento pr {resivoy desarolo de sus dintes, De esiamanea euramos oe al Magdaleniease IV (Magdaleniense Medio) le corrsponderien ls primero itubeos de este tipo de arte- facto el protoarpdn (con dienes poco arcades o que sobrsalenescasamente del fuste; el Magdaleniense V (Magdlenierse Supericr)inftingira un mayor despegue (. El Pendo) ‘Se han relacionado con la «mica» com efecto sonoros, ya que provocen un ‘umbido al arse un corde! en el agueroy al hacerlas girar de maners continuada Sobre la cabeza o rtindolas paralelss al cuerpo, Las comrespondencias etnogrdficas Jas vinculan con ceremoniasy rituals, sirviendo de vehfcul sla vor de los antepa- 'sados. Todos los ejemplaresconocidos provenen de horizons culturales de momeatos finales del Pleistoceno Superior — Expénulasalisadores. Existen otra piezas iguslmenteslargedasy apla- rnadas pero mis estrechas, ue por lo comin no osientan peroracign y han merecido ‘varios sustanvos:alisadores, expétulas 0 paletas (fg. 18 B). Estén fabricadae en cosilla 0 asta y se encuentran desde el principio dl Paleolitico Superior, si bien ‘comienzan a ser decoradas en el Magdaleniense con el ecorte en un extemo de Una figura de pezo soln cola, lo que definita el proocpo de esptul, Se ignoran por completo sus usos, aunque el estrngulamieato proporeionado por la forma dela eta caudal del pisciforme permite la suspensién, «la vez que ectia como asidero ‘mango. — Brazaletes (ig. 18 C). Los brazalets y diadomas ponen de relieve un sen- Lido nitido de mato personal. Los ejemplos que tenemos dacumentados en la acta lida proceden sabe todo de acentamienos del Paleoliicn Superior de Europa Oren Fueron confecionados en marl, y los hay de una o ms léminas incurvadas por Ia. ‘accién del vapor; los simples no recibieron decoracin algung, pero en los mayores Jas superficies se rellenan con incsionesrimicas de mesivos geométricos muy ela: borades. Cuenta y abaiorias (Bg. 7). Por imo, este apantado de clementos oF rnamentalesiperforados adquiere una considerable profusion y variedad, asf como un aumpliahorgullacronolgica, puesto que en él habrta qe ilu a todos Jos molus ‘0s taladrados con o sin colorear en rojo, las piezas dentaras agujereada iss o era- badas con disefioslinealeso animalstios, la multtud de aalorios-colgenes en ast, hueso y marfl ete. {Los elementos omamentales a base de cuentas 0 pela, a veces de pocos mil metros, entran en escena desde los primeros momentos de la legada del Homo sapiens sapiens a Baropa y formarian parte de los vestigos mas sgnfiativos de ls empés- tas tecnocultrales entre los hombres moderos y los neandertales, como manifies- tan las piezasperforadas-colganteshalladas en contextos industrials de neandertales «aculturados»(p. eel Chtelprronionse frances y el Ulluiense italiano). De toda esa ingente produce de objeos entresacamot las peas de marfiasta <ée reno y os eaninos superiors atrfieo de los ciervoe, que, sgn parece, tvieron por sf cierto valor estéico-simbdlico, ya que fueron copiads su forma ytextura en [ARTE DELOS GRUPOS FREDADORES. ARTE MUEBL 7 ‘otros materiales (hueso, ast, mineral). Asimismo, los andlisstenol6gicos dels per las (White, 1996; Allard er al. 1997), 2n aparienciapiezasinsignficanes, estén portandoinformacionesreveladors en determinados aspects scioeconmicos [0s _rupos de Paleolitico Superior la cadens operativao proces de fabrcacin de estos adorns pane dela adquisicién del asia maf Ia extaccion de esquirls, confor ‘macién deun bastoncllo matriz, subdivisin de las futuras pels, pulido, perforacién sectionado de las porcions indvidualesacabado lustros0, con un cote temporal de 1-2 horas de media para cada elemento, 1.3, Oneros oe eardcre «aictosor En exe epfrafe, como sucede cuando no sabes algo con cerera ineluimos todas aquelaspiezas de arte mueble que 20 pueden ser clasficadas en ninguno de los dos enunciados anteriores; es decir, todos los objetos euya funcionalidad o probable destino desconocemos en la actalida, de ahi el enrecomillado de lo religioso 0 ideoldgico. No obstante,debemos remarcar que algunas piezs encasiladas traicio- ralmenteaqut presentanhuellsy patina en sectoes coneretos frto de un Uso pro- Tongado, como consecuencia de haber pemanecido un tiempo prendidasenel rope, — of fl ae, i. 19._ A) Caballo de Vogelherd y porcine maf empleadaen sx manafctra. 8) Proceso de fbricacin de wna figura femenina apart de una poein de arf 88 MANUAL DE ARTE PREKISTORICO ‘ransportadas en un «saco»,usadasperdicamente y marcadas con atadidos suoesi- os, et. de tal manera qu estamos Seguros qve pronto contaremos con una explicae «én convincente sobre elas, gracias alos eximenes exkaustivosy minuciosos que se stn levando a cabo con estos materiales, réctcamente todos los objeto bajo esta etgueta son escultrillas de bao re- ‘dondo de animals yfiguraciones humans masculnas ls menos yfemeninas las ms, realizadas mayoritiiamente en mari y a veces en asa ohueso, La manufactra del ‘aril (fig. 19) comienza con una esquirla de formato adecuado, lo cal, de entrad, ‘ondiciona la forma y tamao de la obra al quedar supeditada& una pocion Sea se micireular 0 segment de cfrulo; la configuraién se consiguereduciendo la materia ‘com ils de flex y puliendo con abrasivos mineraes las asta, todo en un tempo ‘’stimado alrededor de unos dos das (48) de taba. Como ejemplos ilustratives citaremos la coleccidn del yacimientoslemén de ‘ogetherd (ig. 36), el hombre-leén de Hohlensein-Stadel (fg. 35), y os modelos elas famosas «venus esteatopigas» (fig. 39), ee (el. infra). 2 Tipos de piezas pétreas Los instruments tics (raspadores, buries, punta... tallados en rocas silceas son eminentementefuncionales, aunque unos pooos prototpos slutenses no resul= tan todo To til que sera previsibe, quis las dimensiones de la piezay el color del slex jugaran un papel destacado diferente al utlitario. ‘Aparte de esto, dsponemos de auténtices obras mobiiares sobre soporte pé treo, como las expuestas a continuacion 2.1. Oareros pe uso comLANO = Lémparas (fg. 20). Las Kimparas (Beaune, 1987) se clasifican en una pi ‘mera insancia como de iruitoabiert (simple placa subhorizontal oconcavidad poco ‘ronunciada natural) en cuanto que desperdician combustible al resbalr éte por la superficie en el estado liquido,y de crcuto cemado que sean las que ahora 108 a ‘Consisten en masas mierales que han sutrido un tratamiento para conseguir una concavidad, can dimensiones que flutan entre los 12-20 em, Las hay muy escctas, simple ahuecamiento central, 0 mucio més elaboradas, con mango y decoraciGn. Ed sintesis, muestran dos pares nities: la activa, que corresponde Ia cubeta y Ia pa siva, que seria el soporte o el vers: cuando surgen los mangos Io hacen desde el fanco cercan al horde, en forma triangular conta © cuadrangular més o menos alar- sada, si bien un saliemté natural service de asidero despejado de la misma mast s0- pone. Algunos ejemplares poseen hasta vertedero par Ia evacuacidn del combustible fundido, que obviamente ess acomodado préximo als labios de Ia cazolets. Tienen rmorfologiasvariadas,siendo las circulars (ovales, oblong, subczculaes con mango indvidualizado) las més comunes. Las ltologta de las rocas de base tambign rec ‘nen un amplioespecro, bundando ls aeniseas, las carbonatadasy lt clits talagmticas. [ARTE DE LOS GRUPOS REDADORES. ARTE MUEBLE 89 Fe. 20. Lémparas.Lanparae sn mango: A) Rochebécude. Limparat con mango tran ‘ular: B) Sot. C) Le Cou. 'D)La Moshe prétomo de cobra en el aver). bamparas con mango euadrangular:B)SoliewcF) Le Serpent.) Lasaux as dos times conse ot grabados ene mango) 90 MANUAL. DE ARTE FREHSTORICO ‘Sobel éenica de fabricacin hallamos asimismo disparidades, como el ahve «ado por percusin (pigueteado 0 marileado) de un canto, el desbastado del soporte por frotcion y abrascn,o a tlla de Ia mattiz ptrea con distntosacabados, desde sscaltura a irregulares Respecto a su oxigen cronol6gico,diremos que abarcan todas las etapas del Paleotico Superior y que fueron localizads en los lugares de habitat y frecuenta- poral que nos ocupa. La «bisuterapaleolftica» estvo basada en piedas de itologas "nuy divenificadas,halléndosepiezas en areniscas, calizas,pizrras. hasta en dn bares (negro y amarillo), incluso algunos files. Las formas ytamafios también r- sultan varados,distinguiendo entre cuentas que engarzadas deinirfan probables co- Haresajorcaset., perlas para ser prendidas 0 cosidas las ropas,colgantes y otros baloros. Ademis dela singular perforacién, algunos prtotipos de colgantes ibn or. rnados ala vez.con incisiones diseando motivoshabituelmente geométicos, gualmente incluimos aur unos cuantos eantosy places de piedra apujereadas, | mayor sin decoraci, que segtn Corchén (1987) efectivamente recuerdah a te. nor desu peso y morfologa los lasres de redesy anzuelo, pero que en ocasiones tn grabadosy forzaran el verios como colgantes 23. OpteTos De cARACTER «nELIcOso» Las obras arsticas en piedracuyo valor ignoramos asumen los mismos earac= teres que aguelas que prefirieron las sustanciasorgnicas como soporte (ef, supra. ‘algan varios jempios par lustar esa fenomenologia. Disponcmos asimiemo de ejemplares de venus esteaopigias, figuras esculpidas de rasposTemeninos, rex, lizadas en distinuasvariedades rocosis, como las rocss earbonatadas dela conocida ‘Venus de Willendoy la menos popular de Tursac, ola erpentina que coniere un pa ‘orama muy abigarado(amarilosy verde) la esultarilas de mujeres del complejo cestico italiano de Grimaldi (ig. 45. 1-4, Los materiales de areniscaofrecen menos resistencia a la talla de figuras, lo cual {acts el desaroo de las espectacularescoleccionesanimalistcas en bultoredondo eos tallerespirensicos de Duruhy (fg. 51, 1-2)¢ Ist, En este imo aparado cabrfa el repertorio de places-plagueta, cantosy blo- ves que albergan motivos grabado ylo pintados de diferentes tema y que no han Visto alteradas sus formas naturales, es decir, se usaron de manera directa tal eomo fueron reeogides, no soportaronningtn tipo de tratamiento ni regularizacion de 38 conto, a excepeisn de unos esasos ejemplos, entre los que estécl canto de cuar- citadel Magdaleniense Inferior cantabrico de Entrefoces (Forte el. 1990), al que ' teavés de Ia tala y el posible pegado de cabello se transform en un rostro humano. CaviruLo 8 TECNICAS ARTISTICO-DECORATIVAS Las ténicas cominmente empleadas en la confeccién de obras pores 0 en la decoraisn de las mismas conciden cen ls del grupo de grabado, relieves inci siones aplicada a todos los distintostipas de sopontes que hemos desert, tanto los ‘orginicos como los inorginicos. Sin embargo, las técnicaspictricas quedaran cei das a los sopores pesos, y, en concrete, las plaquetas y blogues, y mas que nada las de Parpallé (Ganda, Valencia) (igs. 5.66), esto sin menoscabo del uso de los colorantes (hematite) como complements tenico (abrasivo) y para enftiar los sur 0s en algunos grabados y a8 destacarcuids la Bgura, a modo de rlleno de pasta ‘oj (p Bastin del Castillo —fig 8, 1). En los sopores pétreos dl yacimiento valenciane la gama eromética de las pinuras recor un amplio especto, con colo ‘anes negos,amailosyrojs; las tenicas ce aplicaion varian ene ls azos con tinuos que perfilan Ios contornos de annals y signos, ls tintas planas que cubren ‘da Ia anatomia dels eusdrpedos ode manera parcial en tans el ten delantero, {y hasta ls combinacionesplurtécnias ere los pigmentosy distnias modalidades Ge prabados, que resaltany delimitan ls siluetas de los zoomorfs. Pero lo normal, pues, a nivel cuantiativo y generalizao, sera encontrar pezas mostrando disefios @ base de incisiones. Existen bastantesestudios que han tenido ‘como objeto la deteminacién de los sistemas de grabar,ahuecar, et: agut aluire 1mos alos més habitualesy consensuados. Los intrumentos més adecuados para ta bajar las sustanciasduras (hues, marf, piedra) sn ls fabeicados en slex, bien st- les esurdarizades (distnostipos de buile) oon ocasions simples lsc, Los tazados {que dejan en las superficis aectadas senan en principio dos: rabados de secci6n si méticaen V y en U, dependiendo de atsque perpendicular del buri sobre el soporte ¥ del modo de profundzar la incisie:s el éngulo es inferior al recto, provoca una ‘isimetia en ambas variantes (Bg. 22). Para exponcr las modaldades mas corientes de los trazosgrabados sobre obje- {os anttcos treremos a coacion los cass dtectados en las plaquetas del extraori- ‘nario yacimiento de Paralls (ig, 23), sn atender al probable orden cronolégieo de Jos mismos. En primer lugar, dstinguims el tazo simple o monolneal, donde el si- Ineteado del motivo se leva a eabo con un tnico tazado; el tazo dobleo bilineal, ‘uandi el contorn est hecho por dos rarados paralelos el razomiltipleconsste en perilar el disefo con la sucesion de pequedas incisones cortas subparalelas no muy agrupadas, de manera que entre leas quedan espacios libres, y estariamos ante el estriado, cuando esa agrupacia de los trazos es mayer y apenas poderos percibir 94 MANUAL. DE ARTE PRERISTORIOO TILT ATT Po. 22. A) Ditines aot conteuides con am burl I, fn, 2, U, 3, en Vinca, 1B) Bvlucdn dela seein del azo en fancionde as nlnaciones de amano, C) Diferentes “ingulos de aque del bur sobre lo sapere del separ, ATE DELLS GRUPOS IREDADORES, ARTE MUEBLE 95 Fea. 23 singe. B) Tazo doble,C) Trazo mpl exriado, D) Tazo en salembre de espinose simple imerior. B) Tras on lame de expinos desma ado exterior. ) Tazo anacalado, ancho ¥poco profind, prin a aro. l soporte. Cuando a un grabado simple se adosa deforma mis o menos perpen- dicular pequfiostracitos tenemos el alanbre de espinos, que presenta dos versiones simple hacia el interior (los wacitos perpendiculares parte del contorno de la igure hacia adentro siguiendo cient organizacisn), y desmafado hacia el exterior (los tae citosencuestiénestin desorientadosy surgen sobre tdo hacia el exterior de a figur). Eltrazo acanalado mantiene dos angulosen su sein y es ancho-pocoprofundo sin Negara suo; al repasarse el trazo puede aparece el aspecto bifida en el fondo dela incision Por otra parte, ls trazos impress en la mayora de los soportes 6s favore cen otro tipo de aproximaciones \éenicas riz, 1998). La estructura microscdpiea del filo dels ico, por lo general, bul, manifesta cienasiegularidadesdebido a su propia géness (esferas de cuarzo, microvGsiles), esa irregularidades producen una Serie de micoesrias sobre el hueso(anchas,delgadas,dstanciasconstantes entre lla, eettera,enel fondo del taro, lo que se conoce como «eign de baras» (ig. 24 A), 96 MANUAL DE ARTE RERISTORICO mas ambio de direccin, 6) codigo de ro rio daca de pis de La Vor [ARTE DELOS GRUPOS PEDADORES. ARTE MUEBLE ” ‘aracterstico de una materia prima slice en particular, lo cunt identi ‘il urado en un tazado, la intervencin de varios wiles enna misma cbr del mismo fen varias. Ia vez, e gesto del tazado ataque de inicio, cambios de presiony en la firccién, fn del trazo) deja tambien ckrtas marcas muy peculiars en la incision (fig. 24B). Todo exo, junto als éngules de ataque del bul as superposiciones de las linea, Ins direeciones de los tr20s y los aspectosestlistico-formales, permite re- constrir el proceso grafico (Bgs. 24 C / 25 B) dela tepresentaciony, por ende, la autoria, el teritorio de influenia de losis antsas, radiciones culturales, ee 98 [MANUAL DE ARTE PREHISTORICO ia. 26. A) Hueso de ave de Tore. B) Desarrollo dela decoracién pricireuar.C) Fass del proceso pric. Sin embargo, en los soporte péreos, para esos fines esultan muy vélidas las superposiciones de tazos sirvan algunos clemplos, como la sluts simple de cabe lode la placa de hematites del Mapdaleniense Superior de Lumentsa (Barandiarén, 1984) (fig. 25 A), donde se deduce un orden de realizacién empezando per la curva udo determina, gracias alas superposicio~ ‘es de los motivos, tres fuses en el procera grifico (fig. 26), el cual no seguta un es ‘quema «normal» desde nuesiradptica de grabando, pongamos por csso, de izquierda a derecha ompanizando las figuras y cubriendo la superficie, sino que se hizo por sal- tos, reservando huecos intermedios donde al final Theron encajados los dsedos més complejos. Esto mismo —el acople de los motivs en un universodefnido en la mente del artsta— ba sido comprobado en bastntes obras mobiliares. Para experimentat esta problemiica, con un objetivo didéctico en nuestras class, hemos propuesto & Jos alunos qe dityjaran un animal ste un folio en blanco os resultados mayori= tarios centraon la figura en fancign de Is limites prestabecidos del reténgulo de una call, no ocurindosele a nadie utzar slo un éngulo, ni rmucho menos iniiar el dibujo en un lateral yl consinar el tazo y falar pape, gical folio 180 gragor ara termina el contorno po a ota cara como al parecer sued con una experien ia andloga con esquimales a principio de siglo. lay que tener en cuenta que todo lodicho arriba se leva cabo sn esbozos pre ios otrazos para el encuadre, al revés de lo adverido en unos pocos panees de arte rupestre; estos elementos de ayuda técnica no son reconocidos en Ia mayor parte de las coleciones muebles. Para ilusrar algunas excepcionesvéase la figura 27 C, donde reproducimos varias lineas de esbozo en a eecuciGn de unos animales (ea wiangu Tar para ls abezas, éngulo en a quieda ycacrpa de un caballo) de aplaca de Villalba (Gimeno era, 1995), pero los trazos peeguran le anatomia del animal, noel enmar- {ue Sobre el soporte de ls metivos. Por otro lado, la decoracsn dela pezas mobiliares se encuentra condiciona por la naturateza dl soporte y sus dimersiones. Al hilo de ext, deslindamos tes t- os de soportesbéscos almgados, planosy cilindrios Delpone y Mons, 1977), Estos Soporte liberan diferentes supeficies que son sosceptibles de decor, determinanda por ello la obra; esos espacios disponiblesoriginan el campo visual, que es el. rea abarcada mentalmente por el grabador pehstéico sobre la que dstrbuye de modo ‘acjonal los elementos integrantes de hx composicisn pretendida» (Barendiarin, 1984; 127), Ante el campo real del sopore,eVa autora puede reaccionat de varias ‘maneras, ben intenta acaprar todo el campo fisico disponible encuadrando as laf ura (véanse ls rodetes | y 3 de a fig. 16), 0 acomodar el motivo Torzando su dis- posici con distnias soluciones, a veces averadas (aberas vuelta, patasrepleg 2), aunque en eras ocasiones menos aferunadas que conllevan hasta deformaciones {esde nuestro punto de vista stu, sin epercusion en los/aspaleolicos/s), como frabat I euera de natural hacia tris de os cprios hacia adelante (fig. 28 Al) ola atroia de la comamenta de un gran eiervo macho (Tig. 28 A2).., ls animales que dan como constrefidos yatrapados pore soporte, ‘A tenor de esto, partiendo de la lasficacisn de los sopores de Delporte y Mons, Barandirén (1984) define una tgologia de los campos mobiliars y laste , que conaituira la esiructura fundamental que fciitara el recu- brimiento posterior con lienzos de piles. [La etratepia constructive no pusde ser més original y efiaz. Comienza con un zeal levantado con las mandfblas de los proboscdios, as cuales en funcién de su ‘morfologa natural enejan una con ot, entre columnas de mandibulas y a modo de contrafuerte se inserta un hveso largo ce as extremidades. A contnuacién par ni- ‘iar el ciere del espacio y delimitar le bveda en efalsacOpula» son colocadas las ‘efensas de mayor a menor tamao, puss dados sus perilesaxqueados,resultan el ele- mento ms adecuado para ese propésite os interstcis dejados se tapan con las cpulas entrelazadas(huesos planos)qxeactarfan a manera de stejas», para tr ‘at todo el entramado con el eforeaiento de Ia techumbre con los restos de creas 130 MANUAL DE ARTE REBISTORICO y véntebras. Por skimo, el vano de acceso al itrir se resuelve con dos grandes col iilloshineados vericalmente y algin hueso largo, conformando as la sjamba> y el ‘ateo» de enrada dela puerta. Adems, en una de elas introdujeron el eréno pintado tribe aludido, El némero de eepecimenes de mamus aprovechados en cada cons ttuceién difiere, rondando entre lor 20 y 50 individvos. Como comprobamos, Ios argutecios puleolticns sscaron el maximo rendimiento a unos elementos naturales, templeando las dstnias pezas anatmicas en la solucida de los problemas aguite= ‘nos que requeria cada pare del edificio. Eire otras cuestiones, la exisencia de estos fenémenos nos pone en evidencia ‘una planifcacisn del trabajo de indole «comanal» al ser necesaralacolaboraién de ‘eterminadonimero de sujetos para a recogida de las unidades esqueléices, su trans port al lugar elegido (21 toneladas para la habitaciGn n° | de Mezirtchi) y la cons- {ccién propiamente dicha, Por oto lado, esas eificaciones manifesta un carsctet nada presario, ya gue el cose de Ia ereciGny a naturaleza dela mismas impiden set ‘desmontadasytrasiadadas a otro emplazamento dentro del regimen de movilidad de les sociedades predadoras, lego, sean enclaves perdarabes estables en el trio rio, ejeriendo quid de hitos especiales acorde con el concepto de luger de agregs- cin gropalo etergrupal (reunions sociales perGdica), Pero a a vez dentro de al- {guna se levaron a cabo actividades especiales muy alejadas de las tareascotidianas, Fecordemos que en varias han sido docamentados huesos de mamuts decoraos, que fal mismo tempo dificultaran el deambular con comodidad por el interior, cond iéndonos todo a pensar en una ulizacin dels cabaas deca ideolico, y de ahi ‘tentenderlas como los primeros stemplos» slo hay un paso. 14, ARTE MERLE MAGDALENIENSE (14-11 KA BP) El ante mueble de la Europa cenro-oienal durante el Magdaleniense comulga en ineasgenerales con lo expresado en ee periodo ene esto del continent, Volvemos § contemplar unas constantes industrials Y artsticas comunes en un amplio espacio s2oerdfico, considerindose en las regiones que tatames como una cultura intrusiva triunda de Ocsidene ‘Arai de lo anterior, ene ef instrumental 6so encontramos objets de iéticn tipologiay decoracién que los prottipos del Oeste, aunque en menor eantidad que en Europe Occidental, por ejemplo arpones, propulsores,bastonesperforados, azaga- yas, ele, Paa star esta circuneaneiatremos a colacin (Big. 42 el fragmento de prapulsor de la cueva de Kesslerlock (Suiza) con una representacin en bulto e- Sando de Ia cabeza de un baey almizclero, los bastones perforados de las cuevas de PPekarna (Replica Checa), Kesslerloch con el grabado de un reno «pastando>, \Veytier (Suiza) un eéprido completo en una cara motivos ramiformes en la ots, elerfels (Alemania) condos reos en fia, ete. ‘Una caracteristcs dl arte Magdaleniense es la de su notable natralismo, con snimals verace repletos de detalles anatGmicos eomplementazios que cnfieren los rodeos un gran realism. Sin embargo, ahora se extiende el tema femenino expre Sado con unos convencionalismos exists muy particulare, en conereto, la figu- facign de sileasfemeninasesilizadasysintica (fig. 31 CM) —et supra—, donde en el mejor de los casos sobresalen del contoro las protuberancias de los Senos y [ARTE DELOS GRUPOSPREDADORES.ARTEMUBLE BI Frc, 42. Magdaleninse. A) Bostén de Veer. B) Plaguta de Deravd. Cy D) Costas ‘de Perna com el desarrollo de los moter. EJ) Dies animalisios dels plaqutas de (Ginneredot _ldteos. Estin confeccionadas en sopores variados:hueso, mal, minerales, oinc- ‘sas en placas, mostrando una dversiieulafoncionlida al loealizaras en los sitios Slemanes en vesin de adomoscolgartes de azabache (Peersfels), esculturllas de ‘marly asta (Nebra 0 tapizando el pise de cabafas (GOmnersdort. Su dspersi6n te- ‘terial tmbién es acusada, con ejemplares desde Aquitania al Orse, hasta Moravia en el Este, si bien los oocidentales S60 estén grabados en soportes r0cos0s tanto mo- billares como paretats. Pero sin discusin, el yacimiento Je mayor importancia, «nivel numérico, para cl esudio de este po de imigenesfemenias es Gonnersdr (Alemania) —12500 BP—, se, junto con su vecino Andemach (Bosinsk, 1982), son campamentos magdale- Toy 132 [MANUAL DE ARTE REISTORICO nienses al are libre sobre ambas orillas del Rhin, de cabaas circulars de unos ‘eine metros cuadrados. Curosamente el suelo del espacio interior de las viviendas fu enlsado Hieralmente con centenares de plaqueas-places de pizarra ycliza de oi- gen local, les cuales fueron usadas a modo de cenceradoss, es decir al grabarse so- ‘re elas, el diveno era perceptible mientras estaba fresco através del polvllolevan- tado por el razado, una ver desaparecio éste,sdlo permanece la huella del dibajo ‘onverigo en levesincsionesinapreciables, promovicndo as la reutlizacion del so- pore. Este proceso y el uso reiterad de las placas dieron como consecuenci la con ervacién de infinidad de motives, en ocasiones muy imbricados en una dna pieza ‘Adem, se ha atestiguado que el sistema era acumltivo, en cuanto que sobre una placa fue grabado un determinado animal enmarcado en el eampo disponible y que {ras a fratura del soporte procedieron a ecielar Ios fragmentos para volver a grabar cencllos. [Los perfilesfemeninos de Ginnersdor-Andemach, aparte de su eleva cuan fa, presenta una alta vaviedad formal, apreciandose tod as fasesintermedias entre las figuras més evolucionadas (con bfaos, perma, senos y nalgas) hasta la simple ‘esquematizacin (azo vertical y curva de os ghtees) aunque nunca surge dibujada Tn cabeza Las siluetas de mujeres suele estar asociadas, o sea, comparten el espacio ‘en parejas on hileras de hasta neve personajes, como indcando una escena de danza, recuérdse la composicidn de cuatro féminas con el cuerpo rayado y una de ells por tando un nifo a su espalda (ig. 31 C). Asimismo, en los dos yacimientos, al margen fe esos contornos incivos sobre plaguetas, e! tema fue eoncebido igualmente en so- pore exento:esculturilas de marily asta ‘Obviando la temsticafemenina tan estereosipada, Gonnersdor!-Andemach ate soran un importante eleneo de arquetipos geométicos (ctculos, haces rectiinos..) ¥y animalisticos grabados en peda (fig. 42 E1). Los zoomorfos acogen un repertrio {e cuadripedos de ambient ff (caballo, mam, rincceronte lan, reno) y expe cies templadas(cérvidos,edpidos,uros y eamivoros), asf como especimenes be avi- fauna y foeas (en un lugar queen a 6pocadistaba mas de 500 km de la costa), todos sisefados con un acentuado realismo de proporciones corretas y mulitud de deta- lies anat6micos (pela, oj0, oe, pezutas,rabo, ec) ‘Con el fin de completa el panorama figurativo dl Oriente europeo, remos por dkimo los animales tan naturalistas de Ta plagueta del carpamento al aire libre de Deravé (crea de Page) (Bg. 42 B), que ofrece un magnifico tren delantero de céprido, Tas wescenas» de aballospastando y bsontesTuchando grabadas sobre ceueva de Pekima (Tig. 42.C y D). 2. Zona franco-cantabrica Es la reg clisia del are pleolitico,tradicionalmenteabarca la mitad sur de Francia y la Comisa Cantbrica (Astras, Cantabria, Pas Vasc), aunque hoy se iende a ampli el rea inclayendo el Oriente de Galicia (Lugo), Navara y el nore de Arag6o ¥ Cataluta (veriene sur de los Pirineos), con el limite meridional en el Ebro alia. ‘niraagut de manera convencional, al sntonizar en determinados momentos con ls premisas emanadas de mundo fanco-cantsrico, pero en otras demuestra influencias ‘ento-europeas y hasta una evolucin propia ARTE BE LOS GRUPOS PREDADORES. ARTE MUEDLE 133 Fra. 43._Auritaciense, A) Vulva y cacletar de La Ferrste. B) Zoomorfo y probable ‘ula de Caller C) Zoomorfos de OrlleEnfer. D) Cuadripedo de Blcoyre. E Cuaros trateros de caballo sobre hero de Homes de la Pea 2.1. ARTE MUEELE AURIRACIENSE (C, 35-30 KA BP) Al contraro queen la zona antescitada las primeras manifetaciones antcas ‘mobiliars del seta franco-cantabrico ion muy escasasy na elocventes, demasiado ‘esevetasy simplsts comparadas con ls esculturas de mari realists de, por ejem- lo, las colecconesalemanas.Tenemossignos, motivosSexualespacalesy cundripedos {de difcl lasfeacig taxondmica debilo a Ia imprecisi de sus anatomia. Por ora Dire, se consatantecnocomplejos industrials, coma el Chatelperoniense, asertos 4 grupos de neandertales que interactian coa los hombres modernos y en cuyos ‘eisttos materiales destacan algunos elementos perfrados y para la suspensin. [Los soportes 6seos del Auridaciense apenas materializan otra cosa que ador- noslcolganesy fragmentos con leas sels, aunque, eso sf, en abundancia Eis {ado casi total queda completado por dos piezasplanas con puntformes y rayas (os calendars lunares de los abrigos Blanchard y Lartet —c. infra), un objeto en Forma de faloexento del Yacimiento de Blanchard y una figura humana poco nature- 134 MANUAL ARTE PRERISTORICO lista grabeda del abrigo Cro-Magnon (Gig. 71 B). Quizés s6lo se escapade este am- bene empobrecido, en lo relaivo al guratvismo, el hueso de caballo con los euar- tos traseros del mismo animal grabado de Horaos de la Pea (fig. 43 E). ‘Respect los soportes petcos, parece exstr un estilo comin en una zona es- tringida, en conereto enclaves muy préximos de Dordofi, que decoranbiogues de 0- ‘cas earbonatadas locales; batanes de ellos sutrieron el desprendimiento de su ub tacién parietal primi y aparecen eglotinados o descansando sobre niveles lurifiacienses. En esos blogues se grabaron dsefios valvaes,cpalas (paquets ce- “oles u oquedades)y animales indeterminados 0 de problemitica especiicacion (ig. 43.0); sobresale el conjunto de La Fersie (ig. 43 A) con 20 Bloque, uno de basta 99 x 50 em y diversas valvas en bajoreieve; en el Abigo de Blanchard fueron (Hg. 45 N), cesculpda sobre una lossy de similares eaactristiensanamicas que la primera tam bin estaba pintada de rojo y eleva unt mano, en esta ocasén la iaguitd, que S08 tiene un objeto inesgnito por causa de su mal estado de preservacidn, Se diferencia por el mejor acabado de Ia cabeza deexta tia, a base de un retculado que sugiere el etocado 0 peinado» tanto de la venus de Willendor como de «La dama de la ca- pucha» de Brassempouy, y otros modelos orientales. Préximas a las dos precedentes fue descubierta «La Venus de Berlin» (fig. 45 0), hoy desaparecida, de andlogos componente figurativosy ténicos que sus vecinas, sujetando ala vez eon lamano derecha un istrumento de forma se- ricircular. ‘Ota piezs, la conocida como «El aipe» (fi. 45 P), conten el dist simétrico e dos mujeres, de morfetipos afines «los de las antepuestas, acopladas y opuestas por la ciatura, de ahi el sustantivo de mipe en comparacin con las figuras de la ba ‘aja francesa, El limo Bloque esculpido con sereshumanos difere de los hasta ahora enn ciados, es el denominado como «El cazador» (ig. 45 M). El resto de los indviduos ‘mostraban una perspeciva frontal y, sa embargo, la que nos ocupalo ace de perfil con un brazo extendido en actitud de arojar un venablo; pero debido a esa postura ‘esula comprometido deduct su géner, pues sen agin caso se vio como figura mas- calina, con incluso una util ndieacién del flo, igual podri aludit a una muje euyo eno quedabs oeulto como conseevenea de I poici6n del braza En Laussel fueron exhumados mis bloques en esa misma érea, con los grabe- dos de un caballo y una ciervaente ots zoomorfos de uestonableclasfiacion ta ‘xonémica. En resumen, estarfamos ane el conjunto escultrico de mayer antighedad, de una calidad artsticainasual en una organizacin espacial compleja que acota un enero reserva, caine pesons nests oes y animals qe sca ‘ans el espacio, 138 MANUAL D5 ARTE REISTORICO Fa 46, Solurense, A) Ave on buts redondo de El Buck. B) Huesos con tars parados de Las Caldas. C)Blogue con caballo ures escupidos de Roc-de-Sers. D) Blue con ca balla roy antropomorfoesclpdo de Roc-de-ers. E) Bloque con wos esclpidos de Le Fourneu du Dil. 2.3, ARTE MUEBLE SOLITRENSE (20-16 KA BP) Durante este periodo el arte mobliar es relativamente escaso, aunque aprecie- ‘mos un progresivo aumento en el mero de plagues y cantos decorados, a base de diseios faunsticos poco naturalistas, junto con industria Gsea y adomnos con elemen tos simples lineales, Quids habia qu destacar los prolegémenos de un recurso te nico que adquitirt una amplisrepercusin en etpas posteriores, ose, el inicio del trabajo de huesos recartados,cicunstanciaraificada por un ave esclpida en colmi- lo de oso de El Buxu en el Cantibrico (Corchén, 1994) (ig. 46). Enlazando.con los bajorrelieves de Lausel,comentaemos un par de yacimien- tos que eabrfan en el concepto ée arte rupete, pero alos que los hacemos referencia aguf en cuanto responden a bloques movibles. Se trata de las esculturas de Roe-de- Sers y Le Fourneau-du-Ditbe (Hg. 46 C-E), enclaves distantes tan sOlo alrededor fe 30 km ARTE DELOS GRUPOS PREDADORES, ARTE MUEBLE 139 En Roc-de-Sers se documents a principios de siglo un autético frso escul~ pido con bajorrelieves de animales y ana figura humana, Consttuyen vn total de ‘once Blogues de considerabes tamacs, cinco en posicig ms o menos orginal y el resto desplazados por razones de delizamientos. Ea el fs0, in sit, tallaron var ‘ios caballos, un bisonte y una probable escena de un bucy atacando a un perso- aaje; en los demas bloques, de peor eonservacion, hay Figurados renos, bisoates y tun excelente grupo de dos cipridosafiontados. La constraccion de la fauna en ge- ‘eral es bastante relist, si bien guarlan cies desproporciones anaiSmieas que Je otorgan un aie aeaico, sobre todo sire las pequeias cabezas en relacion alos macizos euerpos De los hallazgos de Le Fourneeud-Diable despunta un blogue de medio me- «10 etbco con los relieves de, seguro, cuatro uros de ambiente esilistico muy corr Tacionable con Roc-de-Sers, ds de ls bovinos dspuestos en ocultamiento parcial de uno sobre otro, ofreiendo as un acusado sentido de perspective 24. ARTE MUEBLE MACDALEWENSE (€ 16:11 KA) En este horizone teencculturl hens de estableer al menos do subdvisiones: Magdaleniense Antiguo (Areaico, Inferior) y Superoe (Medio, Superoe y Fina), en func dels divergencas formales y vanttivas dvivaas dl registro de arte mo- bili 24.1, Magdaleniense Antiguo (c, 16-14 ka) Durante el principio del Magdaleienseno se vislambra una rupture dria con respecto alos ednones Figuativos de las etapas precedents ni un inremento desme- surado en la produce de objetas decorados, Con el Magdaleniense IIT canibico-facies Juyo (Utila, 1990) asisimos a un tipo de manifestacién mobiliar (14.480'+ 250 BP por AMS de una pieza) muy pari- ‘cla, con extapolacisn al émbitorupeste. nivel global, podemos decir que con- sisten Ia representacin animalistica, por lo comin ciervas, usando laténica de gra- budo estriado, dfinda asimismo eomoclarooscuo o de moselado de tazo multe, pues al resolver de ese modo solo algunas partes anat6micas del animal le confiee Certo volumen,resaltando el pecho, a veces el abdomen, y més que nada la zona in- Fevior de la mandibula y cuello. Los sogortes mis usuales para este sistema de grabar son os huesos plans: escapulasy costlas. La téenica de grabado estriado tiene una mayor amplitud cronol6gieay geogré- fica de la que aqui exponemos,ineluso 2s apicada ala ttalidad de a sluet animal pero les modelos que ahora considerans presentan un estilo y caracteres muy ho- ‘mogéneos, resultando pr ello eémoda sv individualizacion del rest, En la actualidad ‘quedan consietidos en un sector relatiaente pequeto de la cosa septenrional de Ta Peninsula Iorica como son los yacinientos de Altamira, Castillo, El Cie, Juyo, Rascafo, et. (fig. 47 A-G), aunque los cos primers einen el mayor nimero de ee plares: 33 Casilloy 7 Altamira, ‘A finde complement el horizonteanstico de a primera mitad det Magdaleniense citaremos el instrumental dse0 de uso venatorio y cotidiano decorado ¢on moivos Fo 47. Magdalenense Inferior. Cieras de azo exrado. A-B) Cast. C) Rascato. DeF) Altamira. G) Ino. H) Placa és colganteconuro de Bmort 1) ompresorretca ‘dor con cprios de Bolinkob, lineaes no fgurativs,longitudinal-geométrco de Corchén (1986), y otros més el borados que incluyen zigzag, éngulos,escaliformes,rombos y ectiformes (especie de pentégono que recordaba el echo de una cabafa. Para ilasrr lo figurative men- ‘ionaremos los ejemplos cantbrios siguientes: compresor de Bolinkoba (fila de dos ‘épridos en peril absoluto) y placa de Balmori (ur), ambos de dsetosfaunistcos uy esquematcos (fig. 47 He D, 242. Magdaleniense Superior (14-11 ka) CCoincide con la explosinartistca por excelencia, con prototipos que atien den a lacalifcacin inexcusable de auténicas obras de ane, de Indole ultra ono, [ARTE LOS GRUPOSPREDADORES. ARTE MUEBLE 141 ¥y empleando pricticamente todas las clases de soportes imaginabes, tanto de ot ‘Ben mineral como orgénico. Como vinos al relaciona las piczas de Europa centro- ‘oriental, el arte del final del Pleistocen> Superior aleanza las maximas cots de per feccintéenica y calidad estética, dessrolando en las imgenesfaunistics lo que seha dado en lamar realismo frogrdfico, de unas cualidads arias insuperabes, realizadas con un instrumental reducido ities de sflex, lo cual, si eabe, ayuda & sumentar su valor. EE ndmero de yacimientos que prporcionaron objetosarticos se cuentan por cientosy las piezas mobiliares por miles. Es en ese momento del Magdaleniense, en concreto alo largo de su etapa intermedia (Magdaleniense IV o Medi) y inl, ‘cuando el ate transportable se explayacon toda su prfusign y vaiedad, confeccio- nando un infin de les en hues, asta © maf bastones petorados, propulsors, va nillas,azagayas,arpones, rodetes,contoros recorados, bramaderas, espatulas.) _rabando en plaquetas,plaas, canto, bloques o fragmento dseos, esclpiend en arenscay hasta modelando en arella ‘A consecuencia de esa enorme cantidad de obra, serfa un esfuerzafmprobo traerlas todas a colacisn en estas pagina, de ahi que optemos por esefar elgunasco- lecciones & modo ilstaivo, Del acervo de elementos de uso venaorio o de presumible caricterarrojadiza estacan por su decoracién las varias ciindrices y plano-converss (ig. (1). Los ‘motivo suelen recurrr a figuras geomeéricas (haces de recas, escaliformes, medias- unas, Angulos...), colocadas por lo normal de manera longitudinal al ce en el Magdaleniense Medio y en rgisos trnsversles en el Magdaleninse Superior. Su repartcion geogrdfia es muy notable, abareando el Cantdbico,sendasverintes de los Prineos y Francia. Dentro del conjunto de varias segregamos un lot (vafilla de ‘volutas) del Magdaleniense Medio que muestran una omamentaciGn especifca muy compe y barocaa base de espirales, neandos,eteulos conotnties., levidas & cabo con incsiones muy profundas yl excisions, que conforman un grupo regional

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