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Esther Wiesenfeld.
Universidad Central de Venezuela.
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humanos, el compromiso con la actividad política orientada al cambio social y una actitud
científica dirigida a la investigación y conceptualización, aspectos de difícil integración.
De acuerdo con Rappaport, los paradigmas psicológicos no han sido diseñados para
dar cuenta de los problemas que la PC quiere resolver por centrarse en la persona y no en su
ambiente, en la adaptación de la persona al ambiente y no en el ajuste entre ambos (enfoque
ecológico); por fundamentarse en la fe en la autoridad y no reivindicar el derecho a la
diversidad y el acceso equitativo de oportunidades para un mayor poder y control sobre sus
vidas. Sugiere, en consecuencia, desarrollar un nuevo paradigma que considere estos
problemas.
En las ciencias sociales, a juicio de Rappaport, puede haber más de una manera de
ver estos problemas; por lo tanto, podrá haber más de un paradigma. Por otra parte, dada la
eficacia relativa de los paradigmas, ya quede lo contrario no cumplirían la función de
orientar a la búsqueda de problemas, debemos identificar los aportes de los paradigmas
existentes para la PC, tanto en lo conceptual como en lo metodológico. Para Kuhn (1975),
por el contrario, los paradigmas son incompatibles entre sí ya que el surgimiento de uno
nuevo implica la caducidad del anterior para dar cuenta de problemas relevantes y en
consecuencia el nuevo chocará con los supuestos básicos del viejo. Comparto con
Rappaport el empleo del término paradigma de una manera laxa, en virtud de que el cuerpo
de conocimientos que es necesario generar para consolidar un paradigma es imposible
tenerlo en su punto de partida sin que ello desmerezca la calidad de dichos conocimientos.
Con base en estas consideraciones Rappaport utiliza los términos, marcos, modelos,
orientaciones, paradigma, de una manera indistinta.
Todos los aspectos señalados conducen a una redefinición del rol del psicólogo ó
psicóloga comunitario como el de un colaborador efectivo. Dokecki (1992) concibe ese rol
como el de un practicante reflexivo-generativo (reflexive-generative practitioner,, p. 27) lo
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cual es una combinación del practicante reflexivo propuesto por Schon en 1983 y del
teórico generativo descrito por Gergen en 1978. El primero es un interventor que intenta
contribuir al bienestar humano a través del intercambio entre el uso y la generación del
conocimiento, visto a través del desarrollo teórico contribuir al bienestar humano guiado
por un conjunto de valores. Este rol es cónsono a la estrategia de la investigación acción, la
cual “... es un ciclo generador de conocimiento que comienza y culmina con la práctica, y
que a lo largo del proceso emplea de manera sistemática la investigación y la reflexión...”
(p. 20). La fortaleza del campo está en su actividad social.
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de un paradigma único que hasta el presente ha orientado el desarrollo del campo, o si
asumiendo su diversidad aboga por su integración. De la posición de Dokecki en lo
metodológico, se desprende un pluralismo paradigmático con el que aparentemente
concuerda Newbrough. ¿Es todo posible a la luz de los tres criterios que de acuerdo a Guba
(1990) definen un paradigma: el ontológico, el epistemológico y el metodológico? ¿Implica
lo anteriormente expuesto reconocer que es posible combinar aspectos de diferentes
paradigmas e incluirlos en uno nuevo, o que es posible desarrollar uno nuevo que requiera
de otros para ampliar la comprensión y solución de los problemas? Responder esto resulta
muy ambicioso, sin embargo es factible iniciar la búsqueda de respuestas a estas
interrogantes delimitando la tarea al análisis del quehacer de la PC en una región específica,
donde la disciplina ha tenido un desarrollo propio: América Latina. Por otra parte y para
efectos de este trabajo, intentaremos detectar las orientaciones teóricas de diferentes países
de la región a partir del análisis de casos de intervención comunitaria así como de artículos
teóricos.
Algunas consideraciones.
En América Latina son los psicólogos y psicólogas sociales quienes, haciéndose eco
e los cuestionamientos a la psicología social en la década del setenta promueven un giro de
la disciplina orientado hacia la aplicación del conocimiento en la solución de los problemas
sociales. Este cuestionamiento motivó a los profesionales del área a movilizarse, salir del
aula e ir a los contextos en los que los problemas sociales se estaban manifestando, siendo
las comunidades, particularmente marginales, una de las más representativas.
... la rama de la psicología cuyo objeto es el estudio de los factores psicosociales que
permitan desarrollar, fomentar y mantener el control y poder que los individuos pueden
ejerces sobre su ambiente individual y social para solucionar problemas que los aquejan y
lograr cambios en esos ambientes y en la estructura social (Montero, 1984, p. 390).
Desde sus inicios, son numerosas las experiencias llevadas a cabo en comunidades
por los profesionales de la psicología social. Es notable, sin embargo, el énfasis aplicado en
estas experiencias, que va en detrimento del desarrollo teórico de la disciplina. En efecto, el
papel de psicólogos y psicólogas comunitarios se convierte en el de facilitadores, cuyos
conocimientos y grado de compromiso con la comunidad contribuyen a que ésta se
organice y participe activamente en la solución de sus problemas a través de la toma de
conciencia de su posición dentro de la sociedad y del cuestionamiento a la misma, apoyada
en la metodología de la investigación-acción participativa. Pero cabe preguntarse: ¿Cuáles
son los fundamentos teóricos que orientan estas experiencias? ¿Pertenecen éstos a un
mismo paradigma? ¿ a cuáles?.
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La revisión y análisis de artículos, tesis y trabajos de investigación en el área
realizados en algunos países de América Latina (Brasil, Colombia, Chile, México, Puerto
Rico, Venezuela), revelan el empleo de diferentes paradigmas aún dentro de un mismo
proyecto (Sánchez y Wiesenfeld, 1991).
Brasil
Los trabajos detectados en este país fueron ampliados con base en dos etapas de su
desarrollo: la primera que culmina en 1981 con el Primer Encuentro Regional de Psicología
de la Comunidad realizado en Sao Paulo, en el cual se analizaron trabajos realizados
durante la década del setenta, y la segunda que recoge trabajos realizados entre 1981 y
1988, los cuales fueron discutidos en el Segundo Encuentro Regional en Belo Horizonte en
1988. Ambos encuentros fueron organizados por la ABRAPSO (Asociación Brasilera de
Psicología Social).En el primero se notó la mayor atención en la educación popular,
orientada por los principios de. Concientización y problematización de Paulo Freire. Se
aspiraba a que a través de estos dos procesos se lograse una organización y movilización de
las comunidades en la solución de sus problemas. También encontramos trabajos orientados
a la acción clínica con énfasis del psicólogo por considerar que la misma asume una visión
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fragmentada del ser humano al abordar de manera independiente los procesos
mencionados: educación y aprendizaje, terapia y concientización. Lo común a los tres
procesos es la relación grupal, que a juicio de las autoras es la que permite descubrir
nuestra individualidad, la realidad y la sociedad. Consideran al ser humano como una
totalidad y demandan respuestas acerca de la especificidad psicológica de la práctica
comunitaria.
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de la conciencia y de la práxis. Es este un paradigma que caracteriza a la teoría crítica de
corte marxista.
Colombia.
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inmediata de solución antes que estrategias a largo plazo. Los estudios e intervenciones
descritos se han efectuado con métodos y diseños convencionales: modalidades casi
experimentales y estudios de campo, diseños aleatorios o autoseleccionados, técnicas como
la entrevista, la encuesta, registros observacionales, diferencial semántico, escalas,
cuestionarios, y se recurre a técnicas de análisis tanto cualitativas como cuantitativas. La
investigación acción es, según Granada, un ideal más que un logro, ya que los intentos de
promover la participación de la comunidad no suelen pasar de la etapa de diagnóstico y
planeación de la acción. En consecuencia las fases de diseño, ejecución y evaluación no son
tan participativas, y representan un reto que deben enfrentar los investigadores e
investigadoras.
Chile.
El caso de Chile reviste un interés particular dado que ese país estuvo sujeto a un
régimen dictatorial durante una etapa importante del desarrollo de la PSC en América
Latina, de allí que la misma tuvo una evolución diferente a la del resto de los países
analizados en este trabajo.
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El desarrollo comunitario persigue como objetivo el desarrollo de los recursos y
potencialidades de las comunidades para la solución de sus problemas. Se requiere, en
consecuencia, identificar junto con la comunidad ambos aspectos: recursos y problemas, y a
partir de la reflexión de los mismos, promover la participación comunitaria en su solución.
En este enfoque hay una clara orientación hacia la intervención o praxis, sin embargo la
dimensión teórica, crítica, investigativa, parece relegada. Como referencias conceptuales
Krause Jacob cita a Alinski (1971) y Rothman (1974), los cuales proponen guías o modelos
para la acción. La descripción de esta orientación está basada en el relato de una
experiencia de una villa seriamente dañada desde el punto de vista físico por el régimen
militar. En dicha villa se logró organizar a la comunidad y motivarla hacia la promoción de
la salud a través del desarrollo de redes sociales.
En los dos primeros casos se nota un compromiso político del profesional con las
comunidades pobres y una orientación hacia el desarrollo y participación de diferentes vías.
Nos encontramos ante el caso en el que no está explicitado el modelo teórico, más aún, no
hay una relación entre el práxis y la generación del conocimiento popular, el mismo no se
incorpora a la reflexión teórica del profesional. La actividad práctica tampoco está
claramente orientada por la metodología de la investigación-acción-participativa, y los
principios de Freire son utilizados como herramientas para la acción. Podemos concluir que
la PSC en Chile requiere de la consideración de esta limitación a fin de promover su
desarrollo para enfrentar los apremiantes problemas de esa realidad, factibles de abordar en
virtud del cambio reciente de régimen político.
México.
En México no hay una influencia teórica dominante en la PSC, existe más bien un
análisis crítico de teorías tradicionales del desarrollo y un intento de vincular la práxis
comunitaria con los temas de preocupación de la psicología social.
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enfoque humanista de C. Rogers que promueve el desarrollo humano por medio de la
participación y actualización, se trabaja también la pasividad y la falta de poder
(Universidad Iberoamericana), el modelo ecológico transaccional propuesto por
Newbrough (1973, citado por Reid y Aguilar, 1991) (ITESO), el enfoque de las
representaciones sociales de S. Moscovici, destacando el papel de las minorías activas y su
participación activa para la solución de sus problemas (COAHUILA), el análisis conductual
aplicado (Universidad Nacional autónoma, ENEP Iztacala), el análisis crítico basado en la
teoría marxista, psicoanálisis y el concepto de conciencia, que intenta clarificar los procesos
grupales a través de la autorreflexión, inspirado en el enfoque de los grupos operativos de
Pichon Riviere (1977, citado por Reid y Aguilar, 1991), el cual parte del principio de que
para cambiar las condiciones de vida de un grupo es necesario comenzar analizando dicho
grupo. También se han estudiado los temas de la marginalidad, vida cotidiana, cultura
popular, movimientos sociales, atribución, identidad social, y se ha analizado su aplicación
en los procesos de intervención comunitaria, se han empleado conceptos de la psicología
ambiental para analizar problemas ambientales de la comunidad: espacio personal,
privacidad, percepción, representación y apropiación del espacio.
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áreas de juego, trabajo con mujeres para su alfabetización, adquisición de destrezas
artesanales, talleres de educación popular, usos del espacio urbano, satisfacción con el
proyecto de vivienda ofrecido, etc.).
Puerto Rico.
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investigador con los sectores oprimidos de la sociedad. Dichas premisas están basadas en el
constructivismo social y en la necesidad de cambio social, regido éste por las nociones de
empowerment (fortalecimiento o potenciación) que implica un aumento progresivo del
poder y control de las personas sobre su ambiente para reducir la opresión y mejorar su
calidad de vida. Adicionalmente emplean los conceptos de desarrollo de la comunidad y
problematización. El primero requiere la participación activa de la comunidad y un
incremento en la confianza en sí mismos (Ander Egg, 1980, citado por Serrano-García y
López Sánchez, 1991b). La problematización consiste en el cuestionamiento de situaciones
consideradas naturales y su análisis crítico a nivel colectivo, con el fin de considerarlas
como producto de la realidad social e históricamente construidas (Freire, 1974). Este marco
conceptual orienta las intervenciones de la comunidad hacia la concientización de sus
miembros sobre los problemas sociales.
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éxito de las experiencias por ellos descritas revela que los paradigmas no son incompatibles
sino combinables, al menos entre las dimensiones ontológica y epistemológica de uno
respecto a la metodología del otro?.
Venezuela.
Las técnicas para la recolección de información e intervención han incluido tanto los
procedimientos tradicionales como las entrevistas individuales o grupales, cuestionarios,
reflexión grupal sobre materiales impresos, la observación, hasta los registros fotográficos,
registros anecdóticos, técnicas de dinámica de grupos, dibujos colectivos, debates,
periódico hablado, entre otros.
Los problemas abordados han sido de diversa naturaleza: a) mejorar los servicios de
salud en la incorporación de sus miembros a dichos servicios. Como una derivación de la
reflexión-acción, se trabajó el desarrollo lingüístico, debido a que los miembros de la
comunidad coincidieron en que la pobreza del lenguaje interfería en la construcción y
análisis crítico de su realidad, b) pavimentación de las rutas principales de acceso a la
comunidad, construcción y equipamiento de cuatro escuelas rurales, electrificación de área
circundantes, equipamiento de una clínica dental, organización de una biblioteca pública,
construcción de un parque, creación de una tienda de consumo popular, y un mercado
campesino, reparación del sistema de drenaje y del acueducto del pueblo, c) la autogestión
de una comunidad en el diseño y construcción de sus viviendas, al cual se añadieron
posteriormente la construcción de un preescolar, de un parque infantil, la alfabetización de
la comunidad, d) mejoramiento de las condiciones ambientales de una comunidad a través
de la creación de tecnologías alternativas no contaminantes destinadas al reciclaje de
residuos sólidos, el uso de métodos orgánicos en la agricultura, la creación de un programa
de clasificación y recolección de basura y la implantación de un programa de purificación
de aguas de uso doméstico, y e) el control de la enfermedad del mas de Chagas a través del
mejoramiento de viviendas de bahareque en una comunidad rural.
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El análisis de los problemas revela la importancia de la naturaleza de la ideología,
de la conciencia y de las necesidades para la movilización comunitaria, el papel de la
tecnología en el cambio social, la importancia del lenguaje para la comprensión, análisis e
interpretación de los problemas y las necesidades, la redistribución equitativa de los
recursos materiales y psicológicos para el logro de la reciprocidad entre los elementos de un
sistema.
Por otra parte, la variedad teórica presente en los trabajos en comunidades, revela la
ausencia de un paradigma único, si bien los autores se limitan al empleo de una o más
teorías pertenecientes a un mismo paradigma. Los paradigmas empleados se ubican en la
corriente positivista (análisis conductual aplicado, tecnología social) y constructivista.
Desde la perspectiva metodológica, algunos métodos y técnicas empleados son coherentes
con los enfoques teóricos, como es el caso de la distribución selectiva de las recompensas
en el análisis conductual aplicado, en otro sin embargo no hay tal coherencia.
A modo de síntesis.
A lo largo de la última parte de este trabajo hemos intentado identificar enfoques teóricos y
metodológicos que en algunos países y experiencias han orientado los trabajos
comunitarios.
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mencionado al analizar los paradigmas de las ciencias críticas y el constructivismo. Al darle
contenido a nuestro planteamiento de integración entre estos dos paradigmas a través de la
evidencia de la adopción de esta estrategia y de su conveniencia, podemos concluir que los
paradigmas pueden combinarse, cuando la práxis y la reflexión en torno a ella demandan la
incorporación de los mismos, es decir, las integraciones no se establecen a priori, sino que
emergen en la medida que la realidad las requiera.
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