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ANIVERSARIO 50 DE LA REVOLUCIÓN CUBANA

SAMIR AMIN

Cuba: una auténtica Revolución

L
a Revolución Cubana es la tercera revolución popular auténtica del
continente americano después de la de los ex esclavos de Santo
Domingo (Haití a finales del siglo XVIII), luego de la de los campe-
sinos de México (1910-1920). En contraposición, las revoluciones ame-
ricanas de las colonias inglesas y españolas no tienen otra cosa en su
haber más que guerras de independencia lideradas por las clases diri-
gentes locales, que a su vez son producto de la colonización mercanti-
lista europea.
La Revolución Cubana, considerablemente más radical que las que
precedieron en el Continente, fue calificada por esa razón de socialista,
no sin buenos motivos. En tal sentido se inscribe, junto a las Revolucio-
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nes Rusa, China y Vietnamita del siglo XX, en una primera oleada de
luchas por la emancipación de los trabajadores y de los pueblos.
El auge de la producción azucarera en Cuba, aún esclavista en el siglo
XIX, se aceleró todavía más cuando la colonización de los Estados Unidos
sustituyó a la de España. Esta proletarización colonial, más marcada en la
América Latina que en otros lugares, origina la radicalización, que asocia
naturalmente la dimensión antimperialista del combate nacional y las am-
biciones socialistas de las clases populares y de la intelligentsia. José
Martí, el ancestro a quien la Revolución Cubana remonta su concepto
de origen, se distingue de los héroes de la independencia de las Américas
por su agudo sentido de igualdad social y su conciencia de que el proble-
ma no se circunscribe a la conquista de la independencia y la «libertad»,
sino que exige una transformación radical de las relaciones sociales. Al
horror de la colonización estadunidense Cuba respondió rápidamente con
la organización de sus clases populares y su adhesión al comunismo.

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La radicalidad auténtica de la Revolución Cubana va la experiencia de los demás o inventados por ellos mis-
por tanto a desplegarse en el plano interno por la puesta mos. Medios que no siempre han tenido la eficacia es-
en marcha efectiva de reformas revolucionarias y cons- perada, pero que finalmente siempre han dado lugar a
trucciones políticas de vocación socialista inspiradas por reflexiones críticas útiles para el futuro.
el marxismo; y en el plano internacional, por la afirma- Es verdad que Cuba se inspiró ampliamente en el
ción de posiciones antimperialistas consecuentes, teóricas «modelo soviético», cuya influencia fue tanto más real
y prácticas. A diferencia de muchas «revoluciones» cuanto que el apoyo de la Unión Soviética, económico
americanas anteriores y posteriores que a menudo utili- (suministro de petróleo) y político-militar, no dio alter-
zaron una retórica violenta con respecto a Wáshington, nativa para hacer frente al bloqueo y a las intervencio-
pero teniendo a la par cuidado de sopesar sus palabras nes militares permanentes de los Estados Unidos y de
cuando se trataba de poner en tela de juicio los intereses sus aliados. Pero Cuba supo mantener a la vez ciertas
de las clases nacionales privilegiadas, Cuba enfrentó desde distancias respecto de ese modelo en la gestión econó-
un inicio y directamente a sus clases locales burguesas mica de su sistema y en su gestión política. El Partido
y compradoras. Cuba no alentó jamás la ilusión de un único aquí fue el producto de la liberación y de la fu-
«capitalismo nacional independiente». sión del movimiento castrista, el Directorio Revolucio-
nario 13 de Marzo y el antiguo Partido Comunista, alia-
2 dos que entendieron en ello la exigencia que la historia
les estaba imponiendo. Pese a los límites de la teoría y
Cuba optó rápidamente por abolir los privilegios de la de la práctica de ese nuevo Partido, aquí el poder no
propiedad privada sobre los medios de producción, cayó jamás ni en el culto a la personalidad ni en las
tanto nacionales como extranjeros. Desde que empren- extremas desviaciones del modelo soviético.
dió la vía de la construcción del socialismo, tiene en su Esa capacidad de recuperación quedó demostrada
haber inmensas realizaciones efectivas cuya impresio- en los hechos por las respuestas de Cuba al reto que
nante relación, que atañe no solo a las esferas de la siguió al desplome de la URSS. Se pensaba que el po-
educación y la salud, sino también a las que se refieren der cubano se había perdido definitivamente. Contra
a la vida cotidiana de las clases populares (vivienda, esa figuración, Cuba demostró ser capaz de salir del
alimentación) sencillamente no tiene igual en todo el Con- hueco en cinco años, entre 1990 y 1995, y logró subir
tinente; y en este es el único país que no ofrece el es- de nuevo la cuesta. Aunque, por supuesto, el país desde
pectáculo de la más desoladora miseria, como suele ser entonces ha enfrentado nuevos retos sobre los cuales
común en cualquier otra parte. En Cuba no se mata a volveré.
niños en las calles como en Brasil, ni se comercia con En el propio seno del sistema cubano siempre se
sus órganos. Las severas censuras del socialismo, que han manifestado voces críticas del modelo adoptado.
no suelen escatimar formas de expresión en los me- La del Che Guevara fue una de ellas. Cada cual a su
dios de comunicación dominantes, ¡se cuidan mucho manera, el Che, Togliatti, Mao entendieron que el mo-
de establecer comparaciones entre Cuba y el resto del delo soviético había agotado su capacidad para inno-
Continente! var y hacer avanzar la sociedad por la vía del socialismo;
Ocurre que el pueblo cubano y sus militantes co- y comprendieron desde su óptica personal la desvia-
munistas esperan con más razón que cualquier otro ción que condujo a la restauración capitalista, cuya
alcanzar mayores logros que los países de esta parte implosión de los años 1985-1991 reveló su destino. El
del hemisferio. Optaron por el ideal de la construcción análisis detallado de los artículos del Che referidos a
de una nueva sociedad, sin clases, liberada de todas las esa desviación debe seguir siendo objeto de atentos
formas de opresión y de explotación y han movilizado, debates, y no reemplazarlo por juicios apresurados y
con esta perspectiva, diversos medios, inspirados por terminantes.

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3 que Angola libraba contra las intervenciones sudafri-
canas junto a los «amigos» del campo socialista. La
Desde el principio, Cuba adoptó una línea de pensamiento derrota militar que los cubanos infligieron a los ejérci-
y acción antimperialista e internacionalista consecuen- tos sudafricanos no fue en vano, pues aceleró el fin del
te, y ha sido el único país en la América Latina que odioso régimen del apartheid.
midió la importancia del frente de liberación que inaugu-
ró Bandung (1955) y el consecuente Movimiento de
Países No Alineados, Movimiento que se constituyó con 4
Asia y África, más Cuba, como se proclamaba. Actualmente Cuba afronta nuevos retos. La Revolu-
Cuba buscó, con razón, integrar a la América Latina ción Cubana se sitúa en la estela de la primera ola de
en ese frente del Sur, y para ello tomó la iniciativa de luchas por la emancipación de los trabajadores y de los
crear la Tricontinental (1966). Sin embargo, mientras pueblos, que ha conformado el siglo XX.
Bandung reunía en Asia y África a los pueblos de dos Esta primera ola alcanza victorias cuyos resultados
continentes, y mientras sus Estados eran representados han sido los que han sido, como siempre o casi siem-
por gobiernos que gozaban de la legitimidad que les pre ocurre, una mezcla de progresos y retrocesos cuya
confería su constitución a partir de las luchas de libe- lectura crítica, que conviene renovar con frecuencia,
ración, en la América Latina la Tricontinental rea- no puede ser objeto de rápidas reflexiones como estas.
grupaba movimientos populares comprometidos en la Las contradicciones, los límites y las derivas de los
lucha contra los gobiernos de turno, sometidos a los socialismos históricos del siglo XX –de la socialdemo-
Estados Unidos. El Che trató de dar forma a las luchas cracia auténtica, de la época del sovietismo, del maoís-
armadas en las que se involucraba la Tricontinental. La mo, del castrismo, de las experiencias nacionales/po-
historia ha demostrado que en aquellos momentos no pulares radicales de numerosos países del Asia y del
se habían reunido las condiciones objetivas que permi- África de Bandung– deben todos tomarse en cuenta
tirían a esas luchas salir de los confines de su aisla- con la seriedad que la prosecución de la utopía creado-
miento. De suerte que fue preciso esperar a que un ra de la emancipación de los trabajadores y de los pue-
poco más tarde, bajo la forma de movimientos popula- blos impone.
res civiles, la América Latina entrara a su vez en la Se ha volteado la página de esta primera ola. Pero
transformación del mundo, en el mismo momento en ya empiezan a hacerse sentir las primeras vibraciones
que la ola nacional/popular de Bandung se deshacía. anunciadoras de la formación de una nueva ola de lu-
Esa nueva ola de florecimiento de movimientos popu- chas. Y Cuba, que ha sobrevivido cuando se desplo-
lares y las victorias que alcanzó en Brasil, la Argentina, maban otros actores de la primera ola, podría ser el
Uruguay, Venezuela, Bolivia, Ecuador sacó a Cuba del puente de unión entre el pasado y el futuro.
aislamiento en el que los Estados Unidos y la Organiza- Al acoger en La Habana en 2007 la Cumbre de los No
ción de Estados Americanos (el «ministerio de colo- Alineados (en lo sucesivo los No Alineados con la mun-
nias» de Wáshington) la había confinado durante cua- dialización imperialista), Cuba ha recordado a los
renta años. El éxito de las operaciones donde intervienen países del Sur que pueden derrotar el sistema de la
médicos y educadores cubanos en todo el Continente, dictadura de la plutocracia financiada por los oligopo-
sumado a la repercusión alcanzada por la iniciativa de lios imperialistas y el despliegue de su proyecto de con-
Venezuela de crear el Alba, ha invertido la correlación trol militar del planeta.
de fuerzas. Actualmente, son los Estados Unidos y no Ese propio sistema imperialista dominante entró en
Cuba los que están aislados en su Continente. crisis desde el otoño de 2008, y su primera manifesta-
Años atrás, Cuba había demostrado su adhesión a ción fue el desplome de su mercado monetario y fi-
la causa antimperialista por su apoyo militar a la guerra nanciero integrado. Tras el cual se esboza, en profun-

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didad, la crisis sistémica de ese capitalismo/imperialis- había que asociarlas a tareas conflictivas en buena me-
mo obsoleto. Paralelamente, con los primeros avances dida, las de corregir el desarrollo insuficiente de las fuer-
victoriosos de los pueblos de la América Latina y de zas productivas heredado del modelo polarizante de des-
Nepal se prefiguran las condiciones de una respuesta pliegue imperialista. El comunismo de la III Internacional
humanista, popular y democrática. Marx está de vuel- subestimó la gravedad de esta contradicción e inspiró
ta. La afirmación de la segunda ola de luchas de libera- estrategias que creyeron que la podrían superar en un
ción de los trabajadores y de los pueblos está ahora a la tiempo histórico corto, formuladas por los bolcheviques
orden del día. Este futuro mejor posible se tornará una en la impronta de 1917, por los maoístas en la Revolu-
realidad que se impondrá, si las fuerzas progresistas –en ción Cultural, por el castrismo.
Cuba, al igual que en otras partes del mundo– extraen Hay que entender que la polarización producida por
las lecciones de los límites de las concepciones teóri- la historia del capitalismo realmente existente impone
cas y de las prácticas de la primera ola. otra visión de la larga transición (secular) del capitalis-
El socialismo del siglo XXI debe ser democrático. mo al socialismo. Para los pueblos del Sur, esta larga
No en el sentido burgués del término, que disocia la transición debe estar constituida por fases sucesivas
democracia política –limitada al electoralismo paraplu- de despliegue de estructuras nacionales, populares y
ripartidista– del progreso social, sino en un sentido más democráticas. Estas son las únicas capaces de asociar
rico y profundo, capaz de asociar la democratización las exigencias contradictorias de un desarrollo eficaz
de las sociedades al progreso social. Cuba puede inno- de fuerzas productivas aún insoslayable y las de la pro-
var en esta dirección. Porque ya ha dado el ejemplo de gresión, de etapa en etapa, de nuevas lógicas sociales,
una vida democrática que, pese a sus insuficiencias, las del socialismo, de modo de dar toda la amplitud al
ha sido incomparablemente más real que las falsas de- respeto de la democracia en todas sus dimensiones
mocracias electorales de otros lugares asociadas a la sociales, y responder a las exigencias de la vida en el
regresión social. Consecuentemente, Cuba debe saber planeta, amenazada por la irracionalidad de la lógica de
marchar hacia adelante, superar sus insuficiencias, la acumulación capitalista. El marxismo creador debe
ensayar formas jurídicas e institucionales adecuadas, ser capaz de generar las conceptualizaciones teóricas
capaces de asociar el respeto a los derechos individua- e inspirar las estrategias de la transición necesarias al
les y al progreso social. despliegue del socialismo del siglo XXI. Cuba tiene las
Las concepciones de la III Internacional, en el origen mejores condiciones para participar en esta creación
de las revoluciones del siglo XX, no tomaron suficiente- humana. c
mente en consideración las consecuencias que la polari-
zación inherente a la expansión capitalista/imperialista Nota
mundializada implicaba para cuanto se refería a la «cons- En los dos tomos publicados de la serie Cuba Révolu-
trucción del socialismo». Pues esa polarización es la ra- tionnaire (París, L’Harmattan, 2006), su coordinador
zón por la cual las rupturas decisivas con la lógica del Rémy Herrera, nos presenta una compilación de exce-
capitalismo se produjeron todas en las periferias del sis- lentes estudios sobre Cuba de la autoría de los mejores
tema mundial (Rusia, China, Vietnam, Cuba). Pero por intelectuales del país.
ello la rápida construcción de una forma acabada de
socialismo chocaba con grandes obstáculos, porque Traducido del francés por Lourdes Arencibia Rodríguez

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FREI BETTO

A la luz de los cincuenta años


de la Revolución

D
esperté al socialismo en 1959, a los quince años, cuando ingresé
en el movimiento estudiantil católico (JEC, por sus siglas en por-
tugués), que en Brasil tenía una fuerte connotación de izquierda,
gracias a los frailes dominicos formados en la Francia de la posgue-
rra, motivados por la alianza entre comunistas y cristianos en la Repú-
blica Francesa.
Hasta aquella fecha mi visión del mundo coincidía con el American
way of life. Mi padre, jurista, había luchado contra la dictadura de Vargas
(1937-1945) y, desde la redemocratización de Brasil, en 1945, se man-
tuvo al lado de las fuerzas anticomunistas. El movimiento estudiantil,
sin embargo, me abrió los ojos y la conciencia al éxito de la Revolución
Cubana. Los barbudos de la Sierra Maestra pasaron a figurar en mi gale-
ría de iconos, al lado de actores como James Dean y Marlon Brando.
Cuba se volvió objeto de mi atención en los medios de comunica-
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ción. Seguí intensamente las visitas de Fidel (1959) y del Che Guevara
(1961) a Brasil, y la derrota de los mercenarios made in USA en Bahía
de Cochinos (1961).
La dictadura militar se instaló en Brasil en 1964. Como dirigente es-
tudiantil, conocí la cárcel por primera vez en junio de aquel año. La
mirada represiva reflejó mi nueva cara: por luchar contra la dictadura yo
era tenido como procomunista.
Fueron quince días de cárcel. Al año siguiente entré en la Orden
Dominicana. Proseguí la resistencia a la dictadura y en São Paulo me
vinculé a la ALN (Acción Liberadora Nacional), grupo guerrillero lidera-
do por Carlos Marighella. A partir de ahí Cuba pasó a tener para mí una
resonancia más directa: Organización Latinoamericana de Solidaridad
(Olas), «dos, tres... muchos Vietnams», las andanzas del Che en el Congo
y en Bolivia, el viaje de Marighella a La Habana, el cual incitó a los
brasileños a levantarse en armas contra el régimen militar y por el
socialismo.

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Mi participación en la guerrilla urbana (1967-1969) demostrar la incompatibilidad entre socialismo y cris-
tuvo relación con Cuba. Me tocó, como tarea princi- tianismo.
pal, facilitar la salida clandestina del país de militantes 2) La Revolución es indiferente a la Iglesia. Tam-
perseguidos por la dictadura. Muchos tenían por obje- bién del agrado del gobierno de los Estados Unidos,
tivo entrenarse en guerrillas en la Isla. Casi todos re- que quiere hacer de la Iglesia en Cuba un reducto de
gresaron clandestinamente a Brasil, aunque pocos so- contrarrevolucionarios y descontentos con el régimen.
brevivieron a la saña represiva. 3) La Revolución, como ente político, dialoga con
Durante los años de mi segunda prisión (1969-1973), la Iglesia y trata de insertarla en el proceso de cons-
Cuba aparecía como referencia y aliento a nuestros trucción del socialismo.
propósitos revolucionarios. Fue con una incontenida Fidel admitió que la política revolucionaria, aunque
emoción cómo, desde dentro de la cárcel, acompañé, no hubiera perseguido nunca a denominaciones reli-
por la radio, la zafra azucarera de 1970, cuya meta era giosas, estaba equivocada en cuanto a la Iglesia católi-
obtener diez millones de toneladas. Y gracias a Radio ca. Hacía dieciséis años que no concedía una audien-
Habana Cuba conocíamos noticias realmente impor- cia a sus obispos. Preguntó si yo estaría dispuesto a
tantes de Brasil. colaborar para la vuelta al diálogo. Acepté, si bien eso
dependería del interés del Episcopado de Cuba.
Revolución e Iglesia En 1981, invitado por la Casa de las Américas, pisé
por primera vez La Habana. Aunque el contacto con
En 1980, invitado al primer aniversario de la Revolu- los obispos solo ocurriría en febrero de 1983, cuando
ción Sandinista, en Managua, se presentó la oportuni- la Conferencia Episcopal me invitó a su reunión en el
dad de encontrarme con Fidel por vez primera. Tenía santuario nacional de Nuestra Señora de la Caridad del
la certeza de que sería también la última. En casa de Cobre, cerca de Santiago de Cuba. Estaban presentes
Sergio Ramírez conversamos desde las dos hasta las el Nuncio Apostólico y los obispos del país. Expuse mi
seis de la mañana. Dos preguntas orientaron nuestro trayectoria con relación a Cuba, desde el encuentro
diálogo. La primera: «¿Por qué el Estado y el Partido con Fidel en Managua, de 1980: «Creo que tengo posi-
Comunista cubanos son confesionales?». Fidel reac- bilidades de contribuir al diálogo Iglesia-Estado en este
cionó casi indignado: «¿Cómo confesionales?». «Sí, país. Los dirigentes del Partido Comunista están de
Comandante, tanto la afirmación como la negación de acuerdo en que yo trabaje en ese sentido». Les dije
la existencia de Dios son manifestaciones confesiona- también que solo lo haría si los obispos locales lo acep-
les, contrarias a la laicidad que la modernidad imprime taban.
a las instituciones políticas».
Fidel admitió que nunca había enfrentado la cues- Si ustedes creen que no tengo nada que hacer dí-
tión bajo esa óptica. Años después el IV Congreso del ganlo ahora, pues es muy arriesgado para mí el ve-
Partido, celebrado en La Habana en octubre de 1991, nir a Cuba. Vivo bajo una dictadura militar, para la
eliminó su carácter ateo, permitiendo el ingreso a mili- cual la simple mención del nombre de este país cau-
tantes creyentes. Lo mismo sucedió en relación con el sa escalofríos. Pero si creen que tengo un papel que
Estado, cuyo cambio en la Constitución determinó su cumplir estoy dispuesto a enfrentar los riesgos. Tam-
carácter laico. poco quiero actuar como francotirador, sino en con-
La segunda pregunta se refería a la relación entre sonancia con la Conferencia Episcopal.
Revolución e Iglesia católica. Antes de que Fidel res-
pondiese presenté tres hipótesis: Los obispos echaron fuera sus fantasmas y mani-
1) La Revolución persigue a la Iglesia. He aquí una festaron temores y peligros. Recelaban de que yo es-
buena política favorable al imperialismo, interesado en tuviera manipulado por el Partido.

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Me cuesta mucho venir aquí [advertí]. Ya tengo de ambas partes. Más de nuestro lado que del lado de
demasiados trabajos en Nicaragua y en Brasil, un la Iglesia», admitió. «Incluso yo tenía mis prejuicios
país de dimensiones continentales. Para mí no tiene en relación con los obispos, y estaba mal informado.
sentido venir sin la aprobación de ustedes. Si creen Creía que monseñor Adolfo [Rodríguez] era un con-
que debo interrumpir el diálogo con el gobierno, no servador y reaccionario. Y, al contrario, es un hombre
vuelvo más. Pero les dejo a ustedes la responsabili- serio y con quien se puede conversar».
dad de esta decisión ante Dios y ante la Historia. «Por lo que yo sé» –le comenté– «a los obispos
también les agradó el encuentro. Y quedaron muy sa-
Pidieron que saliese durante unos momentos. Al fi- tisfechos con la perspectiva de tener encuentros pe-
nal, me dieron todo su apoyo. riódicos con usted». «Sí» –dijo el Comandante– «es-
toy dispuesto a ello, pero para discutir cuestiones
Educación popular fundamentales, y no sobre el viaje de un sacerdote fuera
del país o la reforma de un templo».
Domingo 10 de febrero de 1985. Después del almuer- Añadió que vio como positivos los viajes del Papa a
zo en el hotel Riviera atendí el teléfono: «Soy Piñeiro. la América del Sur. Preguntó qué significan; cómo fun-
No salga del hotel. Cervantes lo va a recoger ahora cionan el concilio; los sínodos, posteriormente, se in-
mismo», me pidió el jefe del Departamento de Améri- teresó por aspectos personales de mi familia y de mi
ca. Poco después Cervantes confirmó mi sospecha: formación religiosa: «Dígame cómo es la formación
Fidel quería verme. de un fraile dominico», solicitó en tono muy bajo, gu-
Durante cinco horas Cervantes y yo aguardamos tural. «Fui alumno de los hermanos lasallistas y, des-
ante la televisión, viendo películas usamericanas. A las pués, de los jesuitas. En aquel tiempo, ellos hablaban
nueve de la noche llamó Manuel Piñeiro; nos citó en el en contra de los protestantes y de los judíos, y había
Consejo de Estado, en la Plaza de la Revolución. racismo en las escuelas».
Al salir del ascensor, en el segundo piso, los miem- Le expliqué sobre la formación de los frailes domi-
bros de la seguridad nos condujeron a una sala de es- nicos. Curioso, Fidel preguntó por el currículo, los
pera muy confortable, decorada con cuadros y escul- profesores, los exámenes, los cursos complementa-
turas de buen gusto, pero tan refrigerada que creí que rios. «¿Se estudia el marxismo?». «Sí, en Filosofía,
me iba a resfriar. Una hora después escuchamos pasos respondí». «El prejuicio ante los manuales favoreció
multiplicados en el corredor. Abierta la puerta, entró mi contacto con las obras de Marx, de Engels, de Le-
Fidel. Iba acompañado de Piñeiro y de otros tres hom- nin, y también de Trotsky y de Stalin. Me libré así del
bres. «Son comunistas chilenos», nos presentó Fidel. dogmatismo de Plejanov y del mecanicismo de Pulit-
«Espero que sean también revolucionarios» –observé– zer. Aprendí mucho además con las reflexiones de
«pues eso de llamarse cristiano o comunista significa Gramsci. Sin este es imposible comprender bien el fe-
poco. Conozco cristianos de izquierda y comunistas nómeno religioso en las luchas sociales».
de derecha». «¿Pero usted no está queriendo negar el valor de la
Luego que los chilenos se despidieron, Fidel nos teoría?», preguntó Fidel. A lo que respondí:
condujo a su despacho. Me señaló el sofá mayor deba-
jo del cuadro de Camilo Cienfuegos y ocupó él una No, pero si la mera capacitación teórica fuera sufi-
poltrona a mi izquierda. Me habló de su encuentro con ciente, los partidos comunistas de la América Lati-
la delegación episcopal de los Estados Unidos. Lo que na, detentores del marxismo-leninismo, habrían he-
le preocupaba, me dijo, eran los obispos cubanos, con cho revoluciones. Ningún partido comunista hasta
quienes hacía poco había tenido contacto: «Desde el ahora ha hecho la revolución en nuestro Continen-
comienzo de la Revolución ha habido muchos pecados te. Quien la hizo fue el Movimiento 26 de Julio, aquí

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en Cuba, y el Frente Sandinista de Liberación Na- que se contrapone a la metodología bancaria denun-
cional. Movimientos que tenían contacto con las ciada por Paulo Freire –y paradójicamente tan en boga,
bases populares, sin prejuicios, capaces de captar en aquella época, en los países socialistas–. Consideré
los valores populares e inclusive sus sentimientos oportuno citar el nombre de Paulo Freire, injustamente
religiosos. «quemado» por comunistas brasileños, e incluso en
Cuba. Alegaban que sus conceptos eran idealistas, a la
«Estoy de acuerdo con lo que usted dice», dijo él. luz de la filosofía cristiana, y por tanto inaceptables
Hablamos también de la teología de la liberación. Le para quien asume la concepción materialista de la na-
expliqué su génesis y los problemas con el poder ecle- turaleza y de la historia. Tales críticas se basaban en
siástico. Luego le pregunté qué recursos se empleaban una lectura superficial de sus primeras obras, como
en la formación ideológica de las nuevas generaciones Educación como práctica de libertad. Su evolución
cubanas. Fidel confirmó mi sospecha de que en Cuba, ideológica se refleja en Pedagogía del oprimido y Car-
como en la mayoría de los países socialistas, no había tas a Guinea-Bissau. Pero los críticos ignoraron estas
un programa específico de concientización política. Se obras, a pesar de que su método de educación popular
suponía –equivocadamente– que la propia sociedad y de alfabetización fuera adoptado por países africa-
socialista, a través de su aparato ideológico, como es- nos recientemente liberados en aquel momento, y por
cuelas y medios de comunicación, formaba el pensa- Nicaragua. «En un próximo viaje hable de esto con el
miento de la juventud. Si por una parte eso era verdad, Ministro de Educación y con los teóricos del Partido»,
por otra parte no se podía ignorar que el socialismo es me recomendó el dirigente cubano.
contemporáneo del capitalismo, y de un capitalismo Pasaba de la una de la madrugada cuando Fidel se
tecnológicamente mucho más avanzado. Confiar la despidió de mí. Antes de salir observé: «En julio de
formación ideológica a los sistemas formales es ceder 1980, en nuestro primer encuentro, en Managua, pre-
a la pretensión de que ellos podrían sobreponerse a los gunté cuál era la posición del gobierno de Cuba ante la
sistemas informales del consumismo capitalista, como Iglesia local. Hoy pregunto: ¿le interesa, de hecho, al
la música, la moda y los atractivos de enaltecimiento gobierno cubano que la Iglesia de aquí asuma la línea
del ego. de la teología de la liberación?». Fidel no dudó en decir
Fidel me oyó atento y se defendió: «El internaciona- que sí.
lismo es un factor importante en la formación de nues- De ese encuentro surgió la idea de fundar en Cuba
tra juventud. Millares de cubanos han pasado ya por un centro de educación popular en la línea del método
Angola, donde tenemos actualmente a cuarenta mil jó- Paulo Freire: el Centro Memorial Martin Luther King
venes. Pero es verdad que el egoísmo todavía no ha Jr., que lleva activo más de veinte años.
sido erradicado de nuestra sociedad».
Insistí: «Me preocupa mucho la educación ideoló- Entrevista con Fidel
gica de las nuevas generaciones. Y no creo que un par-
tido comunista pueda hacerlo, pues sus límites son Chomy Miyar, secretario del Consejo de Estado, me
estrechos y lo importante es precisamente alcanzar a invitó a comer en su casa la noche del jueves 14 de
los que están fuera del partido. Tampoco veo cómo la febrero de 1985. Yo me encontraba en Cuba partici-
escuela formal pueda hacer esa tarea». «¿Qué sugeri- pando del Premio Literario Casa de las Américas. En
ría usted?», preguntó Fidel. «La metodología de la edu- La Habana esta era considerada la más irrecusable de
cación popular en el fortalecimiento de movimientos las invitaciones. Era lo mismo que ser invitado por Fi-
populares», respondí. del, quien no abre las puertas de su casa más que a sus
Le describí mi trabajo en educación popular y lo amigos por verse obligado a vivir clandestino en su
que significa la concepción metodológica dialéctica, propio país, por razones de seguridad.

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La casa, próxima al Zoológico de La Habana, es de leña, 300 años de cocina minera». «Mi especialidad
discreta, situada en una calle sin salida, y desde fuera, son los camarones», precisó el líder cubano.
ningún detalle llama la atención. Parece una de aquellas Retomamos los temas del encuentro con los escri-
residencias construidas por la pequeña burguesía an- tores latinoamericanos del Premio Casa de las Améri-
tes de la Revolución, en un barrio de clase media as- cas, aquella madrugada: «Usted dice que le gustan las
cendente. La tapia cubierta de vegetación impide que preguntas aparentemente embarazosas. De hecho veo
se vea la fachada. Por dentro todo recuerda a un mu- en su personalidad una atracción compulsiva por el
seo. Cada mueble se encuentra atestado de regalos re- desafío. ¿De dónde le viene esa propensión a no perder
cibidos por Fidel –cuadros, esculturas, alfombras, con- nunca, de su padre o de su madre?», pregunté. «De
decoraciones, recuerdos y artesanías de los más los dos. Mi madre era muy religiosa y mi padre escép-
diversos países–. En las paredes fotos que registran tico. Lo que no me agrada en las entrevistas son las
los viajes del líder cubano por la Unión Soviética, Áfri- preguntas de carácter subjetivista o aquellas que me
ca, Jamaica, Chile y Nicaragua. Algunas son de la Sie- consideran dotado de un carisma excepcional, capaz
rra Maestra y de los primeros años de la Revolución. de mover la historia. No son los individuos aislados los
Hay una colección de pósters lanzada por los partidos que hacen la historia. Y yo no me considero un caudi-
de izquierda de Chile con motivo de la visita de Fidel al llo». «Todo ser humano debiera tener un mínimo dis-
gobierno de Salvador Allende, en 1971. Y muchos li- tanciamiento de sí mismo, en el sentido brechtiano del
bros. Todo un acervo destinado a los museos después término», observé. «Así tendría sentido de autocrítica
de la muerte del dirigente cubano. y no se daría más valor del que merece». «Si hay algo
Fui recibido por Marina Majoli, esposa de Chomy, que repudio fuertemente» –añadió Fidel– «es la idea de
una italiana que llegó a Cuba como periodista, intere- ser una figura mítica. Nunca olvido la frase de Martí,
sada por conocer una sociedad alternativa al consu- de que «toda la gloria del mundo cabe en un grano de
mismo de Europa occidental, y se quedó, cautiva por maíz»». Le comenté:
el corazón. En torno a la mesa Armando Hart, Manuel
Piñeiro y su mujer, Marta Harnecker. Chomy preparó Hay dos tipos de políticos: los que se mueven por
la comida: arroz, frijoles negros, carne de cerdo asa- sus intereses personales, aunque bajo el aparente
da, yuca cocida y plátano frito. Típica comida cubana pretexto de defensa de las demandas colectivas, y
–y, por coincidencia, comida típica de Minas Gerais, los que no temen a ningún peligro al poner las cau-
estado en el que nací–, lo que solo se explica por los sas sociales por encima, incluso, de su sobreviven-
africanos traídos como esclavos a América. En la so- cia física. Se puede acusar a un guerrillero de todo,
bremesa, quesos de tipo francés fabricados en Cuba: menos de buscar el poder como objeto de deseo
el suave queso azul Guaicanamar, muy parecido al azul personal, pues las posibilidades de llegar a él, vivo,
de Laqueuille; el picante y delicado queso azul, seme- son pequeñas frente a la amenaza permanente de
jante al Bleu des Causses; el sabroso queso azul Pig- muerte.
meé; y, en homenaje a Marina, el Gorgonzola, cremo-
so y fuerte. Aproveché para sondear cómo juzgaba mi actividad
A la hora del café se oyeron ruidos de frenazo brus- pastoral en Cuba. Un funcionario del Departamento de
co y de abrir puertas. Era medianoche cuando Fidel América me había dado a entender, por aquellos días,
entró. Tomó asiento entre libros y discos, aceptó una que yo no debía impartir conferencias o cursos a cris-
sola dosis cowboy de güisqui y lo saboreó lentamente. tianos cubanos, información que preferí omitir para
«Descubrí un área en la que estamos de acuerdo», le no crear un clima de intriga. «En su opinión, ¿hasta
dije. «¿Cuál?». «La cocina. Soy hijo de una especialista qué punto debo promover aquí encuentros y semina-
en la materia. Mi madre es autora de un clásico, Fogón rios, debates y retiros con los cristianos?». «Solo us-

12
ted puede realizar esas actividades. Yo no, no soy teó- cusa de que necesitaba prepararse mejor. Cedió a mi
logo», sugirió Fidel, dejándome satisfecho porque tam- ruego cuando se dio cuenta de que tenía que hablarme
bién Piñeiro había oído la respuesta. «Escribí un pe- más con la vida y con el corazón, que con ideas y con
queño texto, Cristianismo y marxismo, que quizá pueda la mente.
ayudar en la reflexión de los cristianos y de los comu- Eran pasadas las nueve de la noche del jueves 23 de
nistas cubanos». «Podemos publicarlo aquí. Yo podría mayo de 1985. Fidel acababa de participar en una re-
anexar algunos textos míos y, a lo mejor, hasta le daría cepción ofrecida por la Federación de Mujeres Cuba-
a usted una entrevista específica sobre la cuestión re- nas (FMC). Me recibió en su despacho, en traje de
ligiosa. ¿Ha leído lo que dije sobre cristianismo y mar- gala, en compañía de su cuñada, Vilma Espín, presi-
xismo en mi visita a Chile en 1971?». «Sí, leí también denta de la FMC, y de Armando Hart. Mientras con-
lo que dijo sobre el tema en Jamaica, en 1977, y aquí versábamos él tomaba té y fumaba unos puritos
en Cuba». Cohiba. Inicié la entrevista, publicada después bajo el
Fidel estaba exultante con el tema y yo agarré el título de Fidel y la religión. Trabajamos hasta las tres
pájaro al vuelo: «Me agradaría poder hacer una larga de la madrugada, ofreciéndose para llevarme a la casa en
entrevista con usted, para ser publicada en un libro la que me hospedaba con mis padres.
destinado al público joven de Brasil». «Estoy dispuesto «¿Los viejos estarán despiertos?», preguntó en el
a concedérsela. ¿Cuándo va a poder regresar?». «Qui- trayecto. «Seguramente no, pero podemos despertar-
zá en mayo; ¿sería posible?». «Es una buena época», los». «No, es muy tarde. No quiero molestarlos». «Co-
respondió Fidel. mandante» –le argüí–, «creo que quedarían felices para
Regresé a La Habana en mayo de 1985, en compa- el resto de sus vidas si son despertados por usted esta
ñía de mis padres. Fidel me llamó a su despacho: «Va- madrugada. Se lo contarán a sus hijos y a sus nietos».
mos a dejar nuestra entrevista para otra ocasión. Ten- «Entonces iré a saludarlos».
go que prepararme mejor», se justificó. Un hecho nuevo Llamé a la puerta del cuarto. Mi madre salió en ca-
había modificado la coyuntura y, seguramente, la mis- misón y mi padre en pijama. Nos sentamos alrededor
ma atención de Fidel: las transmisiones piratas de Ra- de la mesa, tomando jugos de frutas, oyendo a Fidel
dio Martí, de Miami hacia Cuba, con cincuenta mil contar cómo se arreglaba para sobrevivir en la Ciudad
watts de potencia y catorce horas diarias de progra- de México antes de embarcar en el Granma. Hablamos
mación. Había sido propuesta por Reagan como «un especialmente de la comida mexicana. Eran las cinco
instrumento de concientización de los cubanos». A de la mañana cuando él se retiró.
pesar de la coyuntura desfavorable, mi ángel de la guar- A las cinco de la tarde iniciamos la segunda parte de
da me sopló al oído: «Ahora o nunca». Me vino a la la entrevista. Trabajamos hasta las diez de la noche,
mente El viejo y el mar, de Hemingway. Concentré pues Fidel debía asistir a una cena en casa del embaja-
todos los esfuerzos en la pesca de aquel tiburón. Fidel dor de la Argentina, a la cual me invitó. Al presentarme
no podía escapárseme. Eché mano de todos los argu- al embajador cometió el equívoco de comentar que mi
mentos: «¿Qué preguntas querría hacerme?», pregun- madre era una excelente cocinera y que le ofrecería
tó él, abriendo una brecha. una cena en los próximos días. Diplomáticamente, el
Yo había preparado una lista de sesenta preguntas, embajador se invitó al banquete.
comenzando por su infancia, la vida escolar, el perfil El sábado, mientras impartía una conferencia en el
de la familia, la formación cristiana... Le leí las prime- convento de los dominicos a un grupo de la Federa-
ras y enseguida me interrumpió: «Muy bien, comenza- ción Universitaria del Movimiento Estudiantil Cristia-
mos mañana». no, me llamaron por teléfono. Era del Palacio de la
Quizá Fidel recelaba de que yo le hiciera preguntas Revolución, citándome al despacho del Comandante.
teológicas, académicas o doctrinarias. Por eso su ex- A las ocho de la noche dimos inicio a la tercera parte

13
de la entrevista. Estuvimos hasta las once. Entonces A la salida, en el jardín, Fidel y Raúl disputaron el
salimos hacia la casa de protocolo, donde mi madre nos aguardiente como dos amigos en torno a una prenda.
esperaba con lomo y costillitas de cerdo con maíz. Pre- Con la garrafa asida por cuatro manos, Raúl amenazó:
paré una pasta de camarón. En torno a la mesa Fidel y «Si no me la dejas, cuento aquellas cosas, eh...». Fidel
Raúl Castro –lo que es rarísimo, pues razones de segu- le sonrió a su hermano y soltó el trofeo.
ridad recomiendan que no anden juntos–, Vilma Espín, A la mañana siguiente, mandó a los de su seguridad
Armando Hart, Marta Harnecker y Manuel Piñeiro, Ser- a que fueran a recoger donde mi madre otro pote de
gio Cervantes y el embajador argentino, el único que espera-marido.
desentonaba en el clima relajado que se creó, especial- La larga entrevista terminó en la madrugada del
mente en aquella ocasión en que los hermanos Castro, martes 28 de mayo de 1985, cuando completamos
cual jóvenes alrededor de un trofeo, pasaron a disputar veintitrés horas de diálogo. En noviembre de aquel año
la segunda garrafa de aguardiente Velho Barreiro que el libro fue presentado en Cuba. Se vendieron trescien-
estaba intacta, pues la primera se vació enseguida. tos mil ejemplares en menos de cuarenta y ocho horas.
Fue la primera vez que vi a Fidel comer con voraci- Hoy la tirada cubana rebasa el millón. La obra, traduci-
dad. Lo que más le satisfizo fue la ambrosía, el dulce da en treinta y dos países a veintitrés idiomas, ayudó a
de los dioses de Grecia, conocido en Minas Gerais como erradicar el miedo a los cristianos y a los prejuicios de
espera-marido, por la rapidez con que las mujeres lo los comunistas. c
preparan al avistar por la ventana a su hombre regresar
del trabajo. Traducción del portugués por J.L.Burguet

ALEJANDRO OTERO (Venezuela, 1921-1990): S/t, 1986. Calcografía, 120 x 180 mm. P/A

14
JOHN BEVERLEY

Balance de la lucha armada,


cincuenta años después

E
l más profundo legado de la Revolución Cubana fue quizá la idea
de la lucha armada de liberación nacional. Aproximadamente, se
puede decir que el período de la lucha armada, pensada como una
«etapa» específica de la historia moderna de la América Latina, comien-
za con el triunfo de la Revolución en 1959. Se extiende en Suramérica,
incluyendo a Brasil, hasta el derrocamiento de Allende y la imposición
de las dictaduras militares en el Cono Sur en 1973 y después, y en el
Caribe y Centroamérica, cuya dinámica regional era distinta, hasta las
campañas de contrainsurgencia a principios y mediados de los 80 en
Nicaragua, Guatemala y El Salvador, y la derrota electoral de los sandi-
nistas en febrero de 1990.
¿Qué queda de todo eso? ¿Solo una memoria nostálgica o amarga?

Revista Casa de las Américas No. 254 enero-marzo/2009 pp. 15-22


Parte del problema de pensar hoy la lucha armada es que si bien hay
historias y testimonios de ella en este o aquel país, no hay una historia
general de esta lucha armada a nivel continental en la América Latina.
Régis Debray comenzó tal historia en los años 70 en un proyecto llama-
do Crítica de las armas, que al final terminaría abandonando a medio
camino a la vez que su propia carrera política se desplazaba hacia la
derecha. Quizá entonces el intento más influyente hasta hoy de resumir
la experiencia de la lucha armada sea el libro de Jorge Castañeda La
utopía desarmada. La izquierda latinoamericana después de la Guerra
Fría (1993), que presentaba un bosquejo panorámico del surgimiento y
ocaso de la lucha armada, y entrevistas a varios de los líderes más
importantes de la guerrilla. Sin embargo, el libro de Castañeda resultó
un obituario prematuro de la lucha armada (el Levantamiento zapatista
en Chiapas estalló un año después de su publicación inicial); y a pesar
de su declarada intención de formular un nuevo programa estratégico
para la izquierda, serviría más bien de plataforma para las ambiciones de

15
su autor en tanto político neoconservador en México décadas, de una narrativa de «maduración» o Bildung
que como documento vaticinador de las nuevas for- personal correspondiente a la generación de los 60 y 70
mas de la izquierda que se estaban gestando en la Amé- –la generación, o una parte importante de ella, que se
rica Latina en los años 90. definió a sí misma como comprometida o solidaria con
La utopía desarmada... asentó lo que se podría lla- la lucha armada–. Su forma general es la siguiente: el
mar el paradigma de desengaño en la representación de sueño de la transformación revolucionaria de la socie-
la lucha armada. Aunque a veces producido desde la dad que era la inspiración de la lucha armada fue una
izquierda, ese paradigma ha sustentado, y sustenta aún especie de adolescencia romántica. Una adolescencia idea-
hoy, la hegemonía neoliberal en la América Latina, de la lista, valiente y generosa, pero también propensa a los
misma manera que una narrativa antisesentista respaldó excesos, a cometer errores, a la irresponsabilidad y anar-
el giro neoconservador en los Estados Unidos. Esa he- quía moral. Por contraste, la madurez biológica y bio-
gemonía está en decaimiento, y la izquierda latinoameri- gráfica de esa generación, representada por sus respon-
cana –a veces en formas nuevas no siempre vistas con sabilidades como padres y en sus centros de trabajo o
simpatía por algunos sectores de la izquierda tradicio- profesiones, corresponde a la hegemonía del modelo
nal– ha obtenido triunfos significativos en los últimos económico neoliberal y al restablecimiento de la demo-
años. Hoy una mayoría de la población de los países de cracia formal en los años 80 y 90. De allí que el presente
la América Latina vive bajo gobiernos que se consideran (neoliberal) aparezca en cierto sentido como un nuevo
a sí mismos, de una u otra forma, socialistas, y que «principio de realidad» ante el cual deben ceder los sue-
colaboran entre sí a nivel regional. Muchos de los prota- ños revolucionarios de la juventud.
gonistas involucrados en estos gobiernos o en los mo- Un ejemplo conocido de este esquema es el retrato
vimientos sociales que los pusieron en el poder, apren- en la tercera parte de la película mexicana Amores pe-
dieron y ganaron experiencia en el campo de la política rros (2002) de El Chivo, el ex profesor universitario
durante el período de la lucha armada. Las nuevas for- que, a raíz de la masacre de estudiantes en la Plaza de
mas de pensamiento y organización que corresponden a las Tres Culturas de Tlalteloco, en 1968, abandona a
este desplazamiento tectónico en la política latinoameri- su esposa y a su hija para convertirse en guerrillero.
cana no pueden ser articulados sin recuperar ni Como consecuencia, pasa veinte años en prisión, y se
reconsiderar el legado de la lucha armada. Sin embargo, ve reducido a trabajar como asesino a sueldo en el pre-
excepto por una parcial rehabilitación de la figura del sente. La insinuación es que El Chivo cometió un error
Che en los últimos años –por ejemplo, en la película de no solo político sino ético al decidir abandonar su ca-
Walter Salles, Diarios de motocicleta–, la lucha armada rrera y su familia para dedicarse a la lucha armada, una
ha sido casi completamente olvidada o marginada de la especie de «pecado» –las tres partes de la película re-
memoria pública en la América Latina, un poco como presentan distintas formas de pecado contra la familia
la huelga de los jornaleros de las bananeras en Cien años (incesto, adulterio, abandono)– que trata de enmendar
de soledad. Ha sido olvidada o marginada en parte por- ahora que su hija ha crecido. (Amores perros equipara
que las nuevas generaciones en la América Latina no en este sentido la lucha armada con la violencia del
tienen una conexión vivencial con ella. Pero esa situa- capitalismo neoliberal).
ción inevitable es agravada por el hecho de que la mayor El paradigma de desengaño se encuentra profunda-
parte de las representaciones de la lucha armada a las mente asentado en docenas de novelas, narrativas tes-
que sí tienen acceso, en general están regidas, como La timoniales, historias, memorias, poemas y películas que
utopía desarmada... de Castañeda, por el paradigma del tratan sobre la América Latina y la lucha armada en los
desengaño. años 60 y 70. Representa en cierto sentido una varian-
Ese paradigma descansa fundamentalmente en la te de la novela picaresca barroca, especialmente de la
autoridad, en la cultura latinoamericana de las últimas que fue el libro más leído en el siglo XVII tanto en Espa-

16
ña como en las Indias, el Guzmán de Alfarache, de tuvo que el imperialismo, como la nueva etapa de capi-
Mateo Alemán. Al aproximarse a la madurez, el pícaro talismo que se alzaba en la aurora del siglo XX, requería
se arrepiente de su mala vida, denuncia a sus antiguos de una estrategia diferente a la de la Segunda Interna-
camaradas con las autoridades, hace las paces con el cional, arraigada en los sindicatos y partidos socialde-
Estado y la justicia, y se sienta a escribir su historia, mócratas parlamentarios. Algo así es la idea básica del
que será «ejemplar» para otros. El guerrillero arrepen- conocido libro de Michael Hardt y Antonio Negri, Impe-
tido se ha convertido en la versión del pícaro en la rio, con su visión de la «multitud» como el nuevo sujeto
cultura latinoamericana contemporánea. revolucionario en la globalización.
Hay un segundo esquema narrativo que entra en Sin embargo, Imperio no es una guía particularmente
funcionamiento en el paradigma de desengaño. Es el útil e iluminadora para los diferentes tipos de movi-
sentido «común» –en realidad profundamente ideoló- mientos sociales y partidos o coaliciones de izquierda
gico o, para recordar la caracterización de Althusser, que ahora ocupan el centro del escenario en la América
«historicista»– de la historia que identifica el movimiento Latina. Si hay algo que queda claro es que estos han
cronológico hacia el futuro con el progreso. Como se hecho de la conquista del Estado-nación su principal ob-
sabe, hay una versión «progresista» de esta creencia: jetivo, mientras que la «multitud» es en primera instancia
la idea de la «inevitabilidad» del socialismo. En este un sujeto posnacional en un sentido convencional de na-
caso, se trata de una versión reaccionaria: Dado que el ción. Piensan de una forma continental regional, global,
neoliberalismo y la integración económica regional bajo pero no han abandonado la nación o la meta de «libera-
los auspicios de los Estados Unidos vienen después de ción nacional». Más bien buscan nuevas formas de
la derrota o el desmoronamiento de la lucha armada, articular de una manera más representativa, multicul-
parecería como si estos hechos fueran, en cierto sen- tural, e igualitaria la identidad y posibilidad de la na-
tido, inevitables –productos de una etapa histórica que ción-Estado. El concepto histórico más pertinente para
va más allá de la etapa anterior, creando nuevas obliga- entender el caso latinoamericano no es la idea de que
ciones y condiciones de posibilidad, hasta que incluso la globalización represente una nueva etapa histórica
la izquierda, si fuera a resurgir, tendría que empezar con características propias, sino la idea de una Res-
desde ese punto. No puede haber retroceso–. Lo que tauración, sobre el modelo del período entre el Con-
sucede en el paradigma de desengaño en la representa- greso de Viena en 1815 y los levantamientos revolu-
ción de la lucha armada es que la narrativa biográfica cionarios de 1848 que siguieron al decaimiento del
de madurez y éxito o fracaso personal es proyectada impulso radicalizador de las Revoluciones Francesa y
dentro de esta narrativa subyacente de transición entre Haitiana y la muerte de Napoleón. Una Restauración
una etapa histórica y otra. representa la obstrucción de un proceso histórico, no
No cabe duda de que en los últimos treinta años, su trascendencia; es un producto, en cierto sentido, de
más o menos, la violencia contrarrevolucionaria, el ese proceso histórico, al que busca limitar y/o cooptar
debilitamiento del Estado de bienestar debido a las po- en la medida de lo posible. Por lo tanto, es de esperar
líticas neoliberales, y los efectos de la globalización, que el proceso vuelva a resurgir, si bien de formas
han cambiado dramáticamente el terreno de la lucha nuevas y a veces inesperadas, en cuanto la fuerza de la
política en la América Latina. Lo que a su vez ha afec- coalición reaccionaria que produjo la Restauración a
tado la naturaleza y los fines, tanto a corto, como a su vez comienza a decaer con el paso del tiempo. Hay
largo plazo, de la izquierda. Podría decirse que si la un ciclo (¿inevitable?) de radicalización y reacción. Entre
globalización representa una nueva etapa del capitalis- Metternich y el Congreso de Viena y las revoluciones
mo con sus propias dinámicas y contradicciones es- de 1848 en Europa hubo algo así como treinta y cuatro
pecíficas, por lo mismo requiere de una nueva forma años, más o menos una generación. Análogamente, alre-
de socialismo, de la misma manera en que Lenin sos- dedor de treinta años separan la derrota de la izquierda

17
en Sudamérica a mediados de los 70 (orquestada por destinada al fracaso desde un comienzo. Pero no pare-
Henry Kissinger, el discípulo contemporáneo de Met- ció así en su momento de origen; de hecho, fue la
ternich) y su reciente resurgencia. En los Estados Uni- aparente lógica histórica a la que estaba conectada la lu-
dos, treinta años separan la llegada al poder de Ronald cha armada –la propagación internacional del socialis-
Reagan y la llamada «revolución conservadora», en mo y las «guerras de liberación nacional»– la que pare-
1980, y la reciente elección de Barack Obama. cía «irreversible» entonces, para volver al tema del
Hubiera sido agradable poder decir que con el adve- historicismo que habíamos esbozado antes. No cabe
nimiento de la democratización, la larga secuencia his- duda de que muchos de los proyectos individuales de
tórica de violencia en la América Latina, de la cual la lucha armada fueron mal concebidos y por lo mismo
lucha armada entre 1959 y 1990 fue tan solo una fase, estaban destinados al fracaso. Pero eso no justifica la
se ha acabado, y que en la actualidad la política está aseveración de que todos estaban destinados al fraca-
completamente asumida por la sociedad civil y el siste- so, que desde su misma concepción la victoria era im-
ma electoral parlamentario. Es evidente que la política posible. De hecho, la lucha armada triunfa al menos en
y el activismo político en la América Latina se han des- dos países, Cuba y Nicaragua, y en varios otros estu-
plazado en general a un nuevo terreno. Sin embargo, ese vo a punto de alcanzar el poder. Pudo plausiblemente
terreno continúa siendo articulado en muchos sentidos haber ganado, por ejemplo, en El Salvador. Y en ese
por el legado de la lucha armada. No es independiente caso, la cadena histórica habría sido otra en Centro-
de ese legado. Por lo demás, tampoco es exacto decir américa, y quizá también en la América Latina en gene-
que esta lucha en la América Latina es totalmente algo ral, en los Estados Unidos y en otras partes del mundo.
del pasado. Como se sabe, sigue en zonas importantes Aunque las dinámicas de la lucha armada latinoameri-
de Colombia; reapareció en el sur de México, en Chia- cana eran (y son) locales y coyunturales, su eventual
pas, con el Levantamiento zapatista al principio de los derrota estuvo ciertamente conectada con el decaimien-
90, en parte como respuesta a la implementación de to general de la fuerza del bloque socialista, con la Unión
los acuerdos del Tratado de Libre Comercio; y más Soviética entrando en los 70 a un período de estanca-
recientemente ha estallado de nuevo en Guerrero y en miento económico (que también afectó a Cuba des-
otras partes de México. En Chile, el pueblo mapuche pués del fracaso económico de la zafra azucarera de
se ha visto obligado a recurrir a protestas violentas en 1970), y con China lidiando con los efectos de la Re-
un esfuerzo por prevenir la ocupación de sus tierras volución Cultural, y pasando a una política de disten-
comunales para proyectos estatales y privados. Se sión con los Estados Unidos después de 1972. «Tal
podrían multiplicar estos ejemplos fácilmente. La des- vez», el guerrillero arrepentido dirá, «fue mejor que no
aparición de la violencia extraestatal en la América La- ganáramos».
tina no dependerá de la voluntad del Estado de imponer Pero ese melancólico sentimiento de «inevitabilidad»
orden o de la comprensible aspiración de estabilidad de histórica confirmada en última instancia por la caída de la
muchos ciudadanos, sino de la capacidad del Estado Unión Soviética concede algo que no debería: que la lu-
de producir condiciones económicas y sociales genui- cha armada en la América Latina dependía del destino del
namente inclusivas, prósperas e igualitarias. Pero para comunismo soviético. Ese sentimiento es en sí, por lo
que esto ocurra se hace necesario un Estado diferente. tanto, una forma de historicismo, no una apreciación ob-
De allí que la meta de la transformación (del Estado, jetiva de la necesidad histórica. En verdad, quizá sea más
de la sociedad civil), que estaba en el centro de la lucha acertado decir lo contrario: que el futuro de la Unión So-
armada no ha desaparecido; simplemente aparece hoy viética en los 70 y 80 dependía de la posibilidad de que la
en una nueva forma. América Latina se convirtiera al socialismo. Una de las
En retrospectiva, sin embargo, parecería que tienen razones que hacía original y atractiva la lucha armada
razón los que pensaban que la lucha armada estaba latinoamericana era precisamente que presagiaba una

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nueva forma del socialismo, diferente a los modelos ya Fría –tal como hoy en día en Iraq–. No obstante, la
en ese tiempo percibidos como problemáticos (el Che gran mayoría de las experiencias de la lucha armada en
Guevara hablaba con sorna del «comunismo del goulash»). la América Latina surgieron precisamente contra dic-
En el arranque radicalizador de la Revolución Cubana, en taduras militares (por ejemplo, en Cuba, Guatemala,
la estrategia parlamentaria del «camino chileno al socialis- Nicaragua, la República Dominicana, la Argentina y
mo» de Allende, en las «zonas liberadas» de esta o aquella Brasil), o en situaciones de profunda crisis y/o de co-
zona rural, en la clandestinidad urbana o en la experiencia rrupción de las instituciones políticas formales. Al mis-
sandinista en Nicaragua, con todas sus ambigüedades y mo tiempo, es evidente que con la excepción de la
contradicciones, lo que se estaba gestando eran formas Unidad Popular chilena, la izquierda revolucionaria la-
del socialismo propiamente latinoamericanas, de la mis- tinoamericana, asentada como estaba en la noción de
ma manera en que, digamos, el comunismo chino o la una pequeña vanguardia o elite revolucionaria –el fa-
socialdemocracia europea fueron específicos para sus moso «foco» de la teoría guevarista– menospreció el
propias sociedades. Si esas nuevas formas de socialismo problema de la democracia de masas y de la hegemo-
hubieran prosperado y comenzado a interactuar, apoyar- nía política expresado en términos electorales o cultu-
se, influirse, y sobre todo corregirse la una a la otra, a su rales. Aun así, sin embargo, en balance la experiencia
vez habrían servido de inspiración y de base de apoyo de la lucha armada en la América Latina iba en la direc-
material para otros procesos emancipatorios (aquí se debe ción de la democracia, y trajo a la política un hálito de
recordar el rol crucial que tuvo Cuba apoyando a los viet- esperanza en un cambio democrático-popular que ha-
namitas y a la lucha contra el régimen del apartheid en bía estado faltando desde los años 30. También plan-
Sudáfrica, finalmente victoriosa). Y no solamente en el teó la posibilidad de desplazarse más allá de las formas
Tercer Mundo o en los países de la periferia (menciono a menudo restringidas y altamente manipuladas de la
de pasada, desde mi propia experiencia, la tremenda in- política electoral y el sindicalismo hacia formas de con-
fluencia que tuvo la izquierda revolucionaria latinoameri- cientización y participación política más comprehensi-
cana en la configuración de la llamada Nueva Izquierda vas y representativas.
en los Estados Unidos). Parte de la originalidad y promesa de la lucha arma-
No hay ninguna duda de que la Unión Soviética, y los da en la América Latina estaba expresada en su super-
socialdemócratas europeos trataron de contener los mo- estructura cultural. En el campo del cine, se podrían
vimientos latinoamericanos, incluyendo la lucha armada, mencionar, por ejemplo, las grandes películas cubanas
dentro de sus respectivas fórmulas; pero los movimien- de los años 60 y 70 o al cinema novo brasileño, parti-
tos siguieron saliéndose de esas fórmulas con gran osa- cularmente la obra de Glauber Rocha, o la masiva re-
día y originalidad teórica y práctica. ¿Hubiera sido inevi- construcción documental del auge y caída del gobier-
table el colapso internacional del socialismo si en los 60 no de la Unidad Popular de Allende, La batalla de
varios países latinoamericanos hubieran podido seguir Chile, o a la obra maestra argentina La hora de los
el camino de Cuba? ¿Si Allende hubiera podido cumplir hornos, una de las películas más atrevidas y originales
con su promesa de un «camino chileno al socialismo» que haya sido producida en cualquier parte del mundo
democrático? ¿Si a principios de los 80 los guatemalte- en los 60, hoy casi olvidada –todas profundamente re-
cos o salvadoreños hubieran podido seguir los pasos de lacionadas con el impulso de la lucha armada–. Los
los sandinistas? ¿Y cuál sería hoy la situación de Cuba si principales novelistas del boom se veían algo así como
otros países latinoamericanos hubieran estado en la po- los compañeros de ruta de la lucha armada, y algunos,
sición de tener lazos fraternales con ella? como Julio Cortázar, hasta insistieron en la coincidencia
Poner en polos antagónicos a la democracia formal de sus técnicas narrativas vanguardistas con la función
y la lucha armada fue parte de la estrategia de contra- radicalizadora del «foco» guerrillero. Había otras ma-
insurgencia de los Estados Unidos durante la Guerra nifestaciones de la relación entre arte y lucha armada:

19
el teatro de creación colectiva en Colombia; una mar- ciadora y limitante a la vez, tal como lo reveló la a
cada variedad de poesía «comprometida» –poesía mi- veces problemática relación de la vanguardia revolu-
litante– que se extendía desde la poesía conversa- cionaria con las poblaciones indígenas y afrolatinas,
cional impulsada por la Casa de las Américas y las las mujeres y los homosexuales.
canciones populares politizadas de la nueva trova has- La principal característica de la lucha armada lati-
ta la poesía de taller sandinista, escrita por campesi- noamericana eran sus raíces en el nacionalismo radi-
nos, soldados y obreros en sus propios lugares de tra- cal. Pero al mismo tiempo se cuestionaba la adecua-
bajo; un arte visual estilo pop politizado y dinámico; y ción de la nación-Estado como vehículo posibilitador
el testimonio, cuya emergencia y autoridad como for- de la insurgencia popular. El Estado «oficial», producto
ma narrativa estaban profundamente conectadas con del colonialismo y el neocolonialismo, en lo concreto
la lucha armada. era visto como carente de correspondencia frente a la
No se trataba únicamente de que muchos músicos, radical heterogeneidad de los sectores populares. Por
artistas, periodistas, cineastas y escritores se convir- lo tanto, la tensión entre una afirmación antimperialista
tieron en compañeros de ruta del movimiento revolu- y patriótica de la «nación» y la crítica de la «nación
cionario, como fue el caso en los años 30 y 40 de oficial» que eventualmente llevaría a la teoría poscolo-
figuras como Pablo Neruda y Diego Rivera. Las orga- nial ya se hallaba presente en el interior de la lucha
nizaciones de la lucha armada, sus extensas redes de armada, por ejemplo en los debates entre estrategias
apoyo proveían un contexto en el cual, como en el nacionales, regionales, y continentales. Algo similar pasa
caso de la Resistencia francesa durante la Segunda con las «políticas de identidad» representadas por los
Guerra Mundial, intelectuales, artistas, músicos y pro- movimientos indígenas, afrolatinos, de mujeres, de
fesionales de clase media se encontraban a menudo gays, de poblaciones marginales. Indudablemente hubo
trabajando codo a codo en la clandestinidad con traba- profundas y frecuentes contradicciones entre deman-
jadores y campesinos de los sectores populares (una das de «indentidad» y un nacionalimso revolucionario.
relación no siempre exenta de problemas, pero eso es Pero también se puede afirmar que, por lo general fue
otra historia). Se trata de la elaboración de una nueva solo dentro del contexto de los movimientos revolu-
relación entre artista y sujeto popular. cionarios que estas demandas de reconocimiento, o de
Las expresiones culturales relacionadas con la lucha liberación personal, pudieron ser presentadas como
armada estaban aún dominadas por lo que hoy, des- demandas en primer lugar. Las mujeres, los homosexua-
pués de la teoría poscolonial, llamaríamos un modelo les, los intereses regionales, la vasta población semiem-
«mestizo-criollo» de identidad cultural latinoamerica- pleada de los barrios pobres, los grupos indígenas y
na. La articulación teórica de más consecuencia de este afrolatinos, los campesinos pobres, la juventud, empe-
modelo fue quizá la idea de «transculturación narrati- zaron a adquirir nuevas identidades y poder de gestión
va», adelantada, entre otros, por el crítico literario uru- en el contexto de su participación en el movimiento
guayo Ángel Rama sobre la base del cubano Fernando armado y sus redes de apoyo. A su vez, la práctica
Ortiz, que inventó el concepto en su magistral estudio revolucionaria produce nuevas normas en la teoría. En
de 1940 Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar. Guatemala, por ejemplo, las premisas teóricas de un
Desde el punto de vista de Rama, la función cataliza- marxismo ortodoxo que sustentaba que la solución al
dora de los artistas, escritores y trabajadores cultura- «problema indio» era la industrialización y la proletari-
les es juntar los elementos heterogéneos de la realidad zación, fueron cuestionadas desde la lucha armada en
nacional para formar una identidad cultural inclusiva la medida en que más y más grupos indígenas se vie-
apropiada para el proceso de liberación nacional y re- ron involucrados en ella.
gional. Esa concepción, anticipada también en el ensa- El Che Guevara puede haber sido demasiado idea-
yo de Roberto Fernández Retamar Caliban, era poten- lista en algunas cosas, pero no estaba equivocado cuando

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veía las relaciones humanas creadas entre los miem- vacilante, una especie de apuesta histórica. Perdió no
bros del «foco» guerrillero como un modelo para una por sus contradicciones internas –aunque eran muchas–.
identidad latinoamericana más libre, tolerante de dife- Tampoco estuvo condenada a la derrota desde el co-
rencias, igualitaria. O en su observación de que el re- mienzo. Fue derrotada por el que fue, en última instan-
volucionario estaba guiado por grandes sentimientos cia, un enemigo más fuerte y despiadado.
de amor. El problema, que se fue incapaz de resolver, El costo humano de esa derrota fue alto. El número
estaba en el traspaso de ese modelo a la población en de muertos en el transcurso de la lucha armada lati-
conjunto (la idea estratégica básica del Che era que la noamericana, principalmente a manos de la violencia
guerrilla funcionaría como un «motor de arranque» que contrarrevolucionaria, tiene que ser medido no en de-
activaría el «motor grande» de la sociedad). cenas sino en centenas de miles. En un cálculo aproxi-
No es mi intención restarle importancia a la persis- mado, murieron alrededor de medio millón de perso-
tencia residual de formas de autoritarismo, machismo nas entre 1959 y 1990. Algo así como doscientas mil
sublimado (y no), e incluso de racismo dentro de la de esas muertes ocurrieron solo en Guatemala, donde
izquierda revolucionaria de los años 60 y 70. Pero en la lucha entre la guerrilla y el ejército fue particular-
vez de caracterizar a los nuevos movimientos sociales mente intensa, en especial en las zonas indígenas; pero
de las dos últimas décadas en la América Latina como también hubo altos niveles de matanzas, decenas de
claramente distintos de, u opuestos a, la lucha arma- miles, en El Salvador, Nicaragua, la Argentina, Co-
da, sería más certero verlos como consecuencias de lombia y Perú; y en los miles en Chile, Brasil, Vene-
las mismas contradicciones, impulsos, y a veces de las zuela, Bolivia, la República Dominicana, México, y
estructuras organizativas involucradas en la lucha ar- Uruguay. A estas cifras deben sumársele los millones
mada. Además, en su propio desarrollo han vuelto al de encarcelados, torturados, arrojados al desempleo,
punto de partida de la lucha armada para plantear las desplazados de sus tierras y pueblos, forzados al exilio
mismas preguntas: ¿Cómo unificarse en un bloque po- o simplemente «desaparecidos».
pular capaz de ejercer el poder del Estado? ¿Cómo co- Este alto nivel de represión puede servir para refor-
menzar a transformar el Estado desde la sociedad? zar el argumento de aquellos que ven la lucha armada
¿Cómo empezar a transformar la sociedad desde el como una especie de deliro quijotesco cuyo precio
Estado? fue pagado por la gente común. Sin embargo, también
Una reconsideración más exhaustiva de la lucha ar- puede sugerir que hubo un alto nivel de apoyo, actual
mada tendría que involucrar una crítica de las ideas o potencial, a la lucha armada, y que ese nivel de apo-
erradas, la arrogancia y la innegable ingenuidad a me- yo fue quebrantado solo por medio de una violencia
nudo implicada en su teoría y su práctica. Aun así, con contrarrevolucionaria extraordinariamente brutal, en
todas sus fallas y sus a veces letales ilusiones, la lucha algunos casos cercana al genocidio.
armada reveló a la América Latina en su lado más ge- Cualquiera sea la posición que uno tome frente a la
neroso, creativo y valiente. Como en el fenómeno de lucha armada, está claro que necesita ser recuperada y
«los 60» en los Estados Unidos, con el que estaba es- representada como una «etapa» definida de la historia
trechamente vinculada, la promesa de la lucha armada moderna de la América Latina. Es decir, el tema de la
apuntaba a la posibilidad de un futuro diferente. Un lucha armada es hoy en primera instancia un desafío a
futuro posible. Se perdió la batalla, pero no por eso fue los historiadores. Pero no se trata solamente de hacer
necesariamente una equivocación emprenderla. José justicia al pasado. La lucha armada fue en última ins-
Martí habla en el Manifiesto de Montecristi de la gue- tancia una empresa trágica, pero también valiente y
rra cubana contra España como una contribución «al generosa, que tenía en su corazón mucho de lo que la
equilibrio aún vacilante del mundo». La lucha armada América Latina todavía quiere y aspira a ser. Fue una
fue una intervención en otro momento de equilibrio especie de apuesta a que otro mundo era posible. En

21
ese sentido, para consolidar e ir más allá de las todavía lucha armada, no sin un sentido de distancia, a la vez
precarias conquistas de los nuevos gobiernos de iz- histórica y crítica –no se trata de idealizar o repetir
quierda (porque hay el peligro de estancamiento), hace fórmulas anticuadas– pero sí con un espíritu de admi-
falta hoy más que nunca recuperar la herencia de la ración, amor y respeto. c

SERGIO CAMARGO
(Brasil, 1930-1990):
Relieve 292, 1970.
Madera, 39 x 41 x 10 cm

22
CARMEN BOHÓRQUEZ

Venezuela y la Revolución
Cubana, cincuenta años después

C
uando en 1959 triunfa la Revolución en Cuba, yo tenía doce años
de edad. Como a muchos de mi generación, la imagen de la entra-
da de los guerrilleros de la Sierra Maestra a La Habana, comanda-
dos por Fidel, fue como un sello candente que nos marcó el alma para
siempre. Desde entonces, la Revolución Cubana se convirtió para noso-
tros en la prueba más fehaciente de que la utopía no era un sueño irrea-
lizable.
En Venezuela, los primeros años de la Revolución Cubana coincidie-
ron con los primeros años de la «recuperación» de la democracia. Un
año antes, el 23 de enero de 1958, Marcos Pérez Jiménez, uno de entre
los varios dictadores militares que apoyados por los Estados Unidos
ocuparon la escena latinoamericana durante los años 50, abandonaba
subrepticiamente el país acorralado por crecientes manifestaciones po-

Revista Casa de las Américas No. 254 enero-marzo/2009 pp. 23-31


pulares y el descontento de sectores militares progresistas. Durante los
años de resistencia a la dictadura de Pérez Jiménez, y en la propia orga-
nización y conducción de los movimientos que aceleraron su caída, el
Partido Comunista de Venezuela había jugado un rol preponderante jun-
to a Acción Democrática, en aquel entonces un partido socialdemócrata
que todavía trataba de hacer honor a su divisa de ser «el partido del
pueblo», pero que muy pronto comenzará a navegar en sentido contra-
rio, conducido por Rómulo Betancourt, triunfador, en diciembre de 1958,
de las primeras elecciones presidenciales del nuevo período democráti-
co, y quien ya había sido cooptado por el Departamento de Estado
durante su exilio en Nueva York.
Aun cuando los cinco años del gobierno de Betancourt (1959-1963)
estuvieron signados por el anticomunismo, la Revolución Cubana mar-
có claramente ese primer quinquenio democrático en Venezuela. Las
transformaciones radicales que comienzan a darse en Cuba, la visita de
Fidel, el Che y Camilo a Caracas y el renovado discurso revolucionario

23
que desde Cuba se expande por toda América dieron tiempo que, silenciosamente, recogían información
aliento, reverdecieron esperanzas y acendraron determi- sobre los nuevos posibles líderes o sobre focos de in-
naciones no solo entre las distintas fuerzas independien- surgencia. Por lo que respecta concretamente a Vene-
tes de izquierda, sino también entre las que se movían al zuela, fue también patente el esfuerzo realizado por los
interior del propio partido Acción Democrática, provo- Estados Unidos para mostrar a la naciente democracia
cando la crisis que determinó su primera división. y al liderazgo de Betancourt, como una alternativa a la
De esta crisis ideológica va a nacer el Movimiento «barbarie» que se instalaba en Cuba.
de Izquierda Revolucionaria (MIR), el cual, junto al Por su parte, Betancourt va a corresponder al privile-
Partido Comunista, que había sido deliberadamente gio acatando con entusiasmo las directrices de Wáshington
excluido de cualquier negociación sobre el futuro polí- y, en virtud de ello, rompe relaciones con Cuba en no-
tico del país por la alianza partidista que controlará la viembre de 1961. Esta acción fue acompañada de la
naciente nueva era democrática (Pacto de Punto Fijo), propuesta, que luego va a ser asumida como doctrina
comenzará a trabajar y a organizar la lucha para esta- en el Continente (Doctrina Betancourt), de que no de-
blecer también en Venezuela un gobierno revoluciona- bían mantenerse relaciones diplomáticas con aquellos
rio antioligárquico y antimperialista. países cuyos gobiernos hubiesen llegado al poder por
Más allá de Acción Democrática, la Revolución medios distintos a la elección popular. En enero del
Cubana va a tener también un decisivo efecto sobre la siguiente año, Betancourt, siguiendo fielmente la estra-
propia alianza de gobernabilidad conocida como Pacto tegia de los Estados Unidos, estará entre los primeros
de Punto Fijo, firmado por Acción Democrática, el en impulsar y votar la expulsión de Cuba de la OEA.
Partido Socialcristiano Copei; y Unión Republicana Esta actitud de Betancourt es respaldada y tendrá con-
Democrática (URD), cuando el canciller Ignacio Luis tinuidad dentro de su partido Acción Democrática; como
Arcaya, perteneciente a URD, se niegue a condenar a pudo verse en julio de 1964, cuando el presidente que
Cuba en la Conferencia de la Organización de Estados lo sucede, Raúl Leoni, tomando como argumento el
Americanos celebrada en Costa Rica en 1961, provo- descubrimiento de un lote de armas de supuesta pro-
cando con ello su salida del Gabinete y de la URD de cedencia cubana en una playa del estado Falcón, al
dicha alianza. occidente de Venezuela, pedirá ante ese organismo la
Pero lo que ocurre en Venezuela respecto a Cuba no aplicación de sanciones económicas a Cuba.
es distinto de lo que ocurre en el resto de la América Sin embargo, mientras la derecha venezolana acre-
Latina. Tan pronto toma el poder, la Revolución Cuba- centaba las medidas de aislamiento y el rechazo hacia
na se convierte no solo en el eje y referente de toda todo lo que significara Cuba, lo contrario va a ocurrir
acción política interna de los distintos gobiernos lati- entre las fuerzas de izquierda. De hecho, durante los
noamericanos, cualesquiera fueran su signo y su posi- años 60 y 70 la Revolución Cubana ejercerá una in-
ción respecto a la Isla, sino fundamentalmente en el fluencia paradigmática sobre los distintos grupos pro-
nuevo argumento imperial para cerrar más fuertemen- gresistas y revolucionarios del país y, muy particular-
te sus garras sobre nuestros países. Para los Estados mente, sobre el movimiento estudiantil; el cual se
Unidos, era imperativo impedir a toda costa que se re- convirtió en la principal cantera de denuncia y de pro-
produjeran por la América otras Cubas, y para ello cual- testa contra las políticas gubernamentales de Acción
quier medio fue bueno, incluido el de presentarse como Democrática, cada vez más articuladas a los intereses
buenos samaritanos. De todos son conocidas las ver- y decisiones de los Estados Unidos y, sobre todo, con-
daderas motivaciones de la Alianza para el Progreso y tra la brutal represión política instaurada por Betan-
de los llamados Cuerpos de Paz, a los que vimos ex- court y otros gobiernos del Pacto de Punto Fijo, al
tenderse por todos los rincones de nuestro territorio punto de hacer olvidar muy pronto los crímenes de la
«compartiendo» sus saberes con las clases populares, al dictadura. Fue también el movimiento estudiantil el prin-

24
cipal semillero de las fuerzas insurgentes al iniciarse la dominante y, por ello mismo, no cabía pensar en re-
lucha armada en Venezuela. Las figuras y las ideas de dención posible. Las rebeliones militares de 1962, co-
Fidel y el Che alimentaron y fortalecieron nuestras uto- nocidas como El Carupanazo (mayo) y El Porteñazo
pías juveniles de justicia social y dieron nuevo impulso (junio), parecieron confirmar también su tesis de que
a las luchas populares. La toma del poder por las ar- los alzamientos surgidos en el seno de un ejército re-
mas que haría realidad las seculares demandas del pue- gular eran además infructuosos, porque tendían a que-
blo, se veía ya a la vuelta de la esquina. darse en los cuarteles. Habría que esperar varias dé-
Paradójicamente, la iniciativa y los primeros grupos cadas para que un movimiento y un líder militar surgido
guerrilleros que asumirían esta lucha por la conquista de los cuarteles irrumpiera en la historia y enrumbara a
del poder saldrían en parte de las propias entrañas de Venezuela hacia esa sociedad justa y de iguales por la que
Acción Democrática. El Movimiento de Izquierda Re- el Che dio su vida. Con ello, la América Latina volverá
volucionario (MIR), junto con el Partido Comunista, a mostrar su capacidad de crear inéditas vías de cons-
iniciarían este camino, y a él se fueron sumando otros truir alternativas a la dominación imperante, siempre
grupos y movimientos. Entre otros, el 1 de enero de con el pueblo como protagonista principal de los cam-
1963 se constituyeron las Fuerzas Armadas de Libera- bios revolucionarios.
ción Nacional (FALN), al agruparse el Frente José Leo- Durante los primeros años de la década del 70, el
nardo Chirinos, comandado por Douglas Bravo, con presidente Rafael Caldera, del Partido Social Cristiano
otros movimientos comandados por militares en rebe- Copei (otro de los socios del pacto de Punto Fijo),
lión, entre los cuales Manuel Ponte Rodríguez y Víctor emprende una política de «pacificación» del país diri-
Hugo Morales. Aunque no es el caso en este momento gida a desmovilizar a los grupos guerrilleros que se
de abordar la historia de la lucha armada en Venezuela, mantenían activos, aunque sin que esto significara una
sino tan solo seguir el hilo de la presencia de la Revolu- real incorporación de la izquierda a la vida política o su
ción Cubana en Venezuela durante estos cincuenta años, participación en la toma de decisiones sobre el futuro
sí vale decir que a pesar de los muchos errores tácticos del país; antes por el contrario, esta «pacificación»
y estratégicos cometidos, de las traiciones y contra- ocultó la desaparición forzada y el asesinato de varios
dicciones, de una percepción equivocada de las condi- de sus cuadros dirigentes. Este período coincide con
ciones objetivas del país y del momento, que sumadas la distensión de las relaciones diplomáticas de los Esta-
hicieron fracasar militarmente al movimiento guerrille- dos Unidos con China y la Unión Soviética, tras la visi-
ro al no lograr despertar el apoyo popular como había ta de Nixon a esos países, lo que en cierta forma se
ocurrido en Cuba, la experiencia acrisoló las ideas so- traduce también en un cambio de posición de los paí-
cialistas en una parte importante de la juventud del ses de la América Latina respecto a Cuba y su revolu-
momento y facilitó el avance de las conquistas socia- ción. Aunque Caldera no llega hasta el restablecimiento
les por parte del movimiento de los trabajadores y cam- de relaciones diplomáticas con el Estado cubano, sí deja
pesinos, al obligar al gobierno a hacer concesiones en el terreno abonado para que lo haga su sucesor, Carlos
ese sentido, so riesgo de empujar esos sectores hacia Andrés Pérez (del partido Acción Democrática), al poco
los movimientos que combatía. tiempo de asumido el poder. Estas relaciones se nor-
El Che veía con simpatía este movimiento de libera- malizarán el 29 de diciembre de 1974, iniciándose a
ción por las armas que se había iniciado en Venezuela, partir de allí un acercamiento entre ambos gobiernos
aunque reconocía serias diferencias respecto a la for- que se tradujo en la firma de varios acuerdos de co-
ma de llevarlo a cabo. Sobre todo, porque no creía ni operación bilateral y la asignación de una cuota petro-
confiaba en la participación, en estos movimientos, de lera a Cuba, por parte del gobierno venezolano.
integrantes de los ejércitos regulares, pues, a su juicio, Pero esta apertura del gobierno de Carlos Andrés
estos no eran otra cosa que instrumentos de la clase Pérez hacia la Cuba revolucionaria también estuvo

25
acompañada de un acercamiento hacia los grupos cu- nacionales. Situación que, como todos recordamos,
banos que desde Miami conspiraban, junto con el go- se repitió en varias embajadas y particularmente en la
bierno de los Estados Unidos, para acabar con la vida de Perú, que fue posteriormente seguida por la llama-
de Fidel y de la Revolución. Contratados por el gobier- da crisis de los «marielitos». Posteriormente, estas
no de Pérez llegaron y se establecieron en el país con- relaciones serán definitivamente reestablecidas en
notados enemigos del proceso cubano, entre los cua- 1989, siendo la manifestación más visible de su nor-
les el terrorista Luis Posada Carriles, quien incluso llegó malización la asistencia del Comandante Fidel Castro
a dirigir cuerpos policiales venezolanos y a manejar la a la segunda toma de posesión de Carlos Andrés Pé-
propia seguridad del Presidente. Esta privilegiada posi- rez, electo presidente en diciembre del año anterior.
ción le facilitó, junto a otro conocido terrorista, Orlan- No obstante, e independientemente de estos avances
do Bosch, la planificación y ejecución el 6 de octubre y retrocesos en las relaciones diplomáticas y comercia-
de 1976, en complicidad con venezolanos, del más les entre ambos países, la Revolución Cubana siguió alen-
grande atentado terrorista generado en Venezuela, como tando durante todos esos años las luchas populares, y
fue la voladura del avión de Cubana de Aviación que siguió contando con el apoyo solidario de quienes, en
transportaba setenta y tres personas, entre ellas el equi- Venezuela, seguíamos creyendo en que las utopías sí
po de esgrima cubano que acababa de titularse campeón eran posibles, y esto a pesar de las derrotas sufridas, de
en los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Frente a la desaparición o el asesinato de valiosos líderes a ma-
este hecho, el gobierno de Carlos Andrés Pérez mantu- nos de los diversos gobiernos del Pacto de Punto Fijo,
vo la misma paradójica posición con la que venía ma- de la traición de otros, de la domesticación de algunas
nejando sus relaciones con Cuba: declaraciones de conciencias y de las políticas de admisión universitarias
condena, apertura de la investigación, detención de los aplicadas por instrucción del FMI, que fueron vaciando
autores materiales y del propio Posada Carriles, en de rebeldía las universidades al limitar progresivamente
concordancia con la imagen internacional de gobierno la presencia en ella de los sectores populares, rebeldes
progresista que se había construido; al tiempo que con- por naturaleza, tradición y necesidad ante un orden cre-
cedía ciertos privilegios a Posada, en concordancia con cientemente injusto y excluyente.
sus secretos acuerdos con el Departamento de Esta- Ese año 1989 fue trágico para las fuerzas de iz-
do. Este trato condescendiente hacia Posada se acen- quierda y para las luchas populares. El neoliberalismo
tuará durante el gobierno del socialcristiano Luis He- se extendía como un cáncer por el mundo, fuertemen-
rrera Campins y se traducirá finalmente en su fuga de te impulsado por los grandes grupos de poder interna-
la prisión y del país en 1985, un día antes de que le cionales y con el aplauso entusiasta de las burguesías
fuera leída su sentencia. Venezuela reclama hoy su ex- nacionales, que creyeron haber alcanzado para siem-
tradición desde los Estados Unidos. pre el paraíso terrenal. La primera señal de alerta sobre
La fuga de Posada Carriles ocurre en un período en las consecuencias trágicas de las políticas neoliberales
el que habían dejado de existir relaciones diplomáticas sobre los pueblos del mundo la dio el pueblo de Cara-
entre los gobiernos venezolanos del Pacto de Punto cas, seguido de los de otras ciudades, el 27 de febrero
Fijo y el gobierno revolucionario de Cuba, dado que las de ese año, a pocos días de la toma de posesión de
mismas habían sido suspendidas en 1980, a raíz de la Carlos Andrés Pérez. Ese día, millones de pobres salie-
crisis generada entre ambas naciones por la concesión ron a protestar de manera espontánea en todo el país
de asilo a un cierto número de ciudadanos cubanos en contra el llamado «paquete económico» de Carlos An-
la embajada de Venezuela en La Habana, sin que exis- drés Pérez, el cual no era otra cosa que la aplicación de
tieran, a juicio del Estado cubano, fundadas razones un programa de ajustes macroeconómicos promovido
para ello, ni se correspondieran con ninguna de las por el FMI, que sin duda venía a aumentar las duras
causales de asilo contempladas por los tratados inter- condiciones de pobreza y miseria en las que vivía gran

26
parte de la población venezolana. Entre las medidas corregir errores, de hacer más propio el socialismo
anunciadas estaban la privatización de las empresas pú- que se había estado construyendo y de redoblar es-
blicas, la liberación del precio de casi todos los pro- fuerzos para impedir que esa especial situación pudie-
ductos de consumo masivo, el incremento de las tari- ra poner en riesgo los logros hasta ese momento al-
fas de los servicios públicos, el aumento del transporte canzados. Cuba, es decir un pueblo heroico y su gran
público y, en particular, el anuncio de un aumento del líder Fidel, se crecían en la adversidad demostrando al
100% en el precio de la gasolina, que vino a ser el mundo que nada puede quemar las alas de la esperanza
detonante de la ira popular. Una violenta represión, cau- cuando un pueblo se decide a volar libremente hacia
sante de la muerte de más de dos mil personas, fue la un mundo de justicia social y de igualdad. La humani-
respuesta del gobierno de Pérez a esta rebelión popu- dad tendrá que agradecer siempre a Cuba esta lección
lar, conocida luego como «El Caracazo». de moral colectiva y de dignidad.
Meses después, en el mismo año, la caída del Muro El ejemplo paradigmático de Cuba durante esos años
de Berlín selló lo impensable: el derrumbe de la Unión postsoviéticos sacudió los rendidos ánimos y nos hizo
Soviética. Huelga decir lo que esto significó en térmi- volver la vista hacia nosotros mismos y hacia la ne-
nos de desesperanza, desaliento y, sobre todo, de cesidad de poner al mundo en real perspectiva. Ni fin de
desconcierto para quienes veíamos en el socialismo la la historia, ni derrumbe soviético, ni globalización neoli-
posibilidad de superar definitivamente siglos de exclu- beral, ni pensamiento único podrían ser jamás las coor-
sión y de injusticia. No entraremos a hablar de las fla- denadas que determinaran nuestro destino como pue-
cas voluntades y de las acomodaticias militancias de blos, sino las que nosotros mismos construyéramos
muchos que, ante los primeros ruidos del derrumbe, con nuestras propias fuerzas. En Venezuela, esa con-
abjuraron rápidamente de las ideas socialistas y se hi- ciencia había comenzado a materializarse el 27 de fe-
cieron fanáticos conversos del neoliberalismo. De ellos brero de 1989 con «El Caracazo», y cobró cuerpo el 4
se encargará la historia. de febrero de 1992, cuando un grupo de jóvenes ofi-
Entre las filas de los socialistas auténticos, el desa- ciales, comandados por el teniente coronel Hugo
liento se hizo mayor al pensar en Cuba, la que para ese Chávez Frías, insurgió desde varios rincones del país
momento sustentaba casi toda su economía sobre el contra el gobierno neoliberal de Carlos Andrés Pérez,
intercambio comercial con la Unión Soviética; desaliento exigiendo poner fin a la explotación, al hambre, la ex-
que los publicistas del neoliberalismo se apresuraron a clusión, la injusticia y el ignominioso sometimiento de
incrementar, anunciando también el fin de la Revolu- las políticas gubernamentales a los dictámenes del im-
ción Cubana. Bloqueada cruelmente desde varios años perio. Para ello, proponen refundar la república reto-
atrás por los Estados Unidos, y ahora sin el apoyo so- mando el proyecto de Simón Bolívar de construir una
viético, era fácil hacer creíble este anuncio. Sin em- nación soberana donde todos y todas pudieran vivir
bargo, para decepción de los adalides de la nueva doc- como ciudadanos libres e iguales. Como sabemos, los
trina económica, el pueblo cubano, cual ave fénix y rebeldes no pudieron concretar en esa oportunidad sus
contra todos los pronósticos, resistió el golpe y co- objetivos y debieron rendir las armas, no sin antes afir-
menzó a reconstruirse a sí mismo. Fueron ciertamente mar, en la voz de Hugo Chávez, quien asumió la res-
años muy duros esos del «período especial» y una gran ponsabilidad del movimiento, que si bien «por ahora»
lección para quienes visitamos Cuba en ese tiempo. sus propósitos no habían podido ser alcanzados, sin
No había allí espacio para el desánimo o el pesimismo, duda vendrían tiempos mejores y el país tendría que
sino por el contrario una gran fuerza espiritual y una enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor.
voluntad colectiva imbatible que, en medio de aquellas Nada podía tener mayor impacto en ese momento so-
terribles condiciones, hablaba sin embargo de futuros bre la conciencia del pueblo venezolano que ese grito
promisorios, de la oportunidad que se presentaba de rebelde que se resistía a aceptar la ineluctabilidad del

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destino neoliberal y, en consecuencia, de la desapari- múltiples maniobras de la derecha y a la satanización
ción de toda alternativa a ese destino. El «por ahora» de que fue víctima (y lo sigue siendo) por parte de las
significó tanto el quiebre de esa aparente ineluctabili- empresas de comunicación escrita y audiovisual.
dad, como el resurgir de una memoria colectiva de De esta manera, siete años después de aquel 4 de
lucha contra otro imperio y de construcción de una febrero, Hugo Chávez llega a la Presidencia de la Re-
nación libre y soberana. Los dos años de prisión de pública de Venezuela, hoy República Bolivariana de
Hugo Chávez (1992-1994) no hicieron sino hacer cre- Venezuela. El 2 de febrero de 1999, Chávez jura sobre
cer tanto el movimiento popular despertado con su la «moribunda» Constitución acordada en 1961 por los
aparición, como su propia determinación para seguir firmantes del pacto de Punto Fijo refundar la Repúbli-
adelante por el camino que el pueblo le estaba ahora ca y construir una sociedad diferente sobre las bases
exigiendo. de la justicia y la igualdad, sin exclusiones ni privile-
La aparición de Chávez y del movimiento bolivaria- gios, en la cual el pueblo sea el verdadero protagonista.
no va a terminar de resquebrajar las bases del pacto de Como prueba de su determinación, su primer decreto
Punto de Fijo, minadas ya por la corrupción de sus como Presidente fue el de convocar a una Asamblea
dirigentes, la entrega de la nación a las compañías trans- Constituyente. Con este decreto se inició el más pro-
nacionales, el abandono de las políticas sociales y la fundo proceso de transformación de la sociedad
creciente represión de todo movimiento de protesta. venezolana desde las guerras de independencia. Diez
La crisis política desatada con su aparición provocará años después, Hugo Chávez y la Revolución Bolivaria-
la destitución de Carlos Andrés Pérez, la instalación de na se han constituido en referencia mundial: para los
un gobierno provisorio y la vuelta al poder de Rafael pueblos, como modelo a estudiar y objeto de inspira-
Caldera, quien astutamente logra capitalizar en ese ción, y para el imperio y la derecha mundial, como
momento la necesidad colectiva de cambio que la re- amenazas que deben ser erradicadas antes de que el
belión militar había puesto al descubierto. Habiendo roto Continente todo se les haga irrecuperable.
con su partido Copei, Caldera crea un movimiento en Con la llegada de la Revolución Bolivariana se inicia
el que logra aglutinar también a una dispersa izquierda, lo que Rafael Correa, presidente de Ecuador, ha llama-
de tendencia centrista, que temía apostar al cambio do hoy un cambio de época en la América Latina. Des-
radical que proponía Chávez. Pronto ese gobierno pués de la experiencia del gobierno revolucionario de
mostraría ser más neoliberal que el de Pérez, y para Salvador Allende, en Chile, llegado al poder por la vía
mayor vergüenza de la historia de la izquierda venezo- electoral y cruelmente truncado, el intento venezolano
lana, el principal brazo ejecutor y furibundo defensor se convierte en el segundo de una serie de revolucio-
de esas medidas fue Teodoro Petkoff, uno de los prin- nes pacíficas en la América Latina, en las que pueblos
cipales jefes guerrilleros de la década de los 60 y en- y líderes están transformando radicalmente a la socie-
tonces ministro de Planificación quien había puesto fin dad y al Estado por la vía constitucional. Como ha
a dicho movimiento. dicho Fidel, esto muestra que no hay caminos únicos
Las medidas neoliberales aplicadas, entre ellas la eli- para hacer la revolución, sino que cada pueblo, según
minación de los controles de cambio y de precios, la sus circunstancias, sabrá encontrar su propio camino
privatización de empresas y servicios públicos, la eli- de liberación.
minación del Sistema de Prestaciones Sociales y la in- Estamos convencidos, sin embargo, de que ningu-
tención de eliminar también el Sistema de Seguridad no de estos cambios hubiera sido posible o hubiera
Social, siguiendo los dictámenes del FMI, ayudaron e podido sostenerse en el tiempo sin la referencia ética y
escribir el epitafio del Pacto de Punto de Fijo y a hacer el apoyo solidario de Cuba y su Revolución. No solo
arrolladora la victoria de Hugo Chávez y su propuesta porque Cuba supo mantener encendida esa llama du-
revolucionaria en las elecciones de 1998, pese a las rante «la oscura noche neoliberal», sino también por-

28
que el generoso y sabio magisterio de Fidel nos ha ido Hugo Chávez Frías, en el marco de la III Cumbre de
alertando anticipadamente sobre errores propios y Jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Es-
amenazas externas. Quizá, quien más tiene que agrade- tados del Caribe, celebrada en la isla de Margarita, al
cer a este respecto es Venezuela, la primera en iniciar noreste de Venezuela, en diciembre de 2001. Esta pro-
este nuevo camino revolucionario. Camino que el ojo puesta de unir a los países de la América Latina y el
avizor de Fidel supo ver, además, desde el mismo pri- Caribe en un solo bloque económico, político y social
mer momento en que Chávez y el proyecto bolivariano resume los principios rectores de una verdadera inte-
aparecieron en el escenario político venezolano, y que gración latinoamericana y caribeña basada en la justi-
se le hizo más cierto a partir del primer encuentro entre cia, la solidaridad, la equidad, la cooperación, la com-
ambos en La Habana, en diciembre de 1994. plementariedad, la voluntad común de avanzar, el
La transformación que se inicia en Venezuela a par- desarrollo equitativo y el respeto a la soberanía y auto-
tir de la llegada de Hugo Chávez y de la Revolución determinación de los pueblos, con énfasis en el desa-
Bolivariana al poder, va a situar también en una nueva rrollo humano y social, además del político y econó-
dimensión la naturaleza de las relaciones con Cuba y mico. Ideológicamente, el Alba está sustentada no en
su gobierno, al punto de pasar rápidamente de meras doctrinas o tesis trasplantadas, sino en la propia expe-
relaciones diplomáticas a profundas relaciones de her- riencia histórica y en las ideas de Miranda, Bolívar,
mandad; sustentadas estas sobre la conciencia común Martí y tantos otros pensadores latinoamericanos, sin
del rol histórico que les toca jugar a ambas naciones y nacionalismos egoístas ni políticas nacionales restric-
a ambos gobiernos revolucionarios en la construcción tivas que nieguen el objetivo común de construir esa
definitiva de la Patria Grande, tal como lo demanda el Patria Grande Latinoamericana que soñaron los héroes
legado histórico de Bolívar y Martí. de nuestras luchas emancipadoras y que reclama nues-
La conciencia de esta responsabilidad histórica y la tro tiempo. Hoy forman parte del Alba, además de Cuba
necesidad de construir una alternativa no solo para Cuba y Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Honduras y Domini-
y Venezuela, sino para todo un continente agobiado por ca, a los que se agrega Haití y Uruguay como países
siglos de saqueo de sus riquezas, de destrucción de sus asociados, y Ecuador como país muy cercano.
recursos naturales, de avasallamiento cultural, de vio- Con la propuesta del Alba, Cuba y Venezuela asu-
lación constante de su soberanía territorial, de irrespe- mían la integración de la América Latina y el Caribe
to permanente a la libre determinación de sus pueblos, como condición fundamental y previa a cualquier tipo
agudizado en la última década del siglo XX por la exa- de acuerdo extraregional, con lo cual confrontaban di-
cerbación del expansionismo de los Estados Unidos y rectamente la intención de los Estados Unidos de im-
su pretensión de colocar todas las economías de la poner un tratado global de comercio que atara todavía
región al servicio de sus intereses imperiales mediante más cada una de las economías nacionales a sus particu-
la imposición de una Alianza de Libre Comercio (Alca), lares intereses, al tiempo que buscaba hacer más pro-
llevó a ambos gobiernos no solo a trabajar más estre- fundos los mecanismos de dominio político sobre la
chamente en defensa de la propia revolución, sino tam- región. Así, contra los principios neoliberales del mer-
bién a proponer el Alba, es decir una Alternativa Boli- cado y la competencia que sustentaban al Alca, el Alba
variana para los pueblos de las Américas: inspirándose propone e inicia la construcción y desarrollo de meca-
para ello en el más grande sueño del Libertador Simón nismos de cooperación y solidaridad entre las nacio-
Bolívar: «ver formar en América la más grande nación nes suramericanas que está permitiendo erradicar la
del mundo, menos por su extensión y riqueza que por pobreza, corregir las desigualdades sociales y asegu-
su libertad y gloria». rar una creciente calidad de vida para nuestros pue-
La propuesta del Alba la formuló por primera vez el blos. Por ello, del Alca, ya nadie se acuerda. Hace tiempo
presidente de la República Bolivariana de Venezuela, que quedó enterrado en Mar del Plata.

29
Con todo, creemos que aún no se ha valorado sufi- Mejores aún han sido los resultados logrados en
cientemente este nuevo paradigma de integración que salud a través de la Misión Barrio Adentro, iniciada
es el Alba; uno de los aportes más auténticos en esta también en el año 2003. Gracias a este programa se
larga historia de intentos de unidad emprendidos en nues- han construido más de tres mil módulos de atención
tra América, desde que Miranda concibiera su Colom- médica primaria en todos los barrios pobres de Cara-
bia. Sin duda, el Alba trasciende los acostumbrados lí- cas y en prácticamente todos los rincones del país, en
mites de la unión comercial o aduanera, para trazar, desde los cuales se brinda actualmente asistencia médica,
la solidaridad y la necesidad de la liberación definitiva gratuita y permanente, a más del 60% de la población
del Continente, vías comunes y compartidas en lo polí- venezolana; teniéndose como meta la cobertura total.
tico, en lo científico, en lo social y en lo cultural. Tampoco tal proeza habría sido posible sin la presen-
En este contexto de unidad de nuestra América se cia en Venezuela de treinta mil médicos y médicas
inscriben hoy los vínculos de cooperación e intercam- cubanas, y sin los equipos técnicos y medicamentos
bio entre Cuba y Venezuela, e incluso podría decirse provistos también por Cuba. Este sistema integral de
que el hecho de encontrarse estas dos revoluciones al salud comprende hoy no solo la atención primaria (Mi-
frente de los destinos de Cuba y Venezuela es lo que ha sión Barrio Adentro I), sino también la más especializada
determinado que las relaciones entre ambos países se (cuatrocientos de seiscientos Centros de Diagnóstico
sitúen necesariamente en ese marco. Y en esto, la ex- Integral proyectados, trescientas veinte de seiscientas
periencia de solidaridad internacional de Cuba ha con- Salas de Rehabilitación y Fisioterapia, y quince de treinta
tribuido en gran manera a facilitar el camino. y cinco Centros de Alta Tecnología), y se comple-
Por lo que respecta al ámbito binacional, estas rela- menta con un puente aéreo permanente entre los dos
ciones se han estado materializando, con resultados ex- países, para tratar gratuitamente en Cuba los casos
traordinarios, a través de los diversos programas y pro- más complicados. Vale señalar, además, que en la im-
yectos que conforman el Convenio Cuba-Venezuela. En plementación y desarrollo de la Misión Barrio Adentro
particular, vale señalar los grandes logros alcanzados en han jugado un papel fundamental las comunidades po-
las áreas de la salud y la educación, dos de los graves pulares, las cuales participan activamente en aquella a
problemas que Venezuela venía arrastrando histórica- través de los Comités de Salud y otras formas de or-
mente y en los que se hacía más patente la exclusión de ganización social.
las grandes mayorías. Ha sido precisamente en estos Gracias también a la colaboración de Cuba y a estos
campos, gracias al invalorable apoyo brindado por Cuba, médicos y médicas, hoy están formándose gratuitamente
donde la Revolución Bolivariana ha producido las ma- en nuestro país treinta mil jóvenes estudiantes, en su
yores transformaciones en la sociedad venezolana. Bas- mayoría venezolanos, pero también provenientes de otros
ta presentar como prueba la erradicación en apenas año países de la América Latina y el Caribe, e incluso de los
y medio, y debido al método cubano «Yo sí puedo», del Estados Unidos, los cuales están siendo preparados en
9% de analfabetismo existente en el país (Misión Robin- medicina integral comunitaria y, lo más importante, con
son I); así como otras misiones educativas dirigidas a criterios no mercantilistas sino de solidaridad.
saldar la deuda social en el resto de los niveles de forma- Debido igualmente a esos mismos principios éticos
ción primaria, secundaria y universitaria (Misión Robin- y humanísticos que Cuba y Venezuela cultivan con es-
son II, Misión Ribas y Misión Sucre). Todas ellas, pues- mero a través del Alba, ha sido posible apoyar al go-
tas en ejecución por el gobierno bolivariano desde el año bierno revolucionario de Bolivia en la hazaña de erradi-
2003, con el apoyo de cientos de colaboradores cuba- car el analfabetismo (el tercer país en lograrlo en la
nos, han permitido que Venezuela pueda exhibir hoy ci- América Latina, después de Cuba y Venezuela); como
fras de inclusión en el sistema escolar equivalentes a las también ha sido posible, gracias a esa conjunción de
de los países más desarrollados. esfuerzos, extender al resto de la América Latina y a

30
las comunidades pobres de los Estados Unidos la Mi- hace cincuenta años; como fueron parte de un mismo
sión Milagro. Esta misión, iniciada primeramente con proceso, las independencias logradas hace doscientos
pacientes venezolanos, constituye quizá una de las más años respecto al otrora imperio español. Lo extraordina-
hermosas acciones humanitarias jamás emprendidas, rio se ha hecho hoy cotidiano y Cuba ya no está sola.
y ha permitido, en sus cuatro años de funcionamiento y Contra la dominación imperial actual, los pueblos de la
de manera totalmente gratuita, devolverle la vista a más América Latina han insurgido con fuerza redoblada para
de un millón de personas provenientes de más de trein- retomar la lucha y el proyecto de libertad de Túpac Ka-
ta países. No hay duda, pues, de que el Alba no solo es tari, de Bolívar, de Martí, de Alfaro, de Sandino, de Ro-
expresión de la vocación humanista del gobierno boli- sas, de Artigas, de San Martín, de Morazán y de cuan-
variano, sino también consecuencia de ese cambio his- tos otros a lo largo de la historia de nuestra América han
tórico iniciado hace cincuenta años en la América Lati- ido construyendo con sus obras y sus ideas esa Améri-
na por la Revolución Cubana. ca nuestra a la que tenemos derecho. Como dice el poe-
En esta nueva dimensión de la solidaridad revolu- ta, Bolívar ha despertado nuevamente. Los pueblos han
cionaria en la que se han situado las relaciones entre parido los líderes que estos tiempos difíciles pero pro-
ambos países, Venezuela participa desde su fortaleza misorios demandan; líderes que hablan con voz propia
petrolera y energética, así como desde su experiencia y que no doblan la cerviz. Delante, alertando los peligros
en los procesos industriales de transformación de hi- del camino, Fidel y Raúl; detrás, derrumbando mitos y
drocarburos y su desarrollo en el área de las telecomu- obedeciendo solo a sus pueblos, Chávez, Evo, Correa,
nicaciones. Vale también señalar que en el marco de Daniel, Lugo, Lula, Néstor y Cristina, Zelaya, Skerrit y
los principios de solidaridad del Alba, Venezuela com- sin duda otros que seguirán. Del imperio aún pueden
parte igualmente su riqueza petrolera con todos los esperarse cosas terribles, sobre todo en este momento
demás países de la cuenca del Caribe, a excepción de en que sus bases se resquebrajan, pero ya no nos con-
Costa Rica, a través del acuerdo de Petrocaribe. Lo seguirá desunidos ni desorientados. Sabemos claramente
más importante, sin embargo, no ha estado allí, sino hacia dónde queremos caminar: Revolución, Indepen-
en los lazos de hermandad cada vez más extendidos y dencia y Socialismo.
conscientes entre ambos pueblos, y en la unidad políti- El año 2009 nos ha encontrado en plena alba de los
ca alcanzada y desplegada con vigor en la permanente pueblos libres y construyendo en conjunto un mundo
batalla de ideas contra un capitalismo depredador de cul- de justicia social, de paz y de bien vivir para todos y
turas, destructor de la naturaleza, exterminador de pue- todas. Es decir, construyendo heroicamente, como pe-
blos y negador de la dignidad de las personas. día Mariátegui, nuestro socialismo, único camino posi-
Pero no se trata solo de Venezuela. Los cambios re- ble hacia una verdadera liberación. A cincuenta años de la
volucionarios que también están teniendo lugar, cada uno Revolución Cubana y en mucho gracias a ella, la Améri-
con su propia especificidad histórica y social, en Boli- ca Latina está en revolución y decidida, como lo pedía
via, Ecuador, Nicaragua, Paraguay, y en menor medida Martí, a declarar su segunda y definitiva independencia.
por ahora en Uruguay, Brasil, la Argentina, Honduras y
El Salvador, son parte de ese mismo proceso de inde- Caracas, 2 de febrero de 2009, Año 10 de la Revolución Boliva-
pendencia y afirmación de soberanía iniciado por Cuba riana c

31
ATILIO A. BORON

La Revolución Cubana: de modelo


a inspiración

Sobreviviendo al imperio y al derrumbe de la Unión


Soviética

L
a Revolución Cubana cumple cincuenta años. Se trata de un acon-
tecimiento excepcional, único. Medio siglo de resistencia contra
un bloqueo criminal, que merece año tras año una condena univer-
sal tanto en la Asamblea General de las Naciones Unidas como en las
más diversas instancias representativas de la legalidad internacional. Per-
sonalidades de disímiles corrientes de opinión, desde el papa Juan Pablo
II hasta una sucesión de premios Nobel de la Paz –entre los que sobre-
sale Adolfo Pérez Esquivel– unieron infructuosamente sus voces para
exigir el fin del bloqueo y repudiar una política que inflige gravísimos
daños al pueblo cubano a la vez que hunde en la infamia y en una irre-
versible degradación moral a los gobernantes estadunidenses que a lo
Revista Casa de las Américas No. 254 enero-marzo/2009 pp. 32-40

largo de medio siglo han venido perpetrando ese crimen.


Hay un paralelismo muy instructivo: la víctima sometida a torturas
puede sufrir horrendas lesiones en su cuerpo, pero siempre podrá recu-
perarse. En cambio, la putrefacción moral del torturador no tiene cura.
La Casa Blanca y sus aliados, dentro y fuera de los Estados Unidos,
flagelan hasta lo indecible a un pueblo por el solo delito de haber con-
quistado su libertad.1
Cincuenta años que encuentran a Cuba sólidamente a la cabeza en
una amplia diversidad de índices de desarrollo social. No será el objeto
de esta breve presentación aportar un análisis exhaustivo de la superio-
ridad que, en estos temas, exhibe Cuba sobre cualquier otro país de la
América Latina. Este es un asunto que ya se da por descontado, pero

1 Hemos examinado este tema de la putrefacción moral de la Casa Blanca durante el


reinado de George W. Bush en nuestro «Putrefacción moral en la Casa Blanca», en
Alai-Amlatina, 31 de octubre de 2008, <http://www.atilioboron.com>.

32
conviene recordarlo puesto que la Revolución Cubana allá de los inmensos costos que trascienden lo econó-
fue capaz de alcanzar tales logros bajo la hostilidad per- mico y que se miden en vidas humanas, en personas
manente de los Estados Unidos y debiendo además so- que sufrieron heridas permanentes, en tiempo perdido
breponerse a las tremendas consecuencias derivadas de que podría haberse dedicado a tareas distintas de la
la implosión de la Unión Soviética y de la desaparición defensa frente a un enemigo implacable y en sufrimien-
del Comecón (Came): eso que los cubanos denominan tos y privaciones de todo tipo.2 Si pese a esto Cuba
«período especial». Los otros países de la región, ruti- supera a los Estados Unidos en un indicador tan sensi-
nariamente cubiertos de elogios por la prensa imperialis- ble como la tasa de mortalidad infantil, este solo hecho
ta y sus voceros en el mundo político, registran índices la convierte en un pésimo ejemplo para los países del
de desarrollo social muy inferiores –en algunos casos Tercer Mundo, que de ese modo comprueban que otro
vergonzosamente inferiores– a los cubanos, pese a que mundo es posible para quien esté dispuesto a sacudir-
a lo largo de este medio siglo contaron con el apoyo se el yugo del imperialismo.
financiero y político de Wáshington. Su rezago en rela- Por eso decíamos en el título de este trabajo que
ción con los avances de la Revolución es una muestra Cuba había dejado de ser un modelo para devenir en
irrefutable de las consecuencias que tiene la aplicación fuente de inspiración, en estímulo para la creación his-
de las políticas impuestas por la Casa Blanca, que al tórica. Y esto porque las revoluciones son el producto
paso que agigantan las ganancias de las transnacionales más genuino de la vida de un pueblo y, precisamente
infligen toda clase de padecimientos a los pueblos de la por eso, inimitables por definición. Fue la propia inma-
periferia. La comparación de las tasas de mortalidad in- durez del movimiento revolucionario latinoamericano
fantil por cada mil nacidos vivos coloca claramente a la que hizo de la Revolución Cubana un modelo que
Cuba por encima de cualquier otro país de las Américas, podía copiarse sin más obstáculos que los que presen-
con un nivel semejante al de Canadá (cinco por cada taban la ingeniosidad y la voluntad de los imitadores.
mil) y aventajando a los Estados Unidos (siete por cada Pero esa actitud no duró demasiado: ya hacia finales
mil), para no hablar de países como la Argentina, Brasil, de los 60, derrotada la guerrilla del Che en Bolivia y
México en donde estas tasas triplican o cuadruplican a perpetrado su cobarde asesinato, la concepción de un
las cubanas. Este solo logro de Cuba constituye una modelo a imitar dio paso a una visión más madura que
refutación insuperable de toda esa charlatanería codifi- hacía de la Revolución Cubana una fuente de perma-
cada en el Consenso de Wáshington, ratificada ahora en nente inspiración para que los pueblos, buscando su
carne propia en el mismo corazón del imperio con la propio camino, llegaran a similares resultados. Se esta-
crisis general capitalista estallada en octubre de 2008. ba haciendo carne en el movimiento revolucionario lati-
Lo anterior es suficiente para demostrar el formida- noamericano el conocido dictum de Simón Rodríguez:
ble desempeño de la Revolución Cubana aun bajo un
2 La cifra relativa al costo material del bloqueo fue expresada a
escenario internacional tan desfavorable, exhibiendo un fines de octubre de 2008 por el canciller de Cuba, Felipe Pérez
progreso notable en un indicador clave –que hace a la Roque, en el marco de la Asamblea General de las Naciones
dignidad y a los derechos humanos– que se sitúa muy Unidas. No es un dato menor recordar que en esta reciente
por encima de los demás países de la región, los que, votación el repudio al bloqueo estadunidense fue respaldado
además, no padecen ninguna de las restricciones deri- por ciento ochenta y cinco de los ciento noventa y dos países
vadas del asedio imperialista al que está sometida Cuba. que integran la ONU. Con toda razón el Canciller cubano le
manifestó a la delegación norteamericana presente en la sesión
Téngase en cuenta que el costo del bloqueo impuesto
que «Ustedes están solos, completamente aislados». Véase «La
por los Estados Unidos a lo largo de casi medio siglo ONU volvió a pedir a Estados Unidos el fin del embargo a
fluctúa, según cálculos muy conservadores, en torno Cuba», Clarín, Buenos Aires, 20 de octubre de 2008. El «sheriff
a los noventa y tres mil millones de dólares, una cifra solitario», al decir de Samuel Huntington, está más solo que
dos veces superior al Producto Bruto de Cuba, más nunca.

33
«inventamos o erramos». Y Fidel lo repetiría incansa- por no ser lo que debería haber sido –bajo quién sabe
blemente diciendo que «cada vez que copiamos nos qué supuestas condiciones históricas ideales. Este tema
fue mal». Prueba contundente de esta madurez es el remite a una vieja cuestión en el movimiento comunis-
hecho de que en la América Latina de hoy toda refe- ta internacional: recuérdese el célebre artículo de An-
rencia a un modelo a imitar ha desaparecido del len- tonio Gramsci en L’Ordine Nuovo titulado nada menos
guaje y de la práctica política. Hoy nadie piensa imitar que «La revolución contra El capital». En ese trabajo
a la Revolución Bolivariana, o al «evismo» boliviano, el fundador del Partido Comunista Italiano comenta
o a la «Revolución Ciudadana» de Correa. Se arraigó cómo la empresa acometida por Lenin y sus compañe-
entre nosotros la idea del camino propio, de la esterili- ros ponía al desnudo las limitaciones de los apóstoles
dad de las imitaciones y de que las revoluciones, o las de una lectura acrítica, mecánica y lineal del libro de
grandes transformaciones, para ser tales deben ser Marx. Y también, antes que Gramsci, las reiteradas
genuinas. Y que no hay modelos para imitar, aunque observaciones de Rosa Luxemburg sobre el tema de la
sigue habiendo –y Cuba es un caso excepcional en ese «madurez» de la revolución: para ella, las condiciones
sentido– experiencias que son fuente permanente de nunca estarían completamente aseguradas y el asalto
inspiración y un acervo impresionante de enseñanzas al poder por parte de las clases y capas subalternas
de gran valor para cualquier pueblo dispuesto a luchar siempre tendría un componente de inmadurez. Esos
por su propia emancipación. ataques «prematuros», recordaba Rosa en ¿Reforma
social o revolución?, constituyen un factor importan-
Lecciones de la experiencia cubana tísimo en el largo proceso de aprendizaje popular que,
eventualmente, podrá culminar con la victoria definiti-
Dicho lo anterior, veamos algunas de las lecciones que va de la revolución.3
brotan de la rica experiencia cubana. 2. La segunda lección, un corolario de la anterior,
1. La de Cuba fue una revolución contra los libros es que ninguna revolución digna de tal nombre es pro-
sagrados y contra la lectura dogmática del marxismo. ducto de un laboratorio o de una receta libresca. No
Fue recibida con enorme desconfianza por las distin- solo no hay un modelo para copiar, sino tampoco hay
tas variantes de la izquierda tradicional, que no escati- un libro en el cual se encuentre la receta para la revolu-
mó adjetivos para apostrofarla: «aventurerismo», «pe- ción. En su discurso pronunciado al conmemorarse el
queño burguesa», «putchista» fueron algunas de las sexagésimo aniversario de su ingreso a la Universidad
calificaciones que le endilgaron las visiones conven- de La Habana Fidel hacía pública «una conclusión que
cionales de la izquierda –desde el estalinismo hasta el he sacado al cabo de muchos años: entre los muchos
trotskismo–. El camino de retorno para estas fuerzas errores que hemos cometido todos, el más importante
fue largo y empinado y, en no pocos casos, insumió error era creer que alguien sabía de socialismo, o que
buena parte de la década del 60. Homenaje especial le alguien sabía cómo se construye el socialismo».4 Esto
cabe a hombres como Salvador Allende, del Partido
Socialista de Chile (el de antes, no su desfigurada rea- 3 Véase Rosa Luxemburg: ¿Reforma o revolución?, México,
lidad actual) y, entre nosotros, en la Argentina, a gen- Grijalbo, 1967, p. 97. El título verdadero del libro, en el origi-
nal alemán, es ¿Reforma social o revolución? Ediciones Luxem-
tes como Rodolfo Walsh, Ezequiel Martínez Estrada y burg lanzará en 2009 una nueva edición de esa obra, con una
Alfredo Palacio, por el inmediato reconocimiento de la cuidadosa revisión de la traducción y un estudio introductorio
naturaleza profundamente revolucionaria del Movimien- a cargo del autor de estas líneas.
to 26 de Julio y su liderazgo. El Che no ahorró ni una 4 Fidel Castro Ruz: «Discurso en el acto por el sexagésimo
sola de las flamígeras saetas de su arsenal de ironías aniversario de su ingreso a la universidad», efectuado en el
para burlarse y criticar a quienes descalificaban a la Aula Magna de la Universidad de La Habana, Rebelión, 17 de
Revolución Cubana por haberse «salido de los libros», noviembre de 2005, p. 21.

34
para nada significa despreciar las teorías que suelen qué estos países, ya a comienzos de este siglo y con
estar contenidas en algunos libros. Todo lo contrario: gobiernos de signo «centroizquierdista», demostraron
sigue siendo tan válido como antes el dictum leninista ser tan timoratos a la hora de lanzar no ya una revolu-
que afirma que «sin teoría revolucionaria no hay prác- ción como la cubana, sino un modesto, un muy mo-
tica revolucionaria». Pero quienes apelan a esa cita muy desto programa de reformas sociales? ¿Qué fue lo que
a menudo olvidan otras de Lenin; entre ellas, aquella falló? Sería difícil precisarlo en este momento; por ahora
que decía que «el marxismo no es un dogma sino una es suficiente comprobar que no había nada fatal en tan
guía para la acción». La Revolución Cubana no fue decepcionante desenlace.5
excepción a esta regla: inspirada en la tradición revolu- 4. El proceso revolucionario cubano, su triunfo y
cionaria marxista, y notablemente enriquecida por los su cincuentenaria persistencia, contra viento y marea,
aportes teóricos y prácticos, a la vez, de José Martí y no son solo un rotundo mentís al determinismo econo-
de Julio Antonio Mella, jamás fue un salto al vacío o un micista, sino que revalorizan, como pocas experien-
desafío al imperialismo y a la dictadura batistiana fun- cias en el mundo, el papel de la voluntad política, de la
dados exclusivamente en el heroísmo, la abnegación o conciencia y la organización. Curiosamente, en muchos
la determinación de su líder y su grupo dirigente. Ha- análisis pretendidamente marxistas, la primera apenas
bía una concepción teórica que orientaba la acción, si es tenida en cuenta. Por supuesto, no se trata de
que guiaba la praxis insurgente. Pero, a diferencia de compensar este desequilibrio promoviendo una antité-
otros procesos, esta concepción nunca fue concebida tica exaltación del voluntarismo. Pero hay que tener en
como una cárcel en la cual apresar la realidad o ence- cuenta que toda revolución es un proceso que, para
rrar las ideas sino, en la mejor tradición leninista, como triunfar, exige amalgamar múltiples factores determi-
una caja de herramientas de la cual extraer los mejores nantes, uno de los cuales es la voluntad de la vanguar-
instrumentos para hacer realidad la «Tesis Onceava» dia o del grupo dirigente. No obstante ello, en la tradi-
de Marx: cambiar el mundo y no solo interpretarlo. ción marxista se arraigó con fuerza una visión que
3. Otra importantísima lección es la siguiente: la re- confería a los elementos estructurales un papel exclu-
volución no es un sueño imposible ni la alucinación de yente en la producción del hecho revolucionario. Aho-
revolucionarios trasnochados. Aun a noventa millas de ra bien: el medio siglo transcurrido desde el triunfo de la
los Estados Unidos, casi en las entrañas del monstruo Revolución Cubana demostró que aun existiendo –en
como dijera Martí, medio siglo de historia demuestra algunos países de la región– condiciones objetivas muy
la falacia de los determinismos geográficos o de los favorables al desencadenamiento de una revolución,
fatalismos pesimistas. Corroboran que no es cierto que esta finalmente no se produjo. Para resumir: a lo lar-
la revolución es imposible (como todavía se sigue di- go del siglo XX asistimos al paso de un voluntarismo
ciendo) porque estamos en el patio trasero del imperio. extremo –que todavía sobrevive en algunas versiones
Tampoco existe un fatalismo que condene a los países del infantilismo izquierdista que sostiene que si la re-
del Tercer Mundo a vivir permanentemente en la mise- volución no estalló en el resto de la América Latina
ria y la destitución. La Revolución Cubana pudo resis- fue debido a «la traición de los jefes»– a un economi-
tir, y pudo subsistir, pese a durísimas condiciones: el cismo ramplón que dejó por completo de lado la im-
bloqueo, el «período especial», agresiones de todo tipo, portancia decisiva de la dirección consciente y de la
desde el «cordón sanitario» establecido en 1962 con
5 Hemos examinado el caso de la Argentina en nuestro «La expe-
su infame expulsión de la Organización de Estados
riencia de la “centroizquierda” en la Argentina de hoy», Casa
Americanos hasta invasiones, sabotajes y asesinatos de las Américas, No. 246, enero-marzo de 2007, pp. 26-40.
que dejaron a su paso una estela de muerte y destruc- Un examen más amplio de este tema se encuentra en nuestro
ción. La pregunta inevitable es: si Cuba pudo, ¿qué no Socialismo siglo XXI. ¿Hay vida después del neoliberalismo?,
podrían hacer países como Brasil o la Argentina? ¿Por Buenos Aires, Ediciones Luxemburg, 2008.

35
firmeza de la voluntad en la conducción del proceso perar esta contradicción supone admitir que en las con-
revolucionario.6 Lo anterior se combina, por supues- diciones actuales se requiere de un nuevo modelo de
to, con una actitud que, por una parte, subestimaba la partido revolucionario, adaptado a las características
necesidad de promover la concientización de las ma- específicas que adquiere el lento proceso de madura-
sas, es decir, empujar cada vez más los límites de su ción de la revolución en nuestro tiempo. El partido le-
«conciencia posible» de suerte tal que comprendan que ninista, o una vanguardia débilmente vinculada a las
este mundo no es el único que puede existir y que hay masas, no está en condiciones de satisfacer los com-
otros que es posible alcanzar. Labor que en los últimos plejos requerimientos planteados por la época actual.
años Fidel ha sintetizado muy bien con su fórmula «ba- Pero la solución a este problema no puede ser ni la
talla de ideas». Y, por otro lado, un talante que también renuncia a la conquista del poder, a la toma del poder,
despreciaba la necesidad de mejorar las capacidades y como recomiendan algunos, ni tampoco el desbordan-
los dispositivos organizacionales de las clases subal- te –y también ingenuo– optimismo en torno a los mo-
ternas. Reconociendo, por ejemplo, la futilidad de la vimientos sociales. Entre otras cosas porque, dadas
contraposición radical, tan «a la moda» en nuestros sus diferentes características, tanto los unos como los
días, entre partidos y movimientos sociales. Un con- otros son ingredientes imprescindibles de cualquier
traste que, conviene no olvidarlo, se construye sobre proceso revolucionario. La labor integradora y sinteti-
dos falsas premisas: una, que cristaliza indefinidamen- zadora del partido revolucionario sigue siendo absolu-
te el modelo de partido revolucionario concebido por tamente necesaria, y es una tarea que ningún movi-
el estalinismo a la muerte de Lenin; la otra, que exalta miento social está en condiciones de hacer; y lo mismo
el «democratismo» y el «basismo» de los movimientos puede decirse de la extraordinaria capacidad moviliza-
sociales haciendo caso omiso de la persistencia de gra- dora de los movimientos y del activismo militante que
ves vicios de funcionamiento que no son muy diferen- suscitan. Es absurdo plantearse una dicotomía exclu-
tes a los que acosan a los partidos de la izquierda. Su- yente entre unos y otros.7
6 Algunas intervenciones recientes de ciertos referentes del pen- 7 En relación con el «partido leninista» es necesario recordar que
samiento de la ultraizquierda en la América Latina plantean nada podía ser más ajeno al pensamiento de Lenin, dialéctico
que Chávez, Morales y Correa son «el dique de contención por excelencia, que fijar un modelo de partido revolucionario
que impide que las masas concreten su revolución». En un válido para todo tiempo y lugar. En su obra se pueden distin-
debate reciente habido en Buenos Aires repliqué que entonces guir varias concepciones diferentes: una primera, que perdura
toda la discusión sobre el futuro de la revolución latinoameri- hasta la Revolución de 1905 y que encuentra su máxima expre-
cana se reducía a identificar la mejor forma de eliminar de la sión teórica en el ¿Qué hacer? Una segunda, que se extiende
escena política a esos traidores al socialismo. «Muerto el pe- desde esa fecha hasta el estallido de la Revolución de Febrero
rro, muerta la rabia», dice la derecha en su permanente exhor- de 1917, y en la cual Lenin adhiere a una concepción del partido
tación al magnicidio. Pero, ¿se habrán pasado a las filas de la que se distancia de la anterior –desarrollada bajo el brutal des-
revolución los escuálidos venezolanos, los fascistas de la Me- potismo del zarismo que condenaba a toda la oposición a ac-
dia Luna boliviana, o los oligarcas ecuatorianos, empeñados en tuar en la clandestinidad– y cuya expresión teórica se encuen-
tratar de asesinar a esos líderes? ¿Y qué decir de la CIA, que tra en su brillante «Prólogo» a la recopilación titulada En doce
también está buscando la forma de eliminarlos? ¿A qué se años, un texto de 1907, en donde señala que «el ¿Qué hacer?
deben sus empeños? ¿A la convicción de que la muerte de esos es el compendio de la táctica iskrista y de la política iskrista en
líderes liberaría finalmente el tan ansiado torrente revoluciona- materia de organización durante los años 1901 y 1902 [...] y
rio –como ocurriera en Indonesia con Sukarno, por ejemplo– o que seguir sosteniendo que Iskra [...] exageraba la idea de una
al convencimiento, producto de una larga experiencia práctica organización de revolucionarios profesionales es lo mismo que
en esto de abortar revoluciones, de que una vez eliminada esa si después de la guerra ruso-japonesa se reprochase a los japo-
dirigencia que aglutina las esperanzas populares se crearían las neses el haber exagerado la fuerza militar de los rusos». La
condiciones para desencadenar un baño de sangre que arranca- tercera etapa se extiende desde febrero de 1917 hasta 1921 o
se de raíz cualquier aspiración revolucionaria? 1922, en la cual la importancia del partido queda totalmente

36
5. La Revolución Cubana también demostró que no Pero le cabe a Cuba el honor de haber sido la primera
es preciso salir del subdesarrollo para alcanzar notables en demostrar la verdad de este aserto.
índices de progreso social. Obviamente, en una econo- 6. Cuba ha sido, asimismo, un laboratorio en donde
mía desarrollada acceder a tales índices se torna un se expusieron las peculiaridades que adquiere la cons-
asunto mucho más sencillo. Pero aun sin llegar a dispo- trucción del socialismo en un país del Tercer Mundo.
ner de tales condiciones facilitadoras, la sola idea de Dado que no hay un modelo para imitar, Cuba osciló
que no es al mercado al que hay que encargarle la tarea entre la replicación de la experiencia de otros países,
de suministrar los bienes públicos que requiere la po- muy especialmente la Unión Soviética –si bien no en
blación, sino que es una responsabilidad que tiene –¡y todos los aspectos–, y una apelación a la excepcional
puede, aun en el subdesarrollo!– que asumir un Estado ingeniosidad e inventiva de cubanas y cubanos que se
democrático, ya de por sí sola produce notables avan- las arreglaron para encontrar respuestas eficaces (no
ces en el bienestar y la dignidad de la ciudadanía. Algo necesariamente eficientes, pero sí eficaces) a muchos
hemos dicho más arriba a propósito de los indicadores de los graves problemas surgidos del bloqueo y de la
de salud, razón por la cual nos abstendremos ahora de agresión imperialistas, para no hablar de las violentas
ahondar en esos detalles. Esta constatación es de la oscilaciones de la economía mundial. Contrariamente
mayor importancia, porque destruye la creencia (otra a una visión etapista, que prevalecía en el pasado, la
vez «libresca» y talmúdica) de que las políticas socia- construcción del socialismo es un proceso multifor-
les propias del socialismo solo son posibles en un con- me, que además no tiene una secuencia preestablecida
texto caracterizado por un alto nivel de desarrollo. Lo e inalterable. Lo esencial es que las políticas del nuevo
ratifican, además, los datos que surgen de la experien- Estado recorten consistente y metódicamente los privi-
cia de uno de los tres países más pobres del hemisferio legios del capital, avancen en la «desmercantilización»
occidental: Bolivia, en donde el gobierno de Evo Mora- de los innumerables derechos conculcados (a la salud, a
les está dando importantes pasos en la erradicación del la educación, a la seguridad social, etcétera) y bienes
analfabetismo y el mejoramiento de la atención médica públicos (al agua, al aire puro, a la preservación del medio
a grandes sectores de la población, pese a la violenta ambiente y de la naturaleza, etcétera) que la lógica del
resistencia de las clases dominantes locales y el impe- mercado convirtió en mercancías bajo la hegemonía
rialismo, desatando una campaña genocida y racista ideológica del Consenso de Wáshington. De igual im-
en contra de los pueblos originarios y sus representan- portancia es que dentro de estos parámetros se produz-
tes. El Plan Dignidad, mediante el cual se le ofrece una ca una efectiva democratización del Estado y de la polí-
pensión mínima pero importante a la población mayor tica cuyos componentes decisivos no son ni un sistema
de sesenta años, sobre la base de un criterio universal, multipartidista –que no existe en los Estados Unidos, sin
es una prueba de eso. Lo mismo cabe decir de algunas ir más lejos– ni la aprobación legal de la existencia de los
de las políticas que está llevando a cabo el gobierno de partidos políticos, prohibidos explícitamente por la nor-
Rafael Correa en Ecuador. Y, por supuesto, lo mucho mativa vigente en Arabia Saudita y muchos de los países
que ha hecho la Revolución Bolivariana en Venezuela. del Golfo con los cuales el gobierno de los Estados Uni-
dos mantiene excelentes relaciones de todo tipo, y a los
cuales jamás ha amenazado con intentar promover un
«cambio de régimen» que abra las puertas de la demo-
eclipsada por el protagonismo de los soviets. Y una fase final
cracia. Lo claramente distintivo de la democratización
en donde se revaloriza la función del partido y, sobre todo, su
tarea como educador de las masas y creador de un nuevo tipo en el socialismo es el grado efectivo de empoderamiento
humano. Véase, especialmente para el análisis de las dos pri- del demos, y eso significa un control «desde abajo» de
meras etapas, nuestro «Estudio Introductorio» a Lenin: ¿Qué las autoridades –desde la selección de los candidatos
hacer?, Buenos Aires, Ediciones Luxemburg, 2004. hasta la fiscalización de su desempeño en cargos de

37
autoridad– y, por otra parte, que las condiciones reales na, y posteriormente con Salvador Allende y la Unidad
de existencia de los gobernantes no difieran significati- Popular en Chile y Maurice Bishop en Granada. Se en-
vamente de las que soportan los gobernados. En la gran gañan los timoratos dirigentes de la «centroizquierda»
mayoría de las mal llamadas «democracias latinoameri- cuando imaginan que las clases dominantes vernáculas
canas», en realidad meras plutocracias revestidas con –esa burguesía autóctona de la que hablaba el Che por-
las apariencias externas de la democracia, no existe ni lo que nada tenía de nacional– y el imperialismo van a
uno ni lo otro.8 permanecer de brazos cruzados ante un gobierno que
7. Otra lección, la última de este breve listado, es la promueva la autodeterminación nacional y la emanci-
que demuestra por enésima vez que el imperialismo no pación de las clases y capas subalternas. Tal como lo
está dispuesto a efectuar la menor concesión a un pue- hemos expresado en infinidad de ocasiones, en la Amé-
blo que lucha por su libertad y su autodeterminación. rica Latina al más tímido intento de reforma social se
Que jamás aceptará política alguna que ponga en cues- le responde con el desencadenamiento de una sangrienta
tión sus exacciones y tropelías, o que recorte sus pre- contrarrevolución. Esto se verificó una vez más en el
rrogativas, no importa cuán razonable sea la primera, caso cubano desde el inicio mismo de la Revolución,
o cuán propenso a la negociación y al compromiso sea mucho antes de que esta se declarase socialista en vís-
el gobierno popular. Tanto gobiernos surgidos de una peras de la derrota del imperialismo en Playa Girón. Lo
prolongada guerra revolucionaria, como Cuba y, más que también se comprobó en este mismo caso fue que
tarde el sandinismo; o procesos que se inscribieron la firmeza del régimen revolucionario es capaz de frus-
íntegramente dentro de la legalidad del Estado burgués, trar las intentonas reaccionarias y los propios planes
como el ascenso de Chávez, Morales y Correa, son de dominación del imperio.
objeto de una permanente campaña de agresiones,
mentiras y extorsiones que no conoce límite alguno. Conjetura final
Antes ocurrió con los gobiernos de Jacobo Arbenz en
Guatemala, de Juan Bosch en la República Dominica- No podríamos cerrar estas páginas sin unas pocas re-
flexiones finales sobre este cincuentenario de la Revo-
8 Dejamos con toda intencionalidad de lado otro aspecto, de lución Cubana. Para decir, en primer lugar, que su ha-
suma relevancia, pero cuyo cuidadoso tratamiento extendería zaña al sobrevivir a tantos ataques y acechanzas es
considerablemente los límites de este trabajo: la cuestión del una fuente inagotable de esperanza y optimismo para
«pueblo armado». Si algo distingue a Cuba del resto de los todos los que luchan por construir una nueva socie-
países es que en ella existe un ejército popular y un pueblo en dad, libre de las lacras y los vicios que caracterizan al
armas. En los demás casos, las armas las retiene un ejército
capitalismo. En segundo lugar, que, tal como lo hemos
profesional. Los principales teóricos de la democracia, sin ex-
cepción, han señalado que uno de los fundamentos de este
explicitado largamente en otro lugar, la Revolución se
régimen político radica precisamente en la capacidad del pue- encuentra ahora ante renovados desafíos que debe
blo para armarse en defensa propia y de sus conquistas revo- inexorablemente enfrentar.9 Retos que provienen de los
lucionarias. Un pueblo desarmado es fácil presa del despotis- cambios epocales que caracterizan a la economía mun-
mo y de la mentira, y queda inerme frente a sus opresores. Una dial y que provocan la obsolescencia del viejo modelo
discusión sobre el carácter fetichista de las democracias lati- de planificación ultracentralizada; la creciente belige-
noamericanas se encuentra en nuestro «La verdad sobre la rancia de un imperialismo que se enfrenta con renova-
democracia capitalista», Socialist Register en Español 2006,
das resistencias a lo largo y ancho del planeta, sobre
Buenos Aires, Clacso y Centro Cultural de la Cooperación,
2006, pp. 45-78 y «Aristóteles en Macondo: notas sobre el todo luego de la crisis global estallada pocos meses
fetichismo democrático en América Latina», en Guillermo
Hoyos Vásquez (comp.): Filosofía y teorías políticas entre la 9 Hemos examinado este tema en nuestro Socialismo siglo XXI...,
crítica y la utopía, Buenos Aires, Clacso, 2007, pp. 49-68. ob. cit. en n. 5, pp. 97-138.

38
atrás; y la necesidad de renovar el impulso revolucio- contrario, las desigualdades se multiplicarían y la co-
nario y, principalmente, transmitirlo a las nuevas gene- rrupción resultante de ellas podría, al cabo de un tiem-
raciones.10 Desafíos que requieren de respuestas inno- po, debilitar irreparablemente el impulso revoluciona-
vadoras pero, como el mismo Fidel lo recuerda en el rio y favorecer los planes de la reacción imperialista.
mencionado discurso, para nada significa caer en el Ponemos fin a este trabajo con una reflexión que en
«error histórico» de creer que «con métodos capitalis- vísperas de cumplirse el medio siglo del triunfo de la
tas se puede construir el socialismo». En otras pala- Revolución Cubana nos parece insoslayable, y es la
bras: la reforma no puede significar la reintroducción siguiente. Imaginemos, apelando a un recurso contra-
de métodos capitalistas en la gestión de la economía. fáctico, lo que habría sucedido en la América Latina si
Se deberá transitar por un estrecho sendero en donde la Revolución Cubana hubiese sucumbido ante las agre-
se mantenga la planificación de las actividades econó- siones del imperialismo o a consecuencia del derrum-
micas y el papel rector del Estado, pero apelando a be de la Unión Soviética. La respuesta, inevitablemente
estructuras más flexibles de planificación y control y a conjetural como cualquiera que se ensaye ante una pre-
procesos más ágiles de conducción y ejecución. De lo gunta de esta naturaleza, es clara y contundente: en tal
hipotético caso, nuestra historia habría sido radical-
10 En el ya mencionado discurso pronunciado en la Universidad mente diferente. Sin el fuego de la antorcha prometei-
de La Habana Fidel preguntaba a los estudiantes allí reuni-
ca sostenida heroicamente por Cuba durante medio si-
dos: «¿Es que las revoluciones están llamadas a derrumbarse,
o es que los hombres pueden hacer que las revoluciones se glo, los pueblos de las Américas difícilmente habrían
derrumben? ¿Pueden o no impedir los hombres, puede o no tenido la osadía y la audacia para resistir la renovada
impedir la sociedad que las revoluciones se derrumben? Po- opresión y explotación de que eran objeto, y para rebe-
día añadirles una pregunta de inmediato. ¿Creen ustedes que larse en contra del imperio y sus lugartenientes loca-
este proceso revolucionario, socialista, puede o no derrum- les. Fue el ejemplo vibrante del país caribeño el que
barse? [Exclamaciones de: «¡No!»]. ¿Lo han pensado alguna incendió la pradera de la América Latina en los años
vez? ¿Lo pensaron en profundidad?». Y poco después reite-
60, lo que alimentó las grandes movilizaciones que
raba su planteo al decir: «Les hice una pregunta, compañeros
estudiantes, que no he olvidado, ni mucho menos, y pretendo impulsaron el ascenso de la Unidad Popular en Chile y
que ustedes no la olviden nunca, pero es la pregunta que dejo el triunfo de Héctor Cámpora en la Argentina; abrió el
ahí ante las experiencias históricas que se han conocido, y les espacio para el giro radical de Juan Velasco Alvarado
pido a todos, sin excepción, que reflexionen: ¿Puede ser o no en Perú; facilitó la instauración de la Asamblea Popular
irreversible un proceso revolucionario?, ¿cuáles serían las ideas y el gobierno de Juan José Torres en Bolivia; y nutrió
o el grado de conciencia que harían imposible la reversión de la insurgencia constitucionalista del coronel Francisco
un proceso revolucionario? Cuando los que fueron de los
Caamaño Deñó en la República Dominicana, ultrajada
primeros, los veteranos, vayan desapareciendo y dando lugar
a nuevas generaciones de líderes, ¿qué hacer y cómo hacerlo?
por el invasor yanqui. Fue la inconmovible lealtad y
Si nosotros, al fin y al cabo, hemos sido testigos de muchos solidaridad de Cuba con todos los pueblos en lucha lo
errores, y ni cuenta nos dimos». Y poco más adelante decía que hizo posible resistir las atrocidades de las dictadu-
Fidel: «Este país puede autodestruirse por sí mismo; esta ras que asolaron la región en los años 70 y, entre tantas
Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla otras cosas, asegurar el triunfo del sandinismo en Ni-
hoy son ellos; nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y caragua y, con el sacrificio de sus hijas e hijos derrotar
sería culpa nuestra». El factor que podría llegar a destruir la al apartheid sudafricano y garantizar la independencia
Revolución es, según Fidel, la desigualdad. Por eso le pregun-
ta a los estudiantes: «¿Conocían todas estas desigualdades de
de Angola.11 Fue la inconmovible fortaleza de Cuba la
las que estoy hablando? ¿Conocían ciertos hábitos generali-
zados?». Los «hábitos» a los que se refería Fidel, y que los 11 No son muchos los que valoran en su justo término los alcan-
denunció públicamente, eran el robo y la corrupción que se ces de la contribución de la Revolución Cubana al triunfo de
desprendían del avance de la desigualdad. los procesos de liberación nacional en África. Basta con ima-

39
que la convirtió en referencia obligada cuando, a me- ción Ciudadana y en la Bolivia del Che un abnegado
diados de los 80, el Continente retomaba el escarpado dirigente cocalero, Evo Morales, se proyectaba como
–¡y aparentemente interminable!– sendero de la «tran- el líder de un pueblo en pos de una reivindicación que
sición democrática» agobiado por el peso de una deu- se le debía desde hacía más de cinco siglos. Otros
da externa «incobrable e impagable», como la definie- procesos estaban también en marcha en la Argentina,
ra Fidel en 1985. Ejemplo que adquirió dimensiones Brasil, Uruguay, Paraguay y, en general, en casi toda
gigantescas cuando Cuba demostró ser capaz de re- nuestra geografía. Con características externas dife-
sistir a pie firme el derrumbe de los mal llamados «so- rentes según los casos pero, invariablemente –al me-
cialismos realmente existentes», desplomados preci- nos en el espíritu de los pueblos si no en su dirigencia–,
samente por no ser socialismos. Y la Isla resistió en como un intransigente rechazo al imperialismo, el ca-
esos tristes momentos las presiones y los cantos de pitalismo y las políticas neoliberales. Todo esto, que
sirenas de los agentes del imperialismo y sus publicis- hoy configura un escenario latinoamericano muy dis-
tas (entre quienes sobresale, por su dedicación, el lo- tinto al que existía hace poco más de una década; todo
bista de las transnacionales españolas Felipe González) eso, repetimos, no habría sido posible si Cuba hubiera
que le recomendaban «volver a la sensatez» y olvidar- sido derrotada en Girón, o si sus hombres y mujeres
se de la Revolución para re-emerger victoriosa, como hubiesen defeccionado, abandonando sus ideales, aho-
el ave fénix, para animar a los pueblos del mundo ente- gando la antorcha que con tanto esfuerzo y dignidad
ro a decir ¡basta! El 1 de enero de 1994 lo hicieron los sostuvieron en alto durante medio siglo. Por eso la deuda
zapatistas; más tarde, las organizaciones populares del de los pueblos latinoamericanos con la Revolución
mundo desarrollado en Seattle y, desde allí, la rebelión Cubana es inmensa. Una Revolución cuyo internacio-
se extendió como un reguero de pólvora por todo el nalismo la llevó a derrotar a los fascistas sudafricanos
mundo. Es en este escenario, que lleva la marca inde- y que, como si la hazaña anterior no fuera suficiente,
leble de la resistencia de Cuba como una de sus señas inunda al Tercer Mundo de médicos, enfermeros, maes-
de identidad, que irrumpen la Revolución Bolivariana y tros, instructores deportivos; una Revolución que siem-
la figura excepcional de Hugo Chávez, mientras que bra educación, salud y vida, contra un imperio que
más al sur Rafael Correa ponía en marcha su Revolu- hace lo propio con la ignorancia, la destrucción y la
muerte. Por eso, y por tantas otras cosas que sería
ginar lo que hubiera sucedido si Angola caía en manos de los imposible siquiera nombrar en un breve texto como
racistas sudafricanos para comprobar que la situación de este, nuestra eterna gratitud para con el pueblo y el
África hoy sería completamente diferente: el régimen del apar- gobierno cubanos, para Fidel y para Raúl, y antes para
theid se hubiera fortalecido y habría arrastrado bajo su égida
el Che, para Camilo, para Haydee, y tantos otros hé-
a buena parte de los países del África austral. Su derrota a
manos de las tropas de Cuba, en cambio, abrió la puerta para roes anónimos, cubanas y cubanos que con su lucha
el final avance de la descolonización y la independencia de cotidiana y su tenacidad de hierro hicieron posible este
buena parte del África subsahariana. No solo en la América renacimiento de las perspectivas del socialismo en la
Latina y el Caribe Cuba hizo la diferencia. También en África. América Latina. c

40
MANUEL CABIESES DONOSO

Cuba, te queremos

P
ara mí los rasgos más importantes de la Revolución Cubana son
la dignidad y su inagotable capacidad de solidarizarse con el sufri-
miento y las necesidades de otros pueblos.
Esa dignidad, fruto del coraje y patriotismo del pueblo y de sus diri-
gentes, se ha demostrado en forma serena y resuelta en cada una de las
muchas circunstancias duras y riesgosas que le ha tocado enfrentar en
su primer medio siglo.
Por otra parte, la solidaridad generosa e incondicional de Cuba con
otros pueblos es quizá el fruto más hermoso de una Revolución que ha
puesto el acento en la transformación ética de la sociedad. Es muy
difícil encontrar a otro pueblo que sea capaz, como el cubano, de re-
nunciar a su propio pan para aliviar el hambre y la necesidad de sus
hermanos en lejanas tierras. Tiene mucho que ver con el hombre nuevo
que ha ido formándose en Cuba.

Revista Casa de las Américas No. 254 enero-marzo/2009 pp. 41-44


Los chilenos tenemos el deber –que no siempre hemos cumplido– de
dar testimonio de gratitud por esa solidaridad. Cuba nos entregó todo
sin pedir nada, sin esperar retribución o agradecimiento alguno. Por eso
nuestra deuda es tan grande.
Miles de chilenos encontramos refugio en la Isla durante la dictadura
militar que martirizó a nuestra patria. Pero aun antes la solidaridad cuba-
na estuvo presente cuando la tenaza norteamericana convirtió en reali-
dad la amenaza de Nixon de «hacer chillar» la economía del proyecto
socialista de Salvador Allende.
La solidaridad que Cuba entregó a Chile es imposible de medir en
términos materiales. Porque tuvo un significado moral muy importante.
Se trató de aquella solidaridad que se entrega a costa del propio sacrifi-
cio. Era la mano tendida de un pueblo capaz de entregar hasta su vida en
defensa de la libertad y los derechos de la nación chilena. Los carga-
mentos de azúcar llegaron cuando el país sufría el boicot del imperio y
el cobre –el sueldo de Chile, como lo llamó Allende– era embargado en

41
los puertos europeos. Se pretendía asfixiar la econo- otras ciudades de la Isla. Los hospitales Salvador Allen-
mía para provocar la ingobernabilidad que necesitaba de y Miguel Enríquez atendían –y atienden– a sectores
el golpe militar. populosos de La Habana. Numerosas escuelas, coope-
Pero además, después del golpe de 1973, vino la enor- rativas y brigadas de trabajo llevan nombres de héroes
me solidaridad con los perseguidos por la dictadura. chilenos que todavía son casi desconocidos en su pa-
No fuimos los únicos a los que Cuba brindó refugio tria. Se hacían homenajes, se escribía y se hablaba de
en esa época tenebrosa de la América Latina. Estaban ellos. He visto por ejemplo a un grupo de teatro de hijos
también las familias argentinas, uruguayas, bolivianas, de trabajadores del hospital Miguel Enríquez represen-
peruanas, nicaragüenses, salvadoreñas, haitianas, co- tar la vida de ese revolucionario chileno con una since-
lombianas, hondureñas, que huían del terror, la prisión ridad que hizo llorar a los padres de Miguel, presentes
y la muerte en sus países. Éramos miles de latinoame- en ese acto.
ricanos refugiados en la Isla mientras Cuba enfrentaba Mi familia y yo vivíamos en el corazón del exilio
los rigores del bloqueo norteamericano. Pero también chileno, al este de La Habana. Exactamente en el de-
estaban los becados africanos que se preparaban como partamento No. 11, tercer piso del edificio D-2, Zona
profesores, médicos e ingenieros. Y los niños de Cher- 7 de Alamar. Eran dos bloques de departamentos de
nobyl recuperándose de las horribles quemaduras del cinco pisos cada uno que fueron entregados comple-
accidente nuclear. Y los heridos y mutilados angolanos, tamente equipados a familias chilenas –entre ellas va-
sudafricanos y congoleños rehabilitándose en hospita- rias mujeres solas con sus hijos–. A la vuelta de la es-
les y sanatorios cubanos. Los camaradas de Giap, los quina estaban los uruguayos y más allá los argentinos
compañeros de Mandela, los herederos de Lumumba, y bolivianos... Los edificios de Alamar –que empezaba a
los seguidores del Che de todas partes del mundo. ser una ciudad satélite de La Habana– los construyeron
Los chilenos, pues, no éramos los únicos, ni siquie- brigadas de trabajo voluntario de cubanos que care-
ra los más numerosos. Sin embargo, en la Isla nos cían de viviendas. Sin embargo, fueron ellos los que
hacían sentir que no había nada más importante que la resolvieron en asambleas entregar varios edificios a los
resistencia en Chile. Los actos y mítines, las reuniones exiliados que buscábamos refugio en Cuba. El nuestro
en centros de trabajo, escuelas, universidades y CDR fue inaugurado por Laura Allende, la hermana del Pre-
(Comité de Defensa de la Revolución), se sucedían a sidente heroico, que tiempo después se quitaría la vida,
diario. Lo que ocurría en nuestro país lo conocía la po- enferma de cáncer y desesperada por la prohibición de
blación a través de charlas y de la información en la la dictadura que le impedía ir a morir en Chile.
prensa, radio y televisión. Alamar fue nuestro pequeño mundo mientras per-
Ser chileno era casi un privilegio que nos hacía sen- manecimos en la Isla. Ayudados por los vecinos cuba-
tir rodeados de amistad y cariño, jamás solos o aban- nos, en su mayoría obreros, recuperamos la confianza
donados a nuestra suerte. en nosotros mismos. Su amistad y aliento nos hizo
Los nombres de nuestros héroes y mártires los adop- reencontrar la esperanza. Su alegría nos permitió salir
taron las organizaciones del pueblo cubano. Abunda- de la amargura de la derrota. Los cubanos nos enseña-
ban los Comités de Defensa de la Revolución Salvador ron el valor de las cosas sencillas. Nos regocijábamos
Allende, Miguel Enríquez, Augusto Olivares, Carlos con ellos por cada nueva victoria sobre el bloqueo nor-
Lorca, Arnoldo Camú, Víctor Jara, Marta Ugarte, Víc- teamericano. Compartimos su vida de cada día, hici-
tor Díaz, Juan Alsina, Augusto Carmona... Sus rostros mos guardia en el CDR, trabajo voluntario limpiando
y biografías, poemas y recortes de periódicos estaban escombros y basuras, cuidando jardines, preocupán-
en los murales de los CDR y centros de trabajo. donos por ahorrar agua y electricidad. Recolectamos
Una avenida importante de La Habana recibió el nom- potes de vidrio de uso infinito. Mantuvimos limpias las
bre de Salvador Allende y lo mismo calles y parques en escaleras del edificio, hicimos cola en la bodega y

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nos encargamos de las compras de los más ancianos. claros como los del Moncada. Algunos cayeron com-
Acompañamos a nuestros enfermos en el hospital y batiendo o asesinados en la tortura, leales a la forma-
nos turnamos para llevar a los niños a la beca. ción revolucionaria que recibieron en la Isla. Entre ellos
La sociedad cubana nos reeducó, aprendimos a com- Mario Amigo Carrillo, un joven proletario de Coronel,
partir. un pueblo de mineros en el sur de Chile. Mario, con-
En la escuela Solidaridad con Chile, en Miramar, vertido por la clandestinidad en obrero de una empresa
estaban becados los niños de nuestra comunidad. Mu- forestal, murió en Los Ángeles destrozado por una bom-
chos eran hijos de chilenos asesinados, o que estaban ba. Fue el padre de dos de mis nietos.
en las cárceles de la dictadura o que luchaban en la Cuba nos dio todo lo que pedíamos para luchar con-
clandestinidad. Los niños permanecían en la beca de tra la tiranía. Ayudó por igual a los que creíamos legí-
lunes a viernes, recibían alimentación, ropa, útiles es- timo y necesario empuñar las armas como a los que
colares y atención médica, como cualquier hijo de cu- optaron por la lucha política. Cuba jamás pretendió
bano. Los chilenitos también fueron «pioneros por el decirnos lo que teníamos que hacer. Su ayuda fue siem-
comunismo» y juraron ser como el Che. Solemnes y pre incondicional y respetuosa de las diferencias ideo-
erguidos, junto con sus compañeros cubanos forma- lógicas. Lo que hicimos, mal o bien, lo hicimos por
ban cada mañana luciendo las pañoletas rojas que acre- iniciativa propia, pensando que cumplíamos nuestro
ditaban su condición de pioneros de la Revolución. deber de patriotas y de revolucionarios.
Nunca como en Cuba he visto niños más hermo- La solidaridad cubana compartió nuestro dolor y se
sos, tan bien plantados y fuertes. Caritas limpias llenas hizo parte de nuestra esperanza.
de sol, extrovertidos y con una alegría que parece no Seríamos unos mal nacidos si no retribuyéramos
consumirse nunca. Se adivina en ellos a los futuros hoy con nuestra propia solidaridad aquella que nos brin-
maestros, soldados y obreros de una patria libre. dó Cuba.
Los muchachos mayores, entre ellos mis hijos, fue- Por eso nos sentimos parte del pueblo cubano y
ron a la universidad y al trabajo en el campo, a la cose- admiramos su valor, su espíritu revolucionario y su
cha del tabaco, los cítricos y el café. Se convirtieron en internacionalismo.
médicos, ingenieros, economistas y científicos. Aun- Queremos a Cuba y respetamos ese heroísmo que
que regresaron a Chile hace años algunos no han perdi- causa asombro en el mundo al desafiar a pie firme las
do el acento cubano ni las costumbres y gustos que agresiones armadas, el sabotaje y las penurias de un
aprendieron en la Isla. Es divertido hoy oírlos cuando se bloqueo inhumano condenado por casi todas las na-
reúnen y gozan recordando esa etapa de sus vidas. ciones del mundo, excepto por el propio verdugo y un
Cada mañana en la guagua 215 –el autobús Alamar- par de cómplices a sueldo.
La Habana– nos encontrábamos con vecinos del exi- La Revolución Cubana nos enseñó que nada impor-
lio, cada uno a lo suyo. Mario Benedetti a la Casa de las tante se obtiene sin luchar, que solo luchando se puede
Américas, yo a tareas de apoyo a la resistencia o cami- ser libre y que solo hombres libres pueden sentirse her-
no a alguna reunión en el comité chileno que funciona- manos.
ba en El Vedado. A veces intercambiábamos un guiño Cuba nos mostró la dimensión humana de la acción
de complicidad con jóvenes chilenos que vestían el política y con su Revolución aprendimos a descubrir
uniforme verde olivo de las Fuerzas Armadas Revolu- la grandeza en lo más humilde y pequeño.
cionarias. Eran los futuros combatientes internaciona- Por eso queremos a Cuba y le declaramos nuestro
listas en Nicaragua y El Salvador. Muchos alcanzaron amor a viva voz.
también su objetivo de retornar clandestinamente a Chile Nos preguntamos qué pasará con la Revolución Cu-
para combatir por la libertad de su patria. Eran jóvenes bana en los próximos cincuenta años. No somos pito-
por cuyas venas corría sangre de héroes, sencillos y nisos pero hay hechos que permiten aproximarse al

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futuro. Cuba ya no está sola en la América Latina. Ve- En otro medio siglo Cuba será la más antigua y res-
nezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay, la Ar- petada de las repúblicas socialistas de la América Lati-
gentina y Brasil se abren camino al socialismo o a siste- na y el Caribe.
mas de mayor justicia social. La humanidad no tiene Entonces se habrá cumplido el sueño liberador de
otra variable de supervivencia que no sea el socialismo. Fidel. c

LEÓN FERRARI (Argentina, 1920): Autopista del Sur, 1981. Heliografía. 10/500

44
PAUL ESTRADE

La prueba por los ciclones:


una prueba más

T
engo la suerte de haber presenciado todo el recorrido del proceso
seguido por la Revolución Cubana desde 1959. Tengo el orgullo de
haber apoyado sin interrupción a esa Revolución, ora en la gloria,
ora en la pena. Opongo sin vacilación ni remordimiento la lealtad a la
causa que he defendido por cincuenta años a quienes, numerosos por
acá, se les antoja tenerla por capricho juvenil u obcecación senil. Opina-
rán los listos y los oportunistas que para persistir en semejante error y
para abrigar semejante constancia uno debe descender de una etnia de
cerebros congelados durante la última glaciación.
Mi reiterada adhesión no es afirmación, reafirmación y a la postre
confirmación tautológica de postulados dogmáticos heredados de la gla-
ciación estalinista, sino progresivo convencimiento de que la causa de la
Cuba revolucionaria es la de la independencia de los pueblos, y de ma-
nera más general, que la causa del pueblo cubano es la causa de la

Revista Casa de las Américas No. 254 enero-marzo/2009 pp. 45-52


humanidad. Aquí resuenan en mí las palabras de José Martí a sus con-
ciudadanos en vísperas de la guerra de 1895: «Un error en Cuba, es un
error en América, es un error en la humanidad moderna. Quien se levan-
ta hoy con Cuba se levanta para todos los tiempos».

1960-1961: ¿Y por qué, Paul, saludas con tanto fervor


a la Revolución Cubana?
Tal fue, no pocas veces, la pregunta que me hicieron varios de los
estudiantes a quienes pedía que se comprometieran a firmar una hojita
en la que era propuesta la creación de una sociedad de amistad y solida-
ridad con la nueva Cuba. Estábamos en mayo-junio de 1960. Con el aval
de la dirección del Partido Comunista Francés, al que yo estaba afiliado
desde muy joven, y con el respaldo de los estudiantes comunistas del
Instituto de Estudios Hispánicos de La Sorbona, que era el centro donde

45
estudiaba y militaba, y de otros estudiantes de distintas tante mayoría del pueblo se estaba cumpliendo lo pro-
ideas del mismo Instituto, habíamos empezado una metido, y porque entendía que los cambios efectuados
recolección de firmas con el objetivo indicado. en tan corto tiempo eran necesarios, hondos y reales.
Desde la voladura criminal del barco francés La En aquel año de la Reforma Agraria, cuánto contrasta-
Coubre en la bahía de La Habana, ocurrida a principios ban, por su radicalidad, las medidas que se tomaban en
de marzo, se hacía evidente que la CIA había entrado en Cuba contra el latifundio con las medidas inacabadas e
acción y que la Revolución Cubana estaba amenazada ineficientes a la larga que se habían tomado en las an-
de agresión. Entre la juventud, esta gozaba de una sim- teriores reformas agrarias en Latinoamérica. Esta vez,
patía espontánea, aunque muy poco fundamentada. Pre- sí, de una revolución agraria se trataba.
cisamente la sed de saber más acerca de los aconteci- La saludaba porque entendía que el actor decisivo
mientos y máxime los cambios que se iban produciendo del proceso era un pueblo unido, encabezado por una
a ritmo veloz en la Isla eran lo más notable entre mis juventud entusiasta y una dirigencia revolucionaria tam-
condiscípulos. Querían saber y me preguntaban. bién joven y dinámica, compuesta además de auténti-
Como yo ocupaba ciertas responsabilidades en la cos héroes modernos, familiares y tuteados: Fidel,
dirección nacional de la Unión de Estudiantes Comu- Camilo, el Che.
nistas, y como tomaba a pecho la misión de llevar a La saludaba porque entendía que algo poderoso, in-
cabo la constitución de aquella asociación necesaria, habitual en la política de la época, estaba irrumpiendo:
no podía retraerme a la hora de justificar la urgencia de la dignidad, la dignidad de la cubana y del cubano como
la iniciativa. El borrador del manifiesto que redacté fue individuos liberados y como ciudadanos libres.
aprobado sin mayores debates. Reflejaba un sentir co- Por lo tanto, con fervor, emprendí campaña para
mún. Condensaba los motivos que teníamos de sentir- que se conociera lo que ocurría en Cuba y para que se
nos solidarios en la Cuba agredida. expresara cuanto antes la «solidaridad de la Francia
No tenía ningún motivo personal en ello, tampoco democrática para con la joven república». Surgió un
cuantos firmaron el documento. Ninguno conocía comité provisional Francia-Cuba cuya presidencia asu-
Cuba, ninguno descendía de colonos franceses despa- mí. Y a los pocos meses, el 10 de febrero de 1961, se
rramados por el Caribe hispano. Mi apellido es Estra- constituyó definitivamente la asociación. Es la decana,
de, muy francés, nada de Estrada. Y los estudios que salvo error, de las demás asociaciones de amistad con
cursábamos no reservaban a Cuba, y a toda la América Cuba. Al nacer, acababa de fundarse el 30 de diciembre
Latina, hay que decirlo, sino un espacio ridículo. Nues- de 1960 el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos
tra información sobre Cuba dependía del grado de cu- (Icap). Y todavía está en pie de lucha.
riosidad y de la naturaleza de las lecturas de cada uno. En síntesis, durante el decenio de los 60, encontra-
Y también de los elementos de comparación de que se ba el justificante –la prueba– de la Revolución Cubana
disponía para entender el despertar latinoamericano. en su novedad, audacia y radicalidad.
Ese manifiesto estudiantil aparecerá hoy bastante
pueril, lo reconozco. Expresaba una aspiración de cam- 1970-1971: ¿Y por qué, Paul, sigues
bios radicales que iba a estallar ocho años después en
defendiendo a la Revolución Cubana?
las calles del Barrio Latino. En los pasos agigantados
de la Revolución Cubana los estábamos vislumbrando. Concluidos los estudios superiores y el servicio mili-
Tres elementos entendía en ella que me permitían tar, enseñé el español en un liceo de París y paralela-
responder la pregunta de marras: «Y tú, ¿por qué salu- mente, de 1964 a 1968, me desempeñé como secreta-
das con tanto fervor a la Revolución Cubana?». rio general de Francia-Cuba, a la que presidía por
La saludaba porque entendía que conforme al pro- entonces el novelista Robert Merle. Como tal tuve el
grama de la Sierra Maestra y a la voluntad de la aplas- placer de acoger en Francia a Nicolás Guillén y a Alejo

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Carpentier, cuyas obras ya se estudiaban en las univer- mesa redonda para debatir las realidades cubanas, tan-
sidades francesas: ¡menudo cambio! Esto se debía a la to los adelantos como las dificultades.
acción de profesores involucrados en la solidaridad con Abro un paréntesis. ¡Al fin los amigos franceses de
Cuba (Salomon en Burdeos, Jammes en Tolosa, Bon- Cuba podían expresarse públicamente! Parecerá rara
neville en Grenoble, Joucla-Ruau en Aix, Pérez en Pau, esta sencilla observación. Más rara aún, y lamentable
Labarre y Sicard en Poitiers, entre otros). Lo que, a su para la democracia francesa, si añado que desde aque-
vez, manifestaba a las claras la audiencia creciente de lla fecha ningún otro representante de Francia-Cuba
la Revolución Cubana, no como moda, según superfi- ha sido invitado a hablar de Cuba ante las cámaras de
ciales juicios posteriores, sino como interés por la cul- un canal estatal. Obviamente, haber sido fundador, se-
tura y los cambios culturales gigantescos emprendi- cretario y presidente de dicha sociedad, nada extre-
dos desde el memorable Año de la Alfabetización. mista ya que incluso mantenía a un diputado gaullista
Algunas orientaciones, –hay que decirlo– que se to- en su directiva; haber sido llamado a la Universidad
maron en La Habana por aquellos años me dejaron algo para exponer el proceso revolucionario cubano; haber
perplejo. Una era la lectura que se hacía de la Segunda sido el promotor de intercambios universitarios; ha-
Declaración de La Habana (1962), según la cual la lu- ber sido el autor de una tesis doctoral sobre el pen-
cha armada era la forma apropiada, casi única, de hacer samiento de José Martí; haber animado el Centro
la revolución latinoamericana, por no decir universal. Interuniversitario de Estudios Cubanos y dirigido lue-
Otra era la llamada «ofensiva revolucionaria» interna de go el equipo de investigación de Historia de Las Anti-
1968 contra diversas formas de la pequeña propiedad. llas Hispánicas, en el cual se formaron como cubanistas
Pero estas dudas no mermaron mi convicción de decenas de estudiantes de maestría y doctorado; haber
que en lo esencial la defensa de la Revolución Cubana visitado veinte veces Cuba; hasta hoy, obviamente, re-
era un asunto incuestionable: sus adelantos sociales y pito, ello no es suficiente para ser tenido por «perito»
culturales, sus proezas económicas (las mayores za- en asuntos cubanos. Más triste que amargo, calculo:
fras del siglo), su postura en la vanguardia del comba- van treinta y siete años de amordazamiento continuo.
te antimperialista hablaban con creces por ella. Al re- Y observo: eso continúa. Mientras tanto, no calculo en
vés, en opinión de varios intelectuales que habían cuántas ocasiones a tal o cuál despotricante, llámese
aplaudido la epopeya hasta ahora, las condiciones em- Rolando o Jacobo, se le habrá alargado el micro impu-
pleadas en la realización de esos logros y la intransi- nemente. Pero me imagino que esa cuenta sea de algún
gencia dogmática que apuntaba al inicio de los 70 exi- interés el día en que se evoquen, con la misma severi-
gían una abierta reacción crítica. dad, los fallos democráticos registrados acá y allá. Cie-
Así es como en diciembre de 1971 en la televisión rro el paréntesis.
francesa quedó programada una confrontación de cri- Volvamos al debate de 1971. Dumont acababa de
terios. Frente a un periodista del diario de la derecha publicar su libro: ¿Será socialista Cuba? Estribaba su
liberal Le Figaro y al agrónomo René Dumont, ex pre- escepticismo en la personalización, la burocratización
sidente de Francia-Cuba y ex consejero del gobierno y la militarización de la Revolución. Él se empeñaba en
revolucionario cubano, estuvimos presentes el porta- calificarla de «castrista», yo no, aunque no tergiversa-
voz del comité científico y universitario francocuba- ba el papel del dirigente máximo de la Revolución Cu-
no, organizador de los cursos de verano en Cuba, y bana. Tampoco dudaba yo de la realidad del socialismo
yo, secretario de Francia-Cuba. Hacía años que nues- cubano. Invalidarlo so pretexto de que el ejército aca-
tra asociación pedía con insistencia el derecho de res- baba de ser fuertemente movilizado en el corte y la
ponder a los ataques burdos de que era blanco la Re- recolección de la caña, o en la roturación de tierras
volución Cubana; hacía años que reclamábamos una improductivas, como en 1963 había sido empleado en

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reparar los efectos devastadores del ciclón Flora y en ven muchos, muchísimos hijos de Guadalupe, Marti-
socorrer a la población oriental dañada, no me pareció nica, Jamaica, Surinam, Puerto Rico? Las estadísticas
argumento sólido. Cuanto más que acababa de volver prueban que un alto porcentaje de aquella población
de México donde había visto a un sinnúmero de adul- caribeña sometida histórica, política o económicamente
tos desahuciados y niños míseros pidiendo limosna, y a una metrópoli desarrollada ha abandonado su tierra
donde, tres años antes, el ejército había sido requerido natal para refugiarse en esta. Prueban además que Cuba
para desalojar una concentración pacífica en la Plaza es la isla caribeña que con menos emigrantes cuenta
de las Tres Culturas dejando a varios cientos de jóve- proporcionalmente, pese a lo atractivas que resulten
nes acribillados. Yo me decía y sigo diciéndome: ¿Cómo solo para ellos las corruptoras leyes migratorias de los
un hombre altruista y universalista puede comparar un Estados Unidos.
ejército popular, destinado a defender la patria agredi- Defiendo la posibilidad para un país de experimen-
da y a contribuir al cumplimiento de las tareas econó- tar una vía propia al socialismo. Cuba demuestra que
micas urgentes, con un ejército cuya misión efectiva el socialismo es universal, como solución a la crisis
es la represión interna? capitalista, y que adopta formas nacionales diferencia-
Podía haber en el país –y los había– desaciertos y das. Defendiendo la idea de una vía francesa –por in-
deficiencias. Pero existía, arriba y abajo, la voluntad ventar– al socialismo, ¿cómo no voy a defender la exis-
de erradicar los errores y las faltas. Apuntaba un espí- tencia probada de una vía cubana, necesariamente
ritu crítico de buen augurio. Además, la próxima en- distinta, al socialismo?
trada de Cuba en el Came y la puesta en marcha de la La Revolución Cubana es una experiencia original,
institucionalización por una vía democrática sin prece- y por lo tanto, deliberadamente deformada y hasta ocul-
dente iban a brindarle nuevas oportunidades a la Revo- tada por la tendencia conservadora de la historiografía
lución Cubana. Su nivel educativo y sanitario, su rea- oficial. En un balance que se pretende «objetivo» so-
lismo y su tenacidad daban la prueba de su necesidad y bre la evolución de Latinoamérica en el siglo XX, Pierre
viabilidad. Chaunu ni siquiera menciona a Cuba, como si la Revo-
En eso sobrevino el atentado de Barbados, estallaron lución Cubana fuera un accidente o una aberración.
las provocaciones y se fueron miles de «marielitos». No reviento porque haya disidentes cubanos fuera
y dentro de la Isla; personalmente soy un disidente, y
1980-1981: ¿Y por qué, Paul, te obstinas como tal padecí bastante en mi vida y carrera de cier-
tos métodos de hostigamiento abierto o indirecto. No
en apoyar a un sistema repudiado?
me entusiasma pero no me molesta que haya solo un
Contesté: defiendo a un pueblo y por ende al régimen partido legal constitucional; en Francia tenemos otra
soberanamente escogido por él. Sigue depositada su historia política, y el tan encarecido bipartidismo es-
confianza en ese régimen socialista para salir definitiva conde mal su finalidad al servicio del partido hegemó-
y honrosamente del subdesarrollo. En masa lo ha rati- nico, el del capital. No me regocija que en la ley cuba-
ficado en permanencia. Ningún organismo internacio- na se mantenga la pena de muerte; sé que muy poco se
nal ha denunciado nunca un fraude electoral. Conste aplica, mucho menos que en los Estados Unidos, por
igualmente, dicho sea de paso, que en ciertos países ejemplo, y no ignoro que un terrorismo de Estado man-
donde se suelen dar clases de democracia representa- tiene a Cuba en estado de guerra. No hago de Cuba un
tiva al resto del mundo, el hecho es que apenas se des- modelo de exportación para Francia ni para cualquier
plaza a las urnas una mitad de la población inscrita. otro país, lo que en rigor nunca propuso su alta diri-
Por otro lado, si los pueblos votaran solo con sus gencia. Pero conozco a más de un amigo para quien la
pies, serían condenados sin reparos los sistemas fran- suma novedad es importar aquí la moda y los hábitos
cés, británico, holandés y estadunidense. ¿Dónde vi- de Nueva York o Los Ángeles.

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Tratando de ser martiano he aprendido de la Revo- Por aquellos años estaba terminando la redacción
lución Cubana lo que ella puso en práctica conforme a de una tesis doctoral sobre el pensamiento de José
las advertencias de su principal inspirador: «La imita- Martí, otra manera, si se quiere, de contribuir a enten-
ción servil extravía, en economía, como en literatura y der las raíces de la Revolución Cubana. Me valía de su
en política». De ella he aprendido también el valor de la enseñanza para pensar: «Se llegará a muy alto por la
paciencia, la perseverancia y el sacrificio. nobleza del fin o se caerá muy bajo, por no haber sabi-
Estoy convencido de que hubiera mejorado bastan- do comprenderlo».
te más el nivel de vida del pueblo cubano si Cuba no
tuviera que invertir tanto en la defensa de sus costas y
1993-1994: ¿Cómo puede ser, Paul, que
de su territorio,y no tuviera que ir a Angola, lejos, muy
lejos, sacrificando hombres y gastando pesos, para postules que la Revolución Cubana no va
cumplir por ética lo que la presión coercitiva de las a derrumbarse cuando ya están por el
grandes potencias debiera haber conseguido del go- suelo todos los Estados socialistas
bierno sudafricano del apartheid. europeos?
Y sin embargo, cualquier espíritu desprejuiciado
podía observar a principios de los 80 los frutos del Efectivamente, contra vientos y mareas, afirmé enton-
esfuerzo portentoso consentido también por la nación ces que lo uno no entrañaba lo otro, que el caso cuba-
cubana a favor de la educación, la salud, el deporte, el no era distinto de los casos europeos, que en Cuba
arte, el cine, etcétera. Por el aula, el estadio y la gale- existían condiciones, voluntades y fuerzas capaces de
ría, venía la prueba de la realidad y de la naturaleza de resistir y dar un mentís a los profetas occidentales.
los beneficios culturales de que disfrutaba el pueblo En diciembre de 1993, la sección latinoamericana
gracias a su Revolución. No me arrepiento de haber de la universidad alemana de Erlangen-Nürnberg me
contestado eso a quienes miraban a Cuba a través de invitó a un coloquio sobre José Martí. Era durísima la
los lentes de los exiliados menos sesudos. Ni de haber situación en Cuba, desvinculada de repente de los paí-
añadido que estos, al llegar a Florida, evidenciaban, sin ses de donde recibía el insustituible petróleo y con los
proponérselo, el grado de desarrollo sanitario y cultu- que comerciaba a gran escala, asfixiada por el estran-
ral alcanzado en la Isla desde la caída de la dictadura gulamiento imperialista. Expliqué:
proyanqui de Batista.
Juzgo natural y lógica mi contribución continua a Es evidente que no habían leído a Martí los perio-
las campañas de solidaridad con Cuba, si bien otras per- distas que, tras la implosión de los Estados socialis-
sonas, desde su olimpo, la tendrán por «políticamente tas europeos, se precipitaron a La Habana para asistir
incorrecta». Nada hará que me sienta acusado por ha- al derrumbe, ineludible e inminente según ellos, de
berme movido junto a una multitud de compañeros, la Isla rebelde. De haberlo leído, incluso superficial-
durante decenios de incomprensión, para que se fletara mente, hubieran notado que el cubano entregó a sus
un barco para Cuba, para que se publicara la Historia de compatriotas una fuerza ética de que se valen en
Cuba, y luego para que se ofrecieran un cuaderno y un medio de las dificultades. Les rescató el sentimiento
lápiz a cada alumno cubano. Obrando así, no nos porta- de la dignidad. Les infundió el culto a la justicia,
mos como locos incondicionales del régimen «castris- «ese sol del mundo moral» como dijo José de la Luz
ta» al que decían desacreditado, sino como hombres y Caballero. Les dio el consejo de unirse y seguir
compasivos para con el pueblo cubano y como ciuda- unidos y solidarios. Les ofreció el ejemplo del des-
danos del mundo que entienden el significado histórico prendimiento y el sacrificio. Elementos que no se
–profundo, duradero, prometedor– de la Revolución pueden medir, ni cifrar, ni comprar, pero que, para
Cubana, ayer y hoy con Fidel, mañana sin él. asombro del mundo, hasta la fecha pueden más que

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un bloqueo de treinta años, la carencia de combus- grupo de investigadores especializado en la historia de
tible y la desesperación comprimida. Estudiar a Martí Las Antillas hispánicas –Cuba en primer lugar– traté
es comprender a la Cuba presente. de mantener el interés por la historia singular de la tie-
rra de Martí y de Fidel, explicando que la Revolución
Unos años más tarde, en Nueva York, a los pocos Cubana, porque venía de lejos, iría lejos.
meses del derrumbe de las Torres Gemelas de Man- A partir de los años 90 lo importante, desde mi pun-
hattan, en otro encuentro universitario convocado so- to de vista, era ayudar al pueblo de Cuba a resistir y a
bre José Martí, me tocó explicar más a fondo que la sobrevivir en medio del asedio y de la crisis. Salvándo-
Revolución Cubana seguía en pie porque descansaba se en la dignidad estaba salvando la esperanza humana
sobre un inquebrantable pilar llamado Martí. depositada en él, ya que en América y el mundo occi-
Decir esto era subrayar lo arraigado y lo genuino del dental, frente al poderío de los Estados Unidos y al de-
proceso revolucionario cubano; era enfatizar en sus raí- rroche de medidas ultraliberales, sinónimas de desem-
ces nacionales; era recordar que no había sido impuesto pleo, miseria e inseguridad, la Revolución Cubana,
desde fuera en sus inicios ni luego copiado del extranje- aunque aislada y maltrecha, representaba la verdadera
ro (no obstante el peso avasallador del modelo soviético y única alternativa.
en los 70 y 80); era señalar que si bien seguía fiel a los A los impugnadores de la firmeza de mis conviccio-
principios –más que fiel, intransigente– había sido bas- nes y de mi compromiso, podía responder que por su
tante flexible ante las circunstancias y autocrítico para dignidad en la adversidad, su desprendimiento, su ape-
emprender, desde dentro, oportunas y salutíferas recti- go a Martí, sus principios éticos rectores, su respeto a
ficaciones. la primacía de los valores humanos, la Revolución
Decir esto no era adoptar una posición cómoda. En Cubana estaba dando la prueba de que otro mundo era
la niebla del «período especial» y frente al tropel de posible. Salvando su existencia y salvando el honor del
enemigos declarados de la experiencia cubana y de ob- socialismo, la Revolución Cubana ha probado la nece-
servadores escépticos autodeclarados «realistas», era sidad histórica de los cambios estructurales, mentales
arriesgado expresar una profesión de fe optimista. Sin y morales introducidos y ha concentrado para los de-
embargo la expresamos porque sabíamos de la abnega- más países del área un gran potencial de futuro.
ción del pueblo cubano y de la lucidez de su liderazgo,
y porque continuábamos organizando la solidaridad 2008: Bueno, Paul, Cuba está de pie
política y material con aquellos héroes, persuadidos de (milagrosamente), pero ¿qué es de los
que, como dijo Víctor Hugo, «lo que es combate en el
presente es victoria en el futuro».
derechos humanos?
Personalmente, como presidente de Francia-Cuba que Un libro muy actual de Salim Lamrani (Doble moral:
era desde 1983, participé de alguna manera en esas cam- Cuba, la Unión Europea y los Derechos del Hombre,
pañas de solidaridad, difíciles pero necesarias. El blo- París, 2008) contesta la interrogación. Apoyándose en
queo arreciaba y los gobiernos y las instituciones euro- los informes para 2006 de Amnesty International sobre
peas lo toleraban cuando no lo respaldaban. Como Cuba y sobre veinticuatro países europeos, y compa-
impulsor del convenio de colaboración entre mi univer- rándolos, el joven colega establece que los derechos del
sidad y la de La Habana, traté de mantener los intercam- hombre (aunque concebidos sin tener en cuenta sus
bios en su nivel más alto, y cuando algunos de mis co- derechos económicos y sociales) son menos respeta-
legas creyeron llegada la hora de sustituir anticipadamente dos en el conjunto europeo estudiado que en Cuba, pese
a la universidad de la capital de Cuba por una universi- a las acusaciones periódicamente lanzadas contra esta.
dad del Estado de Florida pude contrarrestar tal perver- En lo que atañe a Cuba, según la misma fuente, no
sidad e impedir tal involución. Como responsable de un se ha registrado ningún caso de asesinato político; de

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desaparición; de tortura o de tratamiento inhumano; de Cuba a la presidencia de los No Alineados; la supre-
secuestro por parte de autoridades; de tráfico de seres sión (tímida) de las sanciones impuestas por la Unión
humanos; de violencias contra menores de parte de Europea; los informes de Amnesty International más
agentes del Estado; de violencias sistemáticas contra favorables a Cuba que a sus contrincantes; la votación
mujeres; de violencias contra minoridades; de niño pri- constante y ahora aplastante de la Asamblea General de la
vado de enseñanza por sus orígenes étnicos; de ciuda- ONU a favor del fin del bloqueo estadunidense; y, ayer
dano privado de su nacionalidad; de familia expulsada no más, la designación de Obama para la Casa Blanca.
de su hogar; de expulsión de extranjero asilado; de in- Y es porque no escasean tampoco los elementos
citación al racismo y a la discriminación; etcétera, et- que muestran cómo, dentro de Cuba –antes de los ci-
cétera (pp. 41-43). clones, por cierto–, iba evolucionando favorablemente
Hoy en día en Europa, debido a las desviaciones la situación, sin que Cuba dejara de ser lo que en esen-
criminales del estalinismo y al estancamiento econó- cia es desde hace medio siglo:
mico e ideológico de la era brejneviana, la bandera del –Una clara recuperación económica general, sensi-
comunismo es levantada con reticencias y poco éxito. ble en la energía, el transporte, el abastecimiento; una
En la América Latina, al revés, tres nuevas naciones se transición lograda, después de la enfermedad de Fidel,
han fijado la meta de construir el «socialismo del siglo sin el menor sacudimiento; la extensión de beneficios
XXI». Que la Revolución Cubana haya mantenido sin sociales y técnicos a mayores sectores de la pobla-
claudicación y sin manchas los principios básicos del ción; la división del exilio y la moderación de una par-
socialismo no será ajeno a esta diferencia de ambiente te creciente del mismo; mientras que la batalla para
político. Martí aseguraba: «Es un mundo lo que esta- alcanzar un alto nivel en materia de salud pública y
mos equilibrando: no son solo dos islas las que vamos educación permitía que Cuba «exportara» cantidad de
a libertar». médicos, medicamentos y maestros a los pueblos ne-
Ya antes de la crisis en la que se está debatiendo el cesitados.
sistema capitalista globalizado, han asomado otros cam-
bios positivos a escala mundial y nacional. Demues- ¿Y por qué, Paul, cesarías ahora de con-
tran cuánto tuvieron razón los cubanos y tuvimos ra-
zón quienes los apoyamos en la etapa más oscura del fiar en un movimiento que ha respondido
prolongado «período especial» en pensar, con palabras victoriosamente a los mayores retos que
de Romain Rolland, que «incluso desesperada, la lucha pueda afrontar en su historia una nación
sigue siendo todavía una esperanza». joven?
Aunque un ministro intervencionista francés se ha
sumado a los rolandos y jacobos de siempre, empiezan La mala suerte climatológica acaba de azotar la Isla de
a escasear los que pretenden en alta voz que Cuba es un cabo a otro, como nunca en medio siglo. En plena
apestada y moribunda. fase ascendente la Isla ha sido golpeada en septiembre
Y es porque no escasean los elementos que eviden- por dos rabiosos ciclones, Gustav e Ike. El balance de
cian la progresiva reincorporación de Cuba al mundo esos días interminables de vientos y lluvias es del todo
sin que la Revolución Cubana lo haya mendigado o catastrófico. Se calculan en más de cuatrocientas cin-
haya renunciado a su razón de ser. Enumeremos a sal- cuenta mil las casas totalmente arrasadas o gravemen-
to de mata algunos de esos elementos: te deterioradas, en cien mil hectáreas las tierras sa-
–La fraternal política bolivariana del gobierno vene- queadas (con las cosechas perdidas), en setenta mil
zolano; el inicio de una cooperación latinoamericana toneladas los víveres dispersados, en centenares de mi-
de índole novísima; el establecimiento de sólidas rela- llares los animales domésticos muertos, en más de cin-
ciones económicas con China y Rusia; el retorno de co mil millones de dólares los daños sufridos.

51
Red eléctrica, depósitos de agua, carreteras, escue- ¿Quién podrá negar que la organización político-ad-
las, etcétera, etcétera, las destrucciones son inmen- ministrativa, la educación, la prevención, la conciencia
sas. Lo ha dicho enseguida el gobierno: «se necesitarán cívica, la cohesión nacional demostradas repetidamente
años de labor intensa» para volver a la normalización. en las peores circunstancias no son los factores de
Añadiendo: «Es imposible resolver la magnitud de la este excepcional balance humano? Nadie podrá negar
catástrofe con los recursos disponibles». Pero Cuba que estos factores y este resultado son la expresión de
no ha pedido ayuda exterior. La pidió oficialmente a una realidad, que ha de ser meditada por los defenso-
favor de un pueblo de la región, aún más sufrido, el de res sinceros de los derechos del hombre: nada cuenta
Haití. Pero, aunque no solicitada, una ayuda interna- tanto en Cuba como una vida humana.
cional procedente de países soberanos, ONG o socie- La gestión cubana de los ciclones es reveladora. Si hace
dades de amistad, comienza a llegar a Cuba, producto falta trasladar hasta tres millones de habitantes –como
de una solidaridad nunca desmentida. Cuando Bush ocurrió al acercarse Ike–, el espíritu de solidaridad desa-
propone, bajo condiciones inaceptables, una cantidad rrollado en el pueblo hace que cinco de cada seis des-
irrisoria, y la Unión Europea... nada, Francia-Cuba y plazados sean acogidos por familiares o amigos. Nadie
Cuba-Coopération-France hacen entrega inmediata de se queda abandonado porque no tenga carro o porque
un primer cheque de cincuenta mil euros. Centenas el carro del vecino o de la empresa se haya ido sin él.
de organizaciones parejas por el mundo están haciendo Mientras en Luisiana los policías y militares moviliza-
lo mismo. Otra vez, por sus propios esfuerzos y por dos estaban ahí para impedir la actuación de ladrones
esta solidaridad incondicional, Cuba se salvará: me atre- y proteger más los bienes de los ricos que la vida de las
vo a apostarlo como lo aposté en 1993. gentes pobres, en las provincias cubanas todos los
Porque al aguantar y al combatir la embestida de los medios oficiales y todas las voluntades individuales es-
ciclones, la Revolución Cubana ha proporcionado la taban unidos para evitar ante todo la pérdida de una
prueba máxima de su eficiencia y de su filosofía: el sola vida.
saldo humano del paso de aquellos huracanes de fuer- El enciclopedista y filósofo francés Denis Diderot
zas cuatro y cinco es de siete muertos, siendo de va- planteó a mediados del siglo XVIII: «El hombre es el
rias decenas de muertos en Jamaica, Haití y la Repú- término único de donde hay que partir y al cual todo
blica Dominicana, y de setenta y siete muertos en los tiene que ser relacionado». En esa línea humanista se
Estados Unidos donde había decaído mucho la violen- inscribe la Revolución Cubana, no solo en una supues-
cia del cataclismo. Se confirma así lo observado cuan- ta etapa inicial «humanista» (unos seis meses en 1959)
do se desató Katrina en agosto de 2005: mil ochocien- sino también en toda su trayectoria.
tos treinta y seis muertos en los Estados Unidos pero Aquí está la prueba definitiva por los ciclones de lo
solo uno en Cuba. que vale la Revolución Cubana y por qué la apoyo. c

52
CARLOS FERNÁNDEZ LIRIA

Un siglo de pereza y comunismo


En defen
defen sa de C
ens ub
Cub
ubaa y en memoria de P
memoria au
aull Laf
Pau ar
Lafar gue
argue

El trabajo ocupa todo el tiempo y no queda


nada de él para la República y los amigos.
J ENOFONTE

E
l 13 de agosto de 1866, Carlos Marx escribió la siguiente carta al
novio de su hija Laura, un cubano llamado Paul Lafargue:

Usted me permitirá hacerle las siguientes observaciones:


1º Si quiere continuar sus relaciones con mi hija tendrá que reconsi-
derar su modo de «hacer la corte». Usted sabe que no hay compro-
miso definitivo, que todo es provisional; incluso si ella fuera su pro-

Revista Casa de las Américas No. 254 enero-marzo/2009 pp. 53-60


metida en toda regla, no debería olvidar que se trata de un asunto de
larga duración. La intimidad excesiva está, por ello, fuera de lugar, si
se tiene en cuenta que los novios tendrán que habitar la misma ciudad
durante un período necesariamente prolongado de rudas pruebas y
de purgatorio [...]. A mi juicio, el amor verdadero se manifiesta en la
reserva, la modestia e incluso la timidez del amante ante su ídolo, y
no en la libertad de la pasión y las manifestaciones de una familiari-
dad precoz. Si usted defiende su temperamento criollo, es mi deber
interponer mi razón entre ese temperamento y mi hija [...].
2º Antes de establecer definitivamente sus relaciones con Laura ne-
cesito serias explicaciones sobre su posición económica.
Mi hija supone que estoy al corriente de sus asuntos. Se equivoca.
No he puesto esta cuestión sobre el tapete porque, a mi juicio, la
iniciativa debería haber sido de usted. Usted sabe que he sacrificado
toda mi fortuna en las luchas revolucionarias. No lo siento, sin em-
bargo. Si tuviera que recomenzar mi vida, obraría de la misma forma

53
[...]. Pero, en lo que esté en mi manos, quiero sal- del trabajo deberán ser incorporados a batallones dis-
var a mi hija de los escollos con los que se ha en- ciplinarios enviados a campos de concentración [...].
contrado su madre.1 «La militarización es impensable sin la militarización
de los sindicatos como tales, sin el establecimiento
Aparte de su «temperamento criollo», Marx le re- de un régimen en el que cada trabajador se considere
prochaba también a su futuro yerno una cierta tenden- como un soldado del trabajo, que no puede disponer
cia a la pereza: «la observación me ha demostrado que libremente de sí mismo; si recibe una orden de trasla-
usted no es trabajador por naturaleza, pese a su buena do, debe ejecutarla; si no la ejecuta será un desertor y
voluntad y sus accesos de actividad febril». castigado en consecuencia. ¿Y quién se cuidará de
El autor del Manifiesto Comunista no podía por aquel esto? El sindicato. El sindicato crea el nuevo régi-
entonces sospechar la extraordinaria relevancia que iba men. Es la militarización de la clase obrera».2
a tener para el destino del socialismo el asunto que
acababa de mencionar: la pereza. Los razonamientos de Trotsky estremecen por su
claridad y por su contundencia; ni siquiera se muerde
1. Socialismo y cultura proletaria la lengua al hacer una apología del trabajo forzado e
incluso de la «utilidad» del esclavismo: ¿Es verdad, real-
Sin duda, Marx tampoco podía sospechar el naufragio mente, que el trabajo obligatorio es siempre improduc-
antropológico y la insólita degradación moral y política tivo?... Estamos ante el prejuicio liberal más lamenta-
que traerían en el futuro de la tradición comunista los ble y miserable: los rebaños de esclavos también eran
intentos estalinistas, maoístas o coreanos de instaurar productivos [...], el trabajo obligatorio de los esclavos
una «cultura proletaria», un «culto al trabajo» bajo el fue en su tiempo un fenómeno progresista. [354].
imperativo de la industrialización a ultranza. Bien es Como es sabido, el Partido se negó entonces a se-
cierto que la industrialización (concebida como un guir el camino propuesto por Trotsky: la militarización
«gran salto adelante» para el que no había que reparar del trabajo no puede justificarse –se concluiría– más
en costes humanos) venía exigida por la correlación que en caso de guerra. Ahora bien, a la vista de la his-
de fuerzas internacional, en la que el «socialismo real» toria posterior del siglo XX, un cierto trotskismo toda-
estaba obligado a competir con el capitalismo o resig- vía podría preguntar: ¿y cuándo dejó la URSS de estar
narse a ser aniquilado. En esto último estaban todos de en guerra entre 1920 y 1991? Trotsky, al menos, era
acuerdo, aunque se discutían los ritmos y los medios. partidario de hablar con claridad, de decir la verdad:
En 1920, en el IX Congreso del Partido, Trotsky se así están las cosas, así tenemos que proceder. O pro-
mostró incluso resueltamente favorable a la militariza- letarizamos e industrializamos la URSS de forma masi-
ción del trabajo y de los sindicatos: va, o perdemos la (próxima) guerra (que será tanto
más inminente cuanta más debilidad mostremos).
Hay que decir a los obreros el lugar que deben ocu- En esos momentos, Stalin se inclinaba por la opción
par, desplazándolos y dirigiéndolos como si fuesen más moderada (al igual que Lenin). Sin embargo, tras
soldados [...]. La obligación de trabajar alcanza su el paréntesis de la NEP,3 optará por la superindustriali-
más alto grado de intensidad durante la transición del
capitalismo al socialismo [...]. Los «desertores» 2 Citado en Charles Bettelheim: Las luchas de clases en la URSS.
Primer Período (1917-1923), México, Siglo XXI Editores,
1 La traducción y algunas referencias y datos han sido tomados 1987, p. 353.
del «Estudio preliminar» –un texto excelente, por cierto– que 3 NEP: La Nueva Política Económica (1921-1929) se caracterizó
Manuel Pérez Ledesma antepone a la edición castellana de El por una cierta «libertad de comercio» y por dejar a los campe-
derecho a la pereza de Paul Lafargue, Madrid, Editorial Fun- sinos un margen de iniciativa mayor comparado con su situa-
damentos, 1991. ción durante el «comunismo de guerra» (1918-1920).

54
zación a ultranza, rebasando incluso las antiguas pro- la espontaneidad) hacía falta todo un tinglado cultural
puestas trotskistas. Con la diferencia de que Stalin ya y religioso.
no se podía permitir decir la verdad. «Al terror, Lenin No es el momento de discutir ahora cuánto hubo de
y Trotsky lo llamaron terror; llamaron represión a la necesario o de inevitable en todo este proceso por el que
represión, y, al hambre, hambre».4 Stalin, en cambio, el «socialismo real» se vio obligado a industrializarse a
proletarizó el campo soviético pretendiendo «que exis- ultranza, en mucho menos tiempo y con muchos me-
tía un movimiento «espontáneo» de la mayoría abru- nos recursos coloniales de los que había gozado el capi-
madora de campesinos pobres hacia las formas talismo. Una cosa es que fuera imprescindible y otra
colectivas de explotación. De la noche a la mañana, los que fuese deseable por sí mismo; y el «culto al trabajo»,
campesinos se habían hecho entusiastas de la colecti- el obrerismo, la cultura proletaria, no argumentaban lo
vización».5 En noviembre de 1929, el Comité Central primero, sino que ensalzaban lo segundo.
constató que existía esa aspiración popular generaliza- Por aquel entonces, además, todavía se creía que la
da; el 5 de enero de 1930, dictó el decreto de colectivi- economía socialista era en su esencia mucho más pro-
zación y el 20 de febrero se anunció que el 50% de los ductiva que la capitalista. El capitalismo, en efecto, se
campesinos ya se habían integrado en granjas colecti- consideraba una camisa de fuerza para el desarrollo de
vas. Todo ello, se pretendía, era una decisión espontá- las fuerzas productivas y, por tanto, un lastre del pro-
nea de la población campesina. A causa de este proceso, greso y del crecimiento económico. La realidad era muy
murieron centenares de miles de personas, pero, pese distinta, sin embargo. El capitalismo es un sistema en el
a ello, jamás se dejó de aludir al principio leninista del que el conjunto de la población está sometida al chanta-
«trabajo voluntario». Y para generar la ilusión de vo- je de trabajar (en lo que sea, como sea, al ritmo que
luntariedad, hacía falta instituir toda una «cultura pro- sea) o morir de hambre. Se trata, además, de un siste-
letaria», un «culto al trabajo», una mistificación de la ma productivo que necesita acelerarse todos los días,
clase obrera y una entronización de los «valores prole- en una ininterrumpida acumulación ampliada. El capi-
tarios». El resultado fue una nueva religiosidad, mu- talismo –como dijeron Wallerstein y Galbraith– es como
cho más abyecta que la del cristianismo o el islam, un ratón en una rueda: corre más deprisa a fin de correr
vertebrada por el culto a la personalidad de Stalin. más deprisa. El socialismo, por el contrario, puede per-
El «culto al trabajo» se llevó todavía más lejos en la mitirse ralentizar la marcha. Puede permitirse incluso
China maoísta, primero con el «gran salto adelante» y, pararse o decrecer sin que crujan sus estructuras pro-
luego, en el marco de la Revolución Cultural. Frente a ductivas. Además, bajo el socialismo la población no
todo ello, no cabe duda de que la militarización trots- está sometida al chantaje del hambre o del trabajo exce-
kista del proceso laboral habría resultado menos indig- sivo. En consecuencia, para lograr un ritmo de trabajo
na: pues, aunque desconocemos cuál habría sido su equivalente al del capitalismo haría falta un voluntaris-
coste humano, para implantarla no hacía falta mentir. mo insólito –y, tal y como ha sido históricamente más
Para instaurar una «cultura proletaria», en cambio, se habitual, muchísima policía.
imponía infantilizar a toda la población, generalizar una Sin duda que –como decimos– la búsqueda impe-
execrable minoría de edad vigilada por policías y dela- riosa de la productividad le vino siempre exigida al socia-
tores. En el ejército se obedecen órdenes. Pero para lismo por la necesidad de combatir y competir con el
vestir a la necesidad con los ropajes de la virtud y a la capitalismo exterior. Pero reconocer esto no es, en el fon-
sumisión con el halo de la voluntariedad (e incluso de do, más que dar la razón a Trotsky y aceptar que el so-
cialismo jamás dejó de estar en guerra y que, por lo
4 Felipe Martínez Marzoa: De la revolución, Madrid, Alberto tanto, jamás se pudo permitir ralentizar la marcha. Fue
Corazón Editor, 1976, p. 143. la guerra y no la esencia del socialismo la que imponía
5 Ibíd., p. 137. la productividad. En esas condiciones, era muy difícil

55
hacerse cargo de que el propio Marx había sido cual- Ahora bien, este cambio de mentalidad no debería
quier cosa menos obrerista y que, al hablar del comu- tomar de improviso a la tradición marxista. Precisa-
nismo, había puesto mucho más el acento en el ocio mente Paul Lafargue, el yerno de Marx 7 con quien
que en la productividad: comenzábamos estas líneas, definió en 1880 el comu-
nismo como el «derecho a la pereza» de la humanidad,
El reino de la libertad solo comienza allí donde cesa en una obra clarividente, que partía del comentario de
el trabajo determinado por la necesidad y la adecua- un texto de Aristóteles:
ción a finalidades exteriores. Allende el reino de la
necesidad empieza el desarrollo de las fuerzas hu- Si cada uno de los instrumentos pudiera realizar por
manas, considerado como un fin en sí mismo, el sí mismo su trabajo, cuando recibiera órdenes, o al
verdadero reino de la libertad, que, sin embargo solo preverlas; y como cuentan de las estatuas de Déda-
puede florecer sobre aquel reino de la necesidad lo o de los trípodes de Hefesto, de los que dice el
como su base. La reducción de la jornada laboral es poeta que «entraban por sí solos en la asamblea de
la condición básica.6 los dioses», de tal modo que las lanzaderas tejieran
por sí solas y los plectros tocaran la cítara, para
2. El comunismo como derecho a la pereza nada necesitarían ni los maestros de obra sirvien-
tes, ni los amos esclavos.
Cualquiera que sea el grado de inevitabilidad del culto
al trabajo en la historia pasada del socialismo, es obvio El sueño de Aristóteles [comenta Lafargue] es nues-
que hoy se impone insistir en una dirección entera- tra realidad. Nuestras máquinas de hálito de fuego,
mente opuesta. El capitalismo ha llevado al planeta a de infatigables miembros de acero y de fecundidad
una situación insostenible, en la que seguir creciendo maravillosa e inextinguible, cumplen dócilmente y
indefinidamente equivale a un suicidio seguro a no muy por sí mismas su trabajo sagrado, y a pesar de esto,
largo plazo. La Tierra se ha quedado pequeña para las el espíritu de los grandes filósofos del capitalismo
necesidades de reproducción ampliada del capital. El permanece dominado por el prejuicio del sistema
agotamiento de los recursos y el cambio climático son
realidades incuestionables. Al tiempo, el coste humano 7 Paul Lafargue se casó finalmente con Laura Marx el 2 de abril
que requiere semejante ritmo productivo es estreme- de 1868. Su actividad política en el seno de la Asociación
cedor. Incluso en el Primer Mundo se habla ya de im- Internacional de los Trabajadores (AIT) fue incansable, tanto
plantar la jornada de sesenta y cinco horas semanales. en Francia como en España. Finalmente, Paul y Laura se suici-
Pero, además, basta sumar dos y dos para comprender daron juntos el 26 de noviembre de 1911, tras haber pasado la
tarde en un cine de París y haber compartido una bandeja de
que la condición sine qua non de esta productividad
pasteles. Lafargue dejó la siguiente nota: «Sano de cuerpo y
suicida exige que el Tercer Mundo permanezca en una espíritu, me doy muerte antes de que la implacable vejez, que
situación humanamente insostenible. El 20% de la hu- me ha quitado uno tras otro los placeres y los goces de la
manidad consume ahora el 86% de la producción existencia, y me ha despojado de mis fuerzas físicas e intelec-
mundial. Pretender que el 80% restante está destinado tuales, paralice mi energía y acabe con mi voluntad, convirtién-
a alcanzar niveles de consumo semejantes es incom- dome en una carga para mí mismo y para los demás. Desde
patible con la supervivencia del planeta; pero pretender hace años me he prometido no sobrepasar los setenta años; he
fijado la época del año para mi marcha de esta vida, y prepara-
que no deben alcanzarlos jamás es inmoral; probable-
do el modo de ejecutar mi decisión: una inyección hipodérmica
mente es, incluso, racista. de ácido cianhídrico. Muero con la suprema alegría de tener la
certeza de que muy pronto triunfará la causa a la que me he
6 Karl Marx: El capital, libro III, capítulo XLVIII, vol. 8, Méxi- entregado desde hace cuarenta y cinco años», citado por Ma-
co, Siglo XXI Editores, p. 1044. nuel Pérez Ledesma en ob.cit. (en n. 1), p. 75.

56
salarial, la peor de las esclavitudes. Aún no han al- dio ecológico sirve para detener este rodar hacia el
canzado a comprender que la máquina es la reden- abismo. No se puede uno cansar de repetir que nadie
tora de la Humanidad, la diosa que rescatará al hom- tuvo, por tanto, más razón que Paul Lafargue, hace ya
bre de las sordidae artes y del trabajo asalariado, la más de un siglo. La superioridad del socialismo no
diosa que le dará comodidades y libertad. consistía en su más alta productividad, sino, por el
contrario, en su capacidad de detenerse, de ralentizar,
Para Lafargue el socialismo y el comunismo debe- de frenar. No necesitamos correr más, necesitamos
rían asegurar, ante todo, el «derecho a la pereza», que pararnos. El socialismo debía de haber instituido una
es, a su vez, la clave por la que el hombre ha conquis- cultura de la pereza, no una cultura proletaria. Si no
tado y puede conquistar la posibilidad del ocio, en el podía hacerlo en su momento, ahora tenemos la oca-
cual germinan todas sus dignidades racionales: la cien- sión de proclamarlo a los cuatro vientos: la humanidad
cia, el arte, el derecho, la política. El capitalismo nos tiene derecho a la pereza.
ha traído una sociedad en la que se ha hecho realidad, Tal y como exigía Lafargue, la jornada laboral debe-
por primera vez en la historia, el milagro de Aristóteles; ría de poder guardar algún tipo de relación inversa con
sin embargo, el inmenso potencial de ocio liberado no el aumento de la productividad del trabajo. Y así sería,
ha desprendido a la humanidad en absoluto de las car- en efecto, en una economía estatalizada. En el socialis-
gas del trabajo y tampoco le ha otorgado ningún dere- mo siempre es posible discutir (en el Parlamento, pon-
cho a la pereza, ningún descanso. El hecho es más gamos por caso) si la aparición de nuevas tecnologías
bien que nunca se ha trabajado tanto y a un ritmo tan debería traducirse de inmediato en una reducción ge-
suicida como cuando las lanzaderas se han puesto a neral de la jornada laboral (de modo que la sociedad
tejer solas. Trabajamos, en realidad, en una economía adquiriría la misma riqueza en menos tiempo, desti-
muy primitiva, en la que el esfuerzo por sobrevivir su- nando al ocio o la pereza el restante) o si convendría,
prime la posibilidad de vivir. En efecto, una sociedad por el contrario, conservar la jornada laboral para au-
que gasta todas sus energías en reproducirse amplia- mentar el volumen de riqueza. El motivo por el que las
damente hasta el infinito es una sociedad tan primitiva sociedades socialistas «reales» –y Cuba es aquí un caso
(desde un punto de vista antropológico) como una so- inclasificable, como vamos a ver– jamás pudieron per-
ciedad que gasta todas sus energías en la pura subsis- mitirse ese lujo no parece que sea otro, se diga lo que
tencia. La revolución neolítica permitió al ser humano se diga, que el que jamás pudieron decidir políticamen-
trascender el puro ciclo de la supervivencia biológica. te otra cosa que el emplearse en un «comunismo de
El capitalismo, paradójicamente, ha movilizado la infi- guerra» en el que siempre era necesario trabajar más
nita potencia de tres revoluciones industriales, esquil- para seguir trabajando más, ya que esto era lo que ha-
mando todos los recursos del planeta, para devolver al cía el enemigo. Solo que el enemigo lo hacía por una
ser humano a la prehistoria.8 necesidad de su sistema económico y ellos por la deci-
El capital acumula capital para seguir acumulando sión política de no sucumbir frente a su agresión. Aho-
capital. La humanidad trabaja más para trabajar más ra bien, fueran cuales fueran los problemas de las econo-
aún. Ni siquiera la constatación de un inevitable suici- mías socialistas «reales», lo que seguro no se planteaba
era la necesidad de seguir produciendo más, en peores
condiciones laborales, a causa de que se hubiera pro-
8 Esta idea ha sido ampliamente desarrollada en las obras de
Santiago Alba Rico Las reglas del caos. Apuntes para una
ducido demasiado. Y sin embargo, este es el pan de
antropología del mercado, Barcelona, Anagrama, 1998 y La cada día bajo las condiciones capitalistas de produc-
ciudad intangible. Ensayo sobre el fin del neolítico, País Vasco, ción: trabajar siempre más es el imperativo de toda
Hiru, 2001. También en su reciente publicación Capitalismo y posibilidad de trabajar y, si hay paro, es porque no se
Nihilismo, Madrid, Akal Ediciones, 2008. ha trabajado bastante (lo que parece patentemente

57
absurdo, pero al mismo tiempo bien evidente para cual- bre la sociedad. Esto es una obviedad, al menos dicho
quier empresario que ve su empresa al borde de la quie- en abstracto. Sin embargo, la cosa dista mucho de re-
bra). Las empresas tienen que producir siempre más, sultar obvia desde el momento en que se intentan po-
por mucho que hayan producido ya (y esto incluso en ner ejemplos.
plena crisis de sobreproducción), si no quieren sucum- El presupuesto más elemental de los países que ac-
bir a las crisis económicas y dejar de producir comple- tualmente se llaman a sí mismos «Estados de Dere-
tamente. Los asalariados, mientras tanto, tienen que tra- cho» o «democracias constitucionales» es que las cues-
bajar siempre más, si no quieren dejar de trabajar por tiones importantes que afectan a la vida social se
completo y engrosar las filas del paro. Este engranaje no deciden políticamente, a partir de la argumentación y
puede pararse nunca. Las manzanas, la mantequilla o contrargumentación parlamentaria. Esas decisiones se
los cereales pueden llegar a ser suficientes y los misiles plasman en «leyes». «Estado de Derecho» no significa
para destruir el mundo pueden llegar a sobrar. Pero bajo otra cosa que el hecho de que la sociedad obedece a lo
condiciones capitalistas de producción ni las manzanas que las leyes dicen, en unas condiciones, claro está, en
son manzanas, ni los misiles son misiles si no son antes, la que las leyes remiten al ordenamiento constitucional
de forma mucho más esencial, una ocasión para el be- y el ordenamiento constitucional remite a su vez a la
neficio empresarial, es decir, eso que los marxistas lla- Declaración Universal de los Derechos Humanos.
mamos plusvalor. Puede haber manzanas o misiles de La realidad, por supuesto, dista mucho de ser así.
sobra, pero el plusvalor será siempre escaso. Si mañana Esa idea presupone, ante todo, que las cuestiones im-
quiere poderse producir algo, manzanas o misiles o lo portantes se deciden políticamente. Pero la pura ver-
que sea, es preciso que hoy se haya producido más plus- dad es que la instancia política jamás ha tenido menos
valor que ayer. Ello también trae sus problemas: si se relevancia que en la actualidad. Las opciones políticas
produce más plusvalor del que puede absorber el mer- por las que puede optar la ciudadanía en Europa o en
cado, la riqueza no puede ser transformada en dinero y, los Estados Unidos no se diferencian demasiado (de-
entonces, no es posible seguir poniendo en marcha el mócratas o republicanos, o, por ejemplo, en España,
proceso. Pero el absurdo llega hasta el extremo de que PSOE o PP), pero los respectivos Ministros de Eco-
el único remedio a la sobreproducción de plusvalor es nomía son, sencillamente, indistinguibles. Lo que se
producir todavía más, con la esperanza siempre de hun- decide en la arena de la economía pesa infinitamente
dir a las empresas de la competencia y lograr imponerse más que todos los debates políticos en el Parlamento.
en el mercado. De ahí que, en una crisis económica, No vivimos en sistemas parlamentarios, sino en dicta-
políticamente no se pueda hacer nada, ni, de hecho, «con- duras económicas con fachada parlamentaria.
venga» hacer nada –y, en efecto, así lo proclaman los Piénsese, por ejemplo, en lo que significa que el pro-
economistas hayekianos–, pues no se puede hacer nada grama de la Asociación por la Tasación de las Transac-
en una situación en la que todo remedio coincide entera- ciones y por la Ayuda a los Ciudadanos (Attac) haya
mente con la enfermedad. sido considerado utópico e izquierdista por todas las
Aunque, por supuesto, hay una cosa que sí se pue- autoridades políticas europeas. ¿Era una utopía la idea
de hacer: cambiar de juego. Pero para eso hace falta de cargar con un 0.01% de política las transacciones
cambiar de tablero (o como decía la letra de la Interna- financieras no productivas? ¿La instancia política no
cional, «cambiar de base»). tiene ni siquiera el poder de aportar una centésima de
decisiones en la arena de la economía? Ahora nos en-
3. Cuba y la herencia de Lafargue contramos con lo que ya sabíamos, que íbamos cami-
no del abismo. Sin embargo, ni aun así puede la instan-
Para instituir un «derecho a la pereza» hace falta que el cia política hacer otra cosa que rendirse a la autoridad
Derecho mismo tenga alguna eficacia institucional so- surrealista de las fuerzas económicas. El mismo día en

58
que se destinaban setecientos mil millones de dólares un mundo político en el que izquierda y derecha se llenan
para salvar a la Banca, la FAO había solicitado treinta la boca con los objetivos del «desarrollo sostenible».
mil millones para salvar del hambre a mil millones de
personas. Salvar a los bancos resultó realista. Salvar a
las personas, utópico, aunque fuese mucho más barato.
El sistema capitalista ha hecho realidad los chistes
más surrealistas y, en cambio, ha convertido en utópi-
co al mismísimo sentido común. Júzguese por sus
resultados: según un cálculo elemental, para que una
de las dos mil quinientos millones de personas que
subsisten al día con dos dólares diarios llegara a ama-
sar, con el sudor de su frente, una fortuna como la de
Bill Gates, tendría que estar trabajando (ahorrando todo
lo que ganara) sesenta y ocho millones de años. Por
un anuncio de zapatillas deportivas Nike, Michael Jor-
dan cobró más dinero del que se había empleado en
todo el complejo industrial del sureste asiático que las
fabricaba. Esto es la realidad. Gravar con un impues- La cosa es bien sencilla. El eje vertical representa el
to mínimo el capital financiero es una utopía política. Índice de Desarrollo Humano (IDH), elaborado por
Pero, como decíamos antes, el surrealismo de la Naciones Unidas para medir las condiciones de vida de
cruda realidad ha llegado mucho más allá: la sobrevi- los ciudadanos tomando como indicadores la esperanza
vencia misma del planeta se ha convertido en utopía. de vida al nacer, el nivel educativo y el PIB per cápita.
El capitalismo no puede mantener la tasa de ganancia El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
sin crecimiento. Y cuanto más se agotan los recursos (PNUD) considera el IDH «alto» cuando es igual o su-
energéticos, el crecimiento resulta más y más caro, lo perior a 0.8, estableciendo que, en caso contrario, los
que afecta a su vez a la tasa de ganancia. Pero el capi- países no están «suficientemente desarrollados». En el
talismo solo puede huir hacia delante, acelerando aún eje horizontal se mide la cantidad de planetas Tierra que
más el ritmo de crecimiento, en un proceso que sería sería preciso utilizar en el caso de que se generalizara a
infinito si no fuera porque, desdichadamente, el mun- todo el mundo el nivel de consumo de un país dado.
do no lo es. Wackernagel y su equipo hicieron los cálculos para no-
Si los sistemas políticos del Primer Mundo fueran venta y tres países entre 1975 y 2003. Los resultados
lo que dicen ser, en todos los parlamentos se estaría son estremecedores y sorprendentes. Si, por ejemplo,
discutiendo ahora una gráfica elaborada por Mathis se llegara a generalizar el estilo de vida de Burundi, nos
Wackernagel, investigador del Global Footprint Net- sobraría aún más de la mitad del planeta. Pero Burundi
work (California).9 Pero no parece que el asunto haya está muy por debajo del nivel satisfactorio de desarrollo
llamado demasiado la atención. Y sin embargo, la grá- (0.3 de IDH). En cambio, Reino Unido, por ejemplo,
fica resulta demoledora para las más firmes certezas tiene un excelente IDH. El problema es que, para conse-
de la clase política occidental y, por supuesto, para los guirlo, necesita consumir tantos recursos que, si su estilo
criterios más evidentes de sus votantes. Sobre todo, en de vida se generalizase, nos harían falta tres planetas
Tierra. Los Estados Unidos tiene también buena nota en
9 Véase Mathis Wackernagel: «World Failing on Sustainable desarrollo humano; pero su «huella ecológica» es tal
Development», <http://www.newscientist.com/article/mg196 que harían falta más de cinco planetas para generalizar
26243.100-world-failing-on-sustainable-development.html>. su estilo de vida.

59
Repasando el resto de los noventa y tres países, se de Burundi (a quienes se trata como una plaga de la
comprende que hay motivos para que el trabajo de Wac- que hay que protegerse).
kernagel se titule El mundo suspende en desarrollo sos- Y a un nivel más general, la cosa es aún más intere-
tenible. Como no hay más que un planeta Tierra, es sante. Es muy significativo que el único país sosteni-
obvio que solo los países que se sitúen en el área colo- ble del mundo sea un país socialista. Suele ser un lugar
reada de la gráfica (por encima de un 0.8 en IDH, sin común entre los economistas que el socialismo resultó
sobrepasar el número 1 de planetas disponibles) tienen ruinoso e ineficaz desde un punto de vista económico.
un desarrollo sostenible. Solo los países comprendi- Sorprende que, en un mundo como este, la falta de
dos en esa área serían un modelo político a imitar, al competitividad pueda aún considerarse una acusación
menos para aquellos políticos que quieran conservar el de peso. En términos de desarrollo sostenible, la eco-
mundo a mediano plazo o que no estén dispuestos a nomía socialista cubana parece ser máximamente com-
defender su derecho (¿quizá racial, divino o históri- petitiva. En términos de desarrollo suicida, no cabe
co?) a vivir indefinidamente muy por encima del resto duda, el capitalismo lo es mucho más.
del mundo. Ahora bien, ocurre que el área en cuestión Frente a esta dinámica suicida, debemos exigir el de-
está prácticamente vacía. Hay un solo país en el mun- recho a pararnos. No podemos permitir que las autorida-
do que –por ahora al menos– tiene un desarrollo acep- des económicas mundiales sigan convenciendo a la hu-
table y sostenible a la vez: Cuba. manidad de que «crecer» por debajo del 2% o 3% es
La cosa, por supuesto, da mucho que pensar. Para catastrófico y proponiendo como solución a los países
empezar, porque es fácil advertir que la mayor parte de pobres que imiten a los ricos. En el FMI, el BM, la OMC
los balseros cubanos huyeron y huyen del país bus- y el G8 saben perfectamente que es materialmente impo-
cando ese otro nivel de consumo que no puede ser sible un crecimiento universal. El planeta no da para tan-
generalizado sin destruir el planeta, es decir, reivin- to. Cuando proponen ese modelo saben que, en realidad,
dicando su derecho a ser tan globalmente irrespon- están defendiendo algo muy distinto: que nos encerre-
sables, criminales y suicidas como lo somos los mos en fortalezas, protegidos por vallas cada vez más
consumidores estadunidenses o europeos. De acuer- altas, donde poder literalmente devorar el planeta sin que
do: tendríamos muy poca vergüenza, desde luego, si nadie nos moleste ni nos imite. Es nuestra solución final,
condenásemos la pretensión de los demás de imitar el un nuevo Auschwitz invertido en el que en lugar de ence-
modo como devoramos impunemente el planeta. Pero rrar a las víctimas, nos encerramos nosotros a salvo de
se reconocerá que la imagen mediática del asunto cam- lo que es, sin duda –así se lo oí decir en Cuba a Osvaldo
bia de forma radical: de lo que realmente huyen los Martínez–,10 el «arma de destrucción masiva más poten-
balseros cubanos es del consumo responsable en bus- te de la historia: el sistema económico internacional». c
ca del Paraíso del consumo suicida y, por intereses
estratégicos de acoso a Cuba, se les recibe como hé- 10 Véase Osvaldo Martínez: La compleja muerte del neolibera-
roes de la Libertad en vez de cerrarles las puertas como lismo, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales/Ruth Casa
se hace con quienes huyen de la miseria, por ejemplo, Editorial, 2007.

60
VÍCTOR FLORES OLEA

Presencia de Cuba revolucionaria


en la América Latina

R
esulta sorprendente observar el curso de la Revolución Cubana a
lo largo de sus cincuenta años de vida. Es como un torrente his-
tórico que se ha desparramado por muchos atajos pero mante-
niendo siempre una unidad fundamental: la diversidad en la unidad, po-
dría decirse y discutirse inagotablemente cada una de sus facetas, de
sus iniciativas y de sus modos de ser.
Inevitablemente en cualquier apreciación de la Revolución Cubana
salta en primer término la figura de Fidel Castro que, en muchos senti-
dos, ha encarnado en este medio siglo el serpenteo enriquecedor de la
Revolución, esa diversidad en la unidad a que nos hemos referido, y que
lo sitúan como uno de los líderes políticos más excepcionales del plane-
ta en el siglo XX y ya en el inicio de este siglo XXI.

Revista Casa de las Américas No. 254 enero-marzo/2009 pp. 61-68


Solo a manera de recordatorio, porque es obvio para quienes han
seguido esta enorme gesta revolucionaria, y no sin sentimientos de nos-
talgia, el carácter heroico del primer 26 de Julio, con sus hazañas por
mar y tierra –desde el asalto al cuartel Moncada, pasando por La histo-
ria me absolverá y por la aventura del Gramma, hasta la Sierra Maestra
y la llegada a La Habana de los barbudos revolucionarios–, la profunda
incomprensión del imperialismo, que es una de sus características defi-
nitorias y que dio lugar a hechos que probablemente no estaban en la
agenda política original de la Revolución Cubana.
A cada ataque que recibía del imperialismo la Revolución replicaba: la
«teoría del contragolpe», que si no recuerdo mal fue formulada por
Jean-Paul Sartre en sus reflexiones sobre la Cuba revolucionaria, des-
pués de visitarla, en un periódico de gran circulación en Francia. El
hecho es que la hostilidad permanente e implacable del imperialismo,
alimentada por los cubanos que salieron de la Isla, entre los cuales estaban
muchos de los cómplices de las dictaduras anteriores, representantes de

61
los intereses del imperialismo e integrantes de una bur- prácticas revolucionarias, con la tradición del 26 de Ju-
guesía cuya imagen era la de las cadenas al país del lio: el internacionalismo proletario, que sigue presente
Norte, y por supuesto los intereses de las mafias y otros en la Revolución como uno de sus rasgos más sobresa-
grupos delictivos que hacían enormes negocios y ex- lientes. Internacionalismo de la Revolución Cubana a lo
plotaban la mano de obra cubana, causaron una cre- largo de su historia que sigue absolutamente vigente aun-
ciente radicalización del movimiento revolucionario. que sus manifestaciones puedan ser hoy diferentes: el
El socialismo era su salida obligada en la circuns- internacionalismo de la Revolución, alimentado siempre
tancia y su necesidad objetiva para ser consecuente por su líder, que ha considerado ese internacionalismo
consigo misma y realizar sus propósitos. Ante la agre- como una de las mayores responsabilidades de la Revo-
sividad del imperialismo no había espacios intermedios: lución Cubana y de cualquier Revolución, uno de sus
formalizar el socialismo era la única salida y, con todas deberes más altos e irrenunciables.
sus dificultades, fue tomada por la Revolución Cuba- Tal internacionalismo se manifestó en su momento
na. Pero no solo de manera «autodefensiva» sino pre- participando en las guerras anticoloniales y de libera-
cisamente como la única manera posible de lograr la ción, como en Angola contra el imperialismo sudafri-
realización de sus principales objetivos, de sus sueños. cano y el apartheid, o enviando decenas de miles de
Mucho habría que recordar, desde la polémica que educadores y doctores a las regiones más desampara-
abrió la instalación de cohetes que podían alcanzar a los das de África o la América Latina. Tal internacionalis-
Estados Unidos (1962), hasta la retirada de los mismos mo sigue hoy vigente y diferentes países se benefician
que originó una crisis político-militar de alcance mun- del mismo: en la América Latina podríamos mencionar
dial y que unos cuantos años después le costó a Nikita desde luego a Venezuela, a Bolivia y hasta a Brasil.
Jruschov el liderazgo en la URSS. La actitud crítica del La Revolución Cubana, en sus inicios, fue realizada
gobierno cubano hacia el soviético, por una decisión no por un gran movimiento social y político de carácter
consultada del retiro de los cohetes, no impidió sin em- democrático y antimperialista, y solo en etapas poste-
bargo la histórica alianza de Cuba con ese país y el cam- riores (aunque inmediatamente) se sumaron a la mis-
po socialista que, si bien aseguraba en cierta forma su ma el tradicional Partido Comunista de Cuba y otras
estabilidad económica y su seguridad política y militar organizaciones partidarias que fueron asimiladas por
(y hasta su integridad física), modificó también en al- los líderes de la Revolución Cubana. A la postre, como
gún grado el carácter inicial profundamente «espontá- resultaba inevitable, el único Partido Comunista de Cuba
neo» y creativo del Movimiento 26 de Julio. es el surgido del proceso revolucionario, con plena
Alianza con el «socialismo realmente existente» para autoridad.
defender su integridad, pero no solo eso: formación de Durante los últimos cuarenta años del siglo XX la
cuadros profesionales y militares que, entre sus virtudes Revolución Cubana vivió bajo el asedio criminal del
y defectos, asumieron un impulso excepcional para la imperialismo, pero también dentro de un cuadro lati-
educación y la salud, que hicieron de Cuba un caso prác- noamericano mayoritariamente hostil, precisamente en
ticamente único en estas iniciativas no solo en la América el tiempo negro en que imperaron en nuestros países
Latina sino en el mundo. El reconocimiento expreso de dictaduras militares apenas con alguna excepción, como
diversos organismos de la ONU así lo prueban. fue el caso de México. Es verdad, la historia política
Pero las virtudes de la Revolución Cubana estuvieron de la América Latina no permite generalizaciones, pero es
lejos de limitarse a la tarea civilizatoria entre su pobla- claro también que el antagonismo con la Cuba revolucio-
ción, básicamente en los campos educativo y de salud: naria, de parte de regímenes de distinto corte, fue siem-
se estimuló además excepcionalmente la feliz combina- pre estimulado y exigido por el imperialismo yanqui.
ción de esa revolución social con ciertos principios éti- Lo que ocurre, y este es seguramente uno de los
cos que han sido siempre aspecto central de las mejores vuelcos más extraordinarios de la historia latinoameri-

62
cana y mundial, al revés de las décadas pasadas, es males trágicos que vive la sociedad de nuestros días,
que los países continentales se han sacudido práctica- ha sido la lucha contra el neoliberalismo. Contra el sis-
mente todos las tiranías (construidas y apoyadas por tema capitalista en su forma actual de globalización y
los Estados Unidos, como una de las formas de librar de fundamentalismo del mercado en todos los órdenes,
la Guerra Fría pero también de asegurar sus bienes y el principalmente en el sector financiero, que ha sido la
trabajo semiesclavo que les rendía una plusvalía y una punta de lanza para la explotación del trabajo humano
tasa de explotación excepcionales. Y, naturalmente, y el enriquecimiento concentrado y desproporcionado
como una forma de mantener asegurado el dominio de de unos cuantos grupos sociales y naciones, a costa de
las oligarquías locales). la miseria de las grandes mayorías mundiales.
Esto no impidió en la América Latina que a lo largo de En estas luchas, naturalmente, es preciso distinguir
la segunda mitad del siglo XX los pueblos latinoamerica- el grado de conciencia política de los distintos secto-
nos lucharan con variado éxito a favor de la democracia res que participan en la lucha anticapitalista y por obje-
(o de la soberanía nacional). El triunfo de Salvador Allende tivos específicos en estos tiempos de la globalización
en Chile, de Omar Torrijos en Panamá, de Juan Velasco neoliberal. ¿Se trata simplemente de movilizaciones cir-
Alvarado en Perú, de la Revolución Sandinista en Nica- cunstanciales y concretas o de movilizaciones que real-
ragua, son apenas algunos ejemplos del complicado y mente tienen un contenido político transformador, y
heroico enfrentamiento de nuestros pueblos con el im- hasta revolucionario? Nuevamente no es posible gene-
perialismo y las oligarquías locales. Pero estaba por ve- ralizar, pero sí podemos decir que las batallas en con-
nir el aspecto más importante de este proceso. tra de las manifestaciones más intolerables del neoca-
Como sabemos, en los últimos quince años se de- pitalismo –del «capitalismo salvaje» actual– tienen un
sarrollaron en el mundo un conjunto de movimientos contenido objetivamente anticapitalista, más allá de la
sociales y políticos a favor de diversos objetivos, acom- conciencia exacta que cada individuo pueda tener so-
pañados casi siempre por fuertes movilizaciones de la bre el particular. El hecho indudable es que los nuevos
sociedad civil, que tradicionalmente fueron tratados movimientos sociales se han ampliado y multiplicado
«despectivamente» y despreciados, para decirlo de una en el mundo entero asumiendo cada vez de manera
manera suave, por el neoliberalismo y por los intereses más específica un contenido anticapitalista. Para la
económicos concentrados del imperialismo: desprecio mayoría de los ciudadanos en el mundo, el origen real
a los derechos humanos, abandono y destrucción del de las miserias que vivimos reside en el sistema que
medio ambiente, explotación del trabajo humano y rup- nos gobierna y que nos ha sido impuesto.
tura de las normas de protección a las clases asalaria- (Sin duda, surge aquí la cuestión de la crisis econó-
das, humillación al género femenino tanto en su mica y financiera del capitalismo, que ha estallado vio-
condición como en sus derechos de igualdad con el lentamente y que se revela ya como una de las más
hombre, abandono político y social de principios de- profundas en la historia del sistema, si no es la más gra-
mocráticos como el de igualdad y equilibrio, desprecio ve, inclusive, que la de 1929, ya que acumula las con-
a los homosexuales y otras discriminaciones y, por tradicciones más flagrantes y explosivas del propio
supuesto, sobre todo en la América Latina, ofensa y sistema. Muchos se preguntan si se trata de una crisis
discriminación racial hacia los pueblos indígenas. Otros final del sistema capitalista. La historia lo dirá, pero no
temas pudieran alargar la lista de los objetivos de lucha debemos olvidar que para el marxismo clásico una de
de los nuevos movimientos sociales. las condiciones ineludibles de la revolución –socialista–
Seguramente el principal tema de crítica y de lucha reside en la conciencia de las clases asalariadas en tal
de estos movimientos sociales, en los que por supues- sentido. Y esto no se ve con claridad, puesto que las
to han participado sectores importantes de la clase clases dirigentes operan ya, incluso movilizando sus
obrera, y que es considerado la raíz y causa de los recursos mediáticos, y tal vez haciendo algunas

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concesiones sobre todo en materia de intervención del inicios del XXI, en todas partes del mundo pero con par-
Estado en el mercado y en sus regulaciones, que ten- ticular presencia en los países latinoamericanos, es el de
drían como motivo último el de «salvaguardar» el sis- plantear y luchar por una revolución «democrática y
tema del capitalismo en su beneficio). participativa», que ha sido uno de los aspectos más frau-
Sin embargo, vale la pena señalar, sin entrar en de- dulentos y engañosos –para no hablar de verdadera trai-
masiados detalles, que en la América Latina tales movi- ción– de la democracia liberal del capitalismo.
mientos sociales, cuando se han unido bajo ciertas cir- Todos sabemos que los principios democráticos de
cunstancias políticas, han sido la causa eficiente de las los orígenes del capitalismo liberal en el siglo XVIII, en
profundas transformaciones, incluso revolucionarias, el tiempo de la Ilustración, han sido negados en el de-
que han tenido en los últimos años un significativo sarrollo del capitalismo hasta convertir a la democra-
número de nuestros países. cia en una verdadera mascarada que oculta los intereses
En todo caso, permítanme señalar desde ahora que económicos que son los que verdaderamente mandan
de todos modos varios de estos movimientos sociales, y «ordenan» en estos sistemas. Los sistemas políticos
democráticos y populares, encierran un paralelismo, en han sido convertidos en verdaderos «consejos de ad-
otro tiempo y circunstancia, con el Movimiento 26 de ministración» de los intereses y de la economía de los
Julio, que fue social y político en su momento y que se más ricos y sus corporaciones, falsificando y negando
radicalizó con una rapidez extraordinaria hasta conver- rotundamente los principios de la democracia, la igual-
tirse específicamente en un movimiento revolucionario dad y las libertades proclamadas por los grandes trans-
y socialista. Sin embargo, a pesar de las diferencias, formadores de la época de la Ilustración.
estos también, en general, han procedido en su obra Debemos recordar que los actuales movimientos
revolucionaria y transformadora sin «la guía» de un par- sociales latinoamericanos –una de cuyas expresiones
tido comunista que, por cierto, en las dos últimas déca- de carácter universal ha sido el Foro Social Mundial,
das ha perdido en lo general presencia y prestigio. cuya primera versión tuvo lugar a finales de enero de
Los movimientos sociales, probablemente como el 2001, en Porto Alegre, Brasil– han reunido a líderes
26 de Julio en su momento, no han sido en su mayoría políticos y sociales, a dirigentes sindicales, a directi-
específicamente anticapitalistas, pero las condiciones vos de organizaciones no gubernamentales de todo el
efectivas de la sociedad y de la economía tienden tam- mundo, y a representantes de redes ciudadanas del más
bién a radicalizarlos, los obligan a ver en el sistema variado tipo: ecologistas, feministas, luchadores en fa-
vigente la verdadera raíz de la descomposición so- vor de los derechos humanos y de las etnias, sin faltar
cial que vivimos y de la ausencia de horizontes alenta- economistas, filósofos y juristas que han decidido tra-
dores que sufre la mayoría de las clases sociales en el bajar teórica y prácticamente en oposición a un «tipo
mundo. Sobre todo porque, como ocurrió con la Re- de mundo» y a una «forma de vida» que los ideólogos del
volución Cubana, el imperialismo es y ha sido su ene- statu quo presentan como inmutables. Sosteniendo, en
migo principal y, como hace cincuenta años, terminan síntesis, como lo han dicho repetidamente los militan-
por ver que los intereses del capitalismo entrelazados tes del Foro Social Mundial, que «Otro mundo es posi-
internacionalmente son el real enemigo de la democra- ble», lo cual entraña esencialmente el repudio y recha-
cia y del bienestar de los pueblos, el verdadero enemi- zo enérgico del sistema de vida actual.
go del pueblo. Tales hechos abrumadores tienden na- Debe agregarse que las inteligencias que piensan hoy
turalmente a radicalizar a los movimientos sociales y en las posibilidades de «otro mundo», es decir, de un
los induce a batallar con más decisión por sus princi- desarrollo pleno del ser humano en libertad y en la crea-
pios. ción de una sociedad en que sea posible el bienestar de
Tal vez un elemento común característico de estos todos, han coincidido en este Foro Social Mundial, que
nuevos movimientos sociales de finales del siglo XX e se ha celebrado año tras año en diversos países, preci-

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samente para pensar en las varias opciones que pueda siglo XXI, respecto a las «órdenes» y presiones del im-
tener la sociedad actual y en los caminos de su realiza- perio, es uno de los hechos políticos más importantes
ción. Según afirmó el periódico Le Monde Diplomati- en el mundo. Hecho fundamental porque la América
que (diciembre de 2001), los «asistentes [...] son aque- Latina ha tomado la iniciativa de «sacudirse» algunas
llos sectores significativos que se oponen a la actual de las exigencias impuestas por el imperio a través del
barbarie económica y rechazan al neoliberalismo como FMI y del BM, fundando el Mercosur y el Banco del
“horizonte insuperable”, procurando, con un impulso Sur, entre varias otras iniciativas, y emprendiendo un
que debe calificarse de innovador, sentar las bases de sistemático esfuerzo para lograr sus propios mecanis-
un verdadero contrapoder». mos de decisión económica y política.
Pero aparte de este movimiento social de alcance El proyecto hegemónico del imperialismo en la Amé-
planetario, originado por las condiciones trágicas de vida rica Latina consiste, dicho sintéticamente, en la inte-
que se le han impuesto a miles de millones de seres gración de los mercados en beneficio de las grandes
humanos, por causa del neoliberalismo y de la domina- corporaciones y del capital financiero, sacrificando la
ción de los más ricos y de sus corporaciones transna- dignidad de las personas. Frente a esta integración im-
cionales, que ha sido determinante en las luchas por la puesta desde arriba la mayoría de los países latinoame-
transformación latinoamericana, nuestros pueblos han ricanos sostienen un proyecto de integración abierta a
contado con un ejemplo previo y contundente que nos la participación democrática ciudadana, con respeto y
ha marcado indeleblemente, y que de manera más im- afirmación de las identidades étnicas y culturales, a los
plícita o explícita está presente en las más recientes derechos de los pueblos indígenas y al respeto de sus
luchas por las transformaciones latinoamericanas y tradiciones y «usos y costumbres», a sus formas de or-
mundiales, por su valentía y por el carácter indómito de ganización precisamente como sujetos colectivos de
su resistencia al imperialismo: la Revolución Cubana. derechos, que sitúan a la solidaridad y a la cooperación
En efecto, sería prácticamente imposible pensar en por encima de los intereses económicos y de las razo-
las transformaciones revolucionarias y democráticas de nes de Estado, y que postulan economías para la sobe-
hoy en la América Latina sin la presencia iluminadora y ranía nacional y el bienestar general.
determinante de la Revolución Cubana. E incluso, me Sin duda, uno de los pasos más importantes de los
atrevería a decirlo, su presencia en las luchas anticapita- países latinoamericanos a favor de su autonomía e in-
listas y antiliberales que se dan en todo el mundo. dependencia respecto al imperio ha sido la creación de
Pero no –para que no haya equívoco alguno–, no se Unasur (Comunidad de Naciones Sudamericanas),
trata de la presencia «subversiva» de Cuba en la Amé- cuyo tratado constitutivo se firmó en Brasilia el 28 de
rica Latina que ha denunciado torpe y mentirosamente mayo de 2008, y uno de cuyos objetivos principales es
el imperialismo desde hace cincuenta años, sino de la el de formar un día un Mercado Común Sudamericano
influencia y presencia de su espíritu revolucionario y y, en definitiva, un área de seguridad y defensa militar
de su voluntad de resistencia en gran parte de nuestro del subcontinente.
Continente. Se trata más bien del carácter absoluta- Por supuesto, estos proyectos de cambio profundo
mente depredador del capitalismo imperialista que ha latinoamericano se encuentran con la cerrada hostili-
maltratado y explotado a nuestros pueblos de manera dad del Imperio, que considera inaceptables nuestras
inmisericorde durante un siglo y más. Las luchas ac- pretensiones de pleno ejercicio soberano e independen-
tuales son una protesta, un rechazo y una rebelión en cia. Tales derechos resultan inconcebibles para los je-
contra de la situación vigente, y en esta ruta Cuba ha fes del Imperio, que ya hostilizan severamente a los
sido pionera y heroica. países latinoamericanos más decididos.
Decíamos que la actual «disidencia» de un buen La presión sobre la Venezuela de Hugo Chávez (re-
número de países latinoamericanos, en lo que va del cordemos que hubo de pasar ya hasta por la intentona

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de un golpe de Estado que fue derrotado) crece todos e incluso, concretamente, con el desarrollo de Brasil
los días, y nada indica que cesará fácilmente; y el pue- como potencia económica y petrolera?
blo venezolano, con el apoyo de los demás países nues- Parecería, en principio, que esa reactivación de la
tros y desde luego de Cuba revolucionaria, deberá Cuarta Flota tiene que ver con las nuevas tendencias
sortear las amenazas y peligros para consolidar su políticas emancipadoras latinoamericanas y, desde lue-
proyecto. go, con las reservas petrolíferas descubiertas recien-
El caso de las presiones que recibe Bolivia es tam- temente a lo largo de los litorales de Brasil. Como
bién escandaloso, por el propósito de desintegrar in- consecuencia, hay ya la iniciativa de Brasil y de Vene-
ternamente a ese país, con la cooperación activa de los zuela de buscar un entendimiento militar que pretende-
oligarcas locales que procuran efectuar acciones se- ría crear algo así como un sistema común de defensa
paratistas que romperían la unidad boliviana. Es ver- sudamericana. ¿Hay peligro de una intervención militar
dad que la amenaza de la desintegración ha estado siem- por el interés de los Estados Unidos en la Amazonía, el
pre presente en Bolivia, también por tradicionales Acuífero Guaraní y las reservas petroleras de Brasil y
razones económicas y culturales, pero ahora se ha agu- de Venezuela? Nada es descartable en los programas
dizado por la acción de los departamentos más ricos estratégicos del Pentágono, por más alejados que pa-
en contra del presidente Evo Morales. Resulta casi in- rezcan de los problemas económicos actuales de los
necesario subrayar que la desintegración o balcaniza- Estados Unidos y del contexto general político y so-
ción boliviana traería consigo las más serias conse- cial. Está en la naturaleza del imperialismo y de las gran-
cuencias en todo el continente sudamericano, creando des potencias: proyectar al futuro su vocación de
no solamente un área de peligrosa inestabilidad sino dominio y control.
probablemente de continuas intervenciones armadas y Mencionamos el posible paralelismo de la Revolu-
enfrentamientos militares. Fidel Castro hizo público su ción Cubana con algunos de los movimientos sociales
firme apoyo a Bolivia y su oposición a un desmembra- que configuran un nuevo rostro latinoamericano. Veá-
miento que tendría consecuencias fatales para todo el moslo con más detalle. El propio Fidel Castro ha ex-
continente sudamericano. puesto en diversas ocasiones las características so-
El 15 de septiembre último, como se recordará, los bresalientes de la Revolución (las siguientes ideas se
jefes de Estado que integran Unasur se reunieron en toman sobre todo de discursos de Fidel en las prime-
Santiago de Chile para realizar una declaración de emer- ras etapas de la gesta revolucionaria cubana en 1959).
gencia observando su «completo y resuelto apoyo al Una de ellas es la de la continuidad histórica de las
Gobierno Constitucional del presidente Evo Morales, luchas revolucionarias en Cuba, primero en contra del
cuyo mandato ha sido respaldado por una amplia mayo- colonialismo español, después contra la «humillante
ría en el reciente referéndum». Fue cerrada la oposición condición» a que la sometieron los Estados Unidos,
latinoamericana a los intentos desestabilizadores en Bo- encadenados estos hechos a las lucha de los obreros,
livia con resultados que no dejan de ser promisorios. campesinos, estudiantes e intelectuales «durante más
¿Pero hay el peligro de una intervención militar en el de medio siglo de gobiernos neocoloniales, corruptos
Continente? Sin duda alguna, a menos que el nuevo y explotadores». Y todavía: «[...] en Cuba solo ha ha-
gobierno de Barack Obama envíe señales inequívocas bido una Revolución: la que comenzó Carlos Manuel
en sentido contrario. Por lo pronto, debe tenerse pre- de Céspedes el 10 de octubre de 1868 y que nuestro
sente que el Pentágono ha anunciado la reactivación de pueblo lleva adelante en estos instantes».
la Cuarta Flota, que operaba hasta 1950 en la América Otra de las características de la Revolución Cubana
del Sur y que luego de la Segunda Guerra Mundial fue fue expresada por Fidel Castro el 21 de enero de 1959,
disuelta. ¿Existe alguna relación entre esta medida y las ante un millón de cubanos, en el acto denominado
transformaciones políticas latinoamericanas de izquierda Operación Verdad:

66
Nosotros los cubanos, podemos sentirnos orgullo- ha llegado al poder no para que mande un grupo de
sos de una Revolución que surge al mundo sin an- hombres, sino para que mande el pueblo. En Cuba
sias de dominio, sin propósito de explotación, ni de el pueblo es el que está gobernando.
dominación de otro pueblo, sino que nace al mundo
como ejemplo, con una aspiración de justicia, de Otra de las más hermosas características de la Re-
justicia amplia, de justicia honda, dentro del más volución Cubana se recoge en las siguientes palabras
extraordinario sistema de respeto a las libertades de Fidel:
humanas que ha conocido el mundo. La Revolución
Cubana se puede sintetizar como una aspiración de Todo lo que la Revolución haga tiene que ser reali-
justicia social dentro de la más plena libertad y el dad primero en la conciencia del pueblo; y este es
más absoluto respeto a los derechos humanos. nuestro principio, que todo lo que la revolución rea-
lice tiene que ser realidad primero en la conciencia
Una característica más quedó reflejada en sus pala- del pueblo, y eso es lo verdaderamente democráti-
bras pronunciadas el 8 de mayo de 1959, el día que co, ya que esta es una Revolución de mayorías. Y,
regresó de su viaje por los Estados Unidos y de partici- por eso, es una Revolución democrática. Nosotros
par en la Conferencia de los 21 en la Argentina: llamamos democracia a lo que es en esencia la de-
mocracia: una Revolución de mayorías, y una Re-
Cuatro cosas tiene nuestra Revolución que precisa- volución donde todo lo que hace no lo impone, sino
mente constituyen los motivos de admiración por que lo hace realidad primero en la conciencia de los
los cubanos: esta es, en primer lugar, una revolu- ciudadanos, y cuando es realidad en la conciencia
ción que tiene pueblo; es una revolución donde el de los ciudadanos, se vuelve ley, se vuelve medida
gobierno de la República puede decir que tiene ejér- revolucionaria, y el pueblo, mayoritariamente, la res-
cito; es una revolución que tiene doctrina y es una palda.
revolución que hace leyes verdaderamente revolu-
cionarias. El espíritu y significado profundo de la Revolución
Cubana, desde sus orígenes hasta nuestros días, está
La Revolución Cubana ha tenido otras valiosas ca- presente en los variados esfuerzos latinoamericanos por
racterísticas. Fidel Castro decía, un mes después del alcanzar hoy su emancipación y el pleno ejercicio de
triunfo: su soberanía, propósitos a los que invariablemente se
ha opuesto el imperialismo. Y, además, en sus esfuer-
Esta Revolución ha significado, en primer lugar, no zos por orientar sus recursos y riquezas a satisfacer
solo que el pueblo es libre, no solo que se acabó el las necesidades populares, en algunos casos directa-
crimen, no solo que se acaben los atropellos, las mente a favor de los pueblos indios, que en general
torturas, los golpes, las humillaciones que constan- son los más necesitados, la capa social de los termi-
temente estaba sufriendo cualquier ciudadano: sig- nantemente excluidos. El ejemplo de Cuba está inva-
nifica que el pueblo ha llegado al poder. riablemente presente en estas batallas.
Pero lo que resulta además extraordinario es la am-
Lo cual significa que plia comprensión actual de la Revolución Cubana res-
pecto a los esfuerzos emancipadores y transformado-
[l]a Revolución democrática que ha llegado al poder res de los pueblos latinoamericanos. No hay identidad
es la Revolución cuya característica tiene que ser porque salvo el caso de Venezuela y tal vez de Ecua-
necesariamente la interpretación de los deseos, de dor, no necesariamente la transformación latinoameri-
los anhelos de la mayoría del pueblo. La Revolución cana de nuestros días se dirige al socialismo, por mu-

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chas razones que sería imposible abordar aquí. Pero el vo motivo de admiración y confirma otra vez el porte
hecho indiscutible y admirable es que la Revolución histórico universal de la Revolución Cubana. Hoy, des-
Cubana otra vez muestra su capacidad de solidaridad de fuera de Cuba, pero también gracias a Cuba, los
indiscutible con estos esfuerzos, que no se orientan latinoamericanos se sienten cada vez más cercanos y
precisamente al socialismo. Unidad cultural pero sobre verdaderos hermanos solidarios de las luchas que no
todo unidad en las principales batallas. son únicamente de un pueblo sino de un continente
Esa comprensión y profundo entendimiento, que entero. Por su libertad, por la igualdad, por el pleno
encabeza sin duda el líder de la Revolución, es un nue- ejercicio de las soberanías nacionales. c

GABRIEL MARCOS (Venezuela, 1938): Estructua combinatoria, 1975. Relieve en formica y metal, 61 x 45 x 8 cm

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PABLO GONZÁLEZ CASANOVA

Cuba: la Revolución de la esperanza


(palabras para un aniversario)

«H ablar de Fidel Castro es hablar de Cuba» –le dijo a Fernando


Martínez Heredia un amigo cuyo nombre no recuerdo–. Y
en el homenaje que hoy se realiza para celebrar los ochenta
años de Fidel y los cincuenta de que zarpó el Granma de Veracruz, yo
quiero hablar de Cuba y de los logros ciertos del pueblo y del gobierno
cubanos. Me atrevo a hacerlo porque he estado solidarizándome con esa
Revolución por casi medio siglo, sin que mis sentimientos o presenti-
mientos fueran disconfirmados por los hechos. Al contrario, durante la
gran crisis ideológica que vivimos a fines del siglo XX, Cuba siguió sien-
do un punto de referencia para aclarar problemas y precisar conceptos.
Además, me atrevo a hablar de Cuba porque estoy convencido de que
su Revolución inició una nueva jornada en la historia universal de las

Revista Casa de las Américas No. 254 enero-marzo/2009 pp. 69-77


revoluciones, sin que los cubanos hablen suficientemente de la grande-
za alcanzada, tal vez por ser ellos mismos hechura de esa modestia muy
latinoamericana que nos impide ver como historia universal lo que se
está forjando en los hornos de estas tierras y estos pueblos.
La revolución que se inició en Cuba el 26 de julio de 1953 nació en un
mundo considerablemente distinto al de la Europa fabril de 1848 y al de
la Rusia zarista de 1917. La Revolución Cubana solo es comprensible
con el rico legado que expresó Martí. En las ideas creadoras de Martí,
en su ética rebelde, en su política de alianzas y enfrentamientos, Martí
expresó las más antiguas y nuevas luchas por la independencia con los
pueblos, por la libertad con los ciudadanos, por la justicia con los pobres
y con los trabajadores. La recreación de su pensamiento y de su con-
ducta se enriqueció en la práctica, y se redefinió, con las teorías revolu-
cionarias del Movimiento 26 de Julio y del propio Partido Comunista
cubano, que contaba entre sus antecesores a marxistas martianos como
Julio Antonio Mella.

69
Varias son las aportaciones de Cuba que ayudan hoy llegado tan lejos en la construcción de la libertad, de la
a precisar lo concreto universal de las luchas contra el igualdad y de la fraternidad como el pueblo de Cuba.
capitalismo y sus mediaciones. Lejos de prestarse a Disconfirmar esta tesis es un reto imposible de lograr
cualquier intento de «calco y copia», como diría Ma- si se obra con conocimiento y honestidad.
riátegui, contribuyen a plantear, en cada circunstancia, 2. En sus etapas precursoras, la Revolución Cuba-
qué es ineludible o necesario hacer para alcanzar los na comenzó por una lucha en que los contingentes elec-
objetivos de la liberación, la democracia y el socialis- torales y los líderes populares enfrentaron en la prácti-
mo. Dentro de esa perspectiva, y la de una lucha anti- ca las represiones, fraudes y vejaciones a que los
sistémica, disminuyen las incertidumbres en las sometieron los desgobiernos del Imperio, sus asocia-
decisiones que se toman en un lugar y tiempo concre- dos y subordinados. El dictador Batista y sus mafias,
tos; dejando que cada quien las replantee en su mo- con el apoyo de Wáshington, obligaron a los movi-
mento y lugar de acuerdo con sus vivencias y sus mientos pacíficos a someterse y conformarse con su
experiencias. Es por eso que los revolucionarios cuba- triste suerte, o a rebelarse y jugarse hasta la vida. Líde-
nos han insistido, una y otra vez, en que su Revolución res y masas adquirieron la conciencia de la rebelión
no debe tomarse como ejemplo. Su contribución para necesaria, ya no solo teorizada por unos cuantos, sino
pensar y actuar resulta muy atendible siempre que cada forjada en el dolor de multitudes enteras, a quienes las
pueblo y sus vanguardias reformulen, en su momento arbitrariedades y represiones, los engaños y promesas
histórico y en sus condiciones actuales, qué hacer y incumplidas prepararon para corear el grito de «Liber-
cómo hacer lo que sea necesario para alcanzar la de- tad o muerte. Venceremos», un grito que al no ser un
mocracia, la liberación y el socialismo. mero decir se escuchó y se sigue escuchando en toda
Los constructores de la Revolución Cubana no des- Cuba en la forma que adoptó desde 1960: «Patria o
cansan nada más en las tendencias y contradicciones muerte. Venceremos».
de la historia, aunque les den también gran importancia. Los nuevos rebeldes, que surgieron de las masas, y
Cuidan especialmente los planteamientos de estrategias, con ellas, dieron también nuevos pasos para su organi-
rutas, tácticas, sistemas de información, de organiza- zación y para la toma del poder del Estado a fin de
ción, y capacidad de adaptación y reestructuración para anular los aparatos de represión y de mediación domi-
alcanzar objetivos intermedios y así avanzar hacia me- nantes, que no escuchaban su clamor, y que solo res-
tas que de otro modo sería imposible lograr. En la crea- pondían a sus protestas, marchas y acciones cívicas
ción y la construcción histórica, líderes y bases reco- con medidas cada vez más violentas y engañosas. Las
rren el mapa y el pronóstico de los problemas pequeños fuerzas dominantes y sus políticas represivas y empo-
y grandes para construir los mejores caminos de la brecedoras convencieron a las tiranizadas y explotadas
emancipación con base en la propia historia de las lu- que solo responderían a sus demandas con la violencia.
chas, en especial de las recientes y emergentes y en el Pero las fuerzas rebeldes aprendieron por su parte que
diálogo-debate-consenso en que líderes y bases toman no basta responder con la violencia. Al ocupar La Ha-
decisiones conjuntas, necesarias para el logro de los bana, tras poner en fuga al gobierno de Batista y su
valores e intereses por los que luchan. ejército, Fidel Castro aclaró que la lucha apenas empe-
En esta breve remembranza de la faena revolucio- zaba. En plena euforia del pueblo por su triunfo, invitó
naria en Cuba iniciada en 1953, quiero destacar algu- a una nueva reflexión del pueblo. Hizo ver que no basta
nos hechos y aciertos que me parecen dignos de una con luchar por la destrucción del poder opresor, sino
atención universal que a su vez sea crítica y creadora: que es indispensable construir el propio poder, redefi-
l. Si se estudia con cuidado la historia revoluciona- niendo en la práctica las formas de la Independencia, la
ria de la Isla durante estos cincuenta años se puede Democracia, la Libertad y la Justicia Social y Personal
sostener, con toda seguridad, que ningún pueblo ha para que contribuyan a la construcción emancipadora.

70
La Revolución Cubana ha confirmado que la alter- ca y su lógica negociadora pretenden ponerse a la ca-
nativa solo triunfa con el poder y la conciencia de todo beza de un movimiento que son incapaces de llevar a
el pueblo, o de crecientes contingentes del pueblo que sus últimas consecuencias. Recuérdese que al triunfo
no se conforman con los triunfos inmediatos ni con de la Revolución, un grupo de «personalidades progre-
las organizaciones que solo incluyen a una parte del sistas» pretendió suplantar a la dirección revoluciona-
pueblo. Se requiere ir más allá de la protesta, de la ria y esta no lo permitió... Se buscó que toda política
crítica o la denuncia, de la euforia de triunfos incom- de alianzas fortaleciera las soluciones junto con los po-
pletos, hacia la articulación creciente de bases y van- bres, con los subyugados y marginados, con los ex-
guardias con moral y conciencia de la lucha y capaci- cluidos y superexplotados.
dad constante para la resistencia. La política de alianzas y el reconocimiento de van-
En todo el proceso cubano aparece lo que es nece- guardias se acotó al incluir en ellas a la juventud rebel-
sario hacer y cómo hacerlo. Conocimiento, concien- de, a los estudiantes universitarios y normalistas, e in-
cia y voluntad organizadas se enriquecen con la teoría cluso a quienes provienen de la pequeña burguesía y
vivida, con las explicaciones y las armas que las pro- de la grande, siempre que el polo de atracción a que se
pias colectividades y organizaciones adquieren. Bases dirijan quede bajo el mando de los que ya han probado
y vanguardias, unidas en el diálogo, en el aprendizaje y su compromiso de realizar en la práctica una demo-
la acción coordinadas, enriquecen el pensar de las ideo- cracia, una liberación y una justicia social que creen
logías y las filosofías, de las teorías y sistemas de creen- las condiciones para la solución de los problemas de
cias, de su cultura toda. Se deshacen de lo que en la los pobres entre los pobres aumentando el poder y la
práctica revela no ser significativo o útil para alcanzar participación de estos en la toma de decisiones.
los objetivos emancipadores. Se trata de una contribu- La lucha contra el poder existente lejos de implicar
ción muy importante, porque se vuelve parte de la cul- un rechazo de todo poder, implica la necesidad de
tura de la revolución y base de discusiones que no son crear un nuevo poder del pueblo trabajador y ciudada-
talmudistas o de interpretación de textos y discursos no que le permita defenderse con eficacia de las agre-
sagrados, sino sobre cómo explicar lo que ocurre y siones internas y externas y del terrorismo de Estado
cómo lograr objetivos, metas, valores. que el enemigo despliega en todos los terrenos: sicoló-
3. La Revolución Cubana destaca en la revolución gico, ideológico, económico, social, cultural, militar,
de lo concreto como coherencia. Lo concreto es lo que para-militar, policial, gansteril y narcomafioso.
se propone como ideal o meta a alcanzar y lo que se 4. La Revolución Cubana toma muy en cuenta las
hace para de veras alcanzarlo. Nada de abstracciones desastrosas experiencias del totalitarismo estalinista para
sobre la libertad, la justicia social, la independencia lograr una organización fuerte y eficaz que base su
nacional. Nada de abstracciones en la lucha por la de- fuerza en la moral de lucha del pueblo, en la disciplina
mocracia sin aclarar que se lucha contra la falsa de- libremente consentida para y con el pueblo. En ese
mocracia neocolonial y oligárquica; que se lucha con- mismo sentido da prioridad a la educación universal
tra el poder del Estado que es un instrumento del del pueblo para tomar decisiones, para dialogar, oír,
imperialismo y sus asociados y subordinados locales, discutir, expresarse, alcanzar acuerdos y organizarse,
–o más específicamente– instrumento de las compa- a la vez en formas horizontales y piramidales, en redes
ñías y de las burguesías neocoloniales y rapaces. Nada y en colectivos de información, reflexión y acción.
de quedarse en los sistemas políticos que son parte de 5. La Revolución Cubana redefine y replantea el
ese Estado, con el que mediatizan sus estructuras de socialismo no solo como un sistema necesario, por
explotación, depauperación, subyugación de los traba- todas las experiencias anteriores y actuales, sino al que
jadores, de los campesinos, pueblos y sectores me- lleva muy pronto la profundización de una lucha en
dios. Nada tampoco con quienes desde la clase políti- que a cada ataque del imperialismo, de sus asociados y

71
subordinados locales, se contesta con nuevas y más tiva, la disciplina intelectual y la política, las conviccio-
sólidas medidas que fortalecen al pueblo-gobierno-Es- nes y las prácticas morales. Y a este respecto, la Revo-
tado, ese novedoso complejo de categorías integradas lución Cubana hace dos grandes aportaciones a la Re-
y no solo enlazadas o articuladas. El complejo organi- volución que estuvieron muy lejos de hacer otras
zado y consolidado del pueblo-gobierno-Estado expli- revoluciones socialistas anteriores. Una gran aporta-
ca la inmensa capacidad que muestra Cuba en estos ción se da en el campo de la moral y en las condiciones
cincuenta años para enfrentar al imperialismo norte- sociales para su práctica; otra se da en el campo de la
americano, el más agresivo entre todos los imperialis- educación general y de la educación llamada superior.
mos de la historia. Redefinir y replantear el socialismo 9. La importancia que el Movimiento Revoluciona-
empieza por la fusión de categorías que permite ir más rio 26 de Julio da a la moral, y la que tanto Fidel Castro
allá de la defensa del Estado de los pueblos, de los como Ernesto Che Guevara le dan como prioridad cen-
trabajadores y los ciudadanos, a la creación de otro tral, en el curso de toda su vida, nunca había alcanza-
Estado, de otra democracia, otra liberación, y otro so- do en los movimientos revolucionarios anteriores el
cialismo, con otro actor revolucionario que hace su- lugar que ocupa en el pensamiento revolucionario cu-
yas las tres luchas. bano y en las prácticas morales de sus dirigentes. La
6. En la Revolución Cubana se advierte también como aportación del gran movimiento no solo se expresa en
necesaria la capacidad de traducir y articular las ideolo- la coherencia de lo que piensan, dicen y hacen sus
gías marxistas, leninistas y martianas. Los rebeldes em- vanguardias y contingentes, sino en el hecho de que
plean el lenguaje y las categorías que vienen del pensa- con la moral fortalecen las acciones colectivas y la
miento crítico de Marx y las articulan con las que vienen lucha de trabajadores y pueblos para que no se enga-
de Martí y de otras concepciones del humanismo, in- ñen y no los engañen.
cluso las que poco tiempo después surgen de la teología La revolución de la palabra verdadera sobre los va-
de la liberación, sin que por ello pierdan la precisión de lores e ideales a alcanzar, cómo y con quiénes alcan-
los objetivos ni caigan en el eclecticismo superficial zarlos, rompe la tradición esquizofrénica de la retórica
que pretende escoger y unir lo bueno de las distintas engañosa y habitual. Se trata de una revolución cultu-
ideologías y creencias y desechar lo malo. Más que la ral que permite entender de otro modo, como relación
unión de textos buscan la necesaria unión nacional e exacta, las palabras y los actos, los discursos y las
internacional entre quienes teniendo distintas filosofías acciones, y eso ayuda considerablemente a emprender
y creencias coinciden en su conducta emancipadora. acciones coordinadas y consecuentes de muchos, du-
7. En Cuba se plantea la necesidad de compartir las rante mucho tiempo.
capacidades y responsabilidades de vanguardias y pue- El impacto de la moral rebelde, individual y colecti-
blos en forma creciente. Se construye con persisten- va, difícilmente puede ser percibido por un enemigo
cia una sociedad en que las vanguardias originales pre- que ha innovado el viejo arte de mentir con las múlti-
paran su propia desaparición no solo formando nuevas ples tecnociencias que diseña para el engaño que do-
vanguardias sino formando al pueblo para que todos cumentan y certifican los ideólogos y científicos a su
sus miembros tengan la capacidad de ser vanguardias. servicio, y que montan sus expertos en realidades vir-
Se busca así construir un pueblo de vanguardias con tuales de farsas, diversiones y guerras, ideológicas,
el conocimiento, la conciencia y la voluntad indispen- terroristas o de exterminio.
sables para que sus integrantes recreen, en creciente El planteamiento revolucionario de la ética es mu-
emancipación, las organizaciones horizontales y jerár- cho más que las palabras de consecuencia y que la
quicas más adecuadas. coherencia del decir y el hacer. Sigue la tradición mar-
8. Se busca así combinar, a niveles cada vez más tiana, y también recoge otra que prendió fuertemente
concretos, la democracia participativa y la representa- en algunos países de la América del Sur. La vanguardia

72
del 26 de Julio, –con Fidel y el Che a la cabeza– plan- ban que tenía un solo dólar estaba dispuesto a renun-
tean la necesidad de crear las condiciones sociales de ciar. La Revolución Cubana siempre tuvo conciencia
la moral, aquellas que fortalezcan la cultura cooperati- del peligro de la corrupción y de la doble necesidad de
va frente a la cultura mercantil, que liberen del mundo ser honrado y, también, parecer honrado. Esa batalla,
de las mercancías un creciente número de actividades, aparentemente idealista, alejó a Cuba del peligro que
empezando por la estructuración del poder del pueblo, dio al traste con el bloque soviético y con la construc-
de la política y del sistema electoral, así como de los ción del socialismo, la democracia y la liberación en
servicios sociales relacionados con la educación, la países donde el grueso de sus libertadores pasaron de
salud, la alimentación y la habitación. la corrupción del socialismo a la del capitalismo neoli-
La práctica revolucionaria de la moral implica exi- beral y mafioso.
gencias muy fuertes a las vanguardias –exigencias que 10. El conjunto del proceso y el proyecto de la Re-
se cumplen hasta hoy en Cuba, en particular por los volución Cubana lleva a la redefinición del socialismo
principales dirigentes del proceso, y que se van exten- no solo como un proyecto de expropiación de los medios
diendo y difundiendo entre numerosos contingentes de de dominación y acumulación, ni solo como un proyec-
las bases en los que se internalizan los valores coope- to de liberación y democracia, ni solo como un pro-
rativos y desmercantilizados–. Desde luego, en todo el yecto de participación de trabajadores y ciudadanos en
proceso existen fuertes contradicciones por la persis- las grandes decisiones políticas, ni solo como un pro-
tencia de la cultura mercantil, o de la paternalista y yecto de alfabetización y escolarización de todos los
clientelista, o de la individualista. Esos tropiezos se dan niños y de una inmensa cantidad de adultos. El proce-
entre una lucha de clases que adquiere características so y el proyecto cubanos plantean la necesidad de crear
muy agresivas, internas e internacionales. expertos del más alto nivel en medicina, pedagogía,
El imperialismo y la oligarquía utilizan todos sus ins- urbanismo, ingeniería, economía, finanzas, agricultu-
trumentos de enajenación, corrupción, cooptación, ra, veterinaria, comunicación, electrónica, información
asimilación y desestabilización para provocar o acen- y organización; defensa armada y solidaridad revolu-
tuar los enfrentamientos en el pueblo. La publicidad de cionaria; investigación científica y tecnológica. Los
la sociedad de consumo se presenta como una realidad jóvenes que estudian, se forman en su especialidad y
ya alcanzada por la población de los Estados Unidos y en el nuevo espíritu de desmercantilización de la pro-
otros países aliados y subordinados; el envío de divi- ducción y los servicios, que fortalezcan el trabajo y la
sas y bienes escasos por los parientes que se fueron a actividad cooperativas y solidarias. Son especialistas
los Estados Unidos se acompaña de una propaganda en su oficio y adquieren entre contradicciones una
tenaz a favor del capitalismo. Pero hasta ahora la in- nueva cultura socialista y democrática para aplicarlo.
mensa mayoría del pueblo tiene conciencia de lo que Son investigadores de punta en ciencias y humanida-
todo eso significa, y sigue apoyando con firmeza a un des, y la inmensa mayoría razona en función del «interés
gobierno del que se siente copartícipe. general», el «bien común» y los «derechos humanos»
Aun así el problema de la corrupción continúa cons- como objetivos de un humanismo revolucionario que
tituyendo una seria amenaza que Fidel Castro denunció piensa, habla y actúa en consecuencia.
en un discurso que dio en la Universidad de La Habana El proyecto de la construcción del socialismo en
en noviembre de 2005. Pocos meses después, ante un Cuba tiende a acabar, por fin, con un mito muy arrai-
ataque de la revista Forbes que quiso descalificar mo- gado y que subsistió en otras experiencias del socialis-
ralmente a Fidel colocándolo en uno de los primeros mo de Estado y del parlamentario. Sostiene que no hay
lugares de su habitual lista de multimillonarios, el pue- ninguna razón para que se piense que en la sociedad
blo no creyó nada del grotesco infundio, y Fidel Castro del futuro siempre habrá una minoría de sabios posee-
pudo responder categóricamente que si le comproba- dores de la cultura superior y una mayoría con una

73
escolarización media. A la campaña de alfabetización máquina de guerra impresionante, capacita a Cuba para
universal «para entender y cambiar el mundo» y a la enfrentar a quienes intenten invadir su territorio, y le
formación de expertos y profesionales con una cultura permite contar con numerosos aliados en los propios
general revolucionaria y humanista, añade el proyecto Estados Unidos y en el mundo, entre otras razones
de un país-universidad en que la cultura superior se dé porque ha dado amplias y claras muestras de que no es
a todo aquel que quiera alcanzarla. Se sostiene, con antinorteamericana sino antimperialista. En sus encuen-
toda razón, que la llamada cultura superior puede lle- tros internacionales, Cuba muestra la flexibilidad nece-
gar a ser de la inmensa mayoría de la población, tanto saria para reunirse con otros rebeldes y buscar con
por los recursos técnicos y humanos hoy disponibles ellos simpatías y diferencias para acciones concerta-
como por la necesidad de que los constructores del das. Al mismo tiempo combina los principios a que se
socialismo más avanzado estén integrados por masas adhiere con la cortesía y la tolerancia que le permiten
que posean la cultura de las decisiones del «saber y moverse fácilmente en los círculos diplomáticos, aca-
buen gobierno» que en el mundo se ha reservado a démicos y de organizaciones que luchan por la paz,
unas cuantas elites. El proyecto ya está en marcha y contra el terrorismo de Estado, y contra ese neonazis-
va a ser sin duda una de las más sorprendentes victo- mo disfrazado de neoliberalismo que vende e impone
rias de la Isla. por la fuerza su desoladora democracia de mercado.
11. El carácter internacional de la lucha por la libe- La combinación de la firmeza revolucionaria, de la
ración, la democracia y el socialismo se comprueba a democracia de veras, de la cortesía, de la tolerancia, del
lo largo de la historia de la Revolución Cubana. Su so- pluralismo ideológico, religioso, científico es parte de
lidaridad activa con los pueblos de África, Asia y la una cultura más amplia. Corresponde a una cultura de
América Latina la llevó también a establecer vínculos las combinaciones para vencer en las contradicciones,
muy fuertes, y en algunos casos muy necesarios, con en las luchas y enfrentamientos emancipadores. Las
la Unión Soviética y más tarde con China. Hoy se ma- combinaciones para vencer en las contradicciones, les
nifiesta en su apoyo a Hugo Chávez y el pueblo de permiten articular saberes y perspectivas, problemas y
Venezuela, y en su apoyo a Evo Morales y a los pue- soluciones que es imposible lograr por separado sin
blos indios que ganaron el poder político en Bolivia. que se debilite gravemente la lucha emancipadora.
Solidaridades y apoyos se dan o reciben con la convic- Muchas de ellas implican frentes mutantes en que al-
ción de que es imposible pensar en el socialismo en un gunos se van quedando en el camino y otros se van
solo país o en unos cuantos países, y de que es nece- integrando, mientras los que empiezan y siguen ya son
sario percatarse de que se trata de un gran proceso otros por las experiencias recibidas y por los nuevos
histórico mundial, donde se apoyan entre sí los pue- proyectos concretos imaginados.
blos y gobiernos que persiguen los mismos ideales, o En Cuba la cultura de las contradicciones y las com-
una parte de ellos, y que en el camino pueden profun- binaciones aparece al plantear los problemas de la libe-
dizar su proyecto como ocurrió y ocurre en Cuba. ración, la democracia y el socialismo, y hace que el
12. Otro hecho más en que Cuba es notable está propio marxismo, o el pensamiento crítico, se enfren-
relacionado con la inclusión de la cortesía en su cultu- ten en nuevas formas con las tendencias ortodoxas o
ra revolucionaria. La Revolución Cubana combina «lo revisionistas de los textos, y con las creencias y pre-
cortés con lo valiente»; la diplomacia con la resistencia juicios que no permiten salir de discusiones estériles,
frente al criminal bloqueo y asedio que el gobierno de talmudistas. El propio marxismo se desarrolla no solo
los Estados Unidos le ha hecho con el afán de que como ideología sino como cultura, y no solo con las
fracase. técnicas de la convicción y la persuasión propias del
La combinación de la diplomacia y de la resistencia manifiesto, sino con las técnicas del aprender a apren-
organizada, armada de ideas y de valores, y con una der lo que no se sabe.

74
Los tropiezos que se encuentran en la creación de coordinó con ellos, y a la que se fueron articulando
esta nueva cultura son inmensos y fueron tanto mayo- más y más los miembros de la población rebelde de la
res cuando la Isla tuvo que contar con el apoyo del Sierra Maestra, las organizaciones de Santiago que ya
bloque soviético, sin que de sus propias filas hubieran había forjado Frank País, o las de La Habana que im-
desaparecido los legados de la cultura autoritaria y bu- pulsó Armando Hart, y los frentes que promovieron en
rocrática. Paradójicamente, el camino de la nueva cul- distintos puntos de la Isla Fidel y Raúl Castro, Ernesto
tura se abrió de nuevo a raíz del colapso del bloque Che Guevara y Camilo Cienfuegos.
soviético, cuando el pueblo aceptó el llamado «período La crisis terminal del gobierno y el Estado opresor
especial», lleno de sacrificios y de descubrimientos «mostró que la represión ya no podía contener la ola
emancipadores. revolucionaria». Los combatientes salían por cientos
13. En los hechos, hay numerosas historias que re- de las ciudades, al mismo tiempo que se producía «la
velan cómo hacer posible lo imposible. La gran aporta- unidad de todos los revolucionarios consecuentes que
ción en este terreno consiste en combinar en el análisis ya reconocían como su principal avanzada al Ejército
de lo necesario y útil, la dialéctica determinista sobre Rebelde». Las bases, los pueblos, los trabajadores y
«las condiciones revolucionarias» con una lógica que campesinos, los ciudadanos, construyeron sus orga-
va más allá de lo esperado como probable o como po- nizaciones coordinadas y articuladas en las formas más
sible. Esa lógica no excluye las tendencias anteriores idóneas para el triunfo a nivel nacional.
ni las condiciones actuales en tiempos de crisis y «fa- La nueva tarea del Comandante en Jefe y de los
ses de transición»; combina la firmeza de las vanguar- dirigentes del Ejército Rebelde fue dar pruebas cons-
dias que pueden alcanzar efectos inusuales, con la or- tantes de su moral rebelde y de su reconocimiento con-
ganización y la voluntad de las bases organizadas. secuente de los valores e intereses de los trabajadores
La Revolución Cubana estuvo muy lejos de ser una y el pueblo. En la etapa constituyente de la creación del
revolución voluntarista, como en ocasiones sostuvie- nuevo Estado, que empezó por poner en fuga al ejérci-
ron los rusos para descalificarla, y Régis Debray para to desmoralizado y llevó a la vergonzosa huida del dic-
exaltarla por lo que no fue. La Revolución Cubana no tador, de los oligarcas y las mafias, se tomó siempre
obedeció a «la decisión de un pequeño grupo de va- en cuenta lo que Fidel Castro había dicho que entendía
lientes», aunque estos tuvieron indudablemente una por pueblo, en su famoso texto de l953, La historia me
responsabilidad que supieron asumir. absolverá. Allí había dicho:
La Revolución Cubana mostró una enorme corres-
pondencia con las nuevas ciencias de los sistemas auto- Entendemos por pueblo, cuando hablamos de lu-
rregulados y creadores, complejos y no lineales, así cha, la gran masa irredenta, a la que todos ofrecen
llamados porque son sistemas que se construyen para y a la que todos engañan y traicionan, la que anhela
alcanzar objetivos, y porque en ellos se dan múltiples una Patria mejor, y más digna y más justa; la que
interdefiniciones e interacciones en que una pequeña está movida por ansias ancestrales de justicia por
causa puede producir efectos desproporcionados. La haber padecido la injusticia y la burla, generación
Revolución Cubana estuvo muy lejos de parecerse a tras generación; la que ansía grandes y sabias trans-
un milagro. Solo redujo la incertidumbre y el azar con formaciones en todos los órdenes y está dispuesta a
la organización, la comunicación, la formación de la dar para lograrlo, cuando crea en algo o en alguien,
conciencia y la voluntad ética revolucionaria. Con ellas sobre todo cuando crea suficientemente en sí mis-
empezó a cambiar la pequeña gran Isla. ma, hasta la última gota de su sangre.
Los doce sobrevivientes del Granma solo eran la
punta del iceberg. A su valiente decisión de lucha, aña- Así dijo y así hizo con muchas y crecientes masas
dieron una amplia organización de las bases que se de quienes creen suficientemente en sí mismos.

75
14. Para lograr sus objetivos, el pueblo del que ha- sistema. Son dos preguntas ligadas entre sí, y debo
bló Fidel no puede gobernar con una democracia re- contestarlas como si estuviera en la escalerilla del avión.
presentativa. No le basta; por sí sola esa democracia Lo primero que me viene a la cabeza es el artículo que
vale poco «en una sociedad y un mundo con grandes publiqué hace unos años y que titulé «Cuba: la revolu-
desigualdades». El pueblo necesita participar en el sis- ción de la esperanza». Pero no lo releo e incluso apro-
tema de dominación y acumulación. El pueblo no pue- vecho para decir lo que siento que me faltó, o que
de construir el socialismo sin una disciplina revolucio- quiero repetir...
naria libremente consentida, y sin una democracia o La Revolución Cubana es una revolución latinoa-
gobierno del pueblo que asegure la construcción eman- mericana y lejos de ser la última marxista-leninista, ini-
cipadora en organizaciones verticales y horizontales que cia un nuevo ciclo de revoluciones que en algunos
sirvan para alcanzar los objetivos de la Revolución y aspectos tienen características universales, es decir,
para empezar a practicarlos desde el inicio mismo del características que no solo repercuten en el resto de la
camino, y en el camino. América Latina, sino en las más distintas regiones del
El pueblo tiene que participar en el gobierno. Puede mundo. Su repercusión, lejos de obedecer solo a su
participar en el gobierno para las grandes decisiones, influjo, obedece a múltiples procesos afines que se
siempre que sus dirigentes y vanguardias, sus frentes, observan en la historia universal de las luchas por la
partidos y organizaciones de base orienten y coordi- emancipación humana.
nen la creación histórica y sean un referente directo e Entre las contribuciones de la Revolución Cubana
indirecto de una democracia que sea gobierno del pue- destacan varias en que aparecen juntas la lucha por la
blo, de un socialismo que sea democrático, de una li- independencia y la lucha de clases, y otras, en que tres
beración que sea socialista. Y en ese punto parecería conceptos separados se vuelven uno solo y corres-
caerse en una causalidad circular de democracia, libe- ponden a un fenómeno complejo que no alcanzamos a
ración y socialismo, que el pueblo-gobierno de Cuba entender si falta uno de los integrantes. Otra contribu-
supera construyendo otra metáfora: la espiral dialécti- ción que me parece muy importante es la que corres-
ca, en que las luchas anteriores se toman para alcanzar ponde a la construcción de la fuerza como moral co-
objetivos cada vez más altos, más articulados y más lectiva, de que dan prueba diaria los líderes del 26 de
profundos, como se advierte en el análisis detallado del Julio y los comunistas del viejo Partido Comunista que
Estado, la sociedad, la cultura, la economía y la ecolo- hasta ahora los acompañan, o que cayeron o nos deja-
gía de Cuba. ron sin apartar la vida de su pensamiento. La moral
«¡Cuba vive, la lucha sigue!», como dice el gran colectiva como fuerza revolucionaria es la que salvó a
grito desde México y desde todos los confines del la Isla de la catástrofe mundial que hizo del socialismo
mundo. formal un socialismo realmente inexistente. Extender
y profundizar el proyecto emancipador con el incre-
Agosto de 2006 mento de las relaciones sociales no lucrativas sigue
siendo tan necesario como reforzar el arte que practi-
có Fidel desde sus primeros discursos en que se pro-
Posdata puso enseñar a los guajiros y trabajadores a gobernar,
y a decidir qué camino se sigue, cuando cualquiera
Al celebrar los cincuenta años del triunfo del Ejército que se escoja tiene ventajas y peligros que uno está
Rebelde encabezado por el Movimiento 26 de Julio, obligado a asumir, sin sacrificar las principales metas.
me preguntan y me pregunto qué balance hago de la Enseñar al pueblo a gobernar, razonando y gober-
experiencia revolucionaria de Cuba en relación con nando, constituye, junto con la práctica de la moral
nuestra América y con respecto al capitalismo como colectiva y junto con la creación y proliferación de las

76
relaciones sociales no lucrativas, la gran contribución sin duda una creación histórica insuficientemente ana-
y el gran reto de la Revolución Cubana y de cualquiera lizada y explicada, o captada.
otra que quiera asegurar su impulso creador. Algo se- Como muchos de los problemas de Cuba se van a
mejante ocurre con la necesidad de enseñar a pensar y plantear a un nivel universal, no podemos olvidar la
hacer la revolución, a sabiendas de que toda revolu- lucha contra la restauración del capitalismo. En ella
ción vive entre contradicciones y, lo que es más, crea será fundamental la «batalla de ideas» a que convoca
sus propias contradicciones: por ejemplo, al lograr que Fidel, junto con la siembra de sentimientos y atracti-
la nueva juventud alcance niveles educativos de los que vos de un ser humano que deje atrás la «sociedad de
sus padres carecieron. consumo», y construya al «hombre nuevo» en sus re-
Tal vez aquí debo detenerme y solo añadir que la laciones sociales, creativas, eróticas, lúdicas, políticas,
ampliación de este tipo de observaciones nos ayudaría a sabiendas de que no hay hombre sin contradicciones
mucho a comprender y enriquecer los planteamientos ni revolución sin contradicciones; sino hombres y con-
actuales del socialismo en la Isla en lo que tienen de tradicciones superables.
específico y en lo que tienen de universal. La transi-
ción y la construcción del socialismo en Cuba revelan 27 de noviembre de 2008 c

ERNESTO MALLARD (México, 1932): De la serie Galaxias: Heliocaptor, 1987.


Madera y metal, 45 x 45 cm

77
ALFREDO GUEVARA

Pensar la historia,
germen de esperanza

C
incuenta son los años transcurridos, Medio Siglo se dice fácil-
mente. ¿Serían sin embargo suficientes para balance hacer, me-
dir, juzgar, juzgarnos, pensar que los protagonistas de una época
han terminado la obra que quisieron y planearon y a la que vida entera han
dedicado? La realidad ha sido raigalmente transformada, pero no son
pocas ya generaciones que no pueden comparar el pasado y el presente
y que dan por nada excepcional ni conquistado el mundo que circunda
su mirada. Todo es tan natural y de derecho; la vida cotidiana es la que
tengo, entorno en que se nace y del que deben y han de surgir las
nuevas realidades, mercedes y conquistas, libertades, otras visiones,
placeres, ideales, metas y dolores. Mundos que construir sobre los que
nos han sido legados. Esto supone que la generación que es legataria
Revista Casa de las Américas No. 254 enero-marzo/2009 pp. 78-83

tendrá que ser sensible a su propio objetivo y abrirse a esos millones que
ha educado y que en su tiempo enriquecen el mundo ya posible con
sueños y construcciones que inéditas pudieran ser o portadores de for-
mas igualmente revolucionantes. ¿Qué visiones, qué sueños y qué formas?
No se trata de adelantar respuestas sino de probar caminos a partir de
cuanto ha sido ya fundado. De ser sensibles a la creatividad de esas
generaciones que hemos educado.
La Revolución Cubana ha logrado mucho antes de este llegar al Medio
Siglo el éxito más grande que puede en nuestra época para insertarse en
ella como la vanguardia, educar a un pueblo entero, primero y muy tem-
prano con la alfabetización que hermanó, al mismo tiempo, la vida rural y
citadina; elevar poco más tarde esa educación al noveno grado y hoy, más
recientemente, alcanzar la cifra casi mágica de más de un millón de uni-
versitarios, que se acompañan de otros millones de nivel superior al me-
dio. Esa generalización de la instrucción y cifras, en términos proporcionales
a la población, tal vez no igualadas por países de altísimo desarrollo, no

78
llega a ser aún ese paso que todos han de dar a la socie- con poder, el poder de la ignorancia contra la que he-
dad del saber, que será la única posible en el futuro y mos luchado con acciones precisas desde el triunfo de
con futuro. El saber y su aplicación generalizada, soli- la Revolución cumpliendo el Programa del Moncada y
daria tendría que ser, racional para la supervivencia y dando lugar a esa deslumbrante plataforma de despe-
humanitaria y humanística y si ha de merecer ese nom- gue hacia la sociedad del saber que no debe encontrar
bre aplicado a la especie. Nuestro país en revolución obstáculos en tiempos que hemos llamado (que ha lla-
dispone ya de esa plataforma de despegue que es la per- mado Fidel justamente) de Batalla de Ideas.
sona instruida, preparada en principio para ejercer su Es que las revoluciones, y la nuestra, y su vanguar-
libertad. Preparada para la autonomía del pensamiento y dia, no pueden detenerse. Librar Batalla es su tarea per-
de la decisión. manente. ¿Y dónde encontrar, y puede encontrar, y debe
No es logro inigualado de la Revolución: es, entre encontrar su cantera de cuadros; el ejecutor de sus pro-
otros, el que me toca subrayar porque de su valor inme- yectos, el nuevo soñador de sus sueños, el enriquece-
diato y más que nunca a tomar en cuenta, se despren- dor de su experiencia con miradas, voces, aportes, sa-
den otras miradas ineludibles en nuestra época. Y res- crificios y entregas de otro carácter acaso pero de igual
pecto de las cuales estamos convencidos de que habrá ética? Estoy convencido de que esa cantera tan repleta
que evitar reojo y esquivadera. Está en juego el futuro y es la que hemos formado, en estos decenios, ese millón
lo está en tal medida que tocó a Fidel hacerlo visible el 17 de universitarios para las de carácter muy especializa-
de noviembre de hace cuatro años seleccionando el Aula das; esos millones de instruidos y formados hasta un
Magna de la Universidad de La Habana para decir ¡Aler- nivel elevado; esos otros millones de preparados para
ta! y marcar la urgencia de ese retorno a la raíz para que ejercer tareas que exigen habilidades cultivadas o sim-
ramas y retoños en la diversidad recuperaran y aporta- plemente para actuar socialmente en forma útil. Debo
ran lozanía. Raúl se ha encargado de reiterar y conducir confesar que si fuésemos capaces, y confío en que lo
a fases de concreción aquel llamado. seremos, de pensar a esta pléyade que es la obra más
Tendríamos que preguntarnos cuál es la situación, maravillosa de una y otra de las generaciones que, en-
qué potencialidades tiene nuestro pueblo para hacer de trelazadas y bajo sabia dirección, han dado a nuestro
proyectos, convicciones y sueños, realidades en el pueblo y persona a persona la posibilidad de ser ciuda-
marco del mundo actual y sus rasgos, mundo que está danos reales; si fuésemos capaces de pensarles, verles,
presente también en el marco de nuestras fronteras. comprender que son la verdadera inagotable cantera,
Somos nosotros, y somos los otros. No hay autarquía esos pasos de gigante que parecen posibles, y más y
posible, ni hay solidez de resistencia y diseño sin la más posibles, se acercarán de modo factible.
presencia actuante de un núcleo duro; no por cerrado Las estructuras sociales todas (o casi), las estata-
o inmovilista. La dureza real resulta de la autoridad moral les, todas (o casi) tienen en sus organigramas y archi-
y la fortaleza de las ideas y de su irradiación en las vos y proyección de trabajo, escalas de movimientos
conciencias. Irradiación más posible cuanto más com- internos, etcétera, esto que se da en llamar cantera de
plejas, luminosas, esclarecedoras, enriquecedoras sean; cuadros. En casi todas esas instituciones, y es fácil
siempre enriqueciéndose con la semilla nueva. Lo sim- apreciarlo, permanecen estacionarias. Se ha formado
plón, ese ideal de vagos y burócratas, inmovilistas e una especie de carrera o profesión que nadie logrará
ignorantes, es el peor de los enemigos internos. Se les jamás clasificar sin servirse de adjetivos, el funciona-
llama en su conjunto «burocracia». riato. Hoy aquí, mañana allá; nunca (o casi) ejerciendo
Todo para decir que en nuestra sociedad revolucio- su especialidad si la tiene.
naria, profundamente revolucionaria, se enquistan tam- Y, en tanto, ese mundo por nosotros creado como
bién cápsulas demasiado extendidas y a veces con po- tarea primera en cumplimiento del más alto compro-
der e influencia con estas características. La simplonería miso ético martiano; mundo en el que el disfrute pleno

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de la dignidad y el ejercicio de la libertad son posibles, silenciosos renovaron en profundidad áreas fundamen-
ese mundo que es el de nuestros hijos y nietos y bis- tales de la Revolución; las Fuerzas Armadas, que die-
nietos, depositarios en lo más profundo del alma revo- ron frescor generacional a su oficialidad y técnicos
lucionaria, ahí, esperando (o desesperando); sabiéndose superiores en términos de miles y el Poder Popular que
futuro o desmovilizándose en el conformismo. Todos, pasó a ser dirigido provincia y municipio, por una se-
sin excepción, llevan la semilla de la Revolución como lección de cuadros de alrededor de treinta años, los
latencia; muchos, tal vez los más, tanta esperanza y mayores de treinta y cinco y todos (o casi) graduados
lucidez que se saben pinos nuevos y como tales obli- universitarios.
gados a combatir abriendo brecha. Ellos son ya núcleo Han pasado los años y acaso se han ido haciendo
de vanguardia en formación. evaluaciones; las que impone la vida y el diario queha-
Esa es la verdadera cantera de cuadros, prefigurada cer en las Unidades y regiones o poblaciones; es evidente
desde el Moncada y que ha encontrado rostro en el que unos despunten y crezcan y otros no o no lo sufi-
curso de la Revolución real. Es ella la que realizará los ciente. Pero este acudir a la inagotable cantera, cada
proyectos y utopías que faltan o la que los llevará a la vez más extensa y con mayor posibilidad cualitativa,
práctica. Y la que inventará otras muchas. va probando que no es camino a subestimar; y más
Es ella, su existencia, la que ha hecho posible que bien de urgencia. Será el único modo de romper el
Fidel, vigilante y apasionado en la inspiración martia- castigo intelectual y ético de contemplar la creatividad
na, desencadenara una vez más, siempre lo ha hecho que emana de la inteligencia cultivada sustituida por
con uno u otro recurso, la Batalla de Ideas. Y que entre correas de transmisión siempre a la espera, y casi siem-
ellas, encontrara lugar preferente el humanismo huma- pre renunciantes a ofrecer iniciativa o aporte. No puede
nitario e internacionalista. De esa inmensa cantera se sostenerse viva, actuante, vigilante, creativa, organi-
han movilizado miles de jóvenes, muchachas y mu- zación o institución social, política, o de especialización,
chachos y otros menos jóvenes pero nacidos o educa- investigación, de carácter alguno, si llega a convertirse
dos en estos tiempos de fundación, casi todos médi- en sistema de transmisión que se autoeduca para serlo
cos y enfermeras, o educadores, para servir en no pocos y nada aporta. Es necesario sembrar por todas partes
países de la América Latina, en combate abierto contra centros de reflexión, evaluación, creatividad, en los que
la enfermedad y la ignorancia, enemigos principales de la inteligencia, el espíritu revolucionario-revolucionador
los pueblos cuando la desigualdad y la marginación son tenga presencia.
ley invisible y situación real bajo el mando de las oli- No veo otro camino y marcadamente en tiempos de
garquías. Esta batalla en la que sirven y que ideó, orga- confrontación sobre todo ideológico-ética que sostener,
nizó y dirige el Comandante en Jefe prueba largamente ampliar y convertir en fuerza principal una batalla de
que la verdadera cantera, a la que hay que volverse, es ideas que tendría que ser tarea de la sociedad toda y
esa, aquella que pudiera actuar para beneficio de toda de cada conciencia. Temo servirme de un lenguaje
la sociedad convertida en núcleos de pensamiento y equívoco dado que la burocracia y su inmovilismo vis-
reflexión y acumulación de experiencias, y de la eva- ceral dominan demasiados parajes. No se trata de pro-
luación de estas; asesorando y construyendo por to- poner ventanas cerradas. Ni sería sano, es empobre-
das partes; no en plan sabihondero o dedicado a dar cedor del alma. Ni sería productivo, quienes sueñen en
lecciones; acumulándolas para sí mismas para aportar cerrarlas verán otras abrirse. Ni es honesto, supone
visiones renovadoras o inéditas. irrespeto a la inteligencia y eticidad del prójimo. Todo
No es la primera vez que esta concepción del «cua- lo contrario, se trata de abrir ajustándose a principios y
dro», o del potencial generado por la educación se toma volcados hacia la inmensidad diversa de la realidad.
en cuenta; hace poco menos de dos decenios, cuando Realidad inmensa y a veces de apariencia indiferen-
estas cifras no habían sido alcanzadas, procesos casi ciada, y aportadora de diversidad ilímite pero pese a

80
todo inteligible y conceptualizable, al menos en lo in- ción, humanitario y humanístico). En África de la que
mediato y en el inmediato que nos concierne. todo Occidente y también la América Latina, y tam-
Entre la globalización que globaliza mundos y otros bién, en ella, Cuba, somos deudores; en la América
marginaliza para prolongar, perfeccionar y enmascarar Latina, ayer y hoy; y también en Asia, la Revolución
la explotación; entre el poder de los llamados Medios, Cubana ha probado la autenticidad de ese carácter. Y lo
extensiones del hombre que suelen no dar más opcio- hace cada día con miles, decenas de miles de interna-
nes sino atrapar en vertiginosidad y fragmentación de cionalistas, a los que hemos hecho anterior referencia,
sus mensajes llevando a confusión obnubilante, quiero trabajando y entregando saber y solidaridad a veces en
decir a ceguera; entre un juego de virtualidades en que países cercanos y otras a miles de kilómetros de la
lo real y lo irreal invaden terrenos que les eran inéditos patria, de la familia, de los afectos personales.
hasta provocar una vez más con características pro- Esta siembra, ejercicio de la solidaridad con las per-
pias el caos financiero internacional que vivimos; entre sonas, una a una, en países y regiones de culturas,
la decrepitud de un sistema que se niega a morir y acu- lenguas, tradiciones diversas, fraternidad en gestos que
de a los más contradictorios asideros negando su pro- no tienen fronteras ¿será proposición de un modelo?
pia ideología socioeconómica, y seguramente solo Acaso sí, pero no de organización social o económica;
temporalmente, para sobrevivir; entre tanta guerra ge- diré que de eticidad, eticidad que precede a toda otra
nocida, crueldad inmisericorde, sacrificio de millones acción o valores.
de seres; entre tanto horror, dolor, desgarramiento, aso- Seguramente es por eso, por la eticidad que acom-
ma y se hace sentir, sin embargo, pese a todo, se hace paña siempre toda referencia o imagen o acontecer de
sentir la esperanza, y de ella son portadoras, hoy y ante y en la Revolución Cubana, que Cintio Vitier pudo con-
todo, y como fue soñado, los pueblos y el renacer de cebir y escribir, poema en prosa, Ese sol del mundo
una América Latina que se levanta otra vez decidida a moral que, si no es, debiera ser libro de texto en nues-
cumplir su destino, a hacerlo viable, a impedir que se le tras Escuelas todas. Es esa eticidad la que sí podemos
contamine con la ideología de la derrota, el servilismo, considerar modélica. Es esa eticidad la que me permi-
la humillación identitaria. Y está ahí una juventud que tirá decir que si no me es posible intentar balance de la
despierta al pensamiento, y a la vida, con ímpetu que Revolución Cubana en su Aniversario 50, en cambio
parece restablecer ese inicial balance imprescindible para me atreveré a afirmar que ese balance que se hará más
romper barreras. Es el ímpetu revolucionario de hace tarde y revelará seguramente líneas de diseño planea-
unas décadas que renace en otras circunstancias, con das y realizadas, o encontradas o descubiertas en el
nuevas posibilidades, con la lucidez de la experiencia curso histórico, cierra en este período equivalente a un
histórica y con su propio mensaje, menos apoyado en medio siglo, Cincuenta Años, un ciclo de su Historia y
lo que pasó allá; volcado sobre su propia vivencia, la en la Historia de la América Latina, porque el núcleo de
suya y la de generaciones precedentes y aconteceres sus ideales, algunos de entre los más importantes casi
que perduran en la realidad y la memoria. plenamente realizados en Cuba (el Saber, la Dignidad,
La Revolución Cubana, que llega a su Aniversario la Salud, la Independencia), encuentran ahora, hoy,
50 (el del triunfo), no ha propuesto jamás modelo, y formas de realización, de ser, de encontrar realidad en
menos el de su propio ser o acontecido. Ha propuesto buena parte de la América Latina, la patria grande.
con su ejemplo prédica sin acto. Pero sin inmediato y No hemos podido, latinoamericanos en conjunto,
activo reflejo en la realidad real no pudiera ser conside- evitar las derrotas, y entre ella la más dura, un largo
rada más allá de ejercicio del intelecto, acaso valioso período en que el exterminio de la izquierda y de sus
pero sin relación con el espíritu revolucionario. Ha pre- cuadros operó como objetivo principal del Imperio y
dicado y llevado a la práctica de mil modos, y siempre, sus intermediarios, y para Cuba, cerco y acoso que no
el internacionalismo revolucionario (que es, por defini- ha dado tregua. Han sido años también, estos últimos,

81
en que ha ido desencadenándose incontenible marea aristas; no sé si lo he logrado; y además no sabría hacer
revolucionaria. Esa marea es portadora, por el carác- más. Será más tarde, y a lo que parece serán otras gene-
ter protagónico de la juventud y por la experiencia acu- raciones las que evalúen y se sirvan de las experiencias
mulada, regalo de la historia, de una renovación en y valores perdurables, que sé muy bien no serán pocos y
hondura que comparta regreso combativo a la realidad son ya cimiento de futuro, acaso no lejano.
real con rechazo de todo mimetismo y especialmente Es que ya podemos conceptualizar y describir lo que
del que resulte de esclerosis ideológica. Se hace más en apariencia parecía imposible dado el entrecruzamien-
clara e irrenunciable la toma en cuenta de la persona, to de aconteceres que reflejan caos. Es el caos de un
una a una y también en conjunto; es decir, de vidas, derrumbe. Para quienes lo viven en el corazón del impe-
problemas, urgencias, sensibilidades. De cuanto anda rio global tal vez no definitivo, pero sí definitivamente
escondido a veces en vericuetos laberínticos de la so- conducente a otras reglas, modelos, habilidades, más-
ciedad y de su protagonista principal, la persona. caras ¿y quién sabe? Ya sabremos. Pero para nosotros,
Inmensidad del mundo y las opciones que se abren, latinoamericanos, que hemos vivido hace muy poco tres
caminos a recorrer, revaloración de principios capita- Cumbres históricas, ese reloj que se atribuye a la histo-
les, seleccionar decidir sin permitir que el fárrago or- ria ha dado salto de por ahora inmedibles grados.
ganizado por el exceso aparente y el vacío real invadan Se inaugura un nuevo período, cerrando ciclo en la
a partir de eso que se da en llamar generalizando virtual Historia de América la Latina, no solo de Cuba. El sueño
y que suele ser (no siempre ni obligadamente) banal. de Bolívar, que fue el de José Martí y el de Fidel, cobra
Selección y decisión son posibilidades que reserva la formas en un grado u otro con lenguajes diversos, y el
historia, aun antes de realizada, a la inteligencia y la sen- más claro y audaz en la Venezuela que al proclamar la
sibilidad cultivada. Sé que nos falta un paso, elevar Revolución Bolivariana se vuelca fraterna y solidaria hacia
la instrucción a la categoría de saber. Y su primera otros pueblos y regiones de la América Latina y el Cari-
condición será la curiosidad por el ansia de arrancar be. Y es allá, en ese marco, en esa Revolución, donde ha
fragmentos a lo desconocido. No a lo conocido, a lo quedado expresado sin ambages la urgencia de redise-
desconocido. Esa curiosidad, vocación por las inte- ñar el Socialismo, un Socialismo que se corresponda con
rrogantes, si a la Sociedad y al Hombre concierne será el Siglo XXI, el que vivimos y que pudiera ser heredero
por definición transformadora. ¿No será esa la esencia de toda experiencia en cuanta aprovecharla pero que no
revolucionaria de las revoluciones? ¿No será que el tendrá que ser, porque no es, deudor. No será segura-
carácter revolucionador de las revoluciones descan- mente el único aporte intelectual, ideologizado o prácti-
sando en la autenticidad queda obligado a ser perma- co. Ya sentimos y apreciamos otros aportes entusias-
nente? ¿No será que ante situación que nueva se revela mantes a ese socialismo del siglo XXI que solo construirá
los protagonistas de la Revolución, nuestra o cuales- la realidad, quiero decir las realidades.
quiera, tendrán que encontrar, inventar, probar even- Porque las tres Cumbres sucesivas y paralelas con-
tuales soluciones, acaso correr riesgos, conservar ese firmaron que el sueño ideal, utopía precursora de Bolí-
poder que da la rienda al jinete y al mismo tiempo ejer- var, de Martí y de Fidel (al que ha dedicado vida), co-
cerse en la andancia? ¿Será entonces, como con fir- mienza a realizarse, Raúl pudo decir con pena y orgullo
meza de convicción, que la Revolución tendrá siempre revolucionario y ético: «que lo que lamentaba era que
que desbordarse e invadir cada día y los futuros? Es lo Fidel no estuviera sentado allí en ese momento».
que creo. Sueño y predicción en la esperanza. Y que recordase que hace quince años en Salvador
Claro que la Revolución Cubana, cincuenta años des- de Bahía, Fidel afirmara: «Ayer fuimos colonia; pode-
pués equivalente a medio siglo, podrá ser evaluada frag- mos ser mañana una gran comunidad de pueblos es-
mentaria como que cierra un Ciclo; y es un ciclo al que trechamente unidos. La naturaleza nos dio riquezas in-
he querido acercarme en algunas de sus fundamentales superables, y la historia nos dio raíces, idioma, cultura

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y vínculos comunes como no tiene ninguna otra re- América Latina y el Caribe, en el principio de la unidad
gión de la Tierra». en la diversidad. Ese ciclo se cierra igualmente, como
Se cierra un ciclo en la Historia de la Revolución ya dicho para la Historia de la América Latina y el Cari-
Cubana, tan entrelazada fraternalmente con toda la be y termino así, subrayándolo. Es mi convicción. c

ALEJANDRO SALAS (Venezuela): S/t, 1967-1973. Construcción de plástico y metal, 78 x 80 cm

83
FRANÇOIS HOUTART

La religión en la Cuba revolucionaria

L
a Revolución Cubana tuvo lugar en un contexto religioso muy es-
pecífico. Desde el siglo XV, Cuba, como territorio, fue incluido en
la relación mercantil entre Europa y América, lo cual marcó la si-
tuación religiosa del país. El catolicismo, traído por los colonizadores, fue
desde esa época la religión dominante y casi exclusiva después de la desa-
parición de las poblaciones indígenas. Por eso, de manera contraria a lo que
sucede en otras naciones del Continente, se encuentran en la Isla pocas
trazas de la religión de los pueblos originarios.
Para compensar la extinción de los indios, y reemplazar la mano de
obra que había desaparecido, se importaron africanos esclavizados. La
esclavitud duró hasta el siglo XIX . Los esclavos que venían con sus
religiones tradicionales, solamente las podían ejercer en la clandestini-
dad, mientras que debían aceptar el bautismo católico e introducir sus
Revista Casa de las Américas No. 254 enero-marzo/2009 pp. 84-87

creencias y prácticas religiosas dentro de las formas culturales del cris-


tianismo.
La colonización española, con el catolicismo como religión oficial,
en gran medida legitimadora del colonialismo, creaba condiciones eco-
nómicas y políticas favorables a la difusión de la fe cristiana. Hubo
voces, como la de Bartolomé de Las Casas, que condenaron la injusticia
de la esclavitud, pero sin cuestionar al sistema mismo.
Cuba fue una de las últimas colonias de España en independizarse. La
dominación colonial duró hasta el fin del siglo XIX, y su independencia
se estableció después de la guerra entre este país y los Estados Unidos.
Durante la última etapa colonial, el poder político utilizó a la Iglesia
católica como instrumento de sumisión cultural, al prohibir, por ejem-
plo, la formación de un clero local. Al momento de la Revolución Cuba-
na, a fines de los años 50, un tercio del clero católico era todavía ex-
tranjero, en su mayoría español.

84
Si el catolicismo no tenía el mismo grado de inser- Con la Revolución hubo otro tipo de reconocimien-
ción cultural en los medios populares, en particular en to de las clases populares, que, inmediatamente, tuvo
los medios rurales, que en otros países latinoamerica- un impacto sobre los actos religiosos. El número de
nos, su papel social era, sin embargo, importante. La bautizos se redujo a casi un tercio en muy poco tiem-
gran mayoría de la población era bautizada católica. po, en gran parte por el hecho de que existían nuevas
La proporción de matrimonios y de funerales católicos formas de reconocimiento social. Los actos públicos
también era elevada, aunque la asistencia a la misa domi- de devoción fueron limitados por el nuevo poder polí-
nical alcanzaba apenas el 10%, según una encuesta de tico, ya que servían, en ocasiones, de forma velada
los años 50. La atención pastoral y la catequesis eran como protesta por parte de opositores a la Revolución.
mínimas en el campo, por falta de agentes religiosos. En Después de un incidente grave de esta índole, ciento
una nación socialmente dual, los actos religiosos como treinta y dos sacerdotes, en su mayoría extranjeros,
el bautizo o el funeral en la iglesia, aseguraban cierta junto con el obispo auxiliar de La Habana, monseñor
inserción social a las clases subalternas. Las devocio- Eduardo Boza Masvidal, fueron expulsados del país.
nes populares, como a san Lázaro, tenían un carácter El servicio militar de seminaristas de varias Iglesias se
de protección importante de tipo social, curativo y si- realizó en los primeros años de la Revolución, en bri-
cológico. Mientras la virgen de la Caridad, o del Cobre, gadas especiales, con grupos de «antisociales».
tenía un sentido nacional, símbolo, en el orden religio- Con la extensión de la educación pública y la nacio-
so, de la unidad de la patria cubana, pero también en los nalización de las escuelas privadas, un gran número de
medios populares, objeto de demandas de protección. religiosas y religiosos abandonaron el país, a pesar de
En La Habana, ciudad de algo más de un millón de varias mediaciones de la Santa Sede para que se que-
habitantes en aquel tiempo, había dieciséis parroquias daran y asumieran otras tareas pastorales en las insti-
con treinta y dos sacerdotes. Al mismo tiempo, más de tuciones parroquiales. Así, durante algunos años, las
doscientos sacerdotes se dedicaban a la enseñanza en relaciones no fueron fáciles entre el Estado revolucio-
escuelas secundarias y superiores. Cuando se recuer- nario y las Iglesias, en particular la católica. Sin em-
da la función social de estas escuelas privadas, se pue- bargo, nunca se interrumpieron las relaciones entre
de concluir que esta significaba, deliberadamente o no, Cuba y la Santa Sede, y el encargado de negocios,
una opción real de clase. monseñor Cesare Zacchi, jugó un rol moderador. El
En verdad, no podemos ser demasiado simplistas. embajador de Cuba ante la Santa Sede en Roma, Luis
La Juventud Obrera Católica (JOC) también actuaba Amado Blanco, fue durante varios años el decano del
en los medios obreros, con una visión de crítica social cuerpo diplomático acreditado allí.
inspirada por la fe cristiana. Sin embargo, como insti- El éxodo de las clases altas y medioaltas redujo la
tución, la Iglesia católica no era identificada con los base social de las Iglesias cristianas. Una parte de los
medios populares, culturalmente influidos por una reli- que se quedaron se adhirieron al espacio religioso, en
giosidad de origen múltiple. Al contrario, estaba más tanto refugio político, si no antirrevolucionario. La
cercana cultural y socialmente a las clases altas y medio- mayoría del clero de origen español interpretaba los
altas, participando así en su reproducción social. eventos como la repetición de la Guerra Civil Españo-
Las Iglesias de la Reforma estaban todavía muy vin- la, y muchos fueron expulsados. Miembros de la JOC,
culadas a sus orígenes, generalmente norteamericanos, que habían apoyado a la Revolución, se retiraron del
y, con pocas excepciones, actuaban en las clases medias proceso, o fueron excluidos. Además, entraron en opo-
urbanas, también en instituciones educacionales. En sición o se exiliaron, cuando la Revolución se definió
tanto los cultos afrocubanos eran marginados o fol- como socialista de inspiración marxista. La tensión era
clorizados, tanto por las iglesias cristianas como por la fuerte y la imagen mutua se transformó en estereoti-
sociedad blanca, sea política, cultural o académica. pos no siempre sin base: las iglesias católicas, fuerzas

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contrarrevolucionarias, y la Revolución, fuente de ateís- Luther King Jr., nacido en aquella época, contribuyó
mo militante. con sus obras y trabajos de reflexión a la creación de
Las iglesias protestantes, sin embargo, siendo mi- otro clima, sin hablar del trabajo de base de varios gru-
noritarias, no fueron tan afectados por esta dicotomía pos de cristianos con víctimas del sida, por ejemplo.
y se adaptaron más fácilmente a la nueva situación. La actitud oficial cambió durante este período. El
Mientras, los cultos afrocubanos se quedaron en su IV Congreso del Partido Comunista de Cuba (1991)
lugar de siempre, es decir, casi clandestinos, frente al suprimió las disposiciones que impedían a un creyen-
gran movimiento de emancipación social y cultural de te ser miembro de la organización. Asimismo, en el
las clases subalternas promovido por la Revolución. seno de la Academia de Ciencias nació el departamen-
Durante el período de influencia soviética, la oposi- to de Estudios Socio-Religiosos, cuyo promotor y
ción a la religión prevaleció también en los manuales alma, Jorge Ramírez Calzadilla, realizó con su equipo
de enseñanza, a menudo traducidos del ruso. Trabajos excelentes trabajos de investigación sobre las religio-
en organismos oficiales fueron inaccesibles a creyen- nes en Cuba: el catolicismo, las diferentes ramas del
tes, y la entrada a la enseñanza superior, difícil. Sin protestantismo, las diversas religiones afrocubanas,
embargo, durante este período, hubo además otros como la santería o regla de Osha, la tradición espiri-
acontecimientos. Por ejemplo, a la muerte del papa Juan tista de Alan Kardec, el judaísmo, el budismo, el is-
XXIII, el gobierno cubano decretó tres días de duelo, lam, entre otras.
y recuerdo el servicio en su memoria, celebrado en la A principio de los años 90, la combinación de la
Catedral de La Habana. caída de la Unión Soviética junto con un bloqueo acen-
A partir de la mitad de los 80, Cuba recuperó pro- tuado por parte de los Estados Unidos llevó al país a
gresivamente una relativa autonomía política e ideoló- una situación dramática. El PIB disminuyó en un 37%.
gica. El primer hecho, el más visible, fue la larga Eso tuvo su impacto sobre el panorama religioso. Un
entrevista de Frei Betto, el dominico brasileño, a Fidel, estudio del departamento de Estudios Socio-Religio-
publicada en el libro Fidel y la religión, en el cual el sos del Centro de Investigaciones Psicológicas y So-
entrevistado expresaba admiración, como también crí- ciológicas (Cips) lo demostró claramente. La «deman-
ticas, pero sobre todo respeto. Hubo igualmente con- da religiosa» aumentó y favoreció a todos los grupos
tactos con teólogos de la liberación y con cristianos religiosos. El número de bautizos creció; nuevos mo-
revolucionarios de la América Central, quienes ayuda- vimientos religiosos, en particular pentecostales, se
ron a mejorar las perspectivas de los actores políticos multiplicaron: las religiones de origen africano salieron
y de los intelectuales de la Revolución. de su semiclandestinaje histórico; las devociones po-
El catolicismo cubano, por su parte, realizó en 1986 pulares (principalmente a san Lázaro) tomaron una
una reflexión importante sobre su propia realidad y su nueva dimensión.
función en la sociedad. Después de varios meses de Es en este período cuando se realizó la visita del
preparación, el Encuentro Nacional Eclesial Cubano papa Juan Pablo II a Cuba. Su resultado positivo, el
(Enec) redactó y aprobó en 1986 un documento que reconocimiento mutuo de los dos líderes, fue el fruto
contenía una orientación nueva. Evidentemente, las in- de la evolución que comenzó desde la década de los
terpretaciones ulteriores fueron disímiles, debido a la años 80. La actitud leal, aunque a veces crítica, de
diversidad interna del catolicismo cubano y de las varia- varios intelectuales cristianos había contribuido a cons-
ciones en la relaciones entre la Iglesia y el Estado. El truir poco a poco un clima general diferente. Acciones
Consejo Ecuménico de Iglesias, por su parte, contribu- exteriores de solidaridad con Cuba, como las de Pas-
yó también a una reflexión teológica renovada, especial- tores por la Paz, en los Estados Unidos, fueron tam-
mente por medio de su revista, que se difunde en varios bién factores de cambio por un mejor reconocimiento
medios de la sociedad cubana. El Centro Memorial Martin mutuo. Al momento de la enfermedad de Fidel, varias

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Iglesias cristianas, y los cultos africanos, pidieron ora- tentativa de desestructuración cultural, no exenta de
ciones por la mejoría de su salud y organizaron servi- intencionalidad.
cios religiosos con esta intención. Durante los cincuenta años de Revolución en Cuba,
En las últimas décadas del pasado siglo y hasta el hubo períodos de relaciones difíciles entre el Estado y
presente, en un contexto de considerable progreso de varios grupos religiosos, pero nunca hubo persecu-
las relaciones entre el Estado y las religiones tradicio- ción, como algunos lo pretendieron. Ciertamente, el
nales de Cuba, se desarrollan nuevos movimientos re- ateísmo recibió un reconocimiento cultural que no te-
ligiosos en la Isla, como en el resto del Continente lati- nía antes de la victoria revolucionaria. Durante un tiem-
noamericano o en África. Son generalmente de origen po hubo una tendencia a privilegiarlo, al mismo tiempo
estadunidense, pero también, en los últimos años, de que hubo un desprecio hacia las religiones, y con un
Brasil y de México, y de ordinario organizan cultos sin Estado hostil. Hoy día tenemos un Estado laico impar-
autorización previa. Su teología se inspira en la doctri- cial, frente a las varias religiones, que reconoce la exis-
na del éxito económico y tienen algún impacto en me- tencia de un espacio público religioso, si bien algunos
dios populares. El hecho se interpreta vinculado a una grupos religiosos querrían extenderlo más. c

MATILDE PÉREZ (Chile, 1917): S/t. Serigrafía, 1973

87
NÉSTOR KOHAN

¡Salud a la Revolución Cubana


por los próximos cincuenta años
de combate!

¿P or qué reflexionar, celebrar, saludar y escribir sobre los cin-


cuenta años de la Revolución Cubana? ¿Se trata acaso de un
«cumpleaños»?
Sinceramente las efemérides no son lo que a nosotros más nos inte-
resa ni lo que más nos simpatiza. En la batalla de las ideas y en la lucha
por la hegemonía lo que define es el contenido político, no el calendario.
Ya tuvimos oportunidad de lidiar, tragar amargo y hacernos bastante
mala sangre con el «cumpleaños» light y descafeinado del Che en junio
de 2008, cuando algunos oportunistas y acomodaticios que siempre
Revista Casa de las Américas No. 254 enero-marzo/2009 pp. 88-91

van nadando con la onda del momento aprovecharon para llevarle flores
y rendirle tramposo «homenaje» como una manera de cerciorarse de
que se trataba de un cadáver, prestigioso y con mucho marketing, pero
cadáver a fin de cuentas. Un muerto servido y condimentado al gusto
del buen nostálgico. Como si eso no alcanzara, congelado en el bronce de
una estatua que, faltaba más, no podía llevar fusil... ¡no vaya a suceder
que a nuevos jóvenes se les ocurriera continuar con su ejemplo insur-
gente en el siglo XXI!
No se trata entonces de festejarle el cumpleaños a nadie, ni a los
«héroes» individuales ni tampoco a un proceso social colectivo, entra-
ñablemente querido y admirado, como es la Revolución Cubana. Si así
fuese, cincuenta años representarían «la madurez», el «sentar cabeza»,
el inicio de la vejez y el ocaso (en este caso el comienzo del declive de
un proceso de cambio).
¿Acaso eso estamos conmemorando? ¡De ningún modo! ¡No lo per-
mitiremos!

88
La Revolución Cubana que nos enamoró y a la que No una Revolución «jubilada», cansada y exhausta,
seguimos queriendo intensamente con la cabeza y el atada a la razón de Estado y a los compromisos con
corazón no es la del «realismo», la «geopolítica» ni la diversos gobiernos burgueses de la región (como fue
madura «razón de Estado». el triste e indecoroso final de la Unión Soviética).
Como lo hemos expresado durante años en la prác- ¿Cómo sintetizar entonces medio siglo de Revolución?
tica política cotidiana y en las filas de varios colectivos Quizá con pocas pero entrañables palabras: dignidad,
militantes defensores de la Revolución Cubana, en la herejía, originalidad, audacia, osadía, autoestima po-
formación política del movimiento de Cátedras Che pular, tozudez, patriotismo, internacionalismo, ética,
Guevara de la América Latina, en libros, artículos y cultura y subjetividad comunista.
ensayos, para nosotros la sola mención de Cuba, de la ¿Qué significó históricamente la Revolución Cubana?
Revolución socialista y de Fidel, significan algo bien A nuestro entender, la recomposición del espíritu de
preciso y determinado. Cuando nos hablan de ellos nos ofensiva de los «años radicales» de la década del 20,
vienen a la mente dos procesos inseparables y entrela- opacados por la sombra gris y mediocre de hegemonía
zados: rebelión y revolución. Ninguna de las dos, cree- estalinista y populista durante casi treinta años.
mos, pueden ser recluidas en el polvoriento baúl de los Recuperar hoy ese mismo espíritu de ofensiva,
recuerdos ni en el triste museo de homenajes a un «pa- ochenta años más tarde que Mariátegui, Mella y Fara-
sado glorioso»… bundo Martí, y cincuenta años después de aquel heroi-
La Revolución Cubana es hoy –debe serlo– sinóni- co ingreso del Ejército Rebelde en La Habana, es la
mo de resistencia al imperialismo y persistencia en el gran tarea de una nueva generación continental. Tarea
intento por defender las conquistas culturales y los que solo podrá concretarse en aguda e impiadosa dis-
derechos sociales de la transición al socialismo, junto puta contra los viejos y los nuevos reformismos. Los
con la indisoluble unidad de liberación nacional y pers- mismos reformismos que en su momento insultaron a
pectiva anticapitalista. Mariátegui y condenaron el asalto al cuartel Moncada
La vitalidad de la Revolución Cubana tiene que ver en nombre de la supuesta «falta de condiciones para la
con el futuro, no con la nostalgia complaciente y los lucha». Un leitmotiv que reaparece periódicamente...
suspiros traicioneros de «aquellos buenos viejos tiem- década tras década...
pos que se han ido y ya... no volverán». Espíritu de ofensiva, bien, pero... ¿ofensiva contra
El ejemplo de la Revolución Cubana, prisma de las qué y contra quién? Contra el capitalismo, contra el
esperanzas más ambiciosas, los deseos más indomes- imperialismo, y contra las corrientes ideológicas que
ticables y las rebeldías más osadas, es el de la recreación los legitiman (principalmente el posmodernismo, pero
permanente de los proyectos de cambios radicales. también el posestructuralismo y el posmarxismo). Sin
Nada más lejos de ese horizonte que la burocracia, la embargo no solo contra ellos. También contra quienes
corrupción, el enriquecimiento, la diferenciación de apuntan –con lenguaje seductor, edulcorado y engaño-
clases y el mercado, como alertó Fidel en su célebre so– a revertir los logros de la Revolución Cubana res-
discurso pronunciado en la Universidad de La Habana taurando paulatinamente los trillados mecanismos mer-
el 17 de noviembre de 2005. cantiles y en definitiva el capitalismo.
La dignidad de la Revolución Cubana, la de su pue- ¡Sí, de eso se trata, de recuperar la ofensiva tras la
blo y la de su dirección política e histórica, se ha gana- internación en terapia intensiva durante un cuarto de
do con justicia en la confrontación con el imperio más siglo para los proyectos revolucionarios!
poderoso de la Tierra. Y en ese camino, vertiginoso y arriesgado pero apa-
Esa es la Cuba que admiramos, respetamos, quere- sionante, aprender de la Revolución Cubana y de su
mos y defendemos. Lo hicimos, lo hacemos y lo se- liderazgo histórico. ¿O acaso Fidel y el movimiento 26
guiremos haciendo. de Julio, junto con todo el pueblo cubano, hicieron la

89
Revolución siguiendo los «consejos» de alguien? ¿Res- «Nuestro campo de batalla abarca todo el mundo»,
petaron acaso el Ejército Rebelde y todos los jóvenes insistía Fidel cada vez que podía. Nosotros seguimos
que lo integraron y acompañaron la geopolítica de otros creyendo en eso. ¿Está mal?
Estados? ¿El 1 de enero de 1959 se privilegiaron, qui- Que la Revolución Cubana no abandone ese inter-
zá, las necesidades diplomáticas de países amigos? nacionalismo resulta esencial para su supervivencia.
¡No! Definitivamente, no. Fidel siguió su propio ca- No es la política diplomática del «buen vecino» la que
mino. Por eso triunfó. De eso se trata, de adoptar y frenará la voracidad y la agresividad del imperialismo
aplicar su método de análisis y actuación de aquel en- sino la emergencia de nuevas luchas radicales y el for-
tonces. Hoy necesitamos independencia mental. No ce- talecimiento de las que ya existen.
ñirnos a los «consejos» de nadie. No diagramar nues- Seamos claros en este sentido y evitemos cualquier
tra agenda política y nuestra estrategia de confrontación posible ambigüedad. Nos repugna el lenguaje de los
a largo plazo atando nuestras luchas a los compromi- eufemismos y las medias tintas. Solo la verdad es re-
sos coyunturales de ningún ministerio de Relaciones volucionaria. Hoy más que nunca hay que apoyar las
Exteriores, incluyendo los de los Estados amigos y her- luchas de la insurgencia en la América Latina como la
manos. Igual que hizo Fidel para poder triunfar. La mejor manera de solidarizarnos y defender a la Revo-
Revolución Cubana ha sido y es una excelente maes- lución Cubana. Para que Cuba no siga peleando solita
tra. Esperamos haber aprendido la lección que nos en- frente al imperio más poderoso de la Tierra hacen fal-
señó. tan nuevas resistencias. Y cuando hablamos de insur-
Recuperar entonces y reactualizar el internaciona- gencia nos referimos explícitamente a la mexicana y a
lismo militante, el latinoamericanismo apasionado y la la colombiana, pero principalmente a esta última, bas-
independencia mental. tante más poderosa y mucho más radical que aquella
No dejarnos atrapar por los espantapájaros del ma- otra (no casualmente mucho más demonizada desde el
cartismo ni por los cantos de sirena de ese reformismo macartismo yanqui y sus medios masivos de manipu-
putrefacto y recalentado, que sigue oliendo tan mal lación que pretenden asociarla con el narcotráfico o
a pesar de que nos lo quieren presentar con envol- deslegitimarla llamándola «terrorista»). A no engañar-
ventes perfumes. nos, compañeros y compañeras. Cada golpe dado por
La significación de la Revolución Cubana tuvo y la insurgencia contra los gringos en Colombia resulta
tiene entonces alcance mundial. infinitamente más solidario con la Revolución Cubana
¿Cómo entender la radicalidad del movimiento afro- que mil turistas que pasean bronceados y se toman
descendiente en los Estados Unidos obviando la rela- fotos por las playas de Varadero.
ción de las Panteras Negras con la Revolución Cuba- Cuba y su Revolución, tan querida y tan admirada
na? ¿Puede tal vez desconocerse la influencia de Fidel por todos nosotros, no pueden ni deben abandonar a
y el Che sobre los jóvenes rebeldes del 68 europeo? ¿Y los movimientos sociales latinoamericanos ni darles la
la solidaridad con Vietnam? ¿Quién puede borronear la espalda a las experiencias políticas más radicales en
presencia solidaria de la Revolución Cubana en la libera- aras del entendimiento o la convivencia diplomática con
ción de Angola y el fin del apartheid sudafricano? ¿Y la gobiernos que, supuestamente, no atacan a Cuba.
insurgencia latinoamericana? ¿Cómo comprender la teoría La mejor solidaridad con la dignidad de esta Revo-
de la dependencia, la pedagogía del oprimido, la nueva lución caribeña que hoy cumple cincuenta años y con
novela y el nuevo cine latinoamericano o la teología de su heroico pueblo que la ha sostenido cada día y cada
la liberación sin el terremoto de 1959? minuto frente a la bestia imperial, la solidaridad más
Ningún continente quedó al margen del huracán eficaz, la más digna, la más justa, la más realista, con-
sobre el azúcar. siste en continuar la confrontación contra el capital,

90
organizarse, prepararse para acelerar las luchas, re- hacienda, en cada escuela, en cada selva y en cada
cuperando el espíritu de ofensiva de los años 20 y los montaña en que se levante una nueva generación in-
años 60, combatiendo al imperialismo dondequiera que surgente y revolucionaria habrá corazones palpitando
esté. junto a Cuba.
Seamos realistas. Pisemos firme. No nos maree- Estamos seguros de que los trabajadores, las cam-
mos. Necesitamos ubicarnos en nuestra época. Pues pesinas, los estudiantes, las mujeres, los defensores
bien. Ya no estamos en el desierto de los años 90, la del medio ambiente, las guerrilleras, los combatientes
situación latinoamericana ha cambiado. Tenemos que y todos los militantes latinoamericanos por el socialis-
dejar la mentalidad defensiva de aquellos años tristes y mo seguirán llevando en el corazón la estrella incan-
mediocres posteriores a la caída del muro de Berlín y la descente de la Revolución Cubana, junto a la alegría y
derrota del sandinismo en Nicaragua. La imposterga- al ejemplo de su pueblo.
ble solidaridad con la Revolución Cubana tiene que te- ¡Salud, queridos hermanos y hermanas de Cuba!
ner en cuenta ese dato. Nos seguiremos encontrando en la lucha...
En las nuevas luchas que se avecinan en este siglo ¡Hasta la victoria siempre!
XXI la bandera gloriosa de la Revolución Cubana segui-
rá flameando. En cada barrio, en cada fábrica, en cada 31 de diciembre de 2008 c

MATEO MANAURE (Venezuela, 1926): S/t, 1978. Serigrafía, 455 x 905 mm. 3/10

91
SAUL LANDAU

Recuerdos: 1960-1974

E
n diciembre de 2008, me detuve en La Habana después de pasar
diez días en Venezuela. En Caracas me reuní con artistas y traba-
jadores cubanos de la cultura que enseñaban sus técnicas –su dis-
ciplina– a personas que viven en las barriadas violentas de Caracas y
otras ciudades. Lucho, un payaso de circo, habló de las gratificantes
horas suyas y de sus compañeros enseñando a los niños pobres a hacer
malabarismos, caminar en zancos o pintarse la cara.
En una visita anterior a Venezuela, había hablado con médicos, enfer-
meros y técnicos de la salud cubanos y presenciado una feria en la calle
que los organizadores cubanos de la comunidad presentaban en Guare-
nas, a unas treinta millas de Caracas, en la que los residentes participa-
ron con regocijo. Algunos cubanos confesaron que extrañaban a su
familia, pero de todos modos comprendían la importancia de su misión:
al igual que los médicos voluntarios que en 2005 habían afrontado el
Revista Casa de las Américas No. 254 enero-marzo/2009 pp. 92-99

frío y el hielo en Pakistán para ayudar a los sobrevivientes en aquel


lugar, y en muchos otros momentos y lugares del mundo, los cubanos
en Venezuela sabían que participaban en un proceso histórico que tras-
cendía los sentimientos de privación: parientes a los que extrañaban, la
dieta con que estaban familiarizados, el hogar y entorno. Los pacientes
venezolanos ponían por las nubes al equipo médico cubano, que disfru-
taba con los elogios.
El 9 de diciembre, ahora en La Habana y caminando de Playa a mi
hotel, vi grupos de jóvenes en la calle, algunos bebiendo cerveza y escu-
chando reguetón en una grabadora... a mediados de un día laboral. Mis
amigos me habían alertado sobre el aumento del nivel de delincuencia
callejera, sobre todo en diciembre cuando la gente necesita dinero para
comprar comida y bebida para las fiestas. Tres huracanes habían des-
trozado la agricultura cubana y destruido cientos de miles de casas. El
estado de ánimo de los jóvenes «menos conscientes» de la calle, se me
advirtió, no era demasiado amistoso.

92
Había oído alarmas similares en el transcurso de los aún. Ese año viví seis meses en Cuba y fui testigo del
años, exageradas en la mayoría de los casos. En com- incomparable torrente de adrenalina que brinda la idea
paración con muchas ciudades grandes, La Habana de que se está haciendo historia. Vi cómo se sentaban
sigue siendo relativamente segura. Yo acababa de re- los cimientos para la reconstrucción de Cuba, una con-
gresar de Caracas, con su conocida reputación de vio- versión de colonia oficiosa de los Estados Unidos, que
lencia, había nacido y me había criado en Nueva York había practicado el capitalismo tercermundista hasta el
y vivía a unas puertas de Oakland, California, que con enésimo grado, en una sociedad socialista empeñada
una población de cuatrocientos mil habitantes en 2007 en la igualdad y la justicia social, una tarea al parecer
había tenido ciento cincuenta asesinatos. hercúlea. Después de todo, un viaje de diez minutos en
Un hombre a quien supuse de unos veinte años me un caza bastaría para dejar caer bombas y cohetes es-
preguntó la hora como para reconocer el terreno. Son- tadunidenses que sembrarían la destrucción en la Isla.
reí y le dije que eran las dos y media de la tarde. Y, por lo que he leído, esos eran precisamente los pla-
–¿No están trabajando hoy? nes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), dirigida
Se encogió de hombros por la Casa Blanca.
–¿Es canadiense? –preguntó. Para el verano de 1960, se había difundido amplia-
–De California –respondí–. Me preguntó si conocía mente rumores de que la Agencia reclutaba exiliados
cubanos en los Estados Unidos. Trabajaba, dijo, en un cubanos para crear una fuerza invasora. En julio de
taller de reparación de automóviles, pero estaba de li- 1960, mientras la CIA reclutaba exiliados en Miami,
cencia por enfermedad. había visto a cubanos que montaban en la calle los
–No parece enfermo. funerales de la compañía telefónica ITT, propiedad
–¿Qué más da? La mayor parte del tiempo estamos norteamericana que Fidel había nacionalizado. Los «do-
sentados sin hacer nada. lientes» lanzaron al mar el ataúd de la compañía de
Sonrió y resopló. teléfonos.
–Me siento mal en este desgraciado país. También viajé a Oriente y en Santiago de Cuba visi-
Se puso en pie y se marchó, tirando la colilla del té la barriada Manzana de Gómez. El olor a excremento
cigarro en la calle. ¿No le gustaba su empleo? ¿La es- y basura en la calle me hizo prácticamente vomitar.
posa lo acababa de dejar? ¿Le aburría hablar conmigo? Conocí al doctor Vallejo, quien administraba el Inra (Ins-
¡Qué lejos estaba de los payasos cubanos y de los médi- tituto de Reforma Agraria) en la provincia de Oriente,
cos de Venezuela! Sin embargo, ambos eran producto que dirigía el programa de reforma de la tierra.
de los cincuenta años de proceso revolucionario de Cuba, Le dije que había dejado la universidad para ver la
que he observado con mis propios ojos desde mayo de Revolución. Me preguntó qué pensaba que era la Re-
1960. volución y le di una respuesta académica sobre el cambio
Cuarenta y ocho años y medio antes, cuando yo era de los sistemas económico y social. Rió y me dio una
de la edad de ese hombre (veinticuatro), llegué a La palmadita en la espalda. «También es un cambio muy
Habana y pude haber dicho algo parecido a lo que este profundo en la forma en que las personas ven el mun-
desalentado joven acababa de expresar, pues mi vida do» –dijo–. «Ya verá».
en los Estados Unidos, desempleado y tras haber aban- Vallejo había servido en el ejército norteamericano
donado la universidad sin graduarme, me hacía sentir durante la Segunda Guerra Mundial y, por tanto, mane-
malísimamente. jaba los giros idiomáticos. Interrumpió su práctica como
En Cuba, sin embargo, los muchachos de mi edad ginecólogo en Manzanillo, Oriente, para unirse a la Re-
o, al parecer, más jóvenes dirigían ministerios y lleva- volución. Relató la historia de cómo había entregado a
ban barras de oficiales en los uniformes. Fidel tenía King Ranch, filial de la famosa propiedad tejana, los do-
treinta y dos años, el Che y Raúl eran de menor edad cumentos en que se ordenaba su expropiación.

93
Conocía al administrador y a su esposa porque ha- sexuales. Recuerdo al traductor Juan Arcocha, al na-
bía sido yo quien la había asistido en sus partos. Le rrador Calvert Casey, al cineasta Néstor Almendros y,
anuncié que tenía malas noticias y le entregué los por último, al poeta Heberto Padilla.
documentos. Rió y me dijo que yo era muy chisto- Como el hombre desdichado que encontré en la ca-
so. Llamó a su esposa, una mujer muy atractiva de lle en el año 2008, perdieron su oportunidad de
Texas, y me ofrecieron café mientras yo les expli- convertirse en agentes históricos. Cabrera Infante es-
caba que la orden de expropiación era real. No po- cribió novelas importantes y Padilla publicó buenos
dían creerlo. Me aseguraron que eso significaría que poemas. Arcocha y Casey desaparecieron incluso de
los marines vendrían a Cuba y que eso los mortifi- la escena literaria. Néstor ganó premios Oscar. Cada
caba porque sentían que me debían mucho por ha- uno de ellos se asustó, se sintió insultado personal-
ber recibido a sus hijos. Fue un poco triste. Pero mente o sencillamente «se hartó» de las indignidades
ese es el dramatismo de la Revolución. Los ameri- que acompañan a una revolución donde las masas suelen
canos no pueden creer que una antigua colonia, aun- adoptar decisiones que afectan a los artistas. Ninguno
que no oficial, pueda seguir su propio destino. Nos se había comprometido durante la insurrección, aunque
consideramos parte de un proceso que comenzó odiaban a la dictadura de Batista. Los revolucionarios,
hace casi cien años [se refería a la primera guerra de aprendí, se comprometen, comprometen sus vidas. Eso
Cuba por independizarse de España] y de la que la los diferencia de los simpatizantes.
mayoría de mis amigos americanos no saben nada... Yo había estudiado las Revoluciones Francesa y Rusa,
ni siquiera los graduados de historia, me la juego. pero en Cuba fui testigo del poder de las ideas: palabras
convertidas en hechos, la movilización de cientos de mi-
Tenía razón. Los funcionarios que autorizaban los les de personas para la defensa, la construcción, la alfa-
disparos y bombas que escuché casi todas las noches betización y el trabajo voluntario también provocaban la
de regreso a La Habana apenas conocían o les impor- enemistad del imperio más poderoso del mundo.
taban las motivaciones de la Revolución Cubana. A los En medio de esta montaña rusa de drama, los intelec-
disparos y explosiones que oía se les calificaba de des- tuales sufrieron ofensas, bofetadas y desaires que, para
obediencia engendrada por trucos sucios, operaciones algunos, fueron motivación suficiente para «desencan-
encubiertas o cualquier otro nombre. Maestros cuba- tarse» y marcharse. La Revolución, esa palabra que re-
nos y miembros de la Milicia murieron en algunos sa- presentaba la peligrosa producción que yo presenciaba,
botajes o incursiones contrarrevolucionarias. ofreció a cada ciudadano la oportunidad de desempeñar
También vi manifestantes que marchaban jubilosos su papel histórico, pero no necesariamente de escribir
en julio, después que Eisenhower cortó la cuota azuca- las frases o acciones del papel. La Revolución incluyó
rera cubana en respuesta a la nacionalización por Cuba en el elenco a quienes se ofrecieron para desempeñar
de las refinerías petroleras propiedad estadunidense. un papel.
«Sin cuota, pero sin amo», se leía en las pancartas En abril de 1961, mi amigo, el poeta José A. Baraga-
que llevaban los manifestantes. ño, peleó en Bahía de Cochinos. Había ido en su carro
«Sin cuota, pero sin ano», bufó Guillermo Cabrera desde La Habana a la zona de combate, se había unido
Infante, que caminaba junto a mí. Esto era reflejo de a su compañía de Milicias. Otros amigos vivieron la
su profundo cinismo, cualidad que dio origen a un hu- terrible experiencia y siguieron participando en el peli-
mor y una visión tan oscuros sobre la naturaleza som- groso proceso de cambiar de comportamiento mediante
bría del alma del intelectual masculino. instituciones en cambio: revolución.
Guillermo desertó en 1964. Otros amigos que había En enero de 1961, observé a un joven teniente –no
hecho en Lunes de Revolución se marcharon también creo que se afeitara aún– supervisar el momento en
por una variedad de razones, desde políticas hasta que se izaba la segunda de dos ametralladoras antiaé-

94
reas checas de cuatro bocas al techo del mezzanine del cubanos, a no ser que se cuente al Alamo (Texas no
hotel Riviera. Modestamente le sugerí que sería bueno era un estado todavía).
mantener las ametralladoras alejadas, porque a un pro- En 1967, regresé con un equipo de rodaje de la US
yectil que cayera le sería posible destruir a las dos (en- Public Television. A fines de julio volamos a Santiago
trenamiento del Cuerpo de Oficiales de Reserva). Se de Cuba. En lugar de la Manzana de Gómez había cua-
me quedó mirando. Intenté imaginarme a mí mismo, o dras de nuevas casas de apartamentos. Entrevisté en
a cualquier otro de mis conocidos de la universidad, cámara a algunos de los trabajadores que en un tiempo
asumiendo a esa edad un nivel de responsabilidad tal. vivieron en fétidas covachas que la Revolución derribó
–Tiene razón –admitió después de reflexionar y or- y sustituyó por un barrio decente. Los residentes nos
denó a miembros de su escuadra, quienes parecían mostraron con orgullo sus nuevas viviendas. Tenían
todavía más jóvenes, detenerse y colocar la ametralla- empleo. El pútrido arroyo que corría por la calle de
dora a unas cincuenta yardas de distancia. Los dos tierra había cedido su lugar a aceras pavimentadas. Un
sabíamos que pronto vendría una invasión, con o sin hombre nos mostró con satisfacción la escuela y la
fuerzas estadunidenses. Había visto escuadras de la clínica nuevas y señaló al hospital un poco más abajo
Milicia plantar explosivos bajo los puentes de la carre- del camino.
tera a Pinar del Río y los medios de difusión estaduni- Los subdesarrollados caminos de campo que había
denses vomitaban historias de campos de entrenamiento recorrido siete años antes, por donde solo podían via-
en Guatemala. jar vehículos con tracción en las cuatro ruedas, habían
El 7 de abril de 1961, Tad Szulc escribió sobre el sido pavimentados. En algunos de los pueblitos había
entrenamiento y plan operativo de la CIA en Guatemala escuelas y clínicas. Los funcionarios cubanos lleva-
e incluso informó el lugar y día probables de la inva- ban a los visitantes a un lugar desde donde se veía la
sión: 18 de abril por Bahía de Cochinos. El editor del Base Naval estadunidense de Guantánamo. Allí, un gru-
The New York Times consultó a la Casa Blanca, y se po de baile de mujeres del ejército vietnamita presentó
cuenta que el propio Kennedy dijo que no sería en el un ballet relacionado con la guerra. Las bailarinas viet-
mejor interés de la seguridad nacional de los Estados namitas agradecieron a Cuba la ayuda dada durante la
Unidos publicar la fecha y el lugar de la invasión. The guerra.
Times eliminó ambas informaciones y las referencias a –¿Qué ayuda? –le pregunté a nuestro guía del Mi-
la CIA. Debió haber cambiado su divisa a «Se publican nisterio de Relaciones Exteriores de Cuba.
todas las noticias que se adecuan a la seguridad nacio- Este sonrió. O no lo decía o no lo sabía.
nal». (Más tarde, Kennedy le comentó en broma al editor
que, de haber publicado la información original, se Siete años más tarde, en julio de 1974, Fidel en-
hubiera ahorrado muchos problemas. Añado esta nota contró accidentalmente a una delegación de alto nivel
en referencia no solo a la forma en que los medios de visitantes femeninas vietnamitas en una casa de
pudieron haber cambiado la historia, sino también para protocolo. Saludó entusiastamente a las invitadas y
atemperar la rectitud que despliegan los vástagos de la descollando sobre una de ellas a quien casi le doblaba
prensa estadunidense hacia la censura en Cuba.) la estatura, comentó:
Me maravilló la victoria de Cuba en Playa Girón y –De verdad que hace calor hoy. Casi tanto como
compadecí a Bob Taber, presidente del Comité de Tra- hacía en Quang Tri.
to Justo para Cuba (Fair Play for Cuba Committee), al Le pregunté cuándo había visitado Vietnam y qué
que yo pertenecía, que fue herido por la metralla cuan- había hecho allí.
do fotografiaba la acción de cerca. Era la primera vez –El año pasado. Te lo contaré después –dijo.
que los Estados Unidos sufría una derrota militar en la Todavía no lo ha hecho y tampoco se ha escrito la his-
América Latina, aunque con un ejército de exiliados toria de la contribución cubana a la guerra de Vietnam.

95
Los periodistas y artistas invitados que asistían a prender la experiencia de pasar más de dos años vivien-
una conferencia del Salón de Mayo, cantantes de mú- do en la Sierra cuando combatían al ejército de Batista.
sica folk y miembros de organizaciones de solidaridad Fidel utilizó su discurso del 26 de Julio para enseñar
de todo el mundo se reunieron en Santiago para la ce- la misma lección a cubanos y a artistas europeos: «[...]
lebración del 26 de Julio. entre el intelectual europeo y el campesino de la Sierra
Dos días antes, cientos de invitados 1 habían sido Maestra, o el cortador de caña, existe en común [...] el
llevados a Baracoa –en un viaje de ocho horas– donde afán por la dignidad del hombre». Esta sencilla frase
pasamos a camiones con tracción en las cuatro ruedas resumió la esencia que me atrajo a mí y a tantos miles
en los que viajamos por un pedregoso camino del bos- del mundo a la Revolución Cubana.
que. Un coro de intelectuales europeos gemía sacré «Alcanzar el poder estatal», dijo Fidel, palidece ante
bleu (Dios santo) o expresiones similares; algunos reía- la tarea «de construir un nuevo país sobre las bases de
mos. Íbamos de pie en camiones abiertos con un vien- una economía subdesarrollada, la tarea de crear una
to que soplaba polvo rojo. Apenas podíamos recono- nueva conciencia, un hombre nuevo sobre las ideas
cernos unos a otros. Los camiones se detuvieron en que han prevalecido prácticamente durante siglos en
un claro y vimos un camión refrigerador –Dios sabe nuestra sociedad». Habló de la necesidad de combatir
cómo habría llegado allí– y los cubanos descargaron «las ideas viejas, los viejos sentimientos de egoísmo,
paleticas de helado para los invitados de rostros car- los viejos hábitos de pensar y de verlo todo».
mesí, quienes rezongaban. Sonaba como Cristo, Bolívar, Martí, don Quijote y
–Es por encima de todo un perenne anfitrión –obser- Sun Tzu, todos en uno. «[...] una unidad militar puede
vó Lee Lockwood, quien acababa de escribir Castro’s quedarse sin mando; pero mientras haya una escuadra
Cuba, Cuba’s Fidel, todavía el mejor libro sobre el líder hay el germen de un ejército guerrillero. ¡Y mientras
cubano. En Gran Tierra, en el extremo oriental de la haya un hombre con un fusil, hay el germen de un
Isla, un nuevo proyecto de viviendas casi terminado ejercito guerrillero!».
ofreció unas cuantas duchas para varios cientos de via- Su público: su propio pueblo, quienes apoyaban a la
jeros exhaustos. Emplazamos las cámaras. El sol se ponía Revolución Cubana en todo el mundo y los que en
en el Paso de los Vientos que separa a Cuba y Haití. Wáshington toman las decisiones. «[...] no le pasará a
¿Había pretendido Fidel dar a los huéspedes extran- este país jamás lo que a otros, no habrá rendiciones,
jeros una lección modesta de tolerancia ante las difi- no habrá vencidos, porque siempre un hombre con un
cultades, como opinaba un escéptico francés? Fidel fusil [...] será extraordinariamente peligroso».
llegó en helicóptero con Stokely Carmichael, uno de Recordó «la lista infinita de crímenes y fechorías»
los líderes del movimiento Black Power en los Estados que los imperialistas habían «cometido contra este país.
Unidos. Pidió disculpas por el difícil viaje y habló du- ¿Qué posición moral tienen, qué derecho tienen, qué
rante menos de dos horas. Cuando los fatigados con- jurisdicción tienen para juzgar y castigar a este país?».
currentes iniciaron el corto camino a los alojamientos Los poderosos y creativos estenógrafos de la Casa Blan-
improvisados en Gran Tierra, vieron mesas del tamaño ca, que se dan el nombre de prensa libre, todavía no
de una cuadra con manteles, botellas de ron y cerveza han respondido la pregunta de Fidel.
fría y camareros en esmoquin colocando fuentes de
arroz con pollo.2 –¿Y qué nos hizo Cuba a nosotros? –preguntó John
Fidel se unió al grupo y bromeó sobre las dificultades Burton, ex presidente del Senado de California. Lugar
que todos habían padecido. Tal vez les facilitaría com- y momento: Sección de Intereses de los Estados Uni-
dos, La Habana, diciembre de 2006.
1 En español en el original. (Nota de la traductora.) El diplomático estadunidense dijo que el gobierno
2 Ídem. cubano violaba los derechos humanos.

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Burton repitió su pregunta. El diplomático no tuvo Mate, que serviría a la región completa de Contramaes-
respuesta. tre. Después de muchos aplausos y un breve saludo
a la multitud, Fidel comenzó a explicar la importancia
En 1967, Report from Cuba apareció en la televi- de la tecnología para superar el subdesarrollo:
sión pública de los Estados Unidos. En enero de 1968
le pregunté a Fidel si podía hacer una película sobre él. Un país que ha vivido con retraso técnico bajo ex-
Aceptó. Después de esperar siete semanas, comenza- plotación económica no tiene siquiera la oportuni-
mos un viaje por la Sierra Maestra y la Sierra Cristal. dad de tratar de formar a un número mínimo de
Cada mañana Fidel escogía un tema y luego pensa- técnicos para llevar a cabo estas tareas, sin las cua-
ba en alta voz. En enero de ese año, al clausurar el les no habrá forma de emerger de la pobreza, la
Congreso Cultural de La Habana, había hablado en miseria y la dependencia absoluta de las fuerzas in-
público de cómo Moscú había socavado el programa controlables de la naturaleza.
revolucionario latinoamericano. En el jeep, rebotando
en los trillados caminos de tierra de las montañas, fue En la multitud, campesinos y trabajadores jóvenes
más allá de insinuar su desdén hacia los líderes sovié- escuchaban con avidez. Dada la ausencia de diarios,
ticos, de quienes había dicho que su comportamiento Fidel se había convertido, al decir de Lee Lockwood,
padecía de «entumecimiento patológico». Los contra- en «el diario viviente de Cuba». Brindaba información
puso a «sectores del clero que se convierten en fuerzas y explicaba:
revolucionarias». Entonces preguntó, retóricamente:
«¿Cómo vamos a resignarnos a ver sectores del mar- No inauguramos esta presa con la idea de que he-
xismo [el Buró Político soviético] convertirse en fuerzas mos hecho algo grande. Es una presa importante
eclesiásticas?». porque es la primera, porque se convirtió en una
Continuó esta sorprendente crítica con una broma escuela, porque nos dio experiencia, porque se cons-
mordaz. «Esperamos, como es natural, que decir es- truyó con el entusiasmo, la buena voluntad, el cora-
tas cosas no acarree la excomunión [risas] ni, por su- je y la tenacidad de nuestros trabajadores. Inaugu-
puesto, la Santa Inquisición». ramos una presa que es solo el inicio del enorme
En el jeep, reanudó su crítica a la política soviética y empeño en recursos hídricos que debemos llevar a
culpó a su «traición» de la muerte del Che. De haber cabo en todo el país.
llevado a cabo el Partido Comunista boliviano la misión
que sus líderes habían convenido, dijo con emoción, el Cuando Fidel detenía la caravana en los poblados de
foco guerrillero dirigido por el Che hubiera tenido posi- montaña, las casas parecían vaciarse según la gente
bilidad de vencer. Pero, apuntó Fidel, Moscú impidió corría a verlo y, lo que es más importante, a quejarse.
que un frente clandestino vital hiciera lo que su equiva- Los pobladores lo llamaban Fidel, en una atmósfera de
lente cubano había hecho durante la insurrección contra confianza total, por una parte, y adoración evidente,
Batista en 1957 y 1958. Sin sabotaje urbano que minara por la otra. Fidel escuchaba y muchas veces ofrecía
la energía de las fuerzas represivas, sin información, remedios. En un poblado le dijo al comandante Guiller-
suministros, armas y reclutas frescos, el foco tenía po- mo García, que conducía el jeep, que enviara una vaca
cas posibilidades de alcanzar buenos resultados. F1 (una raza de cruce genético de cebú y Holstein,
La conversación parecía sincopar su ritmo a los para dar más leche al lugar). En otro, un anciano espe-
rebotes del jeep, Las ideas de Fidel ejercitaban mi ce- raba para pedirle a Fidel una casa.
rebro, mientras que el movimiento del jeep brindaba Sentí que veía a un comunista comprometido a quien
estímulo a mis riñones. Qué alivio cuando se detuvo. la historia había colocado en un escenario semifeudal,
Fidel debía inaugurar, el 5 de julio, una nueva presa, El un señor feudal altruista que se ocupaba de su feudo

97
socialista, aplicando valores comunistas en una tierra La película de 1974 incluía también tres largas se-
en que los campesinos vivían en chozas similares a las siones con Fidel, en las que habló largamente sobre
que Colón hubiera podido encontrar. una serie de temas. Antes de comenzar a filmar, Frank
Además, como en Cuba había pocos agrónomos o le entregó formalmente la carta al líder cubano. Lo vi-
genetistas pecuarios –la mayoría de los profesionales mos leer y mover la cabeza afirmativamente.
había huido a los Estados Unidos– Fidel se había hecho «Monkiweetz» –le preguntó a Frank en español–,
experto autodidacta en estas esferas. De noche, cuando «¿le llevarías mi respuesta al señor Kissinger?»
se apagaban las luces de otras tiendas, la de Fidel per- Este regresó con una respuesta y se inició una serie
manecía encendida. Estudiaba minuciosamente libros de reuniones secretas entre Ramón Sánchez Parodi y
científicos sobre fertilización vegetal y cría de ganado... Néstor García, por la parte cubana, y el subsecretario
y una biografía de Simón Bolívar por Waldo Frank. de Estado Lawrence Eagelberger y el secretario adjunto
de Asuntos Interamericanos, William Rogers. Las con-
En 1987 filmé a Guillermo, un grabador retirado, versaciones, dirigidas al restablecimiento de relaciones,
en Lawton. Explicó: Una revolución se hace con la se desviaron debido al enojo de Kissinger por el apoyo
gente que se tiene, no con la que quisiera tener. Sería de Cuba a la independencia de Puerto Rico y, más tarde,
fácil si todos estuvieran en el mismo nivel y todos com- por el despacho de efectivos a Angola en el otoño de
prendieran y estuvieran de acuerdo en lo que habría 1975. Para aquel momento, sin embargo, las elecciones
que hacer y luego lo hicieran. Pero la vida no es así. presidenciales estadunidenses estaban en el horizonte y
No se puede botar a los que no entienden y sustituirlos observadores íntimos sospechaban que el presidente
con socialistas perfectos. Ford no quería perder la primaria republicana en la Flo-
rida ante Ronald Reagan, porque se le considerara débil
En 1974 Frank Mankiewicz y Kirby Jones me con- en el tema cubano (por estar llevando a cabo conversa-
trataron para que produjera una entrevista fílmada a ciones).
Fidel, que más tarde vendieron a la CBS. Frank había Fidel relucía optimismo durante las tres largas no-
dirigido el Cuerpo de Paz en la América Latina a fines ches de debate… y con buenas razones. Para 1974,
de los años 60 y luego, en 1972, la campaña presiden- miles de cubanos habían regresado con grados avan-
cial de George McGovern. También había servido en zados de universidades y escuelas técnicas en la Unión
la Junta Asesora de Política Exterior del secretario de Soviética y países socialistas aliados, y habían comen-
Estado Kissinger. Le sugerí a Frank que le contara a zado a aplicar sus conocimientos y habilidades técni-
Kissinger sobre su inminente viaje a Cuba y si deseaba cas en la economía cubana. El precio del azúcar en el
enviar algún mensaje. mercado mundial se había elevado y Cuba, incluso,
Sorprendentemente, Kissinger le pidió a Frank que había podido importar carros de la Argentina –conce-
le llevara una nota a Castro, lo que este hizo. sión ofrecida por Kissinger, que también benefició los
Antes de encontrarnos con Fidel, filmamos por toda intereses comerciales estadunidenses.
la Isla. Los caminos polvorientos y desiguales de las Mankiewicz le preguntó si Cuba no había cambiado
Sierras habían desaparecido; en su lugar, carreteras la dependencia a los Estados Unidos por otra, incluso
pavimentadas. Clínicas, escuelas, bloques de aparta- más onerosa, a la Unión Soviética.
mentos y estructuras agrícolas salpicaban el paisaje.
En seis años los cubanos habían construido un nuevo ¿Cómo puede compararlas? [respondió retóricamente
país encima del viejo. Quedaban algunos bohíos para Fidel]. Los Estados Unidos eran dueños de nuestras
recordarles a todos el pasado, y porque algunos pe- minas, de nuestros mayores centrales, de nuestras ma-
queños agricultores los preferían a las nuevas casas de yores industrias y de las mejores tierras. Los Esta-
apartamentos. dos Unidos poseían nuestras empresas de servicios

98
públicos, nuestros bancos: en resumen, los Estados idea de una Pax Americana impuesta al mundo por las
Unidos controlaban nuestro comercio exterior. Los armas estadunidenses», recordó Fidel. Y continuó:
Estados Unidos eran dueños de Cuba. Kennedy había desafiado a los poderosos militaristas
En cambio los soviéticos no tienen aquí una sola al impugnar «el costo de tantos miles de millones de
mina, una hectárea de tierra. No tienen nada más dólares anuales en armas». Y concluyó: «Kennedy de-
que el edificio donde se encuentra su embajada. seaba cambiar las propias bases de la actitud estaduni-
Además, nos han concedido crédito importante, dense hacia la Unión Soviética».
ayuda y condiciones comerciales ventajosas. Dado que Fidel pensaba que este discurso mostraba
un cambio de opinión de Kennedy sobre la Guerra Fría,
Surgió el tema de la democracia, y Fidel respondió había esperado con interés la visita de Jean Daniel. Fi-
con fuerza y regocijo: «En la democracia de ustedes el del dijo que consideraba que los actos de Kennedy de-
mendigo y el millonario son iguales. No creemos que mostraban un deseo de acercamiento.
la democracia sea posible sin igualdad». Entonces enumeró las otras razones evidentes por
No dudaba que algunas personas pudieran expresar las que Cuba no hubiera participado en un hecho ho-
libremente sus opiniones, cuando Mankiewicz preguntó rrendo de esa naturaleza. No creemos en el asesinato.
sobre el control de la prensa en Cuba. «Pero en última Fidel le había dicho a Mankiewicz en cámara:
instancia, la libertad de prensa en su país depende de lo
que los dueños de los diarios y demás medios decidan Hubiera sido más fácil asesinar a Batista que llevar a
permitir». cabo una guerra de guerrillas, pero eliminar a un
La película Cuba and Fidel, se exhibió en el otoño dictador no cambia un sistema. En segundo lugar,
de 1974, después que el reportero de la CBS Dan Ra- ¿por qué íbamos a eliminar a un enemigo conocido,
ther voló a Cuba e hizo una segunda entrevista a Fidel. a un enemigo que habíamos enfrentado en Playa
Una de las piezas que la CBS decidió no mostrar guar- Girón y en la Crisis de Octubre para sustituirlo por
daba relación con la respuesta de Fidel a acusaciones un enemigo desconocido? Eso hubiera sido en ver-
de que había estado detrás del asesinato de Kennedy. dad tonto. Por último, en caso de que los investiga-
Recordó que el 22 de noviembre de 1963 estaba dores descubrieran que Cuba había desempeñado
sentado en una sala con el emisario de Kennedy. El algún papel en un hecho tal, bueno, el ejército nor-
presidente había dado a Jean Daniel, un reportero fran- teamericano nos habría incinerado.
cés, una lista de temas para posible negociación. Cuando
la reunión comenzaba, recordó Fidel, «se me dio la Más tarde supe que mientras Daniel estaba reunido
noticia de que se había producido un atentado contra con Fidel, otro emisario de Kennedy recibía un rifle de
Kennedy en Dallas». Entonces pasó a elogiar a Kenne- francotirador para asesinar a Fidel. Pero Fidel seguía
dy por haber tenido el coraje político de cambiar de convencido de que, de haber vivido Kennedy, los Esta-
opinión, refiriéndose a su discurso del 10 de junio de 1963 dos Unidos habrían cambiado su curso hacia la Unión
en la American University en el que examinó «el tema Soviética y Cuba. c
más importante de la tierra: la paz mundial». Fidel no
había olvidado las palabras de Kennedy. «Desafió la Traducción del inglés por María Teresa Ortega Sastriques

99
FERNANDO MARTÍNEZ HEREDIA

Visión cubana del socialismo


y la liberación
I. La larga marcha del socialismo y la liberación

L
a revolución que triunfó en Cuba el 1 de enero de 1959 puede inscri-
birse en la gran corriente de luchas de liberación de pueblos y nacio-
nes que a partir de 1945 conmovía al mundo que pronto iban a
llamar tercero. Revoluciones triunfantes y otras que no lo fueron, movi-
mientos nacionalistas e independencias concedidas o arrebatadas que
cambiaban el mapa mundial, líderes carismáticos y partidos que estre-
naban la política nacional en sus países. El lenguaje de los medios de
comunicación se pobló de nuevas palabras, porque había que nombrar
a tantos eventos, nuevos Estados y personalidades, que para esos me-
dios nunca habían existido. El mundo exclusivo de los conciertos de las
potencias y la fatigosa misión civilizatoria del hombre blanco y superior
habían desaparecido cuando los «barbudos» de la Sierra Maestra llega-
ron a La Habana.
Revista Casa de las Américas No. 254 enero-marzo/2009 pp. 100-114

Las ideas también se estaban revolucionando entre 1945 y 1959. A la


exigencia de que la democracia fuera efectiva como sistema político se
unió la de que la democracia tuviera en cuenta formas de justicia social.
Las clases dominantes del capitalismo desarrollado tuvieron –en térmi-
nos generales– que atener sus políticas sociales y sus discursos a esos
reclamos que siguieron a la caída del fascismo. La gran corriente de
luchas del Tercer Mundo produjo un desarrollo muy rico del pensa-
miento anticolonial y antineocolonial, y le otorgó a este un gran presti-
gio. La mundialización de las ideas políticas dejó de ser sobre todo asunto
de consumidores, cuando nuevas fuerzas las rehacían de acuerdo a sus
necesidades o elaboraban ideas propias. La diversidad cultural comenzó
a tener presencias que nacían de los que fueron colonizados, y que
pugnaban contra su reducción al exotismo y a las modas dictadas desde
los países llamados centrales.
Por su parte, el socialismo soviético y su campo de influencia inter-
nacional vivieron paradojas tremendas. En la Segunda Guerra Mundial,

100
la URRS enfrentó la agresión nazi a un costo terrible y nes, las actitudes, los hechos, la persistencia, la creati-
fue la protagonista de la victoria de los Aliados; en Eu- vidad, la conciencia y la organización de la gente del
ropa, numerosos sectores burgueses fueron cómpli- propio país, los elementos de la cultura propia a los
ces o colaboradores de los fascistas, mientras muchos que echan mano los participantes y los otros elemen-
comunistas los combatían. Sobrevino un gran auge del tos de esa cultura que les imponen su existencia. Por
prestigio del socialismo y de la URSS, país que amplia- otra parte, no se debe olvidar que durante el curso del
ba su campo a gran parte de la Europa oriental y cen- siglo XX se produjeron dos mundializaciones que han
tral, mantenía el liderazgo en el movimiento comunista expandido la influencia de los aspectos internacionales
internacional y emergía como una potencia a escala en el curso de las revoluciones: la definitiva del capita-
mundial y la única capaz de enfrentarse a los Estados lismo y su cultura, que llevaban siglos en ese proceso,
Unidos. Pero sucedió un segundo desencuentro histó- y la de los movimientos y las ideas contra el capitalis-
rico entre este campo soviético y comunista y un Ter- mo y por la liberación de los pueblos y las personas.
cer Mundo que multiplicaba sus ideas, movimientos La cubana de 1959 ha sido la última revolución en
de liberación y Estados. La URSS fue saliendo en los que el ámbito y los factores nacionales han sido prác-
años 50 de la dictadura descarnada como sistema po- ticamente los únicos relevantes, a la vez que fue la
lítico, pero no se mostró capaz de retomar un camino primera que venció en toda la línea en un país neocolo-
de creaciones socialistas. Su política exterior se regía nizado.1 Además, el triunfo y la permanencia de su poder
por razones de Estado y por los acuerdos limitadores fue una extraordinaria victoria contra la geopolítica,
de su conflicto con los Estados Unidos y el campo que no admitía que esos hechos fueran posibles. Pero
capitalista. Por consiguiente, aunque resultó un factor no puede negarse que durante casi medio siglo la geopo-
positivo para una parte de los Estados y movimientos lítica ha estado vengándose concienzudamente de aque-
nacionales del Tercer Mundo, no fue un adalid del an- llos logros cubanos.
ticolonialismo. Por otra parte, el marxismo de la URSS Por su carácter de revolución socialista de libera-
y el movimiento comunista –que era la corriente mar- ción nacional, la cubana debía explicarse atendiendo a
xista más fuerte a escala mundial– se mantuvo preso ambos terrenos de los movimientos prácticos y las ideas:
en las cárceles del dogmatismo y el reformismo, en la liberación nacional y el socialismo. Pero el estatus
momentos en que era necesario que asumiera al Ter-
cer Mundo en movimiento y le brindara aportes. 1 Este último rasgo ha sido expuesto muy bien por Jesús Arbo-
Pero ningún evento revolucionario en un país –es leya, en La Revolución del otro mundo: Cuba y Estados Uni-
decir, un evento capaz de cambiar vidas, relaciones dos en el horizonte del siglo XXI, Melbourne, Ocean Sur, 2007.
sociales, instituciones y mundo ideal, y establecer un Una breve digresión necesaria. Después de colocar esta prime-
ra nota al pie, comencé a advertir que debía dar cuenta de un
antes y un después– puede explicarse a partir de los
extenso repertorio de aportes muy relevantes de la ciencia
movimientos de los «hechos» y de las ideas interna- histórica respecto a los temas y problemas de Cuba que vengo
cionales que resultan objeto de las selecciones y las tratando, y quizá ir anotando también fuentes que permitieran
comprensiones que se formulan desde la Historia –con constatar que ellos fueron objeto de identificación, criterios,
sus consecuentes periodizaciones–, por más que esas ideologías y análisis en muchos casos profundos, por parte de
variables externas tengan un peso influyente y a veces protagonistas y otros actores de aquellos procesos. Pero esa
abrumador. Las revoluciones constituyen un complejo tarea es imposible cumplirla, dadas la entidad y el tamaño de
de sucesos y conductas –muchos de ellos inesperados este trabajo, y el tiempo con que cuento. Por ello –y por no ser
parcial en cualquier selección que emprendiera– decidí pres-
y hasta inconcebibles– que subvierten y derrotan el
cindir de un aparato bibliográfico y de documentos. Me limito
orden vigente en un país, ensayan a construir un mun- a reconocer la necesidad y la justicia de tener en cuenta ese
do nuevo y ponen en marcha proyectos muy ambicio- extraordinario venero, y la procedencia de utilizarlo para pre-
sos. Para todo esto resultan decisivos las motivacio- cisar, apoyar o contradecir este texto.

101
subalterno de la liberación nacional respecto al socia- la liberación en la historia cubana, hasta la revolución
lismo en el campo de las ideas anticapitalistas fue esta- que triunfó en 1959. Cuba es un laboratorio extraordi-
blecido desde hace cerca de un siglo por un marxismo nario para estudiar el proceso histórico, la naturaleza y
que no ha podido salir del todo de su impronta euro- los cambios de esos dos movimientos e ideas, y las com-
centrista, hasta el punto que la mayoría de las perso- plejas relaciones que se establecen entre ambos. El pro-
nas de izquierda de los continentes que fueron coloni- yecto del socialismo revolucionario marxista es hijo de
zados aceptan que la liberación nacional es un peldaño la comprensión del carácter mundial del capitalismo y
de una escalera simple que conduce al socialismo. No de la necesidad de que se le enfrente una revolución que
puedo detenerme aquí a criticar una idea errónea que no nace de las resistencias de las formas sociales pre-
impide plantearse bien –y por tanto pensar y producir vias, que él aplasta, somete o explota mediante su tipo
ideas válidas– todo un territorio de la realidad y de los de dominación, sino de las propias fuerzas sociales que
combates y los proyectos, que es nada menos que el el capitalismo desarrolla, explota y domina para poder
territorio nuestro. Si asumimos este problema desde una ser y expandirse. Esa revolución, que Marx llamó prole-
perspectiva más libre a la vez que comprometida –como taria, encuentra su sentido a escala mundial, aunque se
en su momento hizo Frantz Fanon–, estaremos en me- ve precisada a actuar en ámbitos nacionales. La libera-
jor posición ante los productos de ciencias sociales y ción nacional es hija de la comprensión de lo esencial del
pensamiento de las últimas décadas sobre estudios cul- dominio colonial o neocolonial que se ejerce sobre todos
turales, estudios poscoloniales y otros, pero sobre todo los componentes sociales de un país determinado; de la
ante la necesidad impostergable de producir investiga- necesaria unidad de explotados, oprimidos, humillados
ciones y reflexiones propias. y ofendidos para lograr movimientos capaces de obte-
La Revolución Cubana ha debido referir sus inter- ner independencia y soberanía nacionales; y de la insufi-
pretaciones y ubicaciones intelectuales e ideológicas al ciencia de la mera independencia para lograr la justicia
socialismo. Sus mayores protagonistas –en cuanto social y las libertades reales que exigen los participantes
pensadores e ideólogos– han tenido que vérselas con de las revoluciones populares.
esa cuestión; también quienes se han dedicado al pen- A primera vista, la diferencia parece clara: el socia-
samiento social, los docentes y otros interesados. Un lismo es mundial y la liberación es nacional. Pero los
ejemplo: como siempre debían existir «etapas» previas procesos reales han diferido en extremo de esa visión
y «tareas» para completar el capitalismo en el camino tan simple. Casi una centuria de universalización del
hacia el socialismo que emprendieran nuestros países socialismo revolucionario y la puesta en práctica de la
–los que fuimos ascendiendo de «atrasados» y «colo- liberación nacional a lo largo del siglo XX registran una
niales y semicoloniales» a «subdesarrollados»–, y como multitud de coincidencias, tensiones, conflictos, soli-
debíamos padecer regímenes «semifeudales» aunque no daridades y mutaciones de papeles entre la liberación y
hubiera feudalismo en nuestra historia, se consideró que el socialismo. Durante varias décadas estos temas han
la revolución triunfante en Cuba en 1959 tuvo dos eta- estado en el centro de mis actividades intelectuales;
pas: una que va desde aquel 1 de enero hasta octubre de ellas me han llevado, por ejemplo, a valerme de la no-
1960, llamada democrática, agraria y antimperialista, y ción de socialismo cubano.2 Reitero que me limitaré a
una segunda etapa, socialista gracias a los decretos presentar un punteo de cuestiones que considero prin-
revolucionarios de nacionalización de las grandes em- cipales, con el objetivo de sumarlas al rico venero de
presas capitalistas extranjeras y nacionales. Es impre- aportes con que ya contamos, tratando de contribuir a
sionante que una explicación tan artificial se repita hasta
el día de hoy. 2 Mi primer libro publicado en Cuba con identificación del au-
Dedico este breve trabajo a anotar rasgos y proble- tor fue Desafíos del socialismo cubano, La Habana, Centro de
mas que considero principales en cuanto al socialismo y Estudios sobre América, 1988.

102
la profundización y el debate que nos son vitales en la Desde su origen como movimiento importante en
actualidad. Socialismo y liberación albergan permanen- 1868 el independentismo se encontró ante colosales pro-
cias y cambios, aspectos perimidos y nuevos conteni- blemas de justicia social. La abolición revolucionaria de
dos, en su transcurso histórico y hoy mismo. Necesi- la esclavitud fue un gran reto, que comprometía tanto el
tamos identificar y plantear bien, porque este aniversario alcance mismo de la revolución como movimiento e idea-
de la Revolución que triunfó en 1959 es también una les de creación de una nueva nación y de transformación
interrogación hacia el futuro. de la sociedad como su capacidad de conducción de los
elementos de esa nación y sus relaciones con los cam-
II. Independencia, justicia social y libera- bios o la permanencia en la formación económica. Es
obvio que todo esto implicaba si su triunfo sería o no
ción nacional viable frente al poder de la metrópoli colonial, los nume-
Tanto el independentismo como el socialismo en Cuba rosos aspectos de las culturas de Cuba que eran opuestos
han procedido de una diversidad de fuentes. Como to- a un régimen de libertad y justicia, y el papel creciente
das las ideologías del mundo extraeuropeo sometido a de los Estados Unidos –muy interesados en apoderarse
la expansión colonial y cultural capitalista, recibieron del país– en la economía y los asuntos cubanos. La pri-
gran número de influencias e ideas provenientes del mera gesta revolucionaria cubana no pudo alcanzar sus
exterior. Pero la particular historia del país fue decisiva fines últimos ni una escala territorial nacional, y con-
para sus asunciones y arraigo en Cuba. La formación frontó numerosas insuficiencias, pero desplegó desde
económica que existió durante un siglo a partir de los muy temprano tantas fuerzas políticas y morales, y con-
años 80 del siglo XVIII fue una gran exportadora de citó tanta participación, voluntades, sacrificios y hazañas,
azúcar a Europa y a los Estados Unidos, con relacio- que fue capaz de violentar y de quitarle prestigio al mun-
nes de producción principales basadas en la esclavitud do de ideas previo a 1868 en cuanto a la imposibilidad de
masiva de africanos y sus descendientes; ella registró que Cuba fuera para sí y creara un orden y un Estado
un formidable dinamismo empresarial, de la sociedad con libertades y justicia. Para lograrlo, tuvo que conse-
y de las ideas, enorme captación de riquezas e integra- guir avances extraordinarios de sus propios contenidos,
ción al capitalismo mundial. La primera configuración ideas y creencias, y cambios muy notables entre sus
de Cuba como entidad específica viable contenía rela- protagonistas. Tuvo que asomarse, en una palabra, a la
ciones sociales de explotación y dominación muy anó- conversión de la independencia en liberación nacional.
malas para un desarrollo capitalista, componentes muy Es algo más que un símbolo que el acto inicial de la
dispares de población y régimen de castas y racismo revolución fuera el alzamiento en el ingenio La Demaja-
impuesto, sujeción colonial a España y una presencia gua y su acto final fuera la Protesta de Baraguá.
muy fuerte de sus nacionales y de intereses y lealtades La segunda revolución sí se encontró abiertamente
ligados a ella –además de ser el castellano la lengua ante la necesidad de ser de liberación nacional. En el
dominante–, y rigurosas subordinaciones y compro- país se había establecido al fin una formación económi-
misos de la clase que regía en la economía para obte- ca plenamente capitalista, pero la clase dominante en la
ner sus ganancias y mantener su poder social. Tantas economía no pretendía ser clase nacional, sino mante-
diferencias y contradicciones parecían negar toda po- ner sus ganancias a costa de una fuerza de trabajo
sibilidad de rupturas del orden y cambios políticos pro- sometida y con baja calidad de vida para la mayoría de la
fundos mediante acciones colectivas revolucionarias, población, vender cada vez más azúcar crudo a los Es-
porque acarrearían desastres para el funcionamiento tados Unidos con pactos comerciales aceptables y otros
económico y el orden social vigentes. La clase domi- negocios, y mantener su lugar social privilegiado dentro
nante en Cuba entendió bien esto y fue siempre opues- de un orden político colonial, pero con capacidad de
ta o ajena a la independencia. presionar y negociar con la metrópoli y –de ser posible–

103
gozar de un estatuto autonómico. Fue muy positivo rales crecían sin cesar, y la situación colonial, las ne-
para Cuba que aquel sistema tan mezquino no fuera cesidades y las representaciones políticas y del pro-
capaz de admitir también una organización política in- greso de Cuba alentaban las ideas de tener mayores
dependentista legal y respetuosa del orden vigente. ligazones con el gran vecino, engañosa propuesta que
Ante aquella realidad, el independentismo, para ser ha logrado repetirse en momentos posteriores. Hacia
viable y tener opción de victoria, tenía que partir de los fines del siglo XIX se habían puesto bases para una su-
avances registrados en mayor o menor medida duran- jeción neocolonial de Cuba a los Estados Unidos, pese
te la primera revolución: lucha armada activa, decidida a ser todavía colonia de España. Es decir, la «fruta»
e intransigente por la independencia total, organizada cubana, codiciada setenta años antes por un poder
como República en Armas; abolicionismo revolucio- ambicioso pero todavía débil, estaba madurando. Por
nario e integración racial efectiva en el ejército de la lo tanto, la segunda revolución cubana tenía que ser no
revolución; identificación y sensibilidad cubanas, como solo para liberarla de España, sino también para impe-
representación de mismidad y de entidad política na- dir que cayera en manos de los Estados Unidos.
cional, irreductible y desafiante; republicanismo demo- José Martí poseyó todas las cualidades necesarias
crático e ideología radical mambisa. Partir de ahí, pero para comprender la situación y aquellas tareas formi-
de ningún modo limitarse a eso. La generalización a dables que era necesario emprender, a pesar de que
escala del país y el logro de aquellos objetivos en las vivía envuelto en los acontecimientos del momento y
nuevas condiciones históricas exigía ahora una revo- entre las creencias, ideas y pasiones de los partici-
lución muy radical, libre de ataduras con la burguesía pantes, y combatiendo el poder colonial y las divisio-
de Cuba –fuera en sus modalidades reaccionarias o en nes, debilidades y prejuicios de los patriotas. Aspectos
las evolucionistas–, que formara un bloque histórico esenciales de la situación y las tendencias previsibles
con fuerza suficiente para vencer y sostenerse, al con- apenas se esbozaban, el deber ser exigido por los idea-
vocar a todo el pueblo a conquistar la república y satis- les revolucionarios podía chocar con los problemas de
facer demandas diversas de libertades políticas y justi- estrategia y táctica, y la política práctica estaba llena
cia social. Al mismo tiempo, tenía que darle a ese pueblo de urgencias, acciones sistemáticas o insólitas, orga-
un vehículo de protagonismo en la guerra revoluciona- nización, insuficiencias, decisiones, negociaciones,
ria, la gran escuela en la que se volvería capaz de ser cuestiones de principio, que debían combinarse o prefe-
cubano, ser ciudadano, adquirir autoestima, capacida- rirse unas frente a otras. A todo eso se enfrentó Martí
des personales y espíritu de colectividad. con una efectividad extraordinaria, al mismo tiempo
Y todo lo anterior era una obligación, no una opción que creaba un cuerpo de pensamiento propio e instru-
entre dos o más. Porque durante la segunda mitad del mentos para desatar y llevar a cabo la revolución. Pero
siglo XIX, los Estados Unidos habían resuelto sus más tan valiosa como esos trabajos que no parecen tener
graves contradicciones internas, ocupado todo su te- parangón fue su capacidad para ir más allá de las ta-
rritorio y el que arrebataron a México, experimentado reas y los objetivos cercanos del movimiento, y pro-
un gran crecimiento poblacional y emprendido un enér- ducir una concepción sobre la república nueva que debía
gico y sostenido desarrollo de su economía capitalista. crearse y el mejoramiento humano que se iniciaría con
En la cuenca del Caribe y Centroamérica habían ido la revolución de liberación; una visión tan profunda,
desplazando la presencia británica y comenzaban a abarcadora y trascendente que ha permitido pensar a
desplegar una política expansionista. Los nexos exis- Cuba como proyecto y sigue proponiendo metas hasta
tentes con Cuba desde la época de las Trece Colonias la actualidad.
se habían multiplicado. Todo tipo de relaciones de ne- Martí fue también más lejos en otros terrenos, de los
gocios y sociales vinculadas a ellos se anudaron entre que me limito a mencionar dos: la comprensión de la
ambos países a lo largo de la centuria, los lazos cultu- modernidad capitalista desde una concepción anticolo-

104
nial y con propósitos subversivos, producida por un expresiones de la nueva contradicción principal de las
pensador procedente del mundo colonizado que poseía sociedades en que se desarrolla el capitalismo, nuevas
un dominio extraordinario de la cultura de esa moderni- explicaciones para las sensibilidades, la conciencia y las
dad. Y sus tesis acerca de los rasgos fundamentales de luchas por la justicia social, e instrumentos de mundiali-
Nuestra América y la necesidad de que emprendiera zación distintos a los del capitalismo. En Cuba toman
nuevas revoluciones de un carácter superior a las de contacto con ellas trabajadores, intelectuales y activis-
independencia, tanto para liquidar las formas poscolo- tas sociales y políticos, pero su lugar es muy modesto
niales de dominación como para lograr transformacio- respecto a los conflictos centrales de las relaciones eco-
nes sociales y humanas de liberación que no intentarían nómicas y sociales, y mínimo en los hechos y en el
seguir el camino de la modernidad europea, sino cami- pensamiento de las revoluciones de ese mismo tercio de
nos propios. Revoluciones que deberían forjar coordi- siglo. Podría afirmarse que tanto los tipos de domina-
naciones y poseer un alcance continental, porque a la ción vigentes en el período como las revoluciones, pese
vez tendrían la tarea de evitar que el imperialismo norte- a ser opuestos entre sí, coincidieron en cuanto al socia-
americano –Martí analizó este sistema, no se limitó a lismo, controlado por los primeros y soslayado por las
calificarlo– llegara a ejercer un dominio neocolonial so- segundas. Pero me parece una explicación insuficiente.
bre la región. Esta concepción situaba también el papel El nuevo conflicto social debía ser reprimido o con-
internacional de la revolución cubana de liberación: en- jurado por el sistema de dominación, fuera cual fuese
frentar el expansionismo de los Estados Unidos en el su modalidad principal. Pero para la revolución popu-
Caribe e iniciar las revoluciones de la «segunda indepen- lar que era indispensable en Cuba, aquel conflicto era
dencia» y el camino de su unificación. una de las expresiones de la injusticia y la opresión,
Sin dudas, Martí fue un individuo excepcional, un y uno de los potenciales de trastorno del orden. Esta-
ser humano superior. Pero al analizar el medio en que remos más cerca de entender, a mi juicio, si inscribi-
le fue posible descollar tanto, tengo en cuenta la espe- mos cada aspecto de nuestro decurso histórico en las
cificidad social, económica y política de la Cuba del totalidades a las que pertenece. En realidad, todos los
siglo XIX respecto a lo que hoy llamamos la América protagonistas y participantes de fila de las revolucio-
Latina y el Caribe, e igualmente, la singularidad de los nes cubanas de 1868-1898 se vieron envueltos en las
Estados Unidos respecto al desarrollo del capitalismo cuestiones y conflictos sociales junto a los relativos a
mundial en ese período. Martí se las vio con dos desa- la nación, en el curso de sus acciones y en los ideales, las
rrollos muy notables de lo que llegarían a ser las dos ideologías y las concepciones intelectuales que compar-
partes distinguibles del capitalismo mundial, los cuales tieron, o por las que mantuvieron diferencias, contra-
eran muy complejos para ser entendidos por los con- dicciones y conflictos entre ellos. En ese terreno, como
ceptos y los tipos que el pensamiento avanzado elabo- en los demás, se vieron obligados a ser subversivos y
raba en aquella época. Tuvo que enfrentar los desafíos originales frente a lo que se considera normal, que es
de las influencias que ambos ejercían sobre él, y el cambiar dentro de lo que se estima practicable, pen-
gran reto de comprenderlos, para lanzarse a una políti- sar dentro de los pensamientos posibles, romper el or-
ca –que debía ser forzosamente muy moderna y a la den pero elaborar rápidamente un orden nuevo que
vez discrepante de la modernidad– destinada a trans- sea respetable. Y aunque a la larga y después de colo-
formar a fondo el medio cubano y evitar que fuera sales sacrificios y hazañas fueron capaces de derro-
absorbido por el peso, la fuerza y el atractivo del me- tar a la metrópoli colonial, los revolucionarios encon-
dio norteamericano. traron férreos límites, tanto por la heterogeneidad de
En el último tercio del siglo XIX se desarrollan y arrai- su propio campo –expresada en sus diversidades so-
gan en Europa las distintas ideas y formas de organiza- ciales, de posiciones políticas y de personalidades–,
ción socialistas, y su influencia llega a América. Son como por el brutal recorte impuesto por la ocupación

105
norteamericana a las consecuencias sociales y políti- los grandes grupos sociales que se autoidentifiquen,
cas que hubiera podido tener la revolución. organicen y actúen como tales.
La revolución logró ser nacional y de masas, invo- La Revolución del 95 fue el acontecimiento más tras-
lucrar a la mayoría de la población en una guerra total cendental en la formación del pueblo y de la nación
y obtener su tenacidad y su sacrificio, resistir el geno- Estado cubanos, y las batallas cívicas por la República
cidio y formar a miles de cuadros y militantes, porque durante la ocupación norteamericana generalizaron y
motivó a muy amplios sectores a partir de sus repre- afirmaron aún más sus efectos. No puedo describirlos
sentaciones de la patria a conquistar, pero también de aquí, ni siquiera sucintamente; baste decir que de un
identidades y demandas de sus grupos sociales de per- modo u otro han estado vigentes hasta hoy. Pero res-
tenencia, de derechos que se aspiraba a ganar, de igual- pecto al tema de este trabajo quiero destacar que esa
dad y justicia. Así había sido en la primera revolución Revolución unificó las culturas de la Isla sobre la base
de la región, la haitiana de 1791 a 1804, y en todos los de una gesta nacional grandiosa y terrible; puso lo po-
casos en que efectivamente hubo una participación lítico en el centro de la conciencia social y proveyó a
popular notable. En innumerables fuentes cubanas de todos de prácticas, conceptos y exigencias de ciuda-
la época puede corroborarse esto. Los principales lí- danía plena en una república democrática; y convirtió
deres revolucionarios vivieron esas motivaciones y al nacionalismo patriótico en la principal ideología. Los
pensaron acerca de ellas, las incluyeron en su conduc- componentes étnicos y raciales del país se sometieron
ción de los participantes y sus llamamientos al pueblo, de grado a la identidad general de cubanos, y la Repú-
e incluyeron la satisfacción de los cambios y demandas blica absorbió cerca de un millón y medio de inmigran-
que implicaban en sus proyectos y sus estrategias. Los tes sin desnaturalizarse. Pero la soberanía fue suma-
escritos y expresiones orales recogidas de Martí, Ma- mente limitada y Cuba sujeta a la dominación neocolonial
ceo y Gómez lo muestran claramente. de los Estados Unidos, que perjudicó casi todo, desde
No se trata entonces, a mi juicio, de medir hasta el modo de producción hasta la confianza en la capaci-
qué punto alguno de ellos «se acercó al socialismo», o dad para el autogobierno. La burguesía dominó el Esta-
«lo intuyó». El hecho histórico es que en la medida en do por primera vez en nuestra historia, pero subordina-
que eran quienes fueron –y no a pesar de serlo–, esos da al imperialismo y sin proyecto de desarrollo nacional.
revolucionarios no tenían por qué basarse en el pensa- Liberalismo económico a ultranza y racismo completa-
miento y los ideales del socialismo europeo, sino en los ron la gran frustración de los ideales revolucionarios.
de una liberación social americana. Esto permite en- Sin embargo, en la inadecuación y las contradiccio-
tender las valoraciones que alguna vez hicieron sobre nes mismas entre la formación económica y la políti-
aquel socialismo y sus creadores, pero sobre todo ana- ca, entre la ideología mambisa y la corrupción y el
lizar lo que sí efectivamente obraron y pensaron en el entreguismo republicanos, entre el patriotismo popular
terreno de las luchas por la justicia social. A esa luz y la Enmienda Platt, entre la democracia política y la
podría examinarse, por ejemplo, el carácter realmente falta de derechos sociales y laborales, residía un po-
interracial de la conspiración dirigida por Martí, que tencial para protestas y eventuales luchas por la sobe-
permitió desatar la Revolución del 95. O la Invasión de ranía nacional, la democratización verdadera y la justi-
Occidente y el establecimiento en todo el país de un cia social, desde puntos de partida muy superiores a
gran instrumento político-militar de composición po- los de la Revolución de 1895. La compleja y delicada
pular y prácticas muy subversivas, en relación con una hegemonía de la primera república burguesa neocolo-
concepción de las luchas de clases más inclusiva de nial debía moverse en ese terreno e impedir que ese
los procesos reales a escala de la diversidad de socie- mosaico de disensos y frustraciones se uniera y se
dades del mundo y más inclusiva de la diversidad de pusiera en marcha.

106
III. Antimperialismo, socialismo, democracia esto, las posiciones difirieron, desde los que combina-
y nueva institucionalidad ron una renovación del nacionalismo con el someti-
miento al capitalismo neocolonial hasta los que enten-
Lo lograron durante más de veinticinco años. Pero la dieron que bajo ese sistema no habría liberación
deslegitimación del sistema político después de 1927, verdadera y era necesario salir de él. Una parte de es-
la dictadura machadista, el final de ciento cincuenta tos últimos reivindicaba la conquista o cumplimiento
años de crecimiento de la exportación de azúcar y una de un destino nacional, que podría expresar la consig-
profunda crisis económica exigieron cambios profun- na «por la libertad política, la independencia económi-
dos. Entonces sucedió una tercera revolución, entre ca y la justicia social». La otra parte, compartiendo el
1930 y 1935, en la que el antimperialismo se hizo ma- contenido de ese lema, entendía que solo una revolu-
sivo por primera vez, el pueblo se sintió capaz de go- ción orientada a implantar el socialismo podría lograr
bernarse sin injerencias externas, las ideas y los esos objetivos en Cuba.
movimientos políticos socialistas como superación del Estos fueron los años del origen del socialismo en
sistema capitalista se arraigaron en Cuba y el orden de Cuba. El llamado sindicalismo revolucionario –sobre
la primera república fue abatido y sustituido por una todo de inspiración anarquista– fue la vertiente de or-
nueva institucionalidad más democrática y participati- ganización obrera más combativa y de efectos más
va, con un peso mayor del Estado. En el curso de esa trascendentes en el primer cuarto del siglo. Estos sin-
Revolución del 30, la lucha armada y otras formas de dicalistas utilizaron mucho el arma de la huelga y di-
violencia fueron ejercidas por revolucionarios y por fundieron visiones clasistas ajenas al mundo de la polí-
diferentes fuerzas opositoras a los gobiernos. El co- tica republicana, cuyo impacto fue importante en todo
munismo que se adhería a la III Internacional (IC) y a el proceso hasta 1935. El Partido Comunista (PC), fun-
otras posiciones e ideas de lucha social influyeron dado en 1925, fue una organización política cuya refe-
mucho entre los trabajadores y sectores populares. La rencia fundamental eran los trabajadores; en sus pri-
oposición a la dictadura se dividió a mediados de 1933 meros diez años logró influir mucho y organizar en
respecto a ser o no antimperialista; los representantes alguna medida la protesta y la rebelión de los trabaja-
del primer grupo fueron decisivos en el heterogéneo dores y desempleados, y practicó una línea opuesta a
gobierno revolucionario de septiembre de 1933 a ene- alianzas con otras fuerzas políticas, que aspiraba a di-
ro de 1934, y se enfrentaron con las armas al régimen rigir un futuro gran movimiento social dirigido por el
contrarrevolucionario que se impuso a continuación, proletariado, en una revolución que sería, sin embar-
tratando de desatar una insurrección. La desobedien- go, democrático-burguesa, dada la creencia del PC en
cia de masas duró más de dos años y tuvo un pico de que era necesario cumplir las tareas de desarrollo capi-
gran rebelión social en 1933. talista antes de pretender pasar al socialismo. El PC se
Los revolucionarios del 30 se sintieron herederos sujetó a las orientaciones de la IC –que resultó tan rígi-
de la tradición mambisa, pero fueron muy críticos de da y autoritaria como neófita en los problemas cuba-
los políticos de la primera república, cuyos rangos al- nos y la estrategia a seguir–, y eso lo perjudicó bastan-
tos y una parte de los intermedios procedían en su te. Pero la gran Revolución Bolchevique y la permanencia
mayoría de la Revolución del 95. No tenían como meta de la Unión Soviética fueron polos notables de atracción
la independencia, sino la liberación nacional, la justicia y de difusión de las ideas comunistas y marxistas, y
social, un nuevo sistema democrático e incluso el so- avivaron la esperanza en que era posible que existieran
cialismo. En cuanto a la liberación, hubo acuerdo en poderes socialistas.
que el país debía ser más soberano y sus instituciones Hubo dos corrientes diferenciadas en el origen del
más representativas de ello, aunque la subordinación socialismo en Cuba. La otra, a la que llamo el socialis-
neocolonial se mantuvo en todo lo esencial. Fuera de mo cubano, nació también en íntima relación con las

107
corrientes obreras más radicales, e incluso con la crea- ejercicio del poder; construir un bloque histórico en el
ción del PC en 1925, en el caso de Julio Antonio Mella. que se vayan fundiendo los ofendidos y los humildes,
Este pionero del socialismo cubano –un joven estu- los excluidos y los que portan intereses socialmente úti-
diante de origen «ilegítimo» pero no pobre– organizó y les, el nacionalismo y los ideales libertarios; entender la
se convirtió en el líder del primer movimiento estu- acción revolucionaria como una escuela en la que todos
diantil relevante en el país, ganó una extraordinaria lleguen a aprender que solo unidos tendrán opción de
popularidad con sus campañas contra el conservatis- triunfar y sostenerse, y que la justicia social y el socia-
mo en la Universidad y el clericalismo, la corrupción lismo son el camino y la alternativa que hacen viables las
política de la república y el dominio imperialista, se ligó liberaciones.3 Es impresionante encontrar todas esas ideas
al sindicalismo combativo y los trabajadores organiza- estudiando los escritos de Mella, que siguen esperando
dos, y fundó una Universidad Popular para ellos, se que se enseñe en las escuelas cubanas su contenido,
sumó a las ideas comunistas y fue uno de los fundado- procedencia revolucionaria, creatividad y organicidad.
res y dirigentes del PC. Preso y protagonista de una Antonio Guiteras fue el más destacado entre los ini-
huelga de hambre que multiplicó su fama, el carismáti- ciadores de la vertiente que llamo socialismo cubano.
co Mella tuvo que exiliarse en México. Allí continuó He escrito largamente sobre esto, y aquí me limito a
sus luchas y sus escritos marxistas, fue dirigente del apuntar algunas razones para calificarlo así. Comenzó
Partido Comunista mexicano –incluso Secretario Ge- también en el movimiento estudiantil, pero ya en el Di-
neral varios meses–, pero siempre buscando la revolu- rectorio de 1927, antidictatorial y de ideas radicales.
ción en su patria. Mella dirigió una organización que Sin embargo, el farmacéutico de veinte años se sumer-
lanzó el primer programa para desatar una insurrec- gió de inmediato en las provincias y se convirtió en un
ción a partir de un frente único de fuerzas opositoras a conspirador contra la tiranía y un organizador de gente
la dictadura –cuando esa política que impulsó Lenin del pueblo que ansiaba pelear. A diferencia de Mella,
era abandonada por la IC–, lucha revolucionaria en la Guiteras nunca perteneció al PC. En Oriente fundó y
que los comunistas debían ganarse el derecho a con- dirigió la Unión Revolucionaria, de lucha armada y con
ducir al pueblo y dirigir una revolución hacia el so- ideología antimperialista y socialista. Hombre de ac-
cialismo. Mella murió asesinado por sicarios del ma- ción y poseedor de muy amplia cultura, las acciones
chadato en enero de 1929, cuando tenía veinticinco armadas y su rechazo a la «mediación» imperialista le
años de edad. dieron un enorme prestigio. A la caída del machadato
Para llegar a un socialismo cubano cuando todavía no era el líder revolucionario de izquierda de la provincia
había en Cuba agitación ni chispas de revolución, Mella oriental. Fue llamado a participar en el gobierno revo-
tuvo que pasar de la reforma universitaria a comprender lucionario de septiembre, y allí comenzó una experien-
la esencia de los males de Cuba y hacerse comunista; cia práctica que constituyó un salto de avance extraor-
para ser del todo comunista debió hacerse antimperialista dinario de la liberación y el socialismo en Cuba: defensa
y no permanecer en el rechazo cultural a los «bárbaros a ultranza de la soberanía y derrota de la contrarrevo-
sonidos» del idioma inglés ni el repudio a la gran matanza lución, leyes favorables a los trabajadores y desem-
de 1914-1918, sino comprender en qué consistía el im- pleados, medidas contra el dominio imperialista que
perialismo y qué hacer para combatirlo, y concluir que el incluyeron la intervención estatal de grandes empresas
antimperialismo latinoamericano viable debía ser antica- yanquis, trabajo revolucionario en las fuerzas arma-
pitalista. Pero todavía debió ir más lejos: la revolución
comunista tenía que ser nacional y vivir las ansias de libe- 3 Desde los dos puntos hasta aquí está tomado casi textualmen-
ración de cada nación; aprender a guiar a los explotados y te de Fernando Martínez: La revolución cubana del 30. Ensa-
oprimidos para formar una vanguardia revolucionaria ca- yos, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales/Ruth Casa Edi-
paz de atreverse a arrastrar al pueblo a la conquista y el torial, 2007, pp. 32-33.

108
das, iniciativas de reforma agraria, intentos de formar mían en pos de sus demandas específicas o la defen-
un bloque revolucionario antimperialista. Y todo lo hizo dían en general. El socialismo fue utilizado en el len-
divulgando expresamente la necesidad de que los dere- guaje político posrevolucionario y aceptado como una
chos de los obreros y los campesinos predominaran ideología a tener en cuenta en la mayor parte de los
contra el afán de lucro de burgueses e imperialistas. medios públicos y en la conciencia común. Después
En la última fase de su vida –enero de 1934 a mayo de 1945 se intentó satanizarlo en el marco de la Guerra
de 1935–, Guiteras fue el protagonista principal del Fría, pero siempre hubo socialistas –del PC o ajenos a
campo revolucionario, como el coronel Batista lo era él– que siguieron sosteniéndolo como ideal de socie-
en el campo contrarrevolucionario. Su organización dad a alcanzar. El antimperialismo permaneció como
Joven Cuba, sus acciones y sus escritos tenían como una fuerza latente a consecuencia de la conciencia ga-
objetivo la insurrección armada para tomar el poder e nada, pero su uso público disminuyó.
implantar una dictadura revolucionaria que consumara Lo fundamental de un compromiso que conservaba
la liberación nacional de Cuba y construyera una so- la esencia del sistema de dominación fue la elaboración
ciedad socialista. Es decir, Guiteras reunió en su polí- de un sistema político y un cuerpo institucional y legal
tica y sus ideas el mayor avance registrado por la cul- realmente muy avanzados. Desde 1934 se siguió pro-
tura revolucionara cubana hasta ese momento, la mulgando leyes que reconocían derechos sociales, y a
liberación nacional antimperialista martiana y la ideolo- fines de la década una convención constituyente muy
gía mambisa, con una forma cubana de lucha comu- plural elaboró una carta magna que recogía de un modo
nista por el socialismo. Es natural que una propuesta u otro gran parte de las demandas de la revolución y
tan subversiva fuera oscurecida y tratada de olvidar en daba base institucional a un sistema político, social
los años siguientes, como fue natural que los nuevos y administrativo muy elaborado, con normas muy avan-
combatientes y pensadores de la insurrección de los zadas respecto a las libertades y sus garantías, las cues-
años 50 lo reivindicaran como su antecedente junto a tiones sociales y la organización de la sociedad. La se-
las revoluciones del siglo XIX, porque Guiteras es el en- gunda república burguesa neocolonial tuvo instituciones
lace por excelencia entre las fuentes del socialismo y la y prácticas de democracia a un grado muy superior a lo
liberación cubanos. que Cuba había conocido. Grandes partidos pluriclasis-
La mejor prueba de la importancia y profundidad de tas con estructuras y realidad permanentes en todo el
la Revolución del 30 en nuestra historia es que entre país eran protagonistas de un medio político que incluía
1934 y 1935 la contrarrevolución ganó sus batallas, a otras organizaciones menores, y que sostenía ricas y
pero nunca pudo imponer un orden reaccionario per- complejas relaciones con una sociedad civil sumamente
manente. Las demandas asumidas por las mayorías y desarrollada, y los poderes ejecutivo y legislativo eran
las grandes transformaciones ideológicas a las que me activísimos. Existía una notable libertad de expresión
he referido obligaron al sistema a una reformulación dentro del sistema y las prácticas del capitalismo, y toda
de la hegemonía por lo menos tan compleja como la aquella vida pública y sus conflictos eran objeto de
que siguió a la Revolución del 95, pero ahora admitien- consumo de masas a través de los medios. El Estado
do instituciones, relaciones e ideas que en buena parte tenía una presencia y funciones mucho mayores que
eran potencialmente peligrosas. En el campo de las ideas antes; aparecía como mediador entre las clases socia-
y representaciones, el nacionalismo siguió siendo un les e intervenía en la economía con controles y algu-
componente básico de la conciencia cívica, pero dejó nas instituciones propias. El liberalismo perdió peso e
de ser ajeno o contraponerse a las luchas sindicales o influencia frente a un democratismo que tenía expre-
por la igualdad racial. La justicia social fue admitida siones intelectuales y motivaba actitudes políticas.
declarativamente como un ideal a alcanzar; gran nú- Esas dimensiones política e ideológica eran profun-
mero de organizaciones sociales y políticas la esgri- damente incongruentes con la formación económica y

109
la explotación y la miseria que regían en la sociedad. neraba la creencia más extendida entre los que eran
Aquellas cumplían funciones de establecer consensos, activos en las luchas por cambios para el país y la
confundir, entretener o mantener divididos a los explo- gente: que estos podían obtenerse por vías institucio-
tados y dominados, y eso amortiguaba bien las graves nales, mediante luchas cívicas y dentro de las reglas
contradicciones y el potencial de conflictos existente. del juego político, sin apelar a vías revolucionarias ni a
Pero no dejaban de constituir una escuela de ciudadanía la violencia política.
que formaba individuos, grupos y conciencia nacional,
y traían consigo el riesgo implícito de que el nivel de IV. Una revolución socialista de liberación
demandas populares y de rebeldías pudiera crecer muy
nacional
bruscamente si situaciones conflictivas o grandes agra-
vios se salían del control de los dominantes. La ruptura de la institucionalidad y la dictadura esta-
El mundo concreto de esa segunda república incluía blecida a partir del 10 de marzo de 1952 no parecieron
leyes complementarias a la Constitución que al no apro- suficientes para quebrantar el funcionamiento del sis-
barse impedían aplicar preceptos cruciales, como una tema de dominación, a pesar del gran repudio que pro-
reforma agraria; normas que no eran efectivas, como la vocó aquel hecho. Como sucede en numerosos mo-
carrera administrativa o el control del Congreso sobre el mentos de la historia, el acontecimiento trascendental
presupuesto; instituciones como el Tribunal de Garan- que fue el asalto al Moncada no resultó comprendido
tías Constitucionales y Sociales y el Tribunal de Cuen- de inmediato –y el gobierno pudo creer que había limi-
tas, que no frenaban las arbitrariedades y el incumpli- tado su significado–; solo en el segundo semestre de
miento del ordenamiento legal, ni la colosal corrupción 1955 se hizo ostensible que el movimiento que había
administrativa. Esas realidades generaron una nueva nacido de aquellos hechos podía llegar a ser una pre-
versión de la frustración vivida en la primera repúbli- sencia importante en la política cubana.
ca, ahora referida a los ideales de la Revolución del 30, Pero no expondré aquí los acontecimientos y los
que contenían elementos mucho más ambiciosos que procesos vividos desde entonces hasta hoy en Cuba,
los de 1902. Ese malestar de la sociedad era, por tanto, porque son en sí mismos bastante conocidos y porque
potencialmente peligroso para la existencia del capita- eso haría demasiado extenso este trabajo. Ruego tener
lismo neocolonial. La República cubana nació marcada, esto en cuenta ante esa ausencia, y ante las menciones
retada por la frustración de una gran gesta revolucio- que hago de algunos de ellos en el curso de lo que resta
naria y un proyecto nacional popular de liberación, pero del texto.
pareció estabilizarse durante un cuarto de siglo de re- El movimiento insurreccional de los años 50 alber-
construcción y de gran expansión económica. La Re- gaba muy fuertes visiones de socialismo cubano y de
volución del 30 transformó el agotamiento del modelo sus nexos íntimos con la liberación nacional. Es muy
económico colonial-neocolonial y su salida dictatorial comprensible que así fuera, dada la densidad que tuvo
en una gigantesca conmoción que modificó los térmi- la historia de protestas, rebeldías y acciones colectivas
nos de dominación del sistema. Por sus logros, pero revolucionarias en Cuba entre 1868 y 1959, si vemos
sobre todo por la conciencia y las ansias que no satis- el período en perspectiva histórica, y dadas su gran
fizo, la segunda república no podía ocultar a un análi- coherencia y su enorme vocación de sentirse conti-
sis lúcido y severo que la solución para las amplias nuadores, herederos y llamados a consumar los es-
mayorías y para el logro pleno de la nación exigía una fuerzos y los proyectos anteriores, si desde aquella
revolución que abatiera el sistema vigente con objeti- perspectiva no exageramos la entidad y el papel de sus
vos antimperialistas y anticapitalistas. divisiones internas, errores e insuficiencias. Confiar en
Pero mientras aquel orden republicano funcionó y que la deslegitimación del sistema político de la segun-
su reproducción predominó, su propia naturaleza ge- da república en 1952 no tendría mayores consecuen-

110
cias fue el error del siglo XX de la burguesía de Cuba y Cuba no estaba predestinada a ser un país socialis-
del imperialismo norteamericano, al cual no sobrevi- ta. La República de 1902, con democracia política y
vieron. Cuando las voluntades organizadas, audaces y capitalismo neocolonial y liberal, fue conquistada por
dispuestas a pelear, con un cuerpo de ideas muy defi- las revoluciones de 1868-1898. Un mar de sangre clau-
nidas, organizaron el Movimiento 26 de Julio y combi- suró la posibilidad de que Cuba fuera incorporada a los
naron las tareas conspirativas para la insurrección con Estados Unidos, pero no pudo evitar la relación neoco-
la vinculación a las protestas sociales y el inmenso lonial. La ciudadanía fue una inmensa conquista popu-
malestar político de 1955 y 1956, pudieron levantarse lar, pero no se pudo lograr una reforma agraria ni des-
contra el sistema, a pesar de su inicial debilidad, por- terrar el racismo. Vimos cómo en el decurso de medio
que se apoderaron de todo el potencial subversivo que siglo se transformaron numerosos aspectos, pero lo
hasta entonces neutralizaba la hegemonía burguesa esencial del sistema se mantuvo. En 1959 el entusias-
neocolonial, y de toda la historia revolucionaria del país. mo revolucionario era universal y la confianza en las
A esa luz es más fácil comprender el carácter de La propias fuerzas crecía cada día. Pero todavía podría
historia me absolverá. el historiador registrar la existencia de opciones para el
Los textos de la insurrección –documentos de orga- destino de aquel proceso. En teoría, Cuba podía vol-
nizaciones, artículos publicados, cartas y mensajes po- ver al régimen democrático que era esencial a la se-
líticos y personales, anotaciones de pensamiento o gunda república y profundizarlo, tratando de hacer
proyectos, comunicaciones orales– abundan en el uso efectivas sus normas y honestos sus gobiernos. Pero
de conceptos de liberación, antimperialismo, socialis- la alternativa práctica no estaba allí.
mo, nacionalismo revolucionario, latinoamericanismo, Solo la elección de destruir el aparato militar, repre-
democracia. Por lo general no pretenden someterse a sivo y político del sistema, puesta en práctica desde el
definiciones, pero los autores los utilizan con propiedad 1 de enero de 1959, hizo viable el proyecto revolucio-
y desenvoltura, y los ligan entre sí. Es que un punto nario. Solo la decisión de transformar a fondo las es-
central de la ideología de la insurrección era «no volver tructuras de dominación sobre la economía, la propie-
al 9 de marzo», es decir, no regresar a la institucionali- dad y las relaciones sociales ligadas a ellas –reforma
dad ni a los empeños cívicos de cambiar a Cuba dentro agraria, recuperación de bienes malversados, sector
de las reglas del juego de la segunda República. Ese pro- estatal siempre creciente, leyes revolucionarias– le dio
yecto de consumación de la nación cubana y de libera- suelo al nuevo poder y consumó su conducción del
ción de su pueblo exigió visiones que no cabían dentro pueblo, a la vez que este se lanzaba a la participación
del orden burgués neocolonial ni dentro de la mayor parte política masiva en todas las tareas y recibía las armas.
de las ideas que disentían de él. Ya están disponibles Solo violentando los resultados esperables de la fiesta
cientos de documentos y un buen número de monogra- de la libertad y la democracia, poniendo el poder al
fías sumamente valiosas acerca de este período; sin em- servicio de la liberación de las mayorías de la explota-
bargo, su conocimiento no está establecido con firmeza ción capitalista y la miseria, y de la conquista de la
de síntesis, pese a ser de importancia crucial para com- plena soberanía nacional, se hizo real la unidad de los
prender la Revolución y sus ideas dominantes. No es revolucionarios y se forjó un nuevo bloque popular. La
posible seguir reduciendo a destellos luminosos y pasto Revolución multiplicó su fuerza y su legitimidad, y se
de citas lo que fue creación heroica y contiene una or- tornó capaz de vencer a sus descomunales enemigos y
ganicidad, aunque no la hicieran expresa los que vivie- de cambiar la vida, las relaciones, las instituciones y el
ron aquel proceso. Más grave aún son las ausencias en mundo espiritual de la gente y del país.
los terrenos de la docencia y la divulgación sistemática Fue un proceso ininterrumpido, con fiebre de nacer
de la gran mayoría de esos textos y de valoraciones y ser, más que de ponerse nombre. Cuando tuvo que
acerca de su naturaleza y su significación histórica. hacerlo, en vísperas de una batalla decisiva, Fidel Castro,

111
el llamado a hacerlo por sus hechos, sus ideas y su ganización política, la cultura, el pensamiento marxis-
liderazgo, dijo: «esta es la Revolución socialista y de- ta y otros ámbitos. También fue real –aunque quizás
mocrática de los humildes, por los humildes y para los menos obvio– que la posición política e ideológica y el
humildes». El analista lo dice de otro modo: una Revo- ejemplo cubanos implicaban un polo diferente de atrac-
lución socialista de liberación nacional. La conciencia ción y potencial formación de un frente de países y
del carácter y el contenido del proceso revolucionario movimientos independientes de la URSS, que conju-
se fue creando en las luchas, aprendizajes y experien- garan con acierto el socialismo y la liberación desde la
cias, con los materiales previos siempre presentes, pero América Latina y el Tercer Mundo, un movimiento y
con nuevos materiales que resultaron decisivos, por- un cuerpo de ideas basado en un internacionalismo
que el objeto del pensamiento y los ideales del socialis- anticapitalista y de liberación realmente revoluciona-
mo y de la liberación se habían ampliado bruscamente rio y en proyectos de transformaciones sociales real-
al mismo tiempo que tendían a unirse, mientras lo nun- mente socialistas-comunistas. La Revolución Cubana
ca soñado se ponía a la orden del día. confrontó entonces, además de sus enemigos y difi-
Las victorias y las inmensas transformaciones de cultades internos y externos, el hecho de constituir
los primeros años del poder revolucionario fueron ca- una herejía para el llamado campo socialista y su teo-
lificadas después como el triunfo y la implantación del ría. El pensamiento de Fidel Castro y el de Ernesto
socialismo en Cuba. Esto provenía de su contenido Che Guevara son las expresiones más notables de esa
real, pero también del deseo de formar parte de un herejía.
proceso mundial de cambios que acabaría con las opre- Las acciones revolucionarias cubanas plasmaron una
siones del capitalismo y el colonialismo, y abriría un visión propia del socialismo y de la liberación nacional
mundo de oportunidades nuevas para los países y las en incontables terrenos, recogida también en cientos
personas. La concreción más poderosa e influyente de discursos, documentos políticos y otros escritos.
que parecía tener ese proceso era la Unión Soviética, Todos los revolucionarios cubanos secundaron aque-
que lideraba un grupo de países y un sector muy nu- llas prácticas. Pero en el campo de las ideas hubo se-
meroso de partidos políticos a escala mundial, campo rias diferencias entre nosotros, que se expresaron en
y movimiento que reivindicaban el comunismo, y ser divergencias y debates. Cuba enriqueció el acervo
los herederos de la Revolución Bolchevique y las ideas mundial de las revoluciones y del conocimiento del
de Marx, Engels y Lenin. Cuba necesitó y obtuvo rela- mundo contemporáneo en esa primera etapa de la re-
ciones y alianza con la URSS que muy pronto se vol- volución en el poder que terminó a inicios de los años
vieron de un peso inmenso, dadas las formidables agre- 70. Aunque en la segunda etapa –la que va de ese mo-
siones de los Estados Unidos y la naturaleza de la mento a inicios de los años 90– Cuba debió sujetarse al
economía cubana. Parecían unirse felizmente los idea- predominio de la influencia soviética en diversos campos,
les y las necesidades. Pero pronto se hizo visible que mantuvo su régimen, dirigentes y personalidad propios, y
las prácticas y las ideas del socialismo cubano conte- numerosas políticas y actuaciones autónomas. Esto
nían diferencias e incluso contradicciones con la ideo- resultó decisivo para nuestra Revolución y para la so-
logía de aquel país y del movimiento comunista que brevivencia nacional cuando la URSS y los demás re-
conducía, y con la política exterior soviética. gímenes no capitalistas de Europa se autodestruyeron
El proceso de sectarismo en las Organizaciones como tales y dañaron profundamente el prestigio mun-
Revolucionarias Integradas (1961-1962) y la Crisis de dial del socialismo, y Cuba debió enfrentar una crisis
Octubre de ese último año hicieron palpables aquellas demoledora de su economía –que dependía sobrema-
diferencias y contradicciones. A lo largo de la década nera de las relaciones con la URSS–, un deterioro muy
se repitió esa constatación en cuanto a la estrategia fuerte de la calidad de la vida y graves peligros en cuanto
económica y de construcción socialista cubana, la or- a seguridad nacional.

112
Sintetizo las que me parecen características princi- batalla de la creación de una nueva cultura. Todo eso
pales del socialismo cubano de este medio siglo. Ante hace obvia la necesidad de repensar los ámbitos y ras-
todo, ser de liberación nacional, para eliminar todo do- gos de la liberación y el socialismo, y el contenido de
minio extranjero, garantizar la soberanía y la ambos conceptos. No pretendo intentarlo aquí. Me li-
autodeterminación –una tarea permanente que es muy mitaré a terminar mi texto con algunos comentarios
difícil y compleja–, y hacer al pueblo sentirse dueño de acerca del socialismo en Cuba contemporánea.
su propio país y de un ambicioso proyecto social com- Cuba ha tenido que lidiar a la vez con el capitalismo
partido a escala nacional. Ser un proceso de más desarrollado y con los problemas del subdesarro-
distribuciones sucesivas y sistemáticas de la riqueza llo, con fuertes tendencias internas burocráticas y con
social, regidas por el ideal socialista y la justicia social, el plano inclinado hacia el capitalismo constituido por
principio mantenido en las circunstancias más duras o las relaciones mercantiles, con la agresión sistemática
disímiles, que mantiene efectos muy profundos en la de los imperialistas de los Estados Unidos y con las
vida material y espiritual de las personas y las familias, profundas deformaciones e insuficiencias de nuestros
y en las relaciones entre economía y sociedad. Ser an- aliados, con la centralización, el unanimismo y otras
timperialista y latinoamericanista, rasgo esencial para la deformaciones propias y con la tremenda ofensiva
liberación de Cuba, cemento de la unidad popular na- cultural mundial del capitalismo. Sin paz, recursos ni
cional y de una vocación de unión continental que soledad suficientes, el experimento de la transición
identifica y denuncia la esencia del capitalismo contem- socialista cubana siempre se ha visto forzado a ser crea-
poráneo –enemigo de los pueblos a escala planetaria– y tivo y a unir la flexibilidad a los principios.
no le hace concesiones, y tiene una política latinoame- El desarrollo como meta del país y como ideal ha
ricana muy activa, basada en hermandad entre vivido siempre las tensiones de insuficiencias insalva-
revolucionarios, alianzas, colaboración o intercambios. bles, del cierre de oportunidades y espacios que pade-
Ser internacionalista, gigantesca ampliación y cambio ce la mayoría de los países a escala mundial, y de las
de naturaleza de las prácticas y las ideas modernas de necesidades de la defensa de la Revolución y de sus
filantropía y de ayuda a otras naciones, que potencia la principios. Fidel enunció hace cuarenta años una idea
fraternidad entre los pueblos del mundo que fue coloni- que a mi juicio es básica: para los subdesarrollados, el
zado, hayan o no completado su liberación, y les permite socialismo es condición del desarrollo, y no el desa-
movilizar recursos y hacer políticas superiores a sus rrollo la condición del socialismo. En realidad, la creencia
medios propios. Este internacionalismo es un paso efec- en que la economía debe regir al socialismo –expresa-
tivo de avance para el socialismo y la liberación en el da en formas grotescas o sutiles–, en el papel inapela-
mundo, y una gran escuela de desarrollo humano y re- ble que tendrían sus «leyes» autónomas y en la corres-
volucionario para los cubanos. pondencia obligada entre la «base material» y las
En las últimas décadas se han agudizado las contra- relaciones sociales principales, es quizá la más exten-
dicciones entre tantos logros y nuevos horizontes que dida entre las deformaciones del ideal socialista. Ir más
se abren ante los seres humanos y el carácter centrali- allá de lo posible es el sello de la Revolución socialista,
zador, parasitario, recolonizador, criminal y excluyen- que solo puede existir y avanzar mediante una época
te del gran capitalismo, portador de una cultura del prolongada de predominio del factor subjetivo. El po-
más profundo egoísmo, afán de lucro, individualismo, der tiene que ser un puesto de mando sobre la econo-
miedo, indiferencia por la suerte de los demás. Tam- mía. Las relaciones, tensiones y contradicciones entre
bién han hecho crisis las ideologías que simplificaban el poder y el proyecto, la dominación y la libertad, la
las grandes contradicciones sociales y sus soluciones, unidad y las diversidades, las relaciones económicas y
y los regímenes que se oponían al capitalismo pero la igualdad de oportunidades, la autoridad y la participa-
cada vez se diferenciaban menos de él y perdían la ción, son temas –entre otros– del socialismo cubano,

113
que ya no es solo una visión, porque cuenta con una socialismo, motivado por los avances populares en
gran acumulación cultural de experiencias, subjetivi- América Latina y por la conciencia en Cuba de que
dades, conocimientos y preguntas. estamos en una coyuntura que irá exigiendo definicio-
No quiero concluir sin llamar la atención sobre una nes. Por otra parte, la naturaleza actual del capitalis-
cuestión importante. En los años 70 el socialismo fue mo no deja más alternativa que rendirse a él o luchar
convertido en un vocablo ineludible y un paraíso hue- por el socialismo. Pero hoy ya no es posible postular
co, fue aireado y participó en los encendidos debates simplemente el socialismo. Hay que enfrentar las du-
durante el proceso de rectificación después de 1985, das y los desafíos, saldar las cuentas históricas, supe-
pero comenzó a desaparecer del discurso cívico hace rar su insuficiencia y sus desvaríos, rediscutir y ha-
quince años, en medio de la gran crisis. Lo mantuvo cer avanzar su teoría marxista –tan necesaria ante el
vivo la conjunción de las enérgicas iniciativas de la páramo que ha llegado a ser el pensamiento social–,
dirección revolucionaria –en defensa de los intereses partir de las realidades actuales como son, sin ceguera
y las oportunidades de la gente común y la permanen- ni ocultamientos, con el fin de cambiarlas hasta sus
cia de la transición socialista– con un profundo saber raíces. No sucumbir al pesimismo, ni a engaños triun-
popular, que lo defiende porque sigue siendo el mejor falistas. Es indispensable reformular y profundizar el
nombre para sus necesidades, esperanzas e ideales. proyecto socialista, con gran audacia, creatividad y
En los últimos años viene regresando el concepto de compromiso. c

JESÚS SOTO (Venezuela, 1923-Francia, 2005): S/t, s/f. Serigrafía, 520 x 480 mm. 65/100

114
GIANNI MINÀ

La América Latina de hoy,


hija de la resistencia de Cuba
y de la utopía del Che

L
uiz Inácio Lula da Silva, en su segundo mandato como presidente
de Brasil, país líder del continente latinoamericano, patentizó: lo
primero que la América Latina solicitará a Barack Obama, primer
presidente afronorteamericano de los Estados Unidos, enseguida que
entre en posesión de su cargo, será eliminar definitivamente el antihistó-
rico e inmoral bloqueo económico que los gobiernos de Wáshington
imponen a Cuba desde hace medio siglo y que por decimoséptima vez
consecutiva ha sido condenado en la ONU en noviembre de 2008.
Diez años atrás, hubiera sido impensable que un país del continente

Revista Casa de las Américas No. 254 enero-marzo/2009 pp. 115-120


situado al sur de Texas hiciera una solicitud tan explícita y, evidente-
mente, ello es el resultado del extraordinario cambio que ha tenido lugar
en los últimos años en la América Latina en su relación política y econó-
mica con el poderoso vecino del Norte que, empantanado en las insen-
satas guerras en Afganistán e Iraq, ha perdido parte de la antigua hege-
monía en lo que se consideraba «el traspatio de casa». No es casual que
en estos momentos solo tres países insistan en aceptar al pie de la letra
las políticas neoliberales y de rapiña aplicadas por los Estados Unidos a
los pueblos más pobres. Estos países son Colombia, tierra de paramili-
tares sin ley, el México de los cuatro mil muertos masacrados en diez
meses durante la guerra entre las «familias» del narcotráfico y, en parte,
el Perú del audaz presidente Alan García, quien retornó a la palestra
política a pesar de algunas condenas por corrupción.
Es singular, aunque no casual, que en la América Latina, hasta hace
poco desesperada y sin alternativas, soplen vientos de libertad en la
época de la globalización económica, cuando el capitalismo sin más

115
reglas ni medida parecía triunfar sobrepasando todos lidad de tener acceso a las pruebas en su contra si el
los límites de la decencia. jurado militar considera que perjudican los intereses
Sin embargo, en ese contexto desesperanzador, se nacionales.
materializó primero el emblemático levantamiento de Estos son derechos humanos mancillados, como el
las poblaciones mayas en Chiapas y luego se descu- secuestro del imán Abu Omar, perpetrado impunemente
brió en los encuentros y seminarios de Porto Alegre, en Milán, Italia, en 2003, por una escuadra de veinti-
Brasil (resultado del Foro Social Mundial, lugar de de- séis agentes de la CIA, en complicidad con los servi-
bate y de esperanza de los excluidos), que un mundo cios secretos nacionales. Abu Omar primero fue enviado
mejor es posible, que un mundo más justo es reco- a la base militar de Aviano, en la región de Friuli, y
mendable y, en fin, que la humanidad, aun en medio de luego trasladado a Egipto donde lo sometieron a inte-
las condiciones más desfavorables, es capaz de resis- rrogatorio bajo torturas.
tir, luchar y defender su propia dignidad. Después de más de tres años fue liberado por carecer-
En definitiva, el presuntuoso Occidente, la Europa se de pruebas que demostraran que era «un terrorista».
siempre lista para sermonear y decidir autónoma e hi- En este sentido resulta aterrador leer el prólogo que
pócritamente quiénes son los malos y quiénes los bue- Claudio Fava, periodista, escritor y parlamentario eu-
nos, tuvo que aceptar que en el Continente, luego de ropeo, presidente de la Comisión que investigó la ex-
años de humillación y a pesar de las previsiones de traordinary rendition, escribió para el libro del colega
muchos politólogos, se había ido reafirmando el ejem- Giulietto Chiesa Le carceri segrete della CIA in Europa
plo de resistencia y el mensaje de esperanza que por (Las cárceles secretas de la CIA en Europa), del que
más de cuarenta años Cuba, tantas veces no escucha- cito un fragmento:
da, enviaba al mundo que con frecuencia había juzga-
do erróneamente esa Revolución. Esta historia es también un viaje al horror y al ridí-
Una Revolución capaz de desmentir sistemáticamen- culo: nombres cambiados, errores, mentiras; y lo
te, a pesar de sus errores y cierta dosis de autoritaris- que resulta aún más trágico y grotesco, de las vein-
mo, que el dogma de los derechos humanos solo se te extraordinary rendition que ha reconstruido la
respeta en el Norte del mundo. Comisión de investigación, al menos dieciocho eran
Dogma muy discutible, especialmente si tratamos de personas totalmente inocentes. Capturadas, deteni-
esclarecer qué es lo que entendemos por democracia. das, torturadas y al final –al cabo de uno, dos, cin-
Si es más inaceptable una vida política con un partido co años– liberadas diciéndoles con un encogimien-
único, aunque rico en diversidad de criterios, o una vida to de hombros: estábamos equivocados. ¿Se trata
política con varios partidos y un pensamiento único, el solo de una aventura insensata de la CIA? No lo
de la economía capitalista, o mejor aún, neoliberal, que creo. Esos abusos, esas mentiras, esos excesos, son
por ejemplo, priva a cincuenta millones de estaduniden- también nuestros.
ses (la sexta parte de los habitantes del país) del derecho
a un servicio de salud nacional, una realidad en la que si Rechazar durante cincuenta años estas razones usa-
te enfermas y no tienes dinero debes morir. das y aceptadas casi siempre por ese Norte que no
En fin, una democracia que se vanagloria de ser admite dudas sobre su respeto por la democracia, ha
incuestionable, pero que acepta la aprobación de una significado para Cuba cincuenta años de ostracismo,
ley que autoriza la tortura para los sospechosos de te- instigado por los Estados Unidos (temeroso del men-
rrorismo y la abolición del hábeas corpus, que es un saje de independencia que transmitía Cuba), puesto en
derecho elemental de todo ser humano de contar con práctica por muchas naciones occidentales y, lamen-
la defensa de un abogado cuando es privado de la li- tablemente, en algunos períodos, incluso por países
bertad. Un abuso que niega al acusado hasta la posibi- hermanos latinoamericanos. Un plan ejecutado por los

116
propios Estados Unidos con acciones terroristas pre- da, que sin embargo no difiere de la aplicada por los
paradas en la Florida o Nueva Jersey y llevadas a cabo Estados Unidos a raíz de los atentados del 11 de sep-
contra la Isla, plan favorecido durante años por la CIA tiembre de 2001.
con una verdadera estrategia de tensión financiada di- Por consiguiente, lo que se cuestionaba no era el
rectamente por el gobierno y jamás abandonada. derecho a hacerlo sino en nombre de qué modelo de
En 2007 Wáshington «para propiciar un cambio sociedad o de cuál ideología se hizo, y quién estaba
político, rápido y drástico en la Isla» destinó a la Ope- autorizado a hacerlo y quién no.
ración Cuba Libre ciento cuarenta millones de dólares ¿Qué habría dicho la Comunidad Europea si esta es-
(sesenta del Congreso y ochenta extraídos de la reser- trategia se hubiera aplicado contra una de las naciones
va a disposición del Presidente) y en 2008, a pesar de de la vieja Europa? ¿Por qué en Bruselas nunca lograron
estallar la crisis financiera, los contribuyentes norte- asumir una posición autónoma de la Unión sobre argu-
americanos tuvieron que desembolsar cuarenta y cin- mentos tan delicados y controvertidos como este?
co millones de dólares para el mismo objetivo. Por ello me parece comprensible el orgullo de Cuba,
Hasta la Unión Europea fue cómplice de esta políti- que ha resistido a este asedio y ve ahora cómo se están
ca preconcebida contra la Revolución. transformando muchas naciones de la América Latina,
Mientras en Cuba se multiplicaban los atentados bajo reescribiendo (como en Bolivia, Ecuador, Venezuela)
la dirección de antiguos asesinos como Luis Posada su Constitución para que finalmente se respeten los
Carriles y Orlando Bosch (el primero salvado mediante derechos de todos, incluso de los indígenas, que aún
un indulto de Bush padre y el segundo por Bush hijo), y siendo la mayoría en esas tierras hasta ahora no habían
el terrorismo de los Estados Unidos contra Cuba se con- podido elegir su vida ni decidir su futuro.
vertía en una realidad irrefutable, la Unión Europea nun- Cuba asediada ha sabido recuperarse incluso de los
ca movió ni siquiera un dedo para detener estas acciones años controvertidos de la influencia soviética en su
de los gobiernos de Wáshington, por el contrario, en sociedad. Son memorables la autocrítica y el debate
junio de 2003, presionada por el entonces presidente del que tuvieron lugar en 2007 en la Casa de las Américas
gobierno español, José María Aznar (quien había recibi- sobre el Quinquenio Gris de la Isla, de 1971 a 1976, un
do un sustancioso aporte a su campaña electoral por período caracterizado por las censuras de Luis Pavón
parte de la desacreditada Fundación Cubano-Americana Tamayo, quien en aquel momento dirigía el Consejo
de Miami, cómplice y protectora del terrorismo) decidió Nacional de Cultura y pretendía defender una presunta
castigar a la Revolución a causa «de la situación de los ortodoxia ideológica.
derechos humanos en ese país». El «socialismo tropical» fue siempre diferente del
La Comunidad Europea había impuesto sanciones comunismo soviético, y de ahí nace posiblemente el
unilaterales a Cuba (solo eliminadas en 2008) después respeto que se ha granjeado, incluso después del fra-
del fusilamiento en La Habana de tres de los once se- caso de la aplicación del marxismo.
cuestradores (que amenazaron con cuchillos en el cue-
llo a los turistas) de la lancha de la bahía de la ciudad, Una revista que se debía llamar Cubana
último acto de esa «estrategia de tensión» maquinada
abiertamente por los Estados Unidos, y en virtud de la No por casualidad cuando hace veintisiete años apare-
cual ya se habían realizado tres secuestros de aviones, ce Latinoamerica, la revista trimestral que tengo el pla-
de una decena que habían sido planificados. cer de dirigir con Alessandra Riccio (una de las funda-
Por su parte Cuba, había reaccionado ante el evi- doras históricas) se llamaba Cubana y se inspiraba un
dente intento de atropello procedente del exterior, eli- poco en Casa de las Américas.
giendo una forma de defensa desproporcionada con Era el fruto de la fascinación de algunos intelectua-
toda intención. Una reacción extrema, tal vez exagera- les italianos por lo que significaba la Revolución de

117
Fidel Castro, Che Guevara y Camilo Cienfuegos como Por tanto es comprensible por qué a inicios de la
ejemplo de libertad y resistencia en la América Latina, década de los 80 un grupo de intelectuales italianos,
un continente martirizado y recolonizado por la econo- aglutinados alrededor del insigne historiador Enzo San-
mía capitalista. tarelli, decidió emprender la aventura de contar con
Los Estados Unidos, alarmados por el carácter in- honestidad y sin prejuicios el novedoso aporte políti-
telectual de ese movimiento que realizaba proselitismo co, ideológico, cultural y humano de Cuba, desvirtuando
en el Continente, intentó de inmediato –con el embar- la información oficial que no estaba preparada para
go y el bombardeo constante de una campaña de des- aceptar que una isla del Caribe se convirtiera, aun con
prestigio– poner contra la pared a la naciente Revolu- sus limitaciones, en un laboratorio de ideas acerca del
ción, un engendro socialista a pocas millas de la Florida camino a seguir por la sociedad, papel que hasta en-
que se había consolidado en poco tiempo y que ejer- tonces era una prerrogativa de las grandes naciones
cía una influencia sobre el Continente y el mundo con europeas, incluida Rusia.
ideas o utopías de igualdad. En efecto, la Revolución La revista trimestral de geopolítica nacida en ese
soñaba con una repartición más justa de los recursos contexto ha llegado al número 105, enriquecida todo el
y de las riquezas entre los seres humanos. Una singu- tiempo por la colaboración de los más prestigiosos
laridad caribeña. Pero contrariamente a lo que todos pensadores de todo el continente americano. Y yo, que
esperaban, Cuba, aun cometiendo, como dije, errores la recibí de manos del profesor Santarelli y su compa-
o actos de autoritarismo a lo largo de los años, en ñera Bruna Gobbi con la única condición de no dejarla
ocasiones propiciados por un invencible síndrome del morir y de no traicionar el espíritu «de izquierda» que
asedio, resistió a todo. Y el continente latinoamerica- la había caracterizado, festejo mi octavo año en esta
no, que ahora se está fortaleciendo hasta el punto de ardua y fascinante empresa. No me sorprende que en
darse el lujo de esperar, es indudablemente hijo de esa este aniversario Cuba siga siendo la protagonista y que
tenacidad. marche hacia el futuro sin las tensiones ni concesiones
Nelson Mandela, símbolo de la dignidad de los opri- que muchos habían pronosticado para el día en que
midos, encarcelado durante veintiocho años por de- Fidel Castro saliera de la escena. Y no es casual que en
fender el derecho a la autodeterminación de los negros el número 100 de Latinoamerica, Senel Paz, guionista
sudafricanos, que hasta los años 90 eran mayoría, pero de Fresa y chocolate, filme que abrió la etapa de la
que jamás habían estado representados en el gobierno autocrítica en el seno de la Revolución, haya hecho
de esa tierra que está en el extremo de ese continente, alusión a esto.
hace doce años agradeció a Fidel Castro, con la since- Teniendo en cuenta el contexto nos pareció lógico
ridad que caracteriza a los hombres sencillos y delante reservar una buena parte del número 100 de la revista,
del ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, la que salió en octubre de 2007, a Fidel, protagonista in-
solidaridad y generosidad de la Revolución Cubana en discutible –independientemente de la opinión que se ten-
los momentos más difíciles de su patria. ga sobre él– de una aventura humana y política que ha
Es la explicación más sencilla para entender por qué, marcado parte de la historia moderna. Lo hicimos a
cincuenta años después de la declaración del embargo través de las palabras de quien lo conoció de verdad y
impuesto por los Estados Unidos, veinte años después que por tanto no lo describe con los matices, en oca-
del fin del comunismo en el ex imperio soviético, dos siones grotescos y construidos a propósito en Wásh-
años después de la enfermedad que ha obligado a Fidel ington o Miami, y que a lo largo de estos años han
Castro a retirarse de la vida política activa, Cuba sigue acompañado en Occidente muchas historias sobre su
ahí, orgullosa e inspiradora, capaz de desmentir las obra. La mayoría de los testimonios seleccionados per-
precipitadas previsiones hechas en Occidente acerca tenecen a intelectuales como García Márquez, Jorge
de la continuidad de la Revolución. Amado, Eduardo Galeano, Miguel Bonasso o Noam

118
Chomsky, quienes constituyen la conciencia más sen- un valor simbólico el hecho de que esta elección tuvie-
sible del nuevo Continente. ra lugar en la tierra donde cuarenta años atrás había
¿Por qué estas personas al referirse a la compleja muerto Ernesto Guevara por mantenerse fiel a sus idea-
figura de Fidel Castro decidieron desmentir los mani- les de justicia social. Una tierra que en su más reciente
dos argumentos que sobre él difunde la propaganda de historia había vivido la grotesca y trágica realidad de
los Estados Unidos? Es evidente que existe una forma más de cien golpes de Estado, una tierra que hasta la
diferente de interpretar los acontecimientos de nuestra década de los 90 había sido gobernada con frecuencia
época y de decidir quiénes son los buenos y los malos, por militares indignos, asesinos y corruptos, casi to-
los demócratas y los tiranos. Algo sobre lo que debe- dos formados en la desacreditada Escuela de las Amé-
rían reflexionar especialmente los que sonrieron con ricas, dirigida por los Estados Unidos, primero en Pa-
ironía cuando a mediados de la década de los 80, el namá y luego en Fort Benning (Georgia).
líder cubano declaró que «La deuda externa de los paí- Después de la elección de un aymara en Bolivia,
ses latinoamericanos, y en general, la de los países del ocurre en Ecuador la de Rafael Correa, un economista
Sur, era injusta e impagable», diez años antes de que lo que estudió en la Universidad Católica de Lovaina, Bél-
afirmara el papa Juan Pablo II. gica, en la que durante años ha enseñado sociología
Sin embargo, la Revolución no es la obra de un solo François Houtart, religioso de ochenta y seis años que
hombre, aunque ese hombre sea fundamental como lo figura entre los fundadores del Foro de Porto Alegre,
es Fidel Castro. Lo excepcional de la Revolución Cu- el laboratorio político que a partir del año 2000 ha mar-
bana radica en que uno de sus héroes, Che Guevara, cado las pautas de los cambios sociales, progresistas
que vino desde la Argentina con la idea de liberar al que tienen lugar en la América Latina.
Continente de la injusticia y de la explotación, se haya Dos años antes, había ocurrido la elección en Vene-
convertido en el símbolo mundial por antonomasia de zuela del militar progresista Hugo Chávez quien con su
quien está dispuesto a entregarse e inmolarse en aras «socialismo del siglo XXI» imprimiría un nuevo impulso
de una idea ética de la vida. Han transcurrido cuarenta al proyecto de liberación del Continente. Posteriormen-
años desde el día en que el Che Guevara fue asesinado te, con la elección de Lula, un ex obrero metalúrgico, a
en Bolivia por temor a que su mensaje fuera captado por la presidencia de Brasil (reelecto en 2006) y la de Tabaré
demasiados seguidores. Sin embargo, matarlo no sir- Vázquez en Uruguay en una coalición de la que for-
vió de nada. maban parte también algunos ex guerrilleros tupama-
La América Latina que cambia y toma finalmente el ros, comenzaron a soplar vientos cada vez más fuertes
camino de justicia y respeto de los derechos de todos, en el Continente.
es hija del sacrificio de muchos que como él nunca Más tarde, dos mujeres, Michelle Bachelet en Chile y
dudaron de que la realidad se podía cambiar y que su- Cristina Kirchner en la Argentina, aunque con programas
pieron confiar. y formas más moderadas, rompían con los esquemas im-
perantes no solo en la cultura machista de sus tierras
Guevara no era un visionario sino también en la tradición autoritaria de sus países.
Finalmente, un obispo católico de Paraguay, Fer-
Cuando a finales de 2005, Evo Morales, indígena ay- nando Lugo, quien colgó los hábitos para ocuparse del
mara, ex líder de los campesinos productores de la gobierno del país con la intención de llevar a su pueblo
hoja de coca, los cocaleros, ganó con el MAS (Movi- hacia la democracia, confirmaba que se estaba produ-
miento Al Socialismo) las elecciones en Bolivia, escribí ciendo un cambio extraordinario en la conciencia de
para la revista Latinoamerica un artículo publicado tam- los pueblos de la América Latina.
bién por el periódico de la izquierda italiana il Manifes- Por tanto, el Continente que está al sur de los Esta-
to, titulado El Che no era un visionario, ya que tenía dos Unidos podía ser liberado, como soñaba el Che, o

119
por lo menos orientado hacia una liberación, una re- continental que se diferencia de la información que
apropiación de los recursos, saqueados durante tanto brinda la CNN y de la información grotesca que está
tiempo por las políticas depredadoras de las multina- en manos de las familias oligárquicas del Continente).
cionales del Norte. Sin el sacrificio de muchos como el Che, héroes
Creo que, a cuarenta años de su asesinato, hay que silenciosos e ignorados de una guerra civil continental,
reconocerle a Ernesto Guevara esa intuición y esa fe. llevada a cabo contra el Plan Cóndor impuesto por
Muchos, especialmente los que el subcomandante Nixon; guerra librada durante años contra feroces dic-
Marcos definió en su discurso en la INAH (Instituto taduras militares, repugnantes oligarquías, políticos
Nacional de Antropología e Historia de Ciudad de Méxi- corruptos, eludida o manipulada por los medios de
co) en 2007 como «la izquierda mediática», que está comunicación, quizá ni siquiera el Chile de la Concer-
de moda, dirán que la lucha armada de la que hablaba tación (pacto político entre demócratas cristianos y
el Che no era necesaria. Pero, esa beautiful people, socialistas) habría tenido el valor de juzgar a Pinochet
como la denominara irónicamente el difunto Manolo y a su camarilla familiar ni de elegir como presidente
Vázquez Montalbán, olvida con absoluto cinismo las en un país machista y militarista a una mujer, Michelle
miles y miles de víctimas provocadas por la política Bachelet, quien había sentido en carne propia los ultra-
oficial, aun cuando se definía democrática, sobre todo, jes de la dictadura militar.
cuando esa política se tornó un verdadero «terrorismo Y quizá, sin el ejemplo del Che, no hubiera surgido
de Estado», como fue el caso del genocidio autorizado un movimiento zapatista que obligara a la política mexi-
por los Estados Unidos en Guatemala en la década de cana a rehacer su programa, decretando la primera
los 80, o el de la matanza en Bolivia en octubre de 2003 derrota en ochenta años del PRI, partido oficial, y que
por órdenes del ex presidente Sánchez de Losada, solo hiciera que la oligarquía de ese país tuviera que recu-
porque los indígenas (la mayoría del país que en aquel rrir al enésimo fraude en la consulta de 2006 para im-
momento no estaba en el poder) bloqueaban las calles pedir el triunfo en las elecciones, por primera vez, de
de la capital, La Paz, porque se negaban a vender en una coalición de centroizquierda, la de Manuel López
liquidación a un cártel multinacional, el gas natural, úl- Obrador.
timo recurso de un país saqueado. Cada país, como es obvio, ha elegido su camino de
Sin el sacrificio de muchos que como el Che, fue- acuerdo a las circunstancias, la autonomía y el coraje
ran «[...] capaces de sentir en carne propia cualquier de sus nuevos líderes, pero en estos momentos soplan
injusticia cometida contra cualquier ser humano [...]», vientos de esperanza en todo el Continente.
en un continente prisionero como la América Latina, Hoy muchos reconocen que todo es fruto de la pre-
no habría germinado en poco tiempo una conciencia sunta utopía del Che y de la Revolución Cubana, ejem-
de los derechos propios como la que en los últimos plo extraordinario de «resistencia y dignidad», a pesar
años ha llevado a Venezuela, Brasil, la Argentina, Uru- de sus limitaciones y contradicciones,
guay, además de Bolivia y Ecuador, a rechazar el Alca, Ese «imperdonable» pueblo cubano, como recordara
(tratado de libre comercio impuesto por los Estados el subcomandante Marcos, fue el último del Continente
Unidos), ni se hubiera afianzado una conciencia capaz en ser independiente pero el primero en liberarse.
de rechazar la arrogancia de organismos como el Fon- Sin olvidar que, luego de cincuenta años de embar-
do Monetario y el Banco Mundial y mucho menos se go norteamericano, la Revolución Cubana es lo que ha
habría podido soñar con la creación de una comunidad podido ser y no lo que hubiera querido. c
latinoamericana, autónoma e independiente, a través
del Mercosur, el Banco del Sur y Telesur (el network Traducción del italiano por Noemí Díaz Vilches

120
IGNACIO RAMONET

Cincuenta años
de la Revolución Cubana
Tiempo de cambios

E
l martes 19 de febrero de 2008 a través de un «Mensaje del Coman-
dante en Jefe» publicado en el periódico cubano Granma, Fidel
Castro anunció que ponía fin a su larga y extraordinaria carrera
política al renunciar a ser candidato a la presidencia de Cuba. El 31 de julio
de 2006, luego de un problema de salud que sobrevino unos días antes y
al que siguió una penosa intervención quirúrgica en la región intestinal,
Fidel Castro traspasó «provisionalmente» sus funciones a su hermano
Raúl, quien fue electo oficialmente presidente de la República de Cuba el
24 de febrero de 2008.
Hasta el próximo congreso del Partido, previsto, en principio, para
fines de 2009, Fidel Castro sigue siendo primer secretario del Comité

Revista Casa de las Américas No. 254 enero-marzo/2009 pp. 121-126


Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), lo que está muy lejos de
ser una función sin importancia en el seno de un sistema político uni-
partidista. Probablemente durante ese congreso Fidel Castro anuncie su
dimisión al cargo.
Hasta el momento en ningún país comunista se ha separado dicho
cargo del de Jefe del Poder Ejecutivo. Entonces, es poco probable que
Fidel Castro mantenga su cargo de primer secretario del Partido cuando
ha renunciado a ser presidente de los Consejos de Estado y de Ministros
(Primer Ministro) y al grado militar de Comandante en Jefe de las Fuer-
zas Armadas.
De todos modos, su enorme influencia en la opinión pública cubana
perdura. Él sigue en la lucha aun cuando haya cambiado de frente. En
su mensaje del 19 de febrero de 2008 dice que si abandonó la presiden-
cia fue también para investirse en el «4to. poder».
En su nuevo cuartel general secreto y clandestino, sigue siendo el
combatiente que ha sido siempre. Ahora sus armas son únicamente las

121
palabras, y su batalla más que nunca la de las ideas. El ra resistiendo, sin haber cedido ni haber sido derroca-
frente en el cual está luchando ahora es, como diría do por Wáshington. He aquí su gran victoria.
Antonio Gramsci, el de la hegemonía cultural, en el Fidel Castro es una curiosa mezcla de idealismo y
que siempre estuvo presente. pragmatismo. Sueña con una sociedad perfecta al mis-
Los periodistas que se alegraron estrepitosamente de mo tiempo que sabe que las condiciones materiales son
su «retirada definitiva», inmediatamente después de que extremadamente difíciles de transformar. Abandonó su
anunciara que abandonaba sus funciones de Presidente, función presidencial convencido de la estabilidad del
olvidaron la enorme influencia que ejercen los medios sistema político cubano.
de comunicación masiva en la opinión pública. Fidel Pocos hombres han conocido como Fidel Castro la
Castro aclaró que los artículos que publica regularmen- gloria de entrar vivos en la historia y la leyenda. Es el
te y que no ha dejado de escribir durante su larga conva- último «monstruo sagrado» de la política internacio-
lecencia iban a seguir apareciendo. Solo cambió el nom- nal. Él pertenece a esa generación de insurgentes le-
bre de la rúbrica: en lugar de «Reflexiones del Comandante gendarios –Nelson Mandela, Ho Chi Minh, Patricio
en Jefe» ahora es simplemente «Reflexiones de Fidel». Lumumba, Amilcar Cabral, Che Guevara, Carlos Ma-
Los cubanos, al igual que los observadores internacio- righela, Camilo Torres, Medhi Ben Barka– quienes, si-
nales, siguen leyéndolas con atención pues, como guía guiendo un ideal de justicia después de la Segunda
ideológico de la Revolución Cubana, nadie sustituirá a Guerra Mundial, se lanzaron a la acción política con la
Fidel Castro. En la historia de su país, su trayectoria es esperanza de cambiar un mundo de desigualdades.
única no solo por sus cualidades de líder sino también Bajo la dirección de Fidel Castro, su pequeño país
porque las circunstancias históricas que la diseñaron ja- –ciento once mil kilómetros cuadrados y once millo-
más serán las mismas. nes de habitantes– pudo implementar una política de
Mal que les pese a sus detractores, Fidel Castro tie- gran pujanza a escala planetaria y desde hace cincuenta
ne un lugar reservado en el panteón mundial de las años libra una férrea batalla con los Estados Unidos
personalidades que han luchado por la justicia social y cuyos dirigentes no han logrado derrocarlo, ni elimi-
se han solidarizado con los oprimidos de la Tierra. Como narlo, ni siquiera modificar aunque fuera un poco el
dice Frei Betto, teólogo católico brasileño: «Fidel Cas- rumbo de la Revolución Cubana.
tro liberó a todo un pueblo no solo del hambre sino Desde 1960 los Estados Unidos llevan una guerra
también del analfabetismo, de la mendicidad, de la cri- económica contra Cuba y, a pesar de la oposición cada
minalidad y la sumisión al imperio». vez más fuerte de las Naciones Unidas, le imponen
Los ciudadanos cubanos han tenido tiempo para unilateralmente un embargo comercial devastador, acen-
acostumbrarse a la idea de que ya Fidel Castro no con- tuado en los años 90, que constituye un obstáculo para
duciría más las riendas del poder. En numerosos artí- su desarrollo normal y para el florecimiento de su eco-
culos, él tuvo el cuidado de difundir, cual pedagogo, nomía. Y esto trae trágicas consecuencias para la po-
informaciones muy claras que anticipaban su decisión blación de la Isla.
de retirarse, tomada el 19 de febrero de 2008. Además, Wáshington prosigue una guerra ideológi-
Al ser una personalidad de principios rigurosos y ca y mediática permanente contra La Habana a través
con un modo de vida muy mesurado, no es ni el mons- de las potentes Radio Martí y TV Martí, instaladas en
truo que describen algunos medios de comunicación la Florida, que inundan a Cuba de propaganda como en
occidentales ni el Superman como a veces lo presen- los peores momentos de la Guerra Fría. Las autorida-
tan los medios de comunicación cubanos. Dotado de des norteamericanas, algunas veces a través de «labo-
una increíble capacidad de trabajo, es además un nota- ratorios pantalla» –como la National Endowment for
ble estratega, un dirigente que ha vivido una vida ente- Democracy (NED), organización no gubernamental

122
creada por Ronald Reagan en 1983–, financian en el implicados, que conspiren con los norteamericanos,
extranjero a grupos que hacen propaganda hostil en que acepten su dinero, y [...] no conozco ningún país que
Cuba. Por otra parte, la Agencia Norteamericana de no califique tal actividad de delito».
Asistencia Internacional (Usaid) que depende directa- A pesar del ensañamiento de los norteamericanos y
mente del gobierno de los Estados Unidos ha transferi- de unos seiscientos intentos de asesinar a Fidel Castro,
do desde 1996 más de sesenta y cinco millones de Cuba nunca ha respondido con violencia. En los Esta-
dólares a grupos asentados principalmente en la Flori- dos Unidos no se ha registrado ningún acto de violen-
da y comprometidos contra Cuba. En mayo de 2004 la cia que haya sido ordenado por La Habana desde hace
administración Bush decidió crear un fondo adicional casi cincuenta años. En respuesta a esas constantes
de ochenta millones de dólares destinados a intensifi- agresiones venidas del exterior, las autoridades cuba-
car la ayuda a esos mismos grupos. nas han preconizado, sin embargo, la unión a ultranza
En casi todas partes se paga a decenas de periodistas dentro del país. Han mantenido el principio de partido
por difundir informaciones inventadas contra Cuba. Una único y han sancionado las opiniones divergentes con
parte de esas sumas de dinero sirve para subvencionar a severidad, aplicando a su manera la vieja divisa de Ig-
numerosas organizaciones terroristas, opuestas al ré- nacio de Loyola: «En una fortaleza asediada, toda disi-
gimen cubano como Alfa 66 y Omega 7, entre otras. Di- dencia es traición».
chas organizaciones tienen sus bases en la Florida donde Por esa razón los recientes informes de Amnesty
disponen de campos de entrenamiento y desde donde en- International critican la actitud del gobierno cubano en
vían regularmente comandos armados a cometer sa- materia de libertades (libertad de asociación, libertad
botajes y atentados, con la complicidad pasiva de las de opinión, libertad de movimiento). Sin embargo, los
autoridades norteamericanas. Cuba es uno de los paí- informes críticos de esta organización no le señalan a
ses del mundo que más víctimas de atentados tiene Cuba ningún caso de tortura física, de «desaparecidos»,
(cerca de tres mil quinientos muertos y más de dos mil de asesinato de periodistas, de homicidio político o de
mutilados) y que más ha sufrido por el terrorismo du- manifestación que las fuerzas del orden público hayan
rante los últimos cincuenta años. reprimido con violencia. Desde 1959 no ha habido nin-
Ignorando la soberanía de Cuba y considerando que guna sublevación popular. Mientras tanto esos mismos
la Isla es, por así decirlo, un «asunto interno» suyo, informes destacan que en algunos Estados de la región
Wáshington no vaciló en nombrar, en 2005, a un «coor- –como Guatemala, Honduras, El Salvador, República
dinador para la transición en Cuba». Dominicana, incluido México, sin hablar de Colom-
El monto de la ayuda de los Estados Unidos a sus bia–, ignorados por los grandes medios de comuni-
aliados del interior de la Isla, –a quienes el escritor nor- cación, mujeres, sindicalistas, opositores, periodistas,
teamericano Ernest Hemingway en un contexto muy sacerdotes, magistrados, alcaldes, dirigentes de la so-
diferente calificaba de «quinta columna»–, ascendía a ciedad civil, continúan siendo asesinados impunemente
más de sesenta y dos mil ochocientos millones de euros sin que esas violaciones de los derechos humanos
y en el documento se aclara que esas sumas se entre- susciten alguna emoción en los medios internacio-
garían directamente a los «disidentes» que se entrena- nales.
rían y recibirían equipos y materiales. Es una injeren- En dichos países hay que añadir, como en la mayo-
cia innegable de una gran potencia con miras a ría de los Estados pobres del mundo, la violación cons-
desestabilizar a un pequeño país, es un verdadero «beso tante de los derechos económicos, sociales y cultura-
de la muerte» a los opositores. Pues como lo ha seña- les de millones de ciudadanos, la escandalosa mortalidad
lado el presidente del Parlamento cubano Ricardo Alar- infantil, la baja esperanza de vida, el analfabetismo, los
cón: «Mientras que exista esa política habrá cubanos sin techo, los desempleados, los excluidos del sistema

123
de salud, los mendigos, los niños de la calle, las villas En ese nuevo contexto geopolítico, la Revolución
miseria, la droga, la criminalidad y todo tipo de delin- Cubana, gracias a sus éxitos y a pesar de sus grandes
cuencia… Fenómenos desconocidos o casi inexisten- carencias (dificultades económicas, escasez de alimen-
tes en Cuba. tos, enormes incompetencias burocráticas, corrupción
A pesar de las presiones del exterior a las que está a pequeña escala generalizada, el rigor de la vida coti-
sometido, ese pequeño país apegado a su soberanía y diana, la libreta de abastecimientos, las restricciones a
a su singular política, ha obtenido resultados iniguala- ciertas libertades) sigue siendo una referencia impor-
bles en materia de desarrollo del hombre: eliminación tante para millares de desheredados del mundo.
del racismo, emancipación de la mujer, erradicación del En el actual contexto político, la única experiencia
analfabetismo, reducción drástica de la mortalidad in- izquierdista que ha logrado sobrevivir es la de Cuba.
fantil, elevación del nivel cultural general... En las es- Empero, hemos visto a qué precio. Aparte de esta ex-
feras de la educación, la salud, las investigaciones cepción cubana, todos los demás intentos de transfor-
médicas y el deporte, Cuba ha alcanzado niveles que mar las estructuras de la propiedad o de distribuir más
suscitarían la envidia de muchos países desarrollados. equitativamente las riquezas de este Continente han sido
La diplomacia cubana sigue siendo una de las más brutalmente truncados (Guatemala, Brasil, República
activas del mundo. La Habana, en los años 1960-1970 Dominicana, Chile).
apoyó a las guerrillas de numerosos países de la Amé- Desde que Raúl Castro fuera electo presidente, el 24
rica Central (El Salvador, Guatemala, Nicaragua) y del de febrero de 2008, los analistas multiplican las interro-
Sur (Colombia, Venezuela, Bolivia, la Argentina). Sus gantes, se preguntan especialmente si Cuba ha entrado
fuerzas armadas, lanzadas al otro extremo del mundo, en lo que algunos llaman una «transición» política.
participaron en campañas militares importantísimas Los cambios son ciertamente inevitables porque
particularmente en las guerras de Etiopía y Angola. La nadie en los círculos de poder cubanos goza de una
colaboración de Cuba en este último país terminó con autoridad equivalente a la de Fidel Castro. Una autori-
la derrota de las divisiones elitistas de la República Su- dad que le confería su personalidad cuadriforme: teó-
dafricana; ello aceleró indudablemente el proceso de rico de la Revolución, jefe militar victorioso, fundador
independencia de Namibia y la caída del régimen racis- del Estado y estratega durante casi cincuenta años de
ta del apartheid. la política cubana.
En los años 80 Cuba encabezó el Movimiento de Algunos periodistas habían predicho una rápida caída
Países No Alineados y llevó una intensa campaña in- del sistema político cubano, tal como ocurrió en Euro-
ternacional por la condonación del pago de la deuda pa Oriental luego de la caída del muro de Berlín en
externa de los países latinoamericanos. Después del noviembre de 1989. Pero se equivocaron. Y fueron
desastre del campo socialista de Europa Oriental y de víctimas del mismo espejismo que los neoconservado-
la caída de la Unión Soviética en 1991, la Revolución res norteamericanos. Es muy poco probable que vea-
Cubana ha pasado por años difíciles, calificados como mos en Cuba una transición al estilo de la de Europa
«período especial», empero para la gran sorpresa de la Oriental, donde un sistema autoritario impuesto desde
mayoría de sus adversarios, logró sobrevivir. el exterior y rechazado por una buena parte de la po-
Desde el fin de la URSS, por primera vez en su blación se vino abajo rápidamente.
historia, Cuba ya no depende de un imperio; ni de Es- Por más que le pese a Wáshington la mayoría de los
paña, ni de los Estados Unidos, ni de la Unión Soviéti- cubanos no tiene en mente ni desea un cambio radical
ca. Cuba comenzó una especie de segunda vida políti- de rumbo. No quieren perder algunas ventajas que el
ca a la izquierda de la izquierda internacional, uniendo socialismo les ha ofrecido: educación gratuita, inclui-
la vasta ofensiva contra el neoliberalismo y la globali- do el nivel superior, asistencia médica general, trabajo,
zación económica. vivienda, agua y teléfono casi gratuitos y una vida tran-

124
quila, con seguridad, con poca delincuencia en un país nes con los Estados Unidos. Es un asunto determinan-
que vive pacíficamente. te. En más de una ocasión Raúl Castro ha anunciado
Otra pregunta que se hacen con frecuencia: ¿Raúl públicamente que está dispuesto a sentarse a la mesa
Castro y su equipo estarán procediendo a cambios que de negociaciones para discutir con Wáshington los
pudieran modificar la línea de la Revolución Cubana? asuntos en litigio entre ambos países.
Lo que sí es evidente es que Raúl Castro y su equipo Probablemente de los Estados Unidos provenga la
han hecho hincapié en tres prioridades: la alimentación, señal política más importante para la evolución de Cuba.
el transporte y la vivienda. Tres esferas en las cuales la El nuevo presidente, Barack Obama –quien en 2003,
carencia, la escasez y las disfunciones son estructura- como candidato al Senado, ya había abogado por le-
les y dan lugar a un descontento permanente y difuso vantar el embargo y había reclamado mitigar las
de la población. Con realismo y de manera concreta, restricciones a viajar y al envío de las remesas a Cuba–
Raúl Castro quiere hallar soluciones a los problemas no anunció ¿acaso claramente su intención de discutir
específicos del pueblo. En los tres sectores se han con todos los países de la América considerados «ene-
constatado notables avances. migos» o «adversarios», entre ellos con Cuba? ¿Acaso
Por otra parte, se exhortó a participar en una discu- él mismo el 22 de febrero de 2008 no reclamó una
sión general sobre la forma de hacer que la economía «transición» necesaria en los Estados Unidos, al me-
fuera más eficaz y luchar contra el ausentismo o las nos sobre este tema, al declarar que si hay señales de
trabas burocráticas en la que participaron más de un cambio en la Isla, «los Estados Unidos deben estar pre-
millón de cubanos. Se manifestaron numerosas críti- parados para avanzar hacia la normalización de las
cas contra algunos dirigentes e instituciones del Esta- relaciones y atenuar el embargo»? Esto sería una revo-
do socialista. De esa discusión, libre y muy enriquece- lución copernicana en la política exterior de los Estados
dora según muchos observadores, salió una agenda de Unidos desde 1961. La nueva secretaria de Estado,
reformas que desea la mayoría de los cubanos y que Hillary Clinton, ¿se atreverá a ponerla en práctica?
Raúl Castro ha comenzado a llevar a la práctica. Ya se Empero las cosas podrían cambiar si Barack Oba-
han adoptado algunas medidas. ma (quien ganó en la Florida el 4 de noviembre de 2008)
Ya no cabe duda de que el socialismo cubano está en decidiera efectivamente poner fin con bastante rapidez
evolución. ¿Será del mismo modo que en China y Viet- al embargo comercial unilateral impuesto a Cuba des-
nam? Estos dos países son indudablemente ejemplos que de hace casi cincuenta años, lo que correspondería
los dirigentes cubanos han seguido de cerca y que pro- más a la actual voluntad de los cubanos radicados en
bablemente estén entre sus fuentes de inspiración. Pero los Estados Unidos porque, según una encuesta de la
Cuba seguirá su propio derrotero. Las nuevas autorida- Universidad Internacional de la Florida, 65% de los
des van a seguir introduciendo cambios en la economía cubanoamericanos están a favor de un diálogo diplo-
pero es poco probable que presenciemos una «peres- mático con La Habana.
troika cubana» o una «apertura política» o elecciones La salida de Bush debería conducir a Wáshington
multipartidistas. Las autoridades están convencidas de –escaldado por las desastrosas lecciones de Iraq y el
que ese tipo de «transición» reabriría la vía a un dominio Medio Oriente– a reexaminar la política exterior
norteamericano y a una forma más o menos disfrazada norteamericana y volver a involucrarse en la América
de anexión. Consideran que el socialismo es la alternati- Latina. Entonces los Estados Unidos descubrirían una
va correcta, aun cuando deba perfeccionarse. A corto y situación drásticamente diferente de la que habían
a mediano plazos la preocupación fundamental de los diseñado en los años 1960-1990. Cuba ya no está sola.
gobernantes será mantener a la sociedad unida. En el campo de la política exterior dicho país está
La tarea principal que espera a los herederos de Fi- convencido de que debe mantener buenas relaciones
del Castro es enfrentar el eterno desafío de las relacio- con todas las naciones, independientemente de sus

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regímenes u orientaciones políticas. Los cubanos han explotación, sino en el respeto mutuo. Cuba ha
fortalecido sus vínculos en especial con los países intensificado sus intercambios con los países de la
latinoamericanos y caribeños. Por primera vez La Habana organización económica y política Alba (Alianza
ha encontrado en ellos a numerosos y verdaderos amigos Bolivariana para las Américas) y ha firmado acuerdos de
que detentan el poder, principalmente en Venezuela, pero asociación económica con los Estados de Mercosur.
también en Brasil, la Argentina, Uruguay, Nicaragua, La evolución interna de La Habana dependerá, en gran
Panamá, Haití, Ecuador, Bolivia y Paraguay. Algunos de parte, de la actitud que adopte la nueva administración
estos gobiernos no son en particular pronorteamericanos. de los Estados Unidos con respecto a la Isla. c
A Wáshington le interesará entonces redefinir sus
relaciones con cada uno de ellos. Relaciones que no
pueden ser ya de corte neocolonial o basadas en la Traducción del francés por Mary Lola Montero Flores

LUIS TOMASELLO (Argentina, 1915): S/t, s/f. Serigrafía, 610 x 710 mm. 59/100

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EMIR SADER

Cuba a los ojos del mundo

A
partir de aquel mágico 1 de enero, Cuba, el país, la palabra,
pasaron a ganar una connotación única. Ya no designa apenas a
un país, ya no tiene apenas un sentido geográfico o histórico.
Pasó a representar los sueños de tantas y tantas generaciones.
Porque Cuba catalizó los grandes sueños de la humanidad, acumula-
dos por tanto tiempo, toda mirada sobre Cuba ganó colores únicos –por
lo que se mira y por quién mira, desde dónde se mira–. Cuba se volvió un
objeto especial de mirada del mundo. ¿Será tanto por ella o por lo que el
mundo mira de sí mismo, cuando vuelve su mirada hacia Cuba? ¿Qué es
lo que el mundo mira de sí mismo, cuando vuelve su mirada hacia Cuba?
A lo mejor así podremos entender en parte por qué es objeto de
tantas miradas –siempre radicales– y descifrar el sentido de esas mira-
das. Porque los ojos puestos en Cuba son, a la vez, ojos puestos en cada

Revista Casa de las Américas No. 254 enero-marzo/2009 pp. 127-129


uno de nosotros mismos. Nuestra mirada sobre Cuba, menos que cual-
quier otra, no es una mirada neutral. Uno mira dónde andan sus sueños,
cuando mira hacia Cuba. Uno mira hacia sus esperanzas, cuando mira
hacia Cuba. Porque Cuba dio vida, dio materialidad a nuestros sueños y
esperanzas, Cuba trata de realizar, en las condiciones históricamente
existentes, nuestros deseos de un mundo solidario, justo, emancipado.
Mirar hacia Cuba representa así siempre un arreglo de cuentas de cada
uno respecto a la utopía, a la voluntad de transformación radical del mun-
do, a los deseos de emancipación de todos, de recuperar la historia en las
manos de cada uno. Representa nuestra mirada hacia los mismos sueños
que un día han norteado o siguen norteando nuestras vidas.
Hablaremos un poco de Cuba a los ojos del mundo y, a la vez,
inevitablemente, del mundo en el espejo de Cuba. Y de uno mismo,
mirando a Cuba y a sí mismo.
Cuba carga en sus espaldas las utopías y sueños de tantos de noso-
tros, que demandamos de Cuba que realice lo que no hemos sido todavía

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capaces de realizar –ni de lejos– en nuestras socieda- lución Cubana: la prioridad de la justicia social, lo que
des. Por eso la solidaridad con Cuba respecto a las agre- hace de Cuba el ejemplo mundial de que un país no
siones imperiales suele ser mucho más amplia que la necesita ser rico para ser justo. El pleno empleo, la
que respecta a las dificultades de construir el socialis- generalización de los derechos a la educación, a la sa-
mo en un país periférico, primario-exportador, sin inte- lud, a la cultura, son expresiones de ello. Un proceso
gración internacional –desde el fin del campo socialista–, que ha transformado a Cuba en el país más justo del
cercado, asediado, agredido por el mayor imperio de la mundo, el menos desigual del mundo. Lo que fue posi-
historia de la humanidad, a noventa millas de distancia. ble por un inmenso proceso de desmercantilización de
Deseamos que Cuba haga realidad los sueños que no las relaciones sociales, en la contramano de las reglas
hemos logrado cumplir nosotros mismos en nuestros del mercado.
países, desconociendo así, tantas veces, los escollos En tercer lugar, una visión ética, en lo interno y en
que hay que enfrentar para realizar esos sueños. lo internacional, traduciendo en este plan las palabras
Nos olvidamos de la afirmación de Lenin, rescatada de José Martí: «Patria es humanidad». Para Cuba, «ser
por Cortázar en la portada de la primera edición de El internacionalista es cumplir nuestra deuda con la hu-
último round: «Hay que soñar, pero a condición de manidad». Este fue el fundamento de algunas de las
creer seriamente en nuestro sueño, de examinar con más bellas páginas de solidaridad de la historia de la
atención la vida real, de confrontar nuestras observa- humanidad, llevadas a cabo por cubanos, en los más
ciones con nuestro sueño, de realizar escrupulosamente lejanos rincones del mundo, personificando los ideales
nuestra fantasía». humanistas del socialismo.
Eso ha hecho Cuba en estos cincuenta años, y se- Por eso, por enfrentar al capitalismo y al imperialis-
guirá haciendo, enseñándonos a estar, cada uno, a la mo, de la forma más directa, Cuba pasó a representar,
altura de nuestros sueños. a los ojos del mundo, un ejemplo admirable. Aún más
Cuba nos enseñó, con todos sus bemoles, la idea de si recordamos qué es lo que vivíamos en la América
revolución y, en particular, de revolución en la Améri- Latina, cuando aquel primer día de enero irrumpió en
ca Latina. Era una Idea lejana para todos nosotros, asiá- nuestras vidas.
tica, que remitía a personajes históricos que hablaban Empezaba a agotarse el ciclo largo de expansión
otros idiomas y tenían otras trayectorias, muy distin- económica, iniciado en los años 30 del siglo pasado,
tas de las nuestras. De repente, se nos aparecen fotos que había transformado la fisionomía de algunos paí-
de unos barbudos, con sus fusiles, su radicalidad, su ses del Continente por procesos de industrialización
música, su coraje, su alegría, su audacia. dependiente. Luego la Revolución Boliviana de 1952,
En primer lugar, la Idea misma de revolución, en la vinieron el golpe en Guatemala, el suicidio de Getúlio
forma en que Lenin y el Che la han definido: cuando lo Vargas en Brasil, el golpe que derrumbó a Perón en la
extraordinario se vuelve cotidiano. Como un momento Argentina. Se anunciaban tiempos sombríos para el
de exaltación de la capacidad humana para adueñarse de Continente, confirmados por el golpe militar de 1964
su propio destino, rescatando el curso de la historia en Brasil. La democracia política ya no era funcional al
conforme a la voluntad consciente de los hombres y capitalismo, que buscaba formas dictatoriales para ga-
las mujeres. rantizar sus intereses y dar continuidad al proceso de
En segundo lugar, la prioridad de las políticas so- acumulación de capital.
ciales, rompiendo con la dictadura de los intereses eco- Mientras tanto, nos llegaban noticias desde la «Amé-
nómicos dominantes, promoviendo un inmenso rica Central» –en ese momento no había todavía para la
proceso de democratización del conjunto de la socie- prensa el Caribe, otra novedad introducida por Cuba–,
dad, universalizando derechos. Se empezaba a realizar donde unos barbudos habían tumbado a un dictador más
una de las características más definidoras de la Revo- de la región. En ese momento yo recibía mi primera

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tarea militante: difundir el periódico Acción Socialista, Checoslovaquia– para llegar al «primer territorio libre
de la organización luxemburguista Liga Socialista Inde- de América», donde no ponían sello en los pasaportes
pendiente, de manos de Michael Löwy, que estampaba brasileños, donde la dictadura se preocupaba en dejar
en primera página justamente una foto de los guerrille- escrito: «Permitido para todos los países, salvo para
ros cubanos, alineados como si fueran jugadores de fút- Cuba». Pero no impidió que Chico Buarque, Antonio
bol. Mal sabía yo que esa foto y aquella noticia me acom- Callado, Rubem Fonseca –entre tantos otros– fueran
pañarían por toda mi vida –ya van cinco décadas. miembros del jurado del Premio Casa (Rubem Fonse-
La secuencia de noticias nos aturdía y nos maravi- ca, solitario militante que nunca ha dado entrevistas en
llaba: campaña de alfabetización realizada por los Brasil, concedió ese privilegio a Radio Habana Cuba,
estudiantes, que suspendían el año escolar para dedi- en ocasión de su viaje al Premio Casa).
carse a terminar con el analfabetismo en el campo. Así que pertenecemos a una generación que gusto-
Fundación de la Casa de las Américas, (que, según el samente estuvo condenada a ser la generación de la
testimonio de Antonio Candido, le hizo – y a tantos Revolución Cubana, a convivir con Cuba, a defenderla
otros más– conocer la literatura latinoamericana, prác- y a quererla siempre más. Descubrimos la Revolución
ticamente desconocida por todos nosotros). Reforma y nos descubrimos a nosotros mismos como militan-
agraria, reforma urbana, derecho a la educación, a la tes revolucionarios, al son de la Guantanamera y de
salud, a la cultura para todos, tareas internacionalistas los discursos de Fidel.
de apoyo a procesos revolucionarios en otros países, Cuando ya han pasado cincuenta años desde enton-
enfrentamiento abierto al bloqueo norteamericano a la ces, toda una vida, tantas vidas, volver a Cuba, a sus
Isla. Total: todo lo que uno decía que era necesario, pero calles, avenidas, plazas, campos e islas, es como vol-
que no encontrábamos siquiera formas de expresarlo ver a como uno se fue haciendo desde entonces, se
en una plataforma concreta en nuestros países. Des- fue construyendo como seres humanos, como mili-
cubrimos La historia me absolverá y, sobre todo, tantes, como intelectuales, como latinoamericanos, es
aquellos hombres, dirigentes revolucionarios, que se- volver a mirarse a uno mismo, mirando a Cuba, miran-
rían, a partir de allí, referencia central para tantos de do al mundo desde Cuba, mirando a Cuba desde el
nosotros –Fidel y el Che. mundo, con todos los paisajes humanos e históricos
La Casa pasó a ser la esquina cultural y política de que la Revolución proyectó frente a nosotros, que nos
las Américas, con toda la aventura y la rebeldía que permite la mirada que pasamos a tener, del mundo y de
significaba desplazarse hasta Europa –Irlanda, a veces nosotros mismos. c

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CARLOS CRUZ-DIEZ (Venezuela, 1923): Induction chromatique, s/f. Serigrafía, 615 x 630 mm. P/A

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