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El mayor problema que se presenta en estos casos es que la mujer que presto su vientre se
encariñe de una forma u otra con el ser que se esta desarrollando dentro de ella, y a la hora de
entregarlo a su “familia” se arrepienta. Desafortunadamente y por lo general, los pagos de estos
alquileres se presentan antes del parto. Comprometiendo así a la mujer involucrada a responder
con el contrato. Casi siempre las mujeres que prestan este servicio son de bajos recursos
económicos, por lo cual se ven obligadas a entregar el bebe.
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Código Del Menor 2737 [en línea] http://www.cnrr.org.co/interior_otros/pdf/decreto_2737_89.pdf, recuperado el
25 de Septiembre de 2009
Angie Vidales
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¿ALQUILARIAS TU VIENTRE?
Por un lado la madre arrendataria se tiene que enfrentar a perder un hijo, sufriendo tanto
cambios físicos como cambios psicológicos, adicional a todo esto es un negocio clandestino ya
que la ley no lo aprueba.
La iglesia ante este tema esta en total desacuerdo, ya que la madre al alquilar su vientre
para un beneficio económico esta vendiendo su moral y lo más importante, su hijo. Esto es un
pecado ya que se atenta contra la integridad del bebe, por que lo toman como un objeto y no
como una persona.
Bibliografía
Angie Vidales
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