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*Por Manuel Anido

ROL DEL ESTADO Y


DESARROLLO
ÍNDICE

Introducción Pág. 2

Resumen de textos analizados


Pág. 2

Rol del Estado Pág.


4

Desarrollo integrado y recursos fiscales


Pág. 7

Conclusiones Pág. 8

Bibliografía
Pág.10
INTRODUCCIÓN
El pueblo, los ciudadanos, -o los integrantes de la actual categoría de
“opinión pública”-, reciben permanentemente, a partir de la información,
con que es bombardeada, o los mensajes mediáticos en general, análisis,
afirmaciones, pronósticos, definiciones y opiniones interesadas
“disfrazadas” de información, sobre cuestiones en relación a “déficit fiscal”,
“crecimiento”, “balanza de pagos”, “superávit o equilibrio fiscal”, “escalada
de precios”, “riesgo país” (índice resucitado), y otros que son presentados
como realidades exclusivamente “económicas”.
No suele presentarse la relación o dependencia que estas
“entidades”, aparentemente autónomas conllevan con las decisiones
políticas, salvo cuando éstas se apartan de la visión de la “mano invisible
del mercado”, en cuyo caso, indefectiblemente será la intromisión de la
política, la responsable de las dificultades que estemos atravesando, y se
clamará contra la “desmedida presencia del Estado”, acompañado de las
argumentaciones mas técnicas posibles, que naturalicen en los receptores,
la percepción que estas cuestiones son para “entendidos”, para
economistas, sobretodo si éstos saben interpretar los “pensamientos” del
mercado(porque parece que ahora también tienen esa capacidad cognitiva).
Es entonces, que a partir de los aportes de diversos autores, así como
de la confrontación de sus posturas, se intentará arrojar un poco de luz,
sobre las problemáticas enunciadas en el título del trabajo, procurando
arribar a conclusiones, que puedan responder, o en todo caso, abrir nuevos
interrogantes para el debate.

RESUMEN DE TEXTOS ANALIZADOS

¿DEFICIT FISCAL O CRISIS DEL SECTOR EXTERNO?


UN VIEJO DILEMA1
1
Columna del IIHES, LGE, Nº 20, 28 de Abril de 2002, de “Crónicas de la Argentina
sobreviviente” El presente en el espejo de la historia. Mario Rapoport, editor; p. 50 a

2
Por Emilce Tirre
La autora aborda las posturas que giran en torno a las
concepciones del FMI, en relación a lo que se plantea como un
dilema, entre posiciones contrapuestas sobre el origen de las crisis de
los países en desarrollo. A lo largo del texto se ponen sobre el tapete
las argumentaciones en uno y otro sentido, así como el trasfondo
histórico-político de la problemática del endeudamiento en Argentina.
Quedan expuestos así los polos de la antinomia conceptual que
titula el trabajo, y los factores que subyacen a las mismas, tales como
el equilibrio fiscal, las políticas keynesianas, la estructura de
producción, la crisis mundial de los 70´ y las políticas desarrolladas en
Argentina, culminando con las posibles consecuencias de la búsqueda
o logro de dicho equilibrio fiscal.
ACERCA DEL ESTADO Y DEL SUPERÁVIT FISCAL2

Desde el comienzo se define, que la utilización del excedente del


superávit fiscal, es el principal tema en discusión en la economía argentina,
marcando la escasa claridad sobre dicha utilización, con visiones que van
desde el sostén directo a los sectores más necesitados, hasta la
construcción de obras de infraestructura, pasando por el fomento a la
creación de empleos, mediante apoyos crediticios.
Detrás de estas cuestiones, reaparece el controvertido tema sobre el
papel del Estado, y sus niveles de presencia o ausencia en la sociedad.
Menciona posturas y ejemplos históricos concretos, tanto de Argentina,
como de Estados Unidos y el Sudeste Asiático, los posicionamientos al
respecto, así como la propia postura del autor.

EN BUSCA DE UN NUEVO EQUILIBRIO3

El texto encara el análisis del sistema de coparticipación de


impuestos en Argentina, y cuestiona el cumplimiento de su supuesta

53
2
Mario Rapoport. “Crónicas de la Argentina sobreviviente” op.cit. p. 97 a 101
3
Ramiro Castiñeira (Estudiante de Economía en la UBA) Texto publicado en la
Revista Facultades Nº 14
http://www.revistafacultades.com.ar/dispatch.php?action=nota&id=37

3
intencionalidad de fomentar el desarrollo y equidad entre las provincias.
Luego de explicitar que la Argentina cuenta con un federalismo centralizado,
precisa sus características, en las que la coparticipación debe ser una
herramienta para asegurar un crecimiento económico homogéneo.
Asimismo, plantea una comparación con la realidad norteamericana,
y desarrolla posteriormente, cuáles serían a juicio del o los autores, las
funciones y objetivos que debería cumplir la coparticipación federal, así
como los caminos a recorrer y ejemplos para buscar el equilibrio entre la
coparticipación y la autonomía provincial en materia fiscal.

LA PARÁBOLA DEL GASTO PÚBLICO4


El otrora mediático Juan Carlos de Pablo, relata una parábola, que se
supone ilustrativa referente del gasto público (distribución de ingresos,
déficit fiscal y organización política del país. La parábola en cuestión, autoría
de Armando P. Ribas, del bastión intelectual de la Asociación de Bancos
Argentinos, plantea una hipotética situación, el que 100 personas viven en
una isla y procuran su sustento mediante la pesca, y las repercusiones de la
reducción progresiva de los “pescadores”, a partir de la progresiva
organización de esa comunidad.
En un evidente paralelismo con la organización de la sociedad, esta
supuestamente “educativa” parábola, presenta a los pescadores
(productores de algún tipo), como víctimas de quienes son mostrados casi
como parásitos, soslayando las diferenciaciones funcionales de una
organización política territorial (Estado), para la satisfacción de las
necesidades públicas.

ROL DEL ESTADO

Continuando con la línea de razonamiento esbozada en la


Introducción, difícilmente pueda escindirse el análisis de la problemática
fiscal, sin una determinación previa del rol del Estado, lo cual
evidentemente no es algo neutro, pues dependerá de las concepciones
ideológicas a las que se adhiera.
4
Juan Carlos de Pablo. Texto publicado en la Revista Facultades Nº 9.
http://www.revistafacultades.com.ar/dispatch.php?action=nota&id=39

4
En este sentido, según se enrole en una visión de un Estado con una
presencia activa o fuerte en la sociedad, o la de uno prescindente o
ausente, que deje a cargo del mercado las variables económicas, o las
pautas de crecimiento y desarrollo de la sociedad. En función de ello serán
las valoraciones que se sustenten acerca de la obtención, administración y
distribución de los recursos fiscales
Cabría precisar, que si el Estado es la organización de los hombres en
sociedad, para poder satisfacer las necesidades que ellos no podrían lograr
fuera de ese marco, en forma individual, y buscando por tanto el bienestar
general de todos los integrantes de la comunidad, la asignación de los
recursos derivados de la carga tributaria y otros ingresos fiscales, debe
procurar, a través de ellos, la satisfacción de las necesidades públicas.
Justamente, Mario Rapoport, manifiesta que: “El principal tema en
discusión en la economía Argentina hoy, es la utilización del excedente del
superávit fiscal. Pero detrás de esta cuestión se debate otra más profunda
que tiene que ver con el rol del Estado en la sociedad argentina”5.
Esto nos remite también, a las percepciones, que acerca del Estado,
están presentes en la sociedad, y como ha sido enfocado en su múltiple
accionar, no solamente en lo político, sino también en lo económico, en lo
social y en lo cultural.
Ahora bien, ¿debería el Estado tener algún tipo de rol en la creación
de la riqueza? Al efecto seguramente los economistas neoliberales, nos
dirán podemos que excepto en mantener la ley y el orden, supervisar la
moneda y manejar la defensa nacional, todas las otras funciones pueden
hacerlas mejor el capitalismo competitivo.
Sin embargo estos sectores no consideran incompatible su posición,
con la presencia que hoy, y fundamentalmente desde los 90´ en adelante,
tiene el Estado, subsidiando actividades de la economía que fueron
privatizadas y que hoy, siguen recibiendo, cuantiosas partidas por parte de
ese mismo Estado, que critican, no obstante lo cual, si se embarca, en
actividades productivas, o destina fondos para compensar la desigualdad
social, redistribuyendo ingreso a partir de los recursos fiscales.
Una visión totalmente liberal, expondría que el ingreso nacional que
se genera en un país ya se distribuye a través del mercado entre los

5
Acerca del Estado y del superávit fiscal, en “Crónicas de la argentina
sobreviviente”, p.97

5
individuos y familias que lo integran. La distribución resultante será más o
menos igualitaria, según cómo esté repartida la propiedad de los factores
productivos y cuál sea el sistema de precios o retribuciones vigente en el
país.
La distribución funcional del ingreso estará vinculada al reparto del
ingreso entre los factores de la producción, fundamentalmente el trabajo y
el capital. La parte del ingreso que corresponde al trabajo y la que se
destina a retribuir el capital dependerá de la proporción de estos factores
utilizada en la producción y de la relación entre los precios de dichos
factores.
Poniendo blanco sobre negro, ¿es que el Estado tiene hoy una política
clara y definida de redistribución de la riqueza hacia los sectores más
postergados o excluidos? Al respecto se podría decir que el Estado,
interviene procurando el objetivo que las diferencias de ingreso no sean
muy pronunciadas y lo hace a través de lo que se denomina política
redistributiva, y mediante acciones que no se alejan tampoco demasiado de
los paradigmas del Consenso de Washington (programas compensatorios,
planes focalizados, etc.)
Esto es consistente con la visión del FMI, que al decir de Emilce Tirre,
hace énfasis en los planes de estabilización y en el déficit fiscal como factor
clave de las crisis6, dice ella que para el organismo internacional “el
desmedido gasto público y el déficit fiscal son a la vez, cauisa y
consecuencia (…) de redundantes emisiones, aumento desmedido de
liquidez (…) y escaldad de los precios (…) y llevan a un crecimiento
incontrolable de la espiral inflacionaria…”7
Ahora bien, fueron las políticas keynesianas, (hoy, desvalorizadas) las
que permitieron la recuperación que dio lugar a la llamada edad de oro del
capitalismo, marcándose muy claramente en el texto analizado, la
incongruencia del FMI, que recomendaba recetas en los 50´ y 60´, que no
aplicaban los países desarrollados, además de la estrecha vinculación con el
proceso de industrialización, que la llevan a preguntarse: “ Ese déficit que
se esforzaban en corregir, ¿no era el corolario lógico de un proceso de
desarrollo?”
6
Recordemos que el texto de Emilce Tirre fue escrito en abril de 2002
7
¿Déficit fiscal o crisis del sector externo? Un viejo dilema. Emilce Tirre, en
Crónicas de la Argentina sobreviviente, editor, Mario Rapoport

6
Por último, cabe hacer una pequeña referencia a la parábola
reproducida por Juan Carlos de Pablo, la cual puede tener varias
interpretaciones, una la expresada en el resumen, o sea el desconocimiento
de la significación de la vida en sociedad, y dentro de ella el papel del
Estado.
Otra lectura, es que puede estar inspirada en aquellos sectores
productivos (leáse agro p. ej.), que “sienten” (y lo expresan claramente) que
están cargando, con el peso económico de la redistribución de la riqueza, de
la cual interpretan, son hoy en Argentina, exclusivos generadores a partir
de las exportaciones, dando por sentado, que ello no implica costos para el
Estado.
La realidad es que el funcionamiento del Estado y la satisfacción de
las necesidades públicas, implica costos, y al decir de Belisario Villegas: “…
el gobierno solamente podrá hacer frente a estas erogaciones si cuenta con
los medios pecuniarios. De ello se desprende que el gobierno debe tener
ingresos, los cuales derivan de sus recursos públicos”.8
Por último, Mario Rapoport, señala que la reducción del tamaño y
funciones del Estado a partir de las reformas neoliberales “condujo a
deliberadamente a su retirada de sectores claves de la organización
económica y social, desprotegiendo al conjunto de la ciudadanía”9
De allí la necesidad de la aplicación de una política distributiva del
Estado la que comprende un conjunto de medidas cuyo objetivo principal es
modificar la distribución del ingreso entre los individuos o los grupos
sociales.
¿Cuáles son los instrumentos de que se dispone para una política de
distribución?
1. El sistema impositivo. En primer lugar, de aquí es de donde se
obtienen los recursos que permiten el funcionamiento del Estado, y que
éste, según su concepción puede aplicar para, entre otras cosas redistribuir
los ingresos entre la población. Los impuestos son una imposición del Estado
a los individuos, unidades familiares y empresas, para que paguen una
cierta cantidad de dinero en relación con determinados actos económicos,

8
Curso de finanzas, derecho financiero y tributario. Héctor Belisario Villegas,
Editorial Astrea 2002, p.13
9
Mario Rapoport. op. cit., p. 100

7
como por ejemplo: realizar el consumo de un bien, obtener ingresos por el
trabajo o generar beneficios por las empresas
2. Los gastos de transferencias (seguro de desempleo, jubilaciones y
pensiones). Las transferencias son los pagos que se realizan sin la provisión
correspondiente de bienes y servicios por parte del receptor.
3. Medidas de intervención directa en el mecanismo de mercado. Estas
medidas actúan en el proceso de formación de los ingresos, esto es, sobre
las fuerzas de la demanda y la oferta de mano de obra y sobre otros
factores de la producción, tales como el capital. Ejemplos conocidos de este
tipo de políticas pueden ser la fijación de salarios mínimos, la limitación de
los dividendos y los alquileres, y los controles sobre los precios de
determinados artículos generalmente de primera necesidad.
La adecuada utilización de estas herramientas, y la aplicación de
estas medidas, son las que asegurarán el retorno del Estado, de las
funciones y actividades que nunca debió dejar.
“…necesitamos la orientación y la participación activa del Estado, (…)
aunque no podrá realizarse plenamente de no mediar un cambio decisivo
en la coalición de fuerzas y en las concepciones económicas que alcanzaron
la hegemonía desde la última dictadura militar”10

DESARROLLO INTEGRADO Y RECURSOS FISCALES

No es posible abordar, si previamente no se aclara, que al hablar de


desarrollo integrado, se está haciendo referencia, a la necesidad de hacer
posible las condiciones para que todos los habitantes de la República,
puedan tener las mismas oportunidades de llevar adelante sus proyectos de
vida, así como también a que el crecimiento y el desarrollo del país, pueda
hacerse en forma equitativa, dentro del conjunto de las provincias
argentinas.
Ramiro Castiñeira11, en este sentido enfoca su análisis a la cualidad
redistributiva del sistema de coparticipación de impuestos, con el objetivo
de fomentar el desarrollo y equidad entre las provincias, objetivo que pone
en duda, en cuanto a su cumplimiento.
10
Mario Rapoport. op.cit
11
Ramiro Castiñeira op.cit

8
Precisa en su texto, que el sistema actual, se corresponde con
federalismo fiscal centralizado, en el cual la Nación recauda en las
provincias, y luego redistribuye entre las mismas, una vez deducida la parte
que hace a la financiación de los gastos nacionales.
Muchas veces, ha sido cuestionada, la distribución de la “torta fiscal”,
desde diversos ángulos, por un lado las provincias grandes, porque
argumentan que no reciben lo que entienden les correspondería, y desde las
chicas y más pobres, reclamando mayores fondos, para reducir la brecha
que las separa de las que han tenido un mayor desarrollo.
Por supuesto, que la cuestión no es tan lineal, pues, la cuestión del
poder está indisolublemente ligado a la coparticipación, y al manejo de la
“caja”, que suele asegurar lealtades hacia el poder central, como asimismo
al muchas veces inadecuado manejo presupuestario de los gobiernos
provinciales, que también aprovechan la situación, para no llevar adelante
políticas de desarrollo y fomento de las economías regionales, para quebrar
la dependencia que muchas tienen, con respecto a los fondos que envía la
Nación.
Pero no puede menos que coincidirse con Castiñeira en cuanto a que
“Argentina sí necesita de un sistema de coparticipación de impuestos para
garantizar desde el Estado, el desarrollo de las regiones más pobres dela
país, al igualdad de oportunidades a todos sus habitantes (…) y que se
tenga que ponderar en forma más significativa la equidad (…) en cuestiones
de poder cubrir necesidades básicas como educación, salud y acceso a los
principales bienes y servicios…”
Y como cuestión adicional, si el federalismo se entiende como la
forma de gobierno de un país integrado, solidario, en el cual cada uno de
sus niveles procuren coordinadamente el mejoramiento permanente de la
calidad de vida de todos sus habitantes, impulsando el desarrollo económico
y social del país, no puede dejar de considerarse, además de la Nación y las
Provincias, a los Municipios como un tercer nivel de gobierno.
Así lo reconoce la Constitución Nacional de 1994, que convierte al
federalismo bipartito de la Constitución de 1853 en un federalismo tripartito
“atenuado”, esto es, Nación-Provincias-Municipios. Es indispensable,
entonces, reconsiderar también la estructura vertical del sector público para
hacer su accionar más eficaz y eficiente.

9
CONCLUSIONES
En las últimas décadas un conjunto de enfoques de amplia circulación
ofrecían una respuesta basada centralmente en la idea del "derrame". Las
conocidas hipótesis básicas giraban en torno a la visión de que realizando
ingentes sacrificios para conseguir metas de carácter macroeconómico que
implicaran equilibrios económicos y financieros, habría progreso económico,
y finalmente el mismo se “derramaría” al conjunto de la población y llegaría
a los sectores más pobres, arrancándolos de su situación de pobreza.
Como ha sucedido tantas veces en la historia, una vez más los
hechos reales no han respondido a las suposiciones del modelo que nos fue
impuesto. Por muchos años se nos hizo creer desde las “usinas”
neoliberales, que la manera más eficiente de reducir la pobreza y la
desigualdad social era a través del crecimiento económico acelerado, y la
concentración de la riqueza.
De la mano de estas visiones, la concepción de un Estado casi
“ausente”, se instaló y dejó el espacio abierto para que “los mercados”
fueran los que determinaran las variables económicas. Hubo que llegar
hasta donde se llegó, para reorientar el pensamiento a partir de la
revalorización del papel del Estado, el mismo que en algún momento fue
considerado como el “gran elefante”.
Mario Rapoport lo plantea claramente: “Los bolsones de indigencia, la
masa de desempleados y la profunda crisis de valores que padece nuestra
sociedad (…) hacen preciso, por el contrario, la intervención del Estado, una
mayor participación de éste en la satisfacción de las necesidades sociales,
en su rol de prestadores de servicios públicos y en la reconstrucción del
tejido productivo”12

12
Op.cit. p. 100

10
BIBLIOGRAFÍA
 Columna del IIHES, LGE, Nº 20, 28 de Abril de 2002, de
“Crónicas de la Argentina sobreviviente” El presente en el
espejo de la historia. Mario Rapoport, editor
 Mario Rapoport. “Crónicas de la Argentina sobreviviente”

 En busca de un nuevo equilibrio fiscal Ramiro Castiñeira


(Estudiante de Economía en la UBA) Texto publicado en la Revista
Facultades Nº 14.
http://www.revistafacultades.com.ar/dispatch.php?action=nota&id
=37
 La parábola del gasto público Juan Carlos de Pablo. Texto
publicado en la Revista Facultades Nº 9.
http://www.revistafacultades.com.ar/dispatch.php?action=nota&id=
39
 Acerca del Estado y del superávit fiscal, Mario Rapoport en
“Crónicas de la argentina sobreviviente
 ¿Déficit fiscal o crisis del sector externo? Un viejo dilema.
Emilce Tirre, en Crónicas de la Argentina sobreviviente, editor, Mario
Rapoport

 Curso de finanzas, derecho financiero y tributario. Héctor


Belisario Villegas, Editorial Astrea 2002,

2007

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