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Introducción a la filosofía antigua

Esquema del desarrollo del tema:

1. Introducción.
2. Pre-Socráticos.
3. Escuela de Mileto.

1.-Introducción:

Para introducirnos a la filosofía, tenemos que seguir ciertos pasos que nos
permitirán desarrollar el pensamiento filosófico, esto, es una forma de
entendimiento que va adherida dentro de la observación de las cosas de las
que podemos ver, de las que podemos sentir y de las que podemos pensar;
este pensamiento nos permitirá crear ciertos principios fundamentales de los
conocimientos y también nos servirá para establecer más relaciones con los
otros conocimientos que ya han sido verificados. Ciertamente el pensamiento
filosófico ha ido evolucionando desde la elaboración de principios empíricos
hasta complicados sistemas de comprensión de la realidad.

Dentro esta evolución, los filósofos y los historiadores de la filosofía han


constituido etapas para distinguir el avance de la filosofía desde un punto de
vista histórico, entre estas tenemos:

Filosofía antigua.
Filosofía medieval.
Filosofía moderna.
Filosofía contemporánea.

1.1.- Del mito a la filosofía:

El hombre siempre ha buscado respuestas a problemas relacionados con


conocer las cosas, así también ha buscado como conocer la esencia de ellas,
en un primer momento ha estas cosas se les atribuían conceptos teológicos
predestinados a la creencia que un determinado Dios había creado tal cosa. En
el caso de los Griegos sus creencias eran politeístas-antropomorfistas, estaban
destinados a dar culto a dioses como Zeus, Afrodita, Poseidón, Ares, Hermes,
Apolo, Vulcano, Efestos, quienes tenían a los oráculos y sacerdotes como
“médium” entre el mundo de los mortales y el mundo de los dioses.

El pensamiento griego era alimentado con su literatura, aquella que pretendía


explicarlo todo pero que sin embargo carecía de pruebas verificables, dentro de
estas historias tenemos a el nacimiento de los dioses, la leyenda de titanes y
dioses, entre otras .
1.1.1_ El deterioro de las explicaciones mitológicas:

De pronto el hombre se dio cuenta de que las explicaciones mitológicas solo


estaban llenando tremendos espacios de vacíos gnoseológicos de los cuales
algunos estaban convencidos que ciertos fenómenos no eran producidos por
mandatos de los dioses o por castigo de los mismos. Ciertamente el mito se
alimentaba de la credulidad de la gente y de ciertas coincidencias que
causaban ciertos fenómenos, inclusive, parecían condicionados a decir que
cualquier desastre natural era castigo de los dioses y que se les tendría que
hacer una ofrenda para calmar su ira. Pero esta prontitud haría de suponer que
se tendría que buscar otra manera de conocer, entonces aparecerían aquellos
que buscaban el conocimiento de las cosas y sobre todo los principios de las
mismas.

1.1.2_ La búsqueda de conocimientos:

Teniendo como aliada a la matemática, los buscadores de conocimientos en un


Primer momento se preocuparon por observar las cosas del mundo, como era
el desarrollo de la naturaleza y de donde provenía tal desarrollo, a esta etapa
se le llamó “etapa cosmológica”, en donde los buscadores de conocimiento se
van a preocupar por los principios de la (physis) o de la naturaleza.

1.2_ Los primeros indicios de filosofía:

En Asia Menor habían algunas personas que no tomaban en serio las


creencias religiosas y por el contrario, se dedicaban a desarrollar la
matemática, dentro de las matemáticas la geometría era una disciplina de las
que los matemáticos preferían y con esto podían medir obeliscos, calcular el
largo de una pieza de piedra, hallar el perímetro de un terreno, etc. Con estas
pequeñas justificaciones se inició la filosofía, resaltando que algunas
demostraciones matemáticas no dependían que Dios o alguien súper-poderoso
las diera o las mostrara. Entonces tales definiciones al no ser dadas por Dios y
al ser dada por los hombre mismos, tendrían que funcionar también para
determinar el principio de las cosas. Fue así como se iniciaba una nueva etapa
del conocimiento, la etapa de la filosofía, de la búsqueda de principios y
verdades.

2._Los Pre-Socráticos:

se les llama Pre-socráticos a todos los filósofos que vivieron y existieron antes
de Sócrates, esta etapa comprende a un conjunto heterogéneo de filósofos y
escuelas filosóficas griegas también llamados "físicos" por preocuparse por
temas que refieren a la físis (physis), es decir, la naturaleza.

Si bien existen notorias diferencias entre los muchos filósofos y escuelas


presocráticas, puede decirse, en términos generales, que los presocráticos
coincidieron en el intento de ofrecer una explicación racional del Universo en
lugar de hacerlo mediante mitos a la manera de los poetas Homero y Hesíodo.
Tales explicaciones se limitaban, frecuentemente, a la postulación de un primer
principio, arjé o elemento de todas las cosas existentes.

Pero cabe dejar en claro que en este principio no era entendido como originario
de todas las cosas, ya que los griegos no tenían una idea de creación del
universo a partir de la nada, sino que era concebido como un elemento común
presente en la naturaleza, a partir del cual, luego, se conformaría el resto.

2.1_División de los Pre-socráticos:

Monistas:

Los Monistas (del término griego monos, sólo, único), son los filósofos
presocráticos que postulaban un único "Arjé" o principio constitutivo de las
cosas que es lo verdaderamente existente, y que a partir de él surge la
pluralidad por procesos físicos. Este principio filosófico suele conservar un
carácter divino. Para Tales de Mileto y Anaxímenes, este principio elemental y
único es algo concreto como lo son el "Agua", y el "Aire". Para Anaximandro se
trató de algo indefinido, el "Apeiron", que significa un sustrato "indeterminado"
que fue anterior a cualquier elemento concreto. En el caso de Parménides,
define el principio como el "Ser". Parménides presenta un caso lógico y
ontológico. Este Ser designa a lo verdaderamente existente, mientras que la
pluralidad de las cosas son sólo apariencias.

Pluralistas:

Eran aquellos que no solo veían como principio constitutivo de las cosas a una
sola explicación, sino que postulaban, “principios”, que reflejaban el inicio de
todas las cosas, entre ellos tenemos a los atomistas Leucipo y Demócrito quien
argumentaban que toda materia esta constituida de átomos los cuales se
pueden relacionarse entre si pero que están también distanciados a la ves, por
algo a lo que llaman la nada o el vacío; Empédocles y sus cuatro elementos,
que combinados todos dan origen a nuevas cosas, señala que todas las cosas
están constituídas por estos cuatro elementos.

2.2_ Las escuelas Pre-Socráticas:

Los filósofos Pre-socráticos se van a agrupar en escuelas que van a desarrollar


similitudes entre los mismos, estas escuelas van a pertenecer a las ciudades
donde estos filósofos van a vivir y se van a desarrollar, estas son las escuelas
que desarrollaron los Pre-socráticos:
• Escuela de Mileto.
• Escuela Pitagórica.
• Escuela Jónica.
• Escuela Eleática

3._Escuela de Mileto:

Mileto es la patria de la filosofía y de la ciencia. La situación privilegiada de la


poderosa ciudad, dio lugar a una civilización universalista, en la que los
patrones culturales de la metrópoli griega quedan modificados por la influencia
de culturas más lejanas que transmiten los mitos y los saberes positivos de los
hombres de entonces que proceden de Babilonia, de la lejana Iberia, de Escitia,
de las factorías y colonias del Ponto Euxino y de Egipto.

La actividad de la denominada escuela de Mileto dura aproximadamente cien


años (600-494 a.n.e.). Tales, Anaximandro, y Anaxímenes son los pensadores
tradicionalmente ligados a Mileto. Además de los anteriores, la tradición
menciona también a un tal Hecateo de Mileto, conocido como historiador y
geógrafo. No obstante, la escuela hubo de tener más miembros que se
dispersarían a comienzos del siglo V, tras la destrucción de Mileto por los
persas.

Aunque cada uno de estos filósofos desarrolló un pensamiento propio, sin


embargo compartían algunas características comunes que nos permiten
agruparlos en una escuela filosófica.

1) Monismo axiomático: La forma de pensamiento iniciada por Tales de Mileto


y que se hará extensiva a todo el pensamiento presocrático es la metafísica
axiomática, consistente en que los axiomas o principios dados para entender el
todo en su generalidad, se aplican sistemáticamente a las partes de ese todo
(naturaleza, hombre, sociedad, moral, etc.). Ahora bien, los milesios dirigieron
su investigación al estudio de la physis y a la búsqueda del arjé (arché) o
primer principio único del cual proceden todas las cosas. Cada uno de estos
pensadores concibió este principio de una manera distinta. Para Tales el arjé
será el agua, para Anaximandro el Apeiron (indefinido o infinito), y para
Anaxímenes el aire. Este principio es en todos ellos un principio material y, por
ende, su monismo se puede caracterizar como un monismo naturalista. Pero
ello no debe inducirnos a error. El naturalismo no da pie a una interpretación
categorial de los milesios como científicos centrados en investigaciones de tipo
naturalista (físicos o cosmólogos).

Algunos filósofos piensan que caracterizar como cosmológico al pensamiento


milesio es incorrecto, dado que en tal pensamiento están implícitas ideas
morales y antropológicas, pero estas son dadas siempre, es cierto, desde
supuestos naturalistas (moral cósmica, antropología cósmica, etc.).

2) Racionalismo estricto: La reducción de todas las cosas a una unidad, el


monismo, no es una característica exclusiva y específica del pensamiento
milesio y presocrático, sino que los milesios la toman de las concepciones
míticas totalizantes de Hesíodo y del orfismo (el “huevo primordial”). Lo
específico de los milesios no fue concebir la realidad como un todo, sino
concebir la unidad de esa realidad según la racionalidad sensu stricto.
Racionalidad estricta para diferenciarla de la racionalidad en sentido amplio,
propia de los mitos. La lucha del logos contra el mito no puede ser pensada
como la lucha de la razón contra algo distinto de sí misma, sino la lucha de la
razón contra su propio pasado mítico. Los milesios recorren los mismos
horizontes que el pensamiento mítico, pero lo hacen de tal forma que se
produce el conflicto y la ruptura con el mito. La racionalidad de la filosofía frente
a la sabiduría mítica habrá que establecerla no tanto a nivel material, cuanto a
la forma de organizar ese material. A nivel material se puede hablar de
continuidad mito-logos, pues el racionalismo filosófico toma como material de
reflexión las ideas presentes en el relato mítico. Pero la forma de organizar
estas ideas es ya completamente diferente. El mito (me refiero a los mitos
antropomórficos) constituye un modo de construcción racional en el que no ha
tenido aún lugar la eliminación del sujeto operatorio. Las operaciones en el mito
van ligadas a sujetos insustituibles: los dioses.

Esto nos conduce a otra característica de la filosofía griega: el necesitarismo.


La dialéctica de la eliminación del sujeto y la consecuente eliminación de las
relaciones de parentesco como forma de organizar los fenómenos en el mito,
conduce a considerar las relaciones entre las cosas como relaciones
necesarias, como leyes que pueden ser descubiertas por el logos. De aquí
proviene la oposición entre la necesidad propia del logos y la arbitrariedad que
hace depender todo de la libre voluntad de los dioses o de la fuerza del destino.

3) Racionalismo del grupo de transformaciones: El monismo es una


característica que los milesios comparten con el relato mítico, la racionalidad
sensu stricto es una característica que nos permite discriminar la ciencia y la
filosofía del pensamiento mítico, el racionalismo del grupo de transformaciones
será la nota distintiva de la escuela de Mileto frente a otras escuelas filosóficas.
Anteriormente hemos afirmado que la investigación de los milesios va dirigida
al estudio de la physis entendida como un proceso de nacimiento y crecimiento,
y a la búsqueda del primer principio del cual proceden todas las cosas, de tal
manera que la formas del mundo no son sino manifestaciones o
transformaciones de este principio. El mundo de los pensadores milesios es un
mundo dotado de una profunda unidad, la unidad propia de las
transformaciones mutuas. Ahora bien, según el testimonio de Simplicio, tanto
Tales como Anaxímenes al explicar el cambio y la generación en el mundo
acuden a dos operaciones o transformaciones contrarias: la condensación (y la
rarefacción (Simplicio, Física, 24, 28-31 y 180, 14-16). Las propiedades de la
condensación y de la rarefacción, en cuanto operaciones recíprocas y
cerradas, son las que nos permiten atribuir el racionalismo propio de un grupo
de transformaciones a la escuela milesia (ver el desarrollo de esta cuestión en
Tales de Mileto).

Ahora bien este racionalismo se realiza de diferente manera en cada uno de


sus miembros. En Tales la transformación de unas cosas en otras es una
transformación directa (por continuidad) que va unida a la reductibilidad de
unas formas a otras. El grupo de transformaciones de Tales es conservado por
Anaximandro, pero no de un modo directo, pues la transformación de unas
cosas en otras está mediada por el Apeiron, fuente inagotable de energía que
garantiza la transformación y la unidad del cosmos. Anaxímenes vuelve al
racionalismo cerrado de Tales pero introduciendo el principio gradualista (paso
de la cantidad a la cualidad) en el proceso de transformación.

3.1_Tales de Mileto

Las fuentes procedentes de Diógenes Laercio y de Suidas datan el nacimiento


de Tales en torno al año 640 a.n.e., y su muerte hacia el 545. Ahora bien, la
fecha, generalmente aceptada, de la madurez de Tales es el 585, año en que
tuvo lugar un eclipse de sol que el milesio Tales predijo, según testimonio de
Herodoto y de Plinio (Hist. Nat. II, 53). Si suponemos que en esta fecha tenía
entre 40 y 45 años (edad aceptada como propia de la madurez de un
pensador), entonces la fecha de su nacimiento no debe situarse más allá del
630 ó 625 a.n.e., fecha que concuerda aproximadamente con la de la olimpíada
39 (624) que transmite también Diógenes Laercio (I, 37-38).

Los testimonios nos informan de dos obras atribuidas a Tales (una,


denominada Astrología Náutica, y otra Sobre los solsticios y los equinoccios),
sin embargo, los propios testimonios conceden escaso valor a estas
informaciones. Lo que sí parece cierto es que Tales visitó Egipto, según
testimonio de Josepho y de Aecio, quien le atribuye, además, una teoría sobre
las crecidas del Nilo (De placitis reliquiae, IV, 1, 1). Refuerzan esta noticia Plinio
(Hist. Nat. XXXVI, 82) y Plutarco (Septem sapientium convivium, 147a) que
informan que Tales descubrió la forma de conocer la altura de las pirámides.

La tradición considera a Tales como uno de los siete sabios (junto a Bias,
Solón, Quilón, Pítaco, Cleóbulo y Periandro), con los atributos propios del sabio
distraído que cae a un pozo por ir observando las estrellas (Platón, Teeteto,
174a), o como el sabio desinteresado a quien no interesan las riquezas, pero
que demuestra a sus conciudadanos «qué fácil resulta a los filósofos
enriquecerse cuando quieren hacerlo».

. A Tales se le atribuye el descubrimiento de cinco teoremas geométricos. En


primer lugar, el teorema relativo a la proporcionalidad de los segmentos
cortados por rectas paralelas. El teorema, de dudosa atribución a Tales a pesar
de llevar su nombre en la mayoría de los tratados elementales de geometría,
aparece demostrado por primera vez en el libro VI de los Elementos de
Euclides. No obstante, la atribución no carece de fundamento pues Tales lo
habría, al menos, ejercitado en la determinación de la altura de las pirámides.

Proclo atribuye, además, a Tales los tres teoremas siguientes (Diels-Kranz, 11


A 20): de la bisección del círculo, de la igualdad de los ángulos de la base en
un triángulo isósceles, y de la igualdad de los ángulos opuestos por el vértice.
Por último, según nos transmite D. Laercio (I, 24-25), Pánfila atribuye a Tales el
descubrimiento del teorema del triángulo diametral.

La imagen de Tales que las anécdotas de Herodoto nos transmiten es la


imagen, no ya de un científico especializado, sino de un hombre práctico, de un
ingeniero que presenta al rey Creso (en su campaña contra Ciro) un expediente
para desviar el río Halis (Herodoto, I, 75), o de un organizador político que
antes de la ruina de la Jonia aconseja la federación de sus ciudades con una
junta suprema en Teos (Herodoto, I, 170).

Pero la tradición considera a Tales no sólo como un sabio, un científico o un


hombre práctico, sino, ante todo como un filósofo, más aún, como el fundador
de la Filosofía (Aristóteles, Laercio). En este sentido, Tales habría enunciado,
de acuerdo con la escasa información de los testimonios, las tres tesis
filosóficas siguientes:

a) La fuente o principio de todas las cosas es el agua.


b) La tesis del hilozoísmo. Es decir, que todas las cosas, incluso las
aparentemente inanimadas, tienen vida: «todo está lleno de démones».
c) Que el cambio y la generación se explican por medio de la condensación y
de la rarefacción.

El agua de Tales, en cuanto solidaria de la idea de physis se caracteriza por


ser:

a) Un monismo naturalista: consistente en la reducción de todas las formas


del universo a determinaciones naturalistas o físicas, propias del primer género
de materialidad, pero que al ejercer este carácter totalizante dejan de ser
meramente físicas en el sentido estrictamente científico.

b) Un monismo de la sustancia: consistente en la elección de una forma o


sustancia física (el agua), que, siendo parte, se eleva a la categoría del todo,
como sustancia primordial o arjé, negándose como parte, pero sin aniquilar, al
mismo tiempo, el mundo de las formas. Al menos es en este sentido como cabe
interpretar la afirmación de Aristóteles de que «si las sustancias físicas fueran
las primeras entre todas las esencias, entonces la física sería la Filosofía
primera» (Metafísica, XI, 7, 1064 b, 9-11).

Ahora bien, por vía modus ponens estableceremos: «las sustancias físicas —
para Tales y los milesios— son las primeras entre todas las sustancias», luego,
concluimos nosotros, «la afirmación de Tales respecto al agua no es de índole
física, sino más bien metafísica».
3._Anaximandro de Mileto

Anaximandro de Mileto, hijo de Praxíades, compañero y discípulo de Tales,


según las Crónicas de Apolodoro (D. Laercio, II, 2) tenía sesenta y cuatro años
en el segundo año de la Olimpíada 58 (547/46 a.n.e.) y murió poco después.
De acuerdo con esta datación, Anaximandro habría nacido en torno al año
610/609, fecha que coincide con la noticia de Hipólito (Ref. I, 6, 1-7) que fija su
nacimiento en el tercer año de la Olimpíada 42. Se puede pues situar la vida de
Anaximandro entre el 610/609 y el 545. La asociación, que establece D.
Laercio, de la madurez de Anaximandro con la de Polícrates, tirano de Samos,
es muy dudosa por cuanto éste sube al poder el 533/32 y muere el 522.

Suidas atribuye a Anaximandro la autoría de cuatro libros: Sobre la naturaleza,


Perímetro de la tierra, Sobre las estrellas fijas y una Esfera celeste. La
denominación Sobre la naturaleza era la titulación clásica que tendía a
conferirse a los escritos de todos aquellos que Aristóteles denominó fusikoí, es
decir a casi todos los presocráticos. Posiblemente el libro de Anaximandro no
tenía título y los títulos de Suidas serían simplemente capítulos de un libro
fundamental. Lo que sí parece cierto, a partir de los fragmentos subsistentes y
de los testimonios (Temistio, Orat. 36 p. 317), que Anaximandro fue el primero
de quien tenemos noticia que escribió un libro en prosa (lógon
suggegramménon). La importancia del escrito en prosa reside en que
Anaximandro, como filósofo que continúa la tradición de Tales, inaugura un
género literario nuevo, distinto del verso utilizado por la tradición de los poetas
y educadores.

Anaximandro, al igual que Tales, es presentado muchas veces como un


científico interesado en cuestiones de astronomía y que dio a conocer un
esbozo de geometría (Suidas). Sin embargo, las anécdotas que de él tenemos
nos ofrecen la imagen de un hombre práctico (constructor de un mapa-mundi y
de una carta de los cielos, predicción de un terremoto) y de un organizador
político y militar, puesto al frente de una expedición colonizadora de Mileto en
Apolonia (Aelianus, Varia historia, III, 17).

De acuerdo con la información de que disponemos, Anaximandro habría


desarrollado, como crítica a la filosofía de Tales, las ideas filosóficas siguientes:

a) El Apeiron: Según las fuentes procedentes de Teofrasto, Anaximandro


habría afirmado que el principio de todas las cosas existentes no es ninguno de
los denominados elementos (agua, aire, tierra, fuego), sino alguna otra
naturaleza Apeiron [indefinido o infinito] (Simplicio, Fís. 24, 13-25).

b) El cosmos: Del seno del Apeiron eterno se segrega un gónimos, germen de


los elementos opuestos . El Apeiron se determina en un orden de elementos
contrarios (cosmos enantiológico). Este cosmos es un cosmos dinámico y
temporal que tiene su origen y su fin en el Apeiron.
c) La pluralidad de mundos: Todas las fuentes procedentes de Teofrasto
atribuyen a Anaximandro la idea de mundos infinitos (simultáneos o sucesivos).

3.3_Anaxímenes de Mileto

Anaxímenes, hijo de Eurístrato, vivió en la época de la toma de Sardes por


Ciro, en el tercer año de la Olimpíada 58 (546/45) y muere en la Olimpíada 63
(528-525). Si tomamos el año 545 (a.n.e.) como fecha de la acmé y supuesto
que tenía entonces cuarenta años, Anaxímenes nacería Anaxímenes el año
585 y habría muerto el año 525 a la edad de sesenta años.

La tradición considera a Anaxímenes, ante todo, como un filósofo, compañero y


sucesor de Anaximandro. Anaxímenes habría afirmado que el principio de
todas las cosas existentes es el aire: «El milesio Anaxímenes, hijo de
Eurístrato, compañero de Anaximandro, dijo, como éste, que la naturaleza
subyacente es una e infinita, pero no indeterminada, como él (Anaximandro),
sino determinada, y la llamó aire.

En segundo lugar el aire tiene hálito divino («Anaxímenes dice que el aire es
dios», Aecio, I 7, 13) y se compara con el alma. El aire se emparenta desde
antaño con las potencias anímicas (Aecio, I 3, 4):«Así como nuestra alma al ser
aire nos mantiene unidos, así también el aliento o aire abarca a todo el
cosmos».

Práctica:

Marque la respuesta correcta:

1._Anaxímenes de Mileto se encuentra en la división de los:

a) Sofistas.
b) Pluralistas.
c) Moralistas.
d) Monistas.
e) Físicos.

2._El principio de las cosas para Anaximandro es:

a) El agua.
b) El fuego.
c) El aire.
d) El apeiron.
e) El hombre.

3._Los pluralistas son:


a) Los que creían que el principio de todo era generado a partir de un solo
principio.
b) Aquellas personas que pensaban que el principio tenía varias causas.
c) Los que pensaban que habían más de un principio.
d) Los seguidores de Platón.
e) Los sofistas.

4._Marque el lugar donde tuvo sus inicios la filosofía.

a) Atenas.
b) Troya.
c) Esparta.
d) Asia Menor.
e) Roma.

5._Interprete la siguiente frase: “Los que sostienen que el principio es uno


y en movimiento, como Tales y Anaxímenes, al suponer la generación por
condensación y rarefacción, sostienen que la condensación y rarefacción
son principios contrarios”.

Hoja de Respuestas

1) D 2) D 3) A 4) D

Bryam Alejandro Colán Hernández


07060082
filosofía antigua

Esquema del desarrollo del tema:

1. Parménides y la escuela de Elea.


2. Jenófanes.
3. Parménides.
4. Zenón de Elea.

1._ Parménides y la escuela de Elea:

_Aparte de los pitagóricos, hay un brote filosófico fundamental en la magna


Grecia: la escuela eleática, que tiene en su centro a Parménides, y sus
continuadores principales en Meliso y Zenón. Este grupo de filósofos, tuvo la
más alta importancia. Con ellos la filosofía adquiere un nivel y un grado de
profundidad que antes no tenía; y el influjo de Parménides es decisivo en toda
la historia de la filosofía Griega y, por tanto, en su totalidad hasta hoy. Esta
escuela tiene, fuera de ella, un antecedente que conviene mencionar:

2._Jenófanes:

_Era de Colofón, en Asia menor. No se sabe su fecha exacta, pero si que vivió
al menos noventa y dos años, y que era posterior a Pitágoras y anterior a
Heráclito. Por tanto, vivió en la segunda mitad del siglo VI y primera del siglo V.
Se sabe también que recorría la Hélade recitando poemas, en general suyas.
La obra de Jenófanes estaba escrita en verso; son elegías de carácter poético
y moral, en las que se mezclan a veces atisbos de doctrina cosmológica, lo
más importante de Jenófanes, por una parte, es la crítica que hizo de la religión
popular Griega, y por otra, un cierto <<panteísmo>> precursor de la doctrina
de la unidad del ser en la escuela eleática.

Jenófanes sentía orgullo de la sabiduría, y le parecía muy superior a la fuerza o


la destreza física. Consideraba inmerecida el reconocimientos a los ganadores
de los juegos olímpicos. Encontraba inmorales y absurdos a los dioses de
Homero y Hesíodo, de los que solo se pueden aprender dice, robos adulterios y
engaños. Al mismo tiempo rechazaba el antropomorfismo de los dioses,
diciendo que, así como los etíopes los hacían negros y bajos, los bueyes o los
leones si pudieran hacerlos los harían de igual semejanza a ellos. Frente a esto
Jenófanes hablaba de un único Dios.

En sus fragmentos las cosas están claras, existe unidad divina. Y este Dios es
uno e inmóvil y todo. Por esto dijo Aristóteles que Jenófanes fue el primero que
<<unizó>>, es decir , que fue partidario del uno. Y por esta razón prescindiendo
del oscuro problema de la influencias, es forzoso admitir a Jenófanes como
precedentes de una doctrina de los eleáticos.
3._Parménides:

es el filósofo más importante de todos los Pre-socráticos. Significa en la historia


de la filosofía un momento de capital importancia: la aparición de la metafísica.
Con Parménides, la filosofía adquiere verdadera jerarquía y se constituye en
forma rigurosa. Hasta entonces, la especulación griega había sido
cosmológica, física, con un propósito y un método filosófico; pero es
Parménides quien descubre el tema propio de la filosofía y el método con el
cual se puede abordar. En sus manos la filosofía llega a ser metafísica y
ontología; no va a versar simplemente sobre las cosas, sino sobre las cosas en
cuento son, es decir como entes.

El ente es el gran descubrimiento de Parménides. Con él y el pensamiento


metafísico hasta nuestros días conserva la huella que imprimió la mente de
Parménides. Y junto al objeto, el método que nos permite llegar a el , lo que los
griegos llamaron, nous, como ya veremos, está en una esencial unidad con el
ón. La presentación de la filosofía de Parménides representa grabes
dificultades. Aquí no podremos entrar en ellas, sino simplemente indicar el
núcleo más nuevo y eficaz de su pensamiento.

Parménides de Elea vivió a fines del siglo VI y en la primera mitad del siglo V:
no se puede dar mayor precisión sobre su fecha. No parece probable la
relación personal con Jenófanes, a pesar de indudables influencias. También
parece que le alcanzaron las del Pitagorismo. Platón le dedicó un diálogos
quizá sea el más grande de todos los platónicos. Aristóteles le dedica mucha
atención. Además, se conservan considerables fragmento del poema de
Parménides, escrito en exámetros que se conoce con el título tradicional de
sobre la naturaleza.

3.1._ El poema.
Comprendía una introducción de una gran fuerza poética, dos partes, la
primera sobre la vía de la verdad, y la segunda sobre la vía de la opinión. De la
primera se conserva más que la segunda. Nos limitaremos a indicar los
momentos más importantes del poema.

En un carro arrastrado por fogosos caballos, marcha el poeta por el camino de


la diosa. Lo guían las hijas del sol, que apartan los velos de su rostro y dejan la
morada de la noche, guardada por la justicia. La diosa saluda a Parménides y
le dice que es menester que aprenda a conocerlo todo, y le dice que no hay
más de una vía en la que se puede hablar. Con esto termina la introducción.

Hay clara alusión al paso de la conciencia mítica a la teorética: las héliades lo


han sacado de la oscuridad.

La metáfora de los velos significa la verdad, entendida en Grecia como un


develar o descubrir.
En la primera parte del poema habla la diosa de dos vías pero estas no son las
dos mencionadas de la verdad y opinión, sino que esta última será en rigor la
tercera. Las dos las dos primeras son dos vías posibles desde el punto de vista
de la verdad, de las cosas en cuanto son: la del que es y que es importante
que no sea (la vía de las persuasión y la verdad) y la del que no es; esta última
vía es impracticable, pues lo que no es no se puede conocer ni expresar. Y
aquí se encuentran la estrecha vinculación del nous y el ón, del ente y la
mente o espíritu en la verdad. Después sigue lo que pudiéramos llamar
ontología de Parménides, es decir, la explicación de los atributos del ente que
acaba de descubrir. Pero esto requiere una exposición articulada.

La segunda parte abandona la vía de la verdad para trasladarse a la vía de la


opinión de los mortales los fragmentos de ella son muy escasos. Son la
interpretación del movimiento, de la variación, no desde el punto de vista de
nous, ni por tanto del ente, sino de la sensación y de las cosas. a esto se
añaden algunas indicaciones cosmológicas.

Esquemas de las vías que menciona Parménides

Método Objeto Vía

El nous El ente De la verdad


Impracticable

La sensación Las cosas de la opinión

3.2_Los predicados del ente según Parménides:

Conviene enumerar y explicar brevemente los predicados que convienen al


ente, según Parménides.

1. El ón es presente: Las cosas, en cuanto son, están presentes al


pensamiento, al nous. El ente no fue ni será, sino que es. Es un
principio de presente. Las cosas pueden estar lejos o cerca de los
sentidos, presentes o ausentes, pero como entes están inmediatas al
nous. La mente tiene la presencia del ente.

2. Las cosas son entes, es decir, son: Quedan envueltas por el ser,
quedan reunidas, unas. Toda la multiplicidad de las cosas no tienen
nada que ver con la unidad del ente. El ón es uno. Por eso llega a
decir Parménides que el ente es una esfera, sin huecos de no-ser.

3. el ente es inmóvil: se entiende el movimiento como un modo de ser.


Llegar a ser o dejar de ser supone una realidad dualidad de entes, y
el ente es uno. Por esta razón es homogéneo e indivisible, siempre
desde el punto de vista del ente: si yo divido una cosa en dos partes,
el ente queda tan indiviso como antes, la envuelve igualmente a las
dos: la división no lo afecta lo más mínimo.
4. El ente es lleno, sin vacíos: (el problema del vacío es importante en
toda la filosofía griega.) es continuo y todo. Si fuera algo del ente, no
sería, y si algo fuese, fuera del ente, sería, es decir, sería ente.

5. El ente es ingénito e imperecedero: lo contrario supondría un no


ser, que es imposible.

Estos son los principales predicados del ente, no de las cosas: lo que descubre
la primera vía, la de la verdad.

3.3._La opinión:

Como la segunda vía, la del que no es, es impracticable, veamos la tercera, la


de la doxa, la opinión de los mortales. Esta tercera vía se mueve dentro de la
esfera de la verdad, y por eso puede ser verdad y error. La medida en que
exista una y otro solo puede decidir desde la verdad.

1. La doxa: se atiende a las informaciones del mundo, de las cosas.


Estas afirmaciones son muchas y cambiantes. Las cosas son verdes,
rojas, duras, frías, agua, aire, etc. Además se transformas unas en
otras y están en constante variación.

2. La doxa entiende el cambio como un llegar a ser: aquí está su


error. El ser no se da en los sentidos, sino en el nous. Es decir la doxa
moviéndose en la sensación, que es lo que tiene, salta al ser sin
utilizar el nous, de que carece. Y esta es su falsedad.

3. la doxa además de ser opinión es de los mortales: porque su


órgano es la sensación, la aletheia, y esta se compone de contrarios y
por eso es mortal, perecerá con las cosas mismas. La opinión no tiene
nous, lo único que es divino, inmortal, como el ser.

Por eso interpreta el movimiento Parménides como una luz y unas tinieblas,
como un alumbrarse y oscurecerse. Es decir, el llegar a ser no es más que un
llegar a ser aparente. Las cosas que parecen llagan a ser, ya eran, pero en
tinieblas. El movimiento es variación, no generación: por tanto, no existe desde
el punto de vista del ser. Y todo esto es convención, nombres que los hombres
ponen a las cosas.

3.4._Ontología o metafísica:

Podemos preguntarnos ahora el sentido de descubrimiento de Parménides. Las


cosas (en griego: prágmata), muestran a los sentidos múltiples predicados o
propiedades. Son coloreadas, calientes o frías, duras o blandas, grandes o
pequeñas, animales, árboles, rocas, estrellas, fuego, barcos hechos por el
hombre. Pero consideradas con otro órgano, con el pensamiento o el nous,
presenta una propiedad sumamente importante y común a todas: antes de ser
blancas, o rojas, o calientes, son. Son, simplemente. Aparece el ser como una
propiedad esencial de las cosas, como lo que se ha llamado después un
predicado real, que no se manifiesta sino al nous.

Las cosas son ahora entes. Y el ón y el nous aparecen una conexión esencial,
de modo que no se dan el uno sin el otro. Parménides dice en este sentido que
son lo mismo el ser y el nous. A los ojos del nous el ente es uno e inmóvil,
frente a la pluralidad y cambio de las cosas que se dan en la sensación. En
Parménides comienza ya la escisión entre dos mundos, el de la verdad y el de
la apariencia(opinión o doxa), que es falsedad cuando se toma la realidad
como verdadera. Esta escisión va a ser decisiva para el pensamiento griego.

Vistas las cosas un poco más de cerca podemos decir que, después de
haberse pensado que las cosas tienen una consistencia determinada, las cosas
consisten en algo; pero ahora la atención no se dirige al algo, sino a su previo
consistir, sea lo que quieran aquello que consistan, las cosas aparecen ante
todo como consistentes; y esto es lo que propiamente quiere decir el participio
eón, ón, que es el eje de la filosofía parmeneidea. Las cosas consisten en esto
o lo otro porque previamente consisten, es decir, consisten en ser lo
consciente. El descubrimiento de Parménides podría formularse, por tanto,
diciendo que las cosas, antes de toda ulterior determinación, consisten en
consistir.

Con Parménides, pues, la filosofía pasa de ser física a ser ontología. Una
ontología del ente cósmico, físico. Y ocurre precisamente que, como el ente es
inmóvil, la física es imposible desde el punto de vista del ser y, por tanto, de la
filosofía. La física es la ciencia de la naturaleza, y naturaleza es el principio de
movimiento de las cosas naturales. Si el movimiento no es, no es posible la
física como filosofía de la naturaleza.

4._Zenón:

es el discípulo más importante de Parménides, continuador directo de su


escuela. También de Elea. Parece haber sido unos 40 años más joven que
Parménides. Su descubrimiento más interesante es su <<dialéctica>>. Este
modo de argumentar consiste en tomar una tesis aceptada por el adversario o
admitida comúnmente, y mostrar que sus consecuencias se contradicen entre
si o la contradicen; en suma que es imposible, según el principio de
contradicción, implícitamente utilizado por Parménides.

La tesis de este, sobre todo las relacionadas con la unidad del ente y la
posibilidad del movimiento, van contra lo que ordinariamente se piensa. Zenón
construye, en su apoyo, varios argumentos, que parten de la idea del
movimiento y muestran que es imposible. Por ejemplo, no se puede recorrer un
segmento AB, porque para llegar a B hay que pasar primero por un punto
medio, C; para llegar a C, se pasa también por otro punto medio D y así
sucesivamente, hasta el infinito. Habría pues que pasar por una seria infinita de
puntos intermedios y el movimiento sería imposible.
Aquiles y la tortuga: Aquiles que corre diez veces más que la tortuga, no
alcanzará nunca a esta si lleva una cierta ventaja, la tortuga a avanzado 1/10
de esa distancia; mientras que Aquiles recorre este nuevo espacio, la tortuga
se ha alejado otros diez veces espacios menor y así hasta el infinito; luego no
la alcanza nunca.

Zenón proponía otras varias aporías o dificultades, en cuyo detalle no vamos a


entrar aquí. El sentido de estas aporías no es, naturalmente que Zenón creyese
que ocurre así. El movimiento se demuestra andando, y andando se llega de A
hacia B y Aquiles alcanza a la tortuga. Pero no se trata de esto, sino de la
explicación del movimiento. Esta, es, dentro de las ideas del tiempo, imposible,
y Parménides tiene razón. Para que el movimiento se pueda interpretar
ontológicamente, es menester tener una distinta idea del ente. Si el ente es de
Parménides el movimiento no es. Las aporías de Zenón ponen esto de
manifiesto en su forma más aguda. Será menester toda ontología de Aristóteles
para dar una respuesta suficiente al problema planteado por Parménides. No
se puede componer de este modo el continuo. Aristóteles construirá una idea
del ser, distinta esencialmente de la de Parménides y solo entonces explicará el
ser del movimiento y será posible la física.

Esquema del desarrollo del tema:

1. Meliso.
2. El influjo de Parménides.
3. El problema general.

1._ Meliso:

es la última figura importante del eleatismo, pero no es de Elea, sino Jonio, de


Samos, fue almirante de esa isla en la rebelión contra Atenas, y alcanzó una
victoria naval en el año 442. Representa la continuidad del pensamiento de
Parménides, con algunos caracteres propios. Niega la multiplicidad y la
movilidad; niega que el conocimiento de las muchas cosas sea el conocimiento
de la verdad. Pero mientras Parménides afirmaba que el ente era finito, Meliso
dice que es infinito, porque no tiene principio ni fin, que serían distintos de él.
Por la misma razón rechaza la idea de que solo sea una esfera( esto se podría
interpretar como una parte limitada de la extensión).

2._El influjo de Parménides:

Conviene no olvidar que el mayor influjo de Parménides en la filosofía no se ha


de buscar dentro de su escuela, entre los pensadores eleáticos, sino fuera de
ella. Como toda filosofía auténtica, la de Parménides tiene su eficacia por el
problema mismo que se plantea, no por la acción escolar o de un grupo. El
gran hallazgo de Parménides obliga a la filosofía a ponerse en marcha en
forma meta física; y sus consecuencias perduran hasta estos tiempos.
3._El problema General:

Parménides había llegado a descubrir las cosas como entes, como algo que
es; y, a consecuencia de esto, había tenido que atribuir al ente una serie de
predicados que resultan contradictorio con el modo efectivo de comportarse las
cosas; y de aquí surgía el problema. Un problema en efecto es eso: La
conciencia de una contradicción. El ejemplo clásico del palo sumergido en el
agua, que es recto al tacto y quebrado a la vista, que es recto y no recto, y, por
tanto, es y no es. Así el ente es uno e inmóvil, pero de hecho que resulta que
las cosas (que son) se mueven y son muchas. La contradicción que aquí
aparece la contradicción que aquí aparece es en el fondo la misma con la cual
se las hubo Parménides: la del ser y del no-ser.

Parménides a descubierto que cuando de una cosa se dice que es blanca, no


solo tenemos la cosa y la blancura, sino que además tenemos el es, que
penetra las dos y hace que la cosa sea blanca. El ente es, como dice Platón,
una tercera cosa, un cierto tercero.

Este problema del ón, del ente, penetra todos los problemas concretos que se
suscitan en la filosofía posterior a Parménides, y todas las cuestiones vienen a
resolverse en esta antinomia del ser y no ser, ligada estrechamente a la
unicidad y pluralidad y también a la de movimiento.

Bryam Alejandro Colán Hernández


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