Sei sulla pagina 1di 1

Uno de los mayores problemas de nuestra juventud cristiana de la actualidad es que

pareciera que nos avergonzamos de ser de Cristo. Esto se refleja en el testimonio que
damos, ya sea en casa, vecindario, estudio o trabajo. También esto se da en la iglesia,
donde vemos gran numero de jóvenes que van a la iglesia para hacer "vida social" o para
"pasar un buen rato", a esto se añade el poco tiempo que pasan "a Solas con Dios", y la
falta de capacitación en las cosas del Señor. ¡Necesitamos despertar! Nuestro encargo es
alcanzar a los perdidos y nosotros los jóvenes tenemos la responsabilidad de evangelizar a la
gente de nuestra edad.
Es fácil acomodarse y decir "que los demás lo hagan", es fácil postergar el encargo diciendo
"todavía hay mucho tiempo para hacerlo"; es fácil eludir la responsabilidad encargada por el
Señor. Él nos manda a hacer discípulos, a formar, con nuestro ejemplo, la vida de Cristo en
otros. Los grandes cambios en la Iglesia del Señor han sido motivados, muchos de ellos, por
la juventud. Pero si nosotros, en vez de volcarnos en nuestros sueños e ideales por ver a
nuestra sociedad rendida a los pies de Cristo, nos dormimos, con nosotros se dormirán la
esperanza de vida de mucha juventud que pudo ser ganada para Cristo.
Despierta juventud y mira que hoy más que nunca "los campos están blancos para la siega".
¡Dejemos de dormir, dejemos de pensar en nosotros mismos, dejemos de criticarnos los
unos a los otros, mas bien lancémonos, por amor de Jesucristo, a alcanzar a los perdidos!

Potrebbero piacerti anche