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Exp: 97-007719-0007-CO

Res: 1998-03484

SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. San José, a las


dieciséis horas con cincuenta y un minutos del veintisiete de mayo de mil novecientos
noventa y ocho.-

Recurso de amparo interpuesto por Miguel Antonio Giraldo Velazco, portador de la


cédula de residencia nº 420-151822-003050, a favor de Él mismo; contra el EJECUTIVO,
la PRESIDENTA DEL CONCEJO y EDUARDO ACUÑA CASTRO, en su condición de ASESOR
LEGAL, todos de la MUNICIPALIDAD DE POCOCI. Intervino también en el proceso Jorge
Méndez Zamora, en calidad de apoderado especial judicial del actor .

Resultando:

1) Señala el recurrente (folio 1) que el veintitrés de junio de mil novecientos noventa y


cinco, adquirió de Antonio Herrera Murillo la patente de licores extranjeros número 30
del distrito primero, cantón segundo de la provincia de Limón. Que no fue sino hasta
los primeros meses de 1997 que procedió a formalizar ante la Municipalidad recurrida
el traspaso de la patente indicada. Que durante todos estos años ha cumplido con su
deber de cancelar el monto por ese concepto. Que el dos de abril del mismo año,
cuando procedió a pagar la suma respectiva por la patente de licores, se percató que
en el recibo de cancelación se indicaba que dicho pago era por la patente número 40 y
no por la número 30. Que la Dirección Financiera de la Municipalidad recurrida le
informó que la modificación del número de la patente obedeció a que la Municipalidad
erróneamente había asignado el mismo número a dos patentes diversas. Que conforme
con dicha explicación, procedió a cancelar el último cuatrimestre de este año,
extendiéndosele el recibo correspondiente. Que el quince de mayo de este año,
arrendó dicha patente a Luis Roberto Cárdenas Colombari, a fin de que fuera utilizada
en establecimiento comercial denominado Bar Restaurante Rancho Robertos. Que sin
que existiera comunicación previa de ninguna índole, y sin haberse iniciado
formalmente un procedimiento administrativo, el Asesor Legal recurrido procedió a
confiscar la patente que le pertenece al amparado y que opera en el negocio aludido
con anterioridad, por pedido expreso del Ejecutivo Municipal. Que según ha sabido, el
Concejo Municipal aduce como causa para la confiscación de esa patente, el hecho de
que como en Guápiles sólo existen treinta patentes de ese tipo, no puede operar una
con número cuarenta. Que a la fecha de interposición del amparo, las autoridades
recurridas no le han notificado resolución alguna en que se fundamente las causas que
dan sustento al acto impugnado, omisión que estima contraria al debido proceso, pues
no sólo no se le ha concedido oportunidad de proveer a su defensa, sino que además,
se le hace imposible impugnar dicho acto, pues desconoce los motivos en que se basa.
Solicita el recurrente que se acoja el recurso y se ordene la devolución de la patente
sustraída, previniendo a la Municipalidad de Pococí no perturbar en el futuro su
derecho, junto con la correspondiente condenatoria en costas, daños y perjuicios.

2) Informa Eduardo Enrique Acuña Castro, tanto en calidad de apoderado especial


judicial del correcurrido Ejecutivo Municipal de Pococí (folio 45) como de asesor legal
de esa corporación (folio 119), que en setiembre de 1997 inició una investigación
administrativa ordenada por aquél, con relación a una posible duplicidad y falsificación
de la patente Nº 30 del distrito de Guápiles, modalidad extranjeros. Que, como
resultado de esa indagatoria, se constató que ese número corresponde correctamente
a una patente que es propiedad de Creaciones e Inversiones Luigi, S.A., sin que se
haya podido determinar la expedición a derecho del título que alega el aquí recurrente.
Por el contrario, se determinó que la existencia de ese documento fue aparentemente
el producto de una alteración en la base de datos de la Municipalidad, ordenada por el
entonces encargado del Departamento de Recaudación. Esto dio pie a que se
formulara la correspondiente denuncia al Ministerio Público, que dictó requerimiento de
instrucción contra el recurrente y el citado funcionario, asunto que se ventila en el
Juzgado de Instrucción de Pococí bajo la causa Nº 97-001553-470-PE. Considera que
esa Municipalidad ha actuado en todo momento con estricto apego a la legalidad y al
cumplimiento de sus deberes, por lo que solicita declarar sin lugar el recurso.

3) Con memorial de folio 121, la correcurrida Virginia Aguiluz Barboza, Presidenta del
Concejo Municipal de Pococí, aduce que carece de responsabilidad en este asunto, no
sólo porque estima que esta es de carácter subjetivo y no objetivo, sino –en todo caso–
porque demuestra no haber estado presente durante la discusión de este asunto en las
sesiones del referido órgano municipal.

4) En los procedimientos seguidos se han observado las prescripciones legales .

Redacta el magistrado Vargas Benavides ; y,

Considerando:

I.- Asunto previo. No se admite, por improcedente, el informe que rinde Eduardo
Acuña Castro en lugar del correcurrido Ejecutivo Municipal de Pococí. En primer
término, cabe señalar que –en virtud de la responsabilidad que deriva del informe, el
cual se tiene dado bajo juramento– no es admisible rendirlo más que personalmente
(artículos 43, 55 y 45 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional). En segundo lugar, el
citado funcionario carece de competencia legal para delegar una competencia que le
es propia, conforme a la citada ley. En consecuencia, se le tiene por no aportado y
procede la Sala a resolver el asunto sin otro trámite y únicamente a partir de los
elementos de juicio que constan en los autos.

II.- Sobre el fondo. En general, la procedencia del recurso de amparo está


condicionada no sólo a que se acredite la existencia de una turbación, o amenaza de
turbación, a uno de los derechos o garantías contemplados en la Carta Política o los
instrumentos internacionales de derechos humanos suscritos por el país; sino que,
además, se trate de una amenaza o quebranto directo y grosero, que por su carácter
apremiante no permita esperar a que surtan efecto los remedios jurisdiccionales
ordinarios. Esta última circunstancia pone de relieve el carácter eminentemente
sumario del proceso de amparo, cuya tramitación no se aviene bien con la práctica de
diligencias probatorias lentas y complejas, o con la necesidad de entrar previamente a
examinar –con carácter declarativo– si existen en realidad o no derechos de rango infra
constitucional que las partes citen como parte del elenco fáctico del recurso de amparo
o del informe de ley, según sea el caso. Es evidente que esa es una competencia de la
que esta Sala carece. En el sub examine , está en disputa si la patente de licores que
fuera decomisada al recurrente fue expedida conforme a derecho o no, y si en el
proceso ha mediado o no la posible comisión de hechos delictivos. El punto ha sido
incluso sometido ya al conocimiento de los tribunales ordinarios, que es adonde cabe
realizar esas determinaciones. De esta suerte, no resulta procedente que la Sala vierta
pronunciamiento alguno (positivo o negativo) sobre el caso, porque –como se indicó–
para dilucidar si ha habido infracción o no de derechos fundamentales, primero se debe
resolver la situación jurídica de la parte demandante en el plano de la legalidad. Esta
atribución no es de la Sala Constitucional y, más bien, hacerlo podría interferir
indebidamente en la actividad de los mencionados tribunales. En consecuencia, lo que
procede es desestimar el recurso de amparo planteado, como en efecto se hace .

Por tanto:

Se declara SIN LUGAR el recurso.

Luis Paulino Mora M.

Presidente

R. E. Piza E. Luis Fernando Solano C.

Eduardo Sancho G. Carlos M. Arguedas R.

Ana Virginia Calzada M. Adrián Vargas B. 

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