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INTRODUCCIÓN

Un gran avance que se ha logrado con esta nueva forma de comunicación a través

del Internet es el envio de olores a través de esta red de redes. Muchas grandes

empresas que se desarrollan en el campo de la perfumería tomaron cierto interés

e invirtieron en las investigaciones.

El uso de esta nueva tecnología es muy sencillo (por así decirlo), es como si se

quisiera imprimir una imagen a colores, la impresora no tiene todos los colores

sino simplemente, combina los colores primarios, para obtener un sin número de

colores. Utilizando un sintetizador de olor, que es capaz de recoger la fragancia y

transformarla en una señal digital. Ésta es recogida por un receptor que las

personas que deseen percibir los olores de los sitios visitados podrán hacerlo

conectando el "sintetizador de olores" a su computadora. En vez de tinta, este

dispositivo estará cargado con aceites o esencias primarias, capaces de

reproducir millones de fragancias diferentes.

Por otro lado en Italia se esta desarrollando una nueva tecnología de darle olor a

los Correos electrónicos, eso ya no sería algo netamente comercial sino para

hacer el uso de Internet algo más real que es lo que se quiere alcanzar con estos

avances tecnológicos.
TRANSMISIÓN DE OLORES A TRAVÉS DE INTERNET

Si creía que Internet servía solamente para hacer investigaciones, jugar de vez en

cuando, leer el periódico y, en el mejor de los casos, transmitir data y videos, se

equivocó.

La red de redes logró lo que nunca pudo hacer la tele y se prepara para dar otro

golpe mortal. Ahora, la transmisión de olores y aromas a través de la red, dejó de

ser una quimera.

El tacto no es el único sentido que se puede transmitir a través de Internet. Las

sensaciones olfativas también se pueden

transmitir, con un dispositivo que utiliza un

popurrí de sustancias químicas para producir

distintos aromas. Tal vez el gusto también se

pueda transmitir, ya que en el ser humano

las sensaciones gustativas se captan a través

de cinco tipos de receptores que registran el

sabor ácido, el dulce, el salado, el amargo y

el "umami", que significa "delicioso" en

japonés.

Las tecnologías que permiten la difusión de olor a través de Internet ya son algo

real, aunque existen pocas empresas que las fabriquen, éstas apuestan por ofrecer

servicios tangibles, es decir, que el internauta reciba a través de su computadora

una sabrosa sensación olorífica que complementa la vista, órgano vital en la red.
La plataforma que se usa, con poca penetración aún, es muy adecuada para el

sector de la perfumería, aunque su desarrollo se ha extendido a las imágenes, el

correo electrónico, y otros dispositivos que son tanto la computadora personal

como el teléfono móvil.

SMS con Olores:

Estará listo para 2010. Pero ya se empieza a oler desde ahora: el primer chip en

la historia que permitirá enviar olores a través de SMS estará listo dentro de

poco. Dentro de dos años precisamente, en un desarrollo que se tomó su tiempo:

desde hace ocho años que en la empresa alemana ConVisual y en el Instituto de

Análisis Sensorial y Marketing vienen trabajando en esto.

Fue justamente una vocera de esa compañía alemana que confirmó al medio The

Local (germano), que el chip podrá cargar hasta 100 olores en su dispositivo y que,

por ejemplo, se pondrá mandar una brisa de aires fresco desde nuestro lugar de

vacaciones.
Hoy en día, el uso y envío de olores por la red, está siendo utilizado en el campo

médico para detectar enfermedades mentales. Las empresas pioneras de la

investigación son la californiana DigiScents, TriSenx, de Georgia, AromaJet, de

Texas y SenseIt Technologies de Israel, y sus dispositivos ya pueden adquirirse.

Su funcionamiento se basa en dos aparatos principales, un sintetizador de olor, que

es capaz de recoger la fragancia y transformarla en una señal digital. Ésta es

recogida por un receptor que, al igual que una impresora, reproduce el olor

original. Las personas que deseen percibir los olores de los sitios visitados podrán

hacerlo conectando el "sintetizador de olores" a su computadora. En vez de tinta,

este dispositivo estará cargado con aceites o esencias primarias, capaces de

reproducir millones de fragancias diferentes.

DigiScents es una firma creadora de la denominada "Tecnología aromática digital"

iSmell con una serie de aplicaciones que permiten incorporar olor a una película,

un correo electrónico o a una tienda virtual.

Estas herramientas ya están disponibles en el mercado. La empresa fue creada en

1999 por los norteamericanos Bellensons y Smith. En un principio, estas tecnologías

se pensaron para la adecuación del sector de la perfumería en Internet, pero las

empresas están desarrollando otras posibilidades.

Por ejemplo, los creadores de iSmell fusionaron las imágenes de la película "El

Mago de Oz" con olores. Ya no sólo es posible ver la imagen sino, también, es

posible oler los cedros del bosque. Esta no es la primera vez que se piensa en
desprender olores de acuerdo con lo que se ve. A finales de la década de los 50, se

experimentó este estudio con los sistemas como Smell-o-Vision y Aromarama, que

consistían en colocar los respectivos olores de cada película en unas pequeñas

cajitas situadas debajo de las butacas de cada sala de cine, para luego sacarlas en

el momento adecuado. De esta manera la sala quedaba invadida por los olores que

desprendían las imágenes.

DigiScents también tiene previsto crear un portal que permitirá transmitir olores

que se llamará The Snortal. El sistema funciona como lo hace una impresora,

DigisCents compró en septiembre otra empresa israelí pionera en el desarrollo del

olor por Internet, SenseIT. Eli Fish, un empresario israelí y dos científicos (David

Harel, decano de la Facultad de Ciencias de la Computación y de Matemáticas del

Instituto Weizman y Doron Lancet, bioquímico especialista en el estudio del

sistema olfativo) constituyeron la empresa SenseIT. Desarrollaron un sistema que

permite transmitir olores a través, no sólo de la Red, sino de computadoras,

teléfonos, televisores y pantallas de cine.

Los investigadores israelíes denominaron a esta idea "comunicación olfativa" y

parte de un punto muy similar al de la imprenta cuando se utilizan los colores

básicos para capturar la imagen e imprimirla.

Los receptores y sensores que reconocen y reproducen el olor ya existen y son

habituales en la industria de los perfumes, pero la cuestión radica en haber creado

una fórmula capaz de capturar el olor y transmitirlo. Su sistema se fundamenta en


dos aparatos: Sniffer, que permite recoger un olor y transformarlo en una señal

digital, y Whiffer, que recoge la señal y es capaz de reproducirla para el receptor

Además, se desarrolló un método para incorporar perfume en e-mails. En Italia

también existe un proyecto que tiene como objetivo dotar a los correos

electrónicos de fragancias.

El perfumista Lorenzo Dante Ferro, creador de fragancias para grandes firmas,

desarrolló un sistema para poder recibir correos electrónicos perfumados

conectando a la computadora un sistema de cartuchos recargables con diferentes

fragancias para que cuando el usuario recibiese el correo al pulsar sobre un icono

se desprendiera un aroma.

AromaJet.com, por su parte, destaca con Pinoke, un dispositivo que se adapta a los

juegos. Por ejemplo, en uno de carros, permite sentir el olor de la gasolina o del

motor quemándose. En el campo médico, han inventado Olfactometer, un sistema

que es capaz de detectar algunas enfermedades cerebrales, como el Alzheimer,

midiendo las capacidades de detección olfativa del cerebro, y que disminuyen con

los desórdenes mentales.

Finalmente, TriSenx ha desarrollado la SenxMachine, inventada en 1996. Esta

empresa anunció la puesta en marcha de un programa informático por el cual es

posible descargar en la propia computadora cualquier aroma. Para funcionar, el

sistema requiere que el usuario tenga instalado en la PC un periférico que

descodifique la información y que, a través de una serie de componentes químicos,

emita el que el usuario espera.


CONCLUCIONES

En esencia, la percepción no es más que el procesado por el cerebro de los

estímulos recibidos por los sentidos. Si la tecnología no tiene problemas para

captarlos ya está recorrido la mitad del camino, sólo falta hacerlos llegar al

cerebro a través de un interface humano adecuado. Vista y oído van por delante;

tacto, olfato y gusto son ahora el objetivo de la tecnología sensorial a la busca de

nuevas aplicaciones y oportunidades de negocio: marketing sensorial, mercado del

entretenimiento, incluso medicina y accesibilidad para discapacitados.


ANEXOS

INVESTIGADORES DE LA UNIVERSIDAD DE HUELVA

Crean un lenguaje informático para transmitir olores a través de Internet

Un grupo de investigadores de la Universidad de Huelva, dirigido por Francisco José

Martínez López, catedrático de Gestión de los Recursos de la Información de la

Facultad de Ciencias Empresariales, está trabajando en el desarrollo de un

lenguaje informático, denominado ‘XML Smell’, que permite transmitir e imprimir

olores a través de Internet.

Asimismo, el proyecto, pretende determinar las posibles aplicaciones que puede

tener la transmisión del olor, que van desde el ámbito médico, económico,

industrial, hasta otros como el ocio, la realidad virtual y, sobre todo, el marketing.

“Al igual que ya se ha hecho con el sonido y la imagen durante los siglos XIX y XX,

nos encontramos en el momento de abordar la transmisión de otras fuentes

sensoriales mediante sistemas impresos y a través de redes telemáticas tipo

Internet. En este sentido, el olor es una posibilidad muy relevante por el enorme

conjunto de utilidades que puede tener en muy diversos ámbitos”, señala Francisco

José Martínez López.

El director de la investigación argumenta que “el olor es una de las sensaciones que

más se fija en la memoria de las personas y que tarda más tiempo en desaparecer,

pues lo asociamos con determinadas situaciones. En este sentido, el olor puede ser

un elemento muy útil para detectar enfermedades como, por ejemplo, el

azheimer”.
Para el sector económico, concretamente en el ámbito del comercio electrónico,

también presenta importantes aplicaciones de cara al futuro, pues permitiría a los

consumidores oler los productos que se comercializan a través de la Red.

El proyecto, en el que intervienen investigadores especialistas en química,

ingenieros de telecomunicaciones,

así como expertos en el

comportamiento del consumidor e

Internet, consiste en la creación de

un periférico informático (que se

incorpora en el borde del monitor

del ordenador), que cuenta con

difusores que emiten olor y que se

activa en base a un conjunto codificado de bytes que llega a través de páginas

webs, correos electrónicos y otras herramientas de Internet.

“Además, estamos desarrollando un código para estandarizar la transmisión, de

forma que todos los olores se perciban igual en todos los sitios”, explica Francisco

Martínez López.

Dentro del proyecto, en el que colaboran profesores de la Universidad de Sevilla y

de Granada, hay otras líneas de investigación como la impresión informatizada de

olores en papel y el análisis del comportamiento del consumidor con sistemas de

olores reactivos.
Software y hardware sensorial

Olores enviados por Internet para recordar a la persona amada o para detectar los

síntomas del Alzheimer. Dedales que transmiten sensaciones táctiles desde una

imagen en 3D y que permiten sentir, tanto al visitante de una página web para

adultos como a un cirujano, el tacto de una piel. Software y hardware

desarrollados para imprimir sushi comestible. Los sentidos tienen cada vez más

interfaces humanos por los que recibir estímulos sensoriales.

Ahora, la tecnología de los ordenadores, en lo referente a su comunicación con los

usuarios, evoluciona y se desarrolla hacia la conquista de la percepción sensitiva

integral. El olfato, el tacto y el gusto son las nuevas fronteras a conquistar.

Aunque en la especie humana el olfato es quizá el sentido menos desarrollado,

existen estudios que demuestran que “los poderes de la nariz”, como les llama la

revista divulgativa Muy Interesante, tienen un fuerte influjo sobre el

comportamiento y los sentimientos.

Ya en el año 2000 la empresa estadounidense Aromajet desarrolló artilugios como

Pinoke, para oler aromas relacionados con juegos de ordenador; Olfactometer,

para uso médico en la detección de desordenes mentales, y E-Commerce Kiosk,

orientado al uso en grandes almacenes para la creación y prueba de fragancias

nuevas. Pero es la posibilidad de proporcionar sensaciones olfativas directamente

desde Internet lo que ha relanzado el desarrollo de estas tecnologías.

En febrero de 2004, el servidor de comunicaciones británico Telewest creo el

servicio ScentMail, que permitía el envío de olores por Internet y su recepción, por
parte del usuario, a través del periférico que ellos mismos proporcionaban.

La empresa japonesa K Opti.com puso a prueba durante el verano de 2004 el

servicio Kaori scent Web, con el que los usuarios de los cybercafés optic@fe podían

disfrutar de olores asociados a páginas web. Este sistema fue desarrollado

conjuntamente por la escuela nipona de hostelería y restauración Tsuji Wellness y

el departamento de I+D de France Telecom, como informó el portal sobre

tecnología TechJapan.

Y a finales del pasado año USA Today informó de la presentación, también en

Japón, del Internet Aromatherapy Service, un sistema con el que el usuario podía

recibir olores asociados a la fecha, el horóscopo o los contenidos consultados en la

Red. Los diferentes olores eran producidos por una esfera de cristal que contenía

hasta 36 esencias diferentes, como eucalipto, aceites naturales o lavanda, y eran

emitidos por una paleta difusora. El software y el periférico fueron desarrollados

por la empresa japonesa Mirapro Co y presentados por la empresa de

telecomunicaciones japonesa NTT Communications.

Otros periféricos que proporcionan sensaciones aromáticas han sido desarrollados

por la empresa norteamericana Trisenx, especializada en sistemas sensoriales,

como el Senx Sampler, dispositivo de uso promocional que genera un solo aroma y

comercializan por poco más de un dólar.

Una de las dificultades que presenta el acceso a las sensaciones reside en los

estándares de programación, los lenguajes informáticos y los periféricos que hacen

llegar, finalmente, la sensación al usuario.


Buscando la conquista de la sensación olfativa asociada a las aplicaciones

informáticas, un grupo de investigadores de las universidades de Huelva, Sevilla y

Granada, encabezados por Francisco José Martínez López, catedrático de Gestión

de los Recursos de la Información, han desarrollado un lenguaje informático que

permite transmitir y, por tanto, “imprimir” olores vía Internet. Este lenguaje, el

XML Smell, permite estandarizar la transmisión del olor en bytes codificados y,

según informa el periódico digital universitario CampusRed, los investigadores están

trabajando en la creación de un periférico que contenga una paleta de olores que

reproduzca los diferentes aromas.

La posibilidad de recibir aromas por e-mail permitiría oler los productos

comercializados por Internet antes de comprarlos: el olor vía ordenador al servicio

del marketing de las empresas.

Aunque éste no es su único uso. En el ámbito médico puede ser muy útil para el

diagnóstico a distancia de enfermedades como el Alzheimer, ya que las sensaciones

olfativas son las que más fielmente se recuerdan.

La transmisión del gusto por bytes es una frontera difícil de superar aunque ya es

posible “imprimir sabores”. El restaurante Moto, de Chicago, utiliza software y

hardware para imprimir sus platos de sushi, por supuesto comestibles. Esta cocina

imaginativa, realizada por el chef Homaro Cantú, se basa en el uso de un papel

especial, de soja y harina de maíz, tintas a base de diferentes salsas… ¡y de una

impresora Canon i560!


Y aunque empiezan a aparecer tecnologías que aúnan varias percepciones, como

color, olor y sabor, el problema sigue siendo hacer llegar al cerebro humano los

datos que se obtienen. Con el proyecto wine-panel, promovido por las bodegas

Matarromera, se ha conseguido una nariz electrónica que permite “catar” un vino

como lo haría una nariz humana.

Aunque a simple vista pudieran parecer sólo gadgets, estos desarrollos tecnológicos

pueden utilizarse para facilitar la accesibilidad de los discapacitados.


BIBLIOGRAFÍA

• http://www.telepolis.com/cgibin/web/urnredir?tema=weekart&dir=week50

• http://www.elmundo.es/universidad/2004/12/15/campus/1103124479.html

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• http://www.seccperu.org/?q=node/138

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