Febrero de 2009

De la Cultura Gótica
a la Gloria de Dios
Carsten y Rosalie Schwarm
 Índice
Febrero
3 Y ahora, ¿qué hago?
por Kenneth Copeland
¿Qué haces cuando los golpes inesperados
de la vida te desafían? Aprende a ser un
vencedor, a pesar de los obstáculos en tu Cuando el Señor nos habló por
camino. primera vez de lanzar la publicación
de la revista La Voz de Victoria del
Creyente, (The Believer’s Voice of
Victory, por su título en inglés) nos
dijo: “Esta es su semilla. Envíensela
a todos aquellos que respondan a su
ministerio, y nunca permitan que se
pague por suscripción a la revista”. Por
35 años ha sido un gozo para nosotros
llevarte las buenas nuevas a través
de las enseñanzas de ministros, que
escriben a partir de una relación viva y
personal con Dios, así como también
los testimonios de los creyentes que le
han creído a Dios por la veracidad de
Su Palabra, y han experimentado Su
Victoria en la vida diaria.

13 El Invencible —Kenneth y Gloria Copeland

Espíritu de Fe
por Gloria Copeland

9
7 Boletín de

Hechos Relevantes:
No importa qué tan difícil
sea la situación que estás Buenas Nuevas
enfrentando hoy, ¡Descubre Lee estos inspiradores relatos de la vida real
cómo Dios puede cambiarla sobre las victorias de fe, de gente como tú.
completamente!
De la Cultura
Gótica a la Gloria 21 Calendario de
de Dios Eventos 2009
por Melanie Hemry
¡Vive tu fe y comparte la Palabra de Dios
Descubre cómo la gracia de Dios
invitando a un ser querido a uno de los eventos
transforma gloriosamente la vida
de los Ministerios Kenneth Copeland!
de una muchacha gótica y cómo Él
puede hacer lo mismo por ti.
18 Calendario de Febrero
del Programa de Televisión
La Voz de Victoria del Creyente
Acompaña a Kenneth Copeland todos los
domingos como parte de tu tiempo devocional
y aliméntate de la Palabra de Dios.

17 El Asombroso
Poder de los
Lazos de Sangre

22
por Kenneth Copeland
Estudia el significado del pacto
bíblico y obtén un entendimiento
más profundo de todo lo que tu
Hermano de Sangre, Jesús, ha Cómo Permanecer
hecho por ti. Conectado Paso a Paso
por Gloria Copeland
En este extracto del éxito de librería del
New York Times de Gloria Copeland,
entérate cómo cada paso de obediencia,
te lleva hacia El Plan Maestro de Dios para
Tu Vida.

LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE, volumen 3, número 2, febrero de 2009. LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE es una publicación mensual de Eagle Mountain International Church Inc./Ministerios
Kenneth Copeland Inc., organización sin fines de lucro, Fort Worth, Texas. © 2009 Ministerios Kenneth Copeland, Inc. Derechos reservados. Se prohíbe la reproducción parcial o total sin autorización por
escrito. LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE y el logotipo en la última página son marcas registradas de Eagle Mountain International Church Inc./Kenneth Copeland Ministries Inc. en los Estados Unidos y
en los países donde circula LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE. El costo de impresión y distribución se financia con donativos de los Socios y Amigos de los Ministerios Kenneth Copeland. Impreso en los
Estados Unidos. Para suscribirse gratuitamente (solo versión en inglés), escribe a los Ministerios Kenneth Copeland, Fort Worth, TX 76192-0001 o visita nuestro sitio Web www.kcm.org. Debido a que cada
número de LA VOZ DE VICTORIA DEL CREYENTE se planea con anticipación, no recibimos artículos que no hayan sido solicitados. Gerente de Mercadotecnia: Cindy Hames. Coordinadora de Publicidad:
Leah Lee. Jefa de Publicaciones: Glenda Bunkofske. Director Editorial: Ronald C Jordan; Editor Colaborador: Don Turner; Editora: Deborah Ide; Asistente Editorial: Camille Wilder; Redactores: Michelle M.
Adams, Karen Adlong, Darlene Breed, Carmen Glover, Rick Bunkofske, David Holland, Gina Lynnes, Christopher Maselli, Joe Prestwood; Correctores de Estilo: John Carcomo, Jean De Long, Michelle
Harris, Eileen Hooley; Diseñador Principal: Michael Augustat; Directora de Proyectos: Deborah Brister; Coordinadora Tipográfica: Joyce Glasgow. Versión en Español: Martha Sierra, Maritza Sierra, Leonardo
Nesticó, Ruth Stremiz-Nesticó y Guadalupe Díaz.
Todas las citas de las Escrituras fueron tomadas de la Santa Biblia, versión Reina-Valera 1960, a menos que se especifique otra versión.
 Q
por Kenneth Copeland

Quizás sea una cosa más para agregar a la lista de desafíos que enfrentas a diario

•
para poder llegar al final del día; el perro se muere, la lavadora se descompone, se
ponchó la llanta de tu auto camino al trabajo... Y al retrasarte, olvidas ponerle gaso-
lina. > > O tal vez sea el impacto de los acontecimientos que amenazan tu futuro: el
colapso de la bolsa de valores, el valor de tu cuenta de jubilación cayó en picada o tu
matrimonio está siendo atacado. > > ¿Qué haces cuando los golpes de la vida te toman
por sorpresa? ¿Qué haces cuando los desafíos de la vida te azotan despiadadamente
de tal manera que te hacen pensar: No puedo soportar esto? Y entonces, te preguntas...

Yahora,¿quéhago?
Ciertamente, el apóstol Pablo enf rentó desafíos que
podrían haberle llevado a hacerse esta pregunta con
frecuencia. Pero siempre salió victorioso afirmando:
“Estamos atribulados en todo, mas no angustiados;
en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas
no desamparados; derribados, pero no destruidos” (2
Corintios 4:8-9).
¿Qué debemos hacer para salir de la mentalidad, ya
no puedo soportarlo más; y empezar a decir con Pablo:
“Pero de ninguna cosa hago caso” (Hechos 20:24)?
 El primer paso es el mismo que Jesús le ordenó
dar a Jairo, quien había acudido a Jesús para que
sanara a su hija enferma. Aún no habían regresado a
la casa a verla, cuando Jairo recibió la noticia de que
su hija ya había muerto.
Jesús respondió a ese informe con las mismas
palabras que hoy nos dice a mí y a ti. Le dijo a Jairo:
“No temas, cree solamente”.
No importa lo que estemos enf rentando nosotros
mismos, el mundo o nuestra nación; el primer paso
hacia la solución siempre es el mismo: Deja de
temer.
No temas, cree solamente. La Biblia no dice esto
solo una o dos veces. Desde el principio hasta el
final de la misma, nos da este mandato cada vez que
el temor busca alojarse en nuestros pensamientos y
palabras. Siempre, el primer paso de acción, debe
ser acabar con el miedo y elegir tener fe.
¿Cómo dejas de temer?
A menudo, cuando algo nos sorprende, decimos
rápidamente: “Dios, ¿dónde estabas Tú?” o “Bueno,
parece que Tú no vas a hacer nada al respecto... así
que ya todo acabó”.
Eso le sucedió a la mayoría de los familiares de
Jairo.
“Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa
del principal de la sinagoga a decirle: ‘Tu hija ha
muerto; no molestes más al Maestro. Oyéndolo
Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será
salva. Entrando en la casa, no dejó entrar a nadie
consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan y al padre
y a la madre de la niña. Y lloraban todos y hacían
lamentaciones por ella. Pero él dijo: No lloréis; no
está muerta, sino que duerme. Y se burlaban de él,
sabiendo que estaba muerta. Mas él, tomándola de
la mano, clamó diciendo: ¡Muchacha, levántate!
Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se
levantó; y él mandó que se le diese de comer” (Lucas
8:49-55).
  
Las propias palabras del mensajero delatan lo
que había cautivado sus pensamientos: “Tu hija ha
muerto; no molestes más al Maestro [el Rabí]”.
Bueno, si piensas que la muerte va a afligir y a
turbar al Maestro, entonces no lo conoces muy bien.
Si piensas que las malas noticias van a preocupar
a este Rabí, entonces no lo conoces. Lo único que
puede preocuparle es que tú te dejes abrumar hasta
tal punto que digas: “Bueno, supongo que ya es
demasiado tarde”.
Eso es lo que los familiares de Jairo estaban
haciendo. Cuando Jesús llegó a la casa, toda la
familia estaba trastornada y alterada; todos gemían
y lloraban. Estaban tan convencidos de que Jesús
ya no podría ayudar a cambiar la situación, que
cuando les dijo: “No lloréis, no está muerta, sino
que duerme”; se rieron. A fin de eliminar toda señal
de temor y dolor, Jesús tuvo que tomar el control
de la casa y deshacerse de ese grupo de incrédulos.
Luego, llenó toda esa habitación de fe, y resucitó a
la niña.
Piensa en lo que debe haber sido esa experiencia.
Podemos imaginarnos al tío Federico, a la tía Mónica
y a los otros salir de la casa diciendo entre dientes:
“¿Quién se cree que es ese predicador? ¿Acaso no
sabe que la que yace allí es mi sobrinita?”. ¿Sabes
que esa actitud cambió cuando volvieron y vieron a
la niña sentada a la mesa y comiendo?
Tú vas a enf rentar lo mismo. Tus familiares y
vecinos podrán decir que estás loco al ver que, a
diferencia de ellos, no te quejas ni tienes pronósticos
horrendos o negativos sobre el futuro. Pero no te
juzgarán ni te criticarán cuando vean que sales
triunfante de esas experiencias duras con un rostro
resplandeciente. Al contrario, la próxima vez que las
cosas les salgan mal, algunos de ellos acudirán a ti.
Espera hasta que estés capacitado
¿Cuándo aprenderemos a dejar que Dios tome
el control de la casa, en lugar de querer seguir
manejándola nosotros mismos? Sea lo que sea que
estemos enf rentando, si se lo entregamos, Él lo
tomará. Todo comienza cuando, por fe, ponemos la
situación completamente en Sus manos confiando
en Él, entonces oramos y hacemos lo que Él dice.
Eso implica mantener cerradas nuestras bocas
incrédulas y dejar que sea Su Palabra la que hable.
Solo callémonos hasta que estemos capacitados y
aptos para hablar.
Sé que esto puede parecer muy rudo e insensible,
pero hay demasiada gente por ahí que está sufriendo
a causa de esto. No podemos andar con rodeos con
ellos ya que su condición empeora cuando dejan que
sus bocas se salgan de control.
Debemos entender que, sin importar las
circunstancias, no estamos capacitados para decir
nada hasta que no abandonemos las palabras de
miedo y duda. No estaremos preparados hasta que
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 dejemos de considerarnos las víctimas y comencemos
a hablar como los vencedores que Dios dice que
somos.
Hasta que eso suceda, lo mejor que podemos
hacer es guardar silencio.
Ahora, eso va a requerir mucho coraje,
determinación y guía del Espíritu Santo para
tomar una decisión definitiva y sin retorno. A mí
me gusta decirlo de esta manera: Necesitamos una
fe inquebrantable e invencible, con la mira a un
propósito cueste lo que cueste
Mi abuelo me enseñó ese principio cuando era
pequeño. En una ocasión estábamos con un amigo
ayudándole a cultivar algodón con la azada. Mis
pies estaban tan calientes que a duras penas podía
caminar, y este hombre, que yo pensaba que era más
viejo que Matusalén (el hombre más anciano que
se menciona en el Antiguo Testamento), trabajaba
ágilmente de una punta del surco a la otra. Y al
volver me reprendía si yo cometía errores.
“Abuelo, ¿cómo lo haces?” Le pregunté. “¿Por
qué vas tan rápido y nos dejas aquí atrás? Nosotros
golpeamos, cortamos y cavamos con la azada lo más
rápido que podemos; pero tú vas y vienes mucho
más rápido”.
“Muchacho, ganarte a ti es fácil”.
“¿Por qué?”.
“Porque tú no tienes el tesón, la firmeza y
perseverancia que se requieren para alcanzar un
objetivo, cueste lo que cueste”.
Al llegar a la madurez, entendí que se refería a
que yo no tenía la determinación necesaria como
para hacer bien el trabajo y terminarlo a pesar de las
dificultades. Por supuesto, yo no tenía ningún com-
promiso con ese campo de algodón.
A veces, queremos los resultados de la fe pero
no queremos comprometernos con la lucha de la fe
hasta que se manifieste la respuesta de Dios. Jesús
pudo responder a la petición de Jairo porque este
último ya estaba firmemente determinado en su fe y
no se echaría atrás.
¿Te diste cuenta de que una vez que Jesús le dijo
a Jairo que no temiera, este no dijo una sola palabra
más? Él ya le había expresado su fe en Su poder,
cuando dijo: “Ven y pon las manos sobre ella para
que sea salva, y vivirá” (Marcos 5:23).
A partir de ese momento, la fe de Jairo quedó
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firmemente determinada. El seguiría a Jesús.
Tolerar el miedo contamina la fe. De modo que
Jairo no contaminaría su fe con palabras de duda e
incredulidad, ¡y tampoco tú deberías hacerlo! Si no
puedes hablar con fe, no hables.
Créele al amor
Jesús no solo le ordenó a Jairo que no temiera.
Le dijo: “No tengas miedo, cree solamente”. Y ese es
Su mandamiento para ti y para mí.
¿Pero qué debemos creer? Tenemos que creerle
al amor.
“Ahora, hermano Copeland, ya sé que Él lo ama
a usted. Pero usted no sabe cómo soy”.
Te diré lo que sé. Sé que Dios le ha dado a cada
uno de sus hijos nacidos de nuevo una “medida
de fe” (Romanos 12:3). Sé que si has nacido de
nuevo, eres más que un pecador perdonado. Eres
una criatura completamente nueva en Cristo (2
Corintios 5:17).
También sé que, de acuerdo a Isaías 43:25-
26, Dios ha borrado tus pecados y ha dicho que
no se acordará más de ellos. Y te ha pedido que
le recuerdes todas esas cosas que quieres que Él
recuerde. Hace mucho tiempo que decidí dejar de
recordarle mi pasado. En cambio, decidí que mi fe
y mis palabras tendrían el propósito de recordarle
lo que Él mismo dice que soy en Cristo; y todo
lo que en Su Palabra ha dicho que me pertenece
como heredero junto con Jesús.
En los momentos que tienes problemas no debes
aceptar la mentira del diablo de que “Dios te está
enseñando algo”; o que “tal vez te mereces la parte
de la maldición que intenta atacar a tu cuerpo, a
tus finanzas o a tus relaciones”.
No. Lo que necesitas es poder escuchar Sus
palabras de amor hacia ti y Su plan para llevarte
triunfante a través de las tormentas de la vida.
Primera Juan 4:18 nos dice: “En el amor no
hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera
el temor, porque el temor lleva en sí castigo. De
donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el
amor”.
¿Cómo perfeccionas el amor y le permites que
complete la obra que se le encomendó hacer en ti?
Cumpliendo Su Palabra y obedeciendo lo que Él
dice.
 Comprométete a cumplir el mandamiento de
amar, establecido en Marcos 12:30-31. “Y amarás
al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu
alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas…
[y] a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro
mandamiento mayor que estos”.
Al creerle al amor y obedecer el mandamiento
de amar, llegarás a una posición donde el miedo
no tendrá cabida. Caminarás con la convicción
constante de que Jesús te ama y se ha comprometido
a estar contigo en medio de cualquier situación que
atravieses.
Empezarás a identificar los pensamientos y
los temores que se oponen a ese amor; y nunca
volverán a afectarte. En cambio, declararás: “No
vivo sobre la base de lo que diga la gente o lo que
haga el diablo. Vivo solo por la fe en Cristo Jesús.
Camino por fe. Duermo por fe. Me despierto por
fe. Me muevo, vivo y tengo todo mi ser cimentado
sobre la fe en Aquél que así me lo ha ordenado”.
Esas son las palabras del amor que se está
perfeccionando en ti, son las palabras que expulsan
de tu vida todo temor.
Al dejar de temer y comenzar a creerle al amor,
aprenderás a echar tu ansiedad sobre el Señor
(1 Pedro 5:7), y a tomar tu posición de acuerdo
a Salmos 127:2 que dice: “Por demás es que os
levantéis de madrugada y vayáis tarde a reposar,
y que comáis pan de dolores, pues que a su amado
dará Dios el sueño”. Al descansar en el amor de
Dios, Él se encargará de todas tus preocupaciones.
¡La fe comienza allí donde se revela la voluntad
de Dios! Y Dios no ha mantenido Su voluntad en
secreto: Su Palabra es Su voluntad expresada, dada
a conocer. A nosotros nos corresponde no dar lugar
a los pensamientos que no debemos albergar. Si
tenemos un pensamiento negativo, lo reprendemos
y le negamos cualquier espacio en nuestra mente.
Con nuestras palabras tomamos autoridad sobre
nuestros pensamientos. Del mismo modo que
aceptamos pensamientos equivocados cuando
hablamos palabras de duda o incredulidad; nos
apropiamos de los pensamientos de Dios cuando
hablamos de acuerdo a Su Palabra.
Cómo estar capacitado para hablar
En tiempos de luchas, así como hay un momento
para hacer silencio, también hay un momento para
hablar. Ese momento llega cuando hemos tomado la
decisión firme de cambiar nuestra propia manera de
pensar por Su manera de pensar.
¿Cómo lo hacemos? Yendo a la Palabra de Dios y
diciendo lo que Él ha dicho. Busca Sus pensamientos
y decláralos, decláralos una y otra vez aferrándote a
ellos, hasta que los aprendas a la perfección.
El resultado será que la Palabra de Dios abundará
en tu corazón y comenzará a fluir de tu boca sin que
lo hayas decidido o pensado de antemano.
Ahora, esta es la clave. No hagas estas cosas sólo
hasta que la bolsa de valores mejore y luego, vuelves
a basar tu vida en lo que dicen los medios noticiosos.
Eso le robará toda la vitalidad a tu fe y te ocasionará
un colapso financiero personal, ya sea que la bolsa
mejore o no. Continúa alimentándote con la palabra
de fe hasta llegar a ser un buen mayordomo del
mandamiento de amar.
Un lugar perfecto para la victoria
Tal vez en este momento te encuentras en
una situación como alguna de las que ya hemos
mencionado. Quizás es algo que ha empeorado o
mejorado en las últimas semanas o meses. Quizás
sea algo que ocurrirá más adelante.
Sea lo que sea, hay una salida, una solución. Y
si actúas según lo que hemos estado hablando, no
solo sabrás qué hacer, sino que sabrás exactamente
dónde estás. Estás en un lugar perfecto.
Estás en el lugar perfecto para que el Genio
Financiero más poderoso de todos los tiempos
(el Creador del oro, la plata y toda otra forma de
dinero), se manifieste en tu vida y en tu situación.
Al estar plenamente de acuerdo con Él y vivir dentro
del sistema perfecto de Dios, que no lo afecta la
inestabilidad de este mundo, te encuentras en un
lugar perfecto para alcanzar la victoria.
Atrévete a dar el paso que te colocará en tu lugar de
creyente victorioso, capaz de aplicar la victoria de Dios
por encima de todos los intentos que haga el diablo
para destrozar con su temor a quienes te rodean. Pon
tu fe en acción. No temas, cree solamente. Serás salvo.
Saldrás de esa trampa financiera, de ese cuarto de
hospital, de ese problema familiar. Serás libre.
En Cristo, no eres la víctima, ¡eres victorioso!
VICTORIA
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 G E N T E R E A L , N E C E S I DA D E S R E A L E S , V I C TO R I AS R E A L E S .
BoletínBuenasNuevas
de
“Hay bendiciones sobre la cabeza del justo…”
(Proverbios 10:6 RVR 1995)
Una fe renovada y plena
Hace poco empecé a ver el
programa La Voz de Victoria
del Creyente, LVVC. Crecí
siendo católica desde niña,
pero nunca me inculcaron a
leer la Palabra de Dios por mi
cuenta. Sabía muchas cosas,
pero ahora que soy adulta me
doy cuenta de lo importante
que es estudiar y conocer
la Palabra de Dios. En este
aspecto, la ayuda que me
ha brindado su ministerio
ha sido crucial. Además, he
podido dar pasos pequeños
que me han conducido a una
relación más plena con Dios.
Ha sido maravilloso
empezar mi día viendo su
programa. Cuando era niña,
me acuerdo que mi abuelo
veía el programa de televisión
del hermano Copeland.
Hoy, yo veo a su nieto en
televisión. Las enseñanzas
de Jeremy han sido muy
efectivas. Mi fe en Cristo
me llena y me da Su poder.
¡Me siento renovada y me
regocijo!
Melissa Blocker | Pensilvania
Recibir dinero inesperado es una bendición
Estoy sembrando la semilla y creyendo que cosecharé al ciento por uno. Hace 15 años
fui salvo (acepté a Jesús como mi Salvador) gracias a su predicación. Usted fue quien por
primera vez me habló sobre la prosperidad, el nuevo nacimiento y la sanidad. El año pasado
recibí un ingreso inesperado de $11,000 dólares. Gracias a Dios por Sus bendiciones.
S.F. | Indiana
Tengo la victoria
He sido cristiana desde niña. Pero no fue sino hasta hace poco que mis ojos fueron
abiertos. Me di cuenta de que no estoy derrotada y que tengo la victoria en todas las áreas
de mi vida, por medio de Jesús. Mis padres, que son Socios y Amigos de los Ministerios
Keneth Copeland, KCM*, me enviaron los CDs de la Convención de Prosperidad
Abundante, del 2005 (2005 Prosperity Overflow Convention). Comencé a escucharlos y a
leer la Palabra de Dios todos los días. De repente, cosas que he aprendido y escuchado
toda mi vida comenzaron a cobrar vida en mi espíritu. Allí mismo decidí que ya estaba
cansada de tener una vida mediocre y derrotada, y que le daría fin a eso. Tomé la decisión
de dejar atrás las palabras negativas y declarar solamente lo que la Palabra de Dios dice
acerca de mí.
Desde entonces, decidí apoyar su ministerio como Socia y Amiga del mismo; y hace
unos meses les envié mi primera semilla, junto con una petición de oración para encontrar
trabajo para mí. Poco después recibí una carta de ustedes diciéndome que los Ministerios
Kenneth Copeland, KCM* seguían firmes, orando en acuerdo conmigo para que mi
petición se hiciera realidad. Tan pronto como terminé de leer esas palabras, el teléfono
sonó. Llamaban de una compañía en donde había tenido una entrevista para decirme
que querían contratarme.
También había estado hablando y confesando la Palabra sobre mis facturas y
mi economía. Recibí un cheque inesperado de la compañía aseguradora de mi auto,
junto con una carta que decía que me estaban reembolsando porque me habían estado
cobrando de más. Verdaderamente ¡Dios es bueno! Ni si quiera puedo encontrar las
palabras adecuadas para describir Su bondad. Les agradezco a los Ministerios Kenneth
Copeland por todo lo que hacen.
M.U. | Carolina del Norte
Su producción musical Strand of Pearls
[Collar de Perlas] nos produce gozo
Solo quería que todos ustedes supieran cómo el Señor los ha usado para
ministrar ricamente a mi familia y a mí. Strand of Pearls [Collar de Perlas] es, sin
lugar a dudas, el CD de música preferido de toda nuestra familia. He visto cómo
este CD de música favorita para la familia nos ha hecho reflexionar y gozarnos
por muchas horas; escucharlo ha suavizado nuestro carácter y la manera en que
nos tratamos los unos a los otros. También Dios nos ha bendecido con una casa
de campo y la disfrutamos plenamente, de modo que Strand of Pearls [Collar
de Perlas] es el complemento perfecto para nuestro hogar.
Joyce Hernandez | Nashville, Míchigan

La Palabra de Dios libera
¡Desde que asistí a la Convención de Creyentes de Milwaukee,
mi caminar con Dios ha ido superándose! Este ha sido un año para
celebrar, porque Satanás intentó destruir mi economía pero no lo
logró. Gracias a que ustedes me enseñaron cómo aplicar y entender
la Palabra de Dios, el Señor se movió poderosamente liberando a
mi familia. Incluso mi esposo, que todavía no es salvo, fue testigo y
coincide conmigo en que Dios lo hizo.
En enero del año pasado, el Espíritu Santo me dijo que para el
pago de mis facturas hiciera un presupuesto diferente del que había
venido haciendo hasta entonces. Quería aumentar la cantidad de
mis ofrendas y no sabía cómo, así que simplemente obedecí a Dios.
En marzo, descubrí que tenía una deuda grande con el seguro
social, de modo que hice un plan de pagos trimestral. Bueno, me
sostuve firmemente en la Palabra de Dios, confiando que Dios
iba a proveer. Pero en junio recibí una factura de $11,000 dólares,
por deuda contraída durante mi matrimonio anterior. Fue una
absoluta sorpresa, porque no sabía nada sobre esa deuda. Con esto,
enfrentábamos la amenaza de tener que pagar una deuda grande
adicional durante los próximos cinco años. Habíamos terminado de
pagar nuestra casa y no queríamos pedir un préstamo poniéndola
como garantía. Por esta deuda, incluso, embargaron mi camioneta.
Pero les diré algo: yo no iba a tolerar eso, así que, ¡puse por obra
la Palabra de Dios! Cuando regresé de la convención me enteré
de que me habían perdonado toda esa deuda y me devolvieron mi
camioneta sin cobrarme gastos adicionales. Fue como si nunca
hubiera sucedido. ¡Aleluya!
T.W. | Michigan
Recuperación milagrosa
Les escribí para agradecerles por sus oraciones fervientes por
nuestro hijo. Han sucedido muchos milagros. El mal que lo afectó
es desconocido, solo sabemos que era una infección que afectaba
todos los órganos de su cuerpo, y que casi lo mató. Pero cuando Dios
empezó a obrar, uno a uno, los órganos de su cuerpo comenzaron
a funcionar. El corazón, el hígado, los pulmones y por último los
riñones. El equipo de nefrólogos (especialistas de los riñones) dijo
que los riñones eran los órganos más débiles y delicados del niño,
por lo cual necesitaría diálisis por el resto de su vida. ¡Pero Dios sanó
sus riñones y los dejó como nuevos! ¡Nuestro Dios es asombroso!
L.B. | Ohio
La Oración Es Nuestra Prioridad
Por Favor Llama al 800-600-7395.
Un ministerio que cambia vidas
Gracias por todas las veces que mi familia y yo hemos
sido ministrados a través de todos los folletos que nos han
enviado. Mi matrimonio ha sido transformado y
nuestras finanzas han mejorado. ¡Este es el
tercer mes, desde hace unos veinte años, en el
que no nos hemos sobregirado en el banco!
Además, la depresión que combatí durante
toda mi vida, hoy ya es cosa del pasado.
Nuestro club cristiano de niños va muy
bien y el número de niños participantes
está aumentando constantemente hasta el
punto en que, a menudo, necesitamos contar
con más ayudantes.
Solo quería contarles estas cosas buenas que nos están
sucediendo, en especial, luego de haber aprendido tanto
sobre LA BENDICIÓN. Es la primera vez que veo un
aumento de LA BENDICIÓN obrando en nuestras vidas.
Seguimos orando y apoyando su ministerio continuamente.
Muchas gracias.
K.R. | Reino Unido
Gracias por la verdad
Kenneth y Gloria, gracias por ser fieles, por decirnos la
verdad tal cual es. Los tres últimos años han sido los más
difíciles de mi vida. Hubo momentos en los que realmente
sentí que no podía continuar. Pero ustedes estuvieron allí.
¡Los veo por Internet todos los días!
En mayo del año pasado mi esposo me dejó, después de
haber estado casados durante 40 años. Me sentía totalmente
rechazada, desechada y devastada, pero ustedes estuvieron
allí con la Palabra de Dios, que era lo que necesitaba
constantemente. Estoy muy agradecida por ustedes. He
sido una Socia y Amiga de su ministerio desde hace varios
años y los amo muchísimo.
Karen Harland | Washington
Un nuevo comienzo
Gracias por sus oraciones durante estos últimos meses
de mi encarcelamiento. Tuve que enfrentar la vida en la
cárcel. Perdí mi trabajo y a mis hijos; y la enfermedad de
mis padres se agravaba día a día. Estaba convencido de que
todo había terminado para mí.
Estaba en una celda para presos violentos y estuve a
punto de suicidarme. Puedo asegurarles que escuché una
voz que me dijo: No lo harás. ¿Por qué no acudes a Mí—
Dios? Solo empieza a orar a Mí. Entonces retiré el objeto
mortal de mi garganta y me puse a orar. Cuando terminé,
empecé a llorar y luego seguí orando.
Lo primero que vi cuando me pusieron en la celda con los
demás fue la revista La Voz de Victoria del Creyente, LVVC.
La tomé y comencé a leer la oración que hay en el centro
de la revista. Quiero decirles que desde ese entonces he
sido un creyente. Ken y Gloria, gracias por la información
que Dios les ha dado para su ministerio en las cárceles y
por la Biblia que enviaron. ¡He sido liberado de Satanás y
de su oscuridad! ¡Ahora soy un verdadero hijo de Dios que
vive en la luz! Incluso mis padres están recuperándose y
todas las cosas han mejorado un 110 por ciento. ¡Alabado
sea Dios! Me siento fuerte y cada día Él me fortalece más.
A.W. | Oklahoma
r
rytrytrytr por Melanie Hemry

De la cultura gótica a la gloria de Dios

Era una noche muy oscura en Melbourne, Australia. Roz venía apretujada,
sentada dentro de un Volkswagen con sus amigos góticos. El conductor
aceleró el motor, casi como si tratara de mantener el auto al mismo ritmo de
la cocaína que corría vertiginosamente por sus venas. Todos escucharon
el tren que se aproximaba velozmente hacia ellos; su luz parecía un globo
reluciente en la oscuridad.
A diferencia de los otros, Roz no había consumido drogas, jalándole la manga de la blusa, le preguntó a su mamá:
pero el alcohol había adormecido sus sentidos lo suficiente “¿Qué es la Trinidad?”.
como para no reaccionar ante el miedo que destellaba en “Es un misterio”, le había replicado su madre, distraída y
sus ojos a medida que la gigantesca locomotora avanzaba exhausta, tratando de atender a sus ocho hijos.
directamente hacia ellos. Cuando parecía que ya no les Con casi 1,80 metros de estatura, Roz siempre había sido
quedaba ni un solo segundo más, gritaron al unísono, como la más alta de sus hermanos.
si fueran niños en una montaña rusa, mientras el Volkswagen Durante años había soñado con la idea fantasiosa de que
se tambaleaba sobre las vías. Mientras se debatían por ganar algún día su “verdadera” familia la encontraría y la liberaría
la carrera contra la muerte, Roz casi pudo ver las chispas en de los gritos, las bofetadas, los puñetazos, y ya no tendría
el aire. Cerrando sus ojos, repitió el voto que había hecho de que escuchar constantemente: “¡Tú nunca cambiarás, así
niña. como un leopardo jamás podrá cambiar sus manchas!”.
Me voy al infierno. ¡Me voy a lo grande! Con todo eso, esta familia sustituta compuesta por sus
Un escalofrío le corrió por la columna vertebral cuando amigos, era lo más cercano a la familia de sus sueños. Pero
el Volkswagen por fin logró salir de las vías y el tren les pasó ahora, mientras el grupo de amigos se dirigía al cementerio
a toda velocidad sólo a unos centímetros. La turbulencia para llevar a cabo una sesión de espiritismo; Roz se dio
por el paso del tren dejó al auto zarandeándose de lado a cuenta de que incluso ella misma tenía sus propios límites.
lado. Jugar con trenes no era más que otra forma de vivir al Eso estaba mal, así que no participaría.
borde de la muerte, siempre desafiando los límites. A pesar Los góticos exaltan a la muerte, pero Andrea (nombre
del peligro en que vivían, este era el lugar en donde Roz se ficticio) que era parte del grupo, se había metido mucho
sentía aceptada y entre amigos. Claro, la mayoría de ellos más adentro en la “oscuridad”. Segunda en la jerarquía de
eran drogadictos, y sus compañeros de cuarto, tanto varones una asamblea de brujas, Andrea se había hecho implantar
como mujeres, ejercían la prostitución. Sin embargo, para colmillos de vampiro. Con solo apuntar con su brazo podía
ella, eran lo más parecido a una familia desde que escapara hacer añicos el vidrio de una ventana. Pero el lado más
de su casa. oscuro del relato es lo que le sucedió a personas como el
Roz se deslizó fuera del auto, su cuerpo enclenque, con joven Marcos (nombre ficticio), un brillante diseñador de
una gracia que contradecía su apariencia. La mitad de su modas que estaba a un paso de alcanzar el éxito, cuando
cabeza estaba rapada; el resto estaba cubierto de mechas empezó su noviazgo con Andrea. De repente, se volvió
negras que le caían como sogas. Vestía una túnica negra solitario, empezó a usar dientes de vampiro y dejó de diseñar
estilo mortaja, de la cabeza a los pies, rematada con un ropa para todos los demás, excepto para Andrea. Había
cinturón de 8 centímetros de ancho y revestido de balas de desaparecido de sus ojos la chispa de vida y alegría; ahora
bronce y botas negras adornadas con calaveras. parecían muertos, tan muertos como a veces Roz misma se
Siendo solo una adolescente, Roz se había mudado 17 sentía en su interior.
veces en los últimos dos años. En aquél entonces, vivía en Sus amigos le aseguraban que las drogas la harían sentir
una casa destartalada. mejor. Pero Roz siempre respondía: “Mi vida está muy
A Roz no le gustaba pensar en su familia, pero a veces, bien”. ¡Por supuesto que era mentira! La cruda verdad era
no podía alejar los recuerdos. Su actitud autosuficiente y que incluso de niña, su vida no había estado marcada más
presuntuosa no lograba borrar sus sentimientos; como que por problemas.
cuando de niña, confundida, un día que asistió a misa, Había decidido irse definitivamente de su casa el día

F ebrero ‘ 0 9 | lvvc | 10
 en que cumpliera 14 años. Por primera vez, sus padres le
habían permitido que invitara a muchachos y muchachas
a su fiesta de cumpleaños. En un momento dado, uno de
los muchachos se refirió a la hermana de Roz de modo
ofensivo. Entonces, su papá (un hombre duro e irritable),
de repente sacó una escopetade doble cañón y le disparó al
muchacho. Los amigos se escaparon y la fiesta terminó. Su
padre era un excelente tirador: si hubiera querido pegarle al
muchacho, lo habría hecho. Sin embargo, los años de enojo
y peleas constantes ya le pesaban mucho, y para Roz, esta
había sido la gota que colmó el vaso. Un año después, luego
de planearlo, Roz salió de aquella casa destartalada rumbo a
la escuela y nunca regresó.
“¡Realmente eso no era vida!”, admite Roz. De todos
modos, siempre tenía problemas.
Una vida fuera de control
“Dudo que hubiera una familia más disfuncional que
la mía”, recuerda Roz, “pero en ocasiones iba a casa de
visita. Debido a mi comportamiento, casi siempre estaba
castigada y encerrada. Yo era un factor constante de
estrés para mis padres, de modo que era más fácil para
todos que permaneciera alejada”.
Una tía de Roz, que era cristiana, se convirtió en la
conexión entre ella y su familia. “Cuando la visitaba”,
recuerda Roz, “no me sermoneaba, sino que me hablaba
de Jesús, respondía mis preguntas y me escuchaba sin
juzgarme ni condenarme”.
Durante un tiempo, Roz se ganó la vida modelando,
para lo cual usaba pelucas que ocultaban su propio cabello.
Por lo demás, mantenía su estilo de vida gótico. Todo lo
que hacía estaba enfocado en causar una impresión en los
demás.
Puesto que carecen de identidad propia, las personas
que llevan un estilo de vida gótico tratan de encontrar su
identidad en la impresión que causan cuando otros los
miran. “Queríamos asustar a la gente”, explica Roz, “es
decir, cuánto más rara nuestra apariencia, más estruendoso
nuestro mensaje silencioso: “¿Me ves ahora?”.
Roz ya tenía antecedentes penales, y ahora su pasado
estaba empezando a afectar su vida presente. Además de
las órdenes de arresto en su contra, su mejor amiga había
recibido un disparo por parte de su propio novio. Y como
si eso fuera poco, el novio de Roz se ahorcó. Su mundo
estaba totalmente fuera de control.
Una vida se llena de color
Un día, un joven que trabajaba con Roz le dijo: “Me
pregunto cómo te verías si no usaras ropa negra”. Al día
siguiente, Roz se quitó todo lo negro de su cabello y se
presentó con una blusa color crema. “¡Te ves maravillosa!”,
11 | LV V C | F ebrero ‘ 0 9
le dijo su compañero de trabajo.
Aunque había dejado de usar ropa gótica, ese pequeño
cambio no fue suficiente para detener la avalancha de
problemas en la vida de Roz. A fines de 1989, cediendo
a su propio impulso, no solo robó la tienda en la que
trabajaba, sino que dejó que sus amigos entraran y
tomaran todo lo que quisieran. En consecuencia, las
autoridades capturaron y arrestaron a Roz.
Ante un tribunal de Queensland, Roz se dio cuenta de
que estaba a punto de ir a prisión por un largo tiempo.
Al mirar a los delincuentes que la rodeaban en aquella
habitación, llegó a la conclusión de que no sobreviviría.
Antes de ir a la cárcel con estas personas, pref iero suicidarme,
pensó. En ese momento, vino a su mente todo lo que
su tía le había dicho acerca de Jesús. Entonces decidió
regatear con Dios por su vida.
Le dijo a Dios: “Señor, si me libras de esta, te serviré”.
Momentos más tarde, de pie ante el juez, estalló en
llanto: “¡Si me deja regresar a Melbourne le prometo que
cambiaré mi vida!”.
El juez se quedó mirándola un rato largo mientras toda
la sala quedó en silencio. Al cabo de lo que pareció una
eternidad para Roz, el juez respiró hondo y dijo: “No sé
por qué estoy haciendo esto, pero te concederé la libertad
condicional”.
El cambio
“Tomé un autobús y fui a la casa de mi tía. Cuando
llegué, después de un viaje de 13 horas, le dije que
necesitaba a Jesús”, recuerda Rosalie. “Ese día, cuando
ella me guió en la oración del pecador para recibir a
Jesús como Salvador, sentí que algo malo salía de mi
vida. Después de eso me inundó la paz. Desde ese día
en adelante, nunca volví a robar, dejé de beber y de usar
lenguaje profano y vulgar.
“Noté que mi tía tenía algunos materiales de enseñanza
de Kenneth Copeland. Los escuché pero no entendí
mucho, ya que hasta ese momento, mi única experiencia
con Dios había sido asistir a misa. Mi tía, entonces, me
regaló mi primera Biblia y me dijo que leyera Salmos 91
e Isaías 54:17 (Reina Valera 1995): Ninguna arma forjada
contra ti, prosperará.
“Mi nombre era Rosalie, no Roz, y ya no quería ser más
Roz. Quería empezar una vida nueva en donde nadie me
conociera, así que decidí mudarme a Vancouver, British
Columbia. Una amiga accedió a venir conmigo”. Rosalie
consiguió un trabajo en una tienda de videos, donde
trabajaba de 10 a 12 horas por día, seis días a la semana.
Luego, vendió todas sus pertenencias, incluyendo su
televisor y una cama antigua, a fin de reunir los $1,850
dólares que necesitaba para el pasaje de avión.
 Antes de salir de Australia, Rosalie se había enterado
que los Ministerios Kenneth Copeland, KCM*, tenía una
oficina en Vancouver. Telefoneó a la oficina y le explicó
a la mujer que la atendió que se estaba por mudar a
Vancouver pero no conocía a nadie allí.
“¿Te recogerá alguien en el aeropuerto?”, preguntó la
mujer.
“No”, respondió Rosalie.
“Yo lo haré”, le dijo la mujer.
El comienzo de una nueva vida
Cuando Rosalie y su amiga bajaron del avión, fueron
recibidas por la mujer de los Ministerios Kenneth
Copeland, KCM*, de la oficina de Canadá, quien las
invitó a ir con ella a la iglesia.
Mientras levantaba sus brazos al cielo adorando a Dios
en medio del servicio, Rosalie pensó: ¿Esto es ir a la iglesia?
¡Me encanta! Por si necesitaba más confirmación de que
Dios la había guiado hasta allí, el sermón de esa mañana
fue: “¿Qué es la Trinidad?”. Por primera vez en su vida,
Rosalie encontró la respuesta a sus preguntas. Cuando el
pastor hizo el llamado al altar, ambas muchachas pasaron
al frente.
Después de la reunión en la iglesia, varias muchachas
se presentaron y les ofrecieron a ambas un lugar para
alojarse. Luego, el pastor de la iglesia se ofreció a pagarles
la inscripción para que estudiaran en la escuela bíblica.
“Sentía que no encajaba en ningún lugar”, admite
Rosalie, “pero en mi habitación podía palpar la presencia
de Dios, quien se hizo muy real en mí. La escuela bíblica
me encantaba, y además devoraba la Palabra.
Un día en la clase, se le dio a cada alumno el desafío
de escribir lo que esperaba de un esposo o esposa.
Rosalie ni siquiera esperaba casarse, pero como esa era
la tarea asignada, la tomó con seriedad y en oración.
“Quisiera un esposo que nunca me gritara, que nunca
me pegara y que me amara tal como soy”, reconoció
Rosalie. “Quisiera un hombre piadoso que ame a Dios
con todo su corazón”.
Un deseo hecho realidad
Rosalie notó que casi todos los ministros que iban a
la iglesia a predicar, tenían una palabra profética para
el mismo hombre: Carsten Schwarm. Un día, después
del servicio, Rosalie se paró y se dio vuelta para irse,
cuando vio a Carsten sentado detrás de ella. Ella
sonrió y se fue. Rosalie se habría sorprendido mucho si
hubiera sabido que después de eso, Carsten llamó por
teléfono a su madre en Alemania, y le dijo: “Conocí
a una muchacha en la iglesia. Creo que ella será mi
esposa”.
Cuando Carsten le propuso matrimonio, Rosalie le
dio una larga lista de razones por las que no le convenía
casarse con ella. “Le dije todo sobre mi pasado”, cuenta
Rosalie, “pero de todos modos quería casarse conmigo”.
Seis meses y medio después de haberse conocido,
Rosalie y Carsten se casaron en Alemania.
“Carsten era todo lo que podría haber deseado de un
esposo”, recuerda ella, “pero todo lo que yo sabía acerca
de la vida en familia era gritar y vociferar. Durante
los primeros años de nuestro matrimonio, cuando yo
actuaba de ese modo, Carsten siempre se mantuvo
calmado. Solo me decía: «Me iré a la otra habitación
hasta que termines». Dios todavía tenía mucho trabajo
que hacer en mi vida y poco a poco me fue sanando”.
Carsten y Rosalie se mudaron a Atlanta, donde
ayudaron a iniciar una iglesia. Seis años después, cuando
estaban a punto de comprar la casa de sus sueños, Dios
les dijo que regresaran a Canadá a plantar una iglesia:
Lighthouse Church International, en Waterdown,
Ontario. Durante todo ese tiempo, tuvieron tres hijos:
Joshua, Jonathan y Andrew, que hoy tienen 15, 12 y 7
años respectivamente.
Los padres de Rosalie nunca reconocieron el
matrimonio de Carsten y Rosalie, pues no se habían
casado por la iglesia católica; es más, consideraban
que su religión era una secta. Rechazaron a Carsten e
incluso se negaron a dirigirle la palabra. La pareja oró
para que Dios bendijera a los padres de Rosalie. “Un
día”, le dijo Rosalie a su esposo, “mi papá te conocerá
y quedará encantado contigo”.
En el 2006, después de 16 años de ausencia, Rosalie
tomó un avión para ir a visitar a su familia. Carsten
iba a su lado. Después de unos días de haber llegado,
el padre de Rosalie se conmovió, y llorando le dijo:
“Cuando supe que volverías no sabía a quién estaba
esperando. Estoy muy orgulloso de la persona en que
te has convertido. Has hecho un buen trabajo, y forman
una pareja preciosa”. A los 80 años, el padre de Rosalie
finalmente le dio su bendición. Toda la familia celebró
el regreso de la hija “perdida”.
“Mis hermanos no me habían visto en años”, explica
Rosalie, “y no me reconocieron, no porque ya no era
gótica, sino porque Dios me había transformado”. Una
de sus hermanas le entregó su vida a Cristo, después de
ver el gran cambio en Rosalie.
La gracia de Dios cambió la vida de Rosalie Schwarm
de la cultura gótica a la gloria del Padre, y Él tiene un
milagro preparado para ti. VICTORIA
* KCM, por sus siglas of iciales en inglés – Kenneth
Copeland Ministries.
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Invencible
El

EspírituFE de

N o importa qué tan difícil sea la situación que estás enfrentando hoy, ¡Dios
puede cambiarla completamente! >> Los médicos pueden haberte dicho que ya
no hay esperanza. Quizá tu cuenta de banco se encuentra vacía y los acreedores
están tocando a tu puerta. Puede ser que tengas problemas en tu familia o en tu
trabajo. Tal vez tus problemas forman una pila tan alta que sientes que jamás
podrás superarlos. Pero no dejes que el diablo te engañe. El diablo nunca ha
podido maquinar y tramar un problema que la fe en Dios no pueda resolver.

Nada intimida a Dios. Simple y sencillamente,
para Dios es igualmente fácil sanar a alguien de
cáncer o de un dolor de cabeza. Le es igualmente
fácil comprarte una casa o pagarte la renta.
Incluso en tiempos como estos, en los que
parece que todo el mundo está en problemas,
Dios puede ayudarte a salir triunfante. Él puede
hacer por ti lo que hizo por los israelitas. En el
capítulo diez del libro de Éxodo, dice que cuando
las tinieblas cubrieron Egipto, la nación donde
vivían los israelitas, la oscuridad era tan densa
que los egipcios no podían verse unos a otros, ni
siquiera podían moverse, durante tres días. “Sin
embargo, todos los hijos de Israel tenían luz en
sus habitaciones” (versículo 23).
¡Piensa en eso! Si te atreves a creer la Palabra
de Dios, puedes tener luz en medio de un mundo
en tinieblas. Puedes estar protegido en medio de

por Gloria Copeland

un mundo peligroso. Puedes vivir sano en medio de un mundo enfermo. Puedes vivir en la
prosperidad mientras el mundo se debate en la pobreza. Puedes vivir libre en medio de un
mundo cautivo.
Pero permíteme advertirte que no puedes hacerlo si andas arrastrando los pies en actitud
de derrota. Si quieres caminar en esa clase de victoria constante, debes desarrollar un espíritu
de fe y perseverar en ese espíritu, incluso cuando el demonio te ponga bajo presión.
La gente que tiene un espíritu de fe siempre recibe las bendiciones de Dios. Aunque estén
atravesando pruebas y dificultades, siempre salen adelante sobrenaturalmente.
Me gusta esa clase de retos, ¿a ti no? A mí me gusta derrotar al diablo en toda ocasión. Y
podemos hacerlo, ¡gloria a Dios!, si caminamos continuamente en el espíritu de fe.
El apóstol Pablo nos da esta poderosa revelación sobre cómo cultivar ese espíritu en 2
Corintios 4. Lee atentamente lo que dice: “Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme
a lo que está escrito: «Creí, por lo cual hablé», nosotros también creemos, por lo cual también
hablamos…no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas
que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (versículos 13 y 18).

Abre la ventana
El hecho principal y fundamental que estos versículos revelan es que el espíritu de fe
cree.
¿Qué es lo que cree? La Palabra de Dios. Es más, la fe cree la Palabra de Dios simplemente
porque Dios la dijo; no importa si las circunstancias naturales parecen estar o no de
acuerdo.
Eso significa que si quieres mantener un espíritu de fe en el área de la sanidad, por
ejemplo, debes empezar por tomar tu Biblia y averiguar lo que Dios dijo acerca de la sanidad.
Entonces, debes elegir aceptar que esa Palabra es la verdad. No cierres tu corazón a ella
diciendo: “Bueno, esa no es la forma como la enseñan en mi iglesia”, o “Así no es como mi
abuela me la enseñó”. Sólo di: “¡La Palabra dice que la sanidad me pertenece y yo lo creo!”.
Entonces continúa depositando la Palabra en tu corazón día tras día hasta que la fe crezca
dentro de ti y tu cuerpo comience a alinearse conforme a esa Palabra.
“Bueno, Gloria, lo intenté en una ocasión y no me dio resultado. Me parece que tal vez no
tengo tanta fe como tú”.
¡Claro que sí la tienes! La Biblia dice: “… conforme a la medida de fe que Dios repartió a
cada uno”, (Romanos 12:3). Como ese versículo fue escrito a las personas nacidas de nuevo,
puedes estar seguro de que sí tienes fe en tu interior, si ya le has pedido a Jesús que sea tu
Señor y Salvador.
Tal vez no estés actuando conforme a esa fe. Quizá no la estés declarando, hablándola y
confesándola. Pero está ahí, y mientras más escuches la Palabra de Dios, más crecerá y se
desarrollará, ya que “la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17).

¿Por qué es tan importante que desarrolles tu fe? Porque la fe es lo que te conecta con
las bendiciones de Dios. Es la fuerza que te da la certeza de esas bendiciones en tu vida
(Hebreos 11:1). Y además de todo, eso le agrada a Dios (versículo 6).
La fe es la que penetra y entra al ámbito espiritual, se aferra a la promesa de Dios y da
lugar al cumplimiento físico y tangible de esa promesa. Produce bendiciones espirituales.
Trae el automóvil que necesitas o la sanidad para tu cuerpo. Genera y produce acción en la
Tierra.
Romanos 5:2 dice que por fe tenemos entrada a la gracia de Dios. Por lo tanto, si deseas
la gracia de Dios para alcanzar la sanidad, debes aceptarla por fe. Si quieres la gracia de Dios
para el nuevo nacimiento, debes aceptarla por fe. Si quieres la gracia de Dios en tus finanzas
o en cualquier otro aspecto de tu vida, la tienes que alcanzar por fe.
Me agrada pensar que cuando uno cree la Palabra de Dios, abre la ventana de su vida para

F ebrero ‘ 0 9 | lvvc | 14
 darle a Dios la oportunidad de que se mueva y actúe en
ella.
Por extraño que parezca, eso molesta a ciertas personas
porque no alcanzan a comprender, por qué Dios necesita
una oportunidad. Si ante todo Él es Dios, ¿no puede hacer
todo lo que Él quiera?
¡Desde luego que puede! Y Él quiere responder a nuestra
fe.
Como ves, Dios no es como el diablo. Él no trata de
meterse en tu vida a la fuerza. Dios espera a que una vez
que crees Su Palabra, le abras la puerta.
Creemos…Y por eso hablamos
Eso es lo que hizo Abraham. Cuando Dios le dijo que
él y Sara iban a tener un bebé, Abraham
simplemente le creyó a Dios por la O r ación
veracidad de Su Palabra. En vista de
en tu boca.
Por eso Dios le cambió el nombre a Abram por
Abraham. Abraham significa “padre de muchas naciones”.
De manera que, cada vez que Abraham se presentaba y
saludaba a alguien, después de que Dios había cambiado
su nombre, en realidad, estaba diciendo: “Hola. ¿Cómo
estás? Soy el padre de muchas naciones”. Quizá para
mucha gente sonaba ridículo porque, en ese tiempo,
Abraham todavía era un anciano sin hijos, casado con
una anciana estéril. Estoy segura de que ellos pensaron
que Abraham estaba medio trastornado.
Pero no lo estaba. Solamente estaba siguiendo el
ejemplo de Dios mismo “El cual da vida a los muertos,
y llama las cosas que no son, como si fuesen” (Romanos
4:17). Al hablar en fe, Abraham estaba
d e S alvación haciendo exactamente lo mismo que
Dios había hecho cuando creó la

las circunstancias, eso era todo un paso
de fe. Después de todo, Abraham tenía
100 años de edad y Sara tenía 90, y era
estéril.
La mayoría de la gente se hubiera
sentido abrumada por esos problemas.
Pero no fue así con Abraham. Él le “creyó
a Dios, y le fue contado por justicia”,
(Romanos 4:3). Aunque en el ámbito
natural era imposible que sucediera lo
que Dios le había dicho que sucedería,
de todos modos, Abraham le creyó.
El espíritu de fe hace eso; permanece
firme en medio de las circunstancias más
difíciles, esas que parecen imposibles, ¡y mí, y me haga nacer de nuevo
aunque pase lo que pase, le cree a Dios!
Y luego, la fe comienza a hablar.
Y no sólo dice cualquier cosa trivial
y vacía, sino habla la Palabra de Dios.
Cuando el cáncer ataca, la fe no dice:
“me estoy muriendo de cáncer”. La fe
dice: “Por las llagas de Jesús yo estoy
sano. Por lo tanto viviré y no moriré, y
declararé las obras del Señor”.
“Bueno, es que yo no me siento a
gusto con esa idea de andar confesando
la Palabra. Yo le creo a Dios, pero en
silencio”.
Tal vez eso sea lo que te gusta, pero no
es lo que la Biblia nos enseña. La Biblia
dice, nosotros también creemos, por lo cual sobre
también hablamos (2 Corintios 4:13). Si
quieres cambiar tus circunstancias, debes
tener fe en dos lugares: en tu corazón y
15 | LV V C | F ebrero ‘ 0 9
Jesús
Si aún no conoces a
como tu Señor y Salvador, sólo
dí esta sencilla oración con fe, ¡y
Jesús será tu Señor!
Padre celestial, vengo a Ti en
el nombre de Jesús. Tu Palabra
dice: “Y todo aquel que invocare
el nombre del Señor será salvo”
y “si confesares con tu boca que
Jesús es el Señor, y creyeres en
tu corazón que Dios le levantó
de los muertos, serás salvo”,
(Hechos 2:21; Romanos 10:9). Tú
dijiste que sería salvo cuando Tu
Espíritu Santo venga a vivir en
(Juan 3:5-6,15-16; Romanos 8:9-
11) y que si te lo pido, me llenarás
con Tu Santo Espíritu y me darás
la habilidad para hablar en otras
lenguas (Lucas 11:13; Hechos
2:4).
Padre, te creo por la veracidad
de Tu Palabra. Yo confieso que
Jesús es el Señor, y creo en mi
corazón que Tú lo levantaste de
los muertos. -- Jesús, gracias
por venir a mi corazón, por
darme Tu Espíritu Santo como lo
prometiste, ¡y por ser El Señor
de mi vida! Amén.
Si has hecho esta oración,
ponte en contacto con nosotros
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Tierra.
Lee Génesis 1 y verás lo que te
quiero decir. Ahí la Biblia nos dice
que en el principio “… la tierra estaba
desordenada y vacía, las tinieblas
estaban sobre la faz del abismo” (verso
2). Sin embargo Dios no miró la
oscuridad y dijo: “¡Vaya, sí que la tierra
es un lugar oscuro!”. Si Él lo hubiera
hecho, la tierra habría seguido siendo
un lugar oscuro.
No, Dios cambió las circunstancias
naturales al llamar las cosas que no son
como si fuesen. Él miró la oscuridad y
dijo: “¡Sea la luz!”, y fue la luz. Dios
habló por fe lo que Él quería que
sucediera.
A lo largo de todo el primer capítulo
de Génesis vemos a Dios creando con
sólo hablar Su Palabra. Una y otra
vez dice: Dios dijo... Dios vio... y era
bueno.
Nosotros también lo hacemos así
cuando estamos viviendo por el
espíritu de la fe. Hablamos la Palabra
de Dios... vemos el resultado... ¡y es
bueno!
Hay una cosa que debes entender:
No es suficiente con solamente hablar
y confesar la Palabra de Dios un par
de veces. A lo que yo me refiero es a
ser constante y perseverante en hablar
palabras de fe. Si te arrodillas orando:
“Creo y recibo la provisión para mis
necesidades financieras, en el nombre de Jesús”. Luego te
vas a cenar con tus amigos y dices: “Estoy quebrado, no
puedo encontrar trabajo, estoy a punto de perder mi casa.
No sé qué voy a hacer”. Hablando de esa manera no vas a
llegar a ningún lugar.
Lo que hablas continuamente es lo que termina
sucediendo en tu vida. Si estás creyendo en fe que Dios
suplirá tus finanzas, debes habituarte a hablar de esta
manera: “De acuerdo con Deuteronomio 28, la pobreza
es una maldición de la ley. Y Gálatas 3:13 dice que
Jesús me redimió de esa maldición. ¡Por lo tanto estoy
redimido de esa maldición de pobreza! ¡Mis necesidades
están suplidas, conforme a sus riquezas en gloria, por
Cristo Jesús!
Entonces, cada vez que te acuerdes de las facturas
pendientes por pagar, decláralas pagadas en el Nombre
de Jesús. Declara que eres “próspero”. Declara que estás
“libre de deudas”. Imita a Abraham, y por el espíritu de
fe, llama las cosas que no son como si fuesen.
Mantén tus ojos en la Palabra
Quizás ahora mismo estés pensando: ¡Cómo me gustaría
hacer eso! ¡Yo quiero caminar y hablar por fe! El problema es
que cada vez que veo el desorden en que vivo, me desanimo.
¡Entonces, deja de mirar ese desorden! En lugar de eso,
enfoca tu atención en las promesas de Dios. Mantén Su
Palabra frente a tus ojos y en tus oídos hasta que puedas
ver, con los ojos de tu espíritu, que ya se cumple y se hace
realidad.
Eso hace el espíritu de fe, que no ve “las cosas que se
ven, sino las cosas que no se ven, pues las cosas que se ven
son temporales, pero las cosas que no se ven son eternas”
(2 Corintios 4:18).
Por supuesto, no estoy diciendo que debes ignorar tus
problemas o cerrar tus ojos a ellos como si no existieran.
¡Son reales! Pero de acuerdo a la Palabra de Dios esos
problemas son temporales. Eso significa que están “sujetos
a cambio”. “Y puedes estar seguro que si mantienes tu
mirada fija en la Palabra, ¡esos problemas cambiarán!
Una vez más, podemos mirar la vida de Abraham y ver
la prueba de eso. Romanos 4:18-21 dice que:
“Él creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser
padre de muchas naciones, conforme a lo que se le había
dicho: «Así será tu descendencia». Y su fe no se debilitó al
considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo
de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara.
Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios,
sino que se fortaleció por la fe, dando gloria a Dios,
plenamente convencido de que era también poderoso
para hacer todo lo que había prometido”.
(Santa Biblia – Versión Reina Valera 1995)
Abraham no tomó en cuenta el estado de su cuerpo.
No se enfocó en el hecho de que tenía 100 años de edad.
No miraba su cuerpo anciano y arrugado diciéndose a
sí mismo: “¡Vamos viejo. Tú puedes!”. No, él sabía que
no podía procrear hijos; ya hacía mucho tiempo que lo
sabía bien.
Él no miraba sus propias posibilidades, sino a Dios.
Él mantuvo su atención fija en el poder y en la promesa
de Dios, hasta que estuvo totalmente convencido de
que Dios tenía el poder para que sucediera, y que así
sucedería.
¡Eso es lo que yo llamo victoria!
Si quieres desarrollar el espíritu de fe, tú también tienes
que hacer esto. No debes considerar las imposibilidades
naturales de tu situación. Te aseguro que Dios no lo
hace. ¡Ken y yo lo hemos descubierto por experiencia!
Hace más de 40 años, cuando Ken estaba orando en
el cauce del río, en Tulsa, Oklahoma, Dios comenzó a
hablarle de predicar a las naciones. Dios le dijo en aquel
entonces que tendría un ministerio mundial.
Era evidente que Dios no había considerado el estado
de nuestra cuenta bancaria. A duras penas teníamos el
dinero necesario para poder transportarnos; ¡ni pensar
en llegar a ir a las naciones! Pero Dios no esperaba que
nosotros mismos cumpliéramos ese llamado. Quería
hacerlo Él mismo con nuestra fe. Él quería proveer el
poder, los recursos, la habilidad; ¡todo! Lo único que
esperaba que hiciéramos era creer.
Eso mismo es lo que espera que tú hagas: Cree
solamente.
¿No es muy simple?
Si tan solo creyeras, si tan solo pasaras tiempo
meditando en la Palabra de Dios, en vez de enfocarte
en tus propias limitaciones, terminarías igual que
Abraham.
¿Cómo terminó Abraham exactamente? ¡Muy bien!,
diría yo.
Él y Sara no solamente tuvieron ese bebé que Dios
les había prometido, sino que vivieron lo suficiente para
criarlo. Entonces, después que Sara murió (a los 127
años de edad), Abraham (que tenía 137) se volvió a
casar y tuvo seis hijos más. Así, Abraham llegó a ser
exactamente lo que Dios había dicho que sería, el padre
de muchas naciones.
¡Ahora, eso es lo que yo llamo victoria!
Eso es lo que yo llamo ¡el espíritu de fe!
VICTORIA
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 Est a enseñanza clásica se publicó por primera vez

Asombroso
en abril de 20 0 0 en su versión en inglés

El
por Kenneth Copeland
Poder de los Lazos de Sangre
C uando era niño, siempre quise tener un “hermano de sangre”. Lo anhelaba
muchísimo y no sabía qué hacer. Nunca tuve hermanos ni hermanas, así que
hice todo lo posible para que mis amigos fueran mis “hermanos de sangre”. ∫
Recuerdo que pensaba: se supone que los indios tienen hermanos de sangre...
Nunca pude encontrar a un niño blanco que quisiera ver necesitamos para tomar autoridad sobre nuestra carne y
su propia sangre. Se veía bien en las películas, pero en la vida hacer que Él nos conforme por completo a la imagen de
real, cuando llegaba el momento de hacer “el corte” de la Cristo. El pacto de Dios nos ha dado el poder para tener
herida, ninguno quería hacerlo. éxito en todo lo que hagamos y de cumplir todos los sueños
Hoy en día, nuestra sociedad “civilizada”, no tiene que ha puesto en nuestros corazones. Con esto en mente,
demasiada conciencia de los pactos; al menos no como la miremos detenidamente la profundidad y el alcance de las
tenían nuestros ancestros, en particular, respecto a los pactos promesas que Dios nos hizo por medio de Su pacto, sellado
de sangre. con la sangre de Jesús.
La práctica de hacer pactos de sangre era común entre En la antigüedad, las familias de la nación hebrea
las tribus y civilizaciones antiguas. Estos pactos de sangre también celebraban pactos de sangre. De hecho, la palabra
consistían en consagrarse de por vida el uno al otro, hebrea para pacto literalmente significa “un corte de donde
totalmente y sin reservas. La lealtad mutua era lo esencial. fluye sangre”.
Es más, un pacto de sangre celebrado entre dos individuos o Estos pactos de sangre son el principio que subyace en
familias duraba por lo menos ocho generaciones. pasajes de las Escrituras tales como Proverbios 18:24, que
Con el correr del tiempo, y a medida que nuestra cultura dice: “amigo hay más unido que un hermano”. También
se ha ido sofisticando, las familias comenzaron a abandonar fueron el razonamiento detrás de frases tales como: “los
tales pactos, acuerdos o convenios. Como consecuencia, hoy lazos de sangre son más fuertes”.
en día, muchos creyentes no saben que tienen un pacto de El motivo detrás de los pactos de sangre era, simplemente,
sangre con Dios. No alcanzan a entender cabalmente las las diferencias. Los pactos se basaban en las fortalezas y
promesas eternas que están escritas en la sangre preciosa de debilidades de las partes que lo celebraban.
Jesús. Por ejemplo, una familia o tribu podía ser muy hábil en la
En ese pacto de sangre, Dios proveyó todo lo que agricultura, mientras que una familia vecina o tribu podía

17 | LV V C | F ebrero ‘ 0 9
ser conocida por su superioridad evidente como guerreros. Así
que, por qué no unir esfuerzos y celebrar un pacto de sangre
que les permitiera beneficiarse mutuamente; especialmente si los
agricultores sufrían robos continuamente, y los guerreros solían
pasar hambre.
Antes de celebrar estos pactos, por lo general, había largas
discusiones entre ambas partes. Después de todo, un pacto de
sangre que afectaría a las próximas ocho generaciones era un
asunto sumamente serio.
Para entender mejor el significado de los pactos de sangre, así
como también de nuestro pacto con Dios, nos ayudaría analizar
los siete pasos de que consta la ceremonia tradicional de un pacto
hebreo.
Paso 1: Cada familia, o cada parte que participaba
en el pacto, elegía a un representante.
La persona que representaba a la familia era siempre lo mejor
de la familia; el más listo, el más fuerte, el más hábil y veloz para
correr, etc.
Asimismo, los animales que se usaban en la ceremonia
eran siempre los mejores. Eran cuidadosamente seleccionados
y preparados. Los hebreos habían aprendido esto desde el
principio, cuando Dios les había ordenado que le ofrecieran en
sacrificio solo los mejores animales. Él no quería ningún animal
tuerto o enfermo en Su altar.
Como consecuencia, este es el origen de la expresión el becerro
más gordo. En los términos modernos, comúnmente pensamos
que el becerro más gordo es lo mejor que podemos comer. En
realidad, era el animal que se encontraba en estado supremo e
insuperable, apartado para celebrar las ceremonias de los pactos
o para ofrecer sacrificios.
Finalmente, se elegía un lugar donde se celebraría el pacto,
en presencia de las familias reunidas. Los consejos de ancianos
pertenecientes a cada una de las familias involucradas en el pacto
eran colocados en lugares donde pudieran ver de cerca y escuchar
palabra por palabra todo lo que se hablara.
Paso 2: Se realizaba el corte
de los animales para el pacto.
Nota del traductor: Esta ceremonia de dividir las víctimas
generaba la expresión "cortar el pacto" que significa "hacer un
pacto", "celebrar un pacto".
En la ceremonia antigua de los pactos hebreos, el corte de
los animales ofrecidos en el sacrificio se hacía de una manera
diferente a otros sacrificios o ceremonias.
Los animales del pacto se comenzaban a cortar desde la
base del cráneo, en sentido longitudinal, descendiendo por su
columna vertebral. Los animales se dividían así en dos partes, a
lo largo de la columna vertebral. Cada mitad se hacía caer a uno
y al otro lado, pero luego se sostenía cada parte hacia arriba con
firmeza para que la sangre se derramara hacia abajo formándose
un sendero.
Los animales que se sacrificaban para celebrar un pacto
incluían por lo general un becerro y un cordero. El becerro
representaba el valor monetario. Simbolizaba las posesiones de
la familia. Mientras tanto, el cordero era un símbolo de absoluta
vulnerabilidad y fragilidad. De hecho, el cordero que se usaba
en la ceremonia era tan joven que todavía no tenía dientes. Era
totalmente indefenso.
Al sacrificar a estos animales, cada familia estaba diciendo:
“Decidimos libremente comprometer nuestra sangre en este
pacto. Celebramos este pacto de buena fe, voluntariamente y con
lealtad total”.
Una vez que se habían cortado los animales y su sangre se
había derramado, comenzaba la ceremonia del pacto.
Paso 3: Los representantes
intercambiaban sus abrigos.
Los representantes de ambas partes caminaban dos veces por
el sendero marcado por la sangre derramada de los animales,
hacían así la figura de ocho. Después de caminar por la sangre
la primera vez, se detenían e intercambiaban abrigos mientras se
hacían ciertas promesas acerca de quiénes eran, lo que poseían
y lo que representaban para la otra persona. Esto es similar a
nuestras tradiciones militares modernas.
En nuestra sociedad, podemos distinguir el rango de un
soldado por el uniforme que lleva puesto. Su uniforme representa
su autoridad, su ocupación o tarea asignada, el cuerpo de servicio
que integra, etcétera. También sabemos que cuando un soldado
raso entra en un cuarto lleno de soldados, pasa casi inadvertido.
Sin embargo, cuando entra un general, todos dejan lo que estaban
haciendo, se paran firmes y saludan.
Pero ahora, imagínate que entra en ese cuarto un soldado raso
vestido con el uniforme de un general. El soldado raso recibiría
la misma respuesta que tendría un general. ¿Por qué? Porque el
uniforme del general, lo que simboliza, habla por sí mismo.
Esta realidad también se aplicaba a las ceremonias de los
pactos de sangre. Un agricultor, por ejemplo, se presentaba a
la ceremonia con un abrigo que representara a su familia y su
autoridad. Un guerrero venía con el suyo. Entonces, en este punto,
intercambiaban sus abrigos, y por consiguiente, sus identidades.
Esto encierra un significado más profundo a la exhortación
que el apóstol Pablo nos hace: “Vestíos de toda la armadura de
Dios”, (Efesios 6:11). No importa quién se la ponga, ¡la armadura
habla por sí misma!
Paso 4: Los representantes
intercambiaban sus armas.
Después de que los representantes de ambas partes
caminaban por segunda vez a lo largo del sendero de la sangre
de los animales, haciendo la figura de un ocho, se detenían otra
vez e intercambiaban armas.
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 En aquel entonces, cuando los hombres iban a la guerra, se
ponían una faja o un cinturón. Usaban un cinturón porque sus
prendas exteriores eran túnicas largas y holgadas. Para poder
pelear, correr o caminar cómodamente, pasaban entre sus piernas
la parte de atrás de su túnica sujetándola con su cinturón al frente.
Además, colgaban sus armas de estos cinturones por medio de
correas.
Entonces, estos representantes del pacto se detenían, se
paraban sobre la sangre, entre las mitades de estos animales, y
se quitaban sus cinturones. Al hacer eso, quedaban vulnerables
e indefensos. Con sus túnicas sueltas, no estaban en posición de
luchar. En ese preciso momento es cuando intercambiaban sus
cinturones y sus armas.
Ahora, si el agricultor no tenía ningún arma, por lo menos
tenía su cuchillo para luchar, y tal vez un buen mango de hacha
con qué pelear. El guerrero, sin embargo, probablemente sí
tenía varias armas diferentes que lucían imponentes atadas a su
cinturón.
Sin importar qué armas fueran, las intercambiaban junto con
sus cinturones diciendo: “Aquí está mi autoridad y mi poder en
la guerra. Te la entrego a ti. Cualquier enemigo que se levante
contra ti es mi enemigo. Maldigo a todo el que te maldiga.
Cualquiera que te amenace será responsable ante mí”.
“Del mismo modo en que este animal ha sangrado hasta
morir, yo derramaré mi sangre y moriré por tu familia, como si
fuera la mía”.
Paso 5: Los representantes se
hacen un corte en su propia carne.
Una vez que se habían hecho la mayor parte de las promesas
y bendiciones del pacto, ambos representantes se hacían un corte
en su propia carne, de tal modo que su sangre pudiera ser vista
por todo el consejo de ancianos. Después, unían sus manos y
al juntarlas la sangre de ambos se mezclaba, al tiempo que
levantaban sus manos hacia Dios. Este era el momento en que
se hacían los votos más preciosos entre las familias.
Al levantar sus manos a Dios, hacían al Creador del cielo y
de la tierra, la tercera parte de su pacto, creyendo que el Dios
Todopoderoso vigilaría su acuerdo. Cada uno juraba ante Dios
que guardaría las promesas que había hecho.
Al juntar sus manos y mezclar su sangre ellos constituían una
sola familia.
A partir de ese día, las cicatrices en las manos serían el sello del
pacto en el cuerpo de cada uno de los representantes. Entonces, si
alguien veía a una persona con la marca de un pacto, en realidad
no sabía con quién se podía estar metiendo, y probablemente lo
pensaría dos veces antes de buscar problemas con esa persona.
Esa cicatriz quería decir que por ahí, en algún lugar, andaba un
hermano por pacto de sangre.
¿Recuerdas lo que dijo Jesús en Mateo 18:19-20? “Otra
vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la
19 | LV V C | F ebrero ‘ 0 9
tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por
mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres
congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.
La Iglesia realmente nunca ha entendido lo que eso significa,
pero es un pacto. Cuando Jesús dijo eso, Él lo dijo en serio.
Simplemente, no hemos comprendido plenamente lo que
significa este pacto.
Paso 6: La comida del pacto.
El punto culminante de toda la ceremonia del pacto era la
fiesta de recordación.
En la Biblia, la palabra recordar es muy poderosa. Éxodo 2:24
nos dice que Dios recordó Su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.
No dice: “lo recordó por casualidad”. A Dios no se le olvida. La
palabra recordar allí, literalmente significa “la garra”. Se refiere a
la garra de un águila poderosa.
Es sabido que entre algunas de las tribus hebreas, quienes
hacían un pacto de sangre tomaban la garra de un águila, la ponía
en su cara y decían: “Me acordaré de ti tal como si estuviera aún
parado en la sangre del pacto, prometiéndote todo lo que te he
prometido. Mi pacto contigo es como una garra en mi cerebro.
Ni siquiera puedo ver, sin dejar de verte en mi propio rostro”
(teniéndote siempre presente).
Esta fiesta de recordación, o comida del pacto, era donde las
familias convivían y compartían, y comenzaban a comer pan,
beber vino, bailar y celebrar. De hecho se daban de comer el pan
unos a otros, con lo cual decían: “Éste es mi cuerpo. Le entregaré
mi cuerpo a tu familia, antes de dejar que pasen hambre”.
Luego, al compartir el vino, se recordaban el uno al otro que
éste representaba la sangre sobre la que recién habían caminado,
haciendo de ellos una sola familia.
Paso 7: Las familias intercambiaban sus nombres.
Al finalizar la ceremonia del pacto, ambas partes o familias
adquirían nombres nuevos. Por ejemplo, si las familias “Granjero”
y “Guerrero” habían hecho un pacto, José Granjero ahora se
llamaba José Guerrero Granjero, y Juan Guerrero ahora se
llamaba Juan Granjero Guerrero.
Semejante cambio de nombres era otra advertencia a los
buscapleitos para que dejaran en paz a José Granjero. Porque
ya no era solamente José Granjero; ahora era José Guerrero
Granjero. Juan tampoco era solamente Juan Guerrero. La familia
Granjero Guerrero tenía comida en abundancia para vender ya
que había hecho un pacto con la familia Granjero. Ahora eran
una sola familia grande y poderosa.
Hoy en día, frecuentemente vemos familias cuyos nombres
están separados por un guión. Eso quiere decir que, en algún
momento, esas dos familias estuvieron unidas por medio de un
pacto.
Efesios 3:14-15 habla “… de nuestro Señor Jesucristo, de
quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra”. Por
pacto, llevamos el nombre de Jesús, Nombre sobre todo nombre.
Y por medio del pacto, vamos a todas las naciones llevando ese
Nombre (Marcos 16:15-18). Gálatas 3:13-14 dice, “Cristo [el Ungido y Su Unción]
Tienes Un Hermano Mayor
Para entender con cuánta pasión Dios valora el pacto
que ha hecho contigo por medio de la sangre de Su propio
Hijo, Jesús; lee 2 Corintios 6:16-18: “Porque vosotros sois el
templo del Dios viviente; como Dios dijo: Habitaré y andaré
entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual,
salid de en medio de ellos, y apartaos…Y seré para vosotros
por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor
Todopoderoso”. Aquí Pablo está citando Isaías 52 y Ezequiel
20.
Los escritores del Antiguo Testamento usaron una palabra
vinculada a la idea de pacto que en hebreo es hesed. Se traduce
como “amor abnegado y eterno, misericordia, ternura”.
Estas traducciones, sin embargo, no alcanzan a describir la
profundidad y el poder de su significado.
Quizás, la idea que mejor describe al término hesed es lo
que siente un padre o una madre cuando su hijo es amenazado.
Sin embargo, hesed aún sobrepasa en mucho ese sentimiento.
Hesed es la fuerza que surge en el interior de un hermano
del pacto, y que lo impulsa a resistir y enfrentar con toda su
fuerza cualquier situación adversa por el bien de su hermano,
o familia de pacto. Es un impulso que rebasa los límites de
cualquier otra fuerza conocida por el hombre. Apenas si
llegamos a vislumbrar un poquito de lo que eso significa.
Desde la perspectiva de Dios, hesed se podría describir
mejor leyendo Juan 3:16: “Porque de tal manera (hesed) amó
Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito…”.
Mucho antes de que Dios creara al hombre, ya había
provisto el Cordero del pacto, un Cordero sin mancha y sin
defecto, a fin de que si el hombre fallaba, no perdiera todo lo
que Dios le había dado; al mismo tiempo, evitaría que Dios
perdiera aquella familia que tanto anhelaba tener.
Después de que Adán cometió tan alta traición,
inclinándose y doblegándose ante Satanás, perdió la presencia
y la revelación de Dios. Cuando eso sucedió, lo primero que
Dios hizo fue matar un animal para vestir a Adán. Antes,
había estado vestido con la misma gloria de Dios, pero cuando
pecó, la luz de la gloria de Dios se desvaneció.
Sin embargo, pasó el tiempo y Dios escogió a Abram,
un hombre con quien pudo celebrar un pacto de sangre, un
hombre que le enseñara y transmitiera a sus hijos ese pacto
(Génesis 18).
¿Pero por qué Dios requirió la sangre de animales?
Él no tenía sangre propia que pudiera derramar. Cuando
Abram pecó, Dios dijo: “tomaré la sangre de un animal, en vez
de la suya. Lo trataré como si él no hubiera pecado. Le será contado
por justicia—porque él me creyó” (Gálatas 3).
Abraham creyó en las promesas de Dios, las promesas para
él y su descendencia.
nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros
maldición… para que en Cristo Jesús la bendición de
Abraham alcanzase a los gentiles”.
El Apóstol añadió que cuando Dios le hizo esas promesas
a Abraham, también se las estaba haciendo a Jesús, quien no
había nacido todavía en esta Tierra. Dios estaba haciendo un
pacto de sangre con un hombre, esperando que dicho pacto
y que esas palabras, generaran un cuerpo de carne y sangre,
Jesús, por quién Él podría jurar.
Juan 1:14 dice: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó
entre nosotros”.
Tú y yo somos la descendencia de Abraham. Somos
herederos según la promesa (Gálatas 3:29). Ya no es más por
medio de la sangre de becerros y corderos, sino por la sangre
del Mismo Dios Todopoderoso.
El nuestro es un pacto entre el Hombre Inmortal
resucitado, Jesús, y un Dios santo e infalible.
¿Quién de los dos crees que podría alguna vez violar el
pacto?
Ninguno.
Es más, nosotros no lo podemos romper. Podemos perder
nuestra comunión con Dios si pecamos. Pero todo lo que
tenemos que hacer es confesar nuestros pecados y volveremos
a disfrutar de esa comunión (1 Juan 1:9).
Hemos sido injertados (coherederos) en un pacto hecho
entre Dios, nuestro Padre celestial, y Jesús, nuestro Hermano
de Sangre. Conocer y confiar en ese pacto suprimirá todos los
miedos, deficiencias y carencias que los hombres pretendemos
cubrir comiendo en exceso o gastando compulsivamente.
Terminará con el miedo al rechazo, que hace que muchos
busquen consuelo en relaciones equivocadas; o busquen en las
cosas externas (qué visten o qué tienen) en vez de alimentar
su espíritu. El pacto amoroso de Dios hace que el hombre
pierda la confianza en los métodos o procedimientos del
mundo para obtener el éxito y la seguridad; y que edifique su
vida sobre el fundamento inconmovible e inquebrantable de
Dios.
Lo único que necesitamos ahora es empezar a tener
conciencia del significado de la sangre de Jesús, una conciencia
de nuestro pacto de sangre con Dios. Cuando el diablo te
ataque, cuando la enfermedad y los sufrimientos te desafíen,
cuando el temor, la preocupación, la adversidad o la pobreza
te amenacen; ¡recuerda el pacto!
Recuerda la sangre. Acuérdate de las promesas. Acuérdate
de la Palabra.
Tienes un Hermano de Sangre, Jesús; acude a Él. ¡Pronto
te darás cuenta del asombroso poder de Su sangre!
VICTORIA
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Lugar: Hylton Memorial Chapel : 14640 Potomac Mills Road : Woodbridge, Virginia 22192
 Cómo Permanecer
Conectadospor Gloria Copeland Paso a Paso

E Es cierto que Dios te revelará misterios si buscas Su dirección en oración, pero no esperes que te
muestre, de una sola vez, todo Su plan para tu vida. No estoy segura de que alguna vez Él haga eso. Por
lo general, solo nos revela el próximo paso. Con frecuencia, es posible que ni siquiera nos explique por
qué ese paso es tan importante; qué sucederá después de darlo, o qué puede ocurrir si no lo damos.

Por eso, debemos aprender a caminar sostenidos
por la fe, no por la apariencia de lo que vemos. No
sabemos lo que sucederá mañana, el mes
que viene o el año próximo. Pero Dios
lo sabe. Por lo tanto, debemos confiar
plenamente en Él y obedecer
confiadamente sus instrucciones,
tanto en los asuntos
pequeños como en
los grandes; la
clave es
seguir la guía y dirección del Espíritu Santo, incluso
cuando no lo entendemos. Es de suma importancia
saber que, cualquiera que sea el rumbo en que Él
nos dirija, siempre estará de acuerdo con la Palabra
escrita de Dios. Esto nos ayuda mucho a evitar
caer en la dirección equivocada o ser fácilmente
engañados.
Esta clase de obediencia “paso a paso” nos
mantiene constantemente conectados con el Plan
Maestro. Por otro lado, si desobedecemos, nos
desconectamos. Incluso lo que sólo parece ser una
serie de actos pequeños de desobediencia, termina

22 | LV V C | F ebrero ‘ 0 9
generando, a largo plazo, serias consecuencias en nuestras vidas.
Si tienes alguna duda, considera el ejemplo de Moisés. Salmos
106 dice que cuando los israelitas hicieron enojar al Señor en las
aguas de Meriba, “a Moisés le fue mal por culpa de ellos, pues lo
sacaron de quicio y él habló sin pensar lo que decía” (versículos
32-33, Nueva Versión Internacional).
Un acto de desobediencia produjo una gran decepción en la
vida de Moisés. Él desaprovechó parte de su destino porque cedió
ante una gran presión, perdió el control de su temperamento y
desobedeció las instrucciones del Señor.
Si lees en la Biblia el relato de lo que sucedió, es fácil ver por
qué lo hizo. En ese momento, Moisés estaba guiando al pueblo
israelita a través del desierto. Necesitaban agua desesperadamente,
pero no hallaban una sola gota. La gente comenzó a protestar,
culpando a Moisés y Aarón por todo el problema. Seguramente,
en ese momento Moisés recordó el incidente similar que había
sucedido tiempo atrás.
Aquella primera vez, Moisés había clamado al Señor,
diciendo: “— ¿Qué haré con este pueblo? ¡Poco falta para que
me apedreen!”.
Jehová respondió a Moisés: “—Adelántate al pueblo y llévate
contigo a algunos ancianos de Israel; pero lleva también la
vara con que golpeaste el Nilo. Ponte en marcha, que yo estaré
esperándote junto a la *roca que está en Orbe. Aséstale un golpe
a la roca, y de ella brotará agua para que beba el pueblo. Así lo
hizo Moisés, a la vista de los ancianos de Israel” (Éxodo 17:5-6,
Nueva Versión Internacional).
Sin duda, la segunda vez que se quedaron sin agua, Moisés
recordó aquel primer incidente. Probablemente, estaba esperando
que Dios le mandara de nuevo golpear la roca. Tal vez, hasta estaba
ansioso por desahogar su frustración, aporreando y golpeando
la roca con su vara. Seguramente se enfureció mucho cuando
los israelitas, por quienes había dado una considerable parte de
su vida, se reunieron una vez más para hacer pleito contra él
y Aarón, diciendo: “¿Por qué hiciste venir la congregación de
Jehová a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras
bestias? ¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos
a este horrible lugar? No es un lugar de sementera, de higueras,
de viñas ni de granados, ni aun de agua para beber” (Números
20:4-5 RVR 1995).
La primera vez, cuando Moisés golpeó la roca como Dios
le había mandado, fluyó tanta agua como para calmar la sed de
la nación entera. Sin embargo, esta vez, cuando Moisés clamó
pidiendo instrucciones, Dios le dijo algo un poco diferente:
“Toma la vara y reúne a la congregación, tú con tu hermano
Aarón, y hablad a la peña a la vista de ellos. Ella dará su agua;
así sacarás para ellos aguas de la peña, y darás de beber a la
congregación y a sus bestias” (versículo 8 RVR 1995).
Aunque en este caso Dios cambió ligeramente su estrategia,
sus instrucciones fueron claras y simples. Moisés no debería
haber tenido problemas en seguirlas.
Pero hubo un problema. Moisés estaba enojado. Probablemente
no prestó la atención suficiente. Este pueblo indisciplinado le
había quitado la paciencia. Estaba cansado de que lo culparan
por todo lo que salía mal; estaba harto de su incredulidad y de
sus quejas. Así que, reunió a la asamblea y les dijo: “« ¡Oíd ahora,
rebeldes! ¿Haremos salir agua de esta peña para vosotros?» Y
alzando su mano, Moisés golpeó la peña con su vara dos veces.
Brotó agua en abundancia, y bebió la congregación y sus bestias”
(versículos 10-11 RVR 1995).
Quedarse a un paso de la tierra prometida
Si la historia hubiera terminado aquí, tendríamos la impresión
de que todo había terminado bien. Aun cuando Moisés
desobedeció las instrucciones de Dios, golpeando la roca dos
veces (en vez de hablarle), el agua fluyó y los israelitas quedaron
satisfechos. Pero el relato no termina allí. El versículo siguiente
nos dice que el Señor le dijo a Moisés: “Por cuanto no creísteis
en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto,
no entraréis con esta congregación en la tierra que les he dado”
(versículo 12 RVR 1995).
Es importante notar que Dios no le dijo a Moisés lo que
haría si no cumplía con la orden de hablarle a la roca. Dios no
le dijo: “Moisés, quiero que le hables a la roca, y es mejor que
me obedezcas, porque si no lo haces no entrarás en la Tierra
Prometida”.
Creo que Moisés no tenía idea de la medida en que su futuro
dependía de ese simple paso de obediencia. Probablemente, ni
siquiera estaba pensando en lo que sucedería si en esta ocasión
no cumplía las órdenes del Señor. Posiblemente, sólo estaba
pensando en lo fastidiado que estaba de ese pueblo rebelde,
con el que había estado atrapado durante tantos años. Quizás
tuvo la misma actitud que hoy tienen muchos cristianos: “Voy a
ceder a las demandas de mi carne en este momento, y ya después
me arrepentiré. Este ‘pecadito’ no va a afectar mi vida por largo
tiempo”.
Sin embargo, el pecado sí marcó una gran diferencia en la
vida de Moisés y en la de su hermano Aarón. Desconectó a
ambos de una parte del Plan Maestro de Dios. El primero en
sufrir las consecuencias fue Aarón. Poco después del incidente
de Meriba:
“Jehová habló a Moisés y a Aarón en el monte Hor, en la frontera
de la tierra de Edom, diciendo: «Aarón va a ser reunido a su
pueblo, pues no entrará en la tierra que yo di a los hijos de Israel,
por cuanto fuisteis rebeldes a mi mandamiento en las aguas de
la rencilla. Toma a Aarón y a Eleazar, su hijo, y hazlos subir al
monte Hor; desnuda a Aarón de sus vestiduras y viste con ellas
a Eleazar, su hijo, porque Aarón será reunido a su pueblo, y allí
morirá»” (Números 20:23-26 RVR 1995).
Moisés vivió un tiempo más, pero irremediablemente terminó
F ebrero ‘ 0 9 | lvvc | 23
 pagando el precio de su desobediencia. Cuando el difícil viaje
de 40 años por el desierto había terminado, y estaban a punto de
entrar en la Tierra Prometida, Moisés murió. En vez de dejarlo
entrar a la tierra, el Señor le dijo:
“Sube a estos montes de Abarim, al monte Nebo, situado en
la tierra de Moab que está frente a Jericó, y mira la tierra de
Canaán, que yo doy por heredad a los hijos de Israel. Muere
allí en el monte al cual subes, y te reunirás a tu pueblo, así como
murió Aarón, tu hermano, en el monte Hor, y se reunió a su
pueblo. Por cuanto pecasteis contra mí en medio de los hijos
de Israel, en las aguas de Meriba, en Cades, en el desierto de
Zin; porque no me santificasteis en medio de los hijos de Israel.
Verás, por tanto, delante de ti la tierra, pero no entrarás allá, en
la tierra que doy a los hijos de Israel” (Deuteronomio 32:49-52
RVR 1995).
Sin lugar a dudas, esta es una historia que nos lleva a una
reflexión prudente. Demuestra cuán seria puede llegar a ser
la desobediencia. Sin embargo, podemos encontrarle un lado
positivo. Un día, meditando acerca de este incidente, comencé
a sentir pena por Moisés. Pensaba en lo terrible que habrá
sido para él vagar durante 40 años por el desierto, soportando
dificultades que empeoraban año tras año, para que al final no
pudiera completar la travesía hasta entrar a la Tierra Prometida.
Mientras pensaba en cómo murió en el monte Nebo, enterrado
por Dios mismo, de pronto me di cuenta de algo: Puesto que
Moisés era un santo de Dios, cuando murió fue al Paraíso. ¡Se fue
a la verdadera Tierra Prometida! No le fue necesario padecer
todas las luchas y guerras que habrían de tener lugar para tomar
posesión de Canaán; y pasó directamente a recibir el premio. Así
que, nunca volví a tener lástima de Moisés.
Pero todavía sigue en pie el hecho de que Moisés tuvo que
pagar el precio de su desobediencia: no pudo participar de su
mayor victoria aquí en la Tierra, porque cedió a un impulso
equivocado. Cedió a la presión de sus emociones, en vez de
seguir la dirección de Dios. No hizo exactamente lo que el Señor
le había dicho que hiciera, y su desobediencia le costó caro.
Las pequeñas advertencias
pueden abrir grandes puertas
Por supuesto, la experiencia de Moisés fue más dramática de
lo que serán la mayoría de nuestras experiencias. Ninguno de
nosotros tiene la inmensa responsabilidad que él tuvo, de modo que
cuando nos equivocamos, los resultados generalmente no son tan
catastróficos. Nuestras oportunidades de obedecer o desobedecer,
de conectarnos o desconectarnos del plan de Dios, generalmente
no consisten en honrar (o deshonrar) a Dios frente a una nación
entera. Usualmente se relacionan con decisiones cotidianas que
tomamos cuando tenemos alrededor a poca gente observándonos.
Pero incluso esas decisiones pueden hacer que nos conectemos
24 | LV V C | F ebrero ‘ 0 9
o desconectemos del Plan Maestro de Dios para nuestras vidas.
De repente nos pueden costar muy caro, o pueden reportarnos
recompensas grandiosas.
Por eso, siempre es mejor obedecer. Nunca sabrás de antemano
a qué parte del plan de Dios puede conectarte un simple paso de
obediencia.
Hace años, Ken y yo aprendimos bien esta lección en una
ocasión, mientras enfrentábamos uno de los muchos desafíos
económicos que se nos presentaron cuando comenzamos nuestro
ministerio. En un sentido, estábamos en una situación similar a
la de Moisés. Obviamente, no fue tan seria como la de él, solo
parecida. Necesitábamos desesperadamente una suma de dinero
para pagar las facturas atrasadas de nuestro programa de televisión.
Ya antes habíamos pasado por esa necesidad y Dios había sido fiel.
Pero este era el déficit más grande que habíamos experimentado.
Empezamos a pensar en vender nuestra propiedad frente al lago
para obtener dinero extra.
Aunque el Señor no nos había mandado que lo hiciéramos,
asumimos que eso era lo correcto. Todavía no habíamos firmado el
contrato, pero ya todo estaba preparado y redactado. Estábamos en
el tramo final de la venta, y una noche, manejando camino a casa,
tuve una impresión clara de parte del Señor en mi espíritu. Sentí
que Él me decía: No vendan la propiedad. No firmen ese contrato. Se
arrepentirán. Fue algo muy fuerte. Sabía que venía del Señor.
Cuando volví a casa, se lo conté a Ken. “Está bien”, dijo él,
“cancelaremos la operación”.
¿Recuerdan lo que dice Proverbios 8:1-2? Que la sabiduría
grita en los caminos y en las encrucijadas de las veredas. Eso es
exactamente lo que me pasó ese día. Ken y yo estábamos en una
encrucijada. Estábamos por tomar una decisión económica que
creíamos correcta y beneficiosa. Pero la Sabiduría nos advirtió a
gritos que no tomáramos ese camino.
Podríamos haber hecho caso omiso de ese consejo. Después de
todo, por un lado necesitábamos el dinero de la venta, y por el otro,
nos parecía que no necesitábamos el terreno en ese entonces. Y lo
que era más importante, debíamos pagar la deuda del programa
de televisión. Fácilmente podríamos haber cedido a la presión y
decir: “Bueno, vendamos la propiedad, consigamos el dinero que
necesitamos, y luego, pidámosle perdón al Señor. Después de todo,
Él tiene misericordia. Él entenderá”.
Por supuesto, Dios nos habría perdonado si nos hubiéramos
arrepentido de verdad. Él habría sido bueno con nosotros y hubiera
seguido bendiciéndonos, pero de todos modos, nos habríamos
perdido parte de Su Plan Maestro para nosotros. Porque el
Señor sabía varias cosas respecto a esa situación que nosotros no
sabíamos.
Primero, en esa propiedad había gas natural. En los años que
siguieron a esta experiencia, se hicieron muchos pozos de gas cuya
producción ha bendecido a nuestro ministerio. Si hubiéramos
continuado nuestro plan original, esas ganancias habrían ido a
parar a otras manos.
 Segundo, en una parte de esa propiedad pudimos construir la casa de nuestros Calendario del Programa de Televisión
sueños. Si hubiéramos desobedecido al Señor, la propiedad del lago no sería lo que La Voz de Victoria del Creyente
hoy es: nuestro hogar. Hubiera formado parte de un terreno subdividido para construir

Febrero
Febrero 1
casas destinadas a otras personas. Fe – Antes de la Fundación del
Este es solo uno de los muchos ejemplos que podría dar acerca de cómo la Mundo – Parte 1
Tú puedes andar en la ben-
desobediencia a la voz del Espíritu Santo habría tenido consecuencias trascendentales dición. ¡Andar en ella por
en nuestras vidas, y nos hubiera impedido gozar de grandes bendiciones. Podría fe! ¡Perseverar sin desistir!
mencionar muchas otras ocasiones aún más leves que esta, en las que tuvimos la Bienvenidos a La Voz de
Victoria del Creyente. En
oportunidad de conectarnos o desconectarnos del plan de Dios. Incluso no me acuerdo este mensaje, escucharás
de muchas de ellas, porque no fueron espectaculares. Muchas de las conexiones con una asombrosa revelación
el Plan Maestro son así. En su momento no parecen gran cosa. Sin embargo, si eres sobre las promesas hechas
a nosotros desde antes de
diligente y prestas atención a esas pequeñas advertencias del Espíritu, estas pueden
la fundación del mundo.
abrirnos grandes puertas hacia nuestra tierra prometida. No dejes de acompañar
No estoy diciendo que nunca cometerás errores. Todos tropezamos a veces y a Kenneth Copeland este
hacemos cosas que luego lamentamos. Pero si lo haces, arrepiéntete inmediatamente, domingo 1º de febrero.

recibe de Dios el perdón y la limpieza de tus pecados, y únete de nuevo a la carrera por
la vida. Febrero 8
Arregla tus cuentas con Dios y mantén un corazón recto delante de Él. De lo Fe – Antes de la Fundación del
Mundo – Parte 2
contrario, tu conciencia te condenará. Perderás tu confianza en Dios y ya no serás capaz En este asombroso pro-
de escuchar Su voz tan claramente como lo hacías antes. La condenación que sentirás grama Kenneth Copeland
en tu corazón será un obstáculo que te impedirá escuchar los avisos de Su Espíritu. Sin nos comparte como desde
antes de la fundación del
darte cuenta, empezarás a perder conexión con el Plan Maestro.
mundo, se nos prometió vida
Primera de Juan 3:18-23 RVR 1995, lo explica de esta manera: eterna… mucho antes de que
cayéramos en el pecado…
“Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. En ¡Regocíjate en esta verdad!,
aquí, en La Voz de Victoria
esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante del Creyente. Te esperamos
de él, pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él este domingo, 8 de febrero.
sabe todas las cosas. Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos
en Dios; y cualquiera cosa que pidamos la recibiremos de él, porque guardamos sus Febrero 15
mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de él. Y este es su Un Corazón Gozoso
mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo y nos amemos unos a Ni toda la educación del
mundo tendría valor alguno
otros como nos lo ha mandado”.
si no conoces a Dios, ni Su
sabiduría. Si no puedes hacer
Me gusta mucho este pasaje porque resume los componentes básicos de la obediencia las cosas a la manera de Dios,
a Dios. Nos dice que podemos agradar a Dios y cumplir sus mandamientos, si solo: todo lo que hagas, y todo en
lo que confías podría llevarte
1. Creemos en Jesús, y al desastre. Es tiempo de
2. Caminamos en amor. que los creyentes pongamos
Si desarrollamos el hábito de obedecer estas dos instrucciones fundamentales que nuestra plena confianza en
Dios, y prosigamos la meta,
Dios da en Su Palabra escrita, nuestro corazón tendrá la sensibilidad de captar lo que ¡por todo lo que Dios tiene
Él nos está diciendo también en otros aspectos de nuestra vida. Si no aprendemos estas para nosotros!
dos cosas, nunca llegaremos a aprender las demás.
Con los años he aprendido que si mi fe no está dando los frutos esperados, entonces
Febrero 22, 2009
debo revisar cuánto amor está expresando mi vida. ¿Cómo he estado tratando a la Fe – La Victoria que
gente? Si no estoy cumpliendo el mandamiento del amor, ningún otro componente de Conquista al Mundo
mi vida espiritual funcionará. La fe es la es victoria que
conquista al mundo; y es
Cuanto más pones en práctica la obediencia a Dios en asuntos fundamentales como que la fe pone en acción la
el amor, más fácil te será escuchar Su voz y entender los detalles de Su plan para tu vida. bendición. En esta emisión
Tu corazón estará sensible y listo para responder a la guía divina más sutil. Serás capaz de la Voz de Victoria del
Creyente, Kenneth Copeland
de discernir la voz de la Sabiduría, que grita en los caminos y en las encrucijadas de las nos revela cómo cada
veredas. Estarás constantemente conectado con el Plan Maestro de Dios. VICTORIA creyente tiene la fe de Dios,
y cómo ésta nos ayuda para
vencer las circunstancias
(Este artículo es una adaptación del éxito de librería del New York Times, el libro de Gloria
adversas del mundo.
Copeland, God’s Master Plan for Your Life [El Plan Maestro de Dios para Tu Vida]
VICTORIA
F ebrero ‘ 0 9 | lvvc | 25
 ¡Ven y Descubre
LA BENDICIÓN
DEL EDÉN
que HAY EN TI!
Campaña de

Branson
2009 Victoria en

Marzo 5 al 7
Lugar: Faith Life Church | 3701 W. Highway 76 | Branson, Misuri 65616 | 417-334-9233

Acompaña a Gloria Copeland en LA ESCUELA DE SANIDAD

Sábado, 7 de marzo a las 9:30 a.m.

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