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Los domingos de
Los líderes de los dos grandes partidos (Angela Merkel, del CDU, a la izquierda, y Gerard Schröder, del SPD, a la derecha) deberán encauzar un país más dividido que nunca
Alemania
En el muro de la contradicción
TEXTO: RAMIRO VILLAPADIERNA
EN EL MURO DE LA CONTRADICCIÓN
(Viene de la página anterior)
Un nuevo estatalismo
Rolf Henrich era defensor de de-
rechos civiles en la RDA y creó la
frase despectiva de «el ciudadano
reducido a pupilo de un estado tu-
tor». Cree que las energías ciuda-
danas no se han liberado aún de
esa tutela: «La reconstrucción en
Brandenburgo y sus tres mega
proyectos de servicios fueron pen-
Merkel y Schröder no se enfrentan sólo a los problemas económicos, también a la radical escisión social sados de nuevo por el Estado igno-
rando a las personas». Pero Hein-
rich diferencia entre dos RDA, «al-
trabajar a Berlín. «Es cerrajero, Rín sin saber apenas del Este: «No go que no ven los wessis», apelati-
pero está en paro, no hay contra- tengo nada contra ellos, pero no vo para los occidentales: «Una co-
tos », dice Doris, que niega que ha- tenemos contacto, aunque aquí sa es Brandenburgo y el norte,
yan «ido a menos, Usted no sabe la llegan muchos a trabajar». Los con mentalidad prusiana muy es-
escasez que hubo siempre en la «nuevos länder» orientales, la pro- tatalista ya antes del socialismo,
RDA». Sabe que Wilfried «encon- pia cátedra de su primo Steffen en y otra Sajonia y Turingia», éstas
trará algo y saldrá adelante», por- Weimar, está sólo a 200 kms, pero con una gran tradición burguesa.
que así tiene que ser. parecen en otra galaxia. Su vida Ahora el difícil nacimiento de
es muy otra». una clase media viene obstaculi-
Adiós a la vida «colectiva» Edwin Lüer (44), padre de dos ni- zado por esta situación, pero tam-
Pese a todo cree que «se han ños, es comunicólogo y estaba en bién «porque coincide con una
cumplido las expectativas que te- un bar de jazz en Seúl el día de la época económica en que la tarta
níamos, aunque con ello han cam- caída del Muro: «Me lo dijo un ya está repartida» entre los gran-
biado inevitablemente cosas que americano y no le quise creer». des y al ciudadano que intenta si-
no preveíamos». Como la vida de Calculó que Alemania crecería y tuarse sólo le quedan pequeños ni-
comunidad: las asociaciones del se haría más potente, que «habría chos donde recoger las migas. Es-
trabajo, los clubs, eran toda la vi- que ayudar al Este, pero no pensé to también es un problema en el
da social de la RDA. «La vida en- que durara tanto tiempo». Ahora La familia Rahm de Hamburgo acaba de desembarcar Oeste.
tre los vecinos se ha disgregado y cree que «hay que contar con 30 en Perth (Australia). Dejan atrás una buena casa y dos A lo largo del tiempo se han ca-
ha empeorado». Antes todos te- años». buenos trabajos, «pero ninguna perspectiva de mejorar. peado los problemas y los cam-
nían lo mismo, «ahora todos sos- Nos damos un plazo de dos años para probar esta bios pero el arquitecto de Berlín,
pechan que el otro tiene un traba- El lastre de la globalización nueva vida» H.O.Bols, admite que «no hay
jo mejor». A su primo Steffen, el Han pasado ya 15, pero el fla- otra vía para dirigirnos a una nue-
del Oeste, se le abrieron en cam- mante comunicólogo de la rica va orientación, hace falta que al-
bio «nuevas posibilidades» y se hi- Düsseldorf «no contaba con la glo- la reunificación con la RDA: «No gún día lo entiendan todos». Asu-
zo catedrático de sociología en Je- balización, eso lo cambió todo». son ellos, son los trabajadores del me que hay demasiada queja y ca-
na (Turingia, Este), en uno más de La apertura de la econonomía Este, que vienen por 3 euros la ho- tastrofismo, para un país que, co-
tantos casos que reprochan en el mundial coincidió en los 90 con la ra y nos quitan el trabajo», dice mo recuerda el canciller, registra
Este: «Vinieron a quitarnos nues- reunificación, durante la que el Steffan que es transportista y pin- cada año más patentes que nadie
tros puestos». Puestos dados en- Oeste transfirió al Este cien billo- tor: «Aquí ya no hay lugar para en el mundo y cuyos productos
tonces con carnet del partido, nes de euros. «No es sólo la ayuda mí». Llega el trabajo barato y se son respetados y admirados, lo
unos injustos, pero también otros al Este», asienten también Sibylle va el caro. Faltan médicos en to- que lo hecho primera potencia ex-
justos: «No se podía investigar en y Steffen, el cambio les abrió a dos los länder orientales, los que portadora. «Los alemanes son
la universidad de otra manera». ellos la posibilidad de irse al Este había se han ido a Gran Bretaña o campeones en exportación y en
Pero todos fueron purgados con el con otro nivel, pero no contaban a Suecia. aseguradoras», dice Edwin, el pri-
cambio. Ahora en la universidad «con que la reunificación de las Pero Bols, que es arquitecto, y mo comunicólogo de Steffen, «en
de Weimar, Steffen puede contar mentalidades fuera tan difícil» y su mujer Dorothee Nolte (42), pe- ningún país hay una cuota tan al-
ejemplos de la frustración y suel- eso que una se había criado en el riodista del Tagesspiegel, viven ta de asegurados de todo». Pero
dos inferiores, por el mismo traba- Este y el otro en el Oeste. en la casa de enfrente de Merce- «para lo que se les viene encima a
jo, de sus mismos colegas del Este. Mercedes y Steffan Fuhrer, de des y Stefan, en pleno centro de los alemanes, estamos reaccio-
Los Lüer (Düsseldorf) también Berlín Oeste no ven futuro en la Berlín Oeste, y les va muy bien. nando con cierta tranquilidad».
son primos de Steffen y Sibylle, pe- nueva Alemania y piensan en «Supe de la caída del muro cuan-
ro viven allí en el Oeste junto al marcharse, pero restan hierro a do ví un Trabbi por la calle», re- (Pasa a la página siguiente)
52 Los domingos DOMINGO 11/9/2005 ABC
EN EL MURO DE LA CONTRADICCIÓN
La gran escapada
«Necesitas un par de días ción, falta de emoción y queda muy lejos». Wolff y
para hacerte cargo de tu paro empujan a muchos a su mujer han dejado Tu-
libertad». Canarias o «intentar recuperar el ringia por la tundra de
Samoa, Brasil o Nueva control de sus vidas». Groenlandia: «Esto es tan
Zelanda... Cien mil alema- Algunos gustan de «lo tranquilo como la RDA».
nes cierran la puerta de alemán», pero un día no Otra sangría es la de quie-
su casa en Alemania, ca- pueden más «con tanta nes se fugan a bordo de
da año, para no volver. cara de candado», se atan sus capitales: Boris Bec-
Emigran de la primera la manta a la cabeza y ker, Michael Schuma-
economía de la UE, la que dicen adiós a Alemania: cher, Jan Ullrich, Günter
da trabajo y perspectivas «Tschüss». Netzer, Waldemar Hart-
a siete millones de extran- Pese a su alto sentido mann, se han ido con lo
jeros, la sociedad que de la cultura y orgullo por suyo a Suiza; Chantal
creó la economía social de la propia —no por ser Grundig, Nadja Auer-
mercado, el sistema más alemanes sino por Schi- mann, Joop o Lagerfeld, a
copiado y admirado del ller— los alemanes abri- Mónaco; Beckenbauer y
mundo. gan una inmensa curio- Ralf Schumacher a Aus-
No es nuevo. Parecería sas por el otro, un enco- tria; Claudia Schiffer y
que algo alejase de esta miable afán de mejora y Herbert Grönemeyer a
tierra a sus hijos, o que una inagotable inquietud Londres. Mick Flick se
algo tienen éstos en su interior, un gusto por el fue a Suiza cuando su
contra o entre sí. Hitler riesgo contradictorio con padre tuvo que pagar
hizo su parte pero ya an- ese temor castrante al 1.000 millones de marcos
tes, uno de cada cuatro de porvenir no pautado, por por vender su empresa al
los que llegaron a EEUU el que sólo el pasado está Deutsche Bank.
inscritos en la isla de ya claro, ordenado y clasi- La organización Ra-
Ellis era alemán, y aun ficado. Secretamente ad- phael, de Cáritas, anota
miles antes, desde el siglo miran a los suizos como que cada año emigran
XIII, emigraron de Bavie- culminación de sí mis- 6.000 berlineses: Andreas
ra hacia el Báltico, a Tran- mos, pero en realidad Drajewski ha empaqueta-
silvania, a la Rusia pro- querrían ser brasileños y do ya para Grecia, es un
funda, el llamado «Drang van a clases de baile. La don nadie tras 26 años
nach Osten», la poderosa crisis actual, la resaca de trabajando para el ferroca-
atracción del Este. Inclu- la reunificación, el parón rril. Según la Agencia de
so a Sierra Morena. Y de ideas estaría siendo lo Emigración, uno de cada
luego a África, y en el que fue «la enfermedad de tres alemanes emigra
siglo XX a Brasil, Chile, la patata» en la Irlanda dentro de Europa, España
Canadá. del XIX, el detonante para es el quinto país del mun-
Muchos reproducen un otra gran escapada según do elegido, el primero es
estilo de vida, en Mallor- el director de Stern, An- Canadá y el segundo Aus-
ca o en Tailandia: «Lo dreas Petzold. tralia. Un 20% elige Sura-
alemán", dice Carlos Pods- Stefan y Mercedes Fu- mérica, un 16% Norteamé-
tatski, que conoce bien a hrer esperan el momento rica, un 11% Oceanía y
la vieja colonia de Alican- de despedirse de Berlín y otro tanto Asia.
te. Un pastor sajón, de los marchar a la República Los Rahm ya están en
llegados a Transilvania Dominicana, porque Perth (Australia), se dan
hace siete siglos, decía a «aquí no hay futuro para dos años para probar; los
este diario: «Hay un cier- nosotros». Ya tienen la Koproch dejaron el Ruhr
to modo de hacer las co- casa pero esperan «por la por un pueblo de Nueva
sas». Otros huyen de eso: educación de la niña». Zelanda. Werner Kappus
«Nos estamos Los Schleuss, de la anti- dejó 100 empleados y el
“desalemanizando"», con- gua RDA, dejaron una riesgo de infarto en Ham-
taba al semanario Stern imprenta en Potsdam y burgo por guiar a turistas
la familia Rahm, recién han empezado de nuevo en Samoa: «Si siguiera en
emigrada a Australia. en Canadá: «Andar por la Alemania ya habría muer-
Los Fuhrer ya tienen casa esperándoles en la República Dominicana Burocracia, desmotiva- vida a codazos ya nos to".
(Viene de la página anterior) sen-Anhalt disponga de ingresos ser desconocido para el político de después de 15 años, por más que
por cabeza mucho mayores que el del Oeste». lo intentamos aún no sabemos ves-
Bols entiende que «el estado del estado hanseático de Bremen La RDA era un mundo en que tirnos como en el Oeste». Steffen y
bienestar ya no es financiable y (que tiene que seguir ayudando «el Estado era algo lejano, siem- Sibylle, cuya trayectoria mixta y
la despedida se hace dura», mien- pese a su crisis) e incluso un 12% pre que uno no se saliera de la fila, sus primos de Libätz y de Düssel-
tras su mujer Dorothee admite más altos que la rica Baviera. Y te daba trabajo y te atendía. El dorf, de un lado y el otro, han he-
«el lamento de los que se han que- encima siguen endeudándose. mundo de verdad era ese “wir cho pivotar esta historia, saben
dado sin perspectivas económi- Con la situación de paro que tie- hier unten” (entre nosotros) la que lo que les ha hecho hoy enten-
cas». ne Bremen, similar a la del Este, asociación de compañeros del tra- derse «a veces mejor con la gente
Un ciudadano del Oeste lleva 15 muchos están más que hartos y al- bajo, la familia, los vecinos. Con del Este que con la del Oeste» es, a
años pagando un impuesto espe- gunos emigran también del Oes- el cierre de empresas, ese mundo diferencia de la mayoría de los
cial para ayudar al Este. Además te. Para ellos el Este está hecho de organizado que lo canalizaba to- «wessis» del Oeste, haber vivido
el economista Helmut Steitz reve- «gente frustrada», como ha recu- do, se ha roto para siempre». años entre «ossis». Tienen neuras,
la que las ayudas especiales del sado el líder bávaro Edmund Stoi- se desorientan, se apalancan, pe-
pacto de Solidaridad, para inver- ber, y de «ciudades sucias y aban- Sin asimilar los «nuevos länder» ro «no son gente saturada como
sión y para apoyar los prepuestos, donadas». Pero el psicoanalista La precoz escritora Jana Hensel en el Oeste». Su primo en paro,
se despilfarran irresponsable- de Halle, Hans Joachim Maaz, re- ha reivindicado ese mundo propio Wilfried, espera que sus hijos sí
mente casi en un 50 por ciento: cusa que «el Oeste no entiende al en «Los chicos de la Zona», donde cosechen una reunificación real,
5.500 millones de euros en 2004. La Este, es un concepto y por tanto llama Zona a «ese país, antes RDA, en que Alemania ya no esté com-
distorsión hace que una región no ve a las personas que lo for- luego “nuevos Länder” y hoy sim- puesta por «Ossis torpones» y «es-
sin futuro ninguno como Sach- man, y el votante del Este es un plemente “eso” innombrable don- túpidos Wessis» presuntuosos.