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ARTICULO

23- LIBERTAD SEGURIDAD Y RESPONSABILIDAD por Martin Soria

El hombre actual está alienado, porque está separado de la realidad absoluta. Es un hecho, que ignora
lo que es siempre y para todos válido. Es peor aún, porque una gran parte de la humanidad, no cree que
exista lo absoluto. Desgraciadamente los conocimientos de la ciencia no llegan en forma masiva, con la
misma facilidad, con la que llega la ignorancia de las opiniones infundadas, de los juegos que
embrutecen o de los seriales televisivos que adormecen a la conciencia social.
La cultura se está transformando en alienación. Pero, así es nuestra realidad.
El conocimiento de lo absoluto queda reducido a un pequeño grupo de conciencias que han desarrollado
su capacidad de apreciación hasta el nivel, capaz de apreciar, lo absoluto de las leyes naturales. Esas
conciencias, desgraciadamente son pocas y esperan que cada día, más y más gente sea capaz de
prepararse para entenderlas.
El individuo está separado del valor, vive alienado en costumbres momentáneas, conocimientos
folclóricos y sentimientos de temor, desconfianza y desprecio. Vive esclavo de su escasa e insuficiente
percepción, de sus escasas e insuficientes experiencias y de su ignorancia. Este hombre no es libre, no
es seguro y no es responsable.

Cuando se encuentra afinidad con otra persona, uno se siente libre de comunicarle nuestros
sentimientos, nuestro conocimiento y nuestras experiencias. Esta libertad se fundamenta en el estado
de confianza, que se establece entre los dos. Ambos mantienen esta libertad y confianza siempre y
cuando, cumplan responsablemente con el deber, de reforzar la confianza entre ambos.
¿Cómo se construye la confianza?
La confianza se fortalece en el ejercicio de la libertad, seguridad y responsabilidad. Este estado tripartita,
constituye la esencia de la personalidad humana. El ser humano original es libre, seguro y responsable.
Cuando se inicia una relación, se espera del otro, estos mismos atributos. Es difícil aceptar a quienes
son limitados en sus convicciones, o limitados en sus apreciaciones o es sus juicios de valor; o
inseguros en sus conocimientos y propósitos; o irresponsables con nosotros. Generalmente se buscan
personas que sean libres, seguros y responsables.
¿Qué es libertad, seguridad y responsabilidad?

Libertad es a la vez una capacidad y un estado, es la capacidad de optar por lo que es válido siempre y
para todos y es el estado producto de elegir sólo lo que es siempre y para todos válido. La capacidad y
estado de optar y elegir sólo lo valido, es libertad.
Seguridad también es una capacidad y a la vez un estado, es la capacidad de asociar y comparar para
reconocer lo que es siempre y para todos válido. La capacidad y estado de ofrecer y reconocer solo lo
que es verdaderamente válido siempre y para todos, es un estado de seguridad.

Responsabilidad es también una capacidad y a la vez un estado. Responsabilidad es la habilidad que


nos permite cumplir con el deber de lo que es siempre y para todos válido. El ser, es responsable
cuando cumple con lo que debe hacer, en relación, a lo que es siempre y para todos un hecho válido. La
persona responsable se destaca por saber priorizar y obrar en consecuencia con el deber, por sobre su
propio querer hacer.
La responsabilidad obliga a la realización del deber válido, siempre y para todos, para liberar al
individuo. La libertad del individuo está determinada por el grado de responsabilidad que desarrolla. El
grado de responsabilidad se mide, en base, a la disposición incondicional del ser.

Libertad
Ser libre es no tener límites pasionales, ni intelectuales, ni creativos. Es no limitarse con lo que se
siente, con lo que se sabe, con lo que se tiene. Por ejemplo, el no querer hacer más de lo que se tiene
hecho, es un signo de vagancia, de ineptitud, de inmovilismo creativo, de dejadez. No querer saber más
de lo que se sabe es signo de ignorancia, de perdida de memoria, de desconocimiento, de incultura. Y,
no querer sentir más de lo que se siente es signo de temor, de miedo a lo desconocido, de falta de
iniciativa.

Ser limitado en cualquier aspecto es un verdadero problema, puesto que nos impide el madurar el
ampliar criterios, por eso es necesario el reconocer nuestras limitaciones.
¿Qué es lo que nos limita? Descubrir nuestros límites nos sirve para superarlos, para abrir fronteras, y
ampliar criterios. Los límites surgen de numerosas áreas, en ocasiones estamos limitados por nuestros
ideales. Si nuestro ideal es temporal o parcial, o relativo únicamente a mí; si mi ideal no es valido
siempre y para todos, este ideal no es un ideal de libertad.
Algunos creen que lo mejor es participar del mejor ideal del momento, pero el momento es sólo una
porción de tiempo. Seguir los ideales de la mayoría no tiene nada que ver con seguir el ideal que es
siempre y para todos válido. En un momento en la historia, la mayoría tenía por ideal el humanismo
materialista, y ese ideal que era el de la mayoría paso al olvido. En otros momentos fue el ideal de la
mayoría, el ejercicio de la inquisición, y ese ideal pasó al olvido. En otros momentos fue el fascismo el
ideal de la mayoría. Vemos cómo el ideal que no es siempre y para todos válido no sirve para liberar al
hombre. Pero el ideal del servicio al valor, del servicio al afecto, a la verdad, a la bondad, aún
permanece y siempre ha existido, siendo en ocasiones de carácter mayoritario y en otras de carácter
minoritario.
En ocasiones nos limita el criterio. Si nuestro criterio es personal en vez de universal, si es parcial en
vez de global, si es temporal y no atemporal, el criterio no es un criterio de libertad.

A veces nos limita la voluntad mal dirigida. Si la voluntad prioriza lo personal por sobre lo universal, lo
que me gusta por sobre lo que debo hacer, lo mío por sobre lo nuestro, y lo para mí por sobre lo para el
todo, esa voluntad no es una voluntad de libertad.

Existen también límites de carácter, límites debidos al escaso desarrollo de las capacidades sensibles,
cognitivas y volitivas. Estos límites producen una normativa conductual insuficiente. Por lo tanto, deben
ser educados hasta su completa liberación.

También existen límites establecidos mediante regulaciones y normativas culturales, sociales, o “legales”
(relativas al derecho institucional) debidos a soluciones parciales o insuficientes que deben ser
educados y ampliados hasta su completa liberación. La libertad del hombre no reside en la obediencia a
la ley, sino en la practica de la normativa legal. Para ser capaz de practicar o de obrar siempre y para
todo en consecuencia con la ley, con lo que es siempre y para todos válido, el individuo debe ser
educado hasta hacerse él uno con los principios de la creación.
El límite de la libertad reside en la capacidad de opción del individuo. La libertad implica iniciativa; la
iniciativa produce expectación; la expectación busca ser satisfecha y la satisfacción estimula. La
satisfacción ha de ser completa y la plenitud libera.

La limitación pasional, tiene que ver con el querer para mí, con el celo egoísta, con el celo filial, el celo
infantil e inmaduro. La limitación pasional destruye porque opera sobre el paradigma de la parcialidad
del yo, del ego, del para mí. La limitación pasional se libera cuando se prioriza el nosotros, se libera con
el querer para ambos, con el querer para todos. De esta manera se libera la conciencia emocional.

La limitación intelectual, tiene que ver con la dependencia del prejuicio, con la dependencia de la
opinión, con la dependencia del credo. La limitación intelectual destruye al intelecto, porque opera sobre
el paradigma de los supuestos. La limitación intelectual se libera mediante la coherencia y la verificación
entre la razón y la ley. Todo lo creado obedece a una razón de ser. El conocimiento y recognición de
dicha razón de ser, que implica el conocimiento del origen, identidad y propósito, de lo apreciado,
satisface al intelecto liberando así a la conciencia intelectual.

La limitación creativa tiene que ver con la impotencia, con la descalificación, con la incapacidad. Tiene
que ver también con el priorizar lo que hago por sobre lo que debo hacer. Tiene que ver con la falta de
responsabilidad, con lo incorrecto, con lo incompleto. La limitación creativo-volitiva se libera mediante la
eficiencia responsable del deber satisfecho, del deber completo. La completación del orden circular,
inicio, medio y término, permite el movimiento creativo.

La auténtica libertad no tiene límites, puesto que siempre opta por lo que es valido siempre y para todos.

Seguridad
El ser seguro no duda de sí mismo. Esto implica el conocerse a sí mismo, conocer su origen, y su
propósito. Conocer y comprender el origen, identidad y propósito de sí mismo, conlleva el tener clara
cual es la razón de ser. Comprender y realizar, obrando en base del cumplimiento de la razón de ser nos
hace seguros. El hombre es seguro, no cuando lo sabe todo, sino cuando todo lo que sabe, es cierto. La
certeza y la veracidad produce seguridad.
Para fortalecer nuestra seguridad debemos comprender el proceso de adquisición de conocimiento. El
proceso de desarrollo del conocimiento se obtiene mediante tres etapas: La primera etapa es la etapa
de percepción, la segunda es la etapa de comprensión y la tercera etapa es la etapa de razón.
En la primera etapa o contacto perceptivo, la información que viene del mundo exterior (contenido
sensorial y formas de existencia) es enviada mediante los sentidos, a varios centros sensoriales del
cerebro a través del sistema nervioso, y allí es convertida en ideas fragmentadas y separadas. En la
etapa de percepción, sólo hay sensaciones en forma de ideas fragmentadas adquiridas. El conocimiento
unificado o completo no se logra en esta primera etapa.
En la segunda etapa, o de comprensión, las ideas fragmentadas formadas en la etapa de percepción,
son asociadas y unificadas para convertirse en imagen externa, conteniendo la imagen de contenido y la
imagen de forma percibida del objeto. La imagen externa es entonces comparada, con la imagen
correspondiente o prototipo interno del individuo, quien también contiene imagen del contenido y de
forma. En este punto el conocimiento alcanza un cierto nivel de completación.
En la etapa de percepción, se produce el envío de información. En la etapa de comprensión, se asocian
los fragmentos de información. En la etapa de razón, se sintetiza y procesa la información para emitir un
juicio.

El individuo en la etapa de razón tiene libertad para inferir y procesar con su pensamiento, para lograr un
pensamiento o un conocimiento más profundo, a través de síntesis y asociación de ideas y conceptos
que él ha acumulado, de pasadas experiencias, sin restricción por las condiciones del ambiente, u
objetos en el mundo externo.
La razón del porqué se adquiere conocimiento es para posibilitar el cumplimiento de la razón de ser, es
decir, para satisfacer el propósito de la creación.

En la conciencia humana existen prototipos, es decir protoestímulos, protoconceptos y protoimágenes.


Esta noción de prototipos o conocimiento a priori, se denomina conciencia original que sumados con la
conciencia adquirida o prototipos posteriormente acumulados, es lo que se conoce como conciencia del
ser. La conciencia del ser está compuesta por la conciencia original y la conciencia adquirida. La
seguridad se establece cuando la conciencia adquirida se corresponde con la conciencia original.
Cuando el prototipo adquirido y el prototipo a priori son correlativos, coherentes y correspondientes. La
unidad entre razón y ley determina el grado de seguridad del individuo.
Mentir esclaviza y limita, la mentira te hace esclavo de su defensa, puesto que al evidenciarla, te
indigna, te denigra y te descalifica. Mentir divide puesto que te obliga a esconder, a ocultar, a proteger la
mentira. La mentira produce el temor a ser hallada, a que te descubran, a que la descubran.
La seguridad es opuesta a la falsedad. Liberándose de la falsedad construimos la seguridad. El individuo
seguro, es preciso, certero, conciso, claro, objetivo, directo y transparente.

Responsabilidad
Ser responsable es ser cumplidor del deber. La responsabilidad obliga a la realización del deber para
liberar al individuo. La libertad está determinada por el grado de responsabilidad ejercido.
El propósito de la razón obliga al deber realizarlo. El propósito de los propósitos, es el de ser
satisfechos, para lo cual es necesario del cumplimiento del deber, es decir: deber ser satisfecho, deber
ser reconocido y deber ser completado. El único camino que nos permite ser satisfechos, ser
reconocidos y ser completados, no es, ni más ni menos, que el ejercicio del deber, mediante el uso de
responsabilidad.

Ser libre, seguro y responsable, nos hace sentirnos satisfechos, reconocidos y completos en el sentido
de que todo está cumplido al ser satisfechos. Esta es la verdadera personalidad del hombre que se
satisface en la dicha, en la verdad y en la virtud, lo que produce gozo, complacencia y plenitud.

www.martinsoria.cl
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