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Reflexiones juveniles
PROYECCION EN EL MINISTERIO
Dios no sólo nos predestinó para que seamos salvos de la ira venidera sino también
nos predestinó para que seamos seres con un propósito, una meta e ideales, y en
palabras del mismo apóstol: "para que seamos para alabanza de su Gloria",(frase
que se repite tres veces en los primeros 14 versículos del capítulo 1 de Efesios.) Me
temo que muchos cristianos ignoran esto y viven la vida de piedad a la deriva, sin
un plan, sin un propósito y como alguien dijo: si no le apuntas a nada no le pegas a
nada.
Quizás no sea esa tu intención, lo que sucede es que lo has intentado varias veces
y luego has abandonado, te has desanimado, no eres disciplinado o personas te
han sido de tropiezo en vez de animarte y has llegado a la conclusión que este
asunto de la vida de servicio no es para ti, y que Dios se conforme con lo que soy,
lo que hago y hasta aquí no más.
O sea que, en otras palabras, le has creído una vez más la mentira al diablo que te
dijo: nunca podrás lograrlo, abandona y ¡¡¡cómo se ríe!!! ¿Le escuchas?. No querido
joven amigo/a, la vida cristiana es un constante empezar otra vez y volver a
empezar. Dios no busca siervos que nunca caigan sino que siempre se levanten.
Existe el peligro de concebir una idea existencialista de la vida, de llegar a un punto
de pérdida tal de la confianza que me da lo mismo una cosa que la otra, concluir
que lo único que vale en la vida es tener una meta, no importa cuál sea y seguirla
con una fe ciega.
¡Debes creerlo!. Por otro lado, permíteme decirte que Dios nunca llama al que está
inactivo. Tienes un claro ejemplo en David, que estaba pastoreando cuando Samuel
lo ungió por rey, o el de Eliseo que estaba arando cuando Elías le tocó con su
manto, o el de Gedeón que trabajaba con el trigo cuando Dios le comisiona, o el de
Rut, la Moabita, que fue contratada por Booz al verla espigar, o el de Jacobo y
Juan, hijos de Zebedeo que remendaban sus redes. ¿Qué estás haciendo para la
causa del Señor querido amigo amiga.
No lo que sucede Pablo es que los ancianos de mi iglesia, si tu supieras. No, no hay
excusas, la obra de Dios es muy amplia y no se circunscribe solamente al ámbito de
la iglesia. ¿Qué de tu evangelismo personal, qué de tu vida de oración, que de tu
discipulado sobre ese joven nuevo que asiste hace algunos domingos a la iglesia,
que manifestó decisión y que nadie se le acerca, qué de esa joven que hace meses
que dejó de asistir y nadie le visitó?.
Está "al alcance de tu mano, hazlo, según tus fuerzas" dice Eclesiastés 9:10. Es en
esa actitud de servicio anónimo y de amor por el Señor que las nubes se
comenzarán a disipar y la luz de Su voluntad se desplegará ante ti tan diáfana
como siempre. Dice Proverbios 4:18: "porque la senda de los justos es como la luz
de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto." Te quiero hablar de
otra palabra muy cortita, sólo tres letras pero de vital importancia para tu
proyección en el ministerio, la palabra DON, ¿Cuál es tu don?. En un congreso
nacional de la juventud evangélica chilena, realizamos una encuesta sobre esto y
para nuestro asombro, el 51% de los jóvenes no sabe cuál es su don, esta situación
la he observado en Argentina, Ecuador y me temo que en gran parte de la
comunidad cristiana mundial también.
Una vez confirmado esto te será más fácil ser guiado pues en gran medida Dios
guía a través del don. Te puedo hacer una pregunta joven amigo/a ¿Qué más
necesitas para empezar? Lo tienes todo, un plan PERFECTO trazado exclusivamente
para ti desde antes de la fundación del mundo, un sol radiante (como lo es la
Biblia) que te guía cada día si mantienes tu cielo despejado, la herramienta
necesaria para realizar la tarea que se te ha asignado, tu don, una gran nube de
testigos dice Hebreos que nos gritan que sí se puede, la obra impulsora del espíritu
Santo dentro tuyo que te capacita para lograrlo, y como si esto fuera poco,
escúchame bien, TODO EL PODER UTILIZADO PARA RESUCITAR A CRISTO A TU
DISPOSICIÓN, ¿no me crees?.
Ministerio juvenil “Guerreros de luz”
Reflexiones juveniles
Leamos juntos por favor el capítulo uno de Efesios que hoy usamos como guía,
versículos 18-20: y con esto nos despedimos hasta el próximo estudio. "Que se
alumbren los ojos de vuestro entendimiento, (o mejor dicho: abran los ojos) para
que sepáis cuál es la esperanza a que Él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la
gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder
para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la
cual operó en Cristo resucitándole de los muertos y sentándole a la diestra en
lugares celestiales".