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La Traducción y Publicación del Libro de Mormón

Por Stephen D. Ricks


Instituto Maxwell, Provo, Utah.

Las opiniones expresadas en este artículo son las opiniones del autor y no representan la
posición del Instituto Maxwell, la Universidad Brigham Young, o La Iglesia de Jesucristo de
los Santos de los Últimos Días.

1994 por Stephen D. Ricks. Transcripción de una conferencia presentada en el


marco de la serie de conferencias del Libro de Mormón.

Me complace estar en condiciones de pasar algún tiempo con ustedes el día de hoy
hablando de la traducción del Libro de Mormón. Tengo la esperanza de que al final
de la conferencia de hoy podamos conocer un poco más acerca de lo que José
Smith dijo y pensaba sobre la traducción del Libro de Mormón.

1. ¿Qué dijo José Smith?

2. ¿Lo qué otros -asociados, colegas y compañeros de trabajo, que lo


conocieron en ese período de tiempo- dijeron sobre el proceso de traducción?

3. Y más allá de eso, hacer las preguntas que se refieren específicamente a


los medios y el método que se utilizó en el proceso de traducción. Por medios
me refiero a los instrumentos, los objetos que se utilizaron. Y descubrir lo que
podemos aprender de eso.

4. Además de que, finalmente, ¿qué método se utilizó en el proceso de traducción?


¿Cómo es que José utilizo efectivamente estos instrumentos, los objetos que le
fueron dados, a fin de ser capaz de traducir? Estas cuatro preguntas son las que
espero podamos discutir.

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Todos estamos familiarizados, en mi opinión, con la ahora famosa carta a
Wentworth, la carta que contiene los trece artículos de fe, en la que José describe el
auge y el progreso de la Iglesia. En esta carta también se describe un poco acerca
de la traducción del Libro de Mormón. Dijo que el Libro de Mormón fue traducido por
medio del Urim y Tumin, mediante el don y el poder de Dios. En otras ocasiones
utilizó un lenguaje similar en relación con el proceso de traducción.

En una carta que escribió a una persona muy popular, a quien se refirió como “el
ministro judío Josué”, dice que la traducción se produjo por el don y el poder de
Dios. Y en otros lugares, donde habla de la utilización del Urim y Tumin, o los
Pectorales, o los intérpretes nefitas, como se denominan en el Libro de Mormón (y
aquí debo añadir que el término entre paréntesis Urim y Tumin que se utilizan
normalmente para describir los objetos o los instrumentos que se utilizaron para la
traducción, en realidad nunca se encuentra así en el Libro de Mormón ), siempre y
en cada ocasion simplemente utilizo la frase de que fueron usados por el don y el
poder de Dios.

Podemos preguntarnos, por qué es que José era tan reticente a responder a esta
pregunta con más detalle? Y sabemos que así fue, porque en 1831, en la
Conferencia de octubre en Orange, Ohio, su hermano Hyrum, tan amado y quién
hizo mucho, y que tanto hizo por Jose, le pidió, frente a la congregacion, por favor,
si se levantaba y contaba a los asistentes de la conferencia como había, con mayor
detalle, relatar exactamente la forma en que el Libro de Mormón fue traducido. Y en
respuesta a esa petición, Jose dijo que no era conveniente para él más que decir lo
que ya se habia dicho acerca del Libro de Mormón, y fue así que mayores detalles
no se proporcionaron.

Reticencias que, sospecho, fueron el resultado de algunas malas experiencias que


José podría haber tenido desde cuando dio a conocer las cosas sagradas a los
individuos. Recordamos, por supuesto, quen en el principio cuando Jose queria que
la gente supiese acerca de las experiencias de la primera visión, el resultado fue
una mayor persecución de la que él podría haber imaginado.

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Hubo otro problema. A principios de la Iglesia, muchos de los primeros miembros de
esta comenzaron a creer que era sólo por y a través de la utilización de la piedra del
vidente que era posible recibir la revelación. Por lo tanto, comenzaron a sentir que
para que fuese legítima las revelaciones que estuviesen dandose, era un requisito
que la piedra del vidente tuviese que estar allí. José, como veremos, pronto
abandonó la piedra del vidente porque se sintio que ya no tenía necesidad de
usarla. Esta gente siguió creyendo que la piedra era fundamental. Por lo tanto, creo
que a causa de esta actitud entre algunos miembros de la Iglesia, así como la
actitud que pudieran tener los sospechosos que se encontraban fuera de la Iglesia,
decidió no decir nada más de lo que él dice que hay en estas declaraciones, que
“fue por el don y el poder de Dios ” como tradujo el Libro de Mormón.

Sin embargo, afortunadamente, otros testigos han dicho más sobre ello. Han
hablado tanto en términos de los instrumentos u objetos que se utilizaron con el fin
de traducir el Libro de Mormón y además, también hablan en cierta extensión sobre
el método que se utilizó. Y me gustaría tenerlos a ellos en cuenta.

Durante el proceso de traducción se menciona el uso


de dos instrumentos de trabajo. Uno de ellos era la
piedra del vidente. Todos, en mi opinión, conocemos
la palabra, pero me gustaría que tuviesemos esto en
cuenta, por que la palabra vendra en el contexto de
otros significados también. Y, en adicion a esta, otra
palabra, los “intérpretes”, a veces tambien llamados
los intérpretes nefitas, o los Pectorales. Estos dos
objetos parecen haber sido utilizados desde el principio en el proceso de la
traducción del Libro de Mormón.

La piedra del vidente, hablaremos de ella en primera instancia. Parece que fue
inicialmente encontrada por Joseph y su hermano Alvin, cuando trabajaban en la
propiedad de Chase Mason en 1822 y es descrita, por uno de los testigos, como del
tamaño de un pequeño huevo de gallina, con la forma de un zapato. Estaba
compuesta de capas de diferentes colores que pasaban diagonalmente a través de
ella. Era muy dura y lisa, tal vez por el hecho de llevarla en el bolsillo. La mayoría de

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las otras descripciones que tenemos dan una descripcion muy similar a la anterior.
[Nota: La imagen que acompaña esta descripcion es de una "piedra vidente" de los
Tiempos de Jose, similar en su descripción a la de Jose, pero no es precisamente la
de Jose]

Resulta interesante observar que la piedra del vidente que Joseph le habia pasado
a Oliver, a raíz de la traducción del Libro de Mormón. Oliver la mantuvo en su poder
hasta su muerte. Luego de ello, pasó a su esposa, Elizabeth Ann Whitmer Cowdery,
quien se la dio a Phineas Young, que era el hermano de Brigham Young, el cual fue
a Missouri, donde Elizabeth estaba en ese momento. Phineas volvio a Utah con la
piedra y se la dio a su hermano, Brigham, quien la mantuvo y la guardo para la
Primera Presidencia y, con la excepción de una breve tiempo cuando fue comprado
por alguien más, se ha mantenido como propiedad de la Primera Presidencia desde
ese momento y sigue siendo una parte de las posesiones de la Primera
Presidencia.

Hay también varias historias, además de la historia que acabamos de hablar, en


relación a los intérpretes. Tal vez la mejor y la más larga descripción que tenemos
de los intérpretes es la que obtenemos del hermano menor de José, William.
William, como ustedes recordarán, fue miembro del primer Quórum de los Doce.
Más tarde rechazó la Iglesia y la dejó. No se congregó con los Santos en Utah, pero
él siempre se mantuvo fiel a su testimonio del Libro de Mormón. Fue el que vivio
mas de entre los del Quórum de los Doce originales.

Murió en 1893, y en 1891, dos años antes de su muerte, dos caballeros, el Sr.
Peterson y el Sr. Pender, lo entrevistaron acerca de sus recuerdos del proceso de
traducción del Libro de Mormón. En el curso de la entrevista, que supieron, entre
otras cosas, sobre el Urim y Tumin y el pectoral de bronce. Dijeron que le
preguntaron qué se entendía por la expresión “dos aros de un arco, hechas de
manera antigua”? Dijo que era un doble arco de plata trenzado en forma de 8, por lo
cual la idea de “dos aros en un arco” parece un poco como a un par de gafas, pero
un par de gafas como los que se ven como en la figura de un 8. Y los dos piedras
se colocaron, literalmente, entre los dos aros, esto es, dentro de los bordes, a fin de
proporcionar los medios para que el individuo, que era el vidente, puede mirar y ver.

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Continuó diciendo, se adjuntaba una varilla que estaba conectada con el borde
exterior del hombro derecho del pectoral. Al echar la cabeza un poco hacia adelante
de la varilla, el Urim y Tumin quedaba ante los ojos, como un par de gafas. Un
bolsillo se hizo en el pectoral, en el lado izquierdo, inmediatamente por encima del
corazón. Cuando se utilizaba, el Urim y Tumin se colocaba en este bolsillo, la vara
sólo se colocaba en el lado derecho, de longitud adecuada a fin de que pueda ser
depositado. Este instrumento podia, sin embargo, estar separado del pectoral, y
Joseph las llevaba a menudo separadas cuando traducía fuera de casa, pero
siempre lo utilizo junto con el pectoral al recibir comunicaciones oficiales y por lo
general durante la traducción, ya que le permitia tener ambas manos libres para
manipular las planchas.

Entonces podemos ver la imagen que esta siendo creada por el relato de William?
El pectoral se refiere a la parte superior del cuerpo. En el pectoral hay un agujero en
el que se podia poner los dos anillos unidos por un arco, a los intérpretes, asi podría
utilizarse para mantener las manos libres en el momento de la traducción o la
recepción de una revelación. El ademas conto un par de cosas muy interesantes
con respecto a estos instrumentos. Aparentemente, dijo, estos se hicieron
originalmente para hombres de mucha mayor altura que Jose o William y era
demasiado amplia, ya sea para los ojos de William o de José. Y, como
consecuencia, provocó algunos problemas de tension a la vista, debido a que los
intérpretes fueron configurados para ser utilizados a algo mas de distancia que la
que por el tamaño de William o Jose se podrian usar en forma normal por lo cual su
uso causó un cierto grado de fatiga visual, por lo cual William dijo que también
podrian utilizar la piedra del vidente.

Ahora, podemos preguntarnos: “Bueno, ¿qué sabemos de la piedra del vidente,


cuando se utilizó en lugar de los intérpretes?” Las historias varían un poco aquí,
pero parece razonablemente claro que la piedra del vidente fue utilizada en todas
las etapas del proceso de traducción. Hay por lo menos algunas posibilidades
además de que los intérpretes nefitas tambien se utilizaron durante todas las etapas
del proceso de traducción y tambien hay algunas preguntas acerca de eso.

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Quisiera añadir aquí una historia muy interesante que fue dicha en relación con la
piedra del vidente por Martin Harris, quien por supuesto, estuvo involucrado en el
proceso de traducción desde el principio. El sabia que José utilizaba tanto la piedra
del vidente así como los intérpretes. El dijo, sin embargo, que en una ocacion en la
que José utilizaba la piedra del vidente con el propósito de realizar la traducción, se
sintió cansado de este trabajo, uno se puede imaginar ello, después de dos o tres
horas de una sesión de trabajo y así que ellos decidieron tomar un descanso. Harris
conto que se fueron a la orilla de un río y se dedicaron a lanzar piedras a través del
agua. Martin, sin que Jose lo supiera, recogió una piedra que era aproximadamente
del mismo tamaño, forma y color de la piedra del vidente que Jose estaba usando y
la puso en su bolsillo. Luego intercambio la piedra del vidente del Profeta por la
piedra que el había encontrado, de manera que cuando José comenzó la traducción
de nuevo, en lugar de tener la piedra del vidente tuvo la piedra que había sido
recogida por Martin.

Martin, al hacer la descripción de esta experiencia, dijo que José miró intensamente
en el sombrero que utilizaba para cubrir la piedra y que estubo absolutamente
silencioso durante varios minutos, algo que no suele suceder en el proceso de
traducción, porque Jose simplemente seguia donde habia quedado anteriormente,
con lo cual la traduccion era mas o menos continua en su proceso. Luego de estar
en silencio le dijo a Martin, “Martín, ¿qué ha pasado? Esto es tan oscuro como
Egipto”. Y cuando él miró el rostro de Martin, Martin dice que el bajo la vista y
Joseph le preguntó, “¿Qué pasa?” Martín le explicó y a continuación, José le
preguntó, “¿Por qué cambiaste la piedra por la otra?” Y Martin le dijo: “Para probar
que todos aquellos que decian que José taba simplemente inventando las palabras
estaban equivocados”. Dijo que lo hizo para cerrar la boca de los tontos que hacian
tales declaraciones.

Emma, la cual por supuesto también estuvo presente durante todo el proceso de
traducción, afirma que en las primeras etapas de la traducción José utilizo
principalmente los intérpretes nefitas. Más tarde el utilizo los intérpretes en menor
medida, utilizando principalmente la piedra del vidente. Una declaración similar fue
hecha por William McLellin.

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Por otra parte, y creo que esto es muy importante, tenemos la declaración de Oliver
Cowdery -a quien todos recordamos no participó en el proceso de traducción del
Libro de Mormón hasta después de la pérdida de las 116 páginas- despues de que
José tuvo las planchas y le fueron quitadas y nuevamente restituidas. Oliver fue
llamado a declarar en nombre de José en un juicio que tuvo lugar en 1830, fue
llamado “bajo la acusación de un delito menor”, que básicamente significaba que a
alguien que no le gustaba José habia decidido presentar cargos contra él. A
continuación, bajo juramento, testifico acerca de la traducción, Oliver dijo que Jose
“utiliza dos piedras trasparentes que se asemejan a vidrio, unidos en aros de plata”.
Y continúa diciendo, “Al mirar a través de estas piedras, José fue capaz de leer, en
Inglés, la traducción de los caracteres egipcios que estaban grabados en las
planchas”. Ya que la unica experiencia que tenia Oliver del proceso, que acabo de
mencionar, fue con José después de la pérdida y la recuperación de las planchas,
su testimonio en este juicio sugiere que seguramente José seguía utilizando los
intérpretes, incluso en esta última parte del proceso de traducción.

Del mismo modo, nos encontramos en varios número de la revista “Latter-day Saint
Messenger” y “Advocate” con Oliver escribió lo siguente: “Día tras día
continuamente escribo en forma inenterrunpida desde su boca mientras el traduce
con el Urim y Tumin o, como los nefitas le habrian llamado, los intérpretes, la
historia, un relato llamado el Libro de Mormón”. Una vez más observaremos que el
término Urim y Tumin no es un termino que se encuentre en el Libro de Mormón, es
algo que viene de más tarde. Probablemente en 1831 o así, tenemos la primera
mención de esto, al parecer, no de José, sino de parte de WW Phelps o de Oliver
Cowdery. Ellos usaron el termino Urim y Tumin porque hallaron que era la mejor
forma de tratar a describir a la gente el proceso, usando la terminología bíblica, de
lo que utilizaba José para traducir.

Obtenemos el mismo tipo de declaración hecho por Oliver a Rueben Miller en 1848,
la cual fue hecha muy cerca del final de su vida: “Yo escribí con mi propia pluma
todo el Libro de Mormón, a excepción de unas pocas páginas, tal como salia de los
labios del profeta, asi como el lo traducia por el don y el poder de Dios, por medio
del Urim y Tumin, o como eran llamados en ese libro, los santos intérpretes”. Al

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parecer, creo que entonce que lo más probable es que durante todo el período de la
traducción, incluso desde el inicio de esta hasta el momento en que las 116 páginas
de se perdieran, José utilizo tanto los intérpretes, las dos piedras en aros unidas a
un arco, asi como la piedra del vidente, la que había encontrado algunos años
antes. Y que después del episodio de las 116 paginas, ambos se utilizaron también.
Pero, en cierto sentido, la cosa mas importante es que durante todo el proceso de
traducción, José utilizo algunos medios sobrenaturales que le permitieron ser capaz
de traducir el Libro de Mormón correctamente.

Ahora, hay otra pregunta que nos podríamos hacer, creo que una muy legítima.
¿Por qué tenia Jose que utilizar algun tipo de medio, ya sea los intérpretes, la
piedra del vidente, o algo más para realizar la traduccion? Una pregunta que
también algunos de los primeros santos se hicieron . Orson Pratt, por ejemplo,
informó que cuando preguntó al respecto, el profeta le dijo que el Señor le había
dado el Urim y Tumin cuando tenía poca experiencia en el espíritu de inspiración.
Pero ahora, él, -es decir, José-, había avanzado tan lejos que entendia la operación
del Espíritu y ya no necesitaba la asistencia de ese instrumento. De hecho, ustedes
deben recordar que mencione que luego de completada la traducción del Libro de
Mormón, Jose le dio a Oliver la piedra del vidente, diciendo: “Ya no la necesitare
usar mas”.

Ahora tenemos otro comentario muy interesante, hecho más tarde por Zebedeo
Coltrin el cual también lo había conocido en aquellos primeros años. En 1880
Zebedeo Coltrin dijo lo siguente: “José dijo, en relación con el Urim y Tumin o los
intérpretes y la piedra del vidente, que ya no había necesidad de ellos y que él los
había devuelto al ángel Moroni”. Eso es interesante porque aquí se trata, por
supuesto, de los intérpretes y no de la piedra del vidente. Los intérpretes se
retornan a Moroni, la piedra se le dio a Oliver. Pero Jose tenía el sacerdocio de
Melquisedec y por medio del sacerdocio fue que se le permitió tener las llaves de
todo conocimiento e inteligencia, como resultado de lo cual no era necesario para el
el uso de instrumentos como los intérpretes o la piedra del vidente.

Ahora, permítaseme señalar una cosa. En este sentido, hemos tomado nota de los
términos “piedra del vidente”, “intérpretes” y “pectorales”. En la literatura, en

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general, parece que los terminos intérpretes y Urim y Tumin se utilizan más o
menos en forma intercambiable. Sin embargo, también parece ser que en algunos
casos José, y otros, usaron la misma palabra Urim y Tumin para referirse también a
la piedra del vidente. Por lo tanto, creo que tenemos que entender que Urim y
Tumin, aunque suele asociarse a los intérpretes, también puede ser usado para
referirse a la piedra del vidente. Lo más importante es que de nuevo se utiliza para
referirse a cualquier cosa o medio sobrenatural que el Señor había puesto a
disposición de José durante ese período, a fin de que pudiera traducir el Libro de
Mormón.

La siguiente pregunta que podría venir entonces es, ¿como fue este método de
traducir el Libro de Mormón?. Los medios de traduccion que tenemos en la
discusion son: La piedra del vidente, los intérpretes y el pectoral. ¿Y que acerca del
método? Explico Jose como el hizo para traducir el Libro de Mormón?.

La siguiente pregunta que podría venir entonces es, ¿como fue este método de
traducir el Libro de Mormón?. Los medios de traduccion que tenemos en la
discusion son: La piedra del vidente, los intérpretes y el pectoral. ¿Y que acerca del
método? Explico Jose como el hizo para traducir el Libro de Mormón?.

Lamentablemente, en este caso tampoco nos proporciona más información acerca


de cómo el Libro de Mormón fue traducido asi como no lo hizo con la pregunta
acerca de los medios que el uso. Él solo dijo que ocurrio por el poder y don de Dios.
Esto es particularmente desafortunado debido a que sólo José, en este caso
particular, estaba en condiciones de describir cómo realmente funcionaban los
instrumentos, donde otros fueron solo capaces de describir algo para nosotros, con
cierto detalle y precisión acerca de como Jose o los instrumentos parecian
funcionar. Sin embargo, al menos dos compañeros de trabajo de José, gente que
fue testigos del proceso de traducción, han hecho declaraciones sobre cómo José
habría realmente traducido el Libro de Mormón.

Uno de ellos fue David Whitmer. Al final de su vida, en respuesta a algunas


declaraciones que se estaban haciendo en relación a él y los primeros dias de la
Iglesia, David Whitmer escribió un discurso a “todos los creyentes en Cristo”.

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Escribio acerca de una serie de diferentes temas que inciden en la historia
temprana de la Iglesia, pero también habla un poco acerca del proceso de
traducción. Y esto es lo que dice sobre esto:

“Ahora voy a dar una descripción de la manera en que el Libro de Mormón fue
traducido.

Jose ponia la piedra del vidente en un sombrero, cerca de su cara para suprimir la
luz. Ahora bien, esto es en cierta manera parecido a lo que alguien podría hacer si
estuviera mirando a través de un microscopio, o inclusive por medio de prismáticos.
Uno tiene que eliminar la luz para poder ver.

Entonces, el dice:

“En la oscuridad la luz espiritual podria brillar. Un trozo de algo parecido a


pergamino aparecieria y en este apareceria lo escrito. Un caracter a la vez
apareceria y bajo esta estaba la interpretación en inglés. El hermano Jose leia el
Inglés a Oliver Cowdery, quien era su escriba principal y cuando era escrito y
repetido al Hermano José, para ver si era correcto, entonces desaparecería, y otro
trozo con interpretación apareceria. De este modo, el Libro de Mormón fue traducido
por el don y el poder de Dios y no por ningún poder del hombre“.

Se trata de una interesante declaración. Me gustaria volver a ella porque hay mucho
en ella que es interesante.

Ahora recordemos que Martin Harris pasó muchos años de su vida fuera de la
Iglesia, sin nunca variar en mucho su testimonio acerca de la Iglesia y en ninguna
cosa su testimonio acerca del Libro de Mormón. Hacia el final de su vida tuvo una
conversacion con Edward Stevenson, quien fue miembro del Primer Quórum de los
Setenta, el que le ayudó a volver al evangelio y lo llevó a Utah, donde pasó el resto
de sus días. Edward Stevenson tuvo numerosas entrevistas con Martin Harris
acerca de esos grandes acontecimientos que tuvieron lugar en los primeros días de
la restauración y escribió acerca de esto. Edward le hizo muchas preguntas acerca
de la aparicion del Libro de Mormón y obtuvo una declaración de Martin en relación

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con la forma en que el Libro de Mormón fue traducido por José, la cual me parece
extremadamente interesante y que vale la pena considerar por un momento.

Esto es lo que Edward Stevenson dice en relación con la descripción hecha por
Martin Harris:

“Con la ayuda de la piedra del vidente, las frases aparecieron y fueron leidas por el
profeta y escritas por Martin. Y cuando terminaban decian ‘escrito’ y si estaba
correctamente escrita la frase entonces desaparecía y otra aparecia en su lugar.
Pero, si no estaba escrita correctamente permaneció hasta que era corregido el
error, de manera que la traducción se hizo del mismo modo en que se grabaron
sobre las planchas, precisamente en el lenguaje que ellos usaron”.

Bueno, esta es una declaración muy interesante. En primera instancia vamos a


examinar esta última parte de la declaración. Aqui señala que Jose podia leer lo que
estaba escrito en la piedra del vidente, o los interpretes nefitas. Si era
correctamente escrito por el escriba, entonces ellos podrian continuar. Pero si no
estaba correctamente escrito él podia corregirlo. Nosotros podemos ver en el
manuscrito original del Libro de Mormón, del cual aproximadamente una cuarta
parte se encuentra aun en existencia (y que ha sido en los últimos años muy
estudiado por Royal Skousen), que hay casos en los que una palabra,
especialmente un nombre, está escrito de una manera y luego es tachado y es
escrito de una manera ligeramente diferente.

Me puedo imaginar en aquellos momentos en que José estaba leyendo una palabra
tratando de pronunciarla correctamente. La persona que está actuando como
escriba lo escribia como el pensaba que debia ser correctamente escrita. Pero, en
algunos casos, lo escribió en una manera que no era muy correcta, por lo cual José,
que podía ver lo que estaba escrito, corregía la ortografía y, a continuación,
después de corregirlo seguía traduciendo. En algunos casos esto es especialmente
interesante, ya que estas correcciones tienen sentido solo a la luz de estos nombres
como procedentes del antiguo Cercano Oriente y no podrían haber sido detectado
como errores de sentido como nombres para personas que únicamente tenían una
experiencia como conocedores solo del idioma Ingles.

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En un caso particular, me gustaría notar de un nombre que fue escrito originalmente
con un “ck” al final de la misma. José, sin embargo, hizo que el nombre se
corrigiese en las últimas letras desde el “ck” a “ch”. Podemos ver en el manuscrito
original como el “ck” esta tachado y se escribio el “ch” encima. Ahora bien,
posiblemente para nosotros la forma en que se puede pronunciar un nombre con
una “ck” o “ch” al final es prácticamente indiferente ya que es el mismo sonido, algo
asi como un “k”. Pero en el hebreo y en muchos otros idiomas que están
relacionados con él, hay una gran diferencia entre el uno y el otro. Representan dos
totalmente diferentes letras o sonidos.

Además el dice algo que creo que también es muy interesante. La traducción es del
mismo modo en que se gravaron sobre las planchas, precisamente en la lengua que
fue utilizada. El explica que se debe a que las frases que aparecen, y que fueron
leídas por el profeta y a continuación, escrito por Martin Harris, en este caso
particular, o por Oliver Cowdery en otros momento, desaparecería después de
haber sido escrito correctamente. Creo que esto nos puede proporcionar
información acerca de la forma en que la traducción se llevó a cabo, pero no nos
dice necesariamente toda la historia. Además aquí puede haber algunas ideas
erradas tanto de David Withmer como de Martin Harris acerca de como ellos
suponían que las escrituras son reveladas que quizás no eran correctas. Quiero
decir con “erróneas” la idea de que cualquiera cosa que José recibiese era
directamente de la mente de Dios a la mano de José.

Ahora, quiero dejar muy claro que es mi firme convicción de que el Libro de Mormón
es de origen divino. Por otro lado, me parece que José estaba profundamente
involucrado en el proceso de traducción en una serie de aspectos importantes. Una
de estas fue, en mi opinión, de que José tuvo que tomar decisiones en cuanto a
algunas palabras particulares que se usarían en la traducción al Inglés. Yo creo que
probablemente fue así, porque como ustedes probablemente recordarán, en la
segunda edición de 1837 del Libro de Mormón, se realizaron numerosos cambios
en el texto del Libro de Mormón en Inglés. Cambios realizadas por José o bajo su
dirección. Ahora bien, si José hubiese pensado que todo en el Libro de Mormón
vino directamente como Dios se lo había revelado a él entonces no hubiese tenido

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ninguna posibilidad de cambio, debido a que después de todo, esto es totalmente y
absolutamente la palabra de Dios, entonces no estoy seguro de que él hubiese
estado dispuesto a realizar cambios de cualquier tipo.

Además, creo que la participación de José en todo este proceso de traducción, se


sugiere por lo que encontramos en la novena sección de la Doctrina y Convenios.
Hay que recordar, Oliver había también un gran deseo de participar, no sólo como
escriba, sino también como traductor, y así el pide el don de traducción el cual
también se le entrega. Sin embargo a Oliver el Señor le dijo, “He aquí, no has
entendido; has supuesto que yo te lo concedería cuando no pensaste sino en
pedirme”.

Por lo tanto, Oliver debió haber pensado: “Todo lo que tengo que hacer es decir Yo
quiero traducir” y las palabras me van a llegar. Ahora bien el Señor le dice que no,
no es esa la forma en que funciona; El sigue diciendo: “debes estudiarlo en tu
mente; entonces has de preguntarme si está bien; y si así fuere, haré que tu pecho
arda dentro de ti; por tanto, sentirás que está bien”. Una vez más, tengo la
impresión de que Oliver se imagino que el proceso seria algo así como “Si yo
pregunto, el don me será entregado, y teniendo el don, entonces no se requiere un
esfuerzo particular de mi parte, me basta con utilizar a los intérpretes, o la piedra del
vidente y voy a tener la posibilidad de traducir”. El aprendió que era algo mucho
más complicado el proceso real de traducción.

Estos versículos, en mi opinión, sugieren que se requiere de un esfuerzo por parte


del traductor; de un real y verdadero esfuerzo. Para buscar, para encontrar la
expresión adecuada, algo que no hubiera sido el caso si se tratase simplemente de
algo revelado directamente de Dios a la mente y de ahí a la pluma del traductor.

Hay algunas otras pruebas, en mi opinión, de la idea de que estoy proponiendo


aquí, de que hubo un verdadero esfuerzo por parte de José, que el no estuvo
simplemente escribiendo lo que recibía a su mente directamente sino que se veía
en la necesidad de elaborar ideas que se le daban para traducirlas a un Inglés
correcto y aceptable al expresar los conceptos del texto original.

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Tenemos registro de un ministro contemporáneo a José, que fuera bastante
conocido, tanto por sus actividades en la Iglesia reformada Alemana, así como por
haber sido un dedicado enemigo de la restauración. Su nombre era Deitrich Villers.
El escribió a dos de sus colegas en York, Pensilvania en relación con el crecimiento
de la Iglesia e incluye dos o tres declaraciones que son de lo más interesantes.
Suponemos aquí, por supuesto, que no están escritos desde el punto de vista de un
creyente, sino simplemente como uno que esta reportando lo que la gente en ese
momento esta diciendo.

Él dice, “El ángel indico que bajo estas planchas estaban escondidos los interpretes,
sin lo cual no se podía traducir las planchas, y que mediante el uso de estos
instrumentos, Smith estaría en condiciones de leer estas lenguas antiguas, los
cuales el nunca había estudiado y que el Espíritu Santo podría revelarle a el la
traducción en el idioma Inglés”. Vamos a leer lo último de nuevo, porque creo que
esto es muy interesante. Él dice que con el Urim y Tumin (los instrumentos) Jose
“estaría en condiciones de leer estas lenguas antiguas, los cuales el nunca había
estudiado y que el Espíritu Santo podría revelarle a el la traducción en el idioma
Inglés”.

Según un académico que escribió comentando lo anterior: “Por lo tanto, la


traducción al Inglés fue, según informes contemporáneos, un producto de las
impresiones espirituales que recibió José, más que una traducción automática al
idioma Ingles. Esto haría de José Smith, a pesar de sus limitaciones gramaticales,
un traductor, de hecho, más que un mero transcriptor de la palabra escrita de Dios”.

Este es el escenario en que me gustaría sugerir que a José se le dio, a través de la


inspiración (a través del Urim y Tumin, que es la piedra de vidente o los interpretes
nefitas), los medios por los cuales el pudo comprender las palabras y las ideas, y la
relación entre estas palabras e ideas, desde el idioma original en que se
encontraban las planchas. Pero, José tuvo la responsabilidad de escoger de los
significados que el entendió en su mente la traducción del idioma original a un
correcto inglés.

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Aquellos de nosotros que han tenido la experiencia del aprendizaje de una segunda
lengua pueden saber que es posible llegar a un punto en que uno ya no tiene que
traducir a partir de esa segunda lengua a su idioma nativo a fin de ser capaces de
entenderlo. Es posible simplemente leer un documento y comprender sin la
traducción palabra por palabra al idioma propio.

Pero también es un hecho que ese mismo proceso de traducción, cuando se


requiere realmente expresar esas ideas que uno puede entender en el idioma
original pero sin traducción al idioma nativo (ingles), es mucho más complicado
cuando tiene que ser expresada en un inglés correcto. Uno podría ser capaz de leer
un documento en francés y ser capaz de entenderlo muy bien, pero si a uno se le
pide traducirlo en forma escrita al Inglés, entonces podría requerir un verdadero
esfuerzo. Lo mismo es válido si se tratase de un documento en español, un
documento en alemán, en hebreo y, desde luego, un documento en el idioma o lo
que sea que uno escoja.

Puede ser bastante fácil de entender el significado de algo en el idioma original, las
ideas pueden entenderse. Y si se pidiese que proporcionare algún tipo de precisión,
es decir, un breve resumen de lo que dice, sería sencillo. Pero si uno tuviese que
tratar de entregar una correcta y razonablemente buena traducción literal de los
documentos, entonces existe una verdadera dificultad. Se necesita esfuerzo, a
veces una gran cantidad de esfuerzo.

Ese es el esfuerzo, creo, que está siendo contemplado por el Señor en la sección 9
de Doctrina y Convenios. Oliver tiene que entender que el tiene que estudiarlo en su
propia mente, a fin de ser capaz de traducir con éxito. Las palabras se son
utilizadas por José son sus propias palabras, aunque las ideas son proporcionadas
por la inspiración del Señor, porque, por supuesto, no tenía realmente la
oportunidad de aprender el idioma lo suficientemente bien para que él hubiera sido
capaz de traducir por si mismo las planchas.

Bueno, yo creo que si entendemos el proceso de traducción de esta manera, una en


la que José tuvo que utilizar su propio esfuerzo para pasar la traducción a un ingles
correcto con el sentido de las ideas originales y en una manera aceptable y

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correcta, entonces, creo que podemos entender el siguiente paso del proceso, de
acuerdo a como es mencionado tanto por Martin Harris, así como por David
Whitmer, es decir, que cuando una traducción aceptable había sido pensada por
José Smith en su mente, entonces esta aparecería en el Urim y Tumin y podría ser
leída y escrita.

Ahora podríamos hacernos la siguiente Pregunta: ¿bueno, entonces no sería


posible para alguien hacer una traducción diferente? Y la respuesta es
absolutamente sí. De hecho, George Albert Smith, quien fue miembro de la primera
presidencia y un miembro de los primeros quorums de los Doce (ordenado en
1839), así que conoció personalmente a José, dice que habría sido posible traducir
el Libro de Mormón a varios otros idiomas, posiblemente con numerosos cambios
en el lenguaje, y todavía tener el sentido del original expresado correctamente. En
la clase de idiomas que yo enseño, se que si tuviera que pedir a un grupo de media
docena de estudiantes que tomasen un mismo texto y lo tradujeran al inglés, podría
tener seis traducción diferentes, pero cada una de las cuales podría ser
aceptablemente precisa en el sentido de la original.

Entonces el decir que hay una sola manera de traducir un texto, es algo que
probablemente por la naturaleza de los lenguajes sea algo incorrecto. Numerosas
formas son a menudo puestas a disposición, cada una de las cuales y con
aceptable precisión, expresaran las ideas del original. Si otra persona hubiese
traducido el Libro de Mormón, tengo la impresión de que algunas de las palabras
podrían haber sido diferentes, o que a veces la sintaxis hubiera sido un poco
diferente, pero el sentido del texto no podría ser cambiado en la medida en que esa
persona traduce a través de la inspiración del Señor.

Ahora me gustaría leer algunos comentarios que fueron hechos por Emma relativos
el proceso de traducción que van más allá del tema, método, medios o instrumento
usado sino que nos proporcionan algunos datos muy interesantes en un contexto
más amplio de la traducción de José. Ya hemos mencionado una en la que está
respondiendo a la pregunta acerca de cómo José tradujo.

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Ahora me gustaría señalar otra cosa que nos dice de su propia experiencia, cuando
actuó como escriba. Ella dice, a una persona que está haciendo una pregunta
acerca de la traducción: “Cuando mi marido hacia la traducción del Libro de
Mormón, yo escribí una parte de esta”, (y debemos tener en cuenta que hubo
mucha gente que trabajo en la traducción como escribas, aunque el que escribió la
mayor parte de lo que tenemos ahora como el Libro de Mormón fue Oliver
Cowdery).

Ella dice, “Yo escribí una parte así como él dictaba cada frase, palabra por palabra,
y cuando llegó a los nombres propios no podía pronunciar frases largas, el las
deletreaba poco a poco. Y mientras yo estaba escribiendo, si cometía un error de
ortografía, el me detenía y corregía la ortografía”(precisamente lo que hemos visto
mencionado por Martin Harris en relación con el proceso de traducción),” aunque
era imposible para él ver lo que estaba escribiendo en ese momento”.

“Había algunas palabras que el no sabía cómo pronunciarlas, incluso palabras


como Sarah o Sariah, y tuvo que deletrear cada una de ellas” y ella se las
pronunciaba. “Cuando se detenía por algún motivo, el podía, cuando comenzaba de
nuevo, comenzar donde había dejado el texto sin vacilar o tener alguna duda, y una
vez mientras estaba traduciendo se detuvo de repente, pálido como una hoja, y dijo:
Emma, Jerusalén tenia murallas?. Cuando le respondí que sí, él respondió, Oh, me
temo que me enseñaron mal”. Ella escribe “Él tenía un conocimiento limitado de
historia, que ni siquiera sabía que Jerusalén estuvo rodeada de murallas”.

Bueno, David Whitmer dice algo muy similar sobre este mismo evento. “Cuando, en
la traducción, por primera vez se habla da Jerusalén como una ciudad amurallada,
se detuvo hasta que tuvo una Biblia y pudo ver que este hecho estaba registrado,
Smith no creía de que se tratase de una ciudad amurallada”.

Bueno, Emma dice otras cosas a mi juicio maravillosas, en el curso de una larga
entrevista que tuvo con su hijo, José Smith III, con su segundo marido, Bidemon, y
varios otros. Esta entrevista, que apareció en el “Saints Herald” en 1879, sólo poco
antes de su muerte, se compone de preguntas y respuestas. Me gustaría leerlo para
ustedes, porque, una vez más, nos proporciona un importante y hermoso

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conocimiento del Libro de Mormón y un gran testimonio sobre la persona que
conoció a José mejor que nadie y que estuvo más cerca que nadie de él en el
tiempo en el cual el Libro de Mormon fue traducido.

La primera pregunta es:”Es el mormonismo verdadero?”

Y ella respondió: “Yo sé que el Mormonismo es verdadero y creo que la Iglesia ha


sido establecida por dirección divina. Yo tengo una completa fe en esto. Cuando
escribía para tu padre, a menudo escribía día tras día, a menudo sentado en la
mesa cerca de él, mientras el dictaba, hora tras hora, sin nada entre nosotros.”

Siguiente pregunta fue: “El no tenia un libro o manuscrito desde el cual el leía o te
dictaba?”

Su Respuesta: “Él no tenía un libro o manuscrito para leer de el.”

Pregunta: “¿Podría haberlo tenido y que usted no se hubiese dado cuenta?”

Respuesta: “Si el hubiese tenido algo de ese tipo no hubiese podido habérmelo
ocultado.”

Pregunta: “¿Esta segura de el que tenía las planchas en el tiempo en que tu


estuviste escribiendo para el?”

Respuesta: “Las planchas solían estar sobre la mesa sin ningún esfuerzo de ser
ocultadas, envuelta en un pequeño mantel de lino que le había dado para poner
dentro las planchas. Una vez sentí las planchas, cuando estaban en la mesa y
toque sus bordes y formas. Parecían ser flexibles como el papel grueso y emitían un
ruido metálico cuando los bordes eran movidos con el pulgar, así como a veces
ocurre cuando se pasa un pulgar por los bordes de un libro.

Pregunta: “¿Donde escribieron padre y Oliver?”


Respuesta: “Oliver Cowdery y tu padre escribieron en la habitación donde yo hacia
mis trabajos.”

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Pregunta: “No podría haber dictado padre el Libro de Mormón a ti, Oliver Cowdery y
los otros que escribieron para él después de haber escrito o haber leído algunos de
los libros que existían?”

La respuesta aquí es bastante fuerte, pero creo que es un punto muy importante.
Ella dice: “José Smith no podía ni escribir ni dictar una carta en forma coherente, y
menos aún dictar un libro como el Libro de Mormón. Y además yo fui una
participante activa en lo ocurrido y estuve presente durante la traducción de las
planchas, y tenía conocimiento de las cosas tal y como sucedieron, es una cosa
maravillosa para mí, una maravilla y una maravilla tanto como para cualquier otra
persona “.

Pregunta: “Debo suponer que usted podría haber descubierto las planchas y
examinarlas.”

Su respuesta (esto creo que reflexiona sobre su propia fe en una manera


interesante): “Yo no intenté manipular las planchas como otros han dicho, ni
descubrirlas para mirarlas. Yo estaba convencida de que era un trabajo de Dios y,
por tanto, no sentí la necesidad de hacerlo.”

En ese momento su marido, Major Bidemon, le preguntó, “¿Te prohibió el Sr. Smith
examinar las planchas?”

Y su respuesta fue: “No lo creo. Yo sabía que el las tenia y no fui especialmente
curiosa acerca de estas. [Y me encanta esta parte de su respuesta.] Yo las movía
de lugar a lugar en la mesa conforme me era necesario para hacer las cosas de mi
hogar.

Bueno, otra parte de la misma entrevista creo que también refleja un poco de su
testimonio, y nos proporciona alguna información sobre estos acontecimientos.

Ahora le pregunta su hijo José III: “Madre, ¿cuál es su creencia sobre la


autenticidad o el origen del Libro de Mormón?”

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Y su respuesta fue: “Mi creencia es que el Libro de Mormón es de autenticidad
divina. No tengo la menor duda de ello. Estoy convencida de que ningún hombre
podría haber dictado la escritura de los manuscritos a no ser que fuese inspirado.
En efecto, cuando actué como su escriba, su padre dictó para mí, hora tras hora, y
cuando regresamos después de las comidas, o después de una interrupción,
comenzaba en el lugar donde lo había dejado, sin ver el manuscrito, sin pedir que le
leyera una pedazo del mismo, esto era lo habitual. Habría sido poco probable que
un hombre pueda hacer esto, y para uno indocto como fue el era simplemente
imposible.

Bueno, hay otros grandes testimonios de la labor de José de la traducción, también.


Otro que me gustaría leer aquí es David Whitmer quien nos indica el espíritu con el
que José tuvo que hacerlo. No debemos imaginar que José podría hacerlo
automáticamente. Ya hemos visto de la historia de Martin Harris que se trataba de
una piedra muy especial que fue designada como la piedra del vidente, por lo que
tenía que tener un espíritu apropiado para poder usar la piedra o los intérpretes.

David cuenta esta historia: “Una mañana, cuando José estaba disponiéndose a
seguir en la traducción, algo salió mal en la casa, y José estaba preocupado con
ello. Algo que Emma, su esposa, había hecho. Oliver fue arriba y José subió poco
después para continuar la traducción, pero no pudo hacer nada. No podía traducir
una sola sílaba. Se fue abajo, hacia la huerta, y suplicó al Señor. Él se fue por
alrededor de una hora, volvió a la casa, pidió perdón a Emma, y luego fueron arriba,
donde estábamos, y la traducción comenzó bien de nuevo. Él no pudo hacer nada a
menos que fuese humilde y fiel”.

También muchas otras cosas se puede decir de la traducción. Sólo un par, sin
embargo, con las que me gustaría terminar. En primer lugar, no sea que nos
imaginamos que este proceso de traducción es una simple cosa, algo que
cualquiera sería capaz de hacer, me gustaría proponer la prueba que el hermano
Hugh Nibley ha sugerido para cualquiera que desee llevar a cabo esto. Hasta la
fecha, por cierto, no se de nadie que la halla tomado, aunque el Libro de Mormón ha
tenido muchos que han cuestionado su autenticidad divina.

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Esto es lo que él sugiere en algunas de sus clases de Libro de Mormón:

Dado que José Smith fue más joven que la mayoría de ustedes [por supuesto, se
estaba refiriendo a un grupo de estudiantes de BYU], y no tan experimentado o bien
educados como alguno de ustedes en el momento en que él registró los derechos
de autor el Libro de Mormón, no debería ser demasiado el pedirles que escriban
para el final del semestre (lo que en realidad les da más tiempo del que José tuvo,
ya que casi todo el Libro de Mormón se hizo dentro de un espacio de unos 84 días
más o menos), un documento de algo así como 500 a 600 páginas.

Llámelo un libro sagrado si quieren, y denle la forma de una historia. Hablen de una
comunidad de viajeros judíos en tiempos antiguos. Tiene que tener todo tipo de
personajes en su historia, y su participación es en todo tipo de vicisitudes públicas y
privadas. Darles nombres, cientos de ellos, pretendiendo que son verdaderos
nombres en hebreo y egipcio de alrededor del 600 AC Deben ser generosos con los
detalles técnicos y culturales, usos y costumbres, las artes y las industrias, las
instituciones políticas y religiosas, ritos y tradiciones. Incluyan una larga y
complicada historia militar y económica. Hagan que su narrativa pueda cubrir miles
de años sin grandes lagunas. A la vez debe mantener una serie de historias locales.
Siéntanse libres de introducir controversias religiosas y filosóficas en el debate,
siempre en una forma realista.

Observen las convenciones literarias apropiadas y expliquen la obtención y la


transmisión de sus variados materiales históricos. Por encima de todo, nunca se
contradigan a ustedes mismos. Porque, ahora llegamos a la parte realmente difícil
de esta tarea. Usted y yo sabemos que es usted el que esta creando todo esto, es
una pequeña broma entre nosotros. Pero al mismo tiempo, deben publicar su
documento no como una ficción o novela, sino como una historia verdadera.

Después de haberlo entregado no puede hacer cambios en él. En esta clase


siempre uso la primera edición del Libro de Mormón. Además de todo deben invitar
a cualquiera y a todos los estudiosos a leer y criticar libremente su trabajo,
explicando a ellos que se trata de un libro sagrado a la par con la Biblia. Si parece
demasiado escéptico, podría decirles que tradujo el libro de registros originales con

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la ayuda del Urim y Tumin. Además, para disipar sus dudas, podría decirles que el
manuscrito original estaba en planchas de oro y que el que les paso las planchas
era un ángel!!!.

Así que ahora, id a trabajar y buena suerte.

Consideren que esta fue la tarea de José, y que preciso fue para cumplirlo.

Sidney Rigdon, reflexionando sobre sus experiencias en los primeros días de la


Iglesia, recordó en abril de 1844 algo que creo que es de más interesante y
revelador. Él dice, “Yo recuerdo en el año 1830, cuando estaba en con toda la
Iglesia de Cristo en una pequeña, antigua casa de madera de cerca de veinte
metros cuadrados, en Waterloo, Nueva York, y empezamos a hablar sobre el reino
de Dios como si hubiéramos tenido el mundo a nuestro alcance. Hablamos con
mucha confianza. Hablamos grandes cosas. A pesar de que no éramos muchas
personas teníamos grandes sentimientos. Sabíamos hace catorce años que la
Iglesia se convertiría en una tan grande como lo es hoy. Éramos tan grandes
entonces como vamos a llegar a ser. Sin ver este pueblo (Nauvoo), nosotros vimos
en la visión de la Iglesia de Dios algo como un millar de veces más grande, aunque
no éramos mas que unos granjeros. Todos los elderes, todos los miembros, se
reunían en una conferencia en una pieza de no mas de veinte metros cuadrados. ”

Yo prefiero pensar que Sidney y otros primeros miembros de la Iglesia también


tuvieron una visión, no sólo de los años de la Iglesia en la década de 1840, sino que
de nuestros días, y habían previsto el tipo de crecimiento que hemos tenido. Pero
no es sólo el crecimiento que viene a través de los números lo que estamos
buscando, sino que es la fuerza de cada uno de los miembros que viene a través de
sus testimonios. Estoy seguro de que esta es una de las razones por las que los
presidentes de la Iglesia, más recientemente el Presidente Benson, han subrayado
la importancia de leer y estudiar el Libro de Mormón debido a que no hay mejor
manera en que podemos ser fuertes en la Iglesia y obtener los testimonios que nos
permitan actuar en el cumplimiento de nuestra parte del plan de salvación que a
través del Libro de Mormón.

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Considero el Libro de Mormón como uno de los grandes regalos que han sido
dados por Dios para esta dispensación. Así como la restauración es una gran parte
de “una obra grande y maravillosa” que fue profetizado por Nefi, una parte muy
importante de esta “obra grande y maravilloso” es el Libro de Mormón. Confío en
que vamos a tomar en serio nuestra obligación de leer y estudiar, que vamos a
empezar a apreciar cuán grande es esta maravilla, tanto en la forma en que salió,
como en lo que el libro tiene para decirnos. Ruego que lo leamos, lo estudiemos, lo
tomemos en serio en nuestras vidas, y que podamos crecer a través de él, en el
nombre de Jesucristo, Amén.

Fuente: http://mi.byu.edu/publications/transcripts/?id=13

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