NOTI-CÉLULA
“Y saldrá de ellos acción de gra-
Agosto 23-29
LA FE QUE LOGRA CAMBIOS.
Marcos 10:46-52 Jesús llevó a sus discípulos a Jericó. Fue
la primera ciudad que conquistó Josué al entrar en Canaán.
Jericó nos habla de muros, de difcultad, Jericó fue una ciudad
que en la antigüedad significó maldición, y a veces en nuestro
caminar no encontramos con dificultades, a veces la maldición
toca nuestras vidas, nuestras casas. ¿Qué hacer para que haya
un cambio? El texto nos habla de que había un ciego llamado
Bartimeo que oía que la gente entraba y salía de la ciudad, ha-
bía alboroto, estaban hablando de un tal Jesús, que vino de Na-
zaret y andaba por Judea haciendo señales y prodigios y sanan-
do a sordos, ciegos y paralíticos. Al oír eso quedó estupefacto y
nació en él la esperanza de ser sanado, sabía que la ceguera era
una maldición, era tratado mal. Pensó: Como quisiera encon-
trarme con Jesús y ser sanado como los demás, seguro lo desea-
ba con toda su alma. ¿Cómo tener la fe que logra un cambio?
1. LA FE VIENE POR EL OÍR. Ro 10:17. “la fe viene por
el oír, y el oír por la palabra de Dios” Marcos 10:47a “Y
oyendo que era Jesús nazareno…….” Al oír que todos eran
sanados por Jesús, la fe se apoderó de su alma. La fe em-
pezó a crecer. La fe nace cuando se lee la palabra de
Dios, se oye y se medita en ella; no aparece por casuali-
dad. Algunos se llenan de pensamientos de fracaso, de
derrota, entonces no hay fe para lograr los cambios, pero
si te llenas de la palabra, si la abrazas, vendrán cambios.
Bartimeo supo que era la ocasión de encontrarse con Je-
sús, era la oportunidad de cambiar su destino. Hoy es ese
día, no deje pasar la oportunidad. Un día pasó más gente
de lo acostumbrado, muchísima gente, y el oyendo que
era Jesús nazareno, no dejó pasar esa oportunidad, sabía
de quien se trataba, así que gritó:
2. LA FE QUE ORA A GRITOS: Marcos 10:47b
“………, comenzó a dar voces y a decir: !Jesús, hijo de David,
ten misericordia de m!”. Bartimeo nunca vio como gente
paralítica caminaba o cómo ciegos recibían la vista. Él
solo creyó a las palabras de la gente acerca de Jesús.
Bartimeo escuchó que era Jesús y comienza a gritar, no
tenía a nadie que lo llevase así que rogaba que Jesús se
diera media vuelta y detuviera su caminata para atenderlo.
Al ver que esto no ocurría, gritaba con más fuerza, para
poder llamar al Salvador. Sus palabras debían pasar por
sobre aquella gran multitud de gente, y poder llegar cla-
ramente a los oídos de Jesús. Mc 10:48. Estos gritos
comenzaron a molestar a la gente, le reprendían, que se
callase y detuviera su intento de llamado. Pero gritaba
mucho más. La palabra clamor en hebreo significa
dar gritos. Gritar como si agonizáramos. Entonces El
se detendrá y vendrá a nosotros. Jeremías 33:3 No dice:
Medita en silencio, tampoco dice: Habla despacio. Dice:
Clama a mí y significa orar a gritos. Para eso están las
intercesiones, la oración de madrugada, las vigilias. Barti-
meo clamó como para que Jesús le oyera y viniera a él. Y
MISIÓN CARISMÁTICA INTERNACIONAL
Palabra Rhema:
cias, y voz de nación que está en
regocijo, y los multiplicaré, y no
serán disminuidos; los multipli-
caré, y no serán menoscabados.”
Jeremías 30:19
Jesús vino, entonces Bartimeo
hizo algo sorprendente.
3. LA FE QUE MIRA EL SEÑOR:
Marcos 10:49-50 Jesús miró lo
que hacia Bartimeo y vio que arro-
jó su capa, esto era muy impor-
tante porque para un ciego su
posesión más valiosa era su capa,
pero esta capa dejó de ser impor-
tante para él cuando Jesús lo
llamó. Bartimeo sabía que su des-
tino cambiaría al encontrarse con
Jesús ya no necesitaba esa ropa
de mendigo, ni mendigar. Cuando
llegamos a entrar a la luz de Cris-
to, nos cuesta dejar cosas atrás,
son como la capa de Bartimeo,
traemos la capa de la rebeldía, del rechazo, del pecado,
nosotros también tenemos cosas que arrojar al ir a Jesús,
debemos tirar la capa de mentira, de la enfermedad, de la
codicia, de la maldad, arrepentirnos de quejas, negativis-
mo, y de haber seguido al diablo y al mundo, e ir decidido
a llevar otra vida. El Señor mira nuestra actitud, de-
jar, Efesios 4:22-24. Dice que nos despojemos del viejo
hombre y nos vistamos del nuevo. Como Bartimeo tiró
sus ropas viejas de mendigo. Si no dejamos, si no sol-
tamos la capa, no hay cambio, entonces no habrá
un encuentro con Él.
4. Marcos 10:51 FE QUE SABE LO QUE QUIERE Te-
nemos que ir a Jesús seguros de que nos responderá. No
con un deseo vago. Era un ciego! No necesitaba pregun-
tarle, Jesús quería que confesara su deseo específicamen-
te. QUE ES LO QUE QUIERES Quiero ver!, Cuando
vamos al Señor hay que tener una meta definida.
Bartimeo tenía definida en forma clara su petición. Ro-
manos 10:10. Muchos oran con metas vagas, y no reci-
ben respuestas a sus oraciones. Hebreos 11:1 Si que-
remos algo, primero debemos verlo como si ya existiera,
creerlo, orar, confesarlo y Dios hará un milagro. El sabe lo
que queremos pero quiere que lo confesemos. Marcos
11:24 Entonces es muy importante tener una meta de-
finida, orar, creer y se realizará. Si tienen una meta defini-
da, la escriben, lo creen y la miran todos los días, ocurrirá
un milagro, si le decimos específicamente lo que queremos
nos dirá: como creas te sea hecho!
5. LA FE QUE CAMBIA UNA VIDA. Marcos 10:52 Lo
especial que debemos aprender de Bartimeo es que des-
pués de encontrarse con Jesús y empezar a ver; a pesar
de que Jesús no le reclamó que le siguiera por haberlo
sanado, Bartimeo no dudo en hacerlo, no se quedó en el
mismo lugar, el deseaba vivir la vida buena que Jesús le
- Santiago de Cali
daba, yo creo que pensó: “si el me dio la vista cuantas más SEMINARIO DE GUERRA
cosas buenas tendrá para mi”. También nosotros al creer en
Cristo y abrir los ojos, debemos ver nuestra vida cambiada ESPIRITUAL
de maldición a bendición, y vivir la nueva vida que nos da Septiembre 4 en la noche
el Señor, con salud, prosperidad y abundancia.
No piensen quedarse en el mismo lugar. 2 Cor 5:17 Por- Septiembre 5 de 8:00a.m. a 4:00 p.m.
que somos nuevas criaturas. Sólo una verdadera fe nos trae
un encuentro con Cristo y el milagro del cambio. No hay
otro mejor amigo que Jesús. Todos pueden venir a ÉL. El INVITADA: Dra Bree M.
es el mismo. El que abrió los ojos de Bartimeo y cambió
su vida hoy está aquí. El que dijo: donde hay 2 o 3 yo
Keyton
estoy en medio y que estará con nosotros hasta el fin del de Kansas City
mundo.
Veamos cuan importante es la fe en el cristiano. Si INSCRÍBETE YA
leímos la historia completa aquí ocurrida, Bartimeo
recibió una recompensa. Si Bartimeo no hubiera
tenido la fe suficiente para gritar lo suficientemen-
te alto, y no detenerse en el intento, su vida no hu-
biera tenido un cambio. Su fe debía ser lo suficien-
temente grande para que su voz llegase a Cristo y
cruzase la multitud, lo suficientemente grande co-
mo para no desistir en el intento aunque otros le
decía que se callara. Bartimeo nos enseña a cómo
debe ser nuestra fe, capaz de cruzar multitudes que pue-
den ser nuestros familiares, nuestro entorno social y hasta
nuestro propio pecado para poder encontrar a Jesús.
Nuestra vida puede cambiar solamente si tenemos una fe
suficiente como para llamar a Jesús. Como cristianos te-
nemos solo una oportunidad. Debemos buscarlo mientras
pueda ser hallado, como dice Isaias 55:6 "Buscad a Jeho-
vá mientras puede ser hallado, llamadle en tanto está cercano".
La búsqueda del Señor debe comenzar ahora mismo en
nuestras vidas. Una búsqueda diligente trae recompensas.
Bartimeo llego a gritar de manera desesperada mostrando
su fe, así nosotros debemos desear la fe en Cristo tanto
como deseamos el aire y buscadle siempre. Toda búsque-
da diligente en Dios trae recompensa, y este es tiempo
de buscarle, hallarás recompenza.

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