Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
de la cociiia
cubana
Gilh~rtoS~nith 1. Introducción
1 por
L a cultura es el conjunto de valores materiales y espirituales creados
la humanidad en el curso de la historia. Su fuerza se expresa
mediante el desarrollo de la sociedad en la educación, la ciencia, la
literatura y las artes, entre otros muchos aspectos. La cultura es el
alma de la nación; defenderla es luchar por la identidad nacional.
El arte culinario es parte integrante de la cultura, es una expresión
concreta de una de sus peculiaridades y por ello, manifestación
innegable de la identidad nacional. La gastronomía contribuye al
acercamiento y conocimiento de los pueblos. La forma en que se
preparan los alimentos permite conocer característicasde otros países,
sin llegar a visitarlos. Muchas personas hablan con admiración de la
comida china, italiana, francesa o española, entre otras, las disfrutan
y a través de ellas, llegan a querer a esos lugares y a su gente.
El arte culinario cubano es el fruto de un largo proceso de
transculturación y fusión de diversas cocinas, originarias de cuatro
continentes ( k c a Europa, Asia y América). Este proceso, que ya
lleva cuatro siglos de gestación y desarrollo, se encuentra en su mejor
momento, precisamente cuando puede alcanzar el mayor esplendor.
Cuando los españoles llegaron por primera vez a las costas cubanas,
el 27 de octubre de 1492, encontraron una población de aborígenes
que, aunque no de gran fortaleza física ni de mucha estatura, se
caracteriza por su magsúfica salud, así como por sus cuerpos esbeltos
y ágiles. Los taínos, su expresión social más desarrollada, poseían
I'ATRIMONTO CULTURAL Y TURISMO. CUADERNOS
Gilbeto Smitlz
1
las duras jornadas de trabajo y los tremendos maltratos a que los
sometían sus captores, para obligarlos a encontrar oro, que era su
principal interésen aquellos tiempos. Algunos aborígenes escaparon
a las regiones montañosas de la parte oriental del país, por lo que sus
descendientes pudieron conservar y transmitir a otras generaciones
muchas de sus costumbres alimentarias.
Años más tarde, ya en el siglo XW, surgió la necesidad de
desarrollar la producción azucarera y se hizo evidente la ausencia
de fuerza de trabajo resistente al trópico y a las duras threas de esta
producción. En esas circunstancias, decidieron utilizar esclavos
africanos, que cumplían cabalmente estas exigencias, por lo cual los
arrancaron de sus territorios y los trasladaron a este país, en
cantidades tan significativasque, a mediados del siglo XIX, llegaron
casi a igualar a la población libre (436,500en 1841, lo que representaba
43.3% del total de habitantes).
El impacto de este movimiento migratorio obligado no se hizo
esperar en las costumbres alimentarias.Para los esclavos se elaboraron
dietas especiales, encaminadas a incrementar su rendimiento y a
reducir los gastos que podían ocasionar.Se les administraba un poco
de aguardiente antes de comenzar el trabajo, como fuente energética,
y porciones de bacalao o tasajo en cada comida. El resto de sus
alimentos consistía en un complemento de carbohidratos, el "funche",
elaborado con harina de maíz o arroz y viandas. De aquella época
proviene la introducción en Cuba del cultivo del ñame, la malanga y
el plátano, de origen africano, que hoy constituyen renglones
esenciales en nuestra dieta cotidiana.
Pero los esclavos no trabajaban sólo en las plantaciones cañeras;
algunos de ellos tenían el privilegio de laborar como sirvientes
domésticos y vivir en condiciones más favorables que sus hermanos
1
del campo. De esta forma en muchas casas de la aristocracia criolla y
española trabajaban, como cocineros, hombres y mujeres originarios
del continente africano. Por ello, a nadie debe extrañar que el gusto
dietético de los esclavos se ~flejara en las mesas de sus amos.
Así, el chilindrón de chivo, el quimbombó, el arroz con pollo y
la utilización del ajo, la cebolla y la naranja agria, como condimentos,
también se convirtieron en costumbres cotidianas de las familias
adineradas.
PATRIMONIO CULTLTRALY TURISMO. CUADERNOS
Visión histórica
de la cocina
cubana
Gilbefo Sttlith