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LAS DIEZ FIGURAS DE LA IGLESIA

Aptl. Dr. Guido Luis Núñez

5. LA VID.

En esta figura es especialmente importante recordar que el propósito de estas analogías es


comunicarnos verdades centrales, por lo que no debemos estirar los detalles hasta deformar la
figura. Por ejemplo, desde el inicio se rompe la exactitud biológica cuando se da la posi-
bilidad de que algunos pámpanos se arriesguen a la independencia, cosa que en lo natural
las ramas no tienen esa opción.

El pasaje más importante que aborda ampliamente la figura de la vid es Jn.15:1-8,16. Vamos a
estudiarlo.

(1) “Yo soy”. Este es el último “yo soy” de los siete que habló Jesús sobre sí
mismo en el Evangelio de Juan. Es el que cierra con broche de oro su propia presenta-
ción, pero esta vez no solo se presenta a sí mismo, sino a todo el conjunto de los
que creen en Él, es decir, la Iglesia.

(2) “La vid”. Se dicen tres cosas básicas:


1) Que Jesús es verdadera. Implica que hay una falsa, que no es genuina (Dt.32:32).
2) El Padre es el labrador. Labrador, del griego “georgos” (George, Jorge), y sig-
nifica “trabajar la tierra” (ge = tierra, terreno; orgos = trabajar o hacer).
3) Nosotros somos las ramas.
4) La palabra “vid” viene del idioma celta y significa “conocimiento” (Col.2:2,3).

(3) La prueba del v.2.


1) ¿Quién es quién? “Por sus frutos los conoceréis”.
2) En la Iglesia puede haber gente que está entre nosotros, pero no es de nosotros,
tal como el caso de Judas (Hch.1:25).
3) La clave no es “en mi” de v.2, la clave es “yo en él” del v.5, esta es la conexión
vital y verdadera para ser de la vid. La sabia divina solo le llega a la ramas verda-
deras.

(4) Ser las ramas implica:


1) Somos participantes de la naturaleza divina. Es la vida de Cristo en mi.
2) Estamos unidos por la fe. “Yo soy rama”. “Yo soy una ramificación de Jesús”.
3) Tenemos una responsabilidad natural: dar fruto. Si el fruto de la planta de la vid
son uvas, ¿cuál es el fruto de la planta de Cristo? ¡Cristos! El fruto del Espíritu
es Cristo, por eso dice “fruto”, y como consecuencia se produce el fruto de la salva-
ción en otros cuando tocamos a la gente con amor y paciencia, cuando los
contagiamos con gozo, y paz (Gá.5:22,23).
4) El secreto de mi energía, de mi potencia, es mi conexión con el tronco. ¿Qué es lo
que cada día te anima a vivir? ¿El novio, la novia, el trabajo, el estudio, un deporte,
ir al gimnasio, encontrarte con amigos, una banda, un juego de video, la droga? Son
buenos candidatos para ser podados.
(5) El fruto.
1) Todas las ramas de Jesús dan fruto. Donde no hay vida no hay fruto.
2) Al Señor no le gustan las ramas que no dan fruto (se cortan y se queman;
Mt.21:19).
3) Para los que somos ramas de Jesús no hay otro destino que prosperar, porque
cuando damos fruto (v.2) el Labrador nos limpia para que llevemos más fruto (v.2), y
de ahí a mucho fruto (v.5). Si habías pensado que ya has hecho suficiente... Él
siempre quiere más.
4) La vid es un árbol diseñado para dar fruto, no tiene un gran y hermoso tronco del
que se puede hacer adornos, muebles y hasta casas. La vid es solo para dar fruto.
5) El fruto de la vid se usa para (los frutos no son para nosotros):
I. Estimular al cansado (2S.16:2).
II. Estimular al amargado (Pr.31:6).
III.Estimular al valiente (Sal.78:65).
IV.Sanar enfermedades (1Ti.5:23).
6) Nos hay excusa para no dar fruto, la vid se adapta prácticamente a todos los sue-
los, es “todo-terreno”.
7) Debemos dar fruto en todo lado. La vid es como una enredadera que se extiende,
y si fuera necesario, hasta sube por las paredes. Así debemos ser el olor de su
conocimiento en todo lugar (2Co.2:14).
8) La vid es auto-polinizante, no ocupa polinizadores (avejas, insectos, aves, maripo-
sas, o el mismo viento) para dar fruto, porque el polen de sus estambres cae direc-
tamente en su propia estigma. ¡Cristo es suficiente! Es todo lo que ocupamos
para dar fruto.
9) Dar fruto demuestra que somos discípulos de Jesús, y esto glorifica al Padre.
10)La vid madura a los 3 o 4 años. ¿Cuántos años tienes en la Iglesia y todavía no
das fruto maduro?

(6) La Poda.
1) El secreto de la fecundidad espiritual es la poda.
2) Solo saber quién la hace nos produce consuelo: “Mi padre es el labrador”. Su
mano es perfecta, aunque a veces parece que se destruye la vid, Él sabe lo que es-
tá haciendo, Él no ve el momento presente de poda, Él ve el futuro. La caracte-
rística No.1 del labrador es la paciencia (Stg.5:7,8).
3) ¿Cuándo se poda? Cuando gastamos la energía en nosotros mismos y no en
dar fruto. Así hay menos de nosotros y más de Él.
4) La poda es para tres cosas:
I. eliminar lo enfermo: confesiones, acciones, actitudes que nos dañan.
II. eliminar lo estéril del follaje (puras hojas, apariencia): Posición sin resultados.
III.eliminar lo viejo (es lo más duro): temores, falta de generosidad, auto-suficiencia.
5) ¿Qué se usa para podar? La Palabra. ¿Y qué genera la Palabra? La fe. Esta es
la clave. Todo mal funcionamiento de las ramas es problema de fe. Cuando Pedro
fue podado Jesús le dijo que en juego estaba la fe, y que Él oraría para que su fe no
faltara. Es muy importante un buen “clima” de Palabra y de fe, “el clima” afecta
los frutos: húmedo (mucha agua, evangelio diluido) = uvas sin sabor; frío = uvas áci-
das. El mejor clima para las uvas son los veranos cálidos y secos = uvas dulces.
APÉNDICE

Distintos estudios científicos han demostrado que los habitantes de los países que siguen la
dieta mediterránea y por tanto consumen vino en cantidades moderadas (una o dos copas al
día) tienen un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, por
encima de los 30 gramos diarios el alcohol causa graves daños en el hígado, el cerebro y el
corazón.

El vino aporta minerales y oligoelementos:


Cobre: evita el desarrollo de la micosis.
Magnesio: disminuye el estrés.
Zinc: mejora las defensas inmunitarias.
Litio: equilibra el sistema nervioso.
Calcio y potasio: garantizan un adecuado equilibrio iónico y eléctrico.

Entre sus propiedades curativas se ha demostrado que el uso moderado es útil para mejorar
la artritis, previene la diabetes, previene trombos y cálculos.

El vino ayuda a evitar las reacciones secundarias de medicamentos contra la artritis que pro-
vocan irritaciones en los tejidos del estomago. El vino por ser diurético reduce la retención de
líquidos y minimiza la inflamación en las articulaciones.

Se sabe que el etanol tiene propiedades inhibidoras de la agregación de plaquetas, que es


un fenómeno asociado a la producción de trombos que conllevan al riesgo de accidentes ce-
rebro-vasculares. El vino contiene flavonoides que ejercen la misma acción inhibidora.

Como se sabe, el consumo abundante de agua reduce el riesgo de padecer de cálculos en el


riñón, al evitar la cristalización de oxalatos. Según un estudio epidemiológico reciente, se ha
demostrado que también el vino ayuda a evitar estos cálculos. Además es sedante, y viene
bien contra las infecciones intestinales.

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