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No son sólo las inclemencias del tiempo, las revoluciones o las cagas de las
palomas que acaban con las estatuas de bronce, también pueden servir, fundidas,
para hacer obuses y cañones. Escasean los metales en Alemania durante la guerra.
En octubre de 1941, el gobierno francés de Pétain, a las órdenes de Hitler, decreta :
Artículo 1 : Se procederá a la retirada de las estatuas y monumentos de aleaciones cobrizas,
ubicados en los lugares públicos y locales administrativos, que no presentan un interés artístico o
histórico.
Lehideux, el ministro petainista de la producción
industrial, se encarga de evaluar el valor artístico e
histórico de las estatuas de bronce para entregar a
los nazis todas las que no cuadran con los valores
del mariscal Pétain. Desaparecen de las plazas de
París Étienne Dolet, Diderot, La Fontaine, Charles
Fourier, Jean-Paul Marat, Victor Hugo, Rousseau,
François Villon, Velázquez, Voltaire, Zola y otros
ochenta humanistas, poetas, pintores, músicos,
filósofos y revolucionarios, salvándose los santos y
los reyes. Parece que la copia del Bolívar regalada
por Venezuela, Colombia y otros paises andinos a
la ciudad de París en 1930 fue fundida, pero no he
hallado confirmación de ello. Sólo estoy seguro de
que se encontraba en la Porte de Champerret
antes de la guerra y que hoy en día está en el
Cours-la-Reine, pero ¿será la misma copia de
antes o la reproducción posguerra de esa copia?
Sea lo que sea, pocas de las víctimas de bronce fueron rehechas y reinstaladas
después de la guerra. El pedestal vacío del socialista utópico Fourier, después de
ser coronado, en 1969, por una subversiva réplica de yeso pronto retirada por orden
del gobernador de turno, luce ahora una cabina de vidrio y acero inoxidable, obra
ilegal de un colectivo de artistas que materializa la ausencia de la estatua ; nuestro
socialista alcalde de París aún no la ha hecho quitar, sólo prohibió el acceso a la
cabina que sus antores habían acomodado para que cualquier transeunte pudiera
subir y representar en carne viva a su propio Fourier :
Estatua de Fourier, 1900 La misma, verano 2008 invierno 2008
Étienne Dolet no ha tenido la suerte de Fourier. Hasta su pedestal de piedra
desapareció hace años de la place Maubert en medio de la indiferencia general.
La estatua de Étienne Dolet, editor de Rabelais, en el lugar donde fue quemado con sus libros,
por « blasfema, sedición y exposición de libros prohibidos »
Stalin en pie. Las botas y el zócalo quedaron en el pedestal, el cuerpo fue arrastrado hasta el Centro.
Las inscripciones sobre el « Padre de los pueblos » no son muy caritativas (Vágd, nem apa significa
« pégalo, no es tu padre ». Advertencia a los déspotas : un pueblo que se libera no siempre es tierno.
La fiesta duró poco. Las botas
de Stalin y el pedestal entero
desaparecieron después de la
represión de la revolución por
el ejército ruso, dejando 20 000
muertos en los combates calle
por calle. Pero a la plaza vacía
le quedó el apodo popular de
« plaza de las Botas ».
Después de 1989, una copia de
las botas fue elevada en el
parque Memento («¡recuerda!»
en latin) de Budapest, lo que
me parece una modo simpático
de no olvidar el pasado.
(3) También hay muertes trágicas para las estatuas. Todas las que el gobierno de
Pétain mandó quitar fueron despedazadas, machacadas y fundidas en un mismo
taller de chatarrería de París antes de ser enviadas a Alemania para acabar en
obuses y cañones. Pierre Jahan, un fotógrafo que por casualidad vió entrar en el
taller un camión de donde salían brazos y pies de bronce, lo siguió y los obreros,
repugnados por la tarea que les tocaba hacer, le dejaron actuar. Ese día habían
llegado el matemático Condorcet, reformador liberal y feminista durante la
Revolución ; una enigmática belleza ; el revolucionario Jean-Paul Marat, director de
L’Ami du Peuple ; los cocodrilos y serpientes que rodeaban desde los 1890 el bello
conjunto escultural del Triunfo de la República en la plaza de la Nación,
representando la reacción monárquica que amenazaba la república ; y unos cuantos
más. De todas las fotos, publicadas en libro en 1947, y así sean las estatuas bellas,
mediocres o feas, se desprende una extraña tristeza que invade el alma del más
escéptico frente a la costumbre de petrificar o moldear en el bronce lo que sea. Las
que traigo a continuación y muchas otras, se pueden ver en el sitio
http://www.parisenimages.fr/, colección Pierre Jahan.
¡Pobres saurios! Después de que les hicieron desempeñar el papel de enemigos de la Revolución
francesa, su agonía parece ilustrar el Apocalipsis.
Yves Moñino
Paris, 12 de agosto de 2009
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• * TEXTOS ANTERIORES y ARCHIVOS :
Historia, Memoria, Estatuas y Palomas. Compilación
http://www.scribd.com/doc/18236483/Historia-Memoria-Estatuas-y-Palomas-Compilacion
.
HISTORIA, MEMORIA, ESTATUAS y PALOMAS. Capítulo 5.
http://ntc-documentos.blogspot.com/2009_08_09_archive.html