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Ellas la confiesan
Mi fantasía es...
Generalmente potencian la vida sexual,
pero son pocas las mujeres que logran
conectarse con el sueño erótico que ronda
sus mentes y, muchas menos, las que se
atreven a contarlo. Tres chicas decidieron
revelar su “secreto” y un sexólogo explica el
significado de estas fantasías.
Por Carla Ingus
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Fantasear. A las chilenas parece que les cuesta, porque al sólo
preguntarles por cuál es la imagen erótica que ronda en sus mentes
la respuesta inmediata es: “¿Pero va a salir publicado con nombre?”.
La dualidad entre féminas de avanzada, dueñas de sus vidas, versus
recatadas, con poca experiencia, siguen siendo impedimento no sólo
para contar cuáles son sus fantasías, sino también para conectarse
con ellas.
El punto es, ¿para qué tener fantasías?, ¿ayudan de algo?, ¿no será
que causan mayor frustración al comparar la vida real con lo que “nos
gustaría”?
Tampoco se trata de hacer un tratado sobre los beneficios, pero echar
a correr la imaginación puede ser un gran aporte. Y así lo explica
Ezequiel López Peralta. “Las fantasías son saludables y necesarias,
porque motorizan el deseo sexual y son el ingrediente esencial del
placer. Las fantasías nos orientan hacia determinado tipo de amante
sexual y de actividad sexual. Pensar en el sexo nos mantiene activos y
‘encendidos’. Una persona que no tiene fantasías sexuales, o simple-
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Las fantasías son saludables y
necesarias, porque motorizan el
deseo sexual y son el ingrediente
esencial del placer

mente quien no piensa en el sexo, pierde interés en la sexualidad y no la vive en su

total plenitud”.
Hicimos el ejercicio de que tres mujeres nos hablaran de sus máximas en el terreno
erótico, sus respuestas fueron analizadas y explicadas por el experto argentino Eze-
quiel López Peralta, quien hace años es terapeuta en el país vecino.

De la ternura al sexo salvaje

“Para ser sincera, cada fantasía sexual que he tenido he podido cumplirla con el pasar
de los años... pero hay una que nunca he podido llevar a cabo y que me encanta por
su sencillez. Me imagino en un lugar tropical, caribeño, con mucho calor y humedad,
paseando por la orillas de esas playas de ensueño dignas de ser la isla de la fantasía,
de la mano con mi pareja, ambos con muy poquita ropa. De pronto cae una tormenta
tropical, de esas lluvias que parecen verdaderas cortinas de agua y corremos a refu-
giarnos entre las palmeras y esa vegetación exuberante, ahí nos comenzamos a besar
y nos tiramos al suelo y quedamos empapados y llenos de barro. No sé qué encuentro
de sexy en esta idea de quedar embarrados, pero me encanta pensar en los cuerpos
mojados y sucios … y, bueno, ahí tenemos el mejor y más salvaje sexo …. ahí entre
el calor y la naturaleza”, Soledad González, comunicadora social, 34 años.
Sexólogo: Es una típica fantasía sexual femenina, con una detallada descripción del
contexto, un encuentro espontáneo y la sensualidad a flor de piel. El hecho de tirarse
al suelo, comenzar a besarse y quedar embarrados es casi una fusión simbólica de los
dos, unidos eróticamente por el barro. También aparece esa cuestión de erotización
ascendente, desde lo tierno (caminar plácidamente tomados de la mano) hacia lo más
instintivo (el sexo salvaje del final). Ésta es una fantasía que la mujer en general se
permite pensar y también cumplir, siempre y cuando tenga a su lado al compañero
indicado y la posibilidad de acceder a un lugar como el que se describe.

Un desconocido
“No sé si algún día me atreva a cumplirla, pero mi fantasía se me generó en un viaje
que tuve al extranjero, específicamente en Brasil, donde está muy de moda esta cosa
de los bares sexuales. Nunca me atreví ir a uno, pero la verdad es que hasta el día de
hoy me imagino entrando a uno totalmente sola. Por una amiga supe que habían unos
bien chic en cuanto a decoración y a la gente que asistía. Yo sueño con entrar a este
lugar y acercarme a algún tipo que me llame la atención y dejarme llevar completa-
mente mientras veo cómo las otras parejas están en la misma, ya que me imagino
que sería extremadamente hot y excitante. No me interesaría ni siquiera hablar con
él, sólo cumplir con todos mis más básicos instintos. Después me tomaría un trago y
partiría”, Claudia Tapia, 30 años.
Sexólogo: Se trata de una fantasía transgresora, en la que ella desea permitirse
aquello que en nuestra sociedad tan machista aparece prohibido para la mujer:
dejarse llevar lisa y llanamente por su impulso, vivir una sexualidad instintiva, tomar
al varón como un objeto sexual. Si bien muchas mujeres dicen necesitar del marco de
una relación afectiva y estable para que se encienda su deseo, no podemos negar que
las situaciones diferentes a la sexualidad femenina típica, no permitidas y en las que
se llega al límite, resultan particularmente excitantes.

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Muchos, pero muchos
“Tener una noche de sexo con varios hombres, tres, pero de uno en uno. Me imagino
vestida con una camisola negra transparente y sólo un colaless en una casa antigua
con muchas habitaciones, me la imagino una típica casa sureña. Cada uno de mis
hombres está en una pieza ambientada con velas, desnudo y tapado sólo con una
sábana blanca y ahí entro yo para que haga lo que quiera... en rigor esta fantasía la
tenía con mis profesores, cuando recién despertaba sexualmente, una especie de
prostituta, pero de más elevado nivel”, Lorena Aburto, 36 años.
Sexólogo: Esta fantasía tiene algo de las dos anteriores. Por un lado el buen gusto
y refinamiento de la escena elegida, por el otro el desenfreno sexual en el cual la
mujer se despoja de todos sus prejuicios para disfrutar de su cuerpo de la manera
que le dicta su deseo. Se destaca la atracción por los cuerpos parcialmente velados
(el suyo y el de los hombres), la importancia de sentirse deseada por ellos
y también cierta preferencia por las relaciones asimétricas en las
que el otro tiene poder (como es el caso de los profesores).

Las más recurrentes

A diferencia de lo que ocurre con los hombres, que generalmente tienen
una o dos opciones en mente, las mujeres disfrutan de distintas ideas. Un
estudio realizado en España lo confirma, así como también que esto les produce cierto
grado de culpa.
1. Hacer el amor con algún desconocido es una fantasía de aproximadamente del 21%
de las mujeres. A veces se trata de alguien conocido del entorno inmediato, al que se
suele ver ocasionalmente en el trabajo, en el barrio, o en el metro.
2. Imaginar relaciones sexuales con personas del mismo sexo. Es una fantasía que han
tenido alguna vez el 18% de las mujeres. Esto es algo que inquieta a mujeres hetero-
sexuales, aunque es mucho más común entre las mujeres que en los hombres.
3. Otra de las fantasías que con posterioridad genera cierta preocupación es imaginarse
siendo obligada a tener relaciones sexuales con conocidos o desconocidos, lo cual ha
estado en la mente del 19% de la población femenina.

Son parte de la vida y como conclusión de los expertos podemos decir que su gran efecto
es mejorar la vida sexual. Por un lado, nos invitan a comprender mejor nuestras actitudes
sexuales y, por otro, a entender nuestros comportamientos en este ámbito. Es normal,
recomendado incluso y muy entretenido. Atrévete a hacerlas realidad.

Con lo que ELLOS fantasean

Pese a que nuestras fantasías son mucho más elaboradas y prestan más atención
al detalle, los hombres también tienen las suyas. Aquí te damos el top ten de las
fantasías masculinas. Convérsalo con él y diviértete probando algo nuevo.

1. Hacer un trío contigo y otra mujer.

2. Tener sexo en lugares públicos, como en la oficina, un ascensor, el automó-
vil, etc.
3. Que te disfraces de enfermera, colegiala o diablita.
4. Sexo con una extraña, algo de una noche con alguien totalmente desconoci-
do y que probablemente no verá más.
5. Que te masturbes para él.
6. Tener sexo con la mujer de otro.
7. Verte teniendo sexo con otro hombre.
8. Que alguien los mire teniendo sexo.
9. Tener sexo con una mujer mayor y con más experiencia que ellos.
10. Ser dominado por ti, que lo ates y lo hagas tu esclavo sexual.

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 COLUMNA / 33

Masturbación en la
adolescencia

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Por Ophra Friedmann*

P
ara nadie es un secreto que la adolescencia -que se inicia con la pubertad- es
un período de muchos cambios y rápido crecimiento físico. Lo que talvez pocos
manejan es que este último aspecto genera gran confusión y aislamiento a
esta edad. ¿Los motivos? La intensa producción de hormonas.
Mientras las mujeres presentan la primera menstruación, el crecimiento de
los senos y del vello púbico y axilar, los hombres experimentan el desarro-
llo de los genitales, cambian la voz y aparece la primera eyaculación, por
nombrar algunos aspectos.
Ante tantos cambios, los adolescentes sienten angustia y confusión. Surgen
nuevas sensaciones corporales y vivencias mentales. Experimentan gran curiosidad, placer,
pero también miedo y culpa. Los impulsos sexuales inundan sus cuerpos y sus mentes.
Penada y muy mal mirada, la masturbación (autoestimulación genital) se convierte en una
actividad central, muchas veces incomprendida, que permite la satisfacción de los estí-
mulos sexuales, alivia
la tensión mental que
La masturbación es absolutamente generan las inquietudes
natural, no hay que invadir los y sensaciones que
caracterizan esta etapa.
espacios de los adolescentes, Es la primera experien-
debemos permitirles intimidad y eso cia sexual de muchos
jóvenes.
significa, por ejemplo, respetar los Los niños también se
momentos en que buscan soledad masturban, en forma
menos evidente, porque
es parte del desarrollo
sexual de todo ser humano. La diferencia radica en que en la adolescencia la masturba-
ción es consciente y tiene como finalidad descubrirse y producir placer. La frecuencia con
la que cada cual realiza esta práctica es individual, ya que la intensidad de las hormonas
afecta de manera particular. Cada adolescente tiene su propio ritmo de desarrollo físico,
fisiológico y mental. Además, la sexualidad de una persona no tiene parangón con otra.
Si bien por generaciones ésta ha sido tratada como un secreto, lleno de tabúes, especial-
mente, con respecto a la mujer, no debemos olvidar jamás que es una práctica humana y
sana. En este sentido, cabe destacar que todos los estudios demuestran que es saluda-
ble, que ayuda y enseña a la gente cómo dar y recibir placer sexual.
Por lo mismo, la actitud de los padres ante la masturbación debiese ser de tranquilidad.
No deben invadir los espacios de intimidad de sus hijos. Eso abarca aspectos como no
entrar al baño ni al cuarto que ocupa el adolescente sin golpear la puerta. Ser sorprendi-
dos masturbándose los puede hacer sentir angustiados, culpables, etcétera.
Finalmente, debemos puntualizar el hecho de que ésta es la forma de conocerse y, en la
medida que una persona joven descubra lo que le da placer, logrará una mejor experien-
cia sexual en la vida adulta.

*Psicóloga clínica Centro Clínico y Docente de Sexualidad Humana, fono 247 8567.
www.centrodesexualidad.cl

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