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A continuación se expone detalladamente los indicadores de cada uno de los tres temas
utilizados para analizar la gobernanza legislativa. Para cada indicador se detalla qué
mide y cuáles son sus implicaciones para la gobernabilidad democrática. Los
comentarios a los indicadores también pueden obtenerse mediante el sistema Lagniks o
a través de la propia guía de lectura, puesto que cuando se consulta un indicador el
usuario tiene la opción de ver la nota técnica y el comentario del mismo.
DIAGRAMA
Congreso
Sistema Electoral
Formula Electoral Representación Relaciones entre Poderes
Tipo de Listas Poderes Proactivos y Reactivos del
Calendario Electoral de Intereses Presidente
Sistema de Partidos Poderes Presupuestarios
Poder Ejecutivo
1. El Sistema Electoral
• Los indicadores utilizados para analizar esta situación son los siguientes: la
fórmula electoral para elegir al presidente y al legislativo; la magnitud del
distrito electoral; el tipo de listas; el número efectivo de partidos; la concurrencia
de las elecciones presidenciales y legislativas; y la duración del mandato del
presidente.
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Por voto estratégico se entiende aquella situación en la que el votante, sabiendo que su máxima
preferencia no tiene posibilidades de resultar escogida, eligen aquella que les parece ‘menos mala’ entre
las que tienen posibilidades de salir escogidas. Este tipo de voto se da sobretodo en las elecciones
presidenciales.
primera vuelta, prueba de ello es que ninguna de las diecisiete elecciones por
mayoría cualificada ha requerido de segunda vuelta y el presidente ha obtenido el
respaldo del votante en la mediana (aquél que tiene a su derecha e izquierda igual
número de votos). Finalmente, existe una peculiaridad en el caso de Bolivia donde
tras un fórmula de elección mixta del Congreso, éste elige por mayoría absoluta
entre los candidatos de las dos listas más votadas, lo que favorece la formación de
coaliciones multipartidistas mayoritarias en apoyo del presidente en el congreso, lo
que puede favorecer la cooperación entre el Presidente y el Congreso al asegurar en
mayor medida un gobierno mayoritario de coalición.
La Magnitud del Distrito Electoral: La magnitud del distrito electoral se define como
el número de escaños que, en promedio, se escogen en los distritos electorales definidos
del país. Cuando la magnitud del distrito electoral es igual a 1 se está ante el caso de un
sistema mayoritario en sistemas uninominales (como en Inglaterra). Cuanto mayor se va
haciendo la Magnitud del Distrito Electoral mayor es el numero de escaños que se
asigna en un distrito promedio. El caso extremo se produce cuando todos los
legisladores son escogidos en una misma circunscripción nacional (como el Parlamento
en Israel o el Senado en Colombia) y entonces el valor de la Magnitud del Distrito
Electoral es igual al conjunto de legisladores escogidos. Respecto a los efectos de la
magnitud del distrito conviene enfatizar dos. Un primer efecto provoca un aumento de
la proporcionalidad. En sistemas proporcionales (como es el caso para la mayoría de
elecciones parlamentarias en América Latina), cuanto mayor es el distrito electoral más
proporcional es el resultado de una elección y, por tanto, los partidos minoritarios tienen
más opciones de estar representados en el legislativo. Esto no es necesariamente bueno,
sobretodo si genera una excesiva fragmentación del número de partidos que dificulte
mucho la toma de decisiones. Un segundo efecto de la magnitud del distrito afecta al
carácter de los intereses de los candidatos electos. Distritos mayores favorecerán
intereses más centrados en el ámbito local que nacional, lo que puede dificultar la
cooperación entre legisladores que sobretodo responden ante intereses particulares y un
presidente que ha de dar respuestas a problemáticas de ámbito nacional.
Tipo de Listas: El tipo de listas hace relación a la forma en que el votante puede marcar
la boleta. En general existen dos tipos: abiertas (el elector puede escoger a cualquier
candidato de la lista presentada por el partido) o cerradas (el electos únicamente puede
votar a toda la lista presentada por algún partido). Los efectos principales del tipo de
listas sobre la cooperación legislativa son esencialmente dos. En primer lugar, las listas
abiertas fomentan en mayor medida que las cerradas la indisciplina de los partidos en el
legislativo, lo que se debe a que la lealtad al partido se reduce cuando no se depende de
la inclusión del candidato en la lista para resultar electo como diputado o senador, sino
que se depende de la elección de los ciudadanos. Así, las listas abiertas reducen el
control del partido sobre los candidatos y aumenta la independencia de los mismos en el
legislativo. En segundo lugar, como las listas abiertas tienden a centrar las elecciones
más en el candidato que en el partido, los candidatos tienen más incentivos a responder
ante el electorado que los ha apoyado que ante el conjunto de los votantes, lo que
produce que dichos candidatos se centren en la provisión de bienes privados a sus
electores para ganar posiciones respecto a sus oponentes. De esta forma, los sistemas
muy centrados en los candidatos pueden dificultar la cooperación entre el legislativo y
el presidente en tanto diputados y/o senadores puede que no estén interesados en apoyar
las medidas pretendidas por el presidente para dar respuesta a una demanda nacional ya
que sólo sacan rédito electoral de medidas encaminadas a mejorar las condiciones de
vida de su núcleo de votantes. Los sistemas electorales de listas abiertas, como los
existentes en Perú o Brasil, pueden dificultar la cooperación legislativa aumentando la
indisciplina parlamentaria o provocando que los disputados y senadores sólo estén
interesados por aquellas medidas que favorecen a la circunscripción electoral de donde
han salido electos. No obstante, conviene tener en cuenta que en los bipartidismos con
fuertes separaciones de poderes, muchas veces la indisciplina parlamentaria puede ser
favorable a la cooperación y permitir en vez de impedir la acción legislativa.
Duración del Mandato del Presidente: La duración del mandato del presidente
nos da una idea del horizonte temporal con el que trabaja el equipo de gobierno. Es
especialmente relevante analizar su coherencia con el mandato del legislativo, en
tanto la ausencia de la misma puede indicar mayores conflictos entre presidente y
legislativo. Asimismo, conviene tener en cuenta que cuanto menor es la duración del
mandato mayor es el coste de la no concurrencia para la cooperación y la
estabilidad, ya que los incentivos a cooperar entre partidos disminuyen cuando se
acercan las elecciones. De esta forma, si bien ante elecciones concurrentes conviene
que los mandatos sean cortos (cuatro años) para dar oportunidades a la ciudadanía
de revelar sus preferencias y responsabilizar a los políticos por su gestión, ante
elecciones no concurrentes resulta mejor dilatar los mandatos del presidente y los
legisladores.
2. Relaciones entre poderes
La iniciativa exclusiva del presidente hace referencia a aquellas materias en las que el
presidente tiene reservado el poder para iniciar su consideración parlamentaria. La
iniciativa exclusiva está sobretodo reservada para ciertas materias económicas y fiscales
en Bolivia, Chile, Colombia y Uruguay, y en cuestiones militares y administrativas en
Brasil. De esta forma, en estas materias el presidente puede bloquear cualquier cambio
simplemente absteniéndose de iniciar el proceso legislativo, puesto que una vez iniciado
el proceso el legislativo podrá enmendar o vetar dicha propuesta. (Colomer)
Decree Power (Tsebelis) La capacidad del presidente para legislar por decreto es uno de
los factores más estudiados por la literatura académica reciente. Los decretos
presidenciales y la delegación del congreso del poder legislativo al ejecutivo se han
utilizado para emprender gran parte de las reformas más importantes en los países
Latinoamericanos. Únicamente Argentina, Brasil, Colombia, y Perú proveen de amplios
poderes para elaborar decretos a sus Presidentes. En Brasil y en Colombia los decretos
tienen efectos directos pero duran únicamente un cierto periodo (30 y 90 días
respectivamente). En Colombia, los decretos requieren ser precedidos de una
declaración de emergencia nacional, algo nada infrecuente en la región, y , tras el estado
de excepción, requieren de la pronunciación del Congreso. En Perú y Argentina, los
decretos no tienen una duración preestablecida y el objeto de los mismos abarca más
que la legislación por razones de emergencia o de tipo económico.
Los poderes reactivos del presidente. Los poderes reactivos del presidentes hacen
referencia a la capacidad del mismo para vetar la legislación surgida del parlamento.
Estos poderes se concretan en el tipo de veto que puede realizar el presidente, en las
mayorías requeridas para levantar dicho veto, y en la fórmula establecida para resolver
los conflictos cuando es imposible llegar a una solución. (Tsebelis)
El tipo de veto que puede realizar el presidente es total o parcial. Todos los presidentes
de Latinoamérica tienen capacidad de veto en su totalidad y sólo en México, Guatemala,
Honduras, y la República Dominicana se impide el veto parcial. El veto parcial en
América Latina es generalmente muy amplio e incluye palabras, líneas, parágrafos,
artículos, etc. (Tsebelis)
Las mayorías para levantar el veto presidencial hacen referencia al número de votos
necesario para pasar la ley originada en el parlamento. Obviamente, cuanto mayores son
estas mayorías, mayor es el poder del Presidente. Cuando el veto del presidente se
puede levantar con una mayoría simple (como en Nicaragua, Perú, y Venezuela), y
sobretodo en regímenes unicamerales, el poder de veto desaparece. Este poder aumenta
a medida que las mayorías requeridas para levantarlo se hacen más fuertes. Así, una
mayoría de 2/3 otorga más poder de veto al presidente que una de 3/5. Sin embargo,
conviene tener en cuenta que la dificultad para lograr estas mayorías también dependerá
del número de partidos existentes en el legislativo y del grado de disciplina partidaria de
los legisladores. Por ejemplo, una mayoría de 2/3 en un sistema bipartidista puede ser
más fácil de lograr que una de 3/5 en un sistema multipartidista con indisciplina
parlamentaria. Asimismo, en los sistemas bicamerales, a veces se exige las mayorías en
ambas cámaras o en sesión conjunta.
En segundo lugar, la simetría hace referencia al grado en que las dos cámaras tienen los
mismos poderes. Cuando las cámaras son muy simétricas y ninguna prima sobre la otra
los conflictos y los costes de tomar decisiones en términos de tiempo y esfuerzo
aumentan. Una fórmula que permite conocer la simetría entre las cámaras es la relativa
a la forma en que se resuelven los desacuerdos entre las mismas. Cuando la fórmula
exige una sesión conjunta normalmente se prima el criterio de la cámara baja que suele
ser más numerosa. Otras fórmulas comprender la toma de decisiones por parte de la
cámara donde se originó la ley (caso de Argentina) y la creación de una cámara de
Control Parlamentario del Gabinete: Para fomentar la cooperación legislativa las
preferencias del Gabinete Presidencial deberían estar lo más cercanas posibles al
legislador en la mediana (aquel que tiene un igual número de legisladores a su izquierda
y a su derecha). Esto depende en gran parte de tres reglas institucionales: la capacidad
de censurar a los miembros ministeriales que tiene el legislativo, la capacidad de
disolver las cámaras, y la capacidad del legislativo para realizar un juicio político.
La capacidad del legislativo para establecer mociones de censura a los miembros del
gabinete puede reforzar la interacción entre los miembros del ejecutivo y del legislativo.
Recientemente ha sido una de las reformas constitucionales más emprendidas en
América Latina durante los 90, como las de Colombia, Paraguay, y Argentina, que
siguieron las previamente adoptadas por Bolivia, El Salvador, Guatemala, Perú,
Uruguay, y Venezuela. Sin embargo, ningún país Latinoamericano exige la aprobación
del Gabinete por una mayoría legislativa tal y como sucede en Estados Unidos. En los
sistemas bicamerales, la mayoría de países Latinoamericanos otorgan la capacidad de
censura a las dos cámaras. Las mociones de censura pueden ser únicamente para el jefe
de Gabinete (como en Argentina), no ser vinculantes (como en El Salvador, o
Paraguay), o ser completamente vinculantes y poder destituir a los miembros del
gabinete sometidos a ellas (como en Colombia, Guatemala, Perú, Uruguay, y
Venezuela). En caso de no ser vinculantes, las mociones de censura pueden tener
efectos indeseados como el que muchos legisladores inicien mociones oportunistas para
criticar a los miembros del gabinete con la única intención de influir en la opinión
pública.
El juicio político es un mecanismo de censura del ejecutivo por parte del legislativo que
expresa una situación de crisis de gobernabilidad. Mayorías más elevadas pueden
asegurar la estabilidad y evitar el uso demasiado frecuente al juicio político.
3. Organización Interna y Funcionamiento del Legislativo: La Agenda Legislativa
Los poderes para establecer la agenda pueden atribuirse a (1) todos los bloques del
legislativo (forma consensual), (2) a un único miembro de la cámara (como su
presidente), (3) a un Comité de la Cámara escogido por representación proporcional, (4)
conjuntamente a un comité y a las autoridades de la cámara conjuntamente, o bien (5)
únicamente a la Mesa del Parlamento o el Senada.
Más allá de quién tiene el poder formal de establecer la agenda, está la facilidad con que
puede cambiarse. La facilidad con la que puede cambiarse la agenda del legislativo
depende de la mayoría requerida. En general, pueden distinguirse dos requerimientos,
aquellos que requieren de un voto por mayoría simple para cambiar la agenda del pleno
y aquellos que exigen supermayorías (3/5 o 2/3). Cuanto más fácil resulta cambiar la
agenda legislativa, más se favorece a las minorías y la inclusividad de diversos temas y
preferencias en la agenda.
Comisiones Legislativas
En segundo lugar, otro procedimiento importante es aquel que capacita a las autoridades
de la cámara para evitar el trámite por la comisión parlamentaria. Por ejemplo, en la
cámara de diputados chilena, la Mesa puede presentar leyes por fácil despacho o por la
vía rápida para que sean discutidas por el pleno sin un segundo informe de la comisión
sobre sus detalles, sin permitir enmiendas sobre los gastos asociados, y con no más de
diez minutos de debate por ley. En Nicaragua, el presidente de la cámara puede evitar el
trámite por la comisión legislativa y colocar en la agenda del día una propuesta de ley
del ejecutivo considerada urgente.
Los partidos en minoría o los miembros disidentes de la mayoría pueden utilizar reglas
para prevenir o retrasar el avance de una ley que no es de su agrado. El Quórum
requerido para la aprobación de leyes no constitucionales determina la capacidad que
una minoría tiene para utilizar su voto de forma estratégica y permitir que una ley siga
para adelante ( bien absteniéndose o votando en contra o bien no asistiendo a la
votación). Las posibilidades son tres. La exigencia de supermayorías de 2/3 como en el
caso de Costa Rica; una mayoría de los miembros de los miembros de la cámara; o
menos de la mayoría de la cámara (incluidos aquellas instancias legislativas donde se
requiere una mayoría pero con excepciones, como por ejemplo la de no contar a los
suspendidos, no incorporados o con permisos para ausentarse por razones de
enfermedad o viaje).
Por otro lado, la existencia del denominado ‘filibustero’ o senador o diputado que
utiliza ilimitadamente el tiempo de que dispone para prevenir que se vote una ley a no
ser que una mayoría fuerce la clausura del debate. La ausencia de limitaciones en el
tiempo disponible caracteriza los parlamentos de Suecia, Finlandia y Holanda, mientras
que en Bolivia se requiere de una supermayoría de 2/3 para cerrar el debate sin límite de
tiempo asignado a los legisladores. Sin embargo, esto no sucede en casi ningún otro país
de Latinoamérica.
Procedimientos de Enmiendas