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Colombia
En Colombia se registran 641 especies en vía de extinción; la mitad de ellas
en peligro inminente
Desde 1998 el Ministerio del Medio Ambiente, el Instituto Alexander von Humboldt y el Instituto de
Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, trabajan en el 'Proyecto Libro Rojo de Especies
Amenazadas de Colombia', dedicado a identificar las especies de la fauna y flora que requieren
eficientes y urgentes medidas de protección. También buscan detener y mitigar procesos de
extinción y garantizar la supervivencia de estas especies.
El primer grupo de libros rojos fue sobre aves, invertebrados marinos, peces continentales y
marinos; plantas criptógamas, reptiles y un primer volumen de plantas fanerógamas y anfibios. Se
esperan los libros sobre hongos, invertebrados terrestres, mamíferos y de plantas fanerógamas, en
preparación.
Anfibios
Desde 1980 los investigadores del mundo comenzaron a llamar la atención. Un fenómeno se
ensañaba contra lugares ricos en ranas hasta desaparecer poblaciones enteras. Se empezó a
hablar de la 'Declinación global de ranas', una mortalidad masiva y rápida de especies.
Hoy, la situación continúa. Se sospecha del cambio climático que puede incrementar la actividad de
insectos portadores de un hongo patógeno, pero también de la contaminación, la lluvia ácida, los
residuos radiactivos. Se sabe de 159 especies desaparecidas en el mundo.
Lo extraño es que el fenómeno ocurre en áreas contaminadas y prístinas, más cuando los anfibios
son indicadores biológicos y de la calidad del ambiente. "Pienso que es una alerta que estos
animales lanzan a los humanos. Es como si dijeran: hay algo malo para nosotras, tal vez será malo
para la humanidad. Esto coincide con el incremento de cáncer de piel. Lo cierto es que hay
anomalías climáticas y las primeras en cantarlo son las ranas", dice José Vicente Rueda, biólogo
dedicado a la investigación de anfibios.
Explica que por ahora hay preocupación por las ranas pero debe haber una alianza de todos los
profesionales para saber qué es lo que está ocurriendo.
En Colombia, país más rico del mundo en ranas, el fenómeno está presente. Hay registradas 735
especies y cuando se estudien áreas no exploradas, se podrían superar las mil, dice Rueda.
En las selvas de Florencia (Caldas), en un parche boscoso de 5.400 hectáreas, entre 1.000 y 2.000
metros de altura, hay 45 especies. Es la mayor cantidad de ranas por unidad de superficie del
mundo y todavía no ha sido incorporada al sistema de áreas protegidas del país.
La extinción ataca a muchas especies más, que van desde el oso de anteojos hasta invertebrados,
plantas y peces que no alcanzan a ser estudiados o protegidos.
Proyectos en el Sinú
La Fundación Omacha y Conservación Internacional advierten del peligro para cinco especies de la
cuenca del río Sinú como consecuencia de deforestación, sedimentación, contaminación de agua,
incremento de zonas agrícolas, proyectos viales, embalses, minería y expansión de centros
urbanos.
Tortuga carranchina
Es la especie de agua dulce más amenazada en Suramérica. Quedan mil en Córdoba y Sucre. No
es consumida pero la pescan accidentalmente y para no perder el anzuelo la decapitan.
Manatíes
Conocido como manatí de Las Antillas (Trichechus manatus manatus) tiene una población cada día
más escasa. Es una especie declarada como vulnerable (VU). Tiene un ciclo muy lento de
reproducción.
Nutria neotropical
No existen estudios sobre la diferenciación genética de las poblaciones del Pacífico, Caribe,
Amazonas y Orinoco.
Delfín costero
Es una de las especies cetáceas más pequeñas del mundo y menos conocidas. El delfín costero
(Sotalia Fluviatis) está categorizado como vulnerable (VU). La Fundación Omacha realiza estudios
en Cispatá y el golfo de Morrosquillo.
Tortuga de río
Está considerada en peligro (EN) debido a la persecución por su carne y huevos, especialmente en
Semana Santa. La tortuga (Podocnemis lewyana) se localiza especialmente en el Sinú.
A tiempo de salvarlos
Coral cuerno de ciervo, peces peine, sierra, bocachico y mero; guasa; tigre rayado; cocodrilo
americano; caimán llanero; tortugas carey, charapa; morrocoyo, tinamú, petrel ecuatoriano, pato
negro, pavón colombiano, pavón moquirrojo, perdiz santandereana, pollo sabanero, cucarachero
de Nicéforo, marimonda amazónica, dantas centroamericana y del Magdalena, Venado
caramerudo.
Los cálculos señalan que en 1994, por cada peso producido por la economía en
Colombia, la naturaleza aportaba un mínimo de 4.7 pesos, bajo la forma de servicios
ecosistémicos no valorados dentro del PIB, representados en equilibrio climático,
control de erosión, captura de CO2 y protección al hábitat.
Entre las especies extintas en la naturaleza, una cetácea, Frailea colombiana, y dos
orquídeas del genero Masdevallia, sólo se encuentran como parte de colecciones del
exterior.