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Portada
Pbro. Eladio Domeño con fondo de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario
Contraportada
Fotografías del álbum personal de Pbro. Eladio Domeño
Diseño de Portada
Gregori Lobo
Trascripción de Texto
Seminaristas del Vicariato Apostólico de Machiques
Corrección de texto
Marco Antonio Cueter F.
Seminario San Buenaventura de Mérida–Venezuela
Diseño y Diagramación
Gregori Lobo
Arte Final
Gregori Lobo
“Mi fe de vida”
Nací en Pamplona, España, el 08 de
Enero de 1.935, hijo de Serafín Domeño(+) y
Francisca Maeztu(+), tengo 03 hermanos,
Josefina: Del Opus Dei, José Luis: casado y
con 05 hijos y Andrés: Sacerdote Escolapio
en Japón.
Estudié primaria en la escuela del
Barrio Magdalena y la culminé en el Colegio
de los Padres Escolapios. De 1.947 a 1.959
estudié en el Seminario de Pamplona:
Humanidades (5 años), Filosofía (3 años),
Teología (4 años). Me ordené de Sacerdote
el 19 de Julio de 1.959. Los primeros 9 años
trabajé con el equipo Formador del
Seminario. Hecho este “rodaje”, llegué a
Venezuela el 08 de septiembre de 1.966.
Vine en barco a la Guaira: 11 días me costó
llegar.
La “cuarentena” la pasé en Cabimas, en la Villa puse el pié el 28
de Septiembre de 1.966. Vine a predicar la Novena a la Virgen del Rosario
desde un púlpito, en la primera columna de la Iglesia a 4 metros de altura y
a “grito pelao” y me quedé aquí. El 1 de Mayo de 1.967, Monseñor
Aurrecoechea nuestro Obispo en aquel entonces, me llevó a Machiques,
Viví primero en la Catedral y luego en el Colegio San Pablo de los
Hermanos Maristas. Allí estuve 7 años, desde donde atendía el Caserío de
Calle Larga.
El 15 de Junio de 1.974, el mismo Obispo me devolvió a la Villa y
aquí he dejado el pelo, los dientes en el Dr. Camilo Saab y espero dejar mis
huesos. ¿Quién me enterrará?, “Despreocúpate” Eladio, que no faltará
quien te entierre, si te han enterrado vivo, cuánto y más muerto! (Humor
Negro).
Vine a los 31 años y ya cumplí 74, he vivido 43 años en Perijá y en
la Villa 38, ¿Qué he hecho en estos 38 años?, mi Curriculum, no hace falta
introducirlo, porque todos lo conocen, unos estarán de acuerdo y otros en
desacuerdo, pero yo me siento muy bien: con una conciencia muy en Paz
con Dios y con ustedes mis feligreses y muy a gusto como hombre y como
Sacerdote. Si no fuera así, yo no estuviera aquí.
Este es mi perfil, más que una Biografía, es una Cronología. La
Necrología, todavía no está lista, será otro día.
MONICIÓN DE ENTRADA
Buenos días. Queridos hermanos, sean bienvenidos a esta
Eucaristía, que nos une en la alegría de compartir la celebración de
las Bodas de Oro Sacerdotales del Padre Eladio Domeño, párroco de
esta comunidad. Nuestra feligresía se siente agradecida con el Buen
Dios por habernos cuidado, enseñado, y guiado a través del
ministerio sacerdotal del Padre Eladio.
Dios, en su gran bondad y misericordia ha permitido que la
fidelidad haya sellado su existencia y que ahora podamos
contemplar en su rostro la belleza de una vida de entrega generosa
en el servicio y en la caridad, transparentando la imagen de Cristo
en medio de nuestro pueblo.
Cincuenta años de vida sacerdotal se han convertido en la
oportunidad para que el corazón manifieste su gratitud. Hoy
celebramos la fidelidad al compromiso que el Padre Eladio hizo un
día con el Señor, un profundo misterio. Él fue elegido
personalmente por Dios para una misión específica: ser Sacerdote, a
imagen de Cristo, Buen Pastor. Son muchos los fieles que han
recibido de las manos del Padre Eladio los sacramentos de
iniciación cristiana, el sacramento de la reconciliación, la unción de
los enfermos y el sacramento del Matrimonio. El compromiso
apostólico del Padre Eladio creció siempre unido a la verdad
contemplativa de la humanidad doliente.
Que esta celebración eucarística, en la que nos hemos reunido para
dar gracias a Dios por el don de la vocación y la vida del Padre
Eladio, sea una manifestación auténtica de amor filial y de
comunión eclesial. . Nos ponemos de pie para dar inicio a esta gran
liturgia.
Canto de entrada.
Saludo
El obispo, extendiendo las manos, saluda al pueblo con la siguiente fórmula:
La gracia de nuestro Señor Jesucristo,
el amor del Padre
y la comunión del Espíritu Santo
estén con todos vosotros.
El pueblo responde:
Y con tu Espíritu.
Acto penitencial
El obispo invita a los fieles al arrepentimiento:
El Señor Jesús,
que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía,
nos llama ahora a la conversión.
Reconozcamos, pues, que somos pecadores
e invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.
Se hace una breve pausa en silencio.
Después, hacen todos en común la confesión de sus pecados:
Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Golpeándose el pecho, dicen:
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Luego prosiguen:
Por eso ruego, a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos
y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.
El obispo concluye con la siguiente plegaria:
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
El pueblo responde:
Amén.
PROFESIÓN DE FE.
Creo en Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos,
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
Luego el obispo, con las manos extendidas, dice la oración sobre las ofrendas:
T
e ofrecemos, Señor,
este sacrificio de alabanza
para que, aumentes en Eladio el espíritu de servicio
y lleves a término lo que le has entregado
sin méritos propios.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
El pueblo aclama:
Amén.
T
e damos gracias,
Señor y Padre nuestro,
te bendecimos y te glorificamos,
porque has creado todas las cosas
y nos has llamado a la vida.
12 Celebración Eucarística Jubilar
Pbro. Eladio Domeño
Tú nunca nos dejas solos,
te manifiestas vivo y presente
en medio de nosotros.
Ya en tiempos antiguos
guiaste a Israel, tu pueblo,
con mano poderosa y brazo extendido,
a través de un inmenso desierto.
Hoy acompañas a tu Iglesia peregrina,
dándole la fuerza de tu Espíritu.
Por medio de tu Hijo
nos abres el camino de la vida,
para que a través de este mundo,
lleguemos al gozo perfecto de tu reino.
Por eso,
con los ángeles y los santos,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Coro y pueblo:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
T
e glorificamos, Padre santo,
porque estás siempre con nosotros
en el camino de la vida,
sobre todo cuando Cristo, tu Hijo, nos congrega
para el banquete pascual de su amor.
Como hizo en otro tiempo
con los discípulos de Emaús,
él nos explica las Escrituras
y parte para nosotros el pan.
Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice:
Te rogamos, pues, Padre todopoderoso,
que envíes tu Espíritu sobre este pan y este vino,
Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz
conjuntamente, diciendo:
de manera que sean para nosotros
Cuerpo y Sangre de Jesucristo,
Hijo tuyo y Señor nuestro.
Junta las manos.
En las fórmulas que siguen, las Palabras del Señor han de pronunciarse con
Después prosigue:
Del mismo modo,
Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
tomó el cáliz lleno de vino,
te dio gracias con la plegaria de bendición,
y lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Se inclina un poco:
TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS
Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora
haciendo genuflexión.
RITO DE LA COMUNIÓN
Una vez dejado el cáliz y la patena, el obispo, con las manos juntas, dice:
Antes de participar en el banquete de la Eucaristía,
signo de reconciliación
y vínculo de unión fraterna,
oremos juntos como el Señor nos ha enseñado:
E
n el aniversario de la ordenación sacerdotal de Eladio,
hemos celebrado, Señor, llenos de alegría,
para alabanza de tu nombre, este misterio de fe;
haz que él sea de verdad en su vida
lo que místicamente está significado en este sacrificio.
Por Jesucristo nuestro Señor.
El pueblo aclama:
Amén.
RITO DE CONCLUSIÓN
En este momento se hacen, los agradecimientos o anuncios oportunos a la
asamblea. Después tiene lugar la despedida.
Sacerdote:
Ramiro Díaz Sánchez, por voluntad de Dios y de la Sede Apostólica,
Obispo de esta Iglesia de Machiques, en nombre del Romano
Pontífice dará la bendición con indulgencia plenaria a todos los
aquí presentes que estén verdaderamente arrepentidos, se hayan
confesado y recibido la Sagrada Comunión.
Rueguen a Dios por el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, por
nuestro Obispo Ramiro, y por la santa madre Iglesia, y hagan el
esfuerzo por permanecer en plena comunión con ella y en santidad
de vida.
Luego el obispo, con las manos juntas, despide al pueblo con la siguiente
fórmula:
Glorificad al Señor con vuestras vida.
Podéis ir en paz.
El pueblo responde:
Demos gracias a Dios.