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LECTURA BÍBLICA
Matutina: Juan 10:7-11
Vespertina: Mateo 11:28-30
LECTURA BÍBLICA
Matutina: Romanos 8:28-39
Vespertina: Efesios 1:1-14
ES MI ÚNICO HIJO
Una noche tuve un sueño y veía que estaban golpeando a mi hijo y
yo trataba de impedir aquello mientras decía: “Por favor, es mi único
hijo”. Al despertar, y recordar el sueño, lo primero que vino a mi mente
fue esta pregunta ¿qué sentiría Dios cuando golpeaban, escupían,
injuriaban y crucificaban a su Hijo, a su único hijo? ¿No deseó el Padre
salir en su ayuda y enviar las doce legiones de ángeles a los que se
refirió Cristo? ¿Cómo pudo soportar ser espectador de las angustias de
su hijo hasta el final, sabiendo que podía impedirlo y sin embargo, no
hacerlo? Verlo sangrante, humillado, sediento, maltratado, vejado, y por
fin muriendo en la cruz… Nunca podremos llegar a comprender la
anchura, la longura y profundidad del amor que Dios nos mostró.
Las tan conocidas palabras “porque de tal manera amó Dios al
mundo” adquieren un significado más profundo y real cuando podemos
en nuestro propio ser, experimentar algo del sacrificio que hizo Dios al
dar su hijo unigénito. Entonces creer es una necesidad que es
satisfecha cuando aprendemos que es el regalo que Dios nos hizo
“para que todo aquel que en él crea no se pierda, mas tenga vida
eterna”.
Amar a Dios y servirle debe ser algo que surja naturalmente de
nuestro corazón, y guardar sus mandamientos el resultado espontáneo
de este sentimiento. Cada vez que Satanás venga a tentarte con ideas
extrañas, trae a tu memoria que Dios entregó por ti Su único Hijo.
-Judith Stone
LECTURA BÍBLICA
Matutina: 1Pedro 2:1-3
Vespertina: Hebreos 5:11-14
El VERDADERO AMIGO
Una mañana me desperté cantando esta antigua melodía cristiana:
“Él consuela mi tristeza, es mi Amigo en verdad/ Si desmayo su poder
me amparará/ En las pruebas de la vida Él es mi felicidad/ Cristo con su
mano fiel me sostendrá”. Y di gracias a Dios porque nos dio a su hijo
Cristo para nuestra salvación. ¡Gloria a Dios!
Es esta seguridad la que nos afirma en el camino. Saber que no
estamos solos, que Jesús está a nuestro lado y como poderoso gigante
se levanta para defendernos. No es que las pruebas desaparezcan
como por arte de magia, es que sentimos el poder y la fortaleza que
vienen de lo alto y esto nos ayuda continuar, esperando con fe en
nuestro Salvador, que a su tiempo dará la salida. Su consuelo es tal
que aun con el corazón lleno de profunda tristeza, se puede sonreír
sinceramente, se puede elevar una alabanza.
Cuando estés agobiado por la carga pesada que te ha tocado en
esta vida, y que puede tener la forma de una enfermedad terrible, o una
situación insostenible, o una prueba desesperante, puede ser que
comiences a debilitarte y a cuestionar por qué a ti. El enemigo sin lugar
a dudas aprovechará tu debilidad para atacarte y hacerte tambalear y si
es posible, caer. No te amedrentes, no te rindas, aprópiate de las
promesas bíblicas. El que dijo “No temas ni desmayes porque yo soy
contigo no te dejaré, ni te desampararé”, es tu Redentor.
-Judith Stone
PROPÓSITO
Para todo en la vida se necesita propósito. La indecisión nunca ha
logrado alcanzar la meta. Alguien dijo: “No hay ningún viento favorable
para el que no sabe a qué puerto se dirige”. Y es que aun en las
pequeñas cosas diarias, podemos notar la diferencia si sabemos qué
exactamente nos proponíamos, pues de acuerdo a eso serán los
resultados.
Con mayor razón, en la parte espiritual. Por eso es que se hace
forzoso afirmarnos en nuestras convicciones y en nuestra fe. Buscar
con diligencia en la Escritura la base necesaria para que tengamos
solidez espiritual y nada, ni nadie nos haga ir de un lado a otro, ni que
seamos llevados de todo viento de doctrina. Si no sabes lo que te
propones, si no estás seguro en lo que crees, ¿Cómo vas a poder
permanecer en la batalla contra lo que te impide llegar? ¿Cómo tendrás
fuerzas para vencer la tentación si de todas formas, no estás seguro de
lo que es pecado? Necesitamos aclarar cual es nuestro objetivo, qué
esperamos y qué meta queremos lograr. El apóstol Pablo decía: Todos
corren en el estadio, y uno solo alcanza el premio. Corred de tal
manera que lo alcancéis. Y agregó: “prosigo al blanco, al premio de la
soberana vocación” y en otra ocasión, “puestos los ojos en el autor y
consumador de la fe”. Él estaba seguro.
Hoy toca a nosotros, ser íntegros, mostrar seguridad y estar ciertos
que ninguna criatura nos hará apartar del amor de Dios.
-Judith Stone
PAZ
Estar lleno de paz, esa paz de Dios que sobrepasa todo
entendimiento, que sin importar las circunstancias, está dentro de cada
creyente para darle sosiego en la angustia y consuelo y alivio en el
dolor y la aflicción. ¡Qué hermoso fruto del Espíritu de Dios! Y cuánta
bendición trae al alma agobiada por las penas de la vida. Hace más
ligero el andar por el escabroso camino cristiano y llena el espíritu de
serenidad. Es el antídoto perfecto contra todo el mal que nos quiere
destruir.
No es fácil en un mundo cambiante, lleno de miseria, traiciones,
dolor, enfermedades y aflicciones, de las cuales no estamos exentos
aunque seamos hijos de Dios, mantenernos en paz. Sin perder el
dominio propio aunque seamos provocados. Controlados aun en medio
de la mayor confusión.
Nuestro ejemplo perfecto, al amado Maestro, nos mostró la imagen
ideal de un alma llena de paz. Injuriado, golpeado, escupido, azotado,
no perdió el dominio y haciendo una realidad la profecía de Isaías,
“enmudeció y no abrió su boca” ¡Cómo quisiera poder imitarlo!
El que es mentiroso desde el principio, nuestro adversario, se goza
cuando ve a un creyente que pierde su paz, que destruye el testimonio
y que cuando se enfrenta a una situación difícil, no levanta alto el
nombre de Cristo. Y su gozo es mayor aun cuando puede lograr tomar
control de la mente y el espíritu de un hijo de Dios turbándole y
robándole la paz. No permitamos que nos venza y mantengamos la
paz.
-Judith Stone
DEVOCIÓN
Una de las definiciones para la palabra “Devoción” es: “El estado
de un individuo ardientemente dedicado a una persona o idea. Prontitud
con que se está dispuesto a dar culto a Dios y hacer su santa voluntad”.
¿Qué tan importante es el tiempo devocional? El tiempo
devocional es un tiempo dedicado exclusivamente a adorar y a
construir una relación cercana y personal con Dios. Es un tiempo que
afina nuestros oídos espirituales a la voz del Espíritu Santo. Es un
tiempo que renueva nuestra mente y nos saca de los afanes de lo
temporal para llevarnos a las alturas de lo eternal.
El tiempo devocional es sumamente importante para mantener
nuestra relación con Dios viva, como el tiempo privado de un
matrimonio es esencial para la vida de la relación.
Muchos piensan que la actividad más importante de la vida
cristiana es asistir a los cultos. Esto es muy importante porque es el
tiempo en el que adoramos a Dios en conjunto y compartimos con los
hermanos, pero el tiempo devocional individual es igual de importante y
no menos como algunos creen. La vida devocional es aquella relación
“cámara secreta” que describe el Señor Jesús. Una relación íntima con
el Creador. El enemigo trata por todos medios a su alcance de
privarnos de esta relación. Él sabe que en la congregación sólo
conocemos al “Rey del pueblo”, el “Dios del predicador”, el “Jesús del
púlpito”. Mientras que de rodillas, en mi diario vivir, en mi cuarto,
conoceré al Dios que es solamente “mío”.
-Jason Cárdenas
Haz lo que tienes que hacer hoy, y así evitarás los remordimientos.
Lunes Julio 13, 2009
LECTURA BÍBLICA
Matutina: Salmo 145
Vespertina: Salmo 111
TENEMOS AL SEÑOR
Confieso que había dejado en total abandono las plantas del jardín
de la entrada de mi casa. Porque, entre las ocupaciones diarias y el
agobio de la vida, lo había desatendido y se notaba la diferencia. Claro
está que cada vez que las veía, al entrar o salir de mi casa, me daba
tristeza.
De vez en cuando tenía un ataque de remordimiento, pero no
hacía nada al respecto. Hasta que un día, y como consecuencia de
uno de estos ataques le pedí a mi hermano Abel Luis, que tiene buena
mano para esto, que me ayudara antes de que fuera demasiado tarde y
tuviera que tirar todas las plantas. Vino a ultimar detalles y hablamos de
muchas cosas que nada tenían que ver con mi jardín. Aun resuenan en
mi mente las palabras que, después de escucharme por un largo rato,
me dijo: “Sí, todo está muy difícil, pero tenemos al Señor, ¡Gloria a
Dios!”
Cuando se fue, me quedé recordando todas las pruebas y
situaciones que a través de los años nos ha tocado enfrentar, y cómo
Dios nos ha ayudado a permanecer, luchar y vencer en cada una de
ellas. Pensé en todo lo que estamos pasando en pruebas y
enfermedades, y en todo lo que aun tendremos que pasar, y aunque
tenía lágrimas en mis ojos, y un profundo dolor en mi corazón, me sentí
confortada, porque ¡no! no estamos solos, tenemos al Señor!
¡Ah! Por cierto el jardincito quedó muy bien. ¡Gracias, hermano
mío, por ayudarme!
-Judith Stone
EDUCACIÓN CELESTIAL
En mi corta carrera como cristiano he tenido la oportunidad de ver
hermosos cuadros. Uno de ellos, es lo que yo llamo “educación
celestial”. Mirando las altas personalidades de generaciones anteriores,
que durante años han permanecido en la senda de los fieles, me
pregunto: ¿Por qué los siervos de Dios, no importa donde estén, tienen
el mismo molde? ¿De quién lo aprendieron? ¿Asistieron a algún tipo de
seminario, curso o algo antes de yo nacer? ¿Cómo saben como
mantenerse? ¿Cómo hacen para brindar la paz que refleja sus rostros?
Tengo que glorificar a Dios, porque muy dentro de mi ser, me parece
encontrar la respuesta a todas mis interrogantes. El único que capacita,
que educa, que brinda experiencias, que enseña a caminar, que forma
el modelo de un verdadero soldado es Cristo, nuestro Señor.
Es por su cruz que muchos han aprendido el verdadero significado
de ser un soldado. De valorar el transitar y muchos hasta utilizar sus
últimos recursos sin dejar de mirar el ideal. Y aunque hay derrotas en
muchas de las historias de éstos soldados, siguen adelante. Saben
levantarse, toman sus armas y prosiguen “al blanco de la soberana
vocación”.
Es por éstos siervos de Dios y por la “educación celestial” que han
tenido, que muchas personas están alcanzando la salvación de su
alma, que muchos reconocen sus pecados y se reconcilian con el
Padre. Puesto que no se los reveló ni “carne ni sangre” sino Jehová de
los Ejércitos, el Maestro de maestros, el Director de todo.
-Edgar Méndez H.
EL SABOR DE LA AMISTAD
Cuando se paladea algo, la sensación que produce en el sentido del
gusto, se llama sabor.
Dios, en su infinita sabiduría, al crear al hombre le dio cinco sentidos
para hacerle la vida más llevadera y agradable: la vista, el oído, el olfato, el
gusto y el tacto. Todos son necesarios porque contribuyen al mejor
desarrollo de nuestras facultades y nos permiten disfrutar lo bueno, bello y
delicioso que está a nuestro alcance y también rechazar cualquier peligro o
cosa desagradable.
También en sentido figurado, Dios nos ha provisto de sentidos
especiales para ayudarnos. Por eso puedo saber que la amistad tiene
sabor.
Conoces a una persona, comienzas a tratarla y te vas dando cuenta
que reúne condiciones para ser tu amiga. Entonces vas degustando sus
palabras, sus acciones, sus gestos, y comprendes que tiene los
ingredientes necesarios, que esta relación tiene un sabor especial, el sabor
de la amistad. Porque aunque nos llevamos bien con la mayoría, en
realidad sólo unos pocos son amigos verdaderos.
La amistad verdadera tiene un sabor especial a risas y lágrimas
compartidas, a confianza, entrega, sacrificio. Sabe a oraciones fervientes, y
momentos indescriptibles compartidos. Tiene el sabor de una mano
extendida que te ayuda, y de un hombro firme que te sirve de apoyo.
Porque la familia es algo que recibes al nacer, pero los amigos… nacen
con el trato y si son realmente amigos, harán cualquier cosa por ti.
Hoy doy gracias a Dios que me concede paladear el sabor de tu
amistad.
-Judith Stone
EL CUARTO OSCURO
Si un hombre está parado frente a un espejo en un cuarto
completamente oscuro, puede pensar que todo está bien con su
apariencia. Puede que esté medio afeitado, despeinado, con la cara
sucia y la ropa al revés. Pero sin luz, no importa cuánto tiempo este
hombre pase frente al espejo, no se va a dar cuenta de su condición. Si
una luz es encendida en aquel cuarto, el hombre comenzará a darse
cuenta de su apariencia y tratará de hacer algo al respecto. Mientras
más luz haya en el cuarto, más errores en su persona va a notar.
Querido amigo, el cuarto oscuro es tu corazón; el espejo es la
Palabra de Dios y el hombre eres tú. No importa cuánto tiempo pases
frente al espejo de la Palabra, si la luz del Espíritu Santo no ilumina tu
corazón, no vas a ver tus errores. Si piensas que no tienes ninguno,
puedes estar seguro que tu corazón está falto de luz.
Mientras más se acerca un alma a la luz de Cristo, más
imperfecciones, más pecados, más errores va a encontrar. Si cada día
te das cuenta de lo bueno que eres y de lo malo que son los demás,
puede que te estés alejando de la luz. Esto no significa que tienes que
vivir golpeándote el pecho, simplemente mírate al espejo, límpiate el
rostro y si ves la camisa de tu hermano arrugada, ayúdale a plancharla
con amor. Puede que necesites que él te arregle el nudo de la corbata.
-Jason Cárdenas
EN EL NOMBRE DE CRISTO
En nuestros días la mayoría de las personas escogen nombres para
sus hijos de acuerdo a si suena bonito, a veces el nombre no significa nada
en especial simplemente suena bien. En la cultura hebraica los nombres
dados a los hijos tenían un significado, en muchas ocasiones representaban
el carácter de la persona. Jacob significa “suplantador”. Moisés, “sacado de
las aguas”. Jesús, “Salvador o Dios es salvación”.
En el mundo hay muchas organizaciones que representan diferentes
idealismos, la cruz roja representa cuidado médico y atención al desvalido.
Si la cruz roja comienza a esparcir enfermedades y a herir a las personas,
esto puede significar unas de dos cosas; la organización cambió su carácter
o alguien está falsamente actuando en su nombre.
En la segunda guerra mundial los alemanes pintaron los camiones con
la insignia de la cruz roja y mataban a los judíos que se acercaban a pedir
socorro.
¿Qué significa actuar en el nombre de Cristo? Actuar en el nombre de
Cristo es más que hacer lo que yo quiera y ponerle la etiqueta de: “En el
nombre de Cristo”, como la insignia pintada en el camión alemán.
En la historia se han cometido mil atrocidades, supuestamente en el
nombre de Cristo, pero en realidad han sido en nombre del odio y la
depravación. Actuar en el nombre de Cristo significa actuar en su carácter.
El nombre Cristo significa: “el Ungido”, “el Santo de Dios”. Actuar en su
nombre significa actuar en el carácter de uno ungido por el Espíritu Santo
de Dios.
-Jason Cárdenas
LA LEY MORAL
Se dice que la diferencia entre el hombre y el animal es que
mientras el animal actúa por instinto el hombre posee el intelecto, la
capacidad de razonar. Pero más que esto el hombre, en lo más
profundo de su ser posee un código moral. Éste es el que le dice que
no está bien tomar lo ajeno o engañar a otro. Este código o ley que el
Creador puso en el corazón del hombre de a poco ha sido ignorado
hasta llegar a ser casi olvidado. Pero aunque escondido por la neblina
del olvido, cada vez que se levanta una civilización intelectual, el
hombre instintivamente busca su código moral olvidado, usando leyes
que son un reflejo inconsciente de éste.
El Creador del hombre y su código moral, sacó el código del olvido
escribiéndolo con su propio dedo en dos tablas de piedra.
Algunos dicen que Dios y su santa ley moral son un invento de la
falta de “iluminación intelectual”.
El siguiente extracto da una respuesta a esta opinión: “Dicen que la
ciencia nos salvará, pero la ciencia (sin moral) nos ha destruido. ¿Qué
Dios le ofrece poder a sus criaturas sin ningún parámetro moral? El
lenguaje de la ciencia (sin moral) viene sin las palabras “bien o mal”.
Sus libros nos enseñan a crear una reacción nuclear pero no contienen
ningún capítulo preguntándonos si es una idea buena o mala”.
Así como las leyes físicas no dejaron de existir, mientras existan
cuerpos físicos, la ley moral no dejará de existir mientras existan seres
morales.
-Jason Cárdenas
LA VERDADERA LIBERTAD
Dios nos ha creado libres en todo el sentido de la palabra. Esto
significa no estar sujeto al control de ningún otro; ser capaz de escoger
por sí mismo. “Consecuencia” es el resultado de una decisión. Una
libertad sin ningún tipo de orden, límites, ni educación, en la naturaleza
de las consecuencias, genera lo que es conocido como “caos”:
“Imprevisible comportamiento de un sistema o grupo. Estado de
confusión total”.
Para permitirle a sus criaturas completa libertad, sin que éstas se
hagan daño a sí mismas o a los demás y para que la consecuencia de
la libertad de una no sea la esclavitud de otra, Dios, en su infinita
sabiduría, creó también límites para esta libertad. Entonces ¿será
absoluta nuestra libertad, si está sujeta a un límite? Claro que es
absoluta, porque aunque existe una línea divisoria entre una libertad
que destruye y una libertad que edifica, Dios también nos ha dado
libertad para cruzar esta línea.
Lamentablemente algunos hemos sido irresponsables y hemos
abusado de nuestra libertad, trayendo consecuencias negativas para
nosotros y los demás. Por este motivo fue que el Hijo de Dios murió en
una cruz, para recibir las consecuencias de nuestra irresponsabilidad y
para hacernos libres de las acciones que nos destruyen. Sólo podemos
obtener esta libertad cuando voluntariamente aceptamos el sacrificio
del Hijo de Dios, porque somos libres también para rechazarlo o
someternos a actuar dentro de los límites, que en su eterno amor, Dios
preparó para que viviéramos en paz.
-Jason Cárdenas
LIMPIO O INMUNDO
Siempre me ha llamado la atención la lista de animales limpios e
inmundos que aparece en el libro de Levítico. La ciencia ha
comprobado que los animales que la Biblia describe como inmundos,
son dañinos para el cuerpo. Muchos de ellos, por comer otros animales
muertos, contienen enfermedades que pueden ser letales para el
humano. A través de la historia, los judíos se han salvados de las
plagas que han amenazado con destruir otros pueblos, por los hábitos
alimenticios que Dios le entregó a Moisés. Pero aun con todo esto, a mí
siempre me ha parecido que esta lista de alimentos, no es solamente
de utilidad sanitaria, sino que también conlleva un significado espiritual.
Hace algún tiempo leí un libro de Juan Bunyan, un predicador
inglés, que me dio una nueva luz respecto a este pasaje. El escritor dijo
que los animales que tenían pezuñas hendidas o separadas y que
rumian, representan a los cristianos que se separan del mundo y
meditan constantemente en la Palabra de Dios. Los que rumian, pero
no tienen separación, son aquellos que meditan la Palabra, pero no la
ponen por obra, porque no se separan del mundo; mientras que los que
tienen separación en las pezuñas, pero no rumian, son aquellos que se
separan del mundo, pero no escudriñan la Palabra de Dios.
A Dios no le agrada la mediocridad, un cristiano medio limpio y
medio inmundo, es completamente inmundo. Vivamos como hombres y
mujeres limpiados por la preciosa sangre de Jesús.
-Jason Cárdenas
NIÉGATE A TI MISMO
¿Qué quiso decir el Señor cuando me dijo que me negase a mí
mismo? ¿Habrá querido decir que ya no puedo hacer lo que me
agrada? ¿Debo perder mi personalidad, mis gustos, mi carácter y
convertirme en una especie de cristiano robótico? La respuesta es
ninguna de las anteriores.
El problema es que vivimos en un mundo en el cual reina un
espíritu de maldad. El enemigo y sus ángeles caídos luchan
diariamente para que nuestros gustos, carácter y personalidad, cosas
que Dios ha creado únicas en cada persona, como las huellas digitales,
estén siempre dirigidas hacia el pecado. Todos los caminos del hombre
que no conoce a Dios, a veces de una forma sutil y otras de una
manera completamente abierta, están encaminados a la destrucción. El
diablo busca darme su imagen suplantando la belleza con su vana
gloria, el poder con la prepotencia, el coraje con el orgullo y el amor con
el odio.
Por esto es que cuando conocemos a Dios en la persona del Hijo y
creemos en Él entregándole nuestra vida, debemos negarnos a
nosotros mismos. No porque las características individuales que Dios le
dio a cada alma deban desaparecer, sino porque estamos tan
acostumbrados a ser engañados por el diablo, que debemos apartarnos
de todo lo que éste último nos dijo que éramos, nuestro viejo yo, para
conocer lo que en realidad somos. Para ganar la vida que el Señor
diseñó para nosotros, no a la semejanza de Satanás, sino a la imagen
de Dios.
-Jason Cárdenas
NO COMO EL MUNDO LA DA
¿Cuántas veces en el camino nos hemos visto atrapados en los
afanes del mundo, perdiendo el enfoque, buscando una paz y una
tranquilidad que no nacen de la presencia del Espíritu Santo, sino de lo
que el mundo ofrece? A mí me ha pasado muchas veces, pero le doy
gracias a mi bendito Salvador, quien siempre me recuerda cuál es el
enfoque que debo tener en la vida. Hay un himno muy precioso que en
pocos versos define esta lucha cotidiana: “Señor, clamo a Ti esta
noche, porque te he entregado mi vida, pero estoy cansado y hoy
extraño lo que un día dejé atrás. Así que te digo una vez más… aquí
está mi vida”.
Y es que aunque es verdad que no pertenecemos a este mundo,
estamos en él temporalmente. Vivimos, trabajamos, manejamos
vehículos y pagamos cuentas como cualquier otro ser humano. La
diferencia es que nosotros no ponemos nuestra confianza en estas
cosas, como lo hace el resto del mundo, porque nuestro Jesucristo nos
ha mostrado que aunque estas cosas son útiles y necesarias, no nos
pueden dar paz. Cualquiera que deposite su confianza, su esperanza y
su vida en algo que es externo, que no es inmovible, va a tener una paz
pasajera e inestable. Aquel que deposita su todo sobre la Roca
inmovible de la eternidad va a gozar de una paz eterna y aunque tenga
momentos de prueba y duda, esa paz estará siempre ahí, inmovible,
como Dios la da.
-Jason Cárdenas
NUESTRA ESPERANZA
Vivimos, morimos, lloramos y reímos como cualquier persona.
Somos el mecánico, la estudiante, el doctor, la abogada, el albañil.
Somos el cocinero, la costurera, el ingeniero, la ama de casa. Somos
de carne y hueso, de pasiones y deseos, de enfermedades y dolencias.
Somos seguidores de Jesús ¿En qué nos diferenciamos de los demás
hombres? ¿Qué es lo que nos hace distintos? Nuestra esperanza.
Muchos tienen esperanza, pero no es una esperanza segura. Es
como una neblina que ahora está aquí, pero en cuestión de minutos el
sol la puede disipar. Nuestra esperanza es segura, pues está fundada
sobre la Roca de la eternidad. Esperamos cielo y tierra nueva,
esperamos calles de un material más precioso que el oro, pues éste no
es eterno y un mar más bello y duradero que el cristal, pues éste se
rompe. Esperamos una eternidad con el Creador y no una eternidad
aburrida y densa, como muchos con falta de sentido común e
imaginación piensan. Pues el mismo Dios que creó el atardecer, que
diseñó la sonrisa de un niño y como gran maestro esculpió la dicha del
amor en el corazón. Ese mismo Dios saciará nuestra hambre y sed de
vida, de justicia, de conocimiento, de paz y dicha eternal.
Muchas veces vivimos nuestros días cargados de los afanes y las
preocupaciones de esta vida y es que somos humanos y tenemos mil
problemas, pero es necesario que tomemos tiempo para recordar que
la situación presente no es permanente, que tenemos una esperanza.
-Jason Cárdenas
PALABRAS
Alguien dijo: “Una palabra no dice nada y al mismo tiempo lo dice
todo” ¿Por qué será que en una situación específica, una palabra que
nunca ha tenido mucho sentido para nosotros se convierta en una
revelación? El dilema consiste en que la palabra es simplemente un
vehículo que transporta una idea. Muchas veces pensamos que lo
importante es la palabra que usamos, pero en realidad lo que importa,
es la idea que estamos transportando.
Si una mujer le dice sarcásticamente a su esposo: “¿Quieres
seguir hablando?” Pero en realidad le está diciendo: “¡Por qué no te
callas!” Las palabras no van a cumplir su significado estándar, sino que
van a llevar el espíritu de lo que la mujer tiene en su corazón. Lo mismo
pasa cuando una persona usa una palabra “buena” en vez de una
“mala” para ofender a otra persona. Lo que tiene peso es el espíritu, no
la letra.
Varios libros de literatura inglesa definen a un buen escritor, como
uno que puede decir mucho con pocas palabras. Claro que todo
depende del gusto, pero para mí es increíble como hay personas que
pueden hablar por horas sin decir nada. O como algunos hombres de
este mundo pueden esconder, entre un ejército de dichos populares y
de exaltación a los oyentes un ideal imposible motivado por la ganancia
personal. Pero más que esto me impresiona un humilde Carpintero que
con palabras sencillas trajo el mensaje más profundo que la humanidad
ha oído jamás.
-Jason Cárdenas
LA INGRATITUD
Hacía fila para abordar el bus en una parada rural. Cuando éste
llegó se aglomeró la gente. No me preocupé, porque el tiquete de viaje,
anotaba el número de asientos. Dentro, una anciana, tenía un tiquete
para ir de pie . Movido por la responsabilidad de un caballero y
cristiano, con mucha amabilidad le ofrecí mi lugar. Aunque el puesto
adjunto estaba vacío, y por cosas del destino, la persona que debía
sentarse allí, no llegó. Como la abuelita se dio cuenta, ofreció el puesto.
Pero para sorpresa, no me lo ofreció a mí, sino a otro. Me sentí al
momento extrañado por lo acontecido y no es que esperaba
recompensa alguna, pero pensé: ¡Cómo es la vida! ¡Qué ingratas las
personas! Esa acción me dejó atónito, pero fue un cuadro reflexivo.
Qué ingratos somos con el Señor. Él nos dio un lugar especial, ser
llamados sus hijos, además de esto, dejó su trono en el cielo y vino a
ésta tierra a padecer y morir e increíblemente nosotros hacemos como
la ancianita. Cuando se nos llega la oportunidad de retribuir el favor,
nos volvemos mezquinos, soberbios y disimulamos no dándole
importancia a lo que Jesús hizo, pensando: “Nadie lo mandó, él quiso
hacerlo”. Si hemos recorrido nuestra vida sin atribuirle la gloria a Dios,
hagamos un alto como lo hizo aquel leproso, cuya mención en la Biblia
es un sinónimo de agradecimiento. Hagamos conciencia y no
olvidemos en ninguna manera que: “La gran pena del mundo es la
ingratitud”.
-Oriel Méndez
ORAR Y MEDITAR
Sabemos que orar y meditar en las Sagradas Escrituras son
actividades imprescindibles para nuestra vida espiritual, pero es una
gran confirmación de la infinita sabiduría del Maestro al encontrar
estudios de los intelectuales de este mundo que comprueban lo que
nosotros creemos por fe. Referente a esto, el siguiente extracto de un
artículo que encontré en una famosa revista científica, me llamó mucha
la atención. “Hace unos cuantos años una instructora de la Escuela
Médica de Harvard, llamada Sara Lazar, escaneó los cerebros de
veinte personas que meditaban por 40 minutos diariamente. Estos no
eran monjes budistas. Simplemente gente común con una larga historia
de meditación.
Cuando ella comparó los cerebros de ellos con las de personas de
edad e historial similar, pero que no meditan, encontró una diferencia
significante. Los que meditaban tenían el tejido cerebral un 5% más
espeso en las partes de la corteza pre frontal, las cuales son usadas
en la meditación. Éstas son las partes que trabajan regulando
emociones, atención y memoria activa, las cuales ayudan a controlar el
estrés”.
Si ésta es la diferencia mental entre una persona que medita y una
que no. ¿Cuál será la diferencia en el ámbito espiritual entre una
persona que medita en algo tan poderoso como la Palabra de Dios y
una que no?
No en balde Isaías, un profeta que vivió miles de años antes que
hubiera una universidad de Harvard, escribió que Dios mantendría en
completa paz a aquel que medita constantemente en Él.
-Jason Cárdenas
QUIÉN ERES TÚ
Si te preguntan: ¿Eres cristiano? Puede que respondas: ¡Sí! Si te
dicen ¿Por qué? Puede que, como muchos otros, contestes: “Porque
mis padres eran cristianos y sus padres también”. Es verdad que
muchas veces los hijos siguen los pasos de sus padres, pero esta no
es una regla absoluta. Hijos de ladrones son policías, hijos de
importantes personalidades sociales son antisociales, de constructores
son demoledores, hijos de vividores son pastores, etc. Esto dicho,
permíteme preguntarte ¿Quién eres tú? No me digas quiénes son tus
padres, tus abuelos, tu esposa, tus amigos, no, ¿Quién eres tú?
Muchos responderían: “Bueno, yo soy cristiano porque trato de hacer lo
bueno para ir al cielo al morir”.
Si ésta es tu respuesta, déjame decirte que es muy bueno que
desees hacer lo bueno, pero, eso no es ser cristiano. ¿Qué si dices:
“Porque voy a la iglesia los fines de semana”? Hay muchos que van
todos los fines de semana al templo y son lo más lejano a un cristiano
que se pueda encontrar. Si contestas “Yo soy cristiano, porque creo que
hay un Dios que envió a su único Hijo para morir por nuestros pecados
y resucitar al tercer día” Quiero que sepas que has respondido muy
bien, pero ser cristiano es mucho más que eso. El diablo cree lo mismo
y sin duda alguna, porque él lo vio con sus propios ojos, sin embargo,
no es cristiano. Es todo lo contrario.
Entonces te dejo con la misma pregunta: “¿qué es ser cristiano?”
-Jason Cárdenas
NO TE MENOSPRECIES
Uno de nuestros grandes errores en la carrera como cristianos, es
menospreciarnos. Aunque suena algo extraño, está comprobado que
cuando el hombre limita su capacidad difícilmente llegará al triunfo. El
pensamiento de: “Yo no nací para eso”, muchas veces ha de alejarnos
de nuestros ideales. ¡Si tan solo supiéramos todos los beneficios que
tenemos! El simple hecho de ser hijos de un Rey poderoso, debería ser
nuestro principal estímulo para ser personas de bien, completas.
Ciudadanos admirables, cristianos ejemplares, talentosos a grandes
escalas y usados por el poder del Santo. Pero muchas veces limitamos
nuestra fuerza interior, aquella que es brindada por Dios. Los cristianos
debemos comprender que el Señor es un Dios de perfección. Por eso
debemos de tener un equilibrio en todos los campos de nuestra vida,
imitando las buenas acciones. Siendo padres abnegados, hijos
respetuosos, buenos estudiantes, ejercer bien nuestra vocación. No
olvidando que el Señor nos ha llamado a la perfección.
Hermano, tú también tienes derecho a soñar, a anhelar. Es el
tiempo de despertar el don que está en nosotros. El cambio en el
pueblo de Dios será notorio si cada uno de nosotros se propone una
meta, de desempeñar de la mejor manera la labor que está en sus
manos y aspirar otras más.
No menospreciemos la inmensa capacidad que el “Padre de las
luces” nos ha otorgado, con mucha fe y buenos deseos que beneficien
la Iglesia del Señor levantémonos y saltemos hacia la conquista porque
todo lo podemos en Cristo, nuestra única fortaleza.
-Edgar Méndez
GUARDO LA ESPERANZA
Desde que te conocí Rey eterno, mi vida cambió. Me diste una
esperanza, me diste razones por las cuales vivir. Me diste brillo, me
diste resplandor. Diste un toque especial a las cosas que observo para
deleitarme y la oportunidad de sumergirme en ti para gozar de tus
delicias. Me brindas tu sabiduría, y me das la fortaleza para
permanecer. ¿Cómo no he de amarte? Si tú te has esmerado en
hacerme bien, en tenerme cerca de ti, no importándote mi condición de
hombre, la de un triste pecador. Te amo Señor y aunque existan cosas
que me aparten de ti, en el interior de mi ser una partícula de energía
desbordante de amor te dice: “Padre ¡No puedo vivir sin Ti!” No te
vayas Señor, te necesitamos para vivir felices. Porque Tú eres nuestra
felicidad. Tu presencia es nuestro mayor deleite y a tu lado somos tan
importantes como cualquier rey de éste planeta. ¡Límpianos Señor!
¡Purifícanos! ¡Libéranos! De toda mancha que haya adentro, queremos
agradarte oh Dios, con limpio corazón. Las pruebas nos han azotado, y
a muchos destruido. Otros guardamos la esperanza de que Tu mano
bondadosa se extienda y nos saque de aquel mar de prueba, confiando
en que Tu amor es una promesa verídica.
¡Oh Señor! Hay momentos en que pensamos que no podremos
más, pero guardamos la esperanza más hermosa de todas, la de verte
en el día final y junto con los salvados, ver el fruto de nuestro esfuerzo,
en el reino eterno de luz.
-Edgar Méndez
DETÉN EL HACHA
“¡No! Detén el hacha, no me cortes Señor. Aún tengo mucho que
darte”- Fue una expresión que salió de mi corazón cuando en un
momento triste de mi vida, pedía auxilio al Todopoderoso. Me sentía tan
indigno de su amor, reconocía todo lo malo que había en mí y como
que mi mente se transportó a un huerto, en donde yo era una pequeña
planta verde, sin flores. Veía a otros llenos de luz propia, flores brillando
y resaltando aquel bello lugar. El jardinero pasaba y cortaba a aquellas
que no tenían brillo. Me vi en mi triste condición y me sentí tan mal
delante de Él. Tratando de evitar que me cortara, desesperado,
aterrorizado le dije con firmeza: “Aún tengo mucho que darte, soy joven,
déjame más tiempo, déjame florecer, quiero agradarte” y haciendo un
pacto de arrepentimiento, lo conmoví y me dejó en mi lugar.
Es una ironía cómo los seres humanos vivimos desorientados, y no
tomamos en consideración todas las oportunidades que nos ha
brindado Dios. Las veces que por amor, ha detenido el hacha para no
cortarnos. Todos aquellos momentos en donde decidido a expulsarnos
se dirige hacia nuestro lugar, y nuestras palabras de arrepentimiento
convencen y mueven su gran corazón.
Hoy tenemos un pacto con Él, no nos ha cortado, su amor está
fuera de cualquier conocimiento humano. Ha extendido su misericordia.
Seamos fieles para que cuando Él pase a revisar sus plantas,
tengamos vida y brillo que le agrade.
-Edgar Méndez
ADORARÉ TU NOMBRE
Estas líneas en primer lugar las dedico a mi querido Dios, a todos
los que las leerán y a mi querido hijo, Jason.
Por razones de salud camino dos horas diarias, es mi tiempo
predilecto del día donde entre el verdor de los árboles y el azul del cielo
mi alma se eleva en el viento y hablo con Dios. Le digo cuánto lo amo,
que es la luz de mis ojos, el latido de mi corazón, la fuerza de mi
caminar, mi razón de vivir. Alabo y engrandezco su nombre por su
bondad, cariño y comprensión; le doy gracias por salvar mi alma, por
darme a mi amada Iglesia que me ha hecho lo que soy y a quien debo
tanto, por nuestros directores quienes siempre han hecho lo mejor por
mantenernos en el camino recto. Por esas manos que me han
sostenido cuando he necesitado auxilio. Por mi esposo que ha sido el
ancla de mi vida, por mis hijos que son los jazmines que perfuman mi
existencia, por mi hermosa familia que me quiere y se preocupa por mí.
Por mis hermanos en la fe que en todo momento han estado ahí.
Y así, alegre camino y canto y siento que Él baja y me dice: “Aquí
estoy, a tu lado, todo va a estar bien”. ¡Gracias, mil gracias, Señor!
En la alegría, en la tristeza; en la tranquilidad, en la bonanza; en
los éxitos, en las frustraciones, digámosle a nuestro Dios: “Adoraré tu
nombre”.
-Yuni Cárdenas
“El amor de Cristo nos constriñe” “para que los que viven, ya no
vivan para sí, mas para Aquel que murió y resucitó por ellos”.
Sábado Agosto 8, 2009
LECTURA BÍBLICA
Matutina: Isaías 6: 1-7
Vespertina: 1Ped.13:16
LA HERMOSURA DE LA SANTIDAD
Es tan preciosa la definición de la palabra Santidad en el
diccionario bíblico, que quiero compartirla con ustedes, pues para mí
siempre es nueva y hermosa: “Separación o apartamiento para vivir
para Dios y para servirle a Él. La verdadera santidad caracteriza los
actos externos, pero más todavía el móvil o la intención del corazón; no
meramente rectitud o benevolencia o alguna otra excelencia moral, sino
la armoniosa y perfecta combinación de todo. Así como todos los
colores del prisma debidamente mezclados forman la luz pura, Dios es
santo de una manera infinitamente perfecta”.
Dios hizo al hombre perfecto y a Su semejanza, pero cuando el
hombre pecó, perdió toda la santidad en la caída. Pero Dios que es
todo amor, hace a su pueblo gradualmente participante de Su santidad.
La pureza interior es santidad, y se manifiesta en la conducta, libre ya
de pasiones y pecados.
Jesucristo dijo: “Bienaventurados los de limpio corazón, porque
ellos verán a Dios”. Así es que la santidad es un requisito
indispensable para ver el rostro de nuestro Señor. Y no importa que no
seamos comprendidos o que se nos juzgue mal, lo que importa es que
Dios, que sí puede mirar el corazón, lo encuentre limpio.
Cuando llevaron a Esteban al Concilio, pusieron contra él testigos
falsos con muchas acusaciones. Sin embargo los que estaban
sentados en el Concilio, “vieron su rostro como el rostro de un ángel”
porque Esteban tenía la hermosura de la Santidad.
-Leonides Mondéjar
“No hay riqueza mayor que la salud, ni placer igual a la alegría del
corazón”.
“LÍMPIAME DE MI PECADO”
“En la armonía eterna, pecar es disonancia. Pecar proyecta
sombras en la blancura astral.
El justo es una música y un verso. Una fragancia y un cristal...”
Alguien ha dicho que el salmo 51 es la fotografía de un espíritu
arrepentido. Esa contrición surgió del alma de David después que el
profeta lo llevó a reconocer su pecado. Pero fue hermosa su
sinceridad. Él entendió perfectamente que había pecado contra Dios y
lo confesó con un corazón humillado. No llamó a su pecado
imprudencia, ni accidente, ni descuido, ni culpó a su naturaleza humana
o a alguien más, sino que pidió: “Borra mis rebeliones, lava mi maldad y
límpiame de mi pecado”.
Seamos honestos en nuestras confesiones delante de Dios, sin
tratar de buscarle otro nombre al pecado. Porque no importa cómo le
llamemos, el pecado siempre será “disonancia” y “sombras”. Siempre
será el instrumento que entorpecerá nuestra relación con el Salvador.
Y no importa que no le llamemos por su nombre, siempre será pecado.
Si nuestro corazón no está consciente del castigo que merece la
culpa, y no nos arrepentimos, no hallaremos el perdón. Pero si vamos
con un corazón arrepentido al “Dios de nuestra salud”, Él, que es el
único que tiene la facultad de perdonar pecados, nos perdonará.
Porque Él perdona y salva a los que buscan Su rostro. Glorificado sea
su santo Nombre, porque a través de la sangre de Jesucristo, nos
podemos regocijar en el Dios de nuestra salvación que nos limpia de
todo pecado.
-Liccy Fuentes
EL BUEN PASTOR
¿Quién es el buen Pastor? El que “apacienta su rebaño, en sus
brazos coge los corderos, y en su seno los lleva; y pastorea
suavemente las paridas”. Lleva las ovejas en su seno porque las ama
con ternura y cualquier signo de debilidad de una de ellas lo mueve a la
compasión. Entonces se inclina, las carga y las pone cerca de su
corazón con un amor sin límites.
Él compró esas ovejas con su sangre, son propiedad suya y por
eso las cuida, por el alto precio que pagó por ellas. Él buen Pastor
tiene un especial interés en no perder ninguna de esas ovejas.
Además, ellas son parte de su gloria.
Al humano, cargado de imperfecciones, le es difícil tolerar la
debilidad, el temor, la falta de fe, o la ignorancia de sus hermanos. Sin
embargo, el buen Pastor, “perfecto en todo y sin pecado”, es movido a
la compasión cuando ve esos signos de debilidad en sus ovejas, y las
levanta y las pone en un lugar cercano a su corazón para cuidarlas y
defenderlas. Porque allí en ese lugar especial, nada las puede dañar.
Cómo podremos entender esa ternura infinita del buen Pastor.
Sólo cuando estemos en el cielo y nos veamos rodeados de la gloria
que ha preparado para los que ama. Cuando seamos partícipes de su
herencia y de las inescrutables riquezas de su gracia, entonces
comprenderemos el amor “del Pastor fiel y benéfico que nos ayudó a
llegar”.
-Liccy Fuentes
EL HOMBRE DE PILTDOWN
Soy un apologista de mi fe y en esa secuencia he tenido que
estudiar los descubrimientos de los evolucionistas. Quizá uno de los
casos más sonados en la historia resultó el descubrimiento en Piltdown,
Inglaterra, por Charles Dawson, en 1912 de una calavera y unos pocos
dientes que deslumbró a los paleontólogos de la época. Entre ellos los
doctores Arthur S. Woodward y Henry F. Osborn, famosos de su
generación.
El mundo conoció la noticia impactante: Dawson había encontrado
el famoso eslabón perdido y fecharon los restos entre 500 y 750 mil
años. Fueron años de euforia. Aquello promovió los cimientos de la fe
de muchos y parecía ser real la evolución de las especies. Pero llegó
la década de los cincuenta y la osamenta fue cuidadosamente
examinada mediante prueba de fluoruro, descubriéndose entonces el
engaño colosal al que había sido sometida la humanidad.
Digamos para simplificar, que la osamenta se trató con ácido
fluorhídrico y sales de hierro para darle apariencia de antigüedad. El
para entonces muy famoso y abanderado eslabón de los evolucionistas
encontrado en Inglaterra, fue desmentido con toda la autoridad de la
misma ciencia, pues no era otra cosa que restos humanos recientes
trabajados para ese fin.
Ni Dios ni la fe en Él habían muerto. Satanás y sus agentes fueron
descubiertos una vez más. Y pasarán los años y los siglos vendrán, si
Su venida tardara, pero la Creación universal sigue literal, Dios nos hizo
y aun la ciencia lo defiende con sus laboratorios.
-Sergio González
DEJA TU HUELLA
El tiempo pasa y cuántas cosas dejamos atrás. Recuerdos llenos de
alegría y otros llenos de dolor pero siempre dejándonos una gran lección.
No es fácil acostumbrarse a las nuevas etapas a las que tenemos que
enfrentarnos pero no hay vuelta atrás, tenemos que hacerlo, después de
todo es la ley de la vida.
Tristemente hay quienes viven por obligación. Pero gracias a Dios también
hay otros que viven dejando huellas hermosas en cada pisada que dan.
Esas personas, han comprendido que la vida no es sólo motivo de una
rutina sin sentido, sino de un mundo lleno de luz amparado por Dios.
A lo mejor en este momento llegan a tu mente esas personas de
“grandes pasos”, que día tras día dejan su huella y te enseñan lo lindo de la
vida. Gente que trabaja con Amor para Dios sin pensar en ellos y que con
certeza podemos decir que el respaldo divino es en sus vidas. Anhelo algún
día ser un siervo del Señor y tal como ellos, dejar huellas hermosas de paz
y amor, para que otros al verlas vayan por buen camino y así muchos
puedan disfrutar de las bendiciones de un sendero glorioso.
No caminemos de forma exagerada, tampoco demasiado lento pero
marquemos bien nuestro pie en cada paso, haciendo cosas grandes para
Dios, efectuando proyectos y entretenidos en los negocios de Dios.
Nuestra vida es una, procuremos agradar a Dios y dejar siempre en todo lo
que hagamos una huella de Amor.
-Edgar Méndez
SABER ESPERAR
Cuánta sabiduría poseen los que saben esperar con paciencia. He
oído muy a menudo la frase: “Tengo que esperar porque no me queda
más remedio”. No debemos esperar porque no nos quede otra vía,
sino debemos aprender a esperar con sabiduría para saborear con
satisfacción el resultado de nuestra espera.
Dios exige muchas veces grandes períodos de espera para
completar una gran obra. Cristóbal Colón, esperó y trabajó durante
veinte años antes de poder emprender el gran viaje de sus
descubrimientos. Isaac Newton trabajó casi el mismo tiempo antes de
poder demostrar la ley de gravitación. Jesús, aunque estaba deseoso
de comenzar su obra, pasó treinta años en Nazaret esperando para
manifestarse al mundo.
Cuántas veces a causa de la impaciencia han muerto grandes
ideales casi a penas de comenzar. Nunca tratemos de apurar la
incomprensible voluntad de Dios. A veces nos desesperamos y
queremos en nuestra impaciencia, ayudar a Dios para que lo que
ansiamos se realice en el momento que deseamos. Recordemos que
todo tiene su tiempo, como dijo el predicador. Todo es realizado en el
tiempo de Dios y nunca en el nuestro.
Recordemos siempre la anécdota del muchacho que quiso apurar
el proceso de la metamorfosis, con sus propias manos mató la hermosa
mariposa que estaba a punto de salir, abriendo él la crisálida. Seamos
sabios aprendiendo a esperar con paciencia en la voluntad divina,
porque nada podrá darnos más satisfacción y paz que saber que fue la
voluntad de Dios, y no la nuestra.
-Minerva G. Acanda
ASÓMATE A LA VENTANA
¿Qué tiempo hace que no contemplas un día resplandeciente?
¿Cuánto tiempo hace que un rayo de sol no te ilumina? Asómate a la
ventana y verás que no todo es tinieblas. Asómate a la ventana,
solamente asómate, no tengas miedo, atrévete. Quita el pestillo, abre
tu ventana, respira, ensancha tus pulmones, aspira el aire puro de la
libertad. Verás cuán maravillosa resulta la vida. No tengas miedo a la
luz, ella te vivificará y te invitará a caminar en ella.
Ahora que has abierto tu ventana y te has atrevido a asomarte, ves
cuán maravilloso es andar en luz. Abre ahora la puerta de par en par,
deja que en tu oscura morada penetre la luz. Que no quede un solo
rincón sin iluminarse. Sal fuera ahora, camina de cara siempre hacia la
luz. Emprende una larga caminata por esa senda luminosa que sólo
unos pocos sabios han sabido hallar.
No sigas prisionero en esa celda que tú mismo has construido para
encerrarte. Ya no sigas más prisionero de tus errores. La luz, sólo la
luz puede liberarte. No sigas prisionero de tus complejos, ellos te
encadenarán por siempre. No sigas prisionero de tu pasado, de tu
orgullo, de tu soberbia. El alma sólo es prisionera si se deja dominar
por las malas pasiones. Asómate a la ventana, atrévete y verás qué
mundo de libertad verdadera descubres más allá de esas tinieblas.
Asómate a la ventana, deja que la luz del sol te bañe a plenitud.
-Minerva G. Acanda
EL ALA ROTA
Cuenta una leyenda que una hermosa águila tenía su nido en lo
más encumbrado de la montaña. Todos los días salía laboriosamente
en busca de su alimento y descendía al valle. Una mañana, como de
costumbre, al despertar desplegó sus hermosas alas en busca de su
sustento. Ese día le deparaba una triste desgracia. Unos cazadores
erraron en el blanco de una codiciada presa, pero el proyectil alcanzó
un ala del águila, quien se precipitó hacia lo más profundo del abismo.
Allí en su dolor, impotente al no poder volar, no se dio por
vencida... Quería llegar a la cumbre en donde estaba su nido y
comenzó a caminar lentamente. Sólo de imaginarnos las dificultades y
el gran dolor que pasó para llegar, nos da angustia. Pero llegó a pesar
de su ala rota, la cual le impedía volar.
Cuántas veces el enemigo nos ha herido en nuestras alas del
alma, ávida de llegar a la cumbre. Cuántas veces con las alas rotas por
el dolor de la prueba nos es difícil el ascenso. El ala puede estar rota,
pero no nos resignemos, aun nos quedan rodillas... Subamos si es
preciso con ellas, tardaremos algo, pero ciertamente llegaremos.
Imitemos al águila quien aun con su ala rota logró llegar a la cumbre.
Haz el intento, recuerda lo que dijo el Salmista: “Siete veces cae el
justo, siete veces se levanta”. ¿Piensas acaso que solo puedes llegar
invicto? ¡No! Es necesario que por muchas tribulaciones lleguemos al
reino de los cielos.
-Minerva G. Acanda
NO ES MI VASO
Mi vaso Señor no es mío, es de tu absoluta propiedad. Por eso lo
cuidas con tanto esmero. Lo pules, lo limpias, y lo llenas hasta rebosar
de aroma. Mi vaso, si por descuido lo derramo, Tú estás al tanto y lo
vuelves a rebosar cuantas veces sea necesario. Si lo quiebro
negligentemente, con cuánto amor lo tomas y lo restauras, dejándolo
en tal estado que nadie diría que estuvo quebrado alguna vez.
Mi vaso fue formado para estar allí sobre el lugar más alto, donde Tú
pones Tus más preciados tesoros. Sin embargo, yo caprichosa y
porfiada lo coloco muchas veces adonde a mí mejor me parece, en el
piso, en el lodo o en el lugar más vil.
Mi vaso fue creado para Tu gloria y honra, para un uso santo. Mi
vaso lo creaste como obra Maestra de tu Espíritu Santo.
Señor, dame la dicha de que mi vaso sea siempre santificado y que
rebose pleno de ese divino elixir llamado santidad. Dame Señor
sabiduría y suficiente entendimiento para comprender que Tu vaso no
es mío, que Tú eres el único dueño y Señor de él. Tú eres el Alfarero y
por tanto solamente Tú puedes darle el uso que desees. Si quieres
puedes quebrarlo, vaciarlo o llenarlo porque es tuyo y no mío.
-Minerva G., Acanda
MI PRIMERA PRUEBA
Un día, cuando el sol dejaba atrás sus resplandores hermosos
para irse a descansar, absorta en meditaciones, oí a mis espaldas una
vocecita dulce que me saludaba:
-¡Hola! Me volví curiosa y traté de identificar aquella figura algo
vieja y desvencijada. Por más que lo intenté fue inútil. Entonces la
visión desconocida me preguntó dulcemente:
-¿No me reconoces?
-Perdóname, ¿quién eres? -le dije apenada.
-Soy tu primera prueba, -me respondió humildemente- ¿No
recuerdas cuánto te hice sufrir? ¿Verdad que casi te hago claudicar?
Cuántos ayunos, cuántas horas de largas oraciones. Sin embargo,
casi nunca te recuerdas que pasé por tu vida y me superaste.
-Oh amiga, déjame que te bendiga, cuánto bien me hiciste, Ya no
me acuerdo de mi dolor, tú eres como una cicatriz. Al contemplarte
recuerdo que una vez tuve una herida, pero ya no me duele, sólo me
queda la marca.
Hoy tengo gozo. Parece extraño, ¿verdad? Pero es muy cierto,
soy feliz al saber que mi Dios me hizo pasar por el crisol de las pruebas
y salí purificada. Déjame que te acaricie y te bese, porque en vez de
aborrecerte, te bendigo. Hoy lloro pero no de dolor ni desesperación,
lloro de gozo porque pude vencer y aquí estoy sabiendo que “es
menester que por muchas pruebas y tribulaciones pasemos para entrar
al reino de los cielos”. ¡Bendita prueba!
-Minerva G. Acanda
LA INSISTENCIA
Una mañana mientras cumplía con mis peticiones diarias, que
hago de nueve a nueve y veinte AM, hace algún tiempo, dije: “Señor
perdona mi insistencia”, temiendo cansarle con tanta instancia. ¡Cuánta
alegría y descanso trajo a mi alma, la respuesta inmediata!
recordándome la parábola del juez injusto y la viuda, quien por su
empeño y persistencia logró conmover a un hombre, que como él
mismo dijo, ni temía a Dios ni respetaba a hombre. Le hizo justicia por
su impertinencia y además temiendo que se vengara de él. La moraleja
o enseñanza es lo que dijo el Señor: “Oíd lo que dice el juez injusto. ¿Y
Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a Él día y noche?”
Porque Él ha de ser magnánimo y generoso con sus hijos siempre.
Así que: Escogidos de Dios, sigamos clamando día y noche con
toda confianza seguros que jamás se cansará de escucharnos y
muchas veces nos contesta en el instante, aunque a veces clamamos y
pareciera que no nos escucha, el problema está que dudamos. Por eso
nos dice el Salmista David: “Gustad y ved que es bueno Jehová.
Dichoso el hombre que confía en Él. Temed a Jehová porque no hay
falta para los que le temen”. ¡Cuánta seguridad traen al alma del
creyente estas promesas! Es hermoso saber que los que buscamos a
Jehová no tendremos falta de ningún bien. Porque definitivamente
apartados del mal, “los ojos de Jehová” estarán siempre sobre nosotros
y atentos sus oídos a nuestras oraciones.
-Mirtha Almeida
UN HOGAR FELIZ
Un hogar comienza cuando un hombre y una mujer, se unen en
matrimonio. Hogar puede ser un lugar de armonía, contentamiento y
satisfacción. Pero si en lugar de estas cosas surgen a menudo tensiones y
luchas, nunca será capaz de sobrevivir cuando llegan las tormentas de la
vida.
La Biblia nos da reglas para formar un hogar de hermoso diseño, sólido
en estructura y una atmósfera placentera.
El hogar es una importante unión social y es divinamente ordenado
para realización física, emocional y espiritual. El plan de Dios ha sido
siempre que los miembros del hogar tienen que proporcionarse unos a otros
felicidad, y que la familia tiene que vivir en armonía. Aunque muchos
hombres basándose en que Dios formó a Adán primero y cuando le trajo su
tierna compañera, él dijo: “Esta será llamada Varona”, porque era hueso de
sus huesos. Ignorando que sería una ayuda de uno para el otro,
“conveniente”, que según el diccionario este es el significado de la palabra
idónea, porque ellos eran una sola carne, por eso dijo San Pablo: “Ninguno
aborreció a su propia carne, sino que la sustenta y regala”. También San
Pedro anima a los maridos a dar honor a sus mujeres, como a vaso más
frágil, para que sus oraciones no fueran impedidas. Ahora hay algo
importante para nosotras, recordándonos el respeto que debemos tener al
esposo, como Sara obedecía a Abraham llamándole, señor.
Recordemos que el respeto mutuo no debe ser entre la pareja, sino
entre todos los miembros de la familia.
-Mirtha Almeida
Las herramientas para que reine la paz y el amor son los frutos del
Espíritu.
Viernes Septiembre 4, 2009
LECTURA BÍBLICA
Matutina: Rom. 12:17-21
Vespertina: Salmo 34:12-14
CONSUELO EN LA ENFERMEDAD
Estando en oración a favor de todos los que padecen por mucho
tiempo enfermedades penosas y dolorosas, se me ocurrió preguntarle
al Señor acerca de aquellos que piensan en el pobre, que dijo el
Salmista: “en el día malo los librará Jehová”, los cuales, supongo yo,
que son aquellas almas puras que pasan gran parte de su vida
haciendo bien a los pobres y sirviéndole a Él. Meditando en esto, subió
a mi mente esta petición brotando del fondo de mi alma: “Jehová, tú les
sustentarás en el lecho del dolor, mullirás toda su cama en su
enfermedad”.
A leer en el diccionario el significado del verbo mullir, me conmoví
profundamente al saber que el amoroso Dios, puede con sus manos
ablandar, esponjar la lana de un colchón, en sentido figurado, llenando
esas pobres almas que tanto sufren, de la paz y el consuelo que sólo
puede dar Él. Y por medio de su Espíritu Santo, dará también la
resignación para soportar los sufrimientos, como es el caso de
Jeremías el profeta, más sufrido y perseguido, al extremo de hacerle
clamar: “¡Ay de mí por mi quebrantamiento! Mi llaga es muy dolorosa.
Yo empero dije, ciertamente enfermedad mía es esta y debo sufrirla”.
Amados hermanos, cuando aparezcan en nuestro camino
dificultades y sufrimientos, es el momento oportuno para acudir al único
refugio seguro en el tiempo de las angustias y recibiremos ayuda y
consuelo para decir llenos de gozo: “Resignadamente esperé a Jehová,
e inclinóse a mí y oyó mi clamor”.
-Mirtha Almeida
BALUARTES DE LA FE
Este es el nombre que por indicación divina le he dado a los
heroés, por las obras portentosas de fe que nos cuenta San Pablo en el
capítulo once de los hebreos. Porque según el diccionario baluarte es:
fortificación en la parte exterior de la muralla. Y el figurativo es amparo,
defensa, baluarte de religión. Cómo me maravilla y conmueve, al
extremo de no poder reprimir las lágrimas, al leer las historias de
aquellos baluartes vivientes, quienes no temieron a los más crueles
castigos y persecuciones tales como morir apedreados, aserrados,
anduvieron de acá para allá, angustiados, maltratados.
Lo que más lacera mi corazón es esta frase del escritor, “de los
cuales, el mundo no era digno”. Pero me consuelo al leer que todos
fueron aprobados, porque luchaban en defensa de la fe gloriosa, que
les hacía ver más allá la remuneración, cuando los muertos en Cristo
resucitarán para recibir la recompensa por todo lo que sufrieron.
Para mí el más portentoso de estos hechos, por ser el quelos
incrédulos catalogan como una fantasía, es el de los jóvenes hebreos,
que en realidad es algo muy difícil de creer, porque en su mente no
caben estas cosas que parecen irrealizables o fantásticas. Pero los que
estudiamos la Biblia, creemos de todo corazón que estos valientes
jóvenes son los que nos dice San Pablo que apagaron fuegos
impetuosos. Así que leyendo esta historia me di cuenta que la fe de
ellos hizo posible que ni sus ropas olieran a humo.
-Mirtha Almeida
SANTIFÍCANOS SEÑOR
Sentada frente a mi máquina de coser, quedé embelesada y recibí
en mi mente este sublime mensaje del Señor: “La voluntad de Dios es
vuestra santificación”. Mi alma se llenó de gozo pues al momento, me
hizo recordar como en la oración que hizo por los suyos para que
fuéramos consumadamente una cosa, como lo son ellos dos diciéndole:
“Padre santo a los que me has dado guárdalos por tu nombre, para que
tengan mi gozo cumplido en ellos” . Mi corazón se inflama de emoción
al leer esta bella plegaria, que me convence que somos propiedad
particular del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Porque
no pertenecemos al mundo con su sistema abominable de
concupiscencia y maldad. Aunque tengamos que vivir en él hasta el
glorioso día en que el santo Cordero inmolado por nuestra redención,
que oró por nosotros para que fuéramos guardados del mal, mientras
estuviéramos esperando nuestra redención.
Mantengamos nuestra fe, cuidando celosamente esa santificación
que Él pidió al Padre para que permanezca en nuestra vida para
siempre. Porque ese era su gran deseo que manifestó al decir: “Y por
ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean
santificados en verdad” .
Amables lectores, cuán dichosos debemos sentirnos, al saber que
más de dos mil años atrás, el santo Hijo de Dios, no solamente oró por
aquellos que en aquel tiempo le seguían entusiasmados con su
doctrina de amor incomparable, sino por los que habríamos de creer
por la palabra de ellos.
-Mirtha Almeida
TU DIESTRA ME SOSTIENE
Hace varios días que tengo en mi mente esta frase: “Señor mi alma
está apegada a ti, porque Tu diestra me sostiene” Y más tarde
buscando en mi Biblia algún texto que corroborara esta idea, para
afirmar y confirmarla como un mensaje de Dios para mi alma, encontré
en Isaías 41: 10 que desde años atrás había subrayado: “No temas,
que yo estoy contigo; no desmayes que yo soy tu Dios que te esfuerzo:
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”
Y más adelante continua alentando a sus hijos con bellas palabras:
“Porque yo Jehová soy tu Dios , que te ase de tu mano derecha, y te
dice: no temas, yo te ayudé”.
Y como los creyentes en Jesucristo pertenecemos al pueblo de
Israel espiritual, nos acogemos a esas promesas que son eternas para
aquellos que lo amamos y seguimos el camino de obediencia a sus
leyes. De las cuales dijo Jesús, que ni una jota ni un tilde, pueden ser
abolidas, hasta que perezcan el cielo y la tierra. ¡Cuánta fortaleza y
seguridad! aun en la hora de la dura prueba cuando leemos en su
Santa Palabra que Jehová nos escucha desde los cielos de su
santidad, y con la fuerza poderosa de la salvación de su mano derecha,
que es su diestra. “Por tanto no temeremos, aunque la tierra sea
removida, aunque se traspasen los montes al corazón de la mar”,
porque Dios es nuestro amparo y fortaleza, y nos sostiene.
-Mirtha Almeida
LA HUMILDAD
“Señor yo nada soy, ni tengo nada/ te quisiera ayudar, pero… ¿qué
puedo?/ Cuando te hablan mis labios, te hablan tan quedo/ De mi pie,
tan dudosa es la pisada/ Que aun queriendo ayudarte, nada puedo. /
De mis ojos, Señor, quita la venda/ Y riega en mí tu luz para que vea/
Que del hombre no es nada, ni la idea/ Para ver que aunque estrecha
es la senda/ Se dilata y es bella a quien te crea”.
Este es un fragmento de una poesía que declamaba a la
perfección, quien en vida fuera nuestro amado hermano, José I.
Caraza, que guardo en mi memoria desde mi tierna edad, y hoy al
escribir sobre el tema de la humildad, no puedo dejar de mencionar a
éste gran siervo del Dios Altísimo, quien poseía dones y virtudes, de las
que por su sencillez, era fiel exponente, la humildad. De tal manera,
que según yo pienso, con su actitud en la vida diaria, se convirtió en un
paladín que significa: “defensor denodado o un caballero valeroso”, que
seguramente sabía de memoria este proverbio: “Mejor es el que tarde
se aira, que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que
toma una ciudad”.
Porque le conocí de muy cerca, me atrevo a asegurar que José I.
Caraza en el juicio final estará en el grupo de los que siguieron a Jesús
aprendiendo de su mansedumbre y humildad, y hallando descanso
para su alma.
-Mirtha Almeida
MI MEJOR AMIGO
En oración ferviente le dije al Señor: “Mi amado Jesús de Nazaret,
concédeme la dicha de estar en tu presencia contemplando extasiada y
maravillada, tu rostro sublime, lleno de santidad y gloria. Sabiendo que
me amas con ese amor inmenso que demostraste un día subiendo
hasta la cumbre del doloroso Calvario, para padecer por mí, la horrenda
muerte de cruz”.
Mi corazón se conmueve al pensar como Tú, siendo unigénito hijo
del Padre eterno, te convertiste en el Mediador entre Él y los hombres,
para darte Tú mismo en precio de rescate, pagando con preciosa
sangre por nuestros delitos y pecados. Tan grande fue tu amor que
abandonaste tu trono al lado de tu Padre. Como escribió San Pablo: “El
cual siendo en forma de Dios, tomó forma de siervo, hecho semejante
a los hombres” y humildemente sufriste los azotes por los pecados de
la perdida humanidad, para darnos la oportunidad de salvación.
¡Cómo se inquieta mi alma! Temiendo que nunca pueda yo pagar
la tremenda deuda de su amor incomparable. Recordando el antiguo
himno que cantábamos en la humilde iglesita de mi niñez, cuya última
estrofa disipó mis temores con este bello mensaje: “En mis conflictos
con el mal, /No hay otro amigo tal que pueda darme protección,
descanso amor, solaz./ Si me acompaña el Salvador, ya nada puede el
tentador/ Ya nada puede el tentador contra mí” ¡Aleluya! Glorificado sea
el santo nombre del mejor de todos mis amigos, Jesucristo mi amante
Salvador.
-Mirtha Almeida
QUERER ES PODER
Hay momentos en la vida que el desánimo se apodera de nosotros
de tal forma que quedamos casi completamente paralizados. Para mí
ese es el momento de hacer un esfuerzo sobrehumano y recuerdo a mi
amada madre diciéndome: “Querer es poder” .
Esto es algo que yo he comprobado en mi vida cristiana. Lo que
me ayudó en este empeño, fue la lectura de un escrito titulado “Hijos
del esfuerzo”, un tema muy importante, porque en la lucha contra el
adversario, cuyas armas son el desánimo y el desaliento que nos hacen
perder hasta las fuerzas físicas y el valor, haciéndonos pensar que es
mejor abandonar la lucha y el esfuerzo y adoptar la molicie cuyo
significado es: “blandura, apatía” y el figurativo es: “afición al regalo y
comodidad”.
Triste sería nuestra condición si aceptáramos esa invitación,
olvidando el llamado que recibimos un día para seguir al Señor. Pero
nosotros como Josué, cumpliremos con valentía el mandato aquel, que
por ser una encomienda difícil, como en realidad fue el introducir al
pueblo de Israel en la tierra prometida, diciéndole: “Esfuérzate y sé
valiente”, como también nos dijo a nosotros cuando nos llamó a su
servicio. Y como a él, ha tenido que recordárnoslo en momentos
difíciles, cuando nos anima con palabras alentadoras “Mira que te
mando que te esfuerces y seas muy valiente” Y otra vez le dice:
“Solamente te esfuerces y seas muy valiente” Este mandato
repetidamente ha llegado hasta nosotros, para que al primer rasgo de
blandura, pidamos valentía para vencer.
-Mirtha Almeida
“SUPERFLUIDAD DE MALICIA”
El diccionario describe la superfluidad como “calidad de superfluo”, que
significa, no necesario e inútil. Algo absolutamente vano que ninguno que
se considere cristiano, debe practicarlo, atendiendo el consejo del apóstol
Santiago, que nos amonesta así: “Por lo cual, dejando toda inmundicia y
superfluidad de malicia, recibid con mansedumbre la palabra ingerida, la
cual puede hacer salvas vuestras almas”.
El Señor quiere que su pueblo sea un pueblo santo, limpio de las cosas
vanas de este mundo que cada día va hundiéndose más y más en el lodo
del pecado. Mientras oraba con fervor, vinieron a mi mente estas palabras:
“Superfluidad de malicia”. Desde entonces he estado meditando en ellas y
he llegado a la conclusión que superfluidad unida a la malicia, se convierte
en un peligro enorme para toda la hermandad que quiere vivir en santidad.
Pues malicia significa: “maldad, inclinación a obrar mal. Sinónimos
malignidad y picardía” y otras muchas acepciones que confirman todo el
veneno que contienen estos vocablos.
Por tanto seamos prudentes en este mundo donde impera el mal.
Sigamos este sabio consejo: “Buscad lo bueno y no lo malo, aborreced el
mal y amad el bien”, no permitiendo jamás que penetren en nuestras almas
la perversidad, astucia y sutileza, para que la gracia de Dios que trae
salvación a todos los hombres se manifieste en nosotros, enseñándonos
que renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este
presente siglo malo, templada, justa y piamente, esperando la
manifestación gloriosa del gran Dios y Señor nuestro Jesucristo.
-Mirtha Almeida
ETHAN EZRAHITA
“Oh Jehová de los ejércitos, ¿quién como tú? Poderoso eres
Jehová y tu verdad está en torno de ti.
Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte, andarán, oh Jehová, a la
luz de tu rostro. En tu nombre se alegrarán todo el día y en tu justicia
serán ensalzados. Porque tú eres la gloria de su fortaleza, porque
Jehová es nuestro escudo y nuestro rey, el santo de Israel”.
Estas palabras de elogio y reconocimiento al poderoso Jehová de
los ejércitos, se encuentran en el salmo 89. Este salmo completo fue
escrito por Ethan Ezrahita, aunque yo no lo copié de la Biblia, sino de
una tarjeta que hace años conservo. Por sus bellas expresiones, quise
conocer al escritor cuyo nombre y apellido aparecen como título de este
artículo. Y auxiliada por mi concordancia bíblica, supe que en tiempos
de Salomón, era el primero de todos los sabios que tenía en su reino,
exceptuando al rey. Además como pertenecía a la tribu de Leví, cuando
David hizo el traslado del arca para Jerusalén, constituyó cantores con
instrumentos de los principales y en la lista de los nombres se
encuentra Ethan.
No en balde se expresó en ese salmo con ese conocimiento tan
profundo acerca del poder de Jehová y la verdad que le rodea, la
bienaventuranza de los que le aclaman, que andarán en su luz
alegrándose todo el día, porque Jehová su rey es el santo de Israel.
Así también debemos nosotros ensalzar y glorificar el nombre glorioso
de Dios.
-Mirtha Almeida
EL CAMINO
En la antigüedad eran muy pocos los caminos transitables. La
mayoría de los viajes se realizaban a pie. Hace algunos años vi un
reportaje donde mostraban los pies enrojecidos e inflamados por las
largas travesías, que aun en este gran país hacían en los primeros
años de colonización, cuando solamente existían coches y los senderos
eran casi intransitables.
Ahora es increíble el progreso del sistema de viajar en todo el
universo, cuánta facilidad para atravesarlo de un extremo al otro. Es
agradable y maravilloso esto de conocer lugares que nunca soñamos,
como fue mi experiencia al llegar al Ciudad Santa y caminar la Vía
Dolorosa donde pasó nuestro amado Salvador llevando la pesada cruz,
y también la carga de nuestros pecados, para enseñarnos que : “El
camino de la vida es hacia arriba al entendido, para apartarse del
infierno abajo”.
Como Él es “El Camino” un poeta escribió este poema
comparándolo con lo que fue Jesús: “Todos pueden hallarle sin recelo. /
El justo, el criminal, el forajido./ Es la bondad tendida sobre el suelo. /
Es la humildad sin voz para el gemido. / Va por la tierra con santo
anhelo / De hacer que viva el hombre al hombre unido, / De que se
estrechen todos bajo el cielo. / La tempestad le enloda, el sol le quema,
/ ¡Y Él sigue siendo el cauce de la vida! / Con razón el eterno peregrino-
Jesús el Santo- / Les cantó un poema cuando dijo / Que Él mismo era
el Camino”.
-Mirtha Almeida
LA PATRIA CELESTIAL
¡Qué privilegio el de Juan el Teólogo! Estoy segura que no con
orgullo, pero con mucha satisfacción escribió: “Y yo Juan vi la santa
ciudad, Jerusalén nueva, que descendía del cielo de Dios, dispuesta
como una esposa ataviada para su marido”. ¡Qué cuadro tan
maravilloso! ¡Gloria al Padre de la luces!
Pienso que aquel exilio en una isla solitaria, no sería nada
agradable, pero al ver la humildad y fe de su siervo, el gran “Yo Soy”
Jehová, como es su costumbre, lo convirtió en las maravillosas
revelaciones apocalípticas que llenan nuestras almas de alegría con
mensajes como este: “Bienaventurados los que guardan sus
mandamientos para que su potencia sea en el árbol de la vida, y entren
por las puertas en la ciudad” . La ciudad celestial tan bellamente
descrita por el Teólogo. Lo principal es que no habrá maldad ni muerte,
ni dolor y veremos su rostro luminoso disipando las tinieblas para
siempre.
Muchos se preocupan por el lugar donde ha de estar, pero yo no,
porque el apóstol la vió descender del cielo y lo que quiero es entrar en
ella, porque mi gran deseo es que: “Al final de mi carrera cuando tenga
que partir,/ Y la eternidad comience a vislumbrar”, pueda entrar por
aquellas puertas de berilo y de zafiro en aquella patria celestial, donde
el sol jamás es esconderá, y con millones de salvados gozaré felicidad.
Mientras tanto continuaré cantando: “Yo quiero ir allí para vivir feliz. Yo
quiero estar con Cristo por la eternidad”.
-Mirtha Almeida