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32 | yaa ARTICULO LEGISLACION Narcotrafico a granel éCual a diferencia entre un adicto, un varcomenudista y un narcotraficante? Bajo la legislacién actual, practicamente ninguna. POR MARGARITA SOLANO sferas diminutas que dis Como sila piel del oss Po yabrigo de millones de tes de patitas que se introducen por de viernes de quincena en el Distrito Federal po. Tan desesperante Ib al punto neurdigico Berd el brazo? cauizds ia oreja? No, no. Ea el muslo, el pecho, la es palde. todo ef cuer- po. No hay us suf sectos por debajo de la piel Aun asf, desliza fa y las extremidades Ee eabeza al ritmo. del eat de la mista, Bege Ute} 307. & MIL PERSONAS, eran adictas en 2002 465 MIL PERSONAS somvadictas en 2008, A500 “Sn MILLONES DE PERSONAS el eyerpo aguante. El supone que la sensacién es el resultante del sonido estrafalario del antro de moda, el gran show det Da” que vino desde Alemania a mo- ver sus tornamesas a todo volumen para poner a saltar alos mis de cus: trocientas personas que asisten a tan magno evento. La realidad es otra Menos bulliciosa pero més lamenta ble, Consumié speed, meth, erank,ioeo algin ipo demetanfetamina, la dro- Gade moda. AAirededbor, los ajos de las_perso- nas del sexo femenino son un relam- pago de lur verde ban era, que electrocuta a cualquiera, Se acerean, se alejan, se confunden cconlas lucesy vidrios que el lugar. Esas mi- radas lo distraen ylo ani- man a seguirlas, adanzar frente aellas. Se acerca y yao estén, Aparecen de huevo como unrefejo ful minante de luz a escasos metros. Camina, les gui- iia el gj, se acerca y de repente otra ver se pier- den. Quizds nunca exis- tisron. consumidor cualquiera que deambu- Ia por los bares y antros del Distrito Federal. Uno Ahora tiene come- Saree. que después de una noche zén acompafiada de consumidores larga y de excesos, pade- 1 on eange hoy end ah eae Después de los intentos fallidos conlas ufias, logr6 irritarseel brazo y parte de la oreja. Cuatro ara- fiazos horizontales conrastros de san- gre y pese al nuevo evento, sus pies se elevany regresan alapista. Loclisico alsalir aunadisco para adolescentes: arépidamentede atrés para adelante conla mano dereehale- vantada ala altura dela sien y saltar Wink, quiics, chenants:veses, 10 0 moverla.cab sis, paranoia y toxicidad en el corazén y en los vasos sangul- neos. Nunealo supo, estaba drogadoy pudo morir de un derrame cerebral. Si tiene suerte dormir4 bien, si no, podrfa tardar entre tres y quin- cce dias sin poder cerrar los ojos tras th. las secuelas de consumir una Situacién que ademés se sumiari irritabilidad, agresiény ansiedad le provocarfa.asucuerpola ingest: 2 MERCADO DEDROGAS 1 Mariguana. Hay unminimo de 162 millones de consumidores de mariguana en el mundo, con una tendencia creciente, debido @suaceptacion social y toleran- clalegal Cocaina. Hay unacaida enel consumo de cocaina en los EU enelsegmentode 14 18 afios ‘Sehacompensado.con uncre: cimiento en el mercado europea yasiatico, 1 Heroina. Laestabllidaden Afga- nistan en €l2006, aumentéla este tipo de sicotrépieo, La dosis pudo conseguitla con un amigo, mismo que quizas la adquirié en una casa, una tienda o a través de lun mesero, un valet parking 0 un ser vicio a domicilio. No es ciencia fic~ cidn. Bs lo que desde hace aproxima~ damente una década ha venide proli- ferando en México el surgimiento de narcotienditas que ofrecen cualquier tipo de droga en pequefias escalas. Tan s6lo en el 2006, la Secretaria de Seguridad Piblies del Distrito Federal tenfa registrados cinco mil 164 puntos de ventas de drogas, con- entradas en cincuenta colonias de la capital, entre las que se destacaban Cuaubtémoe, Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza y Aivaro Obregén. Siéste nimero sigue ‘duplicdndose en los afios posteriores, el escenario actual seria de cuando menos 20 mil puntos de venta de es: tanaturaleza, En el caso hipotético de que algu: na autoridad hubiese sorprendido este consumidor antes de ingresar al antro con50 miligramos de metanfe tamina, es decir, lo equivalente auna pastilla, el escenario de esta historia concluiria tras las rejas: un consumi- dor pagando por un delito de narco- menudeo que no se encuentra tipifi- cado como tal en la ley; pagando con cdrcel gracias ala sentenciade unjuez quien a discrecionalidad determina ri los dias, meses 0 afios que pasard encerrado por tener bajo su resguar- do una pastilla de ice. Igual pasaria si Io encuentran con un eburro de mari- guana 0 con porciones de opio. CRIMINALIZACION DELCONSUMO ¢Acaso un consumidor o adicto a una droga sicotrépica debe ser tratado como nareotraficante? Zcémo sabe la autoridad cuando se trata de un caso real de narcotritico y cuando uno de nareomenudeo?. Estas interrogantes ponen de ma- nifiesto vacfos jurfdicos que estigma- disponibllidad de heroinaenel mercado europes a los niveles del 2001. Sin embargo, durante cinco afios al mercado se abas- teci6 de Maxico, Marruecos, Co- tombia y Birmania en menor me- did. i Anfetaminas. Porel nmero de consumidores de anfetamninas y el tiempo de disponibilidad del estupefaciente en el mercado, se puede considerara este como un mercado maduro y ala vez al- tamente adictivo. tizanelconsumodelasdrogasyhacen Henarlas cdrceles de adictos y consu- midores en lugar de verdaderos nar cotraficantes, Alexistir inicamente tipificado el delito denarcotrifico acargo dela f- deracién, se incurre en equivocacio- nes y apreciaciones que hacen pagar largas condenas en la edrcel por por- tacidnde droga, en vezde verse elpro blema del consumo como un factor de salud piblica que requiere de un tra- tamiento especial. Hay que entender de una buena vez que México es un pais consumidor. Ynoesqueelportardrogasilicitas enMéxico deba ser digno dela absolu- cién penal, simplemente no es lo mis- mo vender ocomprar dos “churros” de mariguana, que transportar 500 ki- los de cocaina a los Estados Unidos. Asi como tampoco resulta légico que Sea competencia dinica y exclusiva de lafederacién perseguir alos narcome- nudistas a sabiendas de que en los es- tados hay mayor presencia de tien- das clandestinas que ofertan drogas y la policfa local queda anulada para combatirlas. Es bastante frecuente que, por la cercania de ciertas autoridades loca: les conlos lugares donde se comercia. lizan y distribuyen estupefacientes y sicotrépicos en pequelias eantidades, se pueda identificar o reconocer aes” tas bandas delictivas de inmediato, sin embargo al no encontrarse equi- padas legalmente para investigar y ‘combatir esta problemética, sees ha- ce mis dificil, sino imposible, erradi- car estas practicas Eneste contexto, juristas, penalis: tas, académieos, médicos y distintas autoridades locales y federales, han puesto de manifiesto la necesidad de legislar en materia de nareomenudeo, un delito que modifica la Ley General de Salud, el Cédigo Penal Federal y el Cédigo Federal de Procedimientos Penales, y que lejos de legalizar las

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