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A la Conquista de tu Alma

A la Conquista de tu Alma
Y te daré a ti y a tu descendencia después de ti, la tierra de
Canaán como posesión perpetua y yo seré tu Dios
Génesis 17-8

Erwin Roberto Gutiérrez Chávez


A LA CONQUISTA DE TU ALMA
Primera Edición. 2009.

Escrito por: Roberto Gutiérrez.


Publicado por: Fuentes de Agua Viva.
Diseño de Cubierta: stuiOmega.
Foto de la cubierta: Tomada de internet.

Impreso en Guatemala.

Las citas Bíblicas de este libro han sido tomadas de la


Versión Reina-Valera revisión 1960 de las Sociedades
Bíblicas en América Latina, salvo que esté explícitamente
señalada otra versión en el texto para una mejor
comprensión de lo explicado.

Guatemala C.A. julio del 2009.


AGRADECIMIENTO

T
e doy gracias Señor por permitirme escribir este
libro, por haber puesto el querer como el hacer; no
sería una realidad sino es por tu Gracia, la cual has
derramado en mi vida para poder hacerlo. Estos diez años
han sido de gran bendición al haberme atraído de nuevo a
tu redil, me has dado todo lo bueno que tengo, has
permitido que mi vida se vaya moldeando conforme a tu
voluntad y a través de este libro has permitido que mis
pensamientos cambien y trabaje día con día para alcanzar
la vida en abundancia que deseas para mí, eres bueno mi
Dios.

A ti mi amada Fabiola, por estar a mi lado como la persona


que Dios ha preparado para apoyarme y darme ánimo,
amor y comprensión en todo momento; por hacerme feliz,
por ofrendarme al Señor para trabajar en su obra, por ser
paciente esperando las promesas que Dios nos ha dado. Le
agradezco al Señor por tus padres, son el instrumento que
utilizó para introducirte en la tierra, formarte y confiarte a
mi vida, espero conducirte de la mejor forma por el camino
que Dios tiene preparado para ti. Eres la mujer maravillosa
que siempre esperé que estuviera a mi lado para compartir
el tiempo que Dios me tenga en esta tierra, te amo.

Madre, gracias por interceder delante de Dios, pidiendo


siempre por mi bienestar; se que sus oraciones fueron
como las de aquella mujer que vio a sus hijos colgados en
un madero, estando siempre cerca de ellos, ahuyentando a
las aves de rapiña para que no devoraran a sus hijos. Sus
oraciones fueron escuchadas y atendidas, hoy tengo vida
eterna, por la Gracia del Señor, el amor de su hijo siempre
estará a su lado.
Gracias a Demetrio y Mirna, mis tíos que han sido como mis
segundos padres, preocupándose por mi y siempre
tratando de que sea una persona de bien para los demás,
Gracias al Señor por haberlos puesto en mi vida como parte
de mi familia, sabiendo que iban a cumplir la función que
les fue encomendada para formar mi vida, gracias por el
ejemplo de trabajo, esfuerzo y fidelidad que ha inculcado
mi padre, el irrestricto amor hacia los demás que me han
enseñado; el buen Dios me honra al ponerme a su lado,
bendiciones para cada uno de ustedes.

Gracias Apóstol Sergio por ser mi guía, mi pastor y mi padre


espiritual; el Señor ha sido bueno al permitirme ser
pastoreado por un siervo tan lleno de amor hacia Dios, al
cual procuro imitar en lo que imita a Cristo. Gracias por
sembrar en mí el amor por la Palabra haciendo que me
enamore más de Dios. Gracias por enseñarme a escudriñar
y elaborar mi propia comida espiritual.

Hermano, te agradezco por tomarte el tiempo necesario


para leer este libro, sabiendo que será de bendición y
edificación para tu vida; gracias por el apoyo que me das al
adquirirlo. Espero que cada uno de los temas que se han
plasmado en esta obra dejen al descubierto, si lo hubiera,
todas aquellas cosas que impiden acercarte cada día más al
Señor, a tus seres queridos, etc. pudiendo así alcanzar la
vida en abundancia que Dios también desea para tu vida.
Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la
carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales,
sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el
conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a
la obediencia a Cristo,
2 Corintios 10:3-5
PRÓLOGO

H
ace algún tiempo en la congregación a la que asisto,
nos dimos a la tarea de escribir algunos temas para
la ministración del alma, con el propósito de que
mucho pueblo de Dios notara si había situaciones que le
estorbaban en su comunión con Dios su familia o con la
sociedad en general. En el tiempo que se expusieron
surgieron dudas entre el pueblo de Dios con respecto a
cómo ser libres de las cosas que aun los ataban, lo cual daba
la pauta para indicarles que debían buscar ministración o
consejería para poder solventar esa situación en su vida.

De esa misma forma, este libro no pretende ser una receta


para solucionar todos los problemas que durante muchos
años puedan estar atando las vidas de mucho pueblo de
Dios, sin embargo sí pretende abrir los ojos del lector para
iniciar el proceso de conquista, romper ciclos
generacionales o re-entrenar el alma para que pueda
alcanzar la vida en abundancia.

Además muestra algunas causas que pueden estar


limitando a una persona para alcanzar sus metas, sin
embargo es el Espíritu Santo el que mostrará la raíz de los
problemas que estén arraigados o escondidos en el alma de
cada persona y a través de su unción desarraigar toda
planta que fue sembrada a lo largo de la infancia y aun en el
vientre materno.

Se pretende mostrar, basados en la Palabra de Dios,


ejemplos que ilustren los problemas que un hijo de Dios
puede tener en su alma y abrirle aun más el entendimiento
para no acomodarse con algunos problemas que puedan
estar acumulados y obligan a la persona a actuar como él no
desea.

Procura que el lector renueve su mente con respecto a


cosas que creía normales y eran así por naturaleza y con
ello estar alerta contra lo que no consideraba un estorbo.
Hay cosas que deben ser conquistadas por nuestro propio
espíritu y otras que deben ser confesadas para alcanzar
libertad.

Algunos hijos de Dios creen que al aceptar a Cristo en su


corazón ya todo está hecho, efectivamente es así en lo que
respecta a salvación en esto ya todo está consumando; sin
embargo, en lo concerniente a libertad como consecuencia
de decretos y maldiciones generacionales, aun deben
implantarse nuevos decretos que anulen los que se han
acarreado por muchos años en la vida de cada uno de los
hijos de Dios, ya sea como parte de una maldición familiar o
un voto hecho a la ligera.
No podemos ignorar que hay cosas que están en nuestra
vida como consecuencia de nuestros actos y que han
repercutido y repercuten en nuestra vida, llegando incluso
a involucrar a nuestras generaciones siguientes.

Por tanto el lector no debe creer que este libro es un


conjunto de recetas que le solucionará, si ese fuera el caso,
los problemas que en su alma están afectando o erradicar
aquellos que están anidados desde hace tiempo.

Eso sí, este libro es una ayuda que muestra, como


anteriormente lo dijimos, algunos problemas, personajes
bíblicos que estuvieron inmersos en problemas tanto
almáticos como espirituales y pueden ser los mismos que a
un hijo de Dios aqueja, puede tener incluso influencia
demoníaca obligándolo a proceder en algunas situaciones
de la manera que él no desea, ya lo dijo el Apóstol Pedro,
“uno es esclavo de aquello que lo domina” de aquí surge la
pregunta que todos los hijos de Dios nos debemos hacer:
¿Qué cosas de influencia negativa hay en nuestra alma que
nos dominan? Esto ayudará a reconocer que aun se tienen
cosas que nos dominan y en ocasiones nos vencen, de la
misma forma que le sucedía al pueblo de Israel.

Espero que este libro sea de bendición para el lector, de la


misma forma que ha sido para mi vida el haber estudiado,
desarrollado y expuesto, primeramente en mi vida y luego a
cada uno de los que tengan la oportunidad de leerlo.

Roberto G. Chávez
Contenido
Agradecimiento
Prólogo
0. La conquista de Canaán.
1. Los Círculos viciosos.
2. Recuerdos y Pactos Antiguos.
3. Derrotando la Injusticia y la dependencia de Fármacos.
4. Derrotando el orgullo y los miedos.
5. Idolatrías en el Alma.
6. Derrotando celos e infidelidad.
7. Limitaciones a través de prohibir o reprimir.
8. Derrotando la hipocresía.
9. Expulsando la idolatría y la ira.
10. La derrota de la vanidad y el orgullo.
11. Problemas de timidez y apatía.
12. Derrotando la burla y la ignorancia.
13. Desechando preocupaciones e impurezas.
14. Derrotando el sentimiento de humillación.
15. El Señorío de la discriminación.
16. Expulsando el acomodo y el temor al cambio.
17. Problemas de vergüenza y ligaduras.
18. Desechando el placer excesivo.
19. Rompiendo maldiciones.
20. Desechando la obstinación.
21. Derrotando las desviaciones sexuales y la división.
22. Expulsando resentimientos.
23. Derrotando la astucia para lo malo.
24. Problemas con la seducción.
25. Dominando al hombre fuerte.
26. Derrotando el sarcasmo.
27. La inflexibilidad del alma.
28. Venciendo los prejuicios.
29. Libre de la amargura.
30. El alma conflictiva.
31. Evitando las ofensas.
Anexo.
Índice.
00 LA CONQUISTA
DE CANAÁN (introducción)
Y te daré a ti y a tu descendencia después de
ti, la tierra de Canaán como posesión
perpetua y yo seré tu Dios
Génesis 17-8
C
uando el señor le da las directrices a su pueblo de
tomar la tierra prometida, les ordenó echar fuera a
todos sus habitantes y destruir sus ídolos, altares y
costumbres. Les advirtió que si los dejaban con vida
serían como aguijones en sus ojos, como espinas en sus
costados y que constantemente los hostigarían, ver
(Números 33:50-55).

Lo sucedido al pueblo de Israel quedo escrito para


amonestarnos a nosotros y tomar lección de cada una de las
cosas que a ellos le sucedieron, ver (1 Corintios 10:11).
Todo eso con el propósito de que aprendamos a no cometer
los mismos errores que ellos cometieron.

Cuando analizamos esto desde el punto de vista


espiritual, nos damos cuenta que la conquista de la tierra
prometida simboliza entre otras cosas, el sometimiento,
control de áreas y expulsión de enemigos que se hospedan
en nuestra alma para que no nos sojuzguen más, ver (2
Timoteo 1:7).

Entre los problemas que pueden estar dominando el


alma tenemos los siguientes: malas actitudes y costumbres,
deformaciones del carácter, bajas pasiones, problemas de
personalidad, malos deseos, inclinación al pecado, vicios,
etc.
La conquista del alma tiene como propósito tener
dominio propio y poder disfrutar de las promesas de Dios,
llevando una vida abundante llena de paz y libertad, ver
(Gálatas 5:1).
La palabra conquista se conoce en hebreo como
yarash1 y significa: Ocupar, desalojar a los habitantes y
poseer en lugar de ellos; por implicación, capturar, expulsar.

1
Strong H3423
Apoderarse, adueñarse, exterminar. Según el diccionario de
habla española, la palabra conquistar implica: adquirir por
violencia bienes y posesiones.

Las áreas de nuestra alma a ser conquistadas están


representadas en los reyes, ciudades y habitantes de
Canaán, con los cuales el pueblo de Israel tuvo que
contender y vencerlos, ver (Números 13:30).
Si deséanos tener una vida en abundancia, en la cual
podamos sojuzgar todas aquellas cosas que nos han atado
durante años, expulsar aquellos malos hábitos, costumbres
y porque no decirlo, vicios que nos han tenido oprimidos
durante mucho tiempo; debemos conocer primeramente de
que Dios ya nos ha dado la victoria sobre nuestra vida, sin
embargo debemos de esforzarnos para tomar posesión de
aquello que Él ya nos dio.

Esto implica que debemos ir más allá de nuestra


forma de pensar y no acomodarnos a todo aquello que nos
estorba, pues caeríamos en la actitud que tuvo el pueblo de
Israel al no expulsar por completo a sus adversarios y
cuando estos se hacían fuertes los dominaba. Sin embargo
conquistar nuestra alma se debe hacer con humildad y
muriendo a nuestros propios deseos.

El pueblo de Israel anduvo durante cuarenta años en


el desierto debido a su negativa de creer que Dios ya les
había dado al victoria sobre el territorio en el cual iban a
ingresar; esto no era de extrañar ya que durante
aproximadamente cuatrocientos años, ellos estuvieron en
un estado de esclavitud, lo cual no les permitía pensar como
personas libres sino aun como esclavos, aun cuando habían
salido de Egipto su pensamiento era aun de esclavo y no de
personas libres.
Así muchas veces nosotros pensamos que no
podemos conquistar aquello que Dios ya nos prometió que
es nuestro, no deseamos enfrentar un mal carácter porque
lo vemos como un gigante y preferimos evitarlo, rodearlo,
ocultarlo, sin embargo siempre estará allí hasta que no
decidamos enfrentarlo y derrotarlo; en ocasiones el Señor
permitirá que nos conduzcamos por situaciones que nos
llevarán a estar frente a frente con el problema que no
hemos podido vencer, con el propósito de que entendamos
y creamos que podemos derrotar aquello que Él ya venció
en la Cruz por nosotros.

Toda la gente que salió de Egipto tuvo que morir en


el desierto para que sus nuevas generaciones pudieran
entrar a poseer Canaán. Es impresionante la lección que
nos deja ese acontecimiento, pues vemos como las nuevas
generaciones que nacieron en el desierto durante esos
cuarenta años, ya no tenían una forma de pensar como
esclavos, sino como libres, salvo Josué y Caleb que la Biblia
nos menciona que “tenían un espíritu diferente”.

De esta misma forma, nosotros no entraremos a


conquistar nuestra alma hasta que no hayamos muerto,
espiritualmente hablando, a nuestra forma de pensar
antigua y que renovemos nuestros pensamientos para
saber que somos los encargados de sojuzgar, conquistar y
expulsar de nuestra alma todas aquellas cosas que nos
impiden seguir adelante en nuestro camino de perfección.

Para que este proceso se inicie con efectividad se


debe entender que el primer paso para ello es el bautismo
en agua, para anular a los enemigos que nos perseguían y
oprimían en el mundo, ser llenos del Espíritu Santo para ser
guiados en nuestro camino hacia la lucha y conquista de
nuestro ser.
El desierto tipifica en el hijo de Dios, aquellos
momentos de prueba en los cuales se va a manifestar todas
aquellas cosas desagradables que aun están guardadas,
pero que el Señor permite que se manifiesten para que sean
erradicas, es importante entender que es aquí en el desierto
donde nos cambiarán nuestra forma de pensar con
respecto a cosas de nuestro pasado, herencias familiares o
hábitos que creíamos correctos, pero que en alguna manera
nos estorba para poder alcanzar una plena libertad en
Cristo.

Al entrar en Canaán la primera conquista que Israel


debía efectuar era Jericó, una ciudad amurallada que con
medios humanos no podía ser penetrada, sin embargo el
Señor les da la victoria sobrenaturalmente sobre esta
fortaleza.
Así el cristiano debe creer que la conquista sobre
aquellas fortalezas que hay en su alma, Dios ya le dio la
victoria sobrenaturalmente en lo cual él debe caminar y
creer que la conquista de su Alma ya ha comenzado y no se
detendrá a no ser que él mismo desee convivir con todos
los problemas y defectos que puedan estar en su alma.

En otras palabra, para poder derribar y conquistar


aquellas cosas que en nuestra alma y mente están bien
resguardadas, debemos de botar todo razonamiento
humano porque este no permitirá que la fe actué
dificultando que el poder de Dios se manifieste en nuestra
vida. Esto lo notamos en el momento en que el pueblo de
Israel siguió las instrucciones que se le dieron para
derribar esta fortaleza, es pues un factor muy importante la
obediencia que podamos aplicar a todo aquello que un
ministro nos indique que debemos hacer para lograr
derrumbar argumentos lógicos que combaten con la fe.
Un ejemplo de esto que mencionamos puede ser:
aquellas personas que creen que su carácter airado en todo
momento se debe a que por un familiar él es de esa manera,
justificándose todo el tiempo que nunca podrá cambiar
porque así nació; otro ejemplo similar es con las personas
de género masculino que pretenden ser o aparentar ser del
género opuesto, estos se justifican en muchas ocasiones por
diversos argumentos y uno de ellos es: “genéticamente
ellos nacieron así y no pueden hacer nada para remediarlo”.

De esta misma forma hay hijos de Dios que se


acomoda y no creen que pueden derrotar sus problemas y
efectivamente eso sucederá si antes no derriban su forma
de pensar y renuevan su mente.
01 LOS CÍRCULOS
VICIOSOS
(JERICÓ)
Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado
en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de
guerra.
RV60
Josué 6:2
E ra la primera ciudad que debía ser conquistada por los
hebreos para entrar a poseer la tierra de Canaán. Así
mismo representa lo primero que se debe romper en
nuestra vida para conquistar nuestra alma, los israelitas dieron
vueltas alrededor de esta ciudad durante algún tiempo hasta que
se dio la señal para que dieran el grito de guerra y se
derrumbaran sus murallas; lo que nos enseña que el proceso de
conquista y expulsión malos hábitos, rencores, etc. se debe tener
paciencia y no desmayar en este proceso maravilloso hasta no
ser completamente libres.

Jericó significa: su luna, su mes, su olor dulce, lugar


fragante2. Era una ciudad fortificada y para conquistarla
enviaron dos espías, quienes fueron recibidos por una
ramera llamada Rahab3 que los ayudó escondiéndolos en
su casa, a cambio de esto pidió que la dejaran vivir a ella y
su familia, ver (Josué 6:25), la señal para que ese pacto
fuera efectivo fue un cordel rojo colgado en la pared.

En la conquista de Jericó encontramos una tipología


de la salvación de nuestra alma, conquistada por fe, ver
(Hebreos 11:30). Nuestra vida estaba desordenada, sin
sentido, viviendo en las costumbres de Egipto, andando por
el camino ancho de la perdición, sin embargo Dios en su
misericordia envía dos espías, tipificando al Señor
Jesucristo y al Espíritu Santo, que entraron en secreto en
nuestro corazón haciendo un pacto eterno de salvación
para todas nuestras generaciones; el alma, representada
por Rahab, muchas veces se hizo una con todos aquellos
vicios, malos hábitos, etc. que aprendió estando en el
mundo.

2
Diccionario de Nombres RV1909
3
Ancha, Aplicado a Egipto: Violencia o Insolencia. (Diccionario Hitchcock en español)
Si tomamos una analogía del primer significado de
Jericó, luna, podremos decir que esta ciudad tipifica los
problemas de carácter cíclico o generacionales. En la
naturaleza notamos que la luna se manifiesta en nuestro
cielo en diferentes fases y con más o menos intensidad
lumínica en ciertos momentos de su trayectoria, dándose
este fenómeno natural cada mes.
Por ello deducimos que estos problemas se
manifiestan en un período determinado de tiempo; pueden
ser años, meses o semanas, según sea el caso.
En la Biblia encontramos varios ejemplos de este
tipo de situaciones, sin embargo mencionaremos a dos
personajes, siendo estos David y Abram. En ellos se
manifiestan cosas en períodos determinados de tiempo,
claro está que no podemos definir exactamente los tiempos
en que se manifestaban, pero si los identificaremos para
que tomemos un parámetro de las cosas que pueden
afectarnos cíclicamente, veamos:

David.
Salmos 51:5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en
pecado me concibió mi madre.

Uno de los problemas que se pueden dar de una


forma cíclica o trasladarse generacionalmente, es el
adulterio, relaciones de tipo sexual ilícitas, incestos,
fornicación, etc.
Estos problemas pueden abrirse paso a través de
generaciones y pueden manifestarse cíclicamente tal como
sucedió en la familia de David, partiendo de su madre hasta
llegar a Salomón; vemos como la madre falla, concibe a
David en pecado y en el salmo 51 él lo confiesa
abiertamente, luego de ser descubierto su adulterio con
Betsabé, esto trae consecuencias nefastas para su familia,
ver (2 Samuel 11:1-4).
A continuación enumeraremos algunos de los hechos
que arrastró este tipo de problema en la casa de David:

1. La madre de David cae en pecado, Salmo 51:5.


2. En David se manifiesta este problema y peca con
Betsabé, 2 Samuel 11:1-4.
3. Amnón, viola a su hermana Tamar, aumentando
gradualmente este problema en la familia de David, 2
Samuel 13:10-15.
4. Absalón, peca con las concubinas de su padre, 2 Samuel
16:22.
5. Salomón, tuvo mil mujeres, 1 Reyes 11:1-3.

Ahora bien, si retrocedemos un poco más en las


generaciones de David encontraremos que todo esto fue
acarreado desde antes, porque entre la genealogía de David
se encuentra Rahab que era habitante de Jericó, ver (Mateo
1:5-7). Una situación cíclica y generacional se manifiesta en
la vida de David a consecuencia de sus antepasados,
apareciendo en determinados periodos a causa de un
espíritu que regresaba cada cierto tiempo para tomar
posesión legal de algo que un familiar de éste había
permitido en generaciones pasadas, ver (2 Samuel 12:1-4).

La Biblia nos enseña que Dios visita la maldad en la


tercera y cuarta generación, si tomamos este principio y lo
aplicamos en sentido negativo, también veremos cómo los
espíritus se apoderan de este principio para hacer efectivo
el mal sobre determinadas personas. Por ello es de suma
importancia que analicemos nuestra vida para conocer si
en nuestras generaciones pasadas no hubo algún tipo de
pecado, principalmente de orden sexual para cortarlo y no
permitir que se siga heredando estas cosas en nuestras
generaciones siguientes. Ya que este problema puede ser
ignorado, pero sí estar latente o dormido en nosotros
esperando la oportunidad para ser activado.

Las situaciones de tipo sexual pueden manifestarse


indistintamente en las personas, sean estas mujeres u
hombres pues no hace distinción de sexos, toda vez que se
tenga un antecedente familiar y si este no se erradica será
trasladado a las generaciones posteriores.
Es importante tomar en cuenta y ver si en nuestra
familia no hay alguna situación del pasado relacionada con
este tipo de pecado, pues podemos estar propensos a caer o
a trasladar este tipo de problema a generaciones
posteriores.

Ahora bien, debemos dejar claro que no sólo en el


ámbito sexual puede darse este tipo de situación cíclica,
porque también puede abarcar el alcohol, las drogas, etc.
Muchos hijos de Dios creen que este tipo de
problemas ya no se dan en las personas que han aceptado a
Cristo, porque aducen que Él ya ha roto con todo tipo de
maldición en nuestra vida, esto es correcto y no podemos
contradecirlo, sin embargo hay situaciones que Él permite
que sigan en nuestra alma para que aprendamos a
vencerlas y erradicarlas con el propósito que no afecte a
generaciones posteriores, pues la misma Palabra nos indica
que “hemos sido rescatados de la vana manera de vivir
heredada de nuestros padres”.
Con ello podemos deducir que nuestra vida está con
alguna herencia tanto positiva como negativa de parte de
nuestros ancestros y que puede afectar nuestro
comportamiento en determinadas situación ya sea para
bendecirnos o para hacernos caer.
Abram.
Génesis 12:13 Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que
me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por causa de ti.

En sus inicios este personaje tuvo problemas con el


miedo, lo hacían mentir e involucraba a otros en ese mismo
problema, así vemos que este induce a su esposa a mentir
por el miedo que había en su corazón de que le sucediera
algo malo, en este caso, la muerte; haciéndolo en varias
ocasiones, la primera en Egipto y la segunda ante Abimelec,
ver (Génesis 20:2).
Más adelante encontramos que esta misma situación
le es trasladada a su hijo Isaac, estando en una misma
situación induce a su esposa Rebeca a mentir por miedo a
morir, ver (Génesis 26:7-9).
Lo sorprendente de esto es que uno de los hijos de
Isaac, llamado Jacob4 llega a ser un engañador que lo hace
tener enemistad con su hermano, así como con otras
personas, lo que nos deja ver como el problema va
aumentando en la medida que pasa de generación a
generación.
Vemos como estas situaciones vienen a
desarrollarse y evolucionar al grado de hacerse grandes en
la vida de las personas si estos problemas no se eliminan
por completo.

En ambos casos, fueron en aumento pues no se les


dio la atención debida para ser erradicados, así pueden
haber situaciones cíclicas que acosan a los hijos de Dios y
que no se han atendido como se debe para que sean
eliminada. Por ello es importante analizar la vida de
nuestros antepasados, si fuera factible, no con el ánimo de
menospreciarlos sino más bien para pedir perdón y

4
El que suplanta, Diccionario de Nombres RV1909
ministrar esas áreas que pueden estar manifestándose de
manera cíclica en el alma.

Es importante notar que el factor común para


erradicar este tipo de problemas es la confrontación,
confesión y arrepentimiento del pecado, tanto por uno
mismo y por los familiares que en ignorancia estuvieron
involucrados. Pareciera que confesar nuestros pecados y
los de nuestras generaciones anteriores no tiene sentido,
sin embargo el profeta Daniel, no sólo confiesa que él ha
pecado, aun cuando no se ve cual ha sido su falta, también
confiesa el de sus padres, ver (Daniel 9:4-11).

Jericó tiene características importantes que


podemos ver y mencionar, las cuales nos ayudarán a
identificar algunos problemas que puede presentar nuestra
alma desde un inicio en nuestro caminar como hijos de
Dios, las cuales veremos a continuación:

Una ciudad cerrada y atrancada.


RVA
Josué 6:1 Jericó estaba cerrada y atrancada por causa de
los hijos de Israel. Nadie entraba ni salía.

Posición que representa nuestra alma cuando esta se


encontraba endurecida por el pecado e indiferente a las
cosas santas, ver (Efesios 2:12-13).
Las murallas significan los prejuicios, el orgullo,
razonamientos humanos y la necedad que no permitía ser
conquistados por Dios, porque confiábamos en nuestra
propia fuerza e impedía que pudiéramos recibirlo en
nuestro corazón.
Muchas veces se forman muros debido a los golpes
que se reciben a lo largo de nuestra vida sin Cristo, estos
aumentan cada vez que nuestra alma es lastimada por
personas o familiares, la mayor parte de esos golpes o
malas ministraciones ocurren en la infancia.

Una de estas murallas puede ser la autosuficiencia,


que se forma cuando se ministra una excesiva seguridad en
la persona o en un sentido opuesto, inutilidad,
reaccionando la persona de manera que trata de demostrar
que el concepto que tienen de ella no es el correcto;
formando un muro contrario para demostrar que puede
hacer las cosas, volviéndose un círculo vicioso, mientras
más le dicen que no puede hacerlo; más tratará de
demostrar lo contrario, haciendo de esto un modo de vida.

Las murallas son mecanismos de defensa que se


crean para no ser lastimados o agredidos, algunas personas
son introvertidas como mecanismo de defensa, porque han
pasado por situaciones que lo hace formar esa barrera, en
algún momento de su vida fueron traicionados en su
confianza, lastimados en su amor propio.
Necesario es analizar cada una de las vivencias de
nuestra vida en el momento que reaccionamos de la forma
que no deseamos hacerlo, ya pues lo dice el Apóstol Pablo
“Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero,
eso hago”, esto manifestará el mecanismo de defensa que
nos hace reaccionar de forma negativa.

La ramera.
Josué 2:3 Entonces el rey de Jericó envió a decir a Rahab:
Saca a los hombres que han venido a ti, y han entrado a tu
casa; porque han venido para espiar toda la tierra.

En el ámbito social encontramos que si persona


alquila su cuerpo con fines de lucro se le da ese nombre;
únicamente ve su beneficio personal momentáneo sin
importarle la degradación que pueda tener, ya sea en lo
físico o en lo moral, porque su finalidad es conseguir una
ganancia económica, corrompiendo no sólo su cuerpo sino
también su moral y pensamientos.

Nuestra alma se había prostituido en pos de otros


dioses, es decir, de todo tipo de costumbres que nos
condujeron a practicar inmoralidades de toda índole, a las
que nos adaptamos sin ningún problema y por las cual
estábamos destinados a destrucción, ver (Romanos 3:23).
Y sin importar nuestra degradación personal, así
muchos alquilaron su cuerpo con la bebida alcohólica, las
drogas, la prostitución o el adulterio, sin importar la
corrupción de su alma en cosas que satisfacían
momentáneamente su deseo, siendo el placer momentáneo
su ganancia.

Todo esto que en algún momento se vivió, queda


grabado en el alma como patrones de conducta que más
adelante tienden a batallar con nuestros deseos de hacer lo
bueno delante de Dios, nuevamente citamos al Apóstol
Pablo cuando dice: “pero veo otra ley en mis miembros, que se
rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la
ley del pecado que está en mis miembros”.

Estando en el mundo nuestra alma se unió a muchos


placeres momentáneos, estos únicamente servían para
alejarse de la realidad y muchas veces aun se mantienen
vínculos con ellas al no expulsarlos por completo del alma,
es por ello que muchos cristianos aun sienten el deseo de
beber o de utilizar drogas, incluso de mantener relaciones
sexuales ilícitas y muchas veces caen ante este tipo de
cosas, todo ello a causa de ataduras o de poderes legales
que se le dan a espíritus cíclicos que pueden venir y tomar
posesión de aquellos que por ley pueden tomar.
La Biblia nos enseña que al unirse a placeres
momentáneos se hace uno con ese tipo de cosas, ver (1
Corintios 6:16) para eliminarlas se debe morir a ellas y así
unirnos al Señor para que no tenga efecto en nosotros este
tipo de males.
Al confesar cada una de estas cosas vamos muriendo
a ellas pues ya no están ocultas sino han salido a luz.

El anatema
Josué 6:17 Y será la ciudad anatema a Jehová, con todas las
cosas que están en ella; solamente Rahab la ramera vivirá, con
todos los que estén en casa con ella, por cuanto escondió a los
mensajeros que enviamos.

Jericó y todo lo que había adentro, sin contar a


Rahab la ramera, fue declarada como maldición. El
anatema5 marcaba una consagración de las cosas que
estaban apartadas para algo específico, nuestro cuerpo
junto a nuestra alma fue dedicado a practicar cosas que
fueron destruyendo nuestro ser, incluso pueden ser
aquellas cosas que se ofrecieron en juramentos a la ligera y
que cada cierto tiempo, según las circunstancias, se
manifiestan de forma negativa.
Aquellas personas que por alguna decepción
amorosa juraron nunca más enamorarse o casarse, sin
embargo ese deseo está latente en ellos, pero debido a su
voto o juramento, en su mente se activa la experiencia
desagradable que vivieron, esto hace que se limiten y
refrenen sus sentimientos ahuyentándolos de ese tipo de
cualquier tipo de compromisos.

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Se usa frecuentemente en la LXX, donde traduce el vocablo hebreo querem, o jerem, algo
dedicado a Dios, sea que sea: (a) para su servicio, como los sacrificios (Lev. 27:28; cf.
anathema, ofrenda votiva), o (b) para su destrucción, como en el caso de un ídolo (Dt.7:26), o
una ciudad (Jos. 6:17).
También nuestro cuerpo lo dedicamos a cosas malas,
las cuales nos conducían a la muerte física y eterna ver
(Colosenses 3:5), estas son las que combaten con nuestro
deseo de alejarnos de ellas y en ocasiones se reincide en
practicarlas.

Después que la ciudad fue destruida, se emitió otra


maldición para el hombre que la reconstruyera, ver (Jueces
6:26). Posteriormente la ciudad sería reconstruida y la
maldición de muerte cayó sobre el primogénito y el hijo
menor del re-constructor, ver (1 Reyes 16:34).
Enseñándonos acerca del peligro que conlleva el
olvidarnos del pacto con Dios y reconstruir nuestra antigua
manera de vivir, que nos afectará en lo personal y a
nuestra descendencia (Hebreos 10:26-27; Éxodo 20:5).
Corriendo el peligro de llegar a tener un estado peor
del que se tenía cuando se fue liberado de todo aquello que
nos afectaba, el mismo Señor Jesús hace referencia en
aquellas personas que son liberadas pero al no llenarse de
Palabra, Doctrina y del Espíritu Santo, reinciden en las
mismas situaciones, abriéndole puertas a las cosas de las
que fue liberado, ver (Mateo 12:44-45).

Cuando se reincide se debe buscar el perdón de Dios


y apartarse de lo malo que se hizo, pues ahí es donde se
regenera nuestra alma y se fortalece para no ser afectada
nuevamente por esas cosas.
Algunos reinciden y no les pasa nada, esto los
conduce a no arrepentirse de lo malo, sin embargo la Biblia
nos indica que “El Señor no retarda su promesa, según
algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con
nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos
procedan al arrepentimiento.” Indicándonos que Él espera
un arrepentimiento genuino de parte de nosotros antes de
actuar con severidad ante nuestras reincidencia de hacer
las cosas malas. Esto no quiere decir que debemos esperar
hasta que Dios tome cartas en el asunto, sino de buscar el
arrepentimiento y apartarnos de aquello en lo que hemos
caído.
De lo contrario corremos el peligro de caer en la
situación que cayó Esaú que buscó de cualquier manera el
arrepentimiento y no pudo encontrarlo, ver (Hebreos
12:16-17).

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