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LECCION # 20

Jesús y la Ley
Mateo 5:17-18

¿Qué enseñó Jesús sobre la Ley de Moisés? El


Nuevo Testamento describe a José y María, la
madre de Jesús, como judíos atentos (Lucas 2:22-
24). Lucas revela que Jesús fue criado según las
costumbres del pueblo (Lucas 2:41-42). Asumimos,
por lo tanto, que Jesús respetaba la Ley de Moisés
como un hijo obediente y creyente de la Ley.
Durante su ministerio mortal, Jesús a menudo
citaba las Escrituras judías - la Ley, los Profetas y
los Salmos (Lucas 4:4, 8, 12). Durante su famoso
Sermón del Monte, Jesús enseñó: “No penséis que
he venido para abrogar la ley o los profetas; no he
venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de
cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde
pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido” (Mateo 5: 17-18). Como
otros líderes y maestros religiosos judíos de su época, Jesús desafió al pueblo
de Israel a vivir lo fundamental y el propósito de la Ley de Moisés; condenando
la hipocresía (Mateo 15: 3-9). Jesús creía que los Diez Mandamientos eran lo
esencial de la Ley; la suma fundamental de la obligación de la humanidad con
Dios y el prójimo durante toda la vida (Mat. 19:16-19).
Cuando le preguntaron cuál era el más grande de los Diez Mandamientos,
Jesús dijo “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y
con toda tu mente. Este es el primer y el gran mandamiento. Y el segundo es
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Toda la ley y los profetas dependen de
estos dos mandamientos” (Mateo 23:36-40)
Así, Jesús brinda a la humanidad un conjunto de principios poderosos y claros
con firmes raíces en la Ley de Moisés que debe gobernar el comportamiento
individual y colectivo - para actuar de manera honorable y cuidadosa con
aquellos que conocemos durante el viaje de la vida. Deu_27:26; Psa_119:6,
Psa_119:128; Gal_3:10-13.
"¿Qué significa que Jesús cumplió la ley, pero no la abolió?"

Respuesta: En la narrativa de Mateo donde se encuentra lo que comúnmente


conocemos como El Sermón del Monte, se registran estas palabras de Jesús:
No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para
abrogar, sino para cumplir.
Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni
una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.” (Mateo 5:17-18).

Con frecuencia es discutido que si Jesús no “abrogó” la ley, entonces aún debe
ser obligatoria. De acuerdo a ello, sus componentes tales como guardar el
Sabbath aún deben estar vigentes, tal vez junto con otros muchos elementos
de la Ley de Moisés. Esta suposición está basada en un malentendido de las
palabras y la intención de este pasaje. Cristo no estaba sugiriendo aquí que la
naturaleza obligatoria de la ley de Moisés permanecería vigente para siempre.
Tal visión sería contraria a todo lo que aprendemos de la armonía del Nuevo
Testamento registrado en Romanos 10:4; Gálatas 3:23-25 y Efesios 2:15.
Consideremos los siguientes puntos.

La palabra traducida como “abrogar” o “abolir” tiene un especial significado en


este estudio. Es traducción del término griego kataluo, que literalmente
significa “derribar” La palabra se encuentra diez y siete veces en el Nuevo
Testamento. Es usada cuando se habla por ejemplo de la destrucción del
templo judío por los romanos (Mateo 26:61; 27:40; Hechos 6:14), y de la
desintegración del cuerpo humano cuando muere (2 Corintios 5:1). El término
puede llevar el extenso significado de “derrocar” ej. “inutilizar, privar del
éxito.” En el griego clásico, se usaba en relación con las instituciones, leyes,
etc., para transmitir la idea de “invalidar.”

Es especialmente importante notar cómo es usada esta palabra en Mateo 5:17.


En este contexto, “abrogar” es usado como lo opuesto a “cumplir.” “Cristo vino
…. no para abrogar, sino para cumplir” El significado es este: Jesús no vino a
este mundo con el propósito de actuar como un oponente de la ley. Su objetivo
no era evitar su cumplimiento. Más bien, Él la respetaba, la amaba, la
obedecía, y llevó a cabo su cumplimiento. Él cumplió las leyes proféticas
pronunciadas con respecto a Él mismo (Lucas 24:44). Cristo cumplió con las
demandas de la ley mosaica la cual ordena una obediencia perfecta, si no, se
aplica una “maldición” (ver Gálatas 3:10, 13). En este sentido, el divino diseño
de la ley siempre tendrá un efecto duradero. Siempre realizará el propósito
para lo cual fue otorgada.

Apóstol: Ramiro Reyes


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