Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
2. Resolución de Conflictos
Por parte de los adultos es necesario definir claramente los espacios de libertad, donde las
decisiones adoptadas serán genuinamente respetadas.
Las instancias de participación donde se puede participar en la toma de decisiones son la Hora de la
Democracia y la Asamblea Representativa.
Resolución de Conflictos
Para encarar la resolución de los conflictos que pueden presentarse entre los alumnos, y entre
alumnos y adultos, la principal innovación del Proyecto es la incorporación de los alumnos al proceso
de resolución de los conflictos y divergencias, para ocuparse de la disciplina institucional valorando la
tolerancia y el respeto por los derechos de los demás. Para ello los alumnos integran el Consejo de
Convivencia y son protagonistas en las instancias de mediación y negociación y de aplicación de
herramientas de diálogo y reflexión. También integran la Comisión de Convivencia participando en la
elaboración de las normas para la convivencia.
Desarrollo personal del alumno
En un contexto democrático el alumno debe ejercitar su libertad de opción también a la hora de
delinear su futuro personal. No son muchas las instancias abiertas que en nuestro país otorga el
currículo vigente. Pero se trata de aprovechar todas las oportunidades que existen y para ello el
alumno cuenta con la ayuda de un Profesor Orientador que realiza una orientación pedagógica lo
más individualizada posible.
Profesor Orientador
El Profesor Orientador es quien orienta a los alumnos que están a su cargo, en su desempeño
estudiantil, en lo relacionado con aspectos vocacionales, curriculares, de rendimiento y
reglamentarios.
El Profesor Orientador es elegido libremente por cada alumno de cada clase. Se aspira a que cada
alumno elija su Profesor Orientador de acuerdo con su vocación e inclinación.
Por educación democrática entendemos, en tercer lugar, una enseñanza que prepare para
la convivencia democrática. Ya no es sólo su universalidad -enseñanza igual para todos-
ni su carácter público responsabilidad del Estado en el campo educativo- sino que por
educación democrática se entiende el empleo de determinados métodos y contenidos
educativos. Sin ellos, una educación para todos, llevada a cabo por el Estado, podría
servir más bien a fines que podrían calificarse de totalitarios. La democratización de la
enseñanza ha de comportar, por tanto, estos tres caracteres: enseñanza para todos,
enseñanza estatal, y enseñanza con métodos y contenidos democráticos. Ahora bien,
sobre la oportunidad y hasta compatibilidad de cada uno de estos elementos se han
mantenido opiniones muy diversas
Pues bien, la aporía fundamental que pesa al respecto en nuestro tiempo consiste en que,
por lo menos como paideia, tal como la hemos entendido desde sus orígenes griegos, la
educación precisa de un paradigma ideal del ser humano que se propone realizar, y
justamente lo que caracteriza a nuestras sociedades contemporáneas es la multiplicidad
de modelos y de ideales no compatibles entre sí. En principio, en una sociedad pluralista
coexisten distintos modelos educativos que corresponden a ideas muy diferentes del
hombre y del universo. El que desde el despotismo ilustrado el Estado aspire a controlar
el proceso educativo hasta haberlo convertido, de hecho, en un monopolio, choca
directamente con el pluralismo que caracteriza a la sociedad civil, ya que no es fácil que
en nuestro mundo podamos ponernos de acuerdo en un concepto de educación
universalmente aceptado.
Por un lado, la riqueza y bienestar de un país dependen en muy buena medida, del nivel
de educación que haya alcanzado; por otro, como ya propuso Condorcet en los mismos
orígenes revolucionarios de la sociedad moderna, frente a la desigualdad creciente que
comporta el sistema de producción, la enseñanza se revela instrumento principal para
conseguir la tan mentada igualdad de oportunidades. En la escuela deberían
desaparecer, o por lo menos aminorarse, las diferencias sociales, de modo que
prevalezcan las únicas que requiere una sociedad para ser realmente competitiva: las
que provienen de la inteligencia y del carácter.
Ni que decirse tiene que en una concepción semejante de la enseñanza pública, tan
directamente vinculada al Estado democrático moderno, se traslucen valores muy
discutibles desde otras escalas valorativas, por lo que resulta incompatible con el
principio de neutralidad que este mismo Estado postula. El Estado proclama su
neutralidad valorativa, pero comprensiblemente no está dispuesto a dejar de incluir en
su actividad educativa la legitimación del orden social y del régimen político
establecidos. La interiorización de los valores dominantes es uno de los fines básicos de
la educación.
EDUCACIÓN Y DEMOCRACIA
Author: Ignacio Sotelo
Dos tareas tan eximias y fundamentales como son la del educador y la del político
-incluso, de alguna forma estrechamente ligadas, como queda patente cuando se subraya
el contenido pedagógico de la política- no sólo han perdido gran parte de su prestigio,
sino que los que las ejercen no tienen más remedio para sobrevivir que resguardarse en
una hipocresía que haga pasar lo que es por lo que debiera ser; lo que ya de por sí revela
un enorme malestar de fondo. Aunque no fuera más que por la experiencia común de
crisis profunda por la que pasan la educación y la política, no me parece ocioso que
planteemos algunas de las cuestiones que conlleva poner en relación la educación con la
democracia.
Una sola advertencia para terminar un exordio que está quedando demasiado largo.
Sabido es que no cabe entrar de frente a los temas sobrarían la filosofía y la ciencia si
así fuera- sino que hay que acercarse a ellos, como los hebreos a la ciudad de Jericó,
dando al menos siete vueltas. Y como no podemos contar siempre con que Jehová
derrumbe las murallas, habrá que esforzarse en encontrar un hueco por el cual colarnos
y, por tanto, antes de preguntarnos por las relaciones entre educación y democracia
parece inevitable decir algo sobre cada uno de estos conceptos, delimitando así un
terreno común desde el que quepa cuestionar la relación entre ambos. Porque pudiera
ocurrir que, como resultado de nuestra averiguación, ambos conceptos se mostrasen
compatibles entre sí y hasta complementarios. Por tanto, una estrecha relación entre
educación y democracia habría que considerarla un desideratum o, por el contrario, el
análisis mostrará la incompatibilidad de estos conceptos y hablar entonces de una
educación democrática supondría una contradicción insostenible; en el mejor de los
casos, tan sólo cabría una educación para la democracia, que no es lo mismo que una
educación democrática. Tratar de aclarar un poco esta disyuntiva -educación
democrática o educación para la democracia- es el objetivo principal de las reflexiones
que siguen.
Socialización, instrucción, educación
Distinguir estos tres conceptos resulta esencial, ya que una buena parte de las
dificultades a las que se enfrenta el pedagogo provienen de las colisiones y
disfuncionalidades que se dan entre estos tres planos. Comportamientos adquiridos en
una especial forma de socialización pueden chocar con las exigencias de la instrucción o
con los valores que se quieren transmitir en la educación. Aunque menos estudiados,
también se producen conflictos entre la instrucción entendida como aprendizaje de los
conocimientos que precisa la sociedad para reproducir sus estructuras productivas y los
valores que se quieren transmitir en la educación. Para mencionar un ejemplo del
choque posible entre instrucción y educación, vale referirse al debate en torno al estudio
de las lenguas clásicas en la enseñanza media, que puede interpretarse como un
conflicto entre los requerimientos de la instrucción (que para sus fines no necesita ya de
estos conocimientos) y los de la educación que, si sigue remitiéndose a los ideales del
humanismo proveniente de la tradición grecolatina, no puede prescindir de ellos.
Ahora bien, lo que es cierto como construcción teórica, puede resultar harto
problemático en la práctica, y tal vez haya que convenir, como escribe el mismo
Rousseau, que en una acepción estricta -el gobierno del pueblo por el pueblo, es decir,
el autogobierno- no haya existido nunca una democracia verdadera y no existirá jamás.
Va contra el orden natural que la gran mayoría gobierne y que la minoría sea
gobernada. En todo caso, parece claro que el Contrato social no pretende la quimera
de explicar, en las condiciones sociales y morales de nuestras sociedades, cómo se
podría traer la democracia a los Estados modernos -demasiado grandes para que pueda
funcionar el autogobierno- sino simplemente mostrar qué régimen de gobierno habría
que considerar ideal, con el fin de tener un criterio desde el cual poder juzgar los
existentes, lo que al menos nos permite ir proponiendo las reformas oportunas. No
confundir lo que es con lo que debe ser es el principio metodológico del hombre libre.
La educación se plantea en Rousseau, por un lado, desde la comprensión de la libertad
que hemos expuesto, como autonomía; por otro, desde el convencimiento de que la
realización de la democracia, en el sentido fuerte de este concepto, resulta imposible. La
educación se muestra así, en cierto modo, como una actividad compensatoria de la
imposibilidad de que pueda realizarse la democracia. El Emilio sólo se entiende como
continuación indispensable del Contrato social. Lo que el Estado no puede resolver
desde una dimensión pública.. lo tiene que encarar individualmente el educador. Hay
que domeñar en la práctica la contradicción básica de la condición humana, que estaba
al comienzo del Contrato y vuelve a estarlo al principio del Emilio: todo está bien al
salir de las manos del Creador, todo degenera entre las manos del hombre.
Tiene su gracia, además que bastante enjundia, que la primera vez que tropezamos con
la educación en relación con la democracia, el supuesto que subyace en esta relación es
que la democracia no es realizable por los humanos; tal vez sólo por ángeles. De ahí, la
importancia crucial de la educación, como medio, en parte sustitutivo en parte
complementario, de la democracia. Obsérvese que el pedagogo entra en acción allí
donde ha fracasado la política. Porque la sociedad no es capaz de regenerarse,
convirtiendo la libertad natural en moral, y tampoco hay vuelta al estado natural,
tenemos que contar con la sociedad como si fuera una selva, en la que el grande se come
al chico, y la opinión prevalece sobre la verdad. La necesidad de acoplar a los
individuos a esta realidad, sin por esto disolverlos en ella, es el objetivo principal de la
educación. La educación pretende, por un lado, que los individuos se contagien lo
menos posible del ambiente social hace falta mucho arte para impedir que el hombre
social no sea totalmente artificial-; por otro, no renuncia a que la sociedad vaya
mejorando poco a poco; si hay que intentar alguna reforma en las costumbres públicas,
es preciso que empecemos por las costumbres domésticas y esto depende absolutamente
de los padres
Dos son, por tanto, los fines de la educación: uno, que podríamos llamar privado, que
consiste en ayudar al educando a que permanezca fiel a su propia naturaleza, lo que
supone un esfuerzo por naturalizar la convivencia social, al contribuir a que cada cual se
haga a sí mismo, en comunicación abierta con los demás, pero con fidelidad a su propia
"naturaleza". Este vivir en paz consigo mismo y con los demás, que constituye el fin de
la educación, se traduce en lo que conviene llamar, con Rousseau, felicidad. Digámoslo
sin tapujos: gozar, ser feliz, es el fin último de la educación.
Una segunda finalidad, que llamaremos pública, consiste en prepararse para ocupar
consciente y responsablemente el puesto que nos corresponda en la sociedad y en el
Estado, El fin individual de ser feliz y el público de cumplir con nuestros deberes de
ciudadano en realidad se complementan, hasta el punto de que el ideal sería una
educación, como la espartana, en que ambos fines se confundieran, pero, es uno que en
nuestras sociedades privatizadas no tiene ya la menor posibilidad. El valedor de la
democracia y de la enseñanza pública, consciente de los condicionamientos que impone
el tipo de civilización que ha cuajado, escribe un tratado de la educación individualizada
-el Emilio- en el que vincula la libertad negativa del dejar hacer y crecer con una
positiva, consistente en llevar a cabo la vocación de cada uno, dentro de un orden
político que se aproxime lo más posible al ideal democrático, regido por la voluntad
general. La educación para la libertad tiene en la democracia el horizonte que le es
preciso.
Segundo, Rousseau destaca el conflicto básico entre la socialización hacernos según las
pautas y las opiniones dominantes- que se revela como una forma de encadenamiento y
degradación -el esclavo es aquél perfectamente encajado en la sociedad- y la educación,
que consiste en conservar nuestra vocación propia, llegar a ser el que cada uno es.
Educar es en cierto modo protegemos de la socialización, para no impedir que
lleguemos a ser el que realmente somos. Sólo el individuo que abre su libertad a los
demás, es lo suficientemente crítico y responsable para la convivencia, no desde el
egoísmo natural, sino desde su transformación en libertad moral, al asumir la
perspectiva del otro. Educar consiste precisamente en salvar al individuo de las
influencias perversas que provienen de la socialización, para abrirle a la comprensión y
a la obediencia de la voluntad general.
Tercero, para que la educación supere a la socialización, importa también, no sólo
diferenciar educación de instrucción, sino poner todo el énfasis en la primacía de la
primera. De ahí que Rousseau, con natural escándalo, repudie el saber libresco y exija el
conocimiento directo de las cosas. Rousseau es enemigo de toda instrucción retórica, es
decir, basada en el discurso verbal -conocido es su desprecio por las palabras-
interesado, no en que aprendamos los nombres de las cosas, sino en que podamos llegar
a ellas, cuestionándolas. No se trata de enseñar los saberes sociales, clasificados y
ordenados, sino de aprender a pensar por sí mismo: sólo el que piensa por sí mismo
puede llegar a ser uno mismo. La enseñanza para la libertad, desde la libertad, supone
una educación crítica, consigo mismo y con el mundo que le rodea, única forma de crear
el tipo de ciudadano que necesita la democracia.
Las distintas teorías y posiciones pedagógicas de los dos últimos siglos podrían
clasificarse, forzando su enorme diversidad sólo en lo imprescindible, en tres grupos:
una educación "autoritaria" o, si se prefiere, "heterónoma"; una educación "liberal", en
el sentido de que su objetivo es la libertad, tanto individual como en convivencia; y una
educación "democrática", que parte y culmina en subrayar la autonomía de los
individuos, lo cual, sin la democracia, al menos como perspectiva, no tiene el menor
sentido. Una clasificación tripartita de este tenor es un mero esquema interpretativo y,
como tal, una exageración que sin embargo resulta tan fructífera como iluminadora:
exagerar, como bien decía Max Weber, es parte consustancial del oficio del científico
social.
Para la que habrá que llamar comprensión liberal de la libertad, ésta es independiente,
tal vez opuesta, e incluso hasta incompatible, con la igualdad. En cambio, para la
concepción democrática de libertad, la igualdad social es un componente esencial de la
libertad: donde no haya igualdad tampoco habrá libertad. La democracia, entendida en
su sentido fuerte, como autogobierno, es el régimen propio de hombres libres que, por
serlo, tienen que ser iguales. Desde un concepto de la libertad independiente y aún
opuesto a la igualdad, es muy difícil que se pueda llegar a la democracia como forma de
organización social y política; únicamente se impone desde una concepción de la
libertad que implique la igualdad social.
Locke propone una educación desde la libertad y para la libertad, como propia y
específica de una clase. No es una educación democrática, al menos, en el sentido de
que esté pensada para todos; tampoco, en cuanto su finalidad sea contribuir al desarrollo
democrático de la sociedad, entendido éste como un incremento continuo de la igualdad
social, supuesto imprescindible para el aumento de la intervención. Al depender la
participación democrática de la igualdad social, una mayor participación supone una
mayor igualación social.
Rousseau se identifica también con una pedagogía de la libertad, pero entiende por tal la
autonomía del individuo, obligado por la naturaleza, al haber perdido los mecanismos
instintivos de respuesta al entorno, a ser libre; libertad natural, individualista y egoísta,
que en la necesidad de la convivencia libre tiene que reelaborar en una libertad moral,
que implique asumir la libertad del otro. Soy moralmente libre, si en mi
comportamiento asumo la libertad del otro, potenciándola, al tiempo que despliego la
mía. Ahora bien, la comprensión de mi libertad, mediatizada y potenciada por la del
otro, impone como requisito esencial, el que lo trate como igual, como igualmente libre.
La comprensión moral de la libertad comporta la igualdad.
La libertad, en que cada uno consiste, resulta así intransferible; los hombres libres nunca
podrán renunciar a la libertad, traspasándola a los que eligen como sus representantes
(la libertad, al ser constitutiva de lo humano, es inalienable). Pero además, si
delegásemos en los representantes parte de nuestra libertad, perderíamos la igualdad,
porque ya al diferenciar entre representantes y representados, gobernantes y gobernados,
se cuestiona esta igualdad que conlleva un sentido fuerte de democracia como
autogobierno, que Rousseau, como hemos visto, duda mucho de que sea realizable, pero
que resulta indispensable para construir una noción ideal de democracia que nos permita
criticar todas las formas establecidas y que puedan establecerse en el futuro, lo que
supone proponer un concepto dinámico de la misma como participación siempre en
incremento. La democracia no sería así un estado inerte, sino un proceso, que permite
que la midamos en cada momento por la distancia que se perciba hasta la meta
inalcanzable del autogobierno.
Así como se entienden dos ideas de libertad, una compatible y otra incompatible con la
igualdad, así han cristalizado dos ideas muy distintas de democracia. Después de que
durante todo el siglo XIX, en nombre del liberalismo se persiguiera a la democracia
como subversiva, en tanto que reclamo de poder del pueblo por el pueblo y para el
pueblo, es decir, como autogobierno, ya bien entrado el siglo que estamos a punto de
finalizar, se va a llamar también democracia a un régimen político que poco tiene ya que
ver con el sentido fuerte y originario del término. Ahora se considera como estado
perfectamente acabado, que cumple las dos condiciones fundamentales que había
desarrollado el liberalismo ilustrado: garantía de las libertades básicas de cada persona
en el ámbito de sus creencias y de la familia, con el respeto absoluto del derecho de
propiedad; mecanismos de control del gobierno establecido, que comportan que los que
detentan el poder sean elegidos para un período limitado, con la posibilidad de
cambiarlos si no cumplen, y en segundo lugar la división de poderes, como medio para
que se limiten y controlen entre sí.
Por educación democrática entendemos, en tercer lugar, una enseñanza que prepare para
la convivencia democrática. Ya no es sólo su universalidad -enseñanza igual para todos-
ni su carácter público responsabilidad del Estado en el campo educativo- sino que por
educación democrática se entiende el empleo de determinados métodos y contenidos
educativos. Sin ellos, una educación para todos, llevada a cabo por el Estado, podría
servir más bien a fines que podrían calificarse de totalitarios. La democratización de la
enseñanza ha de comportar, por tanto, estos tres caracteres: enseñanza para todos,
enseñanza estatal, y enseñanza con métodos y contenidos democráticos. Ahora bien,
sobre la oportunidad y hasta compatibilidad de cada uno de estos elementos se han
mantenido opiniones muy diversas
Es como cuando una persona se enamora. Se transforma, pero sigue siendo la misma:
hace las mismas cosas, pasa por los mismos lugares, se encuentra con la misma gente…
pero todo lo ve de otra manera. Simplemente mira su universo desde otra perspectiva; y
en eso consiste la transformación.
Este principio es fundamental para los educadores y para trabajar con sociedades
latinoamericanas, porque existe un problema de mentalidad; con frecuencia en
estos países se cree que el orden social es natural: se cree en la mala suerte o en
la buena suerte de las sociedades y se dicen frases como "Dios por qué permite
que mueran 4 millones de niños". Cuando se tienen este tipo de concepciones, es
muy fácil echarle la culpa de cualquier situación a la suerte, a Dios, al destino,
etc. Además se cree que el cambio es para dotados.
Una de las primeras cosas que hay que lograr en un proceso de formación
democrática es que los niños entiendan que, en términos sociales, el orden que
existe y las relaciones que se dan en la sociedad no son naturales; que este orden
y estas relaciones son construidos por las personas y por lo tanto se pueden
transformar. Por ejemplo, que si un niño no aprende, algo está pasando.
Cuando un sistema educativo cree que todo es natural, queda muy fácil aceptar
que hay niños que pueden perder el año y niños que pueden ganar el año, porque
así es. Pero cuando se sabe que el orden social es creado, la única lógica es que
todos los niños tengan éxito escolar. Entonces el sistema comienza a trabajar
para que todos los niños tengan éxito. Porque el éxito escolar puede ser creado y
construido.
Esta es una de las ideas más brillantes que se han producido en el mundo; el
Principio de Autofundación significa que la libertad siempre requiere del orden,
pero el único orden que produce libertad, es el orden autofundado.
Aunque parezca extraño, las normas que a una persona le producen libertad son
las que ella misma se impone. Todo orden autofundado es un orden que produce
libertad. Esta comprensión es fundamental para nuestras sociedades porque es el
punto central de la gobernabilidad; es el punto central de la ética, de la
creatividad, de la autonomía y de la libertad.
Este principio es muy importante para dar un salto en educación: implica otra
forma de concebir la formación en historia, geografía, ética, política, religión,
cívica; áreas fundamentales en la educación de una sociedad.
Pero el gobierno escolar no es la única estrategia, la pregunta que hay que hacer
en la escuela es: ¿Cuáles son las diferentes oportunidades y estrategias que
permiten, dentro de las rutinas de la escuela, generar procesos de
autofundación del orden, para los niños y los jóvenes?.
La monarquía supone que hay alguien fuera de la sociedad que, por razones
divinas o de sangre, es la fuente del orden. Esa persona es la que decide las
leyes, las normas, las fiestas, lo correcto y lo incorrecto; y ese es el orden para la
sociedad. En esas sociedades se festeja cuando nace el hijo del rey, pero la fiesta
no se hace porque nació un niño, sino porque su nacimiento garantiza a la
sociedad la continuidad de la fuente del orden. Los miembros de una sociedad
monárquica se llaman súbditos, porque están subordinados a su monarca.
Pensar una escuela y una pedagogía para formar ciudadanos es muy distinto que
pensarla para hacer buenos estudiantes. El secreto es transformar una escuela
común y corriente en una escuela para la democracia. En una educación
democrática el problema es cómo las mismas cosas que se tienen, se pueden
transformar para formar ciudadanos; porque, desde el punto de vista de la
democracia, las escuelas no tienen alumnos, lo que tienen son personas que se
van transformando en ciudadanos.
Pero lo que sucede con frecuencia es que un niño vive los años de su educación
primaria en una escuela donde muchas veces no hay agua, ni alcantarillado, ni
espacios agradables; luego entra a la educación secundaria, muchas veces sin
buenos profesores, sin libros, sin laboratorios… Con estas cosas se le está
diciendo al niño y al joven: "esto es lo que la sociedad piensa de usted, esta es la
sociedad a la que usted pertenece". Después, el muchacho sale del bachillerato,
si lo termina, se para en un semáforo y comienza a tirar piedra, a quebrar
semáforos. Y la gente lo mete a la cárcel por mala conducta, cuando lo que hizo
la sociedad fue formarlo, durante 5, 8 u 11 años, para hacer esas cosas.
Nadie nace delincuente, nadie nace demócrata, nadie nace conviviente, nadie
nace honrado, nadie nace ladrón. Todos esos son aprendizajes artificialmente
construidos, aunque no nos demos cuenta, y toda la sociedad los paga o los
disfruta.
La democracia tiene que ser enseñada y tiene que ser aprendida, porque la
democracia no es natural. La Democracia debe ser enseñada como una forma de
ver el mundo, como una cosmovisión. Y este aprendizaje se logra cuando la
persona puede ver que el mundo que le rodea está ordenado por la lógica que
propone esa cosmovisión.
Una de las grandes preguntas del ser humano, a lo largo de su historia, ha sido
cómo construir la dignidad. Porque la dignidad tampoco es natural; la dignidad
es construida, es conquistada. En esta búsqueda fueron surgiendo diferentes
estatutos de dignidad: el libro del Deuteronomio en la Biblia, la Carta de Toledo
(año 503), la Carta de Juan sin Tierra (año 689), la Carta de los Derechos de los
Ciudadanos, son algunos ejemplos…
Pero la primera vez que los seres humanos, los hombres y las mujeres, se reúnen
para darse un proyecto de humanidad, es el 10 de diciembre de 1948: la
Declaración Universal de Derechos Humanos. Este es el único proyecto de
humanidad que tenemos; por eso los derechos humanos no pueden ser un tópico,
ni un tema, ni una dimensión; los derechos humanos son el norte ético del
proyecto democrático.
A la luz de este concepto, el norte de la educación de cualquier país en el mundo
y en América Latina, es formar ciudadanos que puedan hacer posible este
proyecto de humanidad. Esto significa que los derechos humanos no pueden ser
un tema educativo, son el norte ético de la educación; significa dejar de pensar
en los derechos humanos como un estatuto y concebirlos como una
cosmovisión.
Las preguntas ahora son: ¿cómo volvemos los derechos humanos un principio de
creación, un principio ordenador de las relaciones sociales, de la política, de la
economía? ¿Cómo sería un orden social construido desde el punto de vista de los
derechos humanos, que es el mismo punto de vista de la democracia?. Esto le
impone a la democracia una tarea radical, porque sólo es posible construir la
democracia en una sociedad que se construye sobre la lógica de los derechos
humanos.
Toby decía: los griegos lo pudieron hacer todo porque conversaban mucho. Es
necesario ir fortaleciendo en las nuevas generaciones una cultura de encuentro y
de conversación para contrarrestar la cultura atávica de enemigos creada muchos
años atrás; las dificultades para el ejercicio de la transparencia, de la
deliberación, de la confrontación de la ciencia y el conocimiento.
De la misma manera habría que analizar las diferentes variables de una escuela:
desde el punto de vista democrático y de los derechos humanos, cómo debe(n)
ser concebido(s) y manejado(s) los diferentes espacios físicos, el tiempo, los
premios y los castigos, el planeamiento, las rutinas, la evaluación, etc.?
En este aspecto son fundamentales las rutinas del aula. El gran instrumento para
la formación democrática es indudablemente la forma como el profesor
conduce la rutina del aula. Los maestros son muy importantes para los niños.
Los maestros siempre obtienen resultados, buenos o malos, porque son re-
editores sociales: personas que tienen autoridad, atribuida por la sociedad, para
cambiar modos de pensar, modos de sentir y modos de actuar en los niños y
jóvenes que son sus alumnos.
Un tiempo después aquel sheriff siente miedo porque llegaron unos matones y se
esconde. Toda la gente se reúne. Dicen: "cambiemos al sheriff" y escogen y
nombran a otro. ¿Por qué lo pudieron cambiar? ¿qué sucedió en el momento en
que ellos nombraron un sheriff y en el momento en que decidieron cambiarlo?
¿que sucedió cuando eligieron un pastor, un maestro o un juez?. En estos
acontecimientos el nuevo pueblo estaba fundando las instituciones que
necesitaba para vivir y pervivir: por eso en Norteamérica existe unión entre las
instituciones y la sociedad: porque de la sociedad civil fue surgiendo lo público,
se fue fundando lo público.
Por eso es tan importante cuidar cotidianamente las rutinas del aula. Las rutinas
pedagógicas que están orientadas al trabajo en grupo, a la participación, al
autoestudio cooperativo, son estrategias pedagógicas que tienen mucho más
posibilidades de formar en un ethos democrático que las rutinas meramente
directivas, a no ser que las rutinas directivas inciten la pregunta, inciten el
diálogo, inciten la cooperación por lo menos lógica y académica.
Revista Electrónica
Interuniversitaria de
FORMACION del
PROFESORADO
Continuación de la antigua Revista de Escuelas Normales
D.L. VA-369-99 I.S.S.N. 1575-0965
Volumen 2 Número 1 (1999)
LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO
UNIVERSITARIO
Palabras Clave:
Didáctica, Democracia, Cooperación, Ética, Relación profesor-alumno.
Para responder a la primera cuestión, los autores han partido de plantear las consideraciones
que el estudio del tema exige. La primera relativa a los factores básicos de incidencia en la
eficacia docente. Y la segunda, la de su presencia en los cauces a través de los cuales se
realiza esa formación permanente del profesorado universitario.
Para el estudio de la primera cuestión los autores se han apoyado en las publicaciones ad hoc,
en la legislación vigente y en su propia observación. Para la segunda, se ha realizado un
análisis cuantitativo del tratamiento que la formación del profesorado ha recibido en una
muestra de cuatro revistas pedagógicas.
Palabras Clave:
Formación de profesores, Formación continua, Política de la educación, Análisis estadístico.
Palabras Clave:
Proceso de enseñanza, Calidad de la enseñanza, Investigación, Responsabilidad, Rol
del profesor, Psicología de la educación.
La promoción de la autoeficacia en el
docente universitario (98kb)
Margarita Gozalo Delgado & Benito León del Barco, Universidad de Extremadura
Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, v2n1 [1999]
Resumen
Nuestra tendencia cultural es creer en la estabilidad de las características humanas, por eso es
posible que pensemos que los sentimientos de autoeficacia del profesor forman parte del
mismo. Sin embargo, se trata de un sentimiento "negociado" diariamente con sus alumnos. Es
específico de la situación y depende de los individuos y de las relaciones involucradas en cada
transacción. Por tanto, el profesor siempre puede ser vulnerable a las dudas sobre sí mismo
provocadas por lo imperceptible e incontrolable de las interacciones humanas. Incluso los
profesores más seguros de sí mismos han pasado por momentos de frustración y desaliento
como respuesta a situaciones específicas y a temporadas negativas. Desde el punto de vista
de la teoría del Aprendizaje Social, la interacción es analizada como un proceso de
determinismo recíproco (Bandura, 1977). Según este modelo, tanto los factores personales
internos como los factores situacionales y la conducta son determinantes que actúan en un
proceso de interacción recíproca triádica. Las personas con sus interacciones producen
condiciones ambientales que, a su vez, afectan a su comportamiento. Ofrecemos un breve
análisis sobre algunas variables que, a nuestro juicio, pueden influir sobre los sentimientos de
eficacia del profesor universitario, especialmente, en el inicio de su carrera docente.
Palabras Clave:
Profesión docente, Expectativa, Interacción, Aprendizaje social.
Palabras Clave:
Grupo de trabajo, Trabajo en equipo, Práctica pedagógica, Seminario, Investigación,
Evaluación.
Palabras Clave:
Formación de profesores, Calidad de la enseñanza, Universidad, Aptitud para la
enseñanza, Motivación, Perfil profesional.
Todos estos desafíos remiten a revisar el «aula de clase» y las Ciencias que le sirven de marco
como la Didáctica Universitaria, con el propósito central de superar la condición de profesores
intuitivos e informadores por la de científícos, formadores y responsables de la calidad de los
aprendizajes.
Esta ponencia tiene como propósito promover, entre otros: la importancia de la teoría didáctica
para el desarrollo de la enseñanza como práctica científica y como ciencia básica en la
formación del profesorado; la investigación didáctica; la revisión conceptual sobre los actores,
procesos y contenidos del aula universitaria; la experimentación de diversas tendencias y la
promoción del docente universitario como responsable de la construcción de la calidad de la
enseñanza universitaria en función de la calidad y pertinencia de los aprendizajes.
Palabras Clave:
Didáctica, Universidad, Formación de profesores, Calidad de la enseñanza,
Investigación educativa.
Palabras Clave:
Rol del profesor, Enseñanza Superior, Calidad de la educación, Universidad,
Metodología.
Palabras Clave:
Formación de profesores, Enseñanza superior, Educación, Universidad.
Hasta el curso 1997-98, la formación psicopedagógica del profesorado universitario que ofrecía
la Universidad de Valladolid, consistía en dos o tres cursillos aislados y de corta duración. No
contaba con un programa de formación sistemático, integrado y de duración acorde con los
objetivos, como el actual postgrado. Creemos que como formación integral (100 horas de
teoría y 100 de prácticas), es la única que se ofrece en España.
Palabras Clave:
Formación de profesores, Formación Inicial, Título, Universidad, Enseñanza Superior
Tercer Ciclo, Programa de estudios.
Dentro del Área de Formación queremos resaltar el Programa Piloto de Formación del
Profesorado Novel que incluye las siguientes fases: 1) selección y sensibilización, 2) intensiva o
módulos formativos, 3) tutorización y asesoramiento, 4) entrenamiento en habilidades
específicas, 5) evaluación.
Palabras Clave:
Formación de profesores, Integración profesional, Programa de Formación, Proyecto
piloto.
Palabras Clave:
Formación de profesores, Curso de formación, Programa de formación, Evaluación.
Palabras Clave:
Formación de profesores, Psicología social, Programa de enseñanza, Proceso de aprendizaje.
La formación de profesores en la
Universidad Argentina (79kb)
Sara Ali Jafella & Elsa R. Compagnucci, Universidad Nacional de La
Plata, República Argentina
Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, v2n1 [1999]
Resumen
Esta comunicación pretende abrir un espacio de reflexión acerca de la curricula de la formación
de profesores en la Educación Superior universitaria. El tema de la formación de profesores ha
retomado una especial significación en los actuales estudios de pedagogos y especialistas del
campo educacional. Factores sociopolíticos, económicos y políticos-educacionales interfirieron,
y continúan haciéndolo, en el alcance de una mayor calidad académica de la formación
profesoral, tanto en Magisterio como en el ámbito del profesorado. Esta temática es una de las
que ha soportado un mayor cuestionamiento por parte de los especialistas en campos
disciplinares específicos. Dentro de las múltiples perspectivas que se pueden señalar al
respecto, este trabajo indica aquéllas que se consideraron relevantes desde un acercamiento
sólo referencial a esta problemática.
Palabras Clave:
Formación de profesores, Argentina, Universidad, Enseñanza Superior, Didáctica,
Calidad de la enseñanza, Teoría de la Educación.
Palabras Clave:
Argentina, Sistema educativo, Formación profesional, Gerontología, Curso.
Palabras Clave:
Argentina, Formación de profesores, Perfeccionamiento de profesores, Enseñanza
Superior.
A análise dos resultados obtidos com o recurso a técnicas de correlação simples e multivariada,
permitem-nos concluir da existência de correlações estatisticamente significativas, embora não
muito elevadas, entre as variáveis de formação do professor, consideradas individualmente, e a
receptividade à inovação. Destaca-se, neste âmbito, a variável formação continuada do
professor.
Palavras Chave:
Inovação pedagógica, Atitudes dos professores, Receptividade à mudança, Formação
do professor.
Foi realizada uma investigação de campo, em três Universidades e três Institutos Superiores
Politécnicos do país.
Como instrumento de recolha de dados foram construídos e validados, uma Escala de tipo
Likert e um Questionário de perguntas fechadas.
A análise dos resultados permite concluir que os docentes da Universidade evidenciam menor
receptividade à formação pedagógica do que os docentes do Ensino Superior Politécnico, mas
que não diferem em termos de necessidades de formação. Os resultados permitem traçar
ainda, um perfil para cada um dos grupos de docentes estudados.
Palavras Chave:
Ensino Superior, Formação Pedagógica, Atitudes dos Professores, Necessidades de
Formação.
Según la didáctica idónea, el profesor deja de ser la única fuente de información. Sin embargo,
muchos profesores modelan su didáctica en la que ellos mismos recibieron.
Palabras Clave:
México, Formación de profesores, Déficit educativo, Muestra, Método estadístico.
Las autoras son profesoras de distintas materias del currículum de maestro que pretenden, a
través de la interdisciplinariedad, incidir en su ZDP para mejorar su formación profesional.
A través del diseño con los alumnos de un Proyecto de trabajo globalizado para poner en
práctica en el aula de Primaria, se realizan diferentes tareas que conducen a coordinar, integrar
y comprender mejor los conceptos y procedimientos útiles de diferentes campos del saber. Esto
exige realizar un trabajo teórico-práctico, que integra distintas materias del currículum de
maestro, así como una revisión de los fundamentos comunes a la enseñanza de cualquier
materia.
Palabras Clave:
Interdisciplinariedad, Formación de profesores, Perfeccionamiento de profesores,
Formación profesional.
Palabras Clave:
Autoevaluación, Motivación, Introspección, Perfeccionamiento de profesores,
Desarrollo de programas de estudios.
Repasaremos para ello algunos problemas de la formación inicial y permanente del profesorado de
Educación Física de las escuelas de Magisterio; describiremos brevemente las dificultades que plantea
formarse en un contenido práctico como es la enseñanza de los juegos motores reglados; y resumiremos
algunos de los temas que van surgiendo de la experiencia que desarrolla este comunicante, junto a
profesorado de Enseñanza Primaria y estudiantes de Magisterio, dando clases de Educación Física en 3º y
4º de Primaria.
Reseñamos algunos resultados en torno a temas como el control de clase; el uso y ajuste del lenguaje; los
indicadores para observar la práctica; la seguridad en el contexto; la atención a los casos personales; la
flexibilidad y adaptación al contexto del plan de sesión; lo contextual de un contenido como el juego
motor, y el desarrollo de este contenido.
Palabras Clave:
Educación Física, Formación de profesores, Práctica pedagógica, Enseñanza primaria,
Observación.
Elena Ruiz Ruiz, Nieves Castaño Pombo & Julia Boronat Mundina,
Universidad de Valladolid
Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, v2n1 [1999]
Resumen
Las autoras de esta comunicación intentan delimitar el significado del término
"interdisciplinariedad" y justificar sus implicaciones en una enseñanza e investigación
adaptadas a la evolución del conocimiento y de la sociedad. Asimismo, se detienen en el
análisis de las posibilidades y limitaciones que conlleva su aplicación en la enseñanza
universitaria.
La formación del profesorado no sólo se debe acometer desde la fundamentación teórica, sino
que debe propiciar que los alumnos en el desarrollo del programa vayan adquiriendo el hábito
cognitivo de indagar sistemáticamente las fronteras relacionadas de todo lo que aprenden,
hábito clave para la transferencia del aprendizaje.
Palabras Clave:
Interdisciplinariedad, Formación de profesores, Desarrollo de programas de estudios,
Reforma educativa, Universidad, Crisis de la educación.
Palabras Clave:
Formación continua, Psicología de la educación, Aptitud para la enseñanza, Profesión
docente, Encuesta.
Esta experiencia demuestra que es posible plantear en los niveles universitarios acciones de
mejora y perfeccionamiento del profesorado que puedan estar en la línea de la calidad de la
enseñanza.
Palabras Clave:
Formación de profesores, Seminario, Comunicación verbal, Comunicación no verbal,
Práctica pedagógica.
Palabras Clave:
Formación de profesores, Orientación profesional, Servicio de orientación, Desarrollo
de programas de estudios, Grupo de trabajo.
Palabras Clave:
Formación de profesores, Discriminación, Sexismo., Innovación pedagógica, Igualdad
de oportunidades.
CLAUS: Un proyecto destinado a asesorar y
ayudar al profesorado universitario en la
mejora del clima de aprendizaje de sus
clases (468kb)
Mª del Carmen Muñoz de Bustillo Díaz, Carmen Hernández Jorge,
Máximo Padrón Hernández & Antonio Rodríguez Hernández,
Universidad de La Laguna, Tenerife
Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, v2n1 [1999]
Resumen
Este trabajo surge de la preocupación por aportar a los docentes universitarios, una vía para el
análisis y mejora del clima de aprendizaje de sus aulas, ya que es éste un aspecto incidente en
la calidad de la enseñanza universitaria. La consideración del docente como un agente
fundamental en la generación del clima de aprendizaje, además de ser un profesional
autónomo en la gestión y organización de su enseñanza, nos llevó a plantear la idoneidad de
desarrollar un programa escrito, en soporte informático, dirigido a profesores universitarios, que
permitiera conocer el clima de aprendizaje y establecer o buscar vías de mejora. La valoración
de dicho programa, obtenida mediante la experimentación piloto, nos lleva a concluir que éste
es una vía útil e interesante para el asesoramiento del profesorado universitario.
Palabras Clave:
Clima de la clase, Proyecto piloto, Aprendizaje, Profesor, Enseñanza superior,
Tratamiento electrónico de datos.
Metodología y contenidos
De una manera general, en la estructuración de las sesiones de formación se sigue, con una
explicitación muy concreta, los distintos pasos del cambio conceptual y de la reflexión en la
práctica. En este proceso, metodología y contenidos se articulan como un todo coherente que
da unidad al proceso de cambio que es el objetivo final de la formación permanente.
Palabras Clave:
Práctica pedagógica, Universidad, Formación de profesores, Formación continua,
América latina, España, Innovación pedagógica.
Volver al índice
© Asociación Universitaria de Formación del Profesorado
AUFOPWeb, 15 Mayo 1999
Luis Carro, Facultad de Educación, Universidad de Valladolid.
Actualización: