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Entrevista sicólogo Ángel Bustos

J.M.: “Estamos con el sicólogo Ángel Bustos, profesor de la Universidad de Playa


Ancha, sicólogo, y especialista en el área de la Sicología Educacional.Nuestro
tema de tesis es sobre el bullying, Entonces necesitamos del apoyo del profesor
para contestar ciertas preguntas que en bibliografía no hemos encontrado, por ser
esta escasa.
Entonces; profesor, buenos días. Estamos con nuestras compañeras de tesis
Ariela, Gloria y Rita, que está filmando.
Ya, nos gustaría entonces empezar por el principio:
Según sus palabras, sus teorías, su experiencia, ¿qué es el bullying?
A.B.: ¿Qué es el bullying? Es matonaje, que significa eso, es un comportamiento
de matonaje que hacen ciertas personas sobre otras personas, esa es la idea,
concepto que yo tengo del concepto de matonaje. Eso es.
J.M.: El matonaje usted dice que es de una persona sobre otra, ¿Existe alguna
clasificación, tipos, grados?
A.B.: No, yo no conozco alguna clasificación, yo no conozco ninguna, no digo que
no la haya. Y claro, es posible distinguir que hay grados de matonaje, hay
matonajes muy intensos, hay matonajes relativamente leves, pero dentro de los
dos grados hay en común que una persona violenta a otra, abusa de otra.
J.M.: Nosotros hemos leído sobre bullying escolar y se manifiesta a una edad;
¿Usted podría hablarnos sobre si hay una edad especifica en la que se manifiesta,
o puede ocurrir en cualquier etapa del proceso escolar?
A.B.: En mi experiencia no he pensado en la pregunta que ustedes están
haciendo, pero si yo pudiese revisar la preocupación del comportamiento
clasificado como bullying, aparece por ahí como los 10 años, No me da la
impresión de que estén casos que estén calificados como bullying antes de los 10
años. Cuando ocurren antes, “que los niños son muy violentos, que los niños son
muy agresivos”, el concepto de bullying más bien, se aplica desde los chicos como
de 10 años hacia arriba
J.M.: ¿Usted cree que sea por alguna razón especial que se manifieste a esa
edad?
A.B.: Si, 10 -11 años. El chico de esa edad, 10 – 11 años, comienzan a pensar
sobre las cosas que ocurren en la vida, comienzan a descubrir, lo que se llama un
descubrimiento mayor, comienzan a descubrir que ellos pueden introducir
modificaciones en las cosas tal como ocurren. Comienzan a descubrir eso.
Comienzan a descubrir que las normas sociales, las normas de comportamiento
son arbitrarias, no son naturales, y por lo tanto son susceptibles de ser
modificadas, por lo que aparece muy fuerte el concepto de injusto y justo. “Esto es
justo, esto no es justo; esto está bien, esto no está bien”. Eso puede aparecer, eso
comienza a mostrarse de forma muy marcada hacia los 10, 11 años, y hacerse
notable hacia los 12, 13, 14 años, es muy evidente a los 15, porque ellos toman
conciencia, por ejemplo, que “si los papás me mandan a acostar a las 9”, eso es
discutible “¿Por qué será a las 9?”. Antes de esa edad, 8 o 9 años, los papás le
dicen al niño que se vaya a acostar a las 8 o a las 9, y si al niño no le gusta porque
está viendo televisión, refunfuña, reclama, pero finalmente piensa: “esto es así, los
grandes mandan, los chicos obedecemos, algún día voy a ser grande”. Pero
cuando los chicos llegan alrededor de 10, 11 años, descubren que el mundo no
tiene por qué ser así, que él puede introducir cambios, entonces él empieza a
cuestionar todo lo que pueda parecer inadecuado, inoportuno, y también empiezan
a reaccionar a las injusticias de la vida, y por lo tanto si hay algo que le parece
mal, busca la manera de desquitarse, de hacerlo saber, por lo tanto se transforma
potencialmente en un agresor si está siendo agredido; esté siendo agredido
físicamente, esté siendo agredido psicológicamente, o esté siendo agredido
socialmente; y por lo tanto ya tiene capacidad de respuesta, capacidad que antes
no tiene. Hasta acá es del momento, pasajera, es temporal, mientras de aquí en
adelante, 10, 11 años en adelante es permanente si siente que están siendo
injustos con él, anda con mucha rabia por el mundo, haciendo sentir su molestia,
con lo inapropiado que puede llegar a ser, con el que se le atraviese. Por lo tanto,
si él está siendo muy agredido, ya sea físicamente, síquicamente o socialmente;
sea en términos objetivos o subjetivos, porque de repente hay personas que se
“pasan rollos”, y ven que el otro lo quiere atacar, pero el otro no quiere y no tiene
ninguna intención de atacarlo, pero él encuentra que si, aún cuando no sea
objetivo, real, los chicos empiezan a cargarse de rabia, molestia. Quizás son
candidatos a efectuar conductas agresivas, que pueden llegar incluso a llegar al
nivel de bullying.
G.A.: Profesor, que pasa con respecto a los 16 años, ya se acostumbraron a ese
modelo de vida, se adaptan, disminuye esto, 17 años y más.
A.B.: Mire.es una respuesta relativa, Gloria. Si un ser humano se desarrolla
adecuadamente dentro de su núcleo familiar, es acogido en el momento en que lo
necesita, es escuchado por los papás cuando él lo necesita, el siente que el
mundo lo acoge y lo comprende, los chicos después de los 15 años empiezan a
transformarse en adultos jóvenes y comienzan a funcionar de una manera cada
vez más madura. Pero si ese chico de 15, 16 años no tiene una familia que lo
acoge, tiene una familia que lo agrede, tiene una familia que él siente que no lo
escucha, que no considera su punto de vista, no madura; sigue con
comportamientos violentos, agresivos, y que pueden ir empeorando. Y no podría
nunca transformarse en una persona madura. La madurez tiene mucha relación
con el ambiente adecuado en el que el ser humano pueda desarrollarse. Así que
va a depender de lo que pase con su vida relacional, si va a comenzar a ser
amable, cariñoso, que va a comprender mejor las cosas, o se transforma en un
chico cada vez más rebelde, más violento, con mayores dificultades en la relación
con el mundo
G.A.: ¿Entonces puede decirse el soporte familiar es fundamental en la vida de los
jóvenes?
A.B.: El soporte de personas que nos amen es fundamental. Lo razonable es que
esas personas estén constituidas por la familia, pero no siempre eso sucede, es
que yo prefiero decirlo de la otra manera, para una buena madurez, se necesita
del soporte de personas que amen a esa persona de manera incondicional, si es
la familia, entonces el soporte es el mejor, el recomendado, definitivamente el más
adecuado. Pero no siempre es así.
J.M.: Profesor, hemos visto que en el bullying hay siempre el agresor y una
víctima. Hemos hablado del agresor, pero ¿qué pasa con la víctima?, ¿es una
víctima desde pequeño, víctima de siempre? ¿Qué pasa con esta persona?
A.B.: Los estudios que yo he leído por allí, que no son tantos, dice hay seres
humanos candidatos a ser mejores víctimas unas que otras, y que las personas
que tenderían a ser víctimas son más bien los más callados, los más tímidos, los
físicamente más disminuidos, porque en el bullying hay una agresión física; por lo
tanto los que se ven más esmirriados, menos maceteados, son aquellos que son
como mejores víctimas para las personas que hacen el bullying; los más tímidos,
los más débiles tienden a ser las víctimas más propicias para las personas que
hacen matonaje. Mas que los que son más o menos maceteaditos, mas de los que
son capaces de cómo de “parar el carro” al otro verbalmente, o con alguna actitud,
esos se defienden mejor y logran “mantener a raya” a las personas que hacen
bullying.
J.M.: Y esto, ¿Qué impacto tendría en las familias de las víctimas?
A.B.: El niño agredido comienza a tener síntomas, el comienza sufrir muchísimo y
de esa forma tu puedes descubrir al niño; porque el niño que sufre de
bullyingdifícilmente acusa, sin embargo, se nota en su comportamiento que no lo
está pasando bien; obviamente que no tiene ningún deseo de ir al colegio,
desaparece esos días del colegio, manifiesta su mayor temor los días que por
alguna razón escolar es más fácil que a ese alumno lo golpeen; por ejemplo el día
que entra a hacer Educación Física, es más fácil moverse, más fácil desplazarse,
es más fácil que ese alumno lo golpee en forma que parezca accidental, hay días
en que es más fácil que ese alumno lo golpee, ese día, el alumno que es víctima,
el día anterior va a hacer fuertes manifestaciones en la casa de deseos de no ir. O
sea, se va a sentir mal y va a solicitar no ir al colegio al día siguiente, por ejemplo.
J.M.: Claro. ¿Qué pasa, profesor, con los espectadores de los episodios de
bullying? ¿Cuáles son sus características personales, psicológicas? ¿Porque de
alguna forma no se entrometen, porque se mantienen aislados o al margen de
todos estos episodios?
A.B.: Yo les puedo plantear hipótesis, porque no sé exactamente. Mi hipótesis a
partir de la conducta adulta; es posible que algo de eso esté ocurriendo desde
muy chico; hay estudios que muestran claramente que los adultos, si nosotros
vemos que otro adulto está siendo objeto de robo, de violencia, es frecuente que
no nos metamos. Observemos eso, y no hagamos nada, aunque encontremos que
eso está mal. Parece que lo que explica eso, es que los observadores por una
parte no quieran meterse porque pueden ser víctima de la misma situación; se
corren rumores en la ciudadanía, entre la gente, que la gente que golpea a otros
comúnmente anda con cuchillos, pistolas; por lo tanto, si tú te metes a ayudar a
esa víctima, en una de esas, te pasa algo a ti también; y por lo tanto, la forma de
los papás de proteger a sus hijos es que no se metan en ese tipo de cosas,
porque ellos podrían transformarse en víctimas; de hecho, ocurre. Si a ti se te
ocurre; a modo personal, he sabido de adultos y no tan adultos, que sean metido y
no les ha ido bien al meterse. Se convierten en víctimas de la misma situación. El
ejemplo que es casi tragicómico, un estudiante – salió en la prensa, este es un
caso que yo vi en la prensa-, un estudiante de psicología, debe haber sido un nivel
intermedio, o sino bajo tal vez, había asistido a un curso sobre mediación. El va
pasando por la calle, de repente va a dos jóvenes que se están agrediendo, y él
quiso practicar sus conocimientos de mediación. Una de las personas que estaba
peleando, lo mató. Y, por lo tanto, uno tiene que aprender a partir de eso, que
cuando se está desencadenando la conducta, cuando está ocurriendo la violencia;
la probabilidad de intervenir, de tranquilizar la situación es muy baja. Y por lo tanto,
no estamos preparados, no sabemos cómo hacerlo para intervenir una situación
de bullying, y que efectivamente, al intervenir no seas tú, el o la dañada. Y cuando
yo me he puesto a pensar en esto y a trabajar con algunos jóvenes que han sido
víctimas de esto, me parece que la intervención tiene que ser colectiva; si está
ejecutándose la acción de bullying, están peleando, hay uno que está abusando
de otro, el número de personas que deben intervenir deben ser varios, juntos, y lo
razonable en un sistema escolar es que eso vaya liderado por un par de
profesores más unos cuantos compañeros, niños, pueden ayudar entre todos
juntos a detener eso, pero no puede ser uno solo, porque las situaciones que se
generan en un momento pueden ser tan violentas, que es muy difícil detener allí a
través de la palabra o de un buen consejo, una acción de bullying. Mínimo.
R.L.: ¿Puedo decir algo? Profesor, ¿Es necesario que hayan espectadores para
que el bullying sea? ¿O no necesariamente?
A.B.: No necesariamente. Si bien es cierto que no es estrictamente necesario, es
habitual que sea en forma colectiva, porque las personas que ejecutan bullying
necesitan tener el reconocimiento de los demás. O sea, necesitan hacer sentir su
ser de matón, el ser matón es para ganar autoridad pública. Si bien no es
estrictamente necesario para que se desencadene que haya público, las personas
que hacen bullying, el que los demás lo sepan, es algo que tiene mucha
importancia para él o para ella.
R.L.: Le ayuda en su autoestima, ¿puede ser?
A.B.: (Asiente con la cabeza) A su baja autoestima, porque las personas que
hacen bullying normalmente están muy dañados ellos. Piensa tu que para que una
persona haga bullying tiene que ser muy agresiva, para lo cual debe haber sido
muy agredido. Y yo tengo la convicción que hasta hoy en día no hay ningún dato
que a mí me haga pensar distinto: toda la persona que agrede, ha sido agredida.
Hasta hoy día no he conocido ningún caso de gente que agreda, que ella nunca
haya sido agredida. Falso, siempre ha sido agredida. Por lo tanto, son tan víctimas
como victimarios.
A.O.: La familia del agresor, si es permisiva con malos tratos, por ejemplo que
sean “peladora”, o que denigran a las otras personas, ¿inculcan eso a su hijo
agresor? ¿Puede ser un factor?
A.B.: Por lo mismo que tú estás diciendo Ariela, si la familia propicia eso, sin duda
que se lo ha aplicado al mismo hijo. Alguna familia que ve como bien el insultar,
agredir, golpear, lo ha hecho con cada uno de los miembros de la familia, no lo ha
hecho solo con gente externa, lo hace con ellos, dentro de su núcleo familiar, por
lo tanto ha sido víctima y habitó el modelaje. O sea, no tiene por donde salir de
otra manera, la probabilidad de que escoja eso son únicas, únicas.
J.M.: Profesor, ¿usted cree que el establecimiento como un centro que acoge a
jóvenes, es el lugar que es mayor, o donde más se dan episodios de bullying?
A.B.: No estoy seguro si es el lugar donde se dan más episodios de bullying,
comparándolo con fuera del colegio, pero es muy probable que sí, que el colegio
sea el lugar donde se dan mas, porque hay una mayor concentración de jóvenes;
hay la probabilidad que hayan peleas entre jóvenes en donde hayan muchos
jóvenes juntos, y si hay un lugar propicio para eso son los colegios, pero no sé, si
en los barrios, el barrio, esto se desencadena con la tanta frecuencia o más que
en los colegios; sospecho que se da más en los colegios, por el tema de una
cuestión cuantitativa. No lo sé.
J.M.: Profesor, ¿usted cree que se están tomando medidas en los colegios?
A.B.: Yo tengo una visión a través de lo que he leído, que se están tomando
medidas, pero que son muy malas. Pienso que son muy bien intencionadas, pero
que son muy malas. Yo tengo la certeza de mi experiencia clínica que la mediación
- por lo que se está utilizando en los colegios es la mediación – no es el camino a
trabajar para el tema del bullying. No es. Y lo que se está trabajando más es eso,
es hacer que los alumnos, haya mediadores “profesionales” por decirlo así; o
niños, o jóvenes entrenados en mediación, para hacer intervención, por ejemplo
cuando se suscitan situaciones de violencia, o agresión. Es algo que no van a
poder hacer. Porque lo que allí debe hacerse, en el colegio, es que yo creo que es
el mejor lugar, es prevención. Prevenir, trabajar la temática para que no ocurra, y
no formar agentes para intervenir cuando ocurra. Hay que hacerlo antes, trabajar
en calidad de la convivencia, hacer que los niños aprendan en sociedad, que
trabajen para algo muy importante, que sea en el concepto de hombría, que debe
ser primero, que van a ser capaz de no pelear con el otro, y esa es la mejor
manera de ser una mejor persona. El trabajo de prevención es donde debe
tratarse el bullying, y no en la mediación. Mi hipótesis es que eso no va a
funcionar, por mucha gente que entrenen, que formen, no va a funcionar. Les digo,
que aunque les puede parecer extraño, del modo que no ha funcionado, en cuanto
en el control del narco tráfico, en ninguno de los países donde ha habido un
control feroz, con mucha policía, y perros, y etcétera, y no ha habido ningún
avance, porque se debe trabajar con la población, para que la población en ese
caso no consuma, y aunque se lo regalen no consuma, y por lo tanto, si la gente
no consume, aunque le pongan ahí la cosa, no lo va a consumir, y por lo tanto no
va a tener problemas, ni enfrentar las enfermedades de droga ni remedios de
droga. Ahí hay que trabajar. Si no se controlan los narcotraficantes salen más
narcotraficantes que van a especializarse y el tema sigue gradualmente y es peor
porque lo que consumen también van en aumento, por lo tanto lo que hay que
hacer es hacer desaparecer a los que consumen, en este caso, hay que hacer
desaparecer- y voy a utilizar bien entrecomillas este “desaparecer” – hay que
hacer “desaparecer” a los niños agresivos. Y como se hace desaparecer al niño
agresivo: siendo muy acogedores con ellos. Y enseñando a la familia a hacer la
pega bien cuando ellos hacen algún mal, entonces los niños agresivos
desaparecen.
G.A.: Y cuando estábamos hablando de los agresivos, ha habido casos que han
llegado a la muerte, al suicidio.
A.B.: Si.
G.A.: Entonces, ¿sabría usted de cuánto tiempo un joven de 13 o 14 años puede
aguantar un maltrato en el colegio para que pueda llegar a tomar esa decisión,
cuánto tiempo tiene que pasar para que un joven tome la decisión de suicidarse?
R.L.: O sea, ¿como a qué grado tienen que llegar estas agresiones como para
que una persona decidiera hacer eso?
A.B.: Responder a esa pregunta tiene su complejidad por lo siguiente: si un niño
es objeto de bullying, y tiene un gran respaldo familiar, jamás debería llegar al
suicidio. Ese niño no va a llegar al suicido, porque además la familia lo va a
proteger, ¿o no?, y va a intervenir, y va a evitar que siga siendo objeto de bullying.
Si el niño está muy desprotegido familiarmente, está siendo muy maltratado, y no
tiene quien lo acoja, lo que va a pasar que la línea hacia una idea del suicidio
aumenta, obviamente; y si él tiene más o menos 14 años, mas menos 2, se está
moviendo entre los 12 y los 16 años, la probabilidad es mayor, porque los chicos
de 14, 15 años, ustedes se recordarán de cuando tenían esa edad, 14, 15,es
relativo, pero en ese rango, las personas entran en un cuestionamiento muy
profundo: religioso, a que vengo a esta vida, a donde voy, porque nací con la
familia que nací, porque me tocaron los hermanos que me tocaron; es una onda
muy existencial, te fijas. Esa es una edad muy propicia para que un chico pueda
pensar realmente en suicidarse. Difícilmente lo va a hacer un chico sobre los 16
años, difícilmente lo va a hacer un chico bajo los 10 años; difícil, difícil. El rango
está ahí, sobre los 12 y los 16 años, porque ahí se piensa en las cosas más
profundas “¿Por qué me toca a mí? ¿Por qué mi familia no me atiende? ¿Por qué
mi familia no ha hecho nada?” Porque en los chicos que se han suicidado la
familia no ha hecho nada, o lo que han hecho ha sido muy débil. Ha sido sentido
por el joven en cuestión como nada, “como que no les preocupo”. “Mamá me está
pasando tal cosa” “…….ay! mi amor, no le hagas caso. No te amargues por una
cosa tan sencilla, no le hagas caso”. “Resulta que me golearon…..y ni siquiera me
preguntó a ver, porque te preocupa tanto”. Los chicos tratan de buscar apoyo en la
misma familia, pero cuando encuentra respuestas de ese tipo “no le hagas caso,
córrete, dile al profesor” y no escucha un nivel de compromiso serio, le dice
“siéntate y conversemos” ese chico se siente terriblemente abandonado. Y es
posible que quiera desaparecer, “yo no le importo a nadie”.
G.A: Recuerda el caso de Iquique, de Pamela Pizarro, una joven de 13 años,
nosotras estuvimos revisando algunos videos e información al respecto, señala
que tenía apoyo incondicional de sus padres, su entorno familiar conocía esta
situación y también el establecimiento, pero el establecimiento no tomó parte
hasta cuando fue demasiado tarde. Y paradójicamente dice que un primo, dos
años antes se había suicidado por la cuestión del bullying. ¿Qué habrá pasado?
A.B.: Rarísimo, muy raro. ¿En dónde lo leyeron ustedes? ¿Donde lo vieron?
G.A.: En internet, en información del diario.
R.L.: De hecho hay un reportaje en que entrevistan a los papás y hablan mucho
de la contención que ellos tenían con su hija. Pero ahora pensando en lo que
usted está hablando, que los padres, los dos, trabajaban. Ella pasaba muchas
horas sola.
A.B.: A ver, ya que tocaste el tema, y lo tocaste así, tal como lo acabas de tocar,
me voy a permitir profundizar en un tema que no es muy nuevo, y yo lo discuto en
un artículo que escribí sobre el bullying, y era el que yo pensaba enviarles, así que
allí van a poder contrastar, tiene 3 o 4 hojas, una cosa así, y fue publicado en
alguna parte, nunca vi donde fue, pero es un periodista que me mandó ese
cuestionario. Y si no me equivoco, yo ahí desarrollo esta idea que se las voy a
comentar ahora, la que acaba de tocar Rita:
La ausencia de los papás en la vida de los niños y de los jóvenes mas allá, más
tiempo de lo que ese niño o ese joven es capaz de soportar es sentida y vivida por
el niño o el joven como violencia, como agresión. Por lo tanto, en este caso, en el
que ustedes estaban relatando, el de la chica Pamela Pizarro, dado que ambos
padres trabajaban, ella es posible que lo haya codificado, lo hay entendido, lo hay
sentido como agresión. Y aún cuando en el discurso, el discurso es que mi mamá,
que mi papá siempre se preocupan de mí, los chicos sienten que no siempre
corresponde a lo que se discursea, se dice; entonces yo y la gente tiene que ir
más allá de lo que se está diciendo verbalmente; porque no pocas veces la gente
por cuestiones de imagen, por deseabilidad social, que lo que es correcto, lo que
es políticamente correcto, dice cosas que son las más adecuadas, pero no
corresponde a lo que verdad se está pensando o sintiendo.
R.L.: Y en este caso, los papás, o sea, el reportaje que vimos nosotras, dice que
ellos están diciendo “que sí, nos preocupábamos mucho de ella, de todo”; siendo
que estaban ausentes mucho durante del día
A.B.: Los artículos periodísticos, las entrevistas, sirven muy poco para que tú
puedas sacar conclusiones científicas, muy poco. Porque las preguntas que hacen
los periodistas, son preguntas de periodistas. Entonces él te pregunta a ti: “Usted
ha pensando tal cosa”, lo dicen de tal manera que casi vas a parecer estúpida si tú
le dices que no, que no has pensado en eso. Entonces tú le dices: “sí, yo he
pensado en eso”. Y tú jamás has pensado en eso. La preguntas de los periodistas,
las respuestas a las preguntas de los periodistas no sirven mucho para hacer
ciencia. A no ser que tú seas capaz de analizar la pregunta del periodista y la
respuesta de la persona, y te des cuenta si hay coherencia o no hay coherencia y
cuanta deseabilidad puede haber en la respuesta de la persona. En la entrevista
que le hicieron a los papás de esta chica Pizarro son preguntas que hacen que
surjan las respuestas políticamente correctas, socialmente correctas. Para mí es
frecuentísimo, son años como psicólogo en que trabajo mucho atendiendo a
gente, atiendo 20 personas, 25 personas semanales, ya; a pesar de que los sigo
viendo y los vuelvo a ver, y a veces no dejo de sorprenderme, que una cosa es lo
que los papás dicen, y otra distinta es lo que los hijos dicen. Los papás dicen que
lo hacen muy bien,dicen que acogen a los hijos, y los hijos dicen que lo hacen muy
mal, que no los acogen, que no los escuchan, y los papás dicen que si los acogen,
que si los escuchan; y si el hijo dice que no es acogido ni escuchado, el hijo no es
acogido ni escuchado. Y que quiero decir con eso, que el hijo va a reaccionar a
eso que está diciendo como si fuera verdad, aun cuando no sea rigurosamente,
estrictamente objetivo. Pero imagínate que los papás efectivamente, voy a
inventar un número, los escuchan media hora al día, lo hacen; los escuchan entre
las 9 y las 9 y media de la noche, le preguntan: “¿Y cómo has estado?”, y están
media hora con él. Igual en ese caso, el hijo podría sentir que no es escuchado y
les voy a dar dos ejemplos de cosas que pasan: “Claro, yo soy escuchado cuando
ellos quieren, y no cuando yo quiero. Resulta que yo quería conversar con ellos a
las 3 de la tarde, no hoy; por lo tanto que es verdad que los papás lo escuchan
todos los días de 9 a 9 y media, ellos lo que sienten es que eso es inoportuno. No
es el momento en el que quieren ser escuchados. Y el otro reclamo: “¿Y quién les
dijo que a mí me basta con media hora? Yo necesito dos horas, tres horas. ¿Qué
chicos necesitan dos horas, tres horas? Los de 6, 7, 8 años, necesitan sentirse
escuchados por los papás muchas horas. Por eso los niños a veces hacen cosas
mal entendidas por los adultos, muy mal entendidas. Por ejemplo un adulto dice:
“Este cabro es más mamón, anda peguntando y gritando por ahí: mamá, mamá,
mamá, mamá, mamá; y voy pa’ donde él y le digo: ya aquí estoy, ¿Qué querís?
“Nada”. Ve, y además es tonto; anda llamándome y nada. Lo que haciendo el
niño, de repente se descubre solo, siente la necesidad de saber si hay alguien ahí
que lo cuide y lo proteja, grita “mamá” y si escucha que la mamá está, eso para él
ya es tranquilidad. Y la mamá entiende que él quería preguntar algo, y “que ahora
que le estoy diciendo “que quiere” y no sabe que preguntarle es tonto, es
amamado. No logra darse cuenta de lo que el niño necesitaba, sentir que en ese
momento escuchó un ruido extraño y está cayendo el sol, porque estas cosas
pasan mucho cuando se está oscureciendo, y él se sintió solo, le parece que la
mamá no está, y grita, grita para saber si la mamá está; y de hecho si grita y la
mamá está en el baño, el niño de 7 u 8 años siente que está ahí, se tranquiliza. El
de 3 o 4 años no, tiene que verla. Y por eso se va al baño y aunque la mamá grite
“aquí estoy, aquí estoy”, el niño sigue, sigue insistiendo hasta que la mamá abre la
puerta, y el niño la ve y la toca. En ese momento se tranquiliza. Pero estamos
hablando de uno de 3, de 4. El de 7 y 8 basta con que sepa que la mamá si está
para quedarse tranquilo. Pero los papás interpretamos muy mal eso, y los
tratamos de tontos, etc.cosa que los niños les da mucha rabia.
R.L.:Estaba pensando en lo último que dijo, ¿y qué pasa con los jóvenes de 14,
de 15; qué es lo que ellos necesitan de los papás?
A.B.: Los de 14 y 15, los chicos de 14 y 15 necesitanser escuchados por los
papás al igual que los de 13, 12, 11, la diferencia es que necesitan que sus
necesidades, las dichas en las conversaciones sean efectivamente tomadas en
cuenta; no solo que lo escuchen, sino “a ganar respecto a lo que yo dije, poh”. Si
no es así, para ellos también es un acto de agresión. No basta con que los papás
le digan: “Ah, ya te escuchamos, ya sabemos que quieres esto, esto, esto, esto y
esto. No estamos de acuerdo contigo, así que las cosas siguen igual, pero ya te
escuchamos, ¡ahí terminamos!” Eso es una violencia, es sentido también como un
acto violento que no se hace. Los de 14 y 15 años necesitan, exigen, que sus
planteamientos sean considerados en las medidas que se tomen para adelante. Si
él dijo yo quisiera tener la posibilidad de ver este programa que es a las 10 de la
noche y la familia tiene decidido que se tiene que dormir a las 9, él necesita que se
haga algo respecto de eso. “Yo dije que quería verlo, que quiero ver el programa.
¿Qué van a hacer para que yo pueda ver el programa?” La familia con él tienen
que buscar un modo para resolver el problema. ¿Y tiene que ser siempre dándole
en el gusto a él? No, no necesariamente, en el sentido que no tiene porque ser a
la manera que él diga, pero hay que buscar una solución a eso, el quiere ver ese
programa; y si tiene buenas razones para ver ese programa, y una razón por
ejemplo para los chicos de 14 años es que todos los días comentan ese programa.
La profesora dijo: “Vean ese programa, porque además lo vamos a trabajar en la
asignatura no se cuanto.” Son buenas razones para ver ese programa. Ahora
también hay buenas razones para que se acueste temprano. ¿Y entonces que se
hace? Hay que buscar una solución. Se graba el programa para que se pueda ver
después y se conversa con el profesor, la profesora para que ese programa sea
trabajado a la semana siguiente, porque los niños van a grabarlo y lo van a ver de
día al otro día y por lo tanto pueden recién discutido en la clase siguiente a la
semana siguiente. La otra solución es autorizar al niño para ver el programay
también se acueste temprano. Y el niño dice: “Me pescan, me toman en cuenta” y
el problema está resuelto. O sea, los problemas tienen que resolverse para los
chicos de 14 y 15 años; de lo contrario se sientendesconsiderados, y eso los va a
afectar muy seriamente y no hay duda de que van a haber consecuencias;
pueden ser graves, más graves, menos graves, leves. Va a depender del sistema
de apoyo que tiene ese chico. Y a veces, a los 14 y 15, si pololean, se “pegotean”
mucho más al pololo o polola, o por ejemplo, un tío, un abuelito, una abuelita;
alguien que sientan más incondicional al lado de él, y se aleja de los papás.
G.A.: Profesor, ¿el adolescente que ha sufrido de bullying, su estado de, me
imagino, trauma, puede ir superándose con el tiempo? ¿Sana de este estado
generalmente, o no?
A.B.: Puede ser, también va a ser un poco relativo, Gloria, va a ser un poco
relativo porque va a depender de este manera: del apoyo, de cuanta gente que
esté con él, que ellos colaboren para que esto se controle, y posteriormente las
personas que puedan influir. Imagínate que estoy pensando en un chico que
estuve atendiendo. Ese chico ha buscado muy buenas relaciones con otros
amigos, y los tiene; se lleva muy bien con ellos, encontró en el barrio donde vive,
encontró muy buenos amigos y por lo tanto él se siente muy cómodo allí y recibió
atención emocional. Llevarse bien con esos niños le ha permitido reinsertarse con
sus compañeros que fueron muy pesados con él. Y tuvo la suerte, de que los
compañeros, por razones que yo no sé, pero que sospecho, están en el
anonimato, volvieron en Marzo súper amables con él. ¿Qué pasó en Enero y
Febrero? No sé. ¿Hubo una intervención del colegio secreta, en el sentido de que
no ha sido compartida con los hijos? Porque yo pienso que pudo haber ido, porque
yo mandé un certificado que decía: “esto debería hacerse en el colegio, con este
niño, y con otros. No sé si eso se hizo. El otro día me encontré con el sub director,
algo así, una persona importante dentro de ese colegio; y él me dijo: “sabes que,
estuve trabajando con tu certificado

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