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La Apuesta de Pascal

¡Hagan juego, séñores, las apuestas a favor de Dios 50 a 1!

Un hilo en un foro me ha traído esto a la memoria, a cierta ocasión en la que yo, ateo convencido,
debatía con un compañero del instituto acerca de un tema tan manido como la existencia o no
existencia de Dios, e invocó un argumento que me pareció cuando menos curioso.

Pero no era él la primera persona en utilizar tal argumento, ya que años antes Blaise Pascal, el eminente
filósofo y pensador, formuló en cierta ocasión su Apuesta, en una discusión sobre la creencia en Dios,
basada en probabilidades. Básicamente, al igual que mi interlocutor, decía que creer en Dios es la
apuesta más segura.
Y éste era su razonamiento:
• Tú puedes creer en Dios, si existe irás al cielo.
• Tú puedes creer en Dios, si no existe no ganarás nada.
• Tú puedes no creer en Dios, si no existe tampoco ganarás nada.
• Tú puedes no creer en Dios, si existe tú serás castigado.

El argumento, hay que admitir que tiene su gracia, pero cae por su propio peso. Primero, porque
presupone que si hay un Dios éste será el cristiano, y segundo, porque creer o no creer en algo no es
una cosa que se elija. Te lo crees o no te lo crees, no es una opción.

Pero mucho más interesante contraargumento resulta la Apuesta de Smith, del también filósofo George
H. Smith. En términos generales, la Apuesta de Smith puede estructurarse de acuerdo a cuatro
posibilidades, a saber de la siguiente forma:
• Posibilidad 1: Dios no existe. En este caso, los ateos estarían en lo correcto, por lo tanto serían los creyentes lo que
habrían perdido gran parte de sus vidas y de sus esfuerzos en agradar a un ser inexistente.
• Posibilidad 2: Dios es un ser impersonal (Deísmo). Dios creó el Universo y luego lo dejó a su suerte, sin intervenir
en él. En este caso, ni el ateo ni el creyente tienen razones para preocuparse, pues este Dios ni premia ni castiga.
• Posibilidad 3: Dios existe y es un ser moralmente elevado. En este caso, Dios no podría castigar a ningún ser
humano que cometiera errores de concierna honestos. Si la razón es la que hace llegar a la conclusión al hombre
que Dios no existe, este no debería tomar represalias contra el hombre, pues cometería este un error de conciencia
válido y fundamentado. De hecho, quien más preocupado debería estar es el creyente, pues la lógica en términos
básicos debería llevar al ateísmo (Esta es la opinión personal de Smith), por lo cual la creencia ciega y deshonesta
en Dios (recordemos que, según Smith, la mayoría de los creyentes creen en Dios como simple “apuesta segura” a
la salvación) sería para Él un gran pecado.
• Posibilidad 4: El Dios de los cristianos es el correcto. Con su actuación moral y éticamente reprobable, que castiga
a todo aquel que se atreve a dudar de Él, aunque esta duda esté basada en la lógica y la razón. Así, la vida personal
de cada persona no sería importante, sino la simple adhesión a la creencia de Dios sea esta por razones honesta
(escasamente hay quienes creen en Dios como consecuencia del razonamiento y la meditación profunda en ese
aspecto) o deshonesta (La mayoría, según Smith, creen por la apuesta segura, por temor al infierno o por simple
herencia cultural). Sin embargo, este Dios reprobable desde el punto de vista moral, podría fácilmente también
convertirse en un Dios traicionero respecto a los cristianos pues, suponiendo que este disfrutara de alguna forma
con el sufrimiento humano y no importaran para él las virtudes, no habrían en tal caso ningún impedimento para
suponer que también pudiera lanzar a los cristianos al infierno, ya que para una mente inmoral la traición y la
tortura puede convertirse en un elemento de diversión.
Visto para sentencia, seguro que tanto una apuesta como la otra las hemos escuchado en varias
ocasiones, en un tema tan ampliamente debatido como este.
Ahora cada cual, que crea lo que prefiera (o pueda)

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