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CAPÍTULO VIII

Trastorno bipolar: presente y futuro


E. Vieta, A. Benabarre

Este capítulo de la monografía sobre el cur- minada psicosis maniacodepresiva en parti-


so de trastorno bipolar intenta mostrar cual cular, están alcanzando en los últimos años
es el horizonte que se vislumbra en el trata- una merecida notoriedad. Si las décadas
miento de la enfermedad, tanto por los precedentes estuvieron dominadas por los
avances en investigación básica sobre el co- hallazgos en el área de los trastornos de an-
nocimiento de su etiopatogenia, como por siedad, las depresiones unipolares y, más re-
los avances en investigación clínica aplicada cientemente, la esquizofrenia, a juzgar por
a su diagnóstico y su tratamiento. Mencio- la expectación generada en simposios, con-
naremos también algunas de las moléculas gresos, publicaciones y foros de debate, los
que se encuentran en fases muy prelimina- trastornos bipolares y, por otros motivos, los
res de investigación, y técnicas físicas y psi- trastornos de la conducta alimentaria pare-
cológicas que, junto con los tratamientos cen erigirse en los protagonistas de la psi-
basados en la química (fármacos y nutrien- quiatría en los albores del nuevo siglo. Ello
tes), pueden aportar en el futuro cambios se debe a la confluencia de una serie de fac-
cualitativos en el pronóstico de la enferme- tores, que en el caso del trastorno bipolar
dad. Mientras que nos sentimos bastante se- tienen bastante que ver con cambios en el
guros de nuestra capacidad de predicción diagnóstico y novedades en el tratamiento.
del futuro más inmediato (por ejemplo, ge- En el diagnóstico, por la ampliación de las
neralización de los tratamientos a largo pla- fronteras nosológicas de la enfermedad,
zo con dosis moderadas de antipsicóticos tanto por el lado de las psicosis, sustrayen-
atípicos asociados a estabilizadores), las pre- do casuística a la «esquizofrenia de buen
dicciones más alejadas en el tiempo no pa- pronóstico»1, como por el lado de las de-
san de ser mera especulación, y dependerán presiones unipolares y los trastornos de per-
enormemente de la evolución de otras áre- sonalidad, a través del trastorno bipolar de
as de conocimiento científico, como la ge- tipo II y la ciclotimia2. En el ámbito de la te-
nética o la neuroimagen, así como de los re- rapéutica, la aparición de nuevos antiepi-
cursos que se dediquen a ellas. lépticos potencialmente eutimizantes (o no
tan nuevos, como el ácido valproico) y la ex-
tensión de las indicaciones de los antipsicó-
Presente y futuro de la ticos atípicos a la manía y más allá, y de los
investigación sobre el nuevos antidepresivos a la depresión bipo-
trastorno bipolar lar, está impulsando enormemente la inves-
tigación en el tratamiento de la enferme-
Cualquier médico que siga de cerca las acti- dad. Por otra parte, la existencia de un
vidades de formación continuada, congre- sólido sustrato genético y neurobiológico
sos, publicaciones y demás vehículos de está favoreciendo los trabajos que aspiran a
transmisión de la información médica, pue- comprender mejor su etiopatogenia y fisio-
de ver que la psiquiatría como disciplina mé- patología. En cualquier caso, es innegable
dica, y el terreno de la antiguamente deno- que el paciente bipolar es un paciente, a la

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polares
vez, difícil y atractivo. El progreso de la psi- portamientos complejos. Ejemplos de endo-
quiatría en las últimas décadas dentro y fue- fenotipos podrían ser ciertas disfunciones
ra de nuestro país3 ha potenciado más el se- neuropsicológicas6, alteraciones del ritmo
gundo aspecto que el primero, hasta el circadiano7 o la propia edad de inicio de la
punto de que actualmente muchos médicos enfermedad8.Otra estrategia prometedora
destacan su especial interés por este tipo de es el análisis de la expresión genómica por
pacientes, cuando hace unos años predomi- el RNA mensajero9 y del mecanismo de ac-
naba quizás en mayor medida una actitud ción de algunos fármacos, como el litio, al-
de cautela y de menor entusiasmo. A ello terando la expresión fenotípica de la trans-
contribuían las frecuentes repercusiones cripción del RNA mensajero10. La tabla 8.2
médico-legales de la enfermedad y las difi- indica algunas sugerencias4 para los futuros
cultades de manejo del litio, en aquel en- estudios de ligamiento en los trastornos bi-
tonces casi la única, y delicada, arma para polares.
combatir la enfermedad. La tabla 8.1 mues- Por ello, es muy posible que las estrategias
tra algunas de las razones que tan atractiva de los investigadores en psiquiatría genéti-
hacen la investigación y el tratamiento del ca cambien en un futuro muy cercano. En lu-
trastorno bipolar. gar de insistir en estudios de ligamiento o
en la búsqueda de un gen específico, debe-
Presente y futuro de la genética rán realizarse estudios epidemiológicos que
del trastorno bipolar identifiquen marcadores genéticos de vul-
Tras el cúmulo de alegrías y sinsabores que nerabilidad para los trastornos bipolares o
constituye la historia de la búsqueda del para endofenotipos relacionados. Sus resul-
«gen de la bipolaridad», en lo que con gran tados, combinados con los hallazgos fisio-
propiedad Risch y Botstein4 definieron co- patológicos sobre el mecanismo patógeno
mo una auténtica historia maniacodepresi- de los factores ambientales, permitirán em-
va, los investigadores de la genética de los pezar a conocer la etiopatogenia de esta en-
trastornos bipolares han empezado a reco- fermedad. Adquirirán enorme importancia
nocer que es muy improbable que un estu- también los estudios genéticos que aporten
dio individual obtenga resultados conclu- luz sobre el fenómeno de la comorbili-
yentes, dado que el patrón de herencia de dad11,12. Los estudios farmacogenéticos van
la enfermedad parece ser muy complejo. también a adquirir gran relevancia. Quizá
Como resaltan Fañanás y Gutiérrez5, proba- no resulte fácil a corto plazo predecir la res-
blemente se hallan implicados múltiples ge- puesta terapéutica, aunque existen claros
nes de efecto menor, de escaso valor indivi- indicios de la participación de factores he-
dual, que los estudios de ligamiento reditarios, como indica la figura 8.113, pero
difícilmente podrán identificar (serían ne- sí los fenómenos de intolerancia. Es posible
cesarias muestras gigantescas). Mayor inte- que la culminación del NIMH Genetics Ini-
rés pueden tener, en este caso, los estudios tiative for Bipolar Pedigrees, un ambicioso
de asociación. Es probable que algunos de plan de investigación del Instituto de Salud
estos genes estén implicados en funciones Mental de Estados Unidos14, y del Proyecto
fisiológicas del funcionamiento cerebral y, Genoma, recientemente alcanzada15, tam-
por tanto, resulten inidentificables como bién permitan calcular el riesgo relativo de
patógenos, tal como ocurre en la determi- cada persona de desarrollar la enfermedad
nación genética del crecimiento celular y al- y el establecimiento de parámetros mucho
gunos tipos de cáncer. Por ello, la investiga- más precisos de consejo genético, que es
ción está dirigiéndose hacia la identificación una demanda social acuciante16. La terapia
de endofenotipos, es decir, de marcadores génica, dada la complejidad de la herencia
genéticos de componentes simples de com- de la enfermedad, no parece factible a cor-

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capítulo VIII
Trastorno bipolar: presente y futuro

Tabla 8.1. Factores que hacen de los trastornos bipolares uno de los más atractivos
campos de trabajo e investigación en psiquiatría
– Son los trastornos psiquiátricos en que existe mayor capacidad potencial de mejoría (los pacientes pueden pasar
de la psicosis más desorganizada o la catatonía a la completa lucidez)
– Constituyen una fuente importante de muertes y sufrimiento, que se deben prevenir y mitigar
– Son los trastornos psiquiátricos en que existe mayor capacidad de acción terapéutica (fármacos para todas las fa-
ses e incluso para la profilaxis)
– Aun siendo trastornos graves, permiten un contacto empático y una relación médico-paciente más rica que otros
trastornos psiquiátricos de gravedad similar
– Son un reto: muchas veces son difíciles de diagnosticar y de tratar
– Están infradiagnosticados, por lo que volumen importante de pacientes puede beneficiarse de una buena
capacidad de detección de los mismos
– Configuran un campo en constante avance en las últimas décadas, con novedades terapéuticas muy próximas y
prometedoras
– Son fronterizos con las oscilaciones de estado de ánimo no patológicas, constituyendo un camino de investigación
hacia éstas
– Están vinculados indirectamente a fenómenos psicológicos como la capacidad de liderazgo, la creatividad y el arte

to plazo. en la transducción de la señal intraneuro-


nal20; fisiopatológicos, como la participación
Presente y futuro de la del factor liberador de corticotropina en la
fisiopatología de la enfermedad fase previa al viraje depresivo21 y maniaco22;
Pese a la ausencia de un modelo animal vá- y terapéuticos, como el mecanismo de ac-
lido de trastorno bipolar, los avances en ma- ción del litio23, de algunos antiepilépticos24
teria de fisiopatología y sus aplicaciones al y de los antipsicóticos atípicos25. También
tratamiento se han producido y se seguirán son previsibles los avances en el conoci-
produciendo en varios frentes: por un lado, miento de las bases fisiopatológicas de las
el del estudio de receptores, mecanismos de alteraciones del patrón electroencefalográ-
neurotransmisión y segundos mensajeros; fico del sueño. La investigación básica de-
éstos tienen especial interés para el estudio berá, por otra parte, suministrar informa-
del fenómeno del viraje, que deberá ser me- ción aplicable a las alteraciones
jor comprendido (y para ello serán muy úti- desencadenadas por las modificaciones de
les los trabajos con cicladores rápidos), y de la luminosidad y los cambios estaciona-
los episodios mixtos, que plantean notables les26,27. Para ello pueden adquirir cierto pro-
dificultades metodológicas. Por otro lado, tagonismo los estudios de estructura mole-
los progresos de la psicoendocrinología y la cular cerebral a partir de bancos de
psicoinmunología aportarán mayor luz a es- cerebros28,29. Evidentemente, muchos de es-
tos mismos fenómenos y a eventuales dife- tos conocimientos se obtendrán a partir de
rencias entre subtipos de trastorno afecti- estudios de neuroimagen cerebral.
vo17. Las hipótesis del kindling (activación
propagada) y la «sensibilización»18 han Neuroimagen y neuropsicología
abierto líneas de investigación prometedo- aplicadas al trastorno bipolar
ras que podrían integrar aspectos de diver- Además de la genética, un campo que se ha-
sa índole: genéticos19, como las anomalías lla en plena expansión en los últimos años

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polares

Tabla 8.2. Sugerencias para obtener una mayor fiabilidad y validez de los estudios
de ligamiento en los trastornos bipolares
1.Descartar definitivamente hipótesis simplistas, como la pretensión de explicar la herencia de los trastornos bipolares
por un simple gen
2.Incrementar el valor de lod score considerado significativo
3.Exigir la replicación de resultados antes de aceptar los resultados de un simple estudio de ligamiento como
definitivos
4.Construcción de mapas de exclusión del genoma
5.Aportar siempre datos sobre el poder de la muestra para el modelo propuesto y niveles de significación
6.Suministrar todos los datos disponibles para el aprovechamiento de las muestras individuales combinando
muestras y realizando metanálisis

es el de la neuroimagen, cuya combinación sobre la fisiopatología de la enfermedad. La


con baterías neuropsicológicas está confir- aplicación de la neuroimagen funcional al
mando la existencia de disfunciones cogni- estudio de funciones psicológicas puede ser
tivas en el trastorno bipolar30,6. Dichas dis- el puente que permita comprender mejor la
funciones son más sutiles que las propias de psicopatología y su sustrato psicobiológico,
la esquizofrenia31, pero tienen un impacto que, aplicado a estos trastornos, facilitará
real en la calidad de vida y la adaptación so- quizás el diagnóstico precoz de individuos
cial de los afectados32, y podrían ser suscep- vulnerables o de recaídas en pacientes en
tibles de mejorar con técnicas de rehabilita- remisión. La neuroimagen se convertirá, asi-
ción neuropsicológica, que están por mismo, en una herramienta fundamental
desarrollar. En los próximos años tendremos para el desarrollo de nuevos fármacos40.
resultados de estudios neuropsicológicos en
individuos con alto riesgo de presentar la Presente y futuro de la
enfermedad, que nos permitirán conocer psicopatología aplicada al
hasta qué punto las anomalías cognitivas trastorno bipolar
son previas o posteriores a la aparición de la El principal progreso realizado en las últi-
enfermedad y a la medicación administra- mas décadas en este ámbito ha sido el reco-
da33. Los efectos cognitivos de los distintos nocimiento de formas aparentemente es-
fármacos deberán ser estudiados con deta- quizofrénicas de trastorno bipolar
lle34-36. Para todo ello, es fundamental co- (generalmente de tipo I), por un lado, y de
rregir los defectos metodológicos que pre- formas aparentemente caracteriales (de
sentan la mayor parte de los estudios trastorno bipolar de tipo II y ciclotimia), por
realizados hasta la fecha (tabla 8.3). Las téc- otro. Próximamente, el perfeccionamiento
nicas de neuroimagen funcional, como la de las clasificaciones vigentes mediante es-
tomografía de emisión de positrones (PET)37 tudios prospectivos que analicen el valor re-
y la espectrofotometría (SPECT) de perfu- lativo de determinados patrones sindrómi-
sión38 y de receptores, junto con las más re- cos y de curso, permitirá delimitar
cientes técnicas mixtas de resonancia mag- subgrupos más homogéneos y válidos41. La
nética funcional y espectroscópica39, el incorporación a las actuales taxonomías de
desarrollo de nuevos radioligandos y la criterios no estrictamente clínicos, como an-
combinación o sobreposición de imágenes tecedentes familiares, marcadores biológi-
multimodales, sin duda redundarán en nue- cos o respuesta a fármacos, puede facilitar
vos descubrimientos en un futuro próximo la delimitación precisa de fronteras diag-

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capítulo VIII
Trastorno bipolar: presente y futuro

Tabla 8.3. Problemas metodológicos de los


estudios sobre disfunciones cognitivas
en la enfermedad bipolar
1. Estudios poco específicos de rendimiento neuropsicológico centrados en pacientes bipolares
2. Muestras pequeñas o heterogéneas
3. Estudios transversales
4. Resultados no significativos a menudo relacionados con la escasa potencia de las pruebas estadísticas
5. Los criterios de remisión no se describen o son demasiado amplios
6. Con frecuencia no se especifica el estado clínico del paciente
7. Heterogeneidad de diseños e instrumentos, que dificulta la comparación de resultados entre diferentes estudios
8. Ausencia de estudios sobre las disfunciones cognitivas en poblaciones de alto riesgo para el trastorno bipolar
9. Control limitado de las variables clínicas y farmacológicas y su efecto sobre el funcionamiento neuropsicológico

nósticas (o borrarlas definitivamente). La es- y del que, desde nuestro punto de vista, de-
trategia del DSM-IV en el caso de los tras- beremos felicitarnos. La psiquiatría podrá,
tornos afectivos ha sido incorporar una lar- con ello, integrar en parte el modelo di-
ga serie de especificaciones, tanto para el mensional con el categorial sin que se pro-
episodio como para el curso de la enferme- duzcan chirridos desagradables. A pesar de
dad, que permiten una mayor definición de su atractivo, las hipótesis de los defensores
la imagen nosológica. Los riesgos de esta del modelo temperamental deberán ser va-
táctica residen en que se puede acabar dis- lidadas por investigadores independientes.
poniendo de tantas especificaciones como Algunos estudios ya han comenzado a utili-
pacientes. No entraremos aquí a analizar, ni zar aspectos temperamentales como even-
mucho menos a comparar, el valor heurísti- tuales factores pronóstico del diagnóstico y
co del DSM-IV y la CIE-10. Pero sus descen- la evolución43. El análisis científico de los
dientes deberán incorporar algo más que temperamentos hipertímico, irritable, ciclo-
datos clínicos para poder ir más allá duran- tímico y depresivo, y cuántos más se quieran
te el próximo siglo. Sin duda, los hallazgos postular, conjugando información clínica,
genéticos, neuroanatómico-funcionales y psicométrica, bioquímica y genética (sin des-
terapéuticos van a modificar el modelo no- cuidar la neuroimagen), redundará en un
sológico en un futuro cercano, y, consi- mejor conocimiento del sustrato psicobioló-
guientemente, cabría esperar una mayor gico de la bipolaridad, facilitando un mejor
precisión terapéutica. Por ejemplo, un me- conocimiento y capacidad anticipadora del
jor conocimiento de la validez diagnóstica curso de la enfermedad, sus variantes y la
del trastorno bipolar tipo III (pacientes de- vulnerabilidad de los individuos presumi-
presivos que muestran virajes hipomaniacos blemente sanos. Todo ello debería traducir-
al recibir antidepresivos) debería proporcio- se en factores pronóstico de respuesta tera-
nar mayor confianza a la hora de prescribir, péutica y en un uso más racional de los
o no, un eutimizante en estos casos. La po- fármacos y las técnicas psicológicas.
sible integración en las futuras clasificacio-
nes de las teorías del temperamento afecti- Presente y futuro del tratamiento
vo de Kraepelin, rescatadas por diversos del trastorno bipolar
autores a lo largo de la historia y más re- A lo largo de este curso hemos conocido los
cientemente42, es un hecho muy probable, datos más recientes provenientes de la in-

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polares
vestigación con los nuevos antipsicóticos, los que sin duda dará sus frutos a corto o largo
nuevos antiepilépticos, y la aplicación de plazo. Existe un número importante de mo-
técnicas psicológicas fundamentadas en su léculas potencialmente antipsicóticas, que
eficacia empírica en el trastorno bipolar. citamos en la tabla 8.4. Básicamente, explo-
También hemos advertido la necesidad de tan tres mecanismos de acción45: acción
investigar mejor el uso de antidepresivos combinada sobre receptores D2 y otros re-
para mejorar el pronóstico de la enferme- ceptores no dopaminérgicos, como la ma-
dad. No insistiremos en ello aquí, aunque las yoría de los antipsicóticos atípicos disponi-
fuentes de progreso más probables son las bles en la actualidad; acción dopaminérgica
mencionadas, además de las propias de un sobre otros receptores distintos de los D2 y,
mejor uso de los tratamientos clásicos, que por último, acción sobre otros receptores
paradójicamente ahora estamos conocien- como los glutamatérgicos, sigma, neuro-
do mejor gracias a su utilización como com- tensina, serotoninérgicos, muscarínicos y ca-
paradores en los ensayos clínicos con los nabinoides. Huelga decir que muchos de los
nuevos compuestos. Por ejemplo, se ha con- compuestos citados en la tabla no llegarán a
firmado la eficacia a corto y largo plazo del las manos de los médicos; muchos de ellos
litio en los estudios con lamotrigina y con fracasarán en fases preliminares, y sólo unos
topiramato, y la conveniencia de litemias es- pocos han conseguido o van a conseguir al-
tables en un reanálisis de un estudio pre- canzar las fases II y III de investigación. Lo
vio44. Otras novedades, tal vez no revolucio- mismo ocurre con los anticomiciales en in-
narias pero sí importantes en la práctica vestigación, que incluimos en la tabla 8.5,
clínica, serán las nuevas formulaciones y for- aunque algunos de éstos se hallan en fases
mas galénicas de los fármacos existentes: la más avanzadas de estudio para la epilepsia.
risperidona de liberación retardada en in- La pregabalina y la retigabina no se men-
yecciones quincenales, que parece ser muy cionan porque ya se comentan en el capítu-
bien tolerada y puede resultar muy útil en lo de antiepilépticos, dado que ya se han ini-
pacientes mal cumplidores, y que será el pri- ciado estudios en pacientes bipolares.
mer antipsicótico atípico disponible en esa Tampoco mencionamos las benzodiacepi-
presentación; la olanzapina y la ziprasidona nas, aunque una de ellas, clonacepam, con
inyectables de acción rápida; la olanzapina demostrado efecto antiepiléptico agudo
de liberación retardada, en fase III de inves- (no tan claramente profiláctico), ha sido es-
tigación; la ziprasidona de liberación retar- tudiada en la manía con resultados al pare-
dada; y formulaciones líquidas o en sobres, cer positivos46. En la práctica, clonacepam se
o formas orales de liberación prolongada de usa por lo general como tratamiento coad-
algunos antiepilépticos, como lamotrigina, yuvante de la ansiedad, la agitación o el in-
oxcarbacepina y topiramato. Cabe destacar somnio, y raramente en monoterapia a cor-
como gran novedad la eficacia, demostrada to o largo plazo. También loracepam se usa
en ensayo clínico con un tamaño del efecto con frecuencia de la misma manera. Otro
muy pronunciado, de la quetiapina en el antiepiléptico clásico recientemente recu-
tratamiento de la depresión bipolar, lo que perado como posible antimaniaco es la fe-
abre nuevas perspectivas para el uso de este nitoína47.
compuesto más allá de la fase maniaca, sin Aparte de los antipsicóticos y los antiepi-
riesgo de virajes de uno u otro signo. lépticos que están en fases tempranas de es-
Las compañías farmacéuticas han descu- tudio, existen fármacos con acción antide-
bierto en el trastorno bipolar un nuevo y presiva que podrían resultar interesantes
provechoso mercado, y ello constituye una para el tratamiento y la prevención de fases
magnífica noticia, porque supone una in- depresivas, sobre todo si se demuestra un
versión de recursos nunca vista hasta ahora, bajo potencial de inducción de viraje. Entre

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capítulo VIII
Trastorno bipolar: presente y futuro

Tabla 8.4. Nuevos antipsicóticos Tabla 8.5. Nuevos antiepilépticos en


potenciales en vías de investigación investigación
Abaperidona Carabersat
AC90179 CGX1007
Asenapina Fluorofelbamato
BuTAC Harkoseride
Estefolidina Licarbacepina
Iloperidona Losigamona
JL13 Safinamida
LY379268 SPD-421
M100907 Talampanel
MS377 Valrocemida
N6-ciclopentiladenosina
NRA0562 trastorno bipolar es un síndrome que agru-
NT69L pa una serie de trastornos neuropsiquiátri-
Ondansetron cos que tienen en común alteraciones en la
ORG5222 neurotransmisión, cambios en las vías de
transducción de la señal, anomalías en la ex-
PD89211 presión génica y, probablemente, lesión
SB277011 neuronal progresiva23. Por consiguiente, los
SCH2339 efectos clínicos de los estabilizadores del hu-
ST1460 mor requieren tratamiento crónico, que ac-
tuará a través de una cascada de mecanis-
Xanomelina mos intracelulares, desde la regulación de la
Y931 transducción de la señal hasta la expresión
génica. Es probable que alteraciones en ge-
nes comunes, como los responsables de la
ellos se encuentran los antagonistas del fac- neuroprotección, constituyan el mecanismo
tor liberador de corticotropina, los antago- fisiopatológico último que se traduzca en el
nistas de la sustancia P, los antiglucocorti- síndrome bipolar, y por eso los nuevos tra-
coides (como el ketoconazol), y los tamientos deberán dirigirse a impedir la
agonistas glutamatérgicos, entre otros. muerte neuronal y a facilitar la neuroplasti-
Por último, se está estudiando intensa- cidad y la resiliencia celular49. Los nuevos
mente el mecanismo de acción del litio y fármacos deberán ser capaces, como el litio,
otros estabilizadores para comprender me- de incrementar el volumen de la sustancia
jor cuáles serían las dianas biológicas para gris cerebral50.
el desarrollo de nuevos eutimizantes48. La Muchas sustancias se han propuesto como
moderna investigación sobre el litio está tratamientos alternativos para el trastorno
proporcionando conocimientos valiosos pa- bipolar (tabla 8.6), pero muy pocas de ellas
ra comprender los mecanismos neurobioló- han pasado la prueba de un ensayo compa-
gicos de la regulación del estado de ánimo y rativo. Algunos de estos tratamientos son
para investigar nuevos tratamientos basa- técnicas novedosas, otros son tratamientos
dos más en la fisiopatología que en la se- clásicos recuperados, como la terapia elec-
rendipidad. Actualmente está claro que el troconvulsiva de mantenimiento32.

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polares

Tabla 6. Otros tratamientos ensayados estas sustancias, el mecanismo de acción de


los eutimizantes más utilizados y las altera-
o en vías de investigación para el trastorno
ciones de los lípidos descritas en algunos pa-
bipolar, con grados de evidencia cientes suicidas52. Dentro del capítulo de los
muy variable nutrientes y sustancias «naturales», también
Tamoxifeno se han comunicado resultados positivos en
un estudio abierto con un preparado de vi-
Nuevos inhibidores de la fosfatidilcinasa taminas y minerales en dosis muy altas53.
Inositol Una técnica que ya hemos mencionado, la
Inhibidores de la recaptación del inositol estimulación magnética transcraneal, po-
Magnesio dría resultar efectiva y extraordinariamen-
te inocua54, aunque por ahora no hay resul-
Inhibidores selectivos de la glucosa-sintasa-cinasa-3
tados espectaculares en cuanto a eficacia.
BBDP001 Alejándonos algo más mediante la especu-
Inhibidores de la ciclooxigenasa-2 lación sobre futuros tratamientos, debe ci-
Antagonistas del calcio (verapamilo y nimodipino) tarse el desarrollo de las técnicas de psicoci-
rugía, que podrían convertirse en una
Pramipexol
alternativa válida, no limitada a los casos
Tiroxina desesperados, sin que supongan mermas re-
Triyodotironina levantes en la autonomía y calidad de vida
Donepecilo de los pacientes que las reciban.
Calcitonina
Presente y futuro de las técnicas
Estimulación magnética transcraneal psicológicas en el trastorno
Estimulación del nervio vago bipolar
Fototerapia Es necesario realizar más estudios metodo-
lógicamente rigurosos que confirmen la efi-
Ácidos grasos omega-3 (ácido etileicosapentanoico)
cacia de las intervenciones psicológicas en
Complejos polivitamínicos y minerales en altas dosis esta enfermedad. Actualmente, todavía se
Magnetoterapia cae en exceso en abordajes dicotómicos,
Psicocirugía desde posiciones reduccionistas tanto en el
Rubidio ámbito del biologicismo como del psicolo-
gicismo. Ciertas intervenciones psicológicas,
Clonidina básicamente psicoeducativas pero también
Donecepilo combinadas con elementos cognitivos y con-
ductuales, están comenzando a ser evalua-
das y perfeccionadas para demostrar su efi-
La novedad más llamativa, aunque toda- cacia y obtener de ellas el máximo
vía es prematuro decir que vaya a suponer provecho55. Además de los ensayos de Perry
un cambio importante para el futuro, es la y cols.56 y de Colom y cols.57, que demues-
posibilidad de utilizar como estabilizadores tran la eficacia profiláctica de la psicoedu-
del humor ciertas sustancias alimentarias co- cación combinada con medicación, deberán
mo los ácidos grasos omega-3, que en un realizarse estudios comparativos de eficacia
ensayo clínico comparativo con placebo se de diversas psicoterapias en el tratamiento
mostraron eficaces para prevenir recaídas, de la depresión bipolar leve y moderada58,59,
tal como ilustra la figura 8.251. Aunque el sobre todo si no se consigue encontrar un
ensayo tiene ciertas limitaciones metodoló- antidepresivo con baja capacidad inductora
gicas, resulta intrigante la conexión entre de viraje. Posiblemente se desarrollarán téc-

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capítulo VIII
Trastorno bipolar: presente y futuro

nicas de rehabilitación neuropsicológica pa- Dis 1999; 87: 245-248.


ra luchar contra los sutiles, aunque cualita- 3. Vieta E. La investigación psiquiátrica en España:
tivamente graves, déficit que presentan es- luces y sombras. Med Clin 1999; 112: 737-738.
tos pacientes, que, contra lo que se creía, 4. Risch N, Botstein D. A manic depressive history.
van más allá de las fases agudas31,33,60. Nature Genet 1996; 12: 351-353.
5. Fañanás L, Gutiérrez B. Etiopatogenia: Genética.
En: Vieta E, Gastó C, eds. Trastornos bipolares.
Conclusiones Barcelona: Springer-Verlag, 1997; 38-72.
A lo largo de esta pequeña obra hemos in- 6. Martínez-Arán A, Vieta E, Colom F y cols. Cogni-
tentado delimitar la situación actual res- tive dysfunctions in bipolar disorder: evidence of
pecto a una larga serie de tratamientos, far- nueropsychological disturbances. Psychother
macológicos, físicos y psicológicos, que se Psychosom 2000; 69: 2-18.
han comenzado a ensayar, como nunca en 7. Lenox RH, Gould TD, Manji HK. Endophenotypes
la historia, en el tratamiento de los trastor- in bipolar disorder. Am J Med Genet 2000; 114:
nos bipolares. El futuro es sin duda prome- 391-406.
tedor, pero hace falta que muchas de las es- 8. Bellivier F, Leroux M, Henry C y cols. Serotonin
peranzas depositadas en los tratamientos transporter gene polymorphism influences age at
que se mencionan sean confirmadas en en- onset in patients with bipolar affective disorder.
sayos clínicos rigurosos. Conocer las nove- Neurosci Lett 2002; 334: 17-20.
dades es muy importante, y estar abierto a 9. Mendlewicz J, Massat I, Souery D. Molecular ge-
ellas demuestra vocación y sensibilidad, pe- netic aspects of affective disorders. En: Saiz J,
ro nunca hay que olvidar que el tratamiento Ayuso JL, Montejo J, eds. Avances en psiquiatría
de elección debe ser el mejor probado por 1998. Grupo Aula Médica, 1998; 11-29.
la evidencia científica e, inexcusablemente, 10. Wang JF, Young LT. Differential display PCR reve-
por la experiencia clínica, y que cada pa- als increased expression of 2',3'-cyclic nucleoti-
ciente debe ser tratado de forma individual, de 3'-phosphodiesterase by lithium. FEBS Lett
atendiendo a sus necesidades y característi- 1996; 386: 225-229.
cas propias, que hacen de él un ser único e 11. Wozniak J, Biederman J, Monuteaux MC y cols.
irremplazable. El brillo de las nuevas estre- Parsing the comorbidity between bipolar disor-
llas en el firmamento de los nuevos fárma- der and anxiety disorders: a familial risk analysis.
cos y técnicas no debe ensombrecer los lar- J Child Adolesc Psychopharmacol 2002; 12: 101-
gos años de experiencia con fármacos como 111.
el litio, que sigue siendo, hoy por hoy, una 12. Escamilla MA, Batki S, Reus VI y cols. Comorbi-
piedra angular en el tratamiento de esta en- dity of bipolar disorder and substance abuse in
fermedad. Pero es igualmente importante Costa Rica: pedigree-and population-based stu-
que los médicos aprendan a utilizar los nue- dies. J Affect Disord 2002; 71: 71-83.
vos fármacos con pericia para ofrecer un 13. Grof P, Duffy A, Cavazzoni P y cols. Is response to
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