1 Epístola del Apóstol Pablo a los Romanos

De la Santidad a la Profunda Maldad

De la Profunda Maldad a la Santidad
Ro.1:16-32
140609

De la Santidad a la Profunda Maldad y

De la Profunda Maldad a la Santidad

En el pasaje que acabamos de leer, -Ro.1:16-32- el apóstol Pablo

presenta una serie de argumentos para subrayar la necesidad de
predicar el evangelio, cada uno de esos argumentos como lo indica la
conjunción: “porque” es una de las bases para la expresión principal.

Dice en el versículo 16 que no se avergüenza del evangelio, el

argumento para no avergonzarse es “porque” el evangelio es poder
de Dios para salvación a todo aquel que cree. El argumento para
afirmar que el evangelio es poder de Dios para salvación es “porque”
-Vs.17- en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe.
Afirma que la justicia de Dios se revela por fe y para fe “porque” -
Vs.18- la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e
injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad, la ira
de Dios se revela desde el cielo “porque” -Vs.19-20- siendo
manifiestas las cosas invisibles de Dios, su eterno poder y deidad, el
hombre inexcusablemente -Vs.21- no le ha glorificado ni dado gracias
sino que al contrario se ha envanecido en sus razonamientos.

Se mencionan tres atributos de Dios: -Vs.18- su ira y -Vs.20- su

eternidad, y su omnipotencia, menciona además la deidad del
Creador, que en este versículo específico1 hace referencia a: “los
atributos de Dios, su naturaleza y propiedades divinas. Está
declarando cuánto de Dios puede ser conocido por la revelación de sí
mismo que Él ha dado en la naturaleza, a partir de aquellos vestigios
de sí mismo que los hombres pueden distinguir por todas partes en el
mundo a su alrededor”.2

Y a partir del versículo 22 presenta el impresionante y corrupto

comportamiento del hombre que es consecuencia directa de su
impiedad, injusticia, vanidad y necedad. Es uno de los mas
desastrosos y desoladores cuadros de la terrible condición humana,
mas profundamente en su desobediencia y rebeldía no podría caer el
hombre, con las funestas consecuencias que esto le representa, es

1
Mediante el uso del término griego “theiotes”
2
Tomado del Diccionario Vine del Nuevo Testamento.
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una explicación de porque se requiere algo tan poderoso como el

evangelio y porque es necesaria la justificación por la fe en Jesucristo.

Ro.1:18
Porque la ira de Dios
se revela desde el cielo
contra toda impiedad e injusticia
de los hombres
que detienen con injusticia la verdad.

Sobre la ira de Dios, escribe Arthur Pink:

“La ira de Dios es su eterno aborrecimiento de toda

injusticia. Es el desagrado e indignación de la rectitud divina
ante el mal. Es la santidad de Dios puesta en acción contra
el pecado. Es la causa motriz de la sentencia justa que
pronuncia contra los que obran el mal. Dios se enoja contra
el pecado porque es una rebelión contra su autoridad, un
ultraje cometido contra su soberanía inviolable.”3
Ro.1:18 - 20
porque lo que de Dios se conoce
les es manifiesto,
pues Dios se lo manifestó.
Porque las cosas invisibles de él,
su eterno poder y deidad,
se hacen claramente visibles
desde la creación del mundo,
siendo entendidas
por medio de las cosas hechas,
de modo que no tienen excusa.

Uno de los propósitos de Dios en su acto creador fue manifestar

claramente al hombre dos de sus atributos: su eterno poder y su
eterna deidad, de ahí que el hombre no tenga excusa alguna.

Algunas versiones de las Escrituras traducen así:

3
A.W.Pink, Los Atributos de Dios, Ed. El Estandarte de la Verdad; España, 1997, pag.120.
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“Porque lo que no podemos ver de Dios, que son las realidades

eternas de su divinidad y poder, él las ha hecho claramente visibles
desde el momento mismo en que creó el mundo, y podemos
entenderlas al contemplar las cosas que ha creado”.4

“Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios,

es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben
claramente a través de lo que él creó”.5

En el original griego la expresión “visibles” indica “ver, observar,

percibir claramente, contemplar completamente, discernir con
claridad”.

Así que Dios, se propuso, desde el momento mismo de la creación, por

medio de las cosas hechas, manifestarse claramente al hombre, para
que el hombre percibiera “claramente” las “perfecciones invisibles”, las
“realidades eternas”, las “cualidades invisibles” de su Creador: su
eterno poder y deidad”.

Ahora, no todas las cosas invisibles de Dios se hacen claramente

visibles desde la creación, hay cosas de Dios, que Dios no ha
manifestado, hay otras que el hombre ha venido “conociendo” en la
medida en que Dios las ha ido revelando progresivamente a través de
sus profetas, de su Hijo y de su Palabra escrita. Y hay otras que
posiblemente no conoceremos por cuanto pertenecen a aquellas
insondables de Dios6.

Pero dice Romanos 1:19 -20 que hay otras que han sido claramente
mostradas por Dios, que han sido claramente visibles desde la
creación misma del mundo.

Cuando Adán y Eva fueron puestos en el paraíso tuvieron ante si las

más maravillosas y claras manifestaciones del infinito y eterno poder
de Dios. La Biblia, en Génesis 1:1-26, presenta en detalle lo que Adán

4
Versión Castellano Antiguo
5
Nueva Versión Internacional
6
Dt.29:29 Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para
nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.
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encontró o fue descubriendo y que le reveló el eterno poder y deidad

de Dios.
Dios mismo, en persona, se reveló a Adán y de inmediato manifestó
uno de sus mas gloriosos atributos: su amor, Gn.1:28 “Y los bendijo
Dios”. Luego se presentó como un Dios soberano, Gn.1:28 “y les dijo:
Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread
en los peces, en las aves y en todas las bestias. . . sobre la tierra” y
también se presentó como un Dios sustentador y generoso: Gn.1:29-
30 “Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla,
que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da
semilla; os serán para comer”.

Posiblemente Adán se vio a sí mismo, descubrió su propio cuerpo, las

habilidades que Dios le dio y comprendió que él mismo, -Adán- era
creación de Dios, es decir, hay un Dios que es creador, de lo cual
además da testimonio todo aquello que estaba a su vista: los cielos y
la tierra; el día y la noche, la luz de los astros en el espacio y los
miles de astros visibles en la noche; los mares y los ríos, todo esto ha
de tener un Creador, quien me creó a mi, -podría haber pensado
Adán-, también ha creado todas estas maravillas que tengo ante mis
ojos.

Por si fuera poco, Adán tuvo ante sus ojos hierva verde que da semilla
y árboles que dan fruto, cada uno su propio fruto; alguien debió
hacerlo, alguien poderoso con la capacidad de crear. ¡¡ Qué maravilla
!! , cada árbol da fruto según su género, definitivamente tras toda
esta indescriptible belleza ha de haber alguien muy poderoso, ¡¡¡
omnipotente ¡!!.

En el día le calentaba e iluminaba esa gigantesca y reluciente

lumbrera, tanto que no podía verla directamente y en la noche veía
esa mas pequeña y así sucedía vez tras vez, día tras día, noche tras
noche, ese alguien omnipotente, además es ordenado.

En las aguas encontró Adán seres vivientes y en la expansión de los

cielos aves que vuelan, ¿cómo podrán volar? Él no podía volar, pero
ellas si, ¿Quién nos haría tan diferentes? –se preguntaría- ¿Quién les
dio a ellas la capacidad de volar y a mí la de caminar? Además de
Adán, este “Ser” grande, maravilloso también creo otros seres
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vivientes: aves y peces y grandes monstruos marinos y seres vivientes

sobre la tierra, diferentes los unos de los otros, bestias, serpientes y
animales, definitivamente alguien muy grande y muy poderoso, y
tremendamente inteligente debió crear todo lo que Adán veía, alguien
que es creador, omnipotente, ordenado y soberano e infinitamente
superior al hombre.

Adán fue puesto en un precioso huerto con árboles bellos y frutos

deliciosos y de su propia costilla le fue dada una “Varona”, ayuda
idónea para él.

¿Quién es este tan grande, poderoso, misericordioso, omnipotente,

ordenado, soberano . . .?

¿Quién es este cuya gloria cuentan los cielos y cuya obra anuncia el
firmamento?

¿Quién es este ser a quien no podemos comprender, mucho muy muy

grande e infinitamente poderoso?

Desde el momento de la creación, cada elemento, cada cosa creada

por Dios, cada ser vivo fue creado para manifestar su eterno poder y
deidad y para que el hombre glorificara a Dios segundo a segundo.

Hoy, siglo XXI, el hombre tiene menos excusas, hoy el hombre es

mucho mas responsable, por cuanto además de la creación que revela
el eterno poder y deidad de nuestro Creador, el hombre ha recibido de
Dios la capacidad de investigar y desarrollar, así que, partiendo de la
creación de Dios –aunque no lo admita-, ha desarrollado herramientas
poderosas que le permiten adentrarse en lo mas profundo del cosmos
y de los mares y de los organismos vivientes, ir a las enormidades del
universo y a las intimidades de los más pequeños elementos creados
por Dios.

Cualquiera debe sorprenderse ante la clara manifestación de poder,

inteligencia, orden, grandeza, soberanía y otros adjetivos que tan solo
pueden ser aplicables al Creador de esas mayúsculas dimensiones y
esas minúsculas vidas y organismos perfectos.
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Por si fuera poco, el hombre siglo XXI ha recibido mucha mas

revelación de Dios; durante miles de años, profeta tras profeta,
inspirado por Dios, anunció su grandeza y llamó al hombre a adorar al
Creador y a arrepentirse de su pecado

Jer 25:4
Y envió Jehová a vosotros
todos sus siervos los profetas,
enviándoles desde temprano y sin cesar;
pero no oísteis,
ni inclinasteis vuestro oído
para escuchar.

Si eso no fuera suficiente, las palabras de estos hombres quedaron

escritas, disponibles a todo aquel que quiera conocer mejor a Dios y su
voluntad
2Ti 3:16
Toda la Escritura
es inspirada por Dios,
y útil para enseñar,
para redargüir,
para corregir,
para instruir
en justicia.

Y mas aún, finalmente Dios mismo se reveló al hombre encarnándose

en su Hijo Jesucristo.
Jn.1:14
Y aquel Verbo fue hecho carne,
y habitó entre nosotros
(y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre),
lleno de gracia y de verdad.

Así que, Pablo escribe en Romanos 1 que desde el principio Dios se

manifestó claramente al hombre y el hombre pudo conocerle, dice el
pasaje que el hombre “habiendo conocido a Dios”, lamentablemente –
Vs.21-23- hizo todo lo contrario de lo que debería haber hecho; ante
las maravillas de la creación, ante la clara manifestación del eterno
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poder y deidad de Dios, lo consecuente habría sido que el hombre se

deleitara y esforzara en glorificar y darle gracias a su Creador, en
exaltarle, en alabarle, en darle todo honor, siendo agradecido,
expresando gratitud hacia Aquel que le creó y le puso en medio de
tantas maravillas, pero el hombre obró en dirección contraria, se hizo
necio, vano. Ante los grandes, poderosos y claros hechos de Dios,
prefirió dar rienda suelta a sus malvadas, perversas e idólatras
especulaciones.
Ro. 1:21-23
Pues habiendo conocido a Dios,
no le glorificaron como a Dios,
ni le dieron gracias,
sino que se envanecieron en sus razonamientos,
y su necio corazón fue entenebrecido.
Profesando ser sabios, se hicieron necios,
y cambiaron la gloria del Dios incorruptible
en semejanza de imagen de hombre corruptible,
de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

El hombre, que fue creado moralmente santo y a quien Dios le exigió

santidad, pureza moral, apartó sus ojos de la eterna grandeza y
manifiesta deidad del Creador y se abandonó a sus propios juicios y
conceptos. Casi podemos ver ese triste y enojoso proceso moral: cómo
el hombre observa y discierne claramente los hechos de Dios y como
orgullosamente los compara y contrapesa consigo mismo, cómo poco a
poco va desechando a Dios y se va envaneciendo, cómo va
considerando que él es el mismísimo centro de la creación y va
creciéndose, llenándose de soberbia hasta -según su perverso
corazón- creerse mas grande y poderoso que su propio Creador.

En consecuencia todo su ser, hasta lo mas profundo de su corazón

perdió la luz y cayó en los mas sucios y oscuros pensamientos y
comportamientos, su rebelde y pecaminoso proceder es la idolatría, el
hombre tiene ante si a un Dios grande, poderoso, majestuoso, pero
envanecido y creyéndose sabio, cambió, hizo diferente, hizo otra cosa,
tomó la gloria de Dios incorruptible y pretendió trocarla a imagen
propia, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

Entonces. . .
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Ro.1:18
Porque la ira de Dios
se revela desde el cielo
contra toda impiedad e injusticia
de los hombres
que detienen con injusticia la verdad.

He ahí la gravísima situación de todo ser humano, ser objeto de la ira

de Dios. Dios aborrece toda injusticia. Dios se desagrada e indigna
ante el mal. Dios es santo, santo, santo y por lo tanto se enoja contra
el pecado porque es una rebelión contra su autoridad, un ultraje
cometido contra su soberanía inviolable.
Rom 1:24
Por lo cual
también Dios los entregó a la inmundicia,
en las concupiscencias de sus corazones,
de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos.

La expresión “Dios los entregó” se repite tres veces:

24 Dios los entregó a la inmundicia.

26 Dios los entregó a pasiones vergonzosas.
28 Dios los entregó a una mente reprobada.

La versión que utiliza el comentarista William Hendriksen dice: “Por

eso Dios, dejándoles seguir los apetitos pecaminosos de sus propios
corazones, los entregó”
Expresa el comentarista:
“A su debido tiempo –conocido solamente por Dios- esa ira
permite que todos los pecadores impenitentes sean
arrastrados por sus propios pecados al abismo de sus
propias pasiones viles”.7

El hombre insiste en arrojarse a la inmundicia de sus concupiscencias

y Dios lo entrega, se lo permite, lo abandona. Ese “abandonar” indica

7
Hendriksen William; Comentario al Nuevo Testamento –Romanos-; Libros Desafío; E.U.; 2001,
pag.89.
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que Dios “retira su mano restrictiva y protectora, permitiendo que las

consecuencias del pecado tomen su curso inevitable y destructivo”.8

Ante su persistencia en su pecado y ante su soberbia, Dios se lo

permite, lo entrega:
Ro.1:24
Por lo cual
también Dios los entregó a la inmundicia,
en las concupiscencias de sus corazones,
de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos.

Pero el hombre sigue insistiendo, cae mas bajo, en su santa ira, Dios
le entrega a pasiones vergonzosas y ya no son solamente los varones,
sino también las mujeres, -lo que es evidencia de la profunda
descomposición moral de la sociedad- quienes se apartan del uso
natural y se dan a lo que es contra natura.
Ro.1:26-27
Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas;
pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural
por el que es contra naturaleza,
y de igual modo también los hombres,
dejando el uso natural de la mujer,
se encendieron en su lascivia unos con otros,
cometiendo hechos vergonzosos
hombres con hombres,
y recibiendo en sí mismos
la retribución debida a su extravío.

Pero aún así, el hombre se niega a tener en cuenta a Dios y Dios le

entrega a una mente reprobada y he ahí la mas profunda depravación
y corrupción del universo:
Ro.1:29-32
estando atestados de toda injusticia, fornicación,
perversidad, avaricia, maldad;
llenos de envidia, homicidios, contiendas,
engaños y malignidades;
murmuradores, detractores,
8
MacArthur John; Comentario MacArthur del Nuevo Testamento –Romanos 1-8-; Editorial
Portavoz; E.U.;2002; pags.128-129.
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aborrecedores de Dios,
injuriosos, soberbios,
altivos, inventores de males,
desobedientes a los padres,
necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia;
quienes habiendo entendido el juicio de Dios,
que los que practican tales cosas
son dignos de muerte,
no sólo las hacen,
sino que también se complacen con los que las practican.

Esta es la terrible y horrorosa situación, Pablo en su epístola a los

Romanos agrega algo mas:

Ro. 3:10-11
Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno;
No hay quien entienda,
No hay quien busque a Dios.

Eso nos coloca a usted y a mí, a todos los presentes aquí, dentro del
mismo cuadro. Es terrible, es gravísimo, pero es verdad. Todos los
aquí presentes: hombres y mujeres, jóvenes y viejos, niños y niñas,
sin excepción alguna, ustedes y yo, al momento mismo de nuestra
concepción, fuimos concebidos en maldad, dice la Biblia:
Smo.51:5
He aquí,
en maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi madre.

¿Ve el cuadro? ¡¡¡ Es terrible !!! Usted y yo, desde el mismísimo

vientre de nuestra madre, ya éramos pecadores, culpables, dignos de
ir eternamente al infierno, nacimos muertos en delitos y pecados.

Usted y yo también somos culpables de haber negado, desechado el

eterno poder y deidad de nuestro Creador, a usted y a mí también nos
fueron y nos son permanentemente reveladas desde el cielo las
perfecciones, amor, poder, santidad, misericordia, soberanía y otros
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atributos mas de Dios y usted y yo somos inexcusables, por cuanto

con nuestro pecado rechazamos a nuestro Creador.

Por eso debemos regresar al versículo 18 del capítulo 1:

Ro.1:18
Porque la ira de Dios
se revela desde el cielo
contra toda impiedad e injusticia
de los hombres
que detienen con injusticia la verdad;

Por eso es necesario el evangelio, porque la ira de Dios está sobre

cada hombre, no hay posibilidad de escapar, nadie escapa a la ira de
Dios, no escaparon Adán y Eva, no escaparon los malvados habitantes
de Sodoma y Gomorra, no escaparon los incrédulos del tiempo de Noé,
todos a excepción de ocho personas, murieron ahogados por la ira de
Dios, no escapó el rebelde Faraón de Egipto, ni su ejército, el mas
poderoso de la época. No escaparon la idólatras e inmorales
habitantes de las tierras de Canaan y tu. . . tu tampoco escaparás.

Déjame hacerte unas preguntas, te van a incomodar, pero déjame

hacértelas:

¿Vives en injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad?

¿Vives en envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades?
¿Eres murmurador, detractor, aborrecedor de Dios?
¿Eres desobediente a tus padres?
¿Eres necio, desleal, sin afecto natural, implacable, sin misericordia?
¿No sólo practicas el pecado sino que también te complaces con los
quienes lo practican?

Tu tampoco escaparás de la ira de Dios, no tienes manera de hacerlo.

¿Puedes comprender este desastroso cuadro?

Pero es necesario completar el cuadro. Amigo, tienes esperanza.

Desde el momento mismo en que el hombre se rebeló contra Dios,
Dios mismo manifestó su amor y su misericordia prometiendo un
Salvador y a lo largo de todas las Escrituras anunció la Promesa,
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alguien sobre quien caería toda su ira para librarte a ti, -si te
arrepientes- del castigo eterno.

Hace aproximadamente 2000 años, Dios manifestó con mayor claridad

su amor, su ira, su omnipotencia, su santidad, su justicia. Dios mismo
hecho hombre caminó entre nosotros, predicó el evangelio de la
salvación y del arrepentimiento, dicen las Escrituras:
Ro.5:6-9
Porque Cristo,
cuando aún éramos débiles,
a su tiempo murió por los impíos.

Ciertamente,
apenas morirá alguno por un justo;
con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.
Mas Dios muestra su amor para con nosotros,
en que siendo aún pecadores,
Cristo murió por nosotros.

Quien creó el universo, los cielos y la tierra, quien te creó a ti, tiene el
poder y el amor para perdonarte, para re-crearte, para hacer de ti una
nueva criatura, una criatura nacida de nuevo. Cristo murió en la cruz y
cargó con los pecados de todos aquellos que por la gracia de Dios
reconozcan su pecado, se arrepientan de él y corran a Cristo como su
único Salvador y Señor.

Te exhorto,: arrepiéntete, reconoce que estás bajo la ira de Dios y

acude a Cristo en busca de Salvación.