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Título: El jóven fotógrafo zen y la Fábrica de Silencios

Serie: De camino a las Sombras Baúl


Saga: ELO

Primera publicación: http://furlock.com/foro


Autor: Miguel Furlock Amrhein
El jóven fotógrafo zen y la Fábrica de Silencios

Dicen las malas lenguas, que en un paseo por la sierra, el joven fotógrafo zen fue abordado
por dos monjes de forma siniestra.

"Si quieres seguir escuchando la música de tu reproductor, nos tienes que pagar."

El joven fotógrafo zen no se quitó los auriculares. Leyó ese pensamiento, y también muchos
más, mientras dejó reposar su mirada sobre las dos figuras, que le ganaban en dos cabezas en
altura.

"¿No nos oyes? ¡Quítate los cascos, que aquí termi..."

A ambos monjes les explotó una bomba nuclear en el cerebro. Se quedaron literalmente de
piedra, anulados por completo. El joven fotógrafo zen pasó entre ellos, con la mirada perdida
de nuevo.

A una hora escasa de marcha, el joven fotógrafo zen fue abordado por cuatro banqueros. Sus
limusinas negras, igualmente funestas, le cerraron repentinamente el camino, levantando una
polvareda que extasió al joven fotógrafo zen hasta tal punto, que no permitió siquiera el
primer pensamiento de ataque sobre el. Cuando sus manos tocaron el primer vehículo, se
maravilló ante los dibujos que sus dedos dejaban sobre el metal, creando profundos surcos en
el polvo. A cada milímetro de surco, cada banquero tuvo que nacer una y otra vez. Completó
la palabra, dejando con un NO inolvidable a los cuatro banqueros que se chupaban los dedos
como niños recién nacidos en asientos de piel.

Al llegar al poblado, le salieron al encuentro ocho políticos, que aún siguen andando
esperando ese encuentro, ahora por tierras extrañas lejos de sus casas y gentes.

En el albergue, la matrona le preguntó si quería cenar. Mientras el joven fotógrafo sorbió


lentamente de la cuchara, los 16 viajeros allí presentes, saborearon la mejor sopa que jamás
habían conocido.

Al acostarse, 32 sueños se unieron al suyo, 64 conciertos visitaron, 128 canciones cantaron


juntos.

Cuando se despertó, 1099511627776 silencios habían establecido las bases sobre el terreno.
El joven fotógrafo zen los llamó 'Silo 1', y durante el siguiente mes se levantó así, hasta haber
completado 30 silos de 1099511627776 silencios cada uno.

Compactó a todos los silos con el olvido, hasta que podían caber en un fotón. Cargó ese fotón
en su mirada.

Luego borró toda pista, compactando el tiempo con ese fotón, iluminando sus recuerdos hasta
que se unió al mismo. Cerró el ojo.
Se subió al tejado del albergue, se puso los auriculares.

Cargó "Tryad - Waltz into the moonlight" en el reproductor.

Y abrió su ojo que guardaba el fotón convertido en llave de tiempo y acción.

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