Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
1 | G3
“Ni la representación descriptiva y literal, ni la analítica y objetiva sirven ya para hacer frente a
la realidad dinámica, inacabada, en constante mutación.
El proyecto necesita estar definido y controlado al mismo tiempo que debe permitir asumir
modificaciones en el transcurso de su desarrollo. No hay tiempo para que las cosas echen
raíces. Las cosas se adquieren y se desechan con una celeridad compulsiva. Se impone la
velocidad versus la duración, la aceleración versus la eternidad, la novedad versus la tradición.
Hemos pasado del miedo al cambio al miedo al estancamiento.
Se logra excluir por tanto, el lenguaje clásico de la arquitectura, los códigos de su forma de
construcción, por otro sistema de signos, el lenguaje moderno, la máquina. La forma logra
abstraerse de sus componentes lingüísticos, y operar sin condiciones significantes,
exclusivamente con las que la propia imagen elabora.
A nuestro criterio, en gran parte de los proyectos de Federico Soriano, los diagramas se
relacionan directamente con la forma final del proyecto, es decir se convierten en la expresión
formal arquitectónica y apuntan al proyecto como proceso evolutivo. Un proceso dinámico,
flexible, el cual avanza por aproximaciones sucesivas. Se regenera, se rediseña
constantemente a partir del propio movimiento que genera, se retroalimenta.
“La arquitectura quiere ser una obra abierta, eliminar el concepto de fin, de acabamiento. La
continuidad entre las fases de concepción, elaboración y construcción y uso ha diluido las
antiguas fronteras.” La elaboración simultánea, la retroalimentación entre la conceptualización y
las distintas observaciones, El espesor conceptual empieza a tomar cuerpo en tanto se intenta
establecer y visualizar las líneas de conexión entre las distintas ideas.
“Un rizoma no empieza ni acaba, siempre está en el medio, entre las cosas , es un ser-entre,
un intermezzo.”
Su definición botánica nos dice que el rizoma es la parte subterránea, generalmente
horizontal, de un entretejido de raíces de ciertas plantas. Puede ramificarse y permitir
que desde una parte de ese entramado surjan otros tallos y permite así la
multiplicación vegetativa de la planta, su proliferación, a veces muy rápida. El rizoma
tiene por tejido la conjunción “y … y …y…”.
Esta imagen rizomórfica, que explican un tipo de lazos entre contenidos cognoscitivos,
libera el sentido de jerarquía y autoridad, planteando una red que se retroalimenta y crece
infinitamente.
“Cuando visitamos Bilbao para estudiar el concurso del palacio euskalduna, en la ría
aparecieron extrañas construcciones que confundimos con barcos.” Sólo después
comprendimos que en ese lugar las formas son gérmenes de las formas, formas antes de
acabarse, las imágenes eran dinámicas y lo que construía esa fachada urbana eran edificios
sin escala y sin forma arquitectónica.”
“¿Un proyecto que nace de una exposición de cucharas, de una exposición de momias? Yo lo
he oído.”
Los diagramas en la obra de Federico Soriano pueden interpretarse como un medio o técnica
que, junto a la redacción teórica, permiten al arquitecto relacionar todas las variables del
proyecto en estudio.
Dentro de este contexto, Soriano toma esta técnica diagramática, como una herramienta más
para representar conceptos e ideas más que describir programa, es decir si bien contiene en
parte determinaciones formales del proyecto, es concebido principalmente como un medio que
identifica y subraya la raíz teórica del proyecto.
Así, por ejemplo trabaja sobre conceptos analizadores tales como sección, forma,
sostenibilidad, escala, materia…, ayudándose a través de los diagramas y del texto que
auspician de ventanas desde donde mirar e interpretar estos conceptos.
/OPERATIVIDAD/ la condición inútil de la arquitectura
Soriano busca en este caso, a través de sus diagramas un equilibrio programático de todos
sus componentes. El programa solicitado consta de de un teatro auditorio que acapara la
mayor parte de la superficie, un museo y una biblioteca.
Se impone para Soriano la necesidad de plantear un rascacielos de manera de lograr por un
lado, un equilibrio entre todos los componentes del programa, además de buscar una
preservación morfológica de la cuidad que ha defendido el edificio en altura.
De esta manera, Soriano plantea una nueva torre de usos híbridos, emblemática, que opera de
brazos que se alzan al cielo.
Por otro lado, el auditorio flota sobre una calle cubierta, es la primera señal que la arquitectura
no pesa.
Para Soriano, un rascacielos constituye un problema desde el punto de vista de la forma que
necesita aproximarse, para una mejor aprehensión diagramática a través del estudio de las
SECCIONES.
El espacio moderno es un espacio plegado que intenta crear la ficción de un volumen libre.
Debido a que el movimiento en las plantas siempre es plano, necesita continuas acotaciones
sobre fenómenos que ocurren en la tercera dimensión.
Se destaca aquí otro pensamiento que Soriano intenta plasmar en varias de sus obras: la
APROXIMACION HIPERMINIMA.
Tal como afirma: “La ausencia de ideas globales ha desembocado en un nuevo pensamiento
único. Quizá ya sólo podamos razonar encadenando aforismos, zapeando ideas ya dichas,
material dado. Se piensa mientras se habla, se escribe o se dibuja.”
Finalmente, Soriano plantea a través de sus diagramas un edificio permeable a su entorno, que
permita el pasaje de la luz y el tiempo. Lo dota asi, de una piel sensible y protectora a la vez,
cubriendo toda la torre con una tela metálica de distintos trazados y colores. Un tejido de
alambres de acero inoxidable entrecruzados, cuyas ondulaciones confieren efectos y reflejos
oscilantes y entre nudos se deposita el tiempo. El tejido yuxtapone los reflejos de colores del
entorno con la transparencia de lo que ocurre detrás.
El proyecto se presenta entonces, como uno en continuo cambio, con capacidades mutantes,
utilizando así EL TIEMPO como material de trabajo, que comienza con el establecimiento de
un procedimiento, al cual se le asocian diagramas cargados de contenidos teóricos (materia,
secciones, aproximación hipermínima) que lo ayudan a proyectar arquitectura que sea capaz
de adaptarse a las necesidades actuales.
/BILBAO/
Entre esos estratos que se entrelazan unos con otros, se visualizan diversos materiales,
colores y texturas.
Así, el proyecto se recrea con distintos bloques, que tanto en su configuración planimétrica
como en las perspectivas urbanas que se producen, recuerdan a cortes estratigráficos.
/EL ÁGUILA/
En éste ejemplo al igual que en Benidorm el arquitecto concibe al edificio como uno único.
El espacio está básicamente definido por las relaciones y no por la geometría, en el que se
pueden establecer continuidades entre puntos alejados.
Emplazado sobre una antigua fábrica; configura una huella que pervive, razón por la cual
motiva a los arquitectos a adoptar una postura clara frente al tratamiento de las preexistencias:
conservar o restaurar los espacios completos, nunca muros, carcasa o detalles, y añadir otro
nuevos, propios, anónimos, con los mismos criterios con que se construyó la fábrica,
manteniendo la imagen precedente.
Se propone un nuevo paréntesis para estudiar la concepción de Soriano de FRAGMENTOS,
entendiendo a éstos, además de la destrucción, la colisión o lo incompleto como conceptos que
carecen de interés como base de la proyectación arquitectónica.
En “el águila” se pretende, justamente, completar el conjunto de construcciones a la manera de
las ciudades medievales, donde los nuevos edificios se adhieren y fusionan a los antiguos.
/BIBLIOGRAFIA/