/ septiembre de 2007
inmigración
Consorci per a la Normalització Lingüística:
Amb el català, més oportunitats per a tothom
Toni Mataix, director del Centre de Normalització Lingüística.
E n Catalunya, durante los años 60 y
70, el catalán estaba reservado sólo
al ámbito familiar y privado. Eran épo-
cas de represión. Es por ello que los cata-
lanes no podían expresarse en su propia
lengua y mucho menos aspirar a una es-
colaridad en dicho idioma.
Sin embargo, con los nuevos vientos
que traía la década de los 80, se creó el
Consorci per a la Normalització Lingüís-
tica con el fin de regularizar el uso del
catalán a nivel social y dinamizarlo, pues
muchos catalanes estaban regresando del
exilio. Con los años, el repunte económi-
co de España la hizo receptora de inmi-
grantes, factor que motivó un giro radical
en el Consorci, enfocándose ahora en los
‘nouvinguts’ procedentes de todas partes
del mundo y poniendo en marcha el pro-
grama de ‘acolliment lingüístic’.
Cantidad
Toni Mataix, que dirige esta institución
de la Generalitat desde hace 10 años, es
12
protagonista y testigo de los cambios den-
tro de su institución. Las primeras inno-
vaciones durante su gestión han corres-
pondido al ámbito cuantitativo, pues el
objetivo principal ha sido lograr que el
máximo de personas puedan matricular-
se en los cursos básicos de catalán –que si
son tomados de forma intensiva, se divi-
den en tres fases de un mes cada uno–.
“Hemos llegado a un punto en que
todo aquel que lo solicita puede hacer un
curso”, afirma Mataix. Además, los lapsos
entre la inscripción y la asistencia a clases
no son muy cortos. Es por ello que cada
semana se inician en Barcelona entre 8 y
10 cursos distribuidos en toda la ciudad
–incluyendo algunos a distancia–. Los
horarios, que van desde las 8h a las 22h,
son muy flexibles y su duración también.
Calidad
A nivel cualitativo, todos lo programas
de los cursos han sido modificados, in-
cluyendo el material de trabajo. “Lo que
Por Francisco Estrada/fotos de Elizabeth Maldonado.
Para algunos, la Generalitat no hace
lo suficiente por difundir el catalán.
Sin embargo, para el Consorci per a la
Normalització Lingüística, dirigido por
Toni Mataix, ahora hay más opciones de
aprendizaje que nunca, y sólo es cuestión
de informarse y de aprovecharlas.
ahora pretendemos es acercar el curso
de catalán a los ciudadanos que acaban
de llegar y que muchas veces no cono-
cen la ciudad, sus costumbres, servicios
y medios de transporte como el Bicing”.
La actualización es permanente.
Ahora, los cursos priorizan la comu-
nicación oral: “No intentamos que las
personas aprendan en los primeros años
toda la gramática y ortografía, sino que
puedan empezar a entender y a hablar.
Las situaciones comunicativas son muy
cercanas, como ir al médico y a comprar,
entre otras. Además, se ofrecen datos
básicos: teléfonos de emergencia, des-
cuentos, zonas de ocio, mapas de barrios
y ‘xarxas’ de metro.
“La información que ofrecemos so-
bre servicios –como la biblioteca y los
centros cívicos– es parte de un material
adecuado para personas que no conocen
la ciudad, pero que además quieren en-
riquecerse con la cultura. Es decir, esto
puede ser aprovechado por personas que
quieren hacer algo más que aprender ca-
talán: aprender a vivir con los catalanes
e integrarse a la ciudad”, afirma.
Evitar guetos.
Según explica Mataix, la filosofía básica
del programa es evitar que en la ciudad
haya comunidades lingüísticas indepen-
dientes: “Hay dos lenguas oficiales, y
para tener las mismas oportunidades en
el mercado laboral, todo el mundo debe-
ría conocerlas para que nadie se sienta
excluido de los trabajos y los servicios”.
Como actividades complementarias a
los cursos también se organizan –en co-
ordinación con las bibliotecas– clubes de
lectura en catalán de varios niveles. Este
año se han seleccionado en el nivel bá-
sico: La volta al món en 80 dies, de Jules
Verne; Conte de Nadal, de Charles Dic-
kens; Històries poc corrents, de Pere Cal-
ders; y Diari d’una noia, de Anna Frank.
Parlar en Català.
Por ahora, debido a que los recién llega-
dos suelen relacionarse con personas de
su mismo origen, la práctica de la len-
gua catalana en ámbitos cotidianos se
dificulta. Es por ello que se ha puesto en
marcha el programa ‘Voluntaris per la
llengua’, que ayuda a las personas inscri-
tas en los cursos para que practiquen el
catalán con oriundos.
“La idea es que puedan practicar
ya sea en el marco de un mercado, una
exposición, una película, etc. Las dos
personas pactan para encontrarse en las
horas y lugar que convengan, y nosotros
favorecemos estos contactos. Este pro-
grama cada vez tiene más éxito, y este
año intentaremos llegar a las 800 o 1.000
parejas lingüísticas. Es un programa
general a nivel de toda Catalunya, pero
que en Barcelona hemos colocado como
prioritario”, dice Mataix.
Según el director del Consorci per a
la Normalització Lingüística, así se fo-
menta un intercambio cultural, “donde
la persona que habla catalán puede tener
el punto de vista de las otras personas” y
saber qué sienten al no poder expresarse
en esta lengua. Con ello, se ayuda a sen-
sibilizar a unos y otros, a la vez que que-
da de manifiesto que la comunicación es
la base para seguir avanzando hacia la
cohesión dentro de una sociedad.
PARA MÁS INFORMACIÓN
● Consorci per a la Normalització
Lingüística
C. de Mallorca, 272, 8è
08037 Barcelona
Tel. 93 272 31 00 - 93 487 21 67
Web: www.cpnl.cat
INSCRIPCIONES
● Si bien las inscripciones pueden hacerse
en varios puntos de Barcelona, destaca
el Centre d’Acolliment Lingüístic que está
ubicado en Plaça Catalunya 9, 2º-1ª.
● Horario: de lunes a viernes (de 10 a.m. a
10 p.m.) y sábados (de 9 a.m. a 2 p.m.).
EL DATO
● Los tres primeros cursos del nivel básico
(B1, B2 y B3) son totalmente gratuitos.
La siguiente fase de elemental tiene un
costo de 27 euros en cada curso (E1, E2
y E3). Quienes estén en el paro tienen
un descuento del 70%.