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¿Cuándo comienza el juicio previo al

advenimiento?
Por Dr. Roy Gane.

H
emos aprendido en Daniel que Dios vindica su carácter, representado
por su santuario, mediante un majestuoso juicio
investigador/demostrativo en el cielo antes de que Jesús venga para
establecer el eterno reino de Dios en la tierra (Daniel 7:9-14; 8:14). Este juicio
ocurre después de un "tiempo, y tiempos, y medio tiempo" de persecución por
el poder del cuerno pequeño (7:25) y al final de las 2.300 tardes y mañanas
(8:14). Estos indicadores de tiempo sugieren que Dios quiere que su pueblo
sepa, por lo menos en términos relativos, cuándo comienza el juicio.

Siendo que el juicio preadvenimiento es el último gran evento antes de la


segunda venida de Cristo, sería útil para nosotros saber si está en el pasado, el
presente o el futuro para nosotros. En el antiguo Día de la Expiación de los
israelitas, Dios esperaba que todas las personas fieles demostraran su lealtad
de una manera especial, humillándose mediante la negación propia y la
abstención de trabajo mientras el santuario era purificado (Levítico 16:29-31;
23:26-32). Por eso, si el juicio del fin del tiempo es un equivalente al Día de la
Expiación israelita, ¿no deberían los cristianos saber cuándo comienza? Si
invitas a algunas personas para un evento, pero tu anuncio no especifica el
tiempo, ¿cuántas personas puedes esperar que vayan?

Hablando del juicio del tiempo del fin, Apocalipsis 14 proclama el mensaje
especial de Dios para este tiempo:

"Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno
para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y
pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de
su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las
fuentes de las aguas. Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído
Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino
del furor de su fornicación. Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz:
Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en
su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado
puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los
santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de
los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a
su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. Aquí está la paciencia
de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús"
(Apocalipsis 14:6-12).

Los mensajes de estos tres ángeles ("mensajeros") específicamente están


destinados a las personas que viven durante el tiempo en que el juicio de Dios
"ha llegado" (versículo 7). El mensaje es "el evangelio eterno" (versículo 6) –
es decir, las buenas nuevas eternas – porque es una parte culminante del vasto
plan de Dios para salvar a todos los que lo aceptan por fe en Jesucristo.
Contiene una fuerte advertencia contra el poder idólatra que se opone a Dios.
El capítulo anterior describió una "bestia" blasfema en términos que la
identifican con el poder del cuerno pequeño de Daniel, que es condenada por
Dios en el juicio preadvenimiento. De este modo, Apocalipsis 14 está
hablando del mismo juicio que se describe en Daniel 7 y 8.

Siguiendo al mensaje del tercer ángel, Apocalipsis 14:12 caracteriza a los


leales a Dios como los que, durante el juicio al final del tiempo, guardan: 1)
los mandamientos de Dios, y 2) su fe en Jesús. Siendo que este juicio es el Día
de la Expiación definitivo, es claro que estos dos requisitos son los
equivalentes funcionales de lo que los antiguos israelitas debían hacer para
participar del Día de la Expiación: 1) humillarse ante Dios mediante la
negación propia física, incluyendo el ayuno, y 2) guardando el sábado, al
abstenerse de todo trabajo, como en el sábado semanal (Levítico 16:29, 31;
23:27-32).

Hay conexiones temáticas entre lo que los antiguos israelitas debían hacer y lo
que los cristianos del tiempo del fin han de hacer. Así como los israelitas
debían humillarse, los cristianos del tiempo del fin han de guardar la fe en
Jesús, que "se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y
muerte de cruz" (Filipenses 2:8). Como los israelitas debían guardar el sábado,
los cristianos del tiempo del fin han de guardar los mandamientos de Dios, que
incluyen el sábado (Éxodo 20:8-11; Deuteronomio 5:12-15).

Éxodo 31:13 revela un vínculo más abarcante entre el sábado y los


mandamientos de Dios. Guardar el sábado de Dios es "señal entre mí y
vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os
santifico". Dentro del contexto del pacto con Dios, la santificación (llegar a ser
santo) significa llegar a ser como él en carácter (Levítico 11:44, 45; 19:2; 1
Pedro 1:14-16), y su carácter es amor (1 Juan 4:8), que es la base de todos sus
mandamientos (Mateo 22:37-40). De modo que el santo sábado celebra la
manera en que Dios nos da el don de la obediencia a su santa ley al hacernos
santos por el derramamiento de su santo amor en nuestros corazones por su
Espíritu Santo (Romanos 5:5). Es clarísimo ahora que los cristianos realmente
necesitan saber cuándo ha llegado el juicio, de modo que puedan participar en
forma inteligente y significativa en este gran evento, y que así puedan contarlo
a otros para que ellos también tengan la oportunidad de mostrar lealtad a Dios
en lugar de mostrarla a la bestia/cuerno pequeño y sus aliados.

¿Proporciona la Biblia suficiente información para que encontremos cuándo


comienza el juicio preadvenimiento? Daniel 7 habla de tres y medio "tiempos"
de persecución del cuerno pequeño (Daniel 7:25), que vienen antes de que el
juicio libere al pueblo de Dios de la opresión. Siendo que hemos encontrado
que el cuerno pequeño representa a la Iglesia de Roma, podernos captar la
perspectiva al aprender más acerca de este período de dominación papal y su
historia. En un capítulo posterior seguiremos esto más en detalle. Pero Daniel
8:14 indica el momento cuando el santuario de Dios es "justificado", el mismo
evento como el juicio mencionado en Daniel 7:9 al 14. Daniel 8:14 dice que el
juicio viene después de las 2.300 tardes y mañanas. El problema es que Daniel
8 no nos da un punto de comienzo para este período, de modo que no sabemos
cuándo termina. Sin embargo, la explicación en Daniel 9 sí nos da un punto de
comienzo de las 70 semanas/490 años, y este período cubre el primer
segmento de las 2.300 tardes y mañanas. Es la relación integral entre la visión
de Daniel 8 y la explicación en 9:24 al 27 la que combina los dos períodos y
con ello proporciona el punto inicial para las 2.300 tardes y mañanas.

1844 en 10 pasos

Ahora consideremos los 10 pasos necesarios para encontrar cuándo comienza


el juicio previo al advenimiento del Día de la Expiación. Los enumeraré y
luego analizaremos cada uno de ellos. Mucho de esto será repaso, pero
necesitaremos sumar algunas informaciones para llenar algunos vacíos.

Paso 1: Identificar al cuerno pequeño (Daniel 8).


Paso 2: Reconocer que los 2.300 días no pueden ser días literales.
Paso 3. Reconocer que Daniel 9 explica la visión de Daniel 8.
Paso 4: Identificar la fecha cuando comenzaron las 70 semanas (490 días).
Paso 5: Reconocer que las 70 semanas son semanas de años, y con ello, 490
años.
Paso 6: Encontrar el fin de los 490 años.
Paso 7: Reconocer que el fin de Daniel 9 se refiere a los eventos que
ocurrirían después de los 490 años, pero aún dentro de los 2.300 días.
Paso 8: Reconocer que los 2.300 días, como los 490 días, deben representar
años.
Paso 9: Ver cómo los 490 años se superponen a la primera parte de los 2.300
años.

Paso 10: Encontrar el final de los 2.300 años.

Paso 1: Identificar el cuerno pequeño (Daniel 8).

En Daniel 8, el santuario de Dios es justificado al final de las "2.300 tardes y


mañanas" (versículo 14) y resuelve problemas causados por un poder malvado
del cuerno pequeño. El cuerno pequeño había surgido después de varios otros
poderes:

Un carnero (versículos 3, 4), que representa el Imperio Medo-Persa (versículo


20), fue conquistado por un macho cabrío con un gran cuerno (versículos 5-7),
que simbolizaba a Grecia/Macedonia bajo su primer rey (versículo 21). Este
debe ser Alejandro Magno, que conquistó Medo-Persia en el siglo IV a.C.

Cuando murió Alejandro, su reino se dividió en 4 reinos griegos,


representados por cuatro cuernos en los versículos 8 y 22. Los cuatro reinos
fueron el Egipto de Ptolomeo, la Siria de Seleuco, el Pérgamo de Átalo y la
Macedonia de Antígono.

El cuerno pequeño surgió al fin del gobierno de los cuatro reinos (versículo
23) de uno de los cuatro "vientos del cielo", es decir, de una de las cuatro
direcciones en que se dividió el imperio de Alejandro (versículos 8, 9). Este
cuerno pequeño construyó un gran imperio (versículo 9). Fue diferente de los
cuatro reinos griegos y los remplazó. Sólo un poder se ajusta a esta
descripción: Roma. El Imperio Romano estuvo en el control desde poco antes
del comienzo de la era cristiana hasta el siglo V d.C. La iglesia de Roma
remplazó al imperio, dominando la Edad Media. Si la justificación del
santuario de Dios sucede después de la dominación del cuerno pequeño, y si el
cuerno pequeño representa a Roma, el santuario debe ser justificado después
de la dominación de Roma.

Medo-Persia à Grecia à Cuatro reinos à Roma à Purificación del


Santuario
Paso 2: Reconocer que los 2.300 días no pueden ser días literales.

La pregunta en Daniel 8:13 es: "¿Hasta cuándo durará la visión?" La respuesta


es: "Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas", es decir, 2.300 días
(versículo 14). Pero la visión dura del tiempo del Imperio Medo-Persa a
comienzos de Daniel (versículos 1, 2) hasta el fin del Imperio Romano,
cubriendo muchos siglos. Esto es mucho más largo que los 2.300 días
literales, que son menos de 6 años y medio.

Paso 3: Reconocer que Daniel 9 explica la visión de Daniel 8.

Daniel oró a Dios (Daniel 9:3-19), quien envió a Gabriel (versículos 20-23)
para ayudarle a "[entender] la visión" (versículo 23) dándole información
adicional. No hay visión en Daniel 9, de modo que la visión a la que se refiere
debe ser la de Daniel 8. Gabriel consoló a Daniel diciéndole que los judíos
serían restaurados a su tierra y al templo antes del fin de los 2.300 días. Dentro
de "70 semanas" Jerusalén sería restaurada y vendría "el Mesías Príncipe"
(Daniel 9:24-27).

Paso 4: Identificar la fecha, cuando comenzaron las 70 semanas (490


días).

Daniel 9:25 indica el comienzo de las 70 semanas: "Desde la salida de la


orden para restaurar y edificar a Jerusalén". El decreto que resultó en la
restauración de Jerusalén como la capital de los judíos fue el del rey persa
Artajerjes. Fue emitido en el 1° año de su reinado (Esdras 7), que fue el año
457 a.C.

Poso 5: Reconocer que las 70 semanas son semanas de años, y por ello,
490 años.

Las 70 semanas comenzaron durante la era persa y habían de incluir la


reedificación de Jerusalén y la venida del Mesías. ¿Cómo podía ocurrir todo
esto en 70 semanas de días literales, o sea, 490 días?

Levítico 25 provee la solución. Para los israelitas, una semana podía ser una
semana de años: Después de 7 sábados/semanas de años (49 años) venía el
jubileo de libertad (Levítico 25:8-10). En forma similar, las "70 semanas" de
Daniel 9 son un período de jubileo en gran escala. La libertad de la
dominación de poderes extranjeros vendría después de 70 semanas de años,
que totalizan 490 años. La referencia en Daniel 9:25 a "siete semanas" (49
años) al comienzo de las 70 semanas, refuerza esta interpretación de que las
70 semanas representan un período que conduciría a una especie de jubileo.

Paso 6: Encontrar el fin de los 490 años.

Si se comienzan los 490 años en el año 457 a.C., entonces este período
termina en el año 34 d.C. (para sacar esta cuenta, debe considerarse el hecho
de que no hay año O entre los años a.C. y d.C. En otras palabras, cuando
termina el año 1 a.C., el año siguiente se llamará 1 d.C., no año 0. Por ello,
réstense 457 años de 490, que es 33, pero luego hay que agregar 1 para
compensar el año O que no existe, y se llega al año 34 d.C.). Daniel 9:25 y 26
dice que el Mesías vendría al comienzo de la última semana de años, en otras
palabras, 7 años antes de 34 d.C., que es el año 27 d.C.

Paso 7: Reconocer que el fin de Daniel 9 se refiere a eventos que


ocurrirían después de los 490 años, pero todavía dentro de los 2.300 dios.

Gabriel le dijo a Daniel que "el Mesías Príncipe" (el Cristo, el ungido) se "le
quitaría la vida", "más no por sí”, y luego Jerusalén sería destruida junto con
su templo (Daniel 9:26). Daniel 9:27 dice que el Mesías confirmaría un pacto
con muchos (comparar con Mateo 26:28) y luego haría que el sistema terrenal
de sacrificios cesara, es decir, terminaría su importancia (ver Mateo 27:51;
Hebreos 7 al 10) al fin de los 490 años. Entonces, "con la muchedumbre de las
abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que
está determinado se derrame sobre el desolador" (Daniel 9:27).

En Daniel 9, el contexto inmediato de la abominación desoladora/asombrosa


es la destrucción del segundo templo (el templo de Herodes) en Jerusalén por
el ejército de la Roma Imperial bajo Tito en el año 70 d.C., una pocas décadas
después de la crucifixión de Jesús (31 d.C.). Jesús habló de este evento cuando
advirtió: "Cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que
habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea,
huyan a los montes" (Mateo 24:15, 16). Los primeros cristianos reconocieron
el cumplimiento de esta señal cuando vieron los estandartes paganos de Roma
en el espacio sagrado que se extendía fuera de los muros de Jerusalén, junto al
área del templo, y escaparon de la destrucción de la ciudad.

Este lenguaje de Daniel 9:27 también se vincula con el resto de la historia que
ya sabemos de Daniel 8:11 al 13, especialmente en las palabras del versículo
13 (la prevaricación asoladora) durante la última parte de los 2.300 días. Aquí
Daniel 8 se refiere a una clase de falsa adoración terrenal que la fase vertical
del cuerno pequeño romano – la Iglesia de Roma – pondría en lugar del
sacrificio terrenal y el sistema de sacerdocio que Cristo había hecho cesar.
Ahora podemos entender mejor por qué Daniel 8 describe juntas a la Roma
Imperial y Papal bajo el mismo símbolo del cuerno pequeño: Ambas
realizarían una transgresión/abominación desoladora después de la primera
venida de Cristo. Mientras en Daniel 9:27 la Roma Imperial está en el primer
plano, la Iglesia de Roma está en el trasfondo (comparar Mateo 24:15-29, que
habla de un tiempo de gran tribulación).

Paso 8: Reconocer que los 2.300 días, como los 490 días, deben
representar años.

Ahora sabemos varias cosas:

El santuario que es "justificado" al fin de los 2.300 días debe ser el santuario
celestial de Dios, donde Cristo está ministrando ahora (Hebreos 7 al 10).
Llegamos a esta conclusión porque Dios "justifica" el santuario para remediar
las abominaciones cometidas por la fase vertical (papal) del cuerno pequeño,
que suceden después que el templo terrenal fue destruido en el año 70 d.C.

Los 2.300 días de Daniel 8 y los 490 años de Daniel 9 ambos comenzaron en
el tiempo del Imperio Medo-Persa.

Los 2.300 días llegan más allá de los 490 años, por medio de un tiempo en que
la Iglesia de Roma establecería una falsa adoración, hasta un tiempo cuando
Dios resolvería este problema. De modo que los 2.300 días alcanzan desde los
tiempos de Medo-Persia pasando por la era de dominación de la Iglesia de
Roma. Por lo tanto, los 2.300 días deben ser más largos que los 490 años, y la
expresión "tardes y mañanas" (días) debe representar años, como ocurre en
otros lugares de algunas profecías simbólicas de tiempo (Números 14:34;
Ezequiel 4:6).

Paso 9: Ver cómo los 490 años se superponen a la primera parte ¿le los
2.300 años.
Siendo que al explicar "la visión" Gabriel dio el punto de comienzo sólo de los
490 años (Daniel 9:23, 25), los 2.300 años deben comenzar en el mismo
momento. El lenguaje de Daniel 9:24 concuerda con esta idea de que los 490
años fueron la primera parte de los 2.300 años: "Setenta semanas han sido
determinadas sobre tu pueblo". La palabra hebrea traducida "determinadas"
aquí no se usa en ninguna otra parte de la Biblia. Sin embargo, es bastante
común en el hebreo rabínico, donde se usa muy a menudo, y el significado
básico es "cortadas". Los objetos que fueron cortados podían ser cosas como
partes de animales, pero la palabra también era usada para hablar de cortar un
versículo en dos versículos.

"Determinadas" o "decretadas" es un significado por extensión; en tiempos


antiguos una decisión legal o un decreto de un gobierno era considerado como
algo que fue "cortado". La palabra hebrea es exacta aquí para Daniel 9:24,
porque se aplican tanto el significado básico como el extendido: Las "70
semanas" fueron "cortadas" para el pueblo judío desde el comienzo de los
2.300 años, y fueron "determinadas/decretadas" para el pueblo judío.

Desde el año 457 a.C., cuando los judíos comenzaron a restaurar la ciudad del
antiguo templo terrenal de Dios, los 490 años alcanzaban hacia adelante al
establecimiento de la primera fase de la expiación de Cristo en el santuario
celestial: la mediación. Los 2.300 años alcanzaban hacia adelante hasta el
comienzo de la segunda fase de la expiación: el juicio.

Paso 10: Encontrar el fin de los 2.300 años.

Ahora que tenemos la fecha del comienzo, 457 a.C., podemos fácilmente
calcular cuándo debe ser purificado el santuario celestial de acuerdo con
Daniel 8:14. Avanzando 2.300 años desde 457 a.C. sin un año cero, llegamos
a 1844 d.C., poco después que concluyó el poder civil de la Iglesia de Roma.
Tiene sentido que un juicio celestial que debe resolver los problemas creados
por el poder romano comience cuando el período de dominación de este
poder, que creó los problemas, haya terminado. Es decir, en 1844, después que
terminó la dominación romana en 1798, cuando el general Berthier, del
ejército de Napoleón llevó cautivo al Papa.

Las implicaciones de nuestra conclusión para los cristianos modernos son


asombrosas. Estamos viviendo en el tiempo del juicio previo al advenimiento,
el Día de la Expiación, justo antes de que Jesús vuelva a conquistar el planeta
Tierra y a establecer su reino eterno. Los mensajes de los tres ángeles en
Apocalipsis 14 se aplican directamente a nosotros. Mientras Cristo, nuestro
Sumo Sacerdote celestial está justificando/vindicando el santuario, que
representa el carácter santo de Dios, deberíamos participar en este evento
demostrando nuestra lealtad mediante la observancia de los mandamientos de
Dios y la fe de Jesús.

Notas y Referencias:
Adaptado de Roy Gane, Altar Call, pp. 280-297; comparar con Clifford
Goldstein, 1844 hecho simple
Siegfried H. Horn y Lynn H. Wood, The Chronology of Ezra 7, especialmente
las páginas 115 y 127; comparar con el Comentario Bíblico dventista, tomo III,
pp. 103-106; Brempong Owusu-Antwi, The Chronology of Daniel 9:24-27, pp.
295-299
Marcus Jastrow, A Dictionary of the Targumim, the Talmud Babli and
Yerushalmi, and the Midrashic Literature (Nueva York: Judaica Press, 1975),
p. 513.

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