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ernesto che guevara EL SOCIALISMO 7 HOMBRE NUEVO SIGLO VEINTIUNO KI Atetes INDICE Prélogo, por José Aricé x1 N Jitorial Lista_de_abreviaturas XVn PRIMERA PARTE: LA FORMACION DEL HOMBRE NUEVO EI socialismo y el hombre en Cuba 3 Debemos aprender a eliminar viejos conceptos 18 Contra el sectarismo 27 El cuadro, columna vertebral de la revolucién 29 Sobre la construccién del partido 34 El partido marxista-leninista 45 El plan y el hombre 53 Una actitud comunista frente al trabajo 78 SEGUNDA PARTE: LAS BASES MATERIALES DEL SOCIALISMO Soberanfa politica ¢ independencia econémica 95 La ayuda del bloque socialista 112 La industrializacién en Cuba 127 Contra el burocratismo 173 La planificacién y sus problemas en la lucha contra el imperialismo 179 Cuba, su economia, su comercio exterior, su significado en el mundo actual 191 Sobre las tareas fundamentales de la industria y los trabajos de direccién 204 La lucha antimperialista no tiene fronteras (Discurso en Argel) 230 El comunismo_debe_ser_también_una_moral revolucionaria TERCERA PARTE: DEBATE SOBRE LA GESTION ECONOMICA EN CUBA El debate econémico en Cuba durante el periodo 1963-1964 por Ernest Mandel (vn) 247 vor Consideraciones sobre los costos de produccién como base de! andlisis econémico de las empresas sujetas a sistema presupuestario Sobre Ja concepcién del valor (Contestando algunas afirmaciones sobre el tema) Sobre el sistema presupuestario de financiamiento Desarrollo y funciones de la banca socialista en Cuba por Marcelo Fernandez Font La banca, el crédito y el socialismo Formas y métodos de planificacién socialista y nivel de desarrollo de Jas fuerzas productivas por Charles Bettelheim Las categorias mercantiles en el periodo de transicién por Ernest Mandel La planificacién socialista, su significado NOTAS DEL COMPILADOR INDICE 256 264 270 297 313 330 354 386 396 El revolucionario, motor ideolégico de la revolucién dentro de su partido, se consume en esa actividad ininterrumpida que no tiene mas fin que la muerte, a menos que la construccién se logre en escala mundial. Si su afin de revolucionario se embota cuando las ta- reas m4s apremiantes se ven realizadas a escala local y_se olvida el internacionalismo proletario, la revolu- cién que dirige deja de ser una fuerza impulsora y se sume en una cémoda modorra, aprovechada por nues- tros enemigos irreconciliables, el imperialismo, que ga- na terreno. El internacionalismo proletario es un deber pero también es una necesidad revolucionaria. Asi edu- camos a nuestro pueblo. ERNESTO CHE GUEVARA PRéLoco La seleccién de trabajos de Ernesto Che Guevara que hoy presenta- mos no tiene la pretensién de ser exhaustiva. Sélo constituye una parte relativamente pequefia de la totalidad de sus escritos que aan esperan ser editados en forma completa. Hemos querido reunir un conjunto de textos, muchos de ellos incorporados por primera vez en un libro, articulados en torno al tema de la construccién del socialis- mo, de las enormes dificultades que este proceso implica y de la ne- cesidad de basar toda transformacién de las estructuras econémico- sociales en la formacién simultanea de un nuevo tipo humano libe- rado de la opresién y “del cieno” en que se hunde en la sociedad capitalista. Por eso hemos titulado a la seleccién, El socialismo y el hombre nuevo, intentando resumir con esa frase el sentido ultimo de toda la accién teérica y practica del Che. La seleccién apunta asi a un Guevara no suficientemente conocido ni valorado, aunque sea en nuestra opinién el mas auténtico. Apun- ta a la vez al teérico y al hombre de accién. No al voluntarista extre- mo que se ha querido presentar, erigiéndolo en una suerte de jacobino a ultranza, negador de la opacidad de un mundo terrible, obstinado, irreductible al cambio. Queremos reivindicar la figura de un dirigen- te revolucionario, poseedor de una experiencia no por breve menos rica, de un conocimiento de la teoria no por heterodoxa menos pro- funda, de una ética no por utépica menos realizable. Queremos mos- trar que en su etapa de revolucionario “constructivo” de la nueva sociedad, Guevara supo partir de una concepcién clara de lo que se debia y podia lograr y de un conocimiento adecuado de los medios a los que era preciso apelar para conquistarlo. Es posible que sea atm prematuro pensar en la reconstruccién cientifica y no apologética del pensamiento de Guevara, y que resulte inevitable la etapa presente de exaltacién de su ejemplo, de su intransigencia revolucionaria, de sus esperanzas en un hombre nuevo. Es demasiado profundo el sacu- dimiento que provocé su presencia en la conciencia de los latinoame- ricanos y de todos los oprimidos del mundo como para que pueda abrirse paso con facilidad el juicio ponderado y justo de la validez de su accién y de su pensamiento. Pero debemos reconocer que ésta sigue siendo una deuda que todos tenemos con él y con la revolucién latinoamericana. Porque no se trata simplemente de ajustar cuentas bay] xi PROLOGO con un pasado, de arribar a un juicio histérico que nos permita ex- plicar, sin mentirnos a nosotros mismos, el sentido de todo lo que ocu- rrié. E] Che murié defendiendo la causa de los explotados y de los oprimidos de este continente y del mundo entero, sacrificé su vida en la realizacién de un proyecto de nueva sociedad que ain debe ser conquistada. Comprender su pensamiento y su accién es también ana- lizar los problemas que hace aflorar la revolucién aqui y en el mun- do, reconocer las dificultades que debe sortear el socialismo para ser real y no formal. En un momento de crisis y de perplejidades, el res- cate del Che representa una toma de partido que divide tajantemente las aguas, que define claramente los campos, Adoptar el partido del Che significa reafirmarse en la conviccién de que el socialismo y el hombre nuevo siguen siendo objetivos realizables, por los que vale la pena la lucha y el sacrificio, Cuando se quiere identificar al socia- lismo con la barbarie y se descree de la capacidad de los hombres de liberarse de las lacras del capitalismo para alcanzar una sociedad sin clases, igualitaria y libre, el “pensamiento” del Che se revela como el antidoto de la decepeién, como esa sabia conjuncién de pesimismo de la conciencia y de optimismo de la voluntad que reivindicaba Gramsci como lema de todo revolucionario cabal. Frente a la social- democratizacién que amenaza disgregar la esperanza socialista en el mundo y empantanarla en una realpolitik devoradora, el ejemplo del guerrillero heroico, del “compafiero ministro”, del internacionalista sin prejuicios ni chovinismos, del comunista integral, seguird siendo por muchos afios un patrimonio a defender. Un patrimonio que re- presenta no una loca aventura sino un proyecto profundo de reden- cién humana, sostenido no por un mesias sino por un politico revolu- cionario en el verdadero sentido de la palabra. La seleccién de trabajos estd dividida en tres partes que mantienen entre si una estrecha relacién; son tres aspectos distintos de un mismo problema. Iniciamos el volumen con una primera parte dedicada a “la formacién del hombre nuevo”. El comunismo, para Guevara, y no se cansaba de repetirlo, antes que un sistema de reparto social més igualitario, implica en lo esencial un nuevo tipo de sociedad y de hombre. No podemos afirmar que conociera todos los textos de Marx referidos al caracter de la nueva sociedad a la que la revolucién pro- letaria abriria paso. Pero conociéndolos 0 no, es indydable que Gueva- ra como pocos supo hacer suya esa frase de Marx en la que definia la esencia misma de la revolucién comunista: “{,..] tanto para en- gendrar en masa la conciencia comunista como para llevar adelante la cosa misma, es necesaria una transformacién en masa de los hom- bres, que sélo podra conseguirse mediante un movimiento practico, me+ PROLOGO xm diante una revolucién; por consiguiente, la revolucién no sélo es nece- saria porque la clase dominante no puede ser derrocada de otro modo, sino también porque tinicamente por medio de una revolucién lograré la clase que derriba salir del cieno en que se hunde y volverse capaz de fundar la sociedad sobre nuevas bases” (Le ideologia alemana). La absoluta coincidencia con este pensamiento de lo expuesto por el Che Guevara en su carta a Marcha, conocida por el titulo de “El socialismo y el hombre en Cuba”, nos ha Hevado a trasgredir el cri- terio cronolégico introducido en el resto de los trabajos, y comenzar el volumen por este texto que constituye, a nuestro entender, la ma- triz ideolégica con base en la cual debe ser interpretado su pensamien- to y su accién, Cuando luego de su muerte sus antiguos colaboradores sintieron la necesidad de reflexionar sobre cual era el aporte ideolégico funda- mental del Che a la teoria y a Ja practica de la revolucién, concluye- ron individualizdndolo “en su prédica constante sobre la necesidad de formar el hombre nuevo, el hombre producto del socialismo y cons- tructor del comunismo, que viviera para y por la sociedad. Guevara plantea el desarrollo de la conciencia como el dnico posible que con- duce a la nueva sociedad. Plantea que con las armas melladas del ca- pitalismo, el socialismo no puede formar su hombre; que el estimulo material es un mal necesario, pero al que hay que erradicar definiti- vamente; ningiin hombre consciente puede ser sustituido por hombres que se muevan empujados por estimulos materiales. Viéndolo en su perspectiva histérica, el hombre nuevo ya es viejo para él; en su pro- pia vida vemos las virtudes que él pregona necesariamente para ese nuevo ser social”. Asi sintetiza Arturo Guzman, ex ministro de mine- ria y metalurgia de Cuba, la opinién comin de todos sus colabora- dores. Es por esto por lo que, para Guevara, el hombre debe transfor- marse conjuntamente con el avance de la produccién, que s6lo adqui re sentido y logra capacidad liberadora de la enajenacién humana si sirve de fundamento para aquella transformacién. El socialismo como tal quedaria gravemente cuestionado si la preocupacién de los diri- gentes y de todo el movimiento en su conjunto estuviera aplicada solamente al incremento de la produccién material, si sélo fuera ca- paz de generar una conciencia “productivista”. E] socialismo implica necesariamente, para ser definido como tal, la produccién de “cosas” y de “conciencia”. Pero la conciencia sélo puede ser producida si, al decir de Marx, la revolucién comunista va dirigida contra el ca- rdcter anterior de actividad, si es capaz de eliminar el trabajo como forma de actividad alienada y desintegradora de la personalidad hu- mana, y de suprimir Ja dominacién de todas las clases. Si el socialismo significa a la vez una transformacién total de los xiv PROLOGO mecanismos productivos de los bienes y de la conciencia, realizada por hombres que en ese mismo proceso se van transformando a si mismos, el socialismo y el comunismo no estan separados entre si por una barrera a la que s6lo la superabundancia de bienes logrard des- truir. Todo es un xinico proceso cuyo hilo conductor debe estar cons- tituido necesariamente por la prioridad asignada a la relacién entre estructura material y conciencia revolucionaria, Esta idea verdadera- mente comunista del proceso de transformacién de la vieja sociedad fue determinante en la orientacién dada por Guevara a la conduccién del sector econédmico y politico a su cargo. Tal es lo que aparece claramente de manifiesto en los textos incluidos en la segunda parte dedicada a “las bases materiales del socialismo”. En la linea del pen- samiento expresado en “EI socialismo y el hombre en Cuba”, el con- junto de sus intervenciones como ministro de industrias demuestra su preocupacién permanente porque esa unidad estrecha entre estruc- tura material y conciencia revolucionaria no fuera cuestionada por la carencia de instituciones adecuadas. Frente a tal insuficiencia, y al peligro de la expansién de la degeneracién burocrdtica que toda esta- tizacién genera y que la debilidad del poder popular alimenta, Gue- vara destaca la necesidad de acentuar la participacién consciente, in- dividual y colectiva, de los trabajadores cubanos, Sélo una politica de masas, plenamente abierta a la participacién popular, podia ser capaz de cubrir el espacio atin vacio de la institucionalidad revolu- cionaria. Antes que fabricar desde la cispide modelos institucionales que en vez de soldar a la direccién revolucionaria con las masas abriera entre ambas una cisura insuperable, e] Che encuentra una sa- lida, transitoria claro esta, en la masificacién politica, y por tanto consciente, del trabajo voluntario, Si las nuevas instituciones del po- der popular sélo pueden ser gestadas desde abajo por las propias ma- sas en movimiento, movilizar a las masas era crear el terreno mis apto para que la capacidad de auto-organizacién de los trabajadores pudiera abrirse paso, Es por eso por Jo que, como sefialé Fidel Castro en su conmovedor discurso de homenaje al revolucionario caido en la batalla, el 18 de octubre de 1967, fue el Che “el inspirador y el ma: mo impulsor de ese trabajo voluntario que hoy es actividad de cien- tos de miles de personas en todo el pais, el impulsor de esa actividad que cada dia cobra en las masas de nuestro pueblo mayor fuerza”. Movilizacién permanente, participacién en las decisiones, educacién técnica e ideolégica, éstas eran para Guevara las palancas que po- drian permitir a Cuba sortear el camino a veces sin retorno de la degeneracién burocratica, y avanzar en la construccién del comunis- mo. Sobre estos pilares debian ser estructurados los mecanismos de gestion de la economia socialista cubana. PROLOGO xv Los trabajos mas estrictamente “econémicos” del Che, incluidos en la tercera parte del volumen, estén dedicados al debate que sobre el tema de la gestién socialista de las empresas se desarroll6 en Cuba durante los afios 1963-1965. Como es natural, fue en torno a las po- siciones de Guevara que giré toda la discusién destinada a reexami- nar la experiencia de construccién del socialismo en el mundo y el grado de su adecuacién a Cuba. Todas sus intervenciones muestran la absoluta coherencia de su pensamiento. Un socialismo concebido como un proceso que desde el inicio va introduciendo elementos de comunismo presupone necesariamente un elevado grado de partici- pacién popular, el cual puede ser mantenido sélo mediante un siste- ma de gestién que privilegie los estimulos morales y los consumos sociales y que tienda a aniquilar en forma constante y sistematica to- das las categorias econémicas sobre las que se asienta el sistema ca- pitalista de produccién. Es que los estimulos materiales crean ele- mentos de fragmentacién y despolitizacién de las masas, que pueden causar el estancamiento y la muerte de las revoluciones. Su consigna era “revolucién que no se radicaliza, muere”. Sus trabajos de la época de la polémica estan dedicados a defender encarnizadamente esta verdad para él indiscutible. Su defensa perma- nente del sistema presupuestario como el unico acorde con los obje- tivos de transformacién revolucionaria y socialista de las estructuras econémicas y sociales heredadas del pasado, lo condujo a observar con cierto escepticismo las experiencias realizadas en otros paises so- cialistas con sistemas de gestién radicalmente opuestos al propugnado por él, Escepticismo que a su vez se convirtié en irritacién cuando crey6 descubrir en tales sistemas la raiz de la ausencia de un verdade- ro internacionalismo en las relaciones econdémicas de esos paises con los pueblos dominados por el imperialismo. Y en el discurso que pro- nuncié en Argel sostuvo la posicién de que el tinico parametro valido para medir el internacionalismo proletario de un pais socialista con un pais dependiente estaba constituido por la decisién de aquél de violar en favor de éste las reglas del mercado capitalista. E] Che estaba proponiendo una suerte ‘de “intercambio desigual” de los pai- ses socialistas en beneficio de los pueblos expoliados por el imperia- lismo. Porque era un revolucionario cabal, podia ser un internacio- nalista a ultranza; porque su principal virtud era ser un comunista, él pudo “como ningtin otro hombre en estos tiempos —dijo Fidel— llevar al nivel mas alto el espiritu internacionalista proletario”. Exactamente a diez afios de su muerte, la recopilacién de textos de Ernesto Che Guevara que hoy publicamos tiene el doble sentido del homenaje al revolucionario caido en Ja defensa de la causa de los XVI PROLOGO pobres, de los humillados y ofendidos, de los explotados, de los alie- nados por un sistema voraz y destructor asi como el propésito de contribuir, con todo lo de modesto que pueda tener nuestro esfuerzo editorial, al rescate de la figura del Che como pensador y dirigente revolucionario, Esto puede servir sin duda a la develacién de un pa- trimonio intelectual y moral del que de una forma u otra nos consi- deramos herederos, José aricd México, 8 de octubre de 1977 NOTA EDITORIAL Para nuestra seleccién de escritos, discursos y conferencias.del Che hemos utilizade como guia la Bibliografia del Comandante Ernesto Che Guevara, pu- blicada en un ndmero especial dedicado al Che de la Revista de la Biblioteca Nacional “José Mart?” de La Habana (afio 58, vol. 1v, nims. 3-4 de julio- diciembre de 1967). Los trabajos incorporados fueron en general tomados de Jas publicaciones en las que aparecieron originariamente. En algunos casos, de- bimos recurrir a las ediciones de las obras realizadas por Casa de las Américas de Cuba y Editorial Era de México. Las notas del compilador que incluimos al final del volumen con el solo ob- jeto de comentar algunos trabajos, de aclarar circunstancias o presentar perso- najes hoy casi desconocidos para las nuevas generaciones, derivan de Ia lectura de un conjunto de obras referidas a la revolucién cubana o a sus lideres. Mas en particular, queremos dejar sentado el insustituible servicio que nos presté la edicién italiana de las obras del Che preparada y anotada por Carlos Vare- Ja (Ernesto Che Guevara, Opere, Miln, Feltrinelli, 1968, 4 vols.) que sigue siendo en la actualidad la recopilacién m4s completa de sus escritos, al alcan- ce de la mano del lector no cubano. Sabemos de la existencia de una edicién especial preparada para los cuadros dirigentes del partido comunista y del estado cubano en 6 vols., la que lamentablemente no pudimos consultar. Las valiosas e inteligentes notas de Varela nos permitieron en muchos casos am- pliar las informaciones incluyendo menciones a trabajos del Che o sobre él que nos han resultado hasta ahora inaccesibles. JA. [xvi] LISTA DE ABREVIATURAS FONU INAV INRA JUCEPLAN MINCEX MINGIN MININD NEP. OEA OLAS onu: ORL Poo Pcus PsP PURSG Comité de Defensa de la Revoluci6n Comisién Econémica para América Latina Agencia Central de Inteligencia Consejo Interamericano Econémico y Social Confederacién de Trabajadores Cubanos Confederacién de Trabajadores Cubanos-Revolucionaria Organizacién para la Alimentacién y la Agricultura Fuerzas Armadas Revolucionarias Frente Obrero Nacional Unido Instituto Nacional de la Vivienda Instituto Nacional de Reforma Agraria Junta Central de Planificacién Ministerio de Comercio Exterior Ministerio de Comercio Interior Ministerio de Industrias Nueva Politica Econémica Organizacién de los Estados Americanos Organizacién Latinoamericana de Solidaridad Organizacién de las Naciones Unidas Organizaciones Revolucionarias Integradas Partido Comunista de Cuba Partido Comunista de la Unién Soviética Partido Socialista Popular Partido Unico de la Revolucién Socialista de Cuba Republica Arabe Unida [xvi]

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