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Peronismo José Pablo Feinmann

Filosofía política de una obstinación argentina


30 El horizonte de la desperonización

Suplemento especial de

PáginaI12
FILOSOFÍA DE LA CATÁSTROFE: de explicarlo es buscar, a partir de él, su propia
¿POR QUÉ NO SE PUDO EVITAR teleología. Nada llevaba necesariamente a Timote,
LA ARGENTINA DE LA MUERTE? pero una vez establecido Timote podemos estable-
cer con precisión todo lo que condujo hacia ahí. Y
uponemos que la hipótesis de traba- habremos de sostener que la persistencia histórica

S jo que venimos utilizando estará ya


casi totalmente establecida: el golpe
de 1955 prenuncia el de 1976. Es
distinto al de los militares católicos,
cursillistas de Onganía. A Illia lo sacan del gobier-
no porque es un ineficaz negociador con el pero-
nismo. Ineficaz en el modo de la debilidad. Ese
que produce “Timote” es el odio gorila. Es la
decisión gorila de no integrar al peronismo a la
democracia argentina. Algo que los gorilas no
podían hacer sin dejar de ser gorilas. Este punto es
sustancial. Los militares gorilas (y el establish-
ment: la renta agraria que había sido afectada por
el peronismo, al que no habrían de perdonar
hombre que habían colocado para suceder al más jamás la injuria del IAPI) no puede aceptar la
que mínimo Guido (que había sido arrojado al legalización del peronismo salvo negando su iden-
sillón de Rivadavia con una urgencia totalmente tidad. Un gorila es un gorila (al menos durante los
desprolija) no puede enfrentarse con el peronismo 18 años que van de 1955 a 1973) porque no
y su ambición de retornar al poder. O, al menos, puede aceptar que el peronismo forme parte de la
de participar de la vida democrática del país. Por- vida político-democrática del país. No es sólo una
que si bien es cierto que los veteranos tienen esto actitud política. Es un hondo odio cultural, racial,
claro, muchos jóvenes acaso deban pensar con político y económico. El peronismo es la barbarie.
toda la hondura que merece esta cuestión: Todo lo Es: 1) La negrada en lo racial; 2) Las zapatillas y
que ocurre entre 1955 y 1973 se debe a la negación no los libros en lo cultural; 3) El autoritarismo en
del establishment argentino (Fuerzas Armadas, lo político; 4) Es, en lo económico, la concentra-
Sociedad Rural, empresariado industrial y financie- ción de la economía en el Estado, la distribución
ro, Iglesia Católica) de aceptar que el peronismo par- del ingreso, el intervencionismo, el traslado de la
ticipe en elecciones libres y democráticas llevando a renta agraria al sector industrial y el aumento de
su frente al líder que ese partido ha elegido y sigue los jornales de los trabajadores. Es, también, la
eligiendo: Juan Domingo Perón. Desde este punto demagogia y el personalismo agraviante del líder
de vista, la situación de ilegalidad política que el del movimiento. Todo esto –para el gorilismo–
odio de la Argentina gorila establece es la que crea conduce a una imposibilidad: integrar al peronis-
todas las condiciones que harán surgir una y otra mo y a Perón. Onganía echa a Illia por ineficaz. O
vez la violencia. Cualquiera sabe que si en un país acaso porque Illia permitirá (se hace sospechoso
se excluye de la “vida democrática” al partido de eso) acceder al peronismo a elecciones libres.
mayoritario y a su líder, no hay “vida democráti- Aunque difícil que aceptara la candidatura de
ca” posible. La torpeza, el odio gorila carga sobre Perón. No creo que Illia pensara algo de eso.
sí las culpas y la responsabilidad del surgimiento y Como fuere, al diablo con él. Había hecho un
de la exasperación de la violencia. Aramburu es buen trabajo (para el gorilismo más tenaz) frenan-
una víctima de sí mismo. Aramburu había sido do a Perón en el aeropuerto de El Galeao, acto de
compañero de Juan José Valle cuando eran jóve- la cancillería de Illia que –para mí– es de un peso,
nes estudiantes del Colegio Militar. Compartían de una densidad histórica, escasamente valorado.
el mismo banco. Luego, sus familias habrán de ser Onganía asume para integrar al peronismo sin
amigas. De aquí que la esposa de Valle le pida tan Perón. Y Lanusse, por fin, lo trae. A esa altura era
esperanzada por la vida de su marido. Aramburu tarde. A esa altura, traerlo a Perón era matarlo.
actúa con crueldad porque todo él ansía asumir la Matarlo era entregar el país al caos. (Con gran
figura del vengador. Los vengadores se vengan. ayuda del propio Perón y del siniestro entorno
Que nadie le pida a un vengador piedad para un que trajo.) El caos fue la antesala del Infierno.
culpable. El vengador no la tendrá. O matará él Todo, en suma, se hizo mal. De acuerdo. Pero el
mismo al culpable. Lo matará con su propia origen de esos males fue el odio gorila. Ellos pudie-
mano. O dará la orden y mirará para otro lado, ron evitar la masacre. Si Perón volvía antes, más
con desdén. La frase “El Presidente duerme” que joven, sin Aramburu muerto, sin un gran desarro-
recibe la esposa de Valle significa: el Presidente no llo de la guerrilla, acaso el país se podría haber
dialoga sobre el destino de los culpables, vinimos estabilizado democráticamente y la tragedia (por-
a limpiar el país de peronistas, vinimos a vengar- que de esto se trata: de haber evitado la tragedia,
nos por todo lo que nos hicieron, hagan fuego. de haberle ahorrado al país 30.000 muertos) tal
Seguramente insistiremos en rondar estas temá- vez se eludiera, o no tuviera tantas excusas para
ticas: ¿de dónde surge la violencia? ¿Cuándo una ejercer un poder tan extremo, porque existían par-
situación histórica se resuelve por la violencia? Si tidos, Parlamento, Justicia. Si pudieron barrer con
Aramburu decide actuar por “escarmiento” es todo, fue porque todos se habían enfrentado entre
para que nadie, nunca más, se atreva a levantarse todos, se habían debilitado y nadie pudo frenar al
en armas contra él. La decisión del “escarmiento” monstruo.
extrema las decisiones: para escarmentar sólo cabe El inicio es el odio gorila. El día del incendio
la muerte. El escarmiento de Valle requiere su vida. del Jockey Club (del que nadie se olvida), a la
El escarmiento sirve para mostrar a los otros, por tarde, en una pacífica concentración peronista,
medio del escarmentado, lo que habrá de ocurrirles unos “comandos civiles”, esos niños conchetos de
si hacen algo semejante. El escarmentado sirve de las familias agraviadas por la “incultura y la barba-
ejemplo. El castigo que se le aplique debe ser rie”, esos niños herederos de los de “La Patriótica”
ejemplar. Todos serán así castigados si osan de Manuel Carlés, pusieron una bomba en el sub-
enfrentar al poder constituido. Al escarmentar a terráneo. ¿Nadie se acuerda? ¿Tan efectivo resultó Club. ¿Que murieron siete en un subterráneo? Y
Valle, fusilándolo, Aramburu se incluye en el lo del Jockey Club como bomba de humo? Sí, bueno, serían negros peronistas.
espacio de la venganza. La venganza no es el escar- metieron una bomba en el subterráneo. Un acto Podríamos pensar esa historia que va del ‘55 al
miento. La venganza no se dirige a todos. No es terrorista. De los de hoy. Terrorismo es violencia ‘76 por medio de una pregunta: ¿Qué fue lo que se
un mensaje para todos. El fusilamiento de Valle indiscriminada. La guerrilla no es terrorismo: hizo, qué fue lo que no se hizo para evitar el golpe de
era instalar el miedo en la sociedad: que a nadie se siempre ataca puntos determinados, objetivos que 1976? O también: ¿por qué la historia argentina
le ocurriera no sólo atentar contra el poder, sino ha elegido. No busca matar inocentes, aun cuan- termina por conducir a un imperio de la muerte
contra nada. Que todos se quedaran donde debí- do pueda ocurrir alguna torpeza que lo provoque. que establece en el país más de trescientos campos
an estar. Que a nadie se le ocurriera ser peronista Pero la guerrilla (y ojo: esto no es una justificación) de concentración? ¿Cómo fue posible ese horror?
ni tratar con peronistas ni ser sospechoso de serlo. ataca blancos elegidos: un militar, un empresario, Es perfectamente correcto plantear la cuestión de
La venganza (aunque puede aplicarse a grandes un policía, una empresa multinacional. El terro- este modo. Y no es la primera vez que se propone.
grupos, como veremos) se focaliza más. Aramburu rismo mata indiscriminadamente. Le importa la No sé si se ha propuesto en nuestro país, pero,
es responsable de la muerte de Valle. Ha cometido cantidad. Cuanto más mata, más efectivo es el teóricamente, el antecedente que tenemos es el
un acto que no necesariamente reclama venganza, ataque. El día que se recuerda como el del incen- modo en que la filosofía piensa Auschwitz o el
pero puede suceder que sí, que la reclame. Sobre dio al Jockey, los niños bien de los comandos civi- nazismo. Por ejemplo: un libro como Dialéctica
todo si no se destraba el esquema político que les metieron por ahí nomás una bomba en el sub- del Iluminismo de Theodor Adorno y Max Hork-
llevó a Valle a la muerte: la dictadura, la ilegalidad terráneo: mataron a siete personas e hirieron a una. heimer encuentra un devenir incontenible entre
del peronismo, su obstinada prohibición. Que Siete muertos. Despues, es cierto, los peronistas las luces de la Razón que encarna la filosofía del
Aramburu encuentre la muerte en Timote a quemaron la biblioteca del Jockey Club. ¡Ah, Iluminismo y la racionalidad instrumental (el
manos de unos jóvenes que dicen matarlo por la señores, qué dilema! ¿Qué vale más? ¿Cuánto concepto eje que establecen Adorno y Horkhei-
muerte de Valle no expresa un hecho necesario de valen siete vidas humanas? ¿Cuánto vale una mer) que encuentra en los campos de la muerte su
la historia, un decurso dialéctico inexorable. Todo biblioteca? Aquí, ganó la biblioteca. Porque esa aplicación impecable. Walter Benjamin, en las
pudo ocurrir de otro modo. Pero una vez estable- jornada quedó en la memoria del país como el día Tesis de filosofía de la historia, describe al Angelus
cido el acontecimiento de Timote el único modo en que la barbarie quemó la biblioteca del Jockey Novus, al Angel de la Historia, mirando hacia
II
atrás y horrorizándose: no ve en ese páramo de var a la entronización de la catástrofe en 1933. un chantaje cuando se piensan estos temas. Nadie
horrores el desarrollo de la racionalidad, de la cul- No queda casi nadie que no cargue con su culpa. tiene camisa de protección en esta historia. Perón,
tura, sino un paisaje de ruinas, una catástrofe, la Y, de hecho, Karl Jaspers ha hecho un estudio basándose en sus ideas de la comunidad organiza-
historia como catástrofe. Si uno se detiene lo nece- sobre la culpa alemana que comentaremos más da, solía decir: “Nadie se realiza en una comuni-
sario en un libro tan notable como La historia des- adelante. Sólo quiero, por ahora, decir: algo tiene dad que no se realiza”. Es correcto. También lo es
garrada, ensayo sobre Auschwitz y los intelectuales, que haber fracasado muy profundamente en un que en una comunidad que no se realiza, todos
de Enzo Traverso, verá que el autor ya encuentra país para que se lleguen a implantar en él trescien- han hecho algo para que eso ocurriera. No han
en Kafka la prefiguración del horror. Kafka no es tos campos de concentración. Todos sabemos hecho lo mismo, sin duda. Pero el análisis debe
responsable del horror, desde luego, pero ya en él quiénes levantaron esos campos. Pero depositar partir de esa certeza: ¿por qué, entre el desarrollo
late algo, algo que nos dice que cualquier ciuda- todo el horror ahí sería muy fácil. Algo hicimos mal histórico que va de 1955 a 1976, no se pudo evi-
dano puede ser condenado sin que conozca de todos para que eso ocurriera. Objeción inmediata, tar el país concentracionario, el país de la Muerte?
qué se lo acusa, típica situación que se vive en el casi mecánica: ¿no implica esto reemplazar la teo-
Estado Terrorista. En cuanto a la configuración ría de los dos demonios por la de los muchos EL ESQUEMA TRIUNFALISTA DE
del horror en la cultura alemana, el trabajo se ha demonios o por la del enano fascista que todos LA REVOLUCIÓN DE VALLE
hecho cuidadosamente. Desde el Hegel que dice llevamos dentro? Rechazo esto. Es simplista y, El asesinato de Juan José Valle es –sin lugar a
que lo Absoluto pasó entre los judíos y éstos lo sobre todo, lleva a la cómoda situación de librarse ningún tipo de duda– uno de los actos más impor-
desconocieron, o los Discursos a la nación alemana de la búsqueda de la propia responsabilidad en tantes en ese devenir de nuestra historia hacia la
de Fichte, o el primer Tratado de la Genealogía de una catástrofe. No se trata de equilibrar la culpa. instauración de la Muerte, del lager argentino.
la moral de Nietzsche con su descripción de la Entre el general que instrumentando el poder del (Lager es “campo” en alemán. Primo Levi, en sus
bestia rubia germánica, hasta Bismarck y su ímpe- Estado arma un campo de concentración y el gue- textos, utiliza esta palabra, que, dentro de la biblio-
tu prusiano, el fracaso de los espartaquistas, el rrillero que es torturado en él no hay equivalencia grafía sobre el Holocausto, se utiliza para mencio-
Tratado de Versalles, la República de Weimar, los alguna. Dicho esto, quiero decir otra cosa: la Teo- nar a los campos de concentración de la Alemania
extravíos de la socialdemocracia, la inflación, la ría de los dos demonios suele terminar por transfor- nazi.) El asesinato de civiles y los fusilamientos de
desorientación de los comunistas, todo parece lle- marse en una traba, en una amenaza y hasta en los militares del levantamiento contra el gobierno
III
ilegal de Aramburu-Rojas figuran entre los bien ‘todos’ somos pueblo, no se puede negar Ahora se trata otra vez traer a Perón. Irán hacia
hechos más crueles de nuestra historia. que la clase obrera lo es de un modo particular. la Plaza de Mayo; b) Si en septiembre eran supe-
Vamos a seguir la clásica narración de los También utilizamos el término como equiva- riores militarmente también lo son ahora; c) Y
hechos que surge de la pluma comprometida, lente de ‘mayoría’” (Ibid., p. 18). Ferla no quie- ahora tienen lo que les faltó en septiembre: la
obsesiva, de Rodolfo Walsh. Rodolfo encuentra re eludir el bombardeo del 16 de junio. Parece mística del triunfo. Todo parece “cerrar” muy
aquí su gran libro y su auténtico destino litera- que eso no se despacha con tanta facilidad bien. Aquí estamos, por ahora. Lo que ignora
rio. El libro es una obra maestra. Es cierto que como hacen algunos, esos que dicen que la Valle es que la mística de los golpistas del ‘55
se adelanta al de Capote en el estilo de mezclar CGT convocó “irresponsablemente” a los obre- sigue siendo más fuerte que antes. Y que están
ficción y no ficción. O ficción y periodismo. ros a la Plaza. ¿Y qué hay? ¿Por eso había que decididos a todo. Como, trágicamente, se verá.
Pero Rodolfo incluye un análisis, un compro- acribillarlos? Además ahí murieron hombres y Tal vez Valle pensara en un paseo masivo como
miso político que no está en Capote. El de mujeres de todas las condiciones: ricos, pobres, una demostración de fuerza y punto. Entre
Rodolfo es el texto que habría escrito Sartre de peronistas, antiperonistas, viejos, niños, etc. tanto, Aramburu y Rojas redactaban decretos de
meterse en esta historia. Pero Sartre no era un “Este episodio criminal (dice Ferla), este acto pena de muerte.
irlandés obstinado, un ajedrecista talentoso, un terrorista comparable al cañoneo de Alejandría
matemático. Escribo esto y pienso en Lilia, su y ciudades persas efectuados por la flota inglesa EL MACARTISMO DE LA
compañera. Siempre pienso en ella cuando también con propósitos de escarmiento, no LIBERTADORA
escribo sobre Rodolfo porque ella lo acompañó tiene antecedentes en la historia de los golpes Al hablar del confinamiento de los militares
hasta el final. Y, una vez muerto él (que, por de Estado. Porque hasta en la lucha entre nacio- peronistas leales en los barcos Washington y
suerte, no llegó vivo a la ESMA), ella, con un nes está proscripto el ataque a ciudades indefen- París me reservé la carta de esta otra obsesión de
coraje inaudito, anduvo por Buenos Aires sas y porque la guerra aérea, con el bombardeo la dictadura: los comunistas. Quienes pensaban
repartiendo la Carta a la Junta. Una vez entra a poblaciones civiles, ha sido una tremenda pasarla bien con Rojas y Aramburu ya que habí-
en un bar, va hacia la barra y ya se prepara a calamidad traída como novedad por la última an hecho correctamente sus deberes democráti-
dejar unos ejemplares de la Carta cuando entra guerra mundial, que ha merecido el repudio cos. No: se lanzó una razzia contra ellos que fue
una patrulla de milicos dispuesta a investigar a unánime universal” (Ibid., p. 27). Claro que sí: patética y brutal. “Los comunistas sufrieron la
todos. Lilia pone la Carta en la cartera amplia el bombardeo del 16 de junio fue nuestro Guerni- persecución de la Revolución Libertadora luego
que lleva, da media vuelta y se dirige a la puer- ca. Luego Ferla se concentra en Perón. Aten- del alivio inicial que les produjo el derrocamien-
ta. Se abre paso tranquila, serenamente entre los ción, este hombre sereno, que sabe mucho, es to de Perón. La desconfianza se acrecentó con la
milicos y sale a la calle y se va. “Yo era invisi- digno de ser escuchado: “Desde hace tres años profundización de la línea política impuesta por
ble”, me dirá. “Estaba segura de serlo y creer –tiempo que coincide sugestivamente con la Aramburu-Rojas, con la prédica anticomunista
eso me hacía lo que yo quería y necesitaba ser: muerte de su esposa– (...) no sabe si profundi- coherente con los tiempos de la Guerra Fría y el
invisible.” zar la revolución –ni cómo hacerlo– o ponerle alineamiento argentino a los dictados prove-
Walsh era un irlandés que escribía novelas fin (...). Hay momentos en que piensa armar a nientes de Washington” (Germán Ferrari-San-
policiales de enigma. Escribía en Leoplán, en los obreros y otros en que desea abandonar la tiago Senén González, “El Ave Fénix”, “El sindi-
Vea y lea. Escribía cuentos breves, ingeniosos. política. Planteadas las cosas en términos de calismo entre la ‘Libertadora’ y las ‘62 organiza-
Tres portugueses bajo un paraguas (sin contar al violencia, que no le permiten su propio juego ciones’ (1955-1958)”, a editarse en Editorial
muerto), por ejemplo. Llueve. Hay cuatro por- de masas, Perón se siente desconcertado, confu- Corregidor). La Libertadora era abiertamente
tugueses, cada uno con su sombrero, bajo un so, abatido” (Ibid., p. 27). El antiperonismo macartista, como sus adherentes culturales de
paraguas. Muere uno de los portugueses. Que- toma el poder más por obra del desarme espiri- Sur. Al fin de cuentas, terminaban identificando
dan tres. Dos tienen seco el sombrero. El otro tual del peronismo que de una victoria militar al peronismo con el comunismo.
lo tiene mojado en la parte de atrás. Quién propiamente dicha... (Ibid., p. 35) Esto justifica “El momento de mayor tensión entre el PC y
mató al primero. El que tiene mojada la parte fuertemente la intentona de Valle. Si en 1955 el gobierno (siguen Ferrari y Senén González) se
de atrás, porque tuvo que darse vuelta para ase- hubo “desarme espiritual”, ellos, en 1956, están produjo a comienzos de abril de 1957, con la
sinar a su víctima. No sé si a ustedes les parece dispuestos a todo y las masas los seguirán: será ilegalización del comunismo y una serie de raz-
una obra maestra esto, pero yo lo leí de niño en otro 17 de octubre. Sobre la derrota de Perón zias contra sus militantes que llevaron a la cárcel
Leoplán y me gustó mucho. Era como un bom- (cuya causa Valle conocía y se proponía subsa- a varios centenares de adherentes de todo el país,
bón. Un juego. Una exquisitez. Pudo haber nar), Ferla es contundente: “Perón no fue ven- entre ellos, el poeta chileno Pablo Neruda, que
sido el John Dickson Carr argentino. También cido militarmente (...), las fuerzas leales domi- por esos días había arribado a Buenos Aires. Esas
publica, en la mítica Serie Naranja, sus Varia- naban por completo la situación (...). La psiquis acciones, que se denominaron ‘Operación Car-
ciones en rojo. Son cuentos británicos. Con el de Perón no la resistió. La gran confusión lo denal’, culminaron con un hecho grotesco:
muerto, el enigma, los sospechosos y el detecti- había envuelto también a él. El peronismo cayó decenas de comunistas y ‘camaradas de ruta’
ve que resuelve el caso con su ingenio imbati- vencido espiritualmente. Su adversario esgrimía fueron encerrados en el vapor París, varios kiló-
ble. Este hombre estaba un día jugando al aje- un arma de la que carecía en ese momento: metros adentro del Río de la Plata, bajo la ame-
drez: “La primera noticia sobre los fusilamien- había logrado crear una mística. A esa mística, naza de la Marina de hundir el buque, que se
tos clandestinos de junio de 1956 me llegó de el peronismo sólo ofrecía la mística del líder, encontraba para el desguace. Algunas de las per-
forma casual, a fines de ese año, en un café de algo sumamente frágil como para embarcarse en sonalidades encerradas fueron los políticos Héc-
La Plata donde se jugaba al ajedrez” (Rodolfo una guerra” (Ibid., p. 35). Franklin Lucero, el tor P. Agosti, Rodolfo y Orestes Ghioldi, el abo-
Walsh, Operación Masacre, Ediciones De la jefe del Ejército, empuja a Perón hasta último gado Rodolfo Aráoz Alfaro, el músico Osvaldo
Flor, 2007, p. 17). En ese mismo lugar, seis momento. Nada consigue. Sólo los castigos que Pugliese y el escritor Leónidas Barletta, director
meses antes, le había llegado algo del estruendo le caerán encima después y que relatará en su del semanario Propósitos”. (Ibid., inédito aún).
de la asonada de Valle. Se va a su casa. En la libro El precio de la lealtad. ¿Sabía Perón que al No es posible dudar: los presos comunistas de la
madrugada, escucha a un locutor que anuncia irse dejaba aquí a sus leales, quienes deberían, Libertadora eran hombres de prestigio y meter-
que dieciocho civiles han sido ejecutados en tal como lo dice Lucero, pagar por el precio de los presos era una burrada fenomenal. Juan L.
Lanús, que hay una ola de sangre en el país, que esa lealtad? Sí, lo sabía. Pero estaba vencido Ortiz y José Portogalo. El gran escenógrafo,
se ha fusilado a Valle. “Tengo demasiado para interiormente. Valle comprende esa situación. maestro de los más grandes escenógrafos del tea-
una sola noche. Valle no me interesa. Perón no Comprende el cansancio del líder. Pero sabe tro argentino, el mítico Saulo Benavente y...
me interesa, la revolución no me interesa. que en septiembre ellos eran más. ¿Por qué no ¡Pablo Neruda! Eso es tener nivel para meter en
¿Puedo volver al ajedrez?” (Ibid., p. 18). Estos habrán de serlo ahora? Sólo les falta Perón. cana. En cuanto a los políticos del PC, apena
son los destinos fascinantes. Los de los tipos Pondrán ellos la cuota de fe y de fervor y de que tan poco le hayan servido a Rodolfo Ghiol-
que se encuentran con una coyuntura que los ganas de luchar que al líder le faltó y luego lo di sus defensas de la oligarquía, del diario La
da vuelta, que los cambia para siempre: no, ya traerán, porque no desconocen su liderazgo. Prensa y La Nación. Basta: los tiempos habían
no volverá al ajedrez. Además, y no olvidemos Saben que las masas lo quieren a Perón. En cambiado. Eran los de la Guerra Fría y los
que Rodolfo era un cartógrafo de primera línea, ningún momento Valle quiere reemplazarlo. comunistas... a la sentina.
le llega una noticia que no puede resistir: hay Sólo quiere ser el soldado leal que lo traiga de Volvemos a Walsh. Se ha encontrado con “ese
un fusilado que vive. “No sé qué es lo que con- nuevo a la patria. fusilado que vive”. Con Juan Carlos Livraga.
sigue atraerme en esa historia difusa, lejana, eri- La gesta de la rebeldía se hace en cautiverio. “Livraga me cuenta su historia increíble; la creo
zada de improbabilidades. No sé por qué pido Todos los jefes leales a Perón están presos en el en el acto. Así nace aquella investigación, este
hablar con ese hombre, por qué estoy hablando barco Washington. Luego los trasladan al París. libro. La larga noche del 9 de junio vuelve sobre
con Juan Carlos Livraga” (Ibid., p. 19). Pero (¡Ya veremos quiénes van a recalar también en el mí” (Ibid., p. 19). Su vida cambiará, abandona-
esto no es lineal. No sólo Walsh va a conducir París!) Luego, a otros confinamientos más tole- rá su casa, su trabajo, cambiará de nombre, ten-
nuestro relato. En 1964, un peronista de la rables. Valle va a una quinta en General Rodrí- drá una cédula falsa, cargará con un revólver “y
rama nacionalista, un hombre de una sencillez guez, que es de su suegra. Aquí crea un Movi- a cada momento las figuras del drama volverán
conmovedora, de quien recién en estos días don miento de recuperación nacional. “Va en busca de obsesivamente: Livraga bañado en sangre cami-
Arturo Peña Lillo está editando sus libros, se la solidaridad de sus camaradas, los ‘leales’ de nando por aquel interminable callejón por
ocupará también de la revolución de Valle. Es septiembre, quienes experimentan sus mismos donde salió de la muerte, y el otro que se salvó
Salvador Ferla, que morirá humilde, sobrio, sentimientos y tienen sus mismas opiniones” con él disparando por el campo entre las balas, y
PRÓXIMO viviendo de un kiosco en un barrio del Gran (Ibid., p. 44). los que se salvaron sin que él supiera y los que no
Buenos Aires. Ferla es autor de esa joyita que es La cuestión para la gente de Valle es sencilla, se salvaron” (Walsh, Ibid., 19. Cursivas mías).
DOMINGO
Historia argentina, con drama y humor. Un pero tal vez no lo sea tanto. La evaluación que Continuará.
buen tipo, no son todos malos en esta historia hacen es la siguiente: a) Las masas siguen siendo
Operación triste. “Al decir ‘pueblo’ (dice Ferla) nos referi- peronistas. Siempre han tenido una vocación Colaboración especial:
Masacre mos en especial a la clase trabajadora, pues si movilizadora. Lo demostraron el 17 de octubre. Virginia Feinmann - Germán Ferrari

IV Domingo 15 de junio de 2008

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