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Contenido
Temperatura:
Bacterias:
Entre 50,000 y 100,000 por mililitro en productores individuales, antes que su leche sea
mezclada con la otros productores, menor a 300,000 por mililitro en la mezcla de leches de
diversos productores antes de la pasteurización.
Antibióticos:
Fuente: "Florida Milk & Milk Products Law" - "Rules and Regulations," Chapter 502.
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2. Composición Normal en la Leche
Agua: 84-90%
Grasa: 2-6%
Proteína: 3-4%
Lactosa: 4-5%
Cenizas: < 1%
5. Mastitis
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La Mastitis ocurre en dos formas: clínica y sub-clínica. La mastitis sub-clínica provoca
mayores pérdidas, porque el contagio no es notable. Las pérdidas por mastitis clínica
ocurren debido a la leche que se pierde por anormalidades y residuos de antibióticos. En la
mastitis sub-clínica, las pérdidas ocurren debido a la reducción en la producción de leche
como resultado del tejido dañado en las ubres.
Células Pérdidas
Somáticas en Leche
100.000 3%
200.000 6%
300.000 7%
400.000 8%
500.000 9%
600.000 10%
700.000 11%
1.000.000 12%
Fuente: DeLaval
Conocimiento:
Evaluación de Riesgos:
a. Equipo de ordeño.
b. Proceso de ordeña.
c. Medio ambiente.
d. Plan de acción.
e. Monitoreo de mastitis y de la calidad en la leche.
a. Equipo de Ordeño:
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b. Proceso de ordeño:
c. Medio Ambiente:
Cambio de camas y limpieza de corrales mientras las vacas están siendo ordeñadas.
Echaderos y corrales amplios para evitar enfermedades en las ubres.
Buen manejo de las vacas durante la etapa de secado.
Conocer estado de salud y corporal de hembras que ingresan al hato.
Filtrar animales con mastitis u otras enfermedades.
d. Plan de Acción:
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El HACCP consta de las siguientes etapas:
Manejo preventivo:
8. Control de Calidad
Muestreo de la leche:
Pruebas
Organolépticas:
Observar las superficies de la leche y de las tapas en envases que contienen la leche.
Descartar leche que contenga colores y olores anormales.
Descartar leche que contenga partículas de suciedad.
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Lactómetro:
Alcohol:
Esta prueba se utiliza cuando se sospecha que la leche está agria (ácida).
Esta prueba se basa en el hecho de que las proteínas en la leche ácida, como por
ejemplo, debido a la formación de ácido láctico por bacterias, son susceptibles a la
precipitación por alcohol. Si la mezcla de cantidades iguales (p. ej. 2.0 ml.) de leche
y 68% de alcohol en tubo de ensayo, resulta en la coagulación de las proteínas,
indica que la leche está ácida y no es apta para pasteurización, porque las proteínas
en leche ácidas pierden estabilidad frente a las temperaturas utilizadas en la
pasteurización. Por esta razón se recomienda aplicar la prueba de alcohol a cada lote
de leche destinada a la pasteurización.
Calor:
9. Producción de Leche
El manejo del ganado lechero puede comprarse con el entrenamiento intensivo que reciben
atletas sobresalientes a nivel mundial. Los atletas requieren condiciones óptimas para
aprovechar el potencial genético y lograr altos rendimientos en las pistas de competencia.
El ganado lechero requiere de buen manejo y acondicionamiento para que el potencial
genético sea aprovechado, es decir, la disposición de las vacas para producir leche. Las
equivocaciones y descuidos en el manejo del ganado lechero, así como las fluctuaciones en
la vida de las vacas, enseñan siempre cosas nuevas a sus propietarios.
En la última lactancia, ésta vaca y su entrenador tuvieron problemas por descuidos que
persistieron desde el inicio del período seco hasta el día del parto. Durante el período seco,
el sobrepeso y excesiva condición corporal en la vaca, provocaron complicaciones
posteriores como fiebre de leche crónica, fluctuaciones en la producción, problemas en
patas, disminución de la fertilidad y alto conteo de células somáticas en la leche. El
sobrepeso y excesiva condición corporal en la vaca permanecieron sin cambios hasta el día
del parto. Su condición corporal de 4.5 debía estar entre 3.0 y 3.5.
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En condiciones normales se espera incremento adecuado del peso en las vacas durante las
últimas semanas del período seco, ya que la cría crece alrededor de 500 gramos diarios al
final de la gestación. Esta vaca utilizó sus reservas de grasa para el crecimiento de la cría,
lo cual provocó balance negativo de energía y, como consecuencia problemas al momento
del parto y posteriores.
En el período del parto la vaca perdió 105 Kg. de peso (la cría pesó 50 Kg.). De éste modo,
el peso corporal de la vaca disminuyó repentinamente. Después del parto, el peso y la
condición corporal de ésta vaca continuaron decreciendo hasta llegar a 1.75 su condición
corporal y a 265 Kg. la pérdida total de peso. En promedio la vaca había utilizado alrededor
de 3 Kg. de grasa corporal por día, cuando normalmente es aceptable la combustión de
hasta un kilo de grasa diario durante las primeras semanas de lactancia. No fue sino hasta
después de los 55 días de lactancia, que la vaca comenzó paulatinamente a recuperar su
condición normal, y sólo después de 403 días de lactancia la vaca pudo iniciar su período
seco con una condición corporal de 3.5 y un peso de 820 Kg.
Es bien sabido que la ingesta de materia seca en las vacas se reduce en promedio 15%
durante el período seco, con máxima reducción en la última semana de éste período. Los
problemas de ésta vaca iniciaron con el período seco, debido al tipo y método de
alimentación, así como por razón de la insuficiente supervisión. El sobrepeso y excesiva
condición corporal causaron un balance negativo de energía frente a los requerimientos
energéticos que se incrementaban. De éste modo, la ingesta de materia seca se mantuvo por
debajo de las necesidades nutricionales del animal, y el nivel de insulina en la sangre se
redujo debido a la alta demanda de energía. La vaca entonces comenzó a utilizar sus amino
ácidos (proteína del tejido muscular) y grasa corporal (fuente de energía), lo cual empeora
las cosas porque se desencadenan reacciones negativas, es decir, la grasa corporal liberada
ocasiona disminución persistente en la ingesta de materia seca, así como incremento del
balance negativo de energía en detrimento de la condición corporal de la vaca.
Esta vaca mantuvo su peso durante las tres últimas semanas antes del parto, cuando era
necesario que su peso incrementara. La degeneración de la grasa durante el período seco
tiene serias consecuencias en la condición general y reproductiva de las vacas. Algunas de
las consecuencias son bien conocidas: fiebre de leche crónica, quistes en los ovarios,
desplazamiento de abomaso, mastitis, etc. Por otra parte, las vacas que utilizan su grasa
corporal como fuente de energía en el período seco y guardan el exceso de grasa como
triglicéridos, tarde o temprano sufrirán síndrome de hígado graso, y por consiguiente no
podrán digerir suficiente alimento. Esto fue lo que ocasionó problemas a ésta vaca, así
como a su propietario y al entrenador.
Conservar el mismo peso en las últimas semanas del período seco indica que la ingesta de
alimento se encuentra por debajo de los requerimientos de la vaca. El primer día después
del parto, ésta vaca tuvo que ser tratada dos veces al día contra fiebre de leche (Ca-Mg)), y
su producción de leche no pudo ser normal sino hasta después de mucho tiempo. Además,
en la leche el contenido de grasa (6.28%) en relación con la proteína (3.66%) indicaban
sobre la inadecuada condición en la vaca. Cuando la diferencia entre grasa y proteína es
mayor a 1.5%, resulta conveniente el tratamiento con propylene-glycol.
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La relación grasa-proteína en la leche de ésta vaca, no pudo ser normal sino hasta alrededor
de los 200 días de lactancia.
Otro problema fue el alto conteo de células somáticas en la leche de ésta vaca.
Habitualmente, el conteo de células no debe exceder el límite crítico de 250’000. Sin
embargo, en ésta vaca sólo cuatro lecturas fueron menores de 250’000. Estos conteos
fueron tomados cuando la producción de leche de ésta vaca fue más alta, lo cual indica sin
duda que la dilución formaba parte importante en el conteo de células somáticas. Un alto
conteo de células afecta la producción de leche, y con frecuencia tiene origen en el período
seco, debido a errores en el manejo y falta de supervisión, cuyos efectos causan
disminución en la resistencia del animal. Esta misma vaca tuvo que ser tratada en dos
ocasiones por mastitis en el cuarto delantero derecho. El análisis bacteriano mostró que la
bacteria causante de mastitis fue Staphylococcus Aureus.
Esta bacteria difícil de controlar, fue la razón del alto conteo de células somáticas.
Generalmente se obtienen buenos resultados al tratar intensivamente el tipo clínico de
mastitis, pero el tipo subclínico es difícil de controlar. Los efectos benéficos de los
tratamientos preventivos contra mastitis, aplicados durante el período seco, y el buen
manejo, así como el acondicionamiento óptimo de las vacas harán visibles en partos
posteriores. Era difícil que ésta vaca padeciendo fiebre de leche y teniendo problemas en
ubre y patas, quedara preñada a tiempo. Es necesario que las vacas se encuentren en buenas
condiciones antes de ser inseminadas, y la vaca aquí mencionada no es la excepción a ésta
regla. En éstas circunstancias, después del parto en ésta vaca hubo retención de placenta, y
los ovarios se encontraban inactivos debido al balance negativo de energía. La vaca sólo
mostró débiles señales de estro. Es importante palpar el útero y los ovarios regularmente
para que las vacas puedan ser diagnosticadas y tratadas tempranamente. El tratamiento con
prostaglandina mejoró las condiciones de ésta vaca, y tres días después del tratamiento
mostró claras señales de estro. La primera inseminación no fue exitosa, pero en el siguiente
estro la vaca quedó preñada finalmente,
Lo anterior muestra que resulta primordial poner atención en la nutrición de las vacas
durante el período seco, para evitar problemas subsecuentes. Es también fundamental
mantener óptima estimulación de las funciones en el rumen, suministrar suficientes
cantidades de alimentos fibrosos durante la etapa temprana del período seco e incluir
gradualmente alimentos ricos en almidón tres semanas antes del parto, y durante el período
de transición. Los cambios en la dieta deben ser graduales, porque la bacteria, protozoarios
y hongos en el rumen requieren tiempo para adaptarse a los nuevos alimentos. Gran parte
de la capacidad en la vaca para ingerir alimentos está determinada por las papilas del
rumen. La eficiencia en la digestión de los ácidos grasos volátiles, depende de la calidad
(ej. longitud), así como de la cantidad de papilas en el rumen. Los alimentos fibrosos
suministrados al inicio del período seco, causan disminución en la longitud de las papilas,
debido a la cantidad de ácido acético y escaso propionato. Al proporcionar alimentos ricos
en almidón se reduce la cantidad de microorganismos que producen ácido acético en el
rumen, y al mismo tiempo aumenta notablemente la cantidad de microorganismos que
producen propionato. El propionato fomenta el aumento en la longitud de las papilas en el
rumen.
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Normalmente las raciones alimenticias suministradas durante el período seco, contienen
abundantes cantidades de iones con cargas positivas (cationes), sodio y potasio que pueden
dar lugar a hipocalcemia en las vacas. En éste sentido se recomienda proporcionar sales
aniónicas durante la última etapa del período seco, para reducir el riesgo de hipocalcemia.
La cantidad de sales aniónicas requerida, puede ser calculada mediante el PH (acidez) en la
orina. El PH ideal durante el período seco debe estar entre 5.5 y 6.5. Valores de PH entre
7.0 y 8.0 podrían indicar que la vaca está sufriendo de hipocalcemia. Es recomendable
analizar regularmente el PH en la orina durante el período seco, particularmente en las
últimas semanas.
La etapa crítica en la vida de las vacas se presenta entre el inicio del período seco y el parto.
La salud de la vaca, así como su producción y reproducción dependen en buena parte del
adecuado manejo y acondicionamiento durante éste período. Este período de transición es
el que tiene mayor impacto en la lactancia. La ingesta adecuada de materia seca durante el
período seco es de vital importancia para minimizar las posibilidades de un balance
negativo de energía en el animal, y el riesgo de síndrome de hígado graso. La vaca que ha
sido bien alimentada y acondicionada irradia salud, aún durante el parto.