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Presentación
Tanto por su posición privilegiada a la salida del istmo interamericano, como por su
extensión y la variedad de sus ambientes, Colombia debió de ser, desde épocas remotas,
lugar de paso y lugar de asentamiento para numerosas poblaciones de tradiciones
lingüísticas diferentes. Lugar de paso o de asentamiento para pueblos mesoamericanos
en movimiento hacia Suramérica ; lugar de paso o de asentamiento para pueblos
suramericanos en movimiento hacia Centroamérica o Norteamérica; laboratorio
milenario donde se encontraron, evolucionaron y se fragmentaron, las múltiples lenguas
que hoy se hablan en la selva amazónica, las sabanas de la Orinoquía, el macizo andino,
la costa pacífica, la Sierra Nevada de Santa Marta, el desierto guajiro ; las múltiples
lenguas que hasta hace poco se hablaban en el valle del Magdalena, en la costa caribe,
en las tres cordilleras.
La preocupación por reducir esta diversidad de lenguas aparece donde quiera que uno
esté confrontado al fenómeno. Desde el indígena witoto del Igara-Paraná, que trata de
explicar hoy, con relatos míticos, por que el paisano del Caquetá habla "distinto, pero
más parecido" que otro paisano del Putumayo , hasta las huestes de Jiménez de Quesada
que escrutaban ansiosamente el grado de entendimiento de los indios traídos de Santa
Marta con los indios de Vélez en las puertas del mundo chibcha.
Antes de entrar a proyectar un orden o una clasificación sobre esta diversidad empírica
y para evitar caer en ciertas falacias persistentes, es requisito epistemológico tratar de
reflexionar un poco sobre el objeto "lengua". Y, se debe primero, anotar que las lenguas
no son individuos biológicos sino sistemas simbólicos, instituciones sociales. No tienen
vida propia de tipo biológico ; suponen seres vivos que las utilicen. Ni nacen, ni mueren
por sí solas, ni se reproducen en otra lengua distinta. Su modo de ser se puede designar
bajo el término de "tradición" y con eso significamos una práctica de transmisión-
modificación-adaptación.
De cualquier acto de comunicación simbólica se puede decir que pertenece o no a tal
tradición. Y más aún de cualquier acto de comunicación lingüística. De ahí que se pueda
censar en un territorio dado un numero bastante preciso de tradiciones lingüísticas
diferentes. Pero esta "identidad" de una lengua no es la "individualidad" de un animal.
Dos tradiciones distintas pueden interrelacionarse, fundirse la una en la otra, permitir
actos de comunicación mixtos, etc. También puede una misma tradición dividirse en
varias tradiciones separadas si van mermando los actos de comunicación que las
manifiestan, las mantienen y las cambian. Estas propiedades nos obligan a tomar con
cierta distancia la idea de clasificaciones "genéticas" entre lenguas, las afirmaciones
sobre "lenguas-madres", "lenguas-hermanas", "familias de lenguas", etc. También nos
obligan a considerar con ironía la pretensión, a veces explícita, de reconstruir un estado
original con unas pocas lenguas primitivas, "ancestros" a partir de los cuales se podría
dibujar un cuadro genealógico.
Afortunadamente, no estamos del todo carentes de recursos. La observación lingüística
permite establecer relaciones entre fenómenos lingüísticos, relaciones que interpretamos
como índices de prácticas lingüísticas comunes anteriores. Ulteriormente se busca
sistematizar y ampliar estas relaciones, lo que ayuda a proyectar una luz tenue sobre el
pasado. No parece que nuestro entendimiento actual de lo que es el lenguaje humano
nos deje ir mucho más allá. Cada época propuso una clasificación de estas tradiciones
en función de lo que pensaba que era una lengua. El gran desarrollo de la lingüística en
los dos últimos siglos abrió un horizonte investigativo en el que apenas estamos
avanzando, en cuanto a las lenguas indígenas colombianas se refiere. Situaremos lo que
sigue en relación a las exigencias de este horizonte investigativo.
B. Primeros intentos clasificatorios
Tempranamente, el conquistador español percibió la diferenciación de lenguas, y a
menudo se escudó detrás de ella para justificar las dificultades de su empresa. Es dificil
medir el componente objetivo que se esconde en afirmaciones como ésta :
" Por lo cual hay tanta barbarie en sus lenguas que de una lengua unos a otros no se
entienden y habla cada uno su lengua. Es cierto haber más lenguas diferentes unas de
otras, que lenguas hay en toda la provincia" (Friede J.,1975 : tomo 5,109, citado por
Triana y Antorveza H., 1987 : 27) .
Los mecanismos de fragmentación lingüística que aún hoy se pueden observar en
algunas partes del país, nos permiten entre ver la realidad que causó el asombro del
español. Es probable igualmente que su misma actitud le impidiera percibir redes de
comunicación lingüística y afinidades entre lenguas que se sobreponían a esta división.
Los intentos que se dan en el siglo XVI y XVII para ordenar este supuesto caos son
escasos (Fray Esteban de Asensio, Fernandez de Piedrahita), y van dirigidos
principalmente a averiguar el área de expansión de las lenguas más habladas, según la
perspectiva de entonces de buscar "lenguas generales". Se trata de reagrupar a partir de
datos geográficos y culturales, o a partir del mismo testimonio indígena, más que de
establecer una clasificación fundamentada en la observacion intrínseca de las lenguas.
Hay que esperar el siglo XVIII para que los jesuítas de las misiones de los llanos del
Orinoco empiecen a despejar el campo. Algunos como Joseph Gumilla aplican a las
lenguas americanas el concepto de lengua matriz, ya en uso en Europa :
También en continuidad con los trabajos de Paul Rivet, conviene citar al lingüista checo
Chestmir Loukotka (1895-1958). A lo largo de su actividad de universitario
americanista, Loukotka fue recogiendo y analizando una inmensa documentación que le
permitió elaborar una clasificación general de las lenguas de América del sur, la más
completa y detallada de todas las que tenemos a disposición (Loukotka :1968).
En los años cincuenta los lingüistas norteamericanos Mac Quown, Greenberg y
Swadesh tratan de reducir drásticamente el panorama intrincado de las lenguas
americanas mediante la elaboración de macro-clasificaciones. Basándose sobre las
clasificaciones anteriores, establecen agrupaciones mayores a partir del examen de listas
estándares de palabras. La metodología de tales intentos nunca ha sido muy explicitada
y creemos, por mucho que les acompañe una justificación matemática (Greenberg J.
1987 : Appendix B) que proceden de hipótesis que se van combinando una sobre otra
con un margen de error consecuente demasiado alto. En teoría, se hace comparación
masiva ("mass comparison"), cotejando datos lexicales estándares de cada lengua con
datos lexicales seleccionados, supuestos cognados, que habrían definido pre-
agrupaciones anteriores ( en realidad se siguen esquemas clasificatorios presentes en la
literatura (Gilij, Brinton, Rivet, Lehmann, Loukotka). Así se va determinando en qué
agrupación es preferible incluir la lengua examinada. No nos queda claro cómo se
incluye todo un grupo en otro. A esta comparación lexical "masiva" se añade algo de
información gramatical estudiando la distribución continental de ciertos rasgos como el
sistema personal, los demostrativos, etc. Tampoco queda claro si el mapa de distribución
de estas formas gramaticales coincide con el mapa de los grupos constituídos a partir del
léxico. A continuación presentamos la última gran clasificación de Greenberg en su
libro de 1987, que revisa muy poco el esquema de 1956 (Greenberg J : 1956) y que ha
dado lugar a mucha polémica ( Campbell L. : 1988).
Greenberg postula la unidad originaria de todas las lenguas del continente americano
menos las del grupo Nadene y las del grupo Esquimal. Todas estas lenguas procederían
de una cepa única que llama "amerindio". Este amerindio se habría fragmentado en 11
ramas : Macro-Ge, Macro-Pano, Macro-Caribe, Ecuatorial, Macro-Tucano, Andino,
Chibcha-Paez, Amerindio central, Hoka, Penutiano y Almosan-keresiouan. Las lenguas
habladas en Colombia se encontrarían en las ramas : Macro-Caribe, Ecuatorial, Macro-
Tucano, Chibcha-Paez. Esta sería la composición interna de estas ramas (subrayamos
las familias lingüísticas presentes en Colombia) :
Caribe Kukura
Macro-
Andoque Witoto
Caribe
Bora Yagua
Auake, Muniche,
Auixiri, Nambikwara,
Canichana, Natu,
Catuquina, Pankaruru,
Macro- Gamella, Puinave ( =Macú-
Tucano Huari, Puinave), Shukuru,
Iranshe, Ticuna,
Kaliana, Tucano,
Koaia, Uman,
Maku, Yurí.
Mobima,
a) familias chibchas que incluyen un
"núcleo chibcha" con Antioquia ,
b) familias paeces que
Aruak (arhuaco),
incluyen un "núcleo páez"
Chibcha,
con Andaquí,
Cuna,
Barbacoa,
Guaymí,
Chocó y Páez propio,
Malibu ( = chimila),
más Allentiac,
Motilón (= barí),
Chibcha Atacama,
Misumalpan,
-Paez Betoi,
Rama,
Chimú,
Talamanca,
Itonama,
más Cuitlatec,
Jirajara,
Lenca,
Mura,
Paya,
Timucua,
Tarascan,
Warrau.
Xinca y Yanoama.
La familia lingüística maya consiste de cinco sub-familias e incluye muchas lenguas que
se hablan en México, Guatemala, y Belice. En México, las lenguas mayas se hablan en
siete estados de la república: Chiapas, Tabasco, Yucatán, Quintana Roo, Campeche, San
Luis Potosí y Veracruz. En Chiapas, todas las lenguas son mayas (excepto el zoque), al
igual que casi todas las lenguas indígenas de Guatemala. (Los mapas siguientes
muestran la distribución aproximada de estas lenguas, tomando en cuenta algunas
migraciones recientes.) El número de hablantes de las lenguas mayas es más de 1 millón
y medio, y es así como esta familia es una de las dos más grandes de México. (La otra
es la familia náhuatl.)
Hay muchas ruinas de la civilización maya antigua en los estados de Chiapas y Yucatán,
y también en Guatemala. Estos sitios arqueológicos y los artefactos descubiertos en
ellos muestran un sentido estético muy avanzado: en escultura de piedra, cerámica,
piezas fundidas de metales preciosos, mosáicos, y la talla de cristal y jade—todos
producidos sin herramientas metálicas. Los Mayas ya habían inventado el símbolo
abstracto del cero para simplificar las matemáticas mucho tiempo antes de que se usara
en Europa, y el calendario maya fue más antiguo y eficiente que el calendario juliano
que usaban los españoles que conquistaron México.
Durante los años cincuenta, se podía distinguir el origen de la gente por la ropa
característica de los hombres y las mujeres. Actualmente, muchos compran su ropa en
tiendas, sobre todo los hombres. Las mujeres en regiones altas prefieren la ropa
tradicional con sus faldas largas hechas de lana de sus propias ovejas. Algunos de sus
rebozos también eran hechos de lana, los cuales les daban a ellas y a sus bebés mucha
más protección en los días fríos.
La dieta típica de los mayas consiste de maíz, frijoles y calabaza. Algunos cultivan
jardines pequeños cerca de sus casas donde plantan col, rábano y otras verduras. Mucha
gente maya no tiene suficiente terreno para cultivar el maíz necesario para sus familias,
ni tienen tampoco bastante tierra forestada de donde obtener leña, así que buscan tierra
dondequiera puedan. Especialmente los tzeltales aumentaron su territorio durante la
segunda mitad del siglo XX, migrando a la selva lacandona en el este de Chiapas.
Muchas lenguas de esta familia suelen tener palabras largas y complejas, con muchos
Este Gran Imperio, el más extenso de América y uno de los más grandes
de la antiguedad abarcó casi toda la parte de Occidental de Sudamerica
(Desde Colombia, pasando por Ecuador y Perú,Bolivia hasta cubrir
Chile y parte de Argentina). Con una población de mas de 12 millones
de habitantes unidos por una sola lengua, el Quechua. Estaba gobernado
por un emperador llamado Inca. Su capital, la ciudad de Cusco,
(Ombligo en quechua), ubicada en medio de los Andes, era llamado por
sus pobladores 'Ombligo del Mundo', ya que ellos pensaba que fuera
del imperio no existían pueblos civilizados. Los Incas fueron los
especialistas en la piedra. Con ella construían casi todo, Edificios
Públicos, Templos, Sistemas de Regadío, Canales y Fuentes de Agua,
Esculturas, etc. Son famosas sus inmensas piedras (de cientos de
toneladas) talladas como piezas de inmensos rompecabezas para
encajar a la perfección con las otras piezas.