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La fenomenología del objeto estético debe ahora dejar sitio a la fenomenología de la percepción estética; en verdad, no solo la prepara, sino que también la presupone, dado el grado de relación existente entre el objeto y la percepción, especialmente en la experiencia estética. Sin embargo, si hemos podido introducir su distinción no ha sido simplemente mediante un artificio metodológico: hemos constatado y verificado, a través del análisis de la obra, que el objeto estético reivindicaba la autonomía del en-sí y merecía ser considerado por sí mismo. No obstante, es en la percepción donde él se realiza, y no hemos dejado de hacer referencia a esta percepción; sabemos ya que su fin es el aparecer en el objeto estético, y lo que es este objeto. Lo importante será poner en relieve los caracteres propios de la percepción estética, y para eso confrontarla con la percepción ordinaria. Mantendremos esta confrontación a lo largo de nuestra descripción.
Titolo originale
Fenomenología de la experiencia estética - Volumen II. La Percepción Estética - Mikel Dufrenne
La fenomenología del objeto estético debe ahora dejar sitio a la fenomenología de la percepción estética; en verdad, no solo la prepara, sino que también la presupone, dado el grado de relación existente entre el objeto y la percepción, especialmente en la experiencia estética. Sin embargo, si hemos podido introducir su distinción no ha sido simplemente mediante un artificio metodológico: hemos constatado y verificado, a través del análisis de la obra, que el objeto estético reivindicaba la autonomía del en-sí y merecía ser considerado por sí mismo. No obstante, es en la percepción donde él se realiza, y no hemos dejado de hacer referencia a esta percepción; sabemos ya que su fin es el aparecer en el objeto estético, y lo que es este objeto. Lo importante será poner en relieve los caracteres propios de la percepción estética, y para eso confrontarla con la percepción ordinaria. Mantendremos esta confrontación a lo largo de nuestra descripción.
La fenomenología del objeto estético debe ahora dejar sitio a la fenomenología de la percepción estética; en verdad, no solo la prepara, sino que también la presupone, dado el grado de relación existente entre el objeto y la percepción, especialmente en la experiencia estética. Sin embargo, si hemos podido introducir su distinción no ha sido simplemente mediante un artificio metodológico: hemos constatado y verificado, a través del análisis de la obra, que el objeto estético reivindicaba la autonomía del en-sí y merecía ser considerado por sí mismo. No obstante, es en la percepción donde él se realiza, y no hemos dejado de hacer referencia a esta percepción; sabemos ya que su fin es el aparecer en el objeto estético, y lo que es este objeto. Lo importante será poner en relieve los caracteres propios de la percepción estética, y para eso confrontarla con la percepción ordinaria. Mantendremos esta confrontación a lo largo de nuestra descripción.
Mikel Dufreny@
Fenomenologia de la
| Experiencia Estética
VOLUMEN I
La Pereepeidn Estetica
Ez... Torres Editor saTERCERA PARTE
FENOMENOLOGIA
DELA
PERCEPCION ESTETICALa fenomenologia del objeto estético debe ahora dejar sitio a la
fenomenologia de la percepcion estética; en verdad, no s6lo la prep
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entre el objeto la percepcién, especialmente en la experiencia estéti-
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Simplemente mediante un artificio metodologico: hemos constatado y
‘etificado, através del andlisis de la obra, que el objeto estético revi
dicaba la autonomia del en-s y merecia ser eonsiderado por si mismo.
[No obstante, es en la percepcion donde él se realiza, yno hemos deja
do de hacer referencia a esta percepciom; sabemos ya que su fines el
parecer del objeto esttio, y lo ques este objeto. Lo importante sera
poner de relieve los caraterespropios de la percepeién estética, y para
fo conftontarla con la percepcién ordinaria. Mantendremos esta
confrontacin al largo de nuestra descripién,
En este sentido, adaptaremos nucsira tatea a una teoria general de
la percepeiny aceptaremos la distincién de tes momentos que cons-
deraremos sucesivamente: presencia, representaciOn y reflexiGn. Esta
distineion puntualizasensiblemente los tes aspectos que habiamos dis
tinguido en el objeto estético: lo sensible, el objeto representado y el
‘mundo expresado, No hay motivo para sorprendernos, porque el obie:
tesco es también objeto peribido. Pero tampoco hay que dejarse
‘engafar por una comparacién afortunada y pronto se veré que el obje-
to representado por el objeto estético, es decir, su materiasujeto, no
agota tl solo el plano dela representacon, puesto que lo sensible tam:
bign debe ser representado y no solamente vvido, y ademas, se sos
pecha ya dello la interpretacion del expresién en la percepeion este
tiea, dado que apela al sentimiento, reemplaza 0, en todo cas0, se une
A lareflexi&n, mas que dentificarse con ella Por lo demés, no hay que
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