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DECLARACION DE DERECHOS EN VIRGINIA

La Asamblea que la aprobó se reunió en mayo y junio de 1776 en la ciudad


de Williamsburg, Estado de Virginia (Estados Unidos de América).
ARTICULO I.-
Todos los hombres son por naturaleza igualmente libres e independientes y
poseen ciertos derechos propios, de los que, al entrar en sociedad, no
pueden ser privados, ni despojada su posteridad por ningún pacto, a saber:
el goce de la vida y de la libertad con los medios de adquirir y poseer la
propiedad y de perseguir y obtener la felicidad y seguridad.

ARTICULO II.-

Todo poder corresponde al pueblo, del cual, por tanto, se deriva. Los
magistrados son los comisarios y servidores del pueblo responsables ante él
en todo tiempo.

ARTICULO III.-

Todo gobierno ha sido o debe haber sido instituído para el beneficio común,
protección y seguridad del pueblo, nación o comunidad; de todos los
sistemas y formas de gobierno el mejor es el que es capaz de producir la
mayor suma de felicidad y seguridad, y ofrece más eficaces garantías
contra el peligro de la mala administración. Cuando se ve que un Gobierno
no llena o contraría estos fines, la mayoría de la comunidad tiene derecho
indudable, inalienable e indestructible a reformarlo, alterarlo o abolirlo de la
manera que juzgue más conducente, al bién público.

ARTICULO IV.-

Ningún hombre o grupo de hombres tiene derecho a disfrutar emolumentos


o privilegios exclusivos o independientes del resto de la comunidad a no ser
en consideración a servicios públicos, no siendo aquellos transmisibles, ni
los cargos de magistrado, legislador o juez hereditarios.

ARTICULO V.-

Los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial deber estar separados y ser


distintos; y para que los miembros de ellos se abstengan de oprimir,
sintiendo y compartiendo las cargas del pueblo, serán reducidos en períodos
fijos a la condición de particulares y volverán al cuerpo de donde
originariamente salieron, siendo cubiertas las vacantes en elecciones
frecuentes, ciertas y regulares, en las que todos los miembros que han
cesado, o alguno de ellos, serán reelegidos o no según las leyes dispongan.

ARTICULO VI.-
Las elecciones deben ser libres, y todos los hombres que acrediten
suficientemente tener interés y lazos comunes permanentes con la
comunidad gozarán del derecho de sufragio y no se les podrá exigir
contribución, ni se les privará de su propiedad para usos públicos sin su
consentimiento o el de sus representantes así elegidos ni serán obligados,
invocando el bién público, por ninguna ley a que no hayan asentido en la
forma expresada.

ARTICULO VII.-

Todo poder de suspender las leyes o su ejecución, conferido a alguna


autoridad sin consentimiento de los representantes del pueblo, lesiona los
derechos de éste y no debe ser ejercido.

ARTICULO VIII.-

En todo procedimiento criminal el acusado tiene derecho a conocer la causa


y naturaleza de su acusación; a ser careado con los acusadores y testigos; a
aducir pruebas en su favor y a ser juzgado prontamente por un jurado
imparcial de doce convecinos suyos, sin cuyo voto unánime no puede
declarársele culpable. Nadie será compelido a declarar contra sí mismo, ni
se privará a nadie de libertad sino con arreglo a las leyes del país o al fallo
de sus pares.

ARTICULO IX.-

No deben exigirse fianzas excesivas ni imponerse multas demasiado


grandes, ni infligirse castigos crueles o extraordinarios.

ARTICULO X.-

Son opresivos y tiránicos y no deben dictarse autos en que se ordene a un


agente de policía o de justicia registrar lugares sospechosos sin haber
pruebas de que se ha cometido un acto punible, o apoderarse de algunas
personas que no se nombre o cuyo delito no se describa particularmente, y
se demuestre con pruebas.

ARTICULO XI.-

En las controversias relativas a la propiedad y en los litigios entre


individuos, el antiguo juicio por jurados de doce hombres es preferible a
cualquiera otro y debe conservarse como sagrado.

ARTICULO XII.-

La libertad de imprenta es uno de los grandes baluartes de la libertad, y no


debe ser restringida por gobiernos despóticos.
ARTICULO XIII.-

Una milicia bien disciplinada compuesta del pueblo y diestra en las armas es
la defensa propia, natural y segura de un Estado Libre. Debe evitarse que
haya en tiempos de paz ejércitos permanentes por ser peligros para la
libertad, y en cualquier caso, las tropas deben estar subordinadas al poder
civil y ser gobernadas por él.

ARTICULO XIV.-

El pueblo tiene derecho a un Gobierno uniforme, y, por tanto, no se eregirá


ni establecerá ningún Gobierno independiente del de Virginia en los límites
de este territorio.

ARTICULO XV.-

No pueden conservar los pueblos un Gobierno libre o el beneficio de la


libertad sino mediante la firme adhesión a la justicia, la moderación, la
templanza, la frugalidad y la virtud y la frecuente apelación a los principios
fundamentales.

ARTICULO XVI.-

La religión, o el deber que tenemos para con nuestro Creador y la manera


de cumplirlo; puede ser dirigido tan sólo por la razón y el convencimiento,
no por la fuerza o violencia; por esta causa todos los hombres tienen el
mismo tienen el mismo derecho al libre ejercicio de su religión, siendo deber
de todos el practicar la indulgencia cristiana, la caridad y el amor de una
para con los otros.

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