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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DEL PERÚ

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN

MODELO COGNITIVO SISTÉMICO DE

LA COMUNICACIÓN AUTISTA

Proyecto de trabajo de investigación para optar el Título de:

Licenciada en Ciencias de la Comunicación

MARILIA LUCÍA BAQUERIZO SEDANO

Huancayo, Perú

Julio 2012
CAPÍTULO I

PLANTEAMIENTO DEL ESTUDIO

1.1. Determinación del problema

Los Trastornos del Espectro Autista (TEA), son trastornos del desarrollo
de inicio precoz, que comportan alteraciones en la interacción social, la
comunicación, y la flexibilidad de conductas, intereses y actividades (1).

Hace tres décadas, se estimaba que una de cada diez mil personas en el
mundo, cumplía con los criterios de algún TEA (2); investigaciones
recientes en diferentes países, señalan que actualmente, es una de cada
ochenta (3). Este alarmante incremento, se ha intentado explicar desde
los posibles factores contribuyentes, sin embargo, no está claro aún si es
producto de cambios en las definiciones clínicas que actúan como base
de los estudios epidemiológicos o se trata de un aumento real debido a
variables ambientales (4).

Los cambios en las definiciones clínicas, se dan como consecuencias


temporales de discusiones nosográficas, y se han dado desde que Eugen

2
Bleuler en 1911 introdujera por primera vez el término autismo (5).La
compleja naturaleza de los TEA y la ausencia de marcadores biológicos
para el diagnóstico, hacen que aunque los síntomas sean evidentes y
suelan presentarse antes de los tres años (3), los TEA sigan siendo vistos
con un halo de extrañeza e incapacidad.

Los sistemas de clasificación y diagnóstico, especialmente desde hace


tres décadas (DSM III-IV-IV.TR1; CIE102), han intentado ordenar los
conocimientos con el fin de capturar científicamente el espectro. En los
DSM no se contempla el concepto de espectro y se incluye los TEA
dentro de los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD). En esta
categoría, se diferencia al Trastorno autista, Trastorno de Rett, Trastorno
desintegrativo infantil, Trastorno de Asperger y Trastorno generalizado
del desarrollo no especificado de otra forma (6).

El Trastorno autista [299.00], recogido en la CIE 10 con el nombre de


Autismo infantil [F 84.0], es considerado la patología de comunicación por
antonomasia (7), y en la práctica psiquiátrica, la presencia o ausencia de
deficiencias comunicativas es fundamental, pues a partir de ellas se
infiere alteraciones en la interacción social y la flexibilidad
comportamental.

Sin embargo, las deficiencias comunicativas, para la práctica psiquiátrica


son exclusivamente trastornos de lenguaje. Cuando Riviere y Belinchon

1
El DSM es el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, elaborado por la
American Psychiatric Association. Es una guía que resulta de un acuerdo mundial entre
especialistas, donde se establece la gnosografía de cada trastorno. El número que acompaña las
siglas, se refiere a le versión; la versión vigente es el DSM IV.TR, publicada el 2002 (APA, 2002).

2
El CIE-10 es el acrónimo de Clasificación internacional de enfermedades, décima versión
(desarrollada en 1992 y actualizado al 2003). Es un documento elaborado por la Organización
Mundial de la Salud que clasifica y codifica las enfermedades. Tiene un capítulo específico
dedicado a los trastornos mentales.

3
en 1981 (8), asentaron las bases para conceptuar el autismo,
reconocieron a éste como una tendencia natural de evitar el uso del
lenguaje como instrumento de comunicación y representación. Y a partir
de ellos, se considera que no hay funciones de interacción comunicativa
que no pasan por el lenguaje representacional (7).

López (9), después de realizar una revisión crítica del discurso actual de
la psiquiatría y psicología, encuentra que esta concepción se corresponde
con el Modelo lingüístico estructuralista de Sassure y Chomsky, donde se
considera que no hay funciones de interacción comunicativa que no
pasan por el lenguaje representacional. Enuncia, cuestionando a esta
concepción, que más que incapacidad o alteración en la comunicación, el
autismo plantea la emergencia de nuevas lógicas delirantes propias, a
partir de las cuales se procura una nueva salud.

La apuesta teórico crítica que presenta López (7), da cuenta del cariz
positivo y productivo de los TEA. Se infiere a partir de ella, que por su
naturaleza, los TEA tienen dos compuestos, uno objetivo y otro subjetivo.
Lo objetivo es la parte que existe independientemente del observador, lo
que se consideraría irrefutable y se relaciona con la base física y
biológica. Lo subjetivo, es más bien lo ambiguo y relativo, la parte
dependiente del observador, sobre las que se dan interminables
discusiones nosográficas, que correspondería a niveles psicológicos y
metafísicos.

Con el fin de demostrar la validez de la apuesta teórica de López y


mejorar la comprensión del fenómeno de comunicación autista, se
propone en el presente proyecto construir un modelo, asumiendo como
base los componentes objetivos y replanteando los subjetivos. El modelo
será construido bajo los lineamientos metodológicos de la Teoría
Cognitivo Sistémica de la Comunicación (10), que desde una mirada

4
integral, precisamente, configura la comunicación en los niveles físico,
biológico, psicológico y metafísico.

Por tratarse el fenómeno de la comunicación del Trastorno autista, un


campo altamente complejo, se plantea abordarlo de forma sistemática,
desde un enfoque mixto y un diseño transformativo secuencial.

Se recogerá datos cuantitativos, utilizando el Children’s Communication


Chek-list 1.1 (11), un instrumento que considera los aspectos formales
(sintaxis, léxico, fonología, prosodia) y pragmáticos (semántica,
pragmática) de la comunicación, para luego cualificar estos datos y
construir sobre ellos el modelo, mediante un proceso cualitativo de teoría
fundamentada, relacionando primero las características a nivel biológico y
físico del autismo que pueden explicarlos datos obtenidos, y luego las
características a nivel psicológico y metafísico que pueden mejorar la
comprensión global del sistema.

Problema general

¿Es válida la Teoría Cognitiva Sistémica de la Comunicación para cosntruir


un modelo que explique el fenómeno de comunicación autista?

Problemas específicos

(1) ¿Cuáles son los aspectos formales y pragmáticos del lenguaje propios
del fenómeno de comunicación autista?
(2) ¿Cuáles son las características a nivel biológico y físico del autismo que
pueden explicar los aspectos formales y pragmáticos del lenguaje
propios del fenómeno de comunicación autista?
(3) ¿Cuáles son las características a nivel psicológico y metafísico del
autismo que pueden explicar los aspectos formales y pragmáticos del
lenguaje propios del fenómeno de comunicación autista?

5
1.2. Objetivos

Objetivo general

Construir un modelo que explique el fenómeno de comunicación autista,


desde la Teoría Cognitiva Sistémica de la Comunicación.

Objetivos específicos

(1) Conocer los aspectos formales y pragmáticos del lenguaje propios del
fenómeno de comunicación autista.
(2) Determinar las características a nivel biológico y físico del autismo que
pueden explicar los aspectos formales y pragmáticos del lenguaje
propios del fenómeno de comunicación autista.
(3) Determinar las características a nivel psicológico y metafísico del
autismo que pueden explicar los aspectos formales y pragmáticos del
lenguaje propios del fenómeno de comunicación autista

1.3. Justificación

El autismo aún presenta un concepto esquivo y se manifiesta


paradójicamente ante la ciencia (9). La prevalencia de los TEA se ha
incrementado de forma alarmante en las últimas décadas (4). Se trate o no
de un aumento real, es necesario replantear desde otras perspectivas su
nosología3, incluyendo en los estudios métodos integradores que admitan la
injerencia de diversas disciplinas.

3
Ciencia que tiene por objeto describir, explicar, diferenciar y clasificar la amplia
variedad de enfermedades y procesos patológicos existentes, entendiendo estos como
entidades clínico-semiológicas, generalmente independientes e identificables según
criterios idóneos.

6
Las causas del autismo son desconocidas, se sospecha principalmente de
la influencia de factores genéticos, infecciosos, bioquímicos, inmunológicos
y fisiológicos (6). Sin embargo, no hay meta revisiones que los organice y
contraste. La presunción de estos factores genera el componente objetivo;
es importante analizar los avances recientes y las tendencias de
investigación, para generar nuevas concepciones psicológicas y filosóficas,
que logren comprender la naturaleza de los TEA y permitir, por ende,
mejorar el diagnóstico, el tratamiento y la prevención.

Finalmente, el paradigma constructivista sugiere que la realidad emerge de


la interacción entre el observador y lo observado. Es de vital importancia
que se desarrollen investigaciones que intenten comprender la naturaleza
de ésta patología, no cerrándose en criterios diagnósticos reduccionistas y
condicionantes, sino abriéndose a la exploración cercana, directa y humana
de las personas con autismo, entendiendo que éstas, como toda persona,
tienen un mundo que funciona como un sistema que tiende al equilibrio y
puede contener elementos que parecen anormales para una mayoría, pero
pueden constituir perfectamente un núcleo existencial, proveedor de
síntomas positivos, para los autistas.

Si se cambia la perspectiva del observador, entonces cambiará la realidad, y


en este caso, un enfoque mixto, que pretende capturar al fenómeno de la
comunicación autista de forma global, generará un modelo integral que
presente las interacciones entre los diversos niveles y elementos,
pretendiendo impulsar así, la reevaluación de la teoría clínica, la
reformulación del concepto social y sobretodo familiar y personal del
Trastorno autista.

7
CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

2.1. Antecedentes del problema

Atravesando una muralla invisible: Teorías de la comunicación y


semiótica autista. José López Salazar. Pontificia Universidad
4
Javeriana, Facultad de Comunicación social. Bogotá 2008.

El trabajo plantea un análisis teórico-crítico a las teorías de la comunicación


que estan a la base de la comprensión actual del autismo. Tras revisar los
presupuestos lingüísticos y las semióticas de base que han prefigurado el
autismo como discapacidad y alteración en la función comunicativa, López
pretende mostrar cómo el autismo más que incapacidad o alteración en la

4
Trabajo de grado que recibió mención honorífica de la carrera de Comunicación
Social y fue seleccionado por la Pontificia Universidad Javeriana para representarla en
el Concurso Nacional Otto de Greiff 2009 a los mejores trabajos de grado de Colombia.

8
comunicación, plantea la emergencia de una lógicas delirantes propias,
desde las cuales se procura una nueva salud.

López revalúa la naturaleza del lenguaje y propone explorar nuevas


perspectivas para abordar los síntomas, abriendo su comprensión a
procesos de heterogénesis. De esa forma, el autor se aventura a considerar
los déficits comunicativos, no como déficits, sino como nuevas formaciones
existenciales, totalmente funcionales.

Éste antecedente es útil para el presente planteamiento de investigación,


por la perspectiva alternativa con la que entiende los procesos de
comunicación. Las críticas a los paradigmas clásicos sirven como base
teórica.

2.2. Bases teóricas

2.2.1. A la caza de un concepto esquivo

Las ideas concernientes al autismo, han pasado por varios periodos. Éstos
reflejan las discusiones alrededor de la nosografía de los trastornos
calificados como autísticos y de su clasificación en los sistemas de
diagnóstico (5).Éstos demuestran además, la existencia de una extrañeza
permanente frente al trastorno y la presencia de un halo de incapacidad para
conceptuarlo.

El término autismo aparece por primera vez en la monografía Dementi


praecox oder Gruppe der Schizophrenien redactadapor Eugen Bleuler
(1857-1939) y publicada en Viena en 1911. Desde su etimología griega
“autos” significa “sí mismo” opuesto a “otro” y Bleuler planteaba que era el
repliegue de la vida mental del sujeto sobre sí mismo, el cierre del mundo
interior frente a la realidad exterior (análogo a lo que Freud llama

9
autoerotismo), que implicaba la dificultad extrema o la imposibilidad de
comunicarse con los demás (12).
La intención de Bleuler era sustituir la noción de Dementia praecox,
enfermedad que Emil Kraeplin (1856-1926) había definido como forma de
psicosis esquizofrénica de inicio en la juventud, por el término autismo. El
psiquiatra Eugéne Minkowski (1885-1972), asistente de Bleuler, entendió
años después al autismo como “la pérdida del contacto del élam vital con la
realidad” y lo asoció también con la esquizofrenia.Se hablaba además del
autismo como “la retirada activa al terreno de la fantasía que presentaban
los pacientes esquizofrénicos” (13).

Las primeras clasificaciones de enfermedades, elaboradas después de la


primera guerra mundial por el Bureau de la Santé de la Société des Nations
[SDN], no tenían un capítulo específico para los trastornos mentales.
Cuando la Organización de Naciones Unidas [ONU]remplaza a la SDN y
confía a la OMS la clasificación internacional de enfermedades, se publica la
CIE-5 y se considera en ella el autismo dentro del capítulo consagrado a las
psicosis esquizofrénicas del adulto.

El espíritu de la descripción inicial de Bleuler se mantuvo hasta que a finales


de la Segunda guerra mundial aparecieran dos contribuciones importantes
para el estudio de la psicopatología infantil (5).

Léo Kanner (1894-1981) publicó en 1943 el artículo Autistic disturbance of


affective contact, donde describía, a partir del análisis de once casos
observados en niños pequeños un cuadro clínico caracterizado por la
aparición precoz de una sintomatología marcada por la inmovilidad del
comportamiento (sameness o addicted to routine), la soledad (someness) y
un retraso importante o una ausencia de la adquisición del lenguaje verbal
(14, 15).

10
En oposición a los planteamientos de Bleuler, Kanner sostiene que el
autismo puede no remitirse a psicosis de tipo adulto (Dementia praecox) y
puesto que el síndrome suele presentarse en niños pequeños, debe
definirse más en términos de conducta infantil que en términos de
modificación de criterios adultos (12).Sus observaciones, desarrolladas
hasta 1956 que publicara Early Infantile Autism, cambian el enfoque en el
análisis del autismo.

Por esos mismos años, empleando el término autismo, Hans Asperger


(1906-1980) describe un cuadro clínico diferente al de Kanner y en Die
Autistiche Psychopathen in Kindersalter, publicado en 1944, señala que el
autismo puede manifestarse en sujetos de mayor edad y sin el retraso
significativo en el desarrollo cognitivo y la adquisición del lenguaje. Frente al
contexto histórico (Austria, donde vivía; estaba sometido al régimen nazi),
Asperger asume una actitud protectora y enfatiza en las dotes
sorprendentes en diversos terrenos intelectuales de los sujetos autistas, con
lo que se muestra que no se trata de retrasos mentales o trastornos
psicóticos comunes (16; 5)

El primer periodo de estudio de autismo (1943-1963), que contenía a Kanner


y Asperger, estuvo influenciado por el enfoque psicodinámico, que
consideraba que hay en el autista una fijación autoerótica, lo que hace que
no se constituya el yo como unidad diferenciada del resto de las cosas.
Sobre esta idea se creía que el aislamiento del infante era producto de la
inafectividad de sus padres (8). Frente a la polémica que generó esta
relación causal y a su falta de demostración empírica, se revaluó el enfoque
y se propuso un enfoque propio de la psicolingüística y la psicología
cognitiva.

Así, en el segundo periodo (1963-1983), el autismo pasó de ser un trastorno


emocional de carácter psicótico a ser un trastorno de la competencia

11
comunicativa, cognitiva y lingüística (17). La investigación experimental en
psicología a partir de la modificación controlada del medio y la promoción de
conductas funcionales permitió pasar de la descripción de casos, a la
evaluación cognitiva y la intervención para el desarrollo de habilidades
lingüísticas (8). A partir de los años setenta, se empieza a dar una visión
más integral y sistémica, sin embargo, el tratamiento del autismo, se centra
casi siempre en la terapia de lenguaje.

Riviere (17) señala un último periodo (1983 a la actualidad), guiado por un


enfoque evolutivo. Se asume que el autismo se trata de una desviación
cualitativa del desarrollo normal. El DSM IV y la CIE 10, basados en este
supuesto, denominan a la categoría que recoje al autismo, Trastornos
generalizados del desarrollo. Aunque se entienda que el autismo no es una
alteración cuantitativa sino cualitativa, su cuadro clínico sigue siendo
intelegible sólo en ausencia de capacidades.

Recientemente, Lorna Wing (18) junto a otros especialistas, han sugerido el


concepto de “espectro autista” para remitir a un conjunto de síntomas
definido por la conducta diversa del autista, que puede estar a muy
diferentes trastornos neurobiológicos. Frente a la posibilidad de que algunos
trastornos del desarrollo estén asociados al autismo, sin describir
propiamente su cuadro, Wing plantea la aternativa de pensar el autismo no
como una categoría bien definida, sino como un continuo “que se presenta
en diversos grados en diferentes cuadros del desarrollo” (17). Su mirada es
más abierta y el DSM V, que se estima será publicado el 2013, cambiará la
denominación TGD por TEA.

Los intentos por delimitar un marco preciso para el autismo, desde


diferentes enfoques, han seguido la moda científica y el trastorno no ha
cesado de filtrarse entre cada discurso y teoría. Para López (9), ante una

12
lógica que se le presenta ajena, el autismo no es más que el reflejo de las
limitaciones de un análisis que sólo hace visible “vacíos” y “carencias”.

Espectro autista y Trastorno autístico

Siguiendo la mirada contemporánea de Wing (18), pero aún sobre los


manuales vigentes, se considera la denominación Trastornos de Espectro
Autista (TEA) análoga a Trastornos Generalizados de Desarrollo, categoría
que forma parte en el DSM IV.TR de los Trastornos de inicio en la infancia,
la niñez y la adolescencia.

Este grupo de trastornos, como ya se ha visto, están caracterizados por una


perturbación grave y generalizada de varias áreas del desarrollo: habilidades
para la interacción social, habilidades para la comunicación o la presencia
de comportamientos, intereses y actividades estereotipados (6). Al comparar
las categorías codificadas en la CIE-10 y el DSM IV.TR, se constatan
algunas diferencias, en razón a los trastornos que incluyen..

Tabla 1. Comparación de categorías codificadas (5).

CIE-10 DSM IV.TR


F 84.0 Autismo infantil 299 Trastorno autístico

299.10 Trastorno desintegrativo de la


F 84.1 Autismo atípico
infancia

F 84.2 Síndrome de Rett 299.80 Síndrome de Rett

F 84.3 Otro trastorno desintegrativo de la infancia

Hiperactividad asociada a retraso mental y


F 84.4
a movimientos estereotipados

F 84.5 Síndrome de Asperger 299.80 Síndrome de Asperger

299.80 Otros trastornos invasores del


F 84.8 Otros trastornos invasores del desarrollo
desarrollo

Otros trastornos invasores del desarrollo


F 84.9
no precisados

13
El Trastorno autista, propiamente dicho, es para la CIE-10, F84 y para el
DSM IV.TR, 299. Con el objetivo de hacer una presentación exhaustiva, se
hará una descripción casi literal de lo que aparece en el DSM IV.TR sobre
las características diagnósticas, los síntomas y trastornos asociados, los
síntomas dependientes de la edad y el sexo, y el curso del trastorno (6).

o Características diagnósticas

Las características esenciales del trastorno autista son la presencia de un


desarrollo marcadamente anormal o deficiente de la interacción y
comunicación sociales y un repertorio sumamente restringido de actividades
e intereses. Las manifestaciones del trastorno varían mucho en función del
nivel de desarrollo y de la edad cronológica del sujeto. A veces el trastorno
autista es denominado autismo infantil temprano, autismo infantil o autismo
de Kanner.

i. Deficiencias en la interacción social

Las deficiencias de la interacción social son importantes y duraderas. Puede


darse una notable afectación de la práctica de comportamientos no verbales
múltiples (p. ej., contacto ocular, expresión facial, posturas y gestos
corporales) en orden a regular la interacción y comunicación sociales. Puede
existir una incapacidad para desarrollar relaciones con coetáneos
apropiados al nivel de desarrollo, incapacidad que puede adoptar diferentes
formas a diferentes edades.

Los sujetos de menor edad pueden tener muy poco o ningún interés en
establecer lazos de amistad. Los sujetos de más edad pueden estar
interesados por unas relaciones amistosas, pero carecen de la comprensión
de las convenciones de la interacción social. Puede faltar la búsqueda
espontánea de disfrutes, intereses u objetivos compartidos con otras
personas (p. ej., no mostrando, llevando o señalando objetos que

14
consideran interesantes). Puede estar presente una falta de reciprocidad
social o emocional (p. ej., no participando activamente en juegos sociales
simples, prefiriendo actividades solitarias o implicando a otros en actividades
sólo como herramientas o accesorios «mecánicos»).Con frecuencia el sujeto
tiene sumamente afectada la conciencia de los otros. Los sujetos que sufren
este trastorno pueden prescindir de otros niños (incluyendo sus hermanos),
carecer de todo concepto relativo a las necesidades de los demás o no
percibir el malestar de otra persona.

ii. Alteraciones en la comunicación

También es muy notable y persistente la alteración de la comunicación, que


afecta tanto las habilidades verbales como las no verbales. Puede
producirse un retraso del desarrollo del lenguaje hablado o incluso su
ausencia total. En los sujetos que hablan cabe observar una notable
alteración de la habilidad para iniciar o sostener una conversación con otros,
o una utilización estereotipada y repetitiva del lenguaje o un lenguaje
idiosincrásico.

También se observa una falta de juego usual espontáneo y variado o de


juego imitativo social propio del nivel de desarrollo del sujeto. Cuando se
desarrolla el habla, el volumen, la entonación, la velocidad, el ritmo o la
acentuación pueden ser anormales (p. ej., el tono de voz puede ser
monótono o se formulan finales de frase con entonación interrogativa). Las
estructuras gramaticales suelen ser inmaduras e incluir un uso estereotipado
y repetitivo del lenguaje (p. ej., repetición de palabras o frases prescindiendo
de su significado; repetición de rimas o de lemas comerciales) o un lenguaje
metafórico (esto es, un lenguaje que sólo puede ser comprendido
claramente por quienes están familiarizados con el estilo comunicativo del
sujeto).

15
Puede ponerse de manifiesto una alteración de la comprensión del lenguaje
merced a la incapacidad para comprender preguntas, instrucciones o
bromas simples. El juego imaginativo suele estar ausente o notablemente
alterado. Estos sujetos también tienden a no implicarse en las rutinas o
juegos imitativos simples propios de la infancia o la primera niñez, o lo
hacen sólo fuera de contexto o de una manera mecánica.

iii. Patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos,


repetitivos y estereotipados

Pueden demostrar una preocupación absorbente por una o más pautas de


interés restrictivas y estereotipadas que resultan anormales, sea en su
intensidad sea en sus objetivos; una adhesión aparentemente inflexible a
rutinas o rituales específicos, no funcionales; manierismos motores
repetitivos y estereotipados; o una preocupación persistente por partes de
objetos.

Los sujetos con trastorno autista despliegan una gama de intereses


marcadamente restringida y suelen preocuparse por alguno muy limitado (p.
ej., recopilando datos sobre meteorología o estadísticas de fútbol). Pueden
alinear un número exacto de juguetes del mismo modo una y otra vez, o
reproducir repetitivamente los comportamientos de un actor de televisión.
Pueden insistir en la identidad o uniformidad de las cosas y resistirse o
alterarse ante cambios triviales (p. ej., un niño pequeño puede experimentar
una reacción catastrófica ante un pequeño cambio en el ambiente, como son
unas cortinas nuevas o un cambio en la colocación de la mesa del
comedor). A menudo se observa un notable interés por rutinas o rituales no
funcionales o una insistencia irracional en seguir determinadas rutinas (p.
ej., seguir exactamente la misma ruta para ir a la escuela).

Los movimientos corporales estereotipados incluyen las manos (aletear, dar


golpecitos con un dedo) o todo el cuerpo (balancearse, inclinarse y

16
mecerse). Pueden estar presentes anomalías posturales (p. ej., caminar de
puntillas, movimientos manuales y posturas corporales extravagantes).
Estos sujetos experimentan una preocupación persistente por ciertas partes
de los objetos (botones, partes del cuerpo). También pueden resultar
fascinados por un movimiento (p. ej., el girar de las ruedas de un coche, el
abrir y cerrar de una puerta, un ventilador eléctrico u otro objeto que dé
vueltas rápidamente). La persona puede estar intensamente vinculada a
algún objeto inanimado (p. ej., un trozo de cordel o una pieza de goma).

o Síntomas y trastornos asociados

i. Características descriptivas y trastornos mentales asociados

En la mayor parte de los casos existe un diagnóstico asociado de retraso


mental, habitualmente en un intervalo moderado (CI 35-50).
Aproximadamente el 75 % de los niños con trastorno autista sufre retraso.
Pueden existir alteraciones del desarrollo de las habilidades cognoscitivas.
El perfil de las habilidades cognoscitivas suele ser irregular, cualquiera que
sea el nivel general de inteligencia (p. ej., una niña de 4 años de edad con
un trastorno autista puede ser capaz de leer, esto es, presentar una
hiperlexia).

En muchos niños con un trastorno autista funcionalmente superior, el nivel


de lenguaje receptivo (o sea, la comprensión del lenguaje) es inferior al del
lenguaje expresivo (p. ej., vocabulario). Los sujetos con trastorno autista
pueden presentar una amplia gama de síntomas comportamentales, que
incluyen hiperactividad, campo de atención reducido, impulsividad,
agresividad, comportamientos autolesivos y, especialmente los niños
pequeños, pataletas. Pueden observarse respuestas extravagantes a los
estímulos sensoriales (p. ej., un elevado umbral para el dolor,
hipersensibilidad ante los sonidos en los contactos físicos, reacciones
exageradas ante la luz o los colores, fascinación por ciertos estímulos).

17
Pueden producirse irregularidades en la ingestión alimentaria (p. ej., dieta
limitada a muy pocos alimentos, pica) o en el sueño (p. ej., despertar
recurrente o balanceo nocturno). Pueden presentarse alteraciones del
humor o la afectividad (p. ej., reír o llorar sin motivo observable, ausencia
aparente de reacciones emocionales). Cabe observar una ausencia de
miedo en respuesta a peligros reales y un temor excesivo en respuesta a
objetos no dañinos. Suelen presentarse distintas comportamientos
autolesivos (p. ej., cabezazos o mordiscos en los dedos, las manos o
muñecas).En la adolescencia o en los inicios de la vida adulta, los sujetos
con trastorno autista y capacidad intelectual suficiente pueden deprimirse en
respuesta a la toma de conciencia de sus graves déficit.

ii. Hallazgos de laboratorio

Cuando un trastorno autista se asocia a una enfermedad médica, se


obtienen datos de laboratorio coherentes con esa enfermedad. Se han
hallado diferencias de grupo en medidas de la actividad serotonérgica, pero
carecen de valor diagnóstico en el trastorno autista. En algunos casos
pueden resultar anormales los estudios por neuroimagen, pero no se ha
identificado claramente un patrón específico. Son frecuentes las alteraciones
del EEG, incluso en ausencia de trastornos convulsivos.

iii. Hallazgos de la exploración física y enfermedades médicas asociadas

En el trastorno autista pueden observarse distintos síntomas o signos


neurológicos no específicos (p. ej., reflejos primitivos, retraso del desarrollo
de la dominancia manual). A veces el trastorno se presenta asociado a una
enfermedad neurológica o médica (p. ej., encefalitis, fenilcetonuria,
esclerosis tuberosa, síndrome del X frágil, anoxia connatal, rubéola
materna). Alrededor del 25 % de los casos experimenta crisis convulsivas
(particularmente en la adolescencia).

18
o Síntomas dependientes de la edad y el sexo

En el trastorno autista, la naturaleza de la alteración de la interacción social


puede modificarse con el paso del tiempo, pudiendo variar en función del
nivel de desarrollo del individuo. En los niños pequeños cabe observar
incapacidad para abrazar; indiferencia o aversión hacia las manifestaciones
de afecto o de contacto físico; ausencia de contacto ocular, respuestas
faciales o sonrisas dirigidas socialmente, e incapacidad para responder a la
voz de sus padres. Como resultado de todo ello, los padres pueden estar
inicialmente preocupados ante la posibilidad de que su hijo sea sordo.

Los niños autistas pueden tratar a los adultos como seres intercambiables o
aferrarse mecánicamente a una persona específica. A lo largo del desarrollo,
el niño puede hacerse más dispuesto a participar pasivamente en la
interacción social e incluso puede interesarse más por dicha interacción. Sin
embargo, incluso en tales circunstancias, el niño tiende a tratar a otras
personas de modo desusado (p. ej., esperando que los demás respondan a
preguntas ritualizadas de forma específica, teniendo un escaso sentido de
los límites de los demás y actuando de manera inadecuada en la interacción
social).

En los sujetos de más edad cabe observar un excelente rendimiento en


tareas que implican memoria a largo plazo (p. ej., horarios de trenes, fechas
históricas, fórmulas químicas o recuerdo exacto de letras de canciones
escuchadas años antes), pero la información en cuestión tiende a repetirse
una y otra vez, sea o no sea propia en relación con el contexto social. El
trastorno se presenta en los varones con una frecuencia cuatro a cinco
veces mayor que en las mujeres. Sin embargo, las mujeres autistas son más
propensas a experimentar un retraso mental más grave.

19
o Curso

Por definición, el inicio del trastorno autista es anterior a los 3 años de edad.
En algunos casos los padres explican que se preocuparon por el niño desde
el nacimiento o muy poco después, dada su falta de interés por la
interacción social. Durante la primera infancia las manifestaciones del
trastorno son más sutiles, resultando más difíciles de definir que las
observadas tras los 2 años de edad.

En una minoría de casos el niño puede haberse desarrollado normalmente


durante el primer año de vida (o incluso durante sus primeros 2 años). El
trastorno autista tiene un curso continuo. En niños de edad escolar y en
adolescentes son frecuentes los progresos evolutivos en algunas áreas (p.
ej., interés creciente por la actividad social a medida que el niño alcanza la
edad escolar). Algunos sujetos se deterioran comportamentalmente durante
la adolescencia, mientras que otros mejoran. Las habilidades lingüísticas (p.
ej., presencia de lenguaje comunicativo) y el nivel intelectual general son los
factores relacionados más significativamente con el pronóstico alargo plazo.
Los estudios de seguimiento realizados hasta la fecha sugieren que sólo un
pequeño porcentaje de sujetos autistas llegan a vivir y trabajar
autónomamente en su vida adulta. Alrededor de un tercio de los casos
alcanza algún grado de independencia parcial. Los adultos autistas que
funcionan a un nivel superior continúan teniendo problemas en la interacción
social y en la comunicación, junto con intereses y actividades claramente
restringidos.

2.2.2. Autismo: una patología de comunicación

Modelos comunicativos que han prefigurado el autismo


Riviere y Belinchon (8), tras hacer una revisión de literatura clínica durante
25 años destacan en el autismo las siguientes alteraciones de lenguaje:
mutismo, ecolalia, inversión de pronombres, literalidad e inaccesibilidad del

20
lenguaje, dificultades severas en la comprensión, vocabulario reducido,
escacez en el habla espontánea, alteraciones en el tono, ritmo e inflexión de
la voz, falta de correspondencia entre prosodia y sentido, interés por el
sonido de las palabras y aparente falta de captación del sentido.
La literatura científica refiere que más del 50 % de niños con autismo, no
tienen dicurso útil y cerca al 25 % presentan continuamente problemas para
el lenguaje receptivo y expresivo (19). Los autores (8) señalan que los
componentes semánticos y pragmáticos del lenguaje están más afectados
que los componentes fonológicos y morfosintácticos. Se entiende, por ello,
que se enfatiza en la función de representación y comunicación del lenguaje,
y se hace referencia a un modelo lingüístico estructuralista planteado por
Saussure y Chomsky (9).
Precisamente el diseño de mecanismos terapeúticos se apoya en la
distinción entre competencia y actuación en la lingüística desarrollada por
Noam Chomsky. La terapia de lenguaje en la etapa anterior a la adquisición
de la competencia lingüística, se orienta hacia la construcción del lenguaje
como instrumento comunicativo y representacional. Mientras que en la etapa
posterior, la terapia se orienta al estímulo y desarrollo de la competencia, la
actuación.
Riviere, influido por la psicología cognitiva de los años setenta e imbricado
en la psicolingüística, plantea que las alteraciones de lenguaje son la
expresión de otras muchas alteraciones de tipo cognitivo, perceptivo,
conductual y comunicativo.

Trastornos del lenguaje típicos

Se puede categorizar los trastornos de lenguaje del autista, desde dos


planteamientos conceptuales distintos (1). Para Bishop, todos los trastornos
del lenguaje encajan con los trastornos específicos del lenguaje,
independientemente de que esté afectada la capacidad receptiva, expresiva
o ambas, pues asume que un déficit expresivo siempre va asociado a un

21
déficit de comprensión (20). Rapin, en cambio, enuncia categorías distintas
de los trastornos específicos del lenguaje, para definir con particularidad el
tipo de problema lingüistico (21).

Las descripciones de estos dos planteamientos conceptuales, no son


contradictorios y hasta se pueden complementar. En la siguiente tabla,
construida por Artigas (1) se resumen los trastornos del lenguaje descritos
en autistas.

Tabla 2. Trastornos del lenguaje en autistas

A. Agnosia auditiva verbal


B. Síndrome fonológico – sintáctico
C. Síndrome léxico – sintáctico
D. Trastorno semántico – pragmático del lenguaje
Turno de la palabra
Inicios de conversación
Lenguaje prefigurado
Clarificaciones
E. Mutismo selectivo
F. Trastornos de prosodia

A. Agnosia auditiva verbal

Esta alteración fue descrita por Rapin et al (21) y refiere la existencia de una
incapacidad para decodificar el lenguaje recibido por vía auditiva.

B. Síndrome fonológico – sintáctico

Es el trastorno del lenguaje más frecuente, tanto entre autistas como no


autistas (1). Se caracteriza por una pobreza semántica y gramatical
acompañada de una vocalización deficiente lo que hace que el lenguaje del
autista sea ininteligible sobre todo para adultos no familiarizados con su
forma de hablar. El trastorno se manifiesta como déficit expresivo.

22
C. Síndrome léxico – sintáctico

La alteración reside principalmente en la capacidad para evocar la palabra


adecuada al concepto o idea. Debido a que suelen sumarse dificultades
pragmáticas es difícil establecer los límites de este trastorno, tanto respecto
al síndrome semántico – pragmático, como fonológico – sintáctico (1).

D. Trastorno semántico – pragmático del lenguaje

Es el trastorno más interesante y estudiado en autistas (1). Esto se debe a


que no se relaciona exclusivamente con el déficit lingüístico, sino también es
una manifestación de las alteraciones en el área social.

Bishop (20), concibe que los trastornos específicos del lenguaje y los
trastornos autísticos no son términos excluyentes, sino que por el contrario
se ubican en un continuo.

El aspecto más interesante del modelo de Bishop, es la predominancia en el


espectro autista de las formas intermedias que pueden estar ubicadas en
cualquier punto blanco del diagrama. En una investigación, Gagnon et al
(1997) compara autistas de funcionamiento alto y niños diagnosticados de
síndrome semántico – pragmático y concluye que no se puede diferenciar
sintomáticamente a unos de los otros.

Gráfico 1. Alteraciones lingüísticas y sociales.

SINDROME DE
ASPERGER

Habilidades
sociales
- Recursos TRASTORNO
+
AUTISMO SEMÁNTICO
comunicativos
-

23
o Turno de la palabra

Los autistas tienen dificultades para pasar del rol de “el que habla” a “el
que escucha” (Baltaxe et al, 1977 en 1) y para identificar su turno. Se
atribuye este problema a la falta de contacto visual efectivo con el
interlocutor y al déficit de Teoría de la mente5 (22).

o Inicios de conversación

Para introducir un tópico en la conversación, se requiere de habilidades


lingüísticas y cognitivo-sociales. En los autistas, existe una dificultad para
identificar en qué momento la atención del interlocutor está en disposición
de permitir una actitud receptiva, lo cual también se atribuye al déficit de
Teoría de la mente. Dentro de esta alteración pragmática, se puede intuir
la tendencia de los autistas a reiterar la misma pregunta,
independientemente de la respuesta (Hurtig et al, 1982 en 1)

o Lenguaje figurado

El autista tiene dificultades en el uso habitual de formas lingüísticas


figuradas: metáforas, dobles sentidos, significados implícitos y formas de

5
Existe un cúmulo de investgaciones que soportan a la Teoría de la mente (ToM) como
modelo explicativo de los TEA (Calderón, 2012). Según Tilapu-Ustárroz, Pére-Sayes,
Erekatxo-Bilbao y Pelegrín-Valero (2007), ésta se refiere a la “habilidad que tenemos
los seres humanos para comprender y predecir la conducta de otras personas, sus
conocimientos, sus intenciones y sus creencias”. En trabajos con personas con TEA
cerca del 80% responden incorrectamente en pruebas para ToM. Se ha relacionado a
la ToM con el reciente descurimiento de las neuronas espejo, nombre que se le da al
patrón neuronal que en una persona (observadora) se activa en forma similar al patrón
neuronal de otra (ejecutora). Rizozolatti (1996) ha profundizado en la existencia de
dichas neuronas y afirma que estas permiten sentir como propio lo que los demás
sienten, explica de esta forma las emociones, sentimientos, empatía, imitación y otros
procesos interpersonales. En relación con los TEA, el autor afirma que posiblemente
los síntomas se deban al deteroioro o la mala regulación de estas neuronas.

24
cortesía. Además, no comprende adecuadamente los giros gramaticales
y las formas sintácticas que regulan el uso social del lenguaje.
Usualmente, el autista requiere de una interpretación más allá de las
puras palabras (1).

o Clarificaciones

Para manejarse con unas habilidades lingüísticas que hagan


comprensible, es necesario disponer de capacidades expresivas pero
también detectar cuándo el mensaje es captado de forma correcta, o
puede quedar perdido entre un constante fluir de palabras e ideas
desestructuradas. Al autista le representa un gran esfuerzo tener que
interpretar constantemente si su discurso ha sido bien recibido. En ciertas
ocasiones, parece que el autista hablara para sí mismo. Además, el
autista suele asumir el hábito de no pedir aclaraciones, pues considera
ante los adultos que su conversación es correcta y que el problema
reside únicamente en su capacidad de comprensión (1).

E. Mutismo selectivo

En la mayoría de casos, el autista tiene la capacidad para hablar


normalmente, pero en determinadas situaciones (en especial con
desconocidos), no emiten palabra alguna.

F. Trastornos de prosodia

La prosodia hace referencia a la entonación y al ritmo que se aplica al


lenguaje. En autistas y personas con el síndrome de Asperger, puede
observarse un tono de voz que da la sensación de pedantería, en otros
casos, entonación excesivamente aguda o tonos extravagantes.

Nuevas lógicas de comprensión

El autismo precisa de un sistema de referencia que a partir de líneas y


segmentos organiza las patologías que habitan un campo social (7). Los

25
trastornos de lenguaje antes descritos configuran el sistema de referencia
clínico y demuestran la imbrincación de la lingüística en la nosología
psiquiátrica.

Para describir los TGD, el DSM IV aísla categorías de clasificación y extrae


mediante observación empírica las manifestaciones características –
síntomas6– del trastorno. Pero para López (9), el diagnóstico, antes de ser el
resultado de una observación empírica, es el producto de una semiótica que
previamente ha establecido un valor específico a cada uno de los síntomas.
Dicho de otra forma, el discurso clínico, con el fin de establecer el
diagnóstico del sujeto, impone coordenadas semióticas prefiguradas por la
lingüística.

Desde la perspectiva científica y en nombre del cuerpo social, se pretende al


diagnosticar, hacer inteligible al trastorno autista. Sin embargo, el trastorno
escapa de la razón clínica, y responde ante ella con reacciones
extravagantes e ininteligibles. Es toda una paradoja. La lingüística tomando
en cuenta el cuerpo social, distingue y separa el trastorno, lo excluye
después de haber tratado de incluirlo. Ello termina develando la concepción
restringida de un campo social que sería el resultado de una semiótica
significante y normativa (7).

Por naturaleza, los trastornos habitan en el campo social, pero a veces,


como ocurre con el autismo, son excluidas al momento mismo de definirse.
En el autismo, los síntomas son inteligibles (producidos) en relación con el
vacío y la carencia (a partir de términos como malestar, descontrol,
limitación, incapacidad, inflexibilidad irracionalidad, patrón sindrómico), pero
los síntomas se resisten a capitular el sentido de lo normal, el orden de la

6
Se pueden distinguir dos tipos de manifestación patológica, el signo, que es un dato objetivable y el
síntoma, que por el contrario, remite a la experiencia subjetiva del paciente (Wikipedia, 2012).

26
verdad, las normativas de la gramática y de la sintaxis del lenguaje, los
preceptos del comportamiento correcto (9).

El autismo, es una patología de la representación, sólo tomando en cuenta


la función semiótica-lingüística del lenguaje. Al anteponer la producción de
modos particulares de comunicación, que no se reducen a los componentes
formales del lenguaje, a la extracción y selección de elementos lingüísticos,
se podría cuestionar el concepto de lenguaje en la semiótica clínica, con el
fin de recomprender su naturaleza.

López (9) se pregunta si acaso “esas estructuras gramaticales inmaduras y


repetitivas, que aíslan en una muralla invisible, no son más bien, los indicios
de un gesto de apertura, la señal de un procedimiento incipiente de creación
del lenguaje”. Junto a otras características típicas del trastorno autista, ésta
extravagancia comunicativa, según el autor, tal vez sea resultado de un
estado de sobreexcitación, que sugiera la selección de cierto tipo de
estímulos que están por fuera del rango de lo normal y que, por tanto, más
que ausencia, ensimismamiento o insensibilidad, lo que supone es un
umbral de conciencia capaz de percibir otros estados de cosas que arrastra
la producción de nuevas lógicas delirantes correctas.

A una muralla invisible, que excluye al autismo del campo social, se


antepone según López (9) una semiótica perceptual que se conecta con
flujos e intensidades y que en su operación produce lógicas delirantes. El
análisis de los síntomas, desde la existencia de estas lógicas, es posible con
una mirada más extensiva que se esgrime desde la racionalidad clínica.

La comprensión del autismo, implica tomar en cuenta el cariz intensivo y


esencial que habita en él, no limitando el análisis a la distinción verdad-error,
comprensible (según la imposición de coordenadas semióticas-lingüísticas)-
incomprensible propio de un esquema fundado en orden de la verdad y la
capacidad de demostración (9).

27
Gráfico 2. Modelo de exclusión (Elaboración propia).

Sumisión gramatical
Nuevas lógicas CAMPO SOCIAL
Imposición de
coordinadas semióticas.
AUT

Muralla Invisible
Concepción restringida
del campo social

Finalmente Guatarri (23) sostiene que quizá el autismo, más que una
patología de comunicación, sea el indicio de la patologización de todo el
campo social por la función comunicativa. Al subsumir toda producción que
se diferencia de los procesos de subjetivación y significancia hegemónicos,
no permite dar cuenta de la positividad de los síntomas y del cariz productivo
del trastorno.

Teoría Cognitiva Sistémica de la Comunicación

En 1942, Gregory Batenson se asocia con Ray Birdwhistell, Edward T. Hall,


Erving Goffman y Paul Watzlawick, entre otros; para proponer el Modelo
orquestal de la comunicación, una alternativa al modelo lineal de la
comunicación, llamado Modelo telegráfico, planteado por Shannon y
Weaver. A nombre de la Escuela de Palo Alto, los autores sostenían que la
comunicación debe ser estudiada por las ciencias humanas a partir de un
modelo que le sea propio, y hay que concebir la investigación en términos
de niveles de complejidad, contextos múltiples y sistemas circulares.

Para Bateson y Ruesch (24), “la comunicación es la matriz en la que se


encajan todas las actividades humanas”, esa visión es el principal aporte de

28
este enfoque, pues la comunicación fue estudiada, por tanto, como un
proceso permanente y multidimensional, como un todo integrado,
incomprensible sin el contexto en el que tiene lugar. En su relación con la
psicología y la psiquiatría, esta concepción de comunicación mucho más
amplia, superó los enfoques anteriores y ubicó la reflexión teórica sobre un
marco holístico (25).

En el libro Teoría de la Comunicación Humana, Watzlawick, Jacskon y


Beavin (1971) establecen los Axiomas de la Comunicación, que en forma
resumida dicen que es imposible no comunicar, por lo que en un sistema
dado, todo comportamiento de un miembro tiene un valor de mensaje para
los demás; en toda comunicación cabe distinguir entre aspectos de
contenido o semánticos y aspectos relacionales entre emisores y receptores;
la definición de una interacción está siempre condicionada por la puntuación
de las secuencias de comunicación entre los participantes; y, toda relación
de comunicación es simétrica o complementaria, según se base en la
igualdad o en la diferencia de los agentes que participan en ella,
respectivamente. Estos axiomas marcan el inicio para comprender que la
comunicación no es sólo cuestión de acciones y reacciones; es algo más
complejo que debe pensarse desde un enfoque sistémico, a partir del
concepto de intercambio (26).

Por otro lado, las premisas fundamentales de este enfoque tienen que la
esencia de la comunicación reside en procesos de relación e interacción;
todo comportamiento humano tiene un valor comunicativo y, los trastornos
psíquicos reflejan perturbaciones de la comunicación entre el individuo
portador del síntoma y sus allegados. Con ellas se reafirma la importancia
de este modelo al analizar psicopatologías.

El enfoque ofrece una perspectiva útil para el estudio de los procesos de


comunicación en trastornos que precisamente los incluyen en sus criterios
diagnósticos, pues no limita el término al uso representativo del lenguaje y

29
asume que la comunicación es un proceso social permanente que integra
múltiples modos de comportamiento, tales como la palabra, el gesto, la
mirada y el espacio interindividual (25).

La Teoría Cognitivo Sistémica de la comunicación (TCSC), desarrollada en


el 2002 por Raymond Colle, sigue los presupuestos teóricos que
Watzlawick, Jacskon y Beavin plantearon en 1971.Y se apoya, como su
nombre sugiere, en la Teoría General de Sistemas y las Ciencias cognitivas
.

La TCSC no pretende conocer la naturaleza última de las cosas: el conocer


es, para ella, representarse algo, por lo cual está en perfecta consonancia
con la ciencia cognitiva actual, compartiendo con ella la centralidad del
concepto de representación (10). Se interesa, fundamentalmente, en los
“sistemas abiertos” . Y considera como conceptos definitorios de un sistema:
la actividad, la estabilidad, la finalidad, la evolución y la inserción en un
entorno.

Como herramienta, la TCSC aborda en forma sistemática un campo


altamente complejo, que implica no sólo la consideración y compatibilización
de diferentes disciplinas (principalmente la psicología, la biología y la física)
sino también múltiples niveles de “desagregación” de los datos, sin perder
de vista su interrelación ni la presencia de variables externas.

El asumir como base a la Teoría General de Sistemas, permite considerar al


fenómeno de la comunicación en su totalidad, enumerar sus componentes y
estudiar las relaciones que los unen, sin reducir el todo a las partes, sino
teniendo siempre presente que el todo es más que la suma de sus partes.

Por otro lado, el asumir las directrices de las Ciencias Cognitivas (cuyos
pilares son la informática, la psicología y la biología –neurología), permite
reflexionar sobre qué es lo que hace posible la comunicación y con ella, el

30
desarrollo cognitivo. En latinoamérica, algunos investigadores desde los
enfoques cognitivos, como Humberto Maturana y Francisco Varela parten de
la biología para llegar a la psicología y a la sociología (proceso o de abajo
hacia arriba). El mismo proceso, pero más extenso y más cuidadoso en
relación a la complejidad de la realidad ha seguido Edgar Morín, partiendo
de la física para llegar hasta el mundo de las ideas. La posición de la TCSC
es la inversa: se parte de la experiencia (psicológica) de la comunicación,
para buscar las raíces biológicas de la misma y luego las bases físicas (10).

31
CAPÍTULO III

HIPÓTESIS Y VARIABLES

3.1. Hipótesis

Hipótesis general

La Teoría Cognitiva Sistémica de la Comunicación, es válida para construir


un modelo que explique el fenómeno de comunicación autista.

3.2. Variables

Los planteamientos mixtos se adaptan a las necesidades del investigador.


No es necesario definir las variables conceptual y operacionalmente en el
planteameinto de investigación, pues el proceso es abierto y expansivo.
Paulatinamente se irá enfocando en conceptos relevantes de acuerdo a la
evolución del estudio. El interés está orientado en generar un entendimiento
emergente a partir de la construcción de un modelo. (26).

32
CAPÍTULO IV

METODOLOGÍA

4.1. Método de la investigación

4.2.1. Enfoque de la investigación

Los objetivos de la investigación demandan un enfoque Mixto. Este enfoque


representa un conjunto de procesos sistemáticos, empíricos y críticos, e
implican la recolección y el análisis de datos cuantitativos y cualitativos, así
como su integración (10). Ello permitirá realizar metainferencias y lograr un
mayor entendimiento del fenómeno de comunicación autista.

4.2.2. Nivel de la investigación

El nivel al que se llega es el Explicativo. Con el fin de comprender mejor el


fenómeno de comunicación autista, se pretende explicarlos aspectos
formales y pragmáticos del lenguaje propios del fenómeno de comunicación

33
autista, desde los niveles de estudio (físico, biológico, psicológico y
metafísico) que plantea la Teoría Cognitiva Sistémica de la Comuncación.

4.2.3. Método

Método General o Teórico

La lógica del Pragmatismo(corriente filosófica en que se apoya el enfoue


mixto), incluye el uso de los métodos de inducción (descubrimiento de
patrones), deducción (prueba de teorías) y abducción (apoyarse y confiar en
el mejor conjunto de explicaciones para entender los resultados (10).

Método Específico o Empírico

El método específico es el que sugiere la Teoría Cognitiva Sistémica de la


Comunicación, desarrollada por Raymond Colle, que plantea concebir al
todo como una complejidad organizada que se auto regula, y aborda la
comunicación desde el ángulo del conocimiento, sobretodo acerca de uno
mismo y del mundo circundante (10).

La Teoría General de Sistemas, en la que se basa,es una teoría basada en


la confección de “modelos”, una idea propia del siglo XX que involucra la
representación de conocimiento. Investigar de acuerdo a este enfoque
implica que se formule una pregunta general y se pasa a recopilar
numerosos datos que luego se categorizan y se ordenan para tratar de
llegar a un esquema que ayude a entender el funcionamiento de los
fenómenos estudiados.No es posible prever el tipo de esquema o teoría del
rango medio, al cual se llegará: se va descubriendo (y corrigiendo
numerosas veces) a medida que se avanza.

La modelización sistémica se plantea como constructivista: pretende ayudar


a construir conocimientos. De lo que se trata, no es de desarticular el objeto
(análisis), sino de buscar una forma de representarlo de manera

34
comprensible. Un «modelo» es un tipo de representación que permite rendir
cuenta de las observaciones realizadas y prever el comportamiento del
sistema en condiciones variables.

Modelizar implica escoger signos y organizarlos en redes. Una manera de


hacerlo es la forma verbal narrativa, que ha predominado durante siglos.
Pero en el caso de sistemas complejos los métodos narrativos son poco
adecuados y se recurre por ello a formas visuales convencionales (tablas y
gráficos), que son las que conforman la «sistemografía».

Los gráficos sistémicos no tienen por qué ser isomorfos en relación a la


apariencia visual del objeto de estudio, dado que lo que importa es su
significado funcional y telelológico. Lo común, por lo tanto, consiste en
recurrir a gráficos de carácter abstracto, ya que de lo que se trata es de
construir un ensamble conceptual comprensible.

Por otra parte, un modelo sistémico tiene por componente esencial el tiempo
o historicidad: considera el sistema en cuanto sujeto al paso del tiempo. De
ahí la importancia de otro concepto: el de «proceso», entendido como
cambio en la materia, energía o información que ocurre en el tiempo. La
dimensión dinámica de un objeto - que es lo que interesa - se hace visible y
se representa, por lo tanto, mediante procesos. Elproducto del proceso será
una modificación de la forma o de la situación espacio-temporal del objeto
procesado.

4.2.4. Diseño

Diseño General

Diseño mixto de conversión. Se pretende cualificar datos cuantitativos, para


analizarlos y tratar de explicarlos desde los niveles de estudio que considera
la Teoría Cognitiva Sistémica de la Comunicación.

35
Diseño Específico

Diseño transformativo secuencial - DITRAS. Éste diseño admite una


perspectiva teórica que oriente la investigación e integra los datos
cuantitativos y cualitativos (26).

Como se presenta en el esquema, se realizará la recolección de datos


desde un enfoque CUAN, se analizarán y luego se cualificarán estos datos
para iniciar un proceso sistemático de construcción de un modelo
emergente, proceso que corresponde a un enfoque CUAL, de teoría
fundamentada.

El esquema adaptado a los objetivos de la investigación, es el siguiente.

Gráfico 3. Esquema de diseño de investigación.

Fenómeno de
Comunicación Autista ETAPA II

OBJ. ESP. 2

ETAPA I Nivel Biológico y Físico

OBJ. ESP. 1

Recolección de datos
ETAPA III
Cualificación de datos
Análisis de datos cuantitativos OBJ. ESP. 3

Nivel Psicológico y

CUAN CUAL Metafísico

Modelo de ETAPA IV
Comunicación Autista
OBJ. GEN.

36
4.2. Población y muestra

4.2.1. Características de la población

La Población está constituida por personas diagnosticadas con Trastorno


autista, codificado en el DSM IV con [299.00], y recogido en la CIE 10 con el
nombre de Autismo infantil [F 84.0],

No hay estadísticas que den cuenta del número de personas en el Perú que
presenten el trastorno.

4.2.2. Tipo de muestreo

No probabilístico, por conveniencia. Pues la elección de personas no


dependerá de la probabilidad, sino de la disponibilidad de ellas y el
cumplimiento de ciertos criterios (26).

Los criterios que responden a las características de la investigación, y se


considerarán para seleccionar la muestra, son:

o Personas de 4 a 16 años, diagnosticados con [299.00] o [F 84.0],


o Sin presentar concomitantemente Síndorme de Down u otros
trastornos similares.
o Residentes en la ciudad de Lima

4.2.3. Tamaño de la muestra

La muestra estará compuesta por 50 personas, aproximadamente. Ubicados


por el contacto de especialistas, familiares y asociaciones de padres de
personas con autismo.

37
4.3. Instrumentos

Como se muestra en el esquema del diseño específico de investigación, la


primera etapa, se desarrolla desde el enfoque CUAN, mientras que las
siguientes etapas se dan desde el enfoque CUAL. A continuación los
instrumentos para los enfoques CUAN y CUAL.

4.3.1. Enfoque CUAN – Etapa I

Para lograr el OBJ. ESP. 1 (conocer los aspectos formales y pragmáticos


del lenguaje propios del fenómeno de comunicación autista) se utilizará el
Children’s Communication Chek-list (CCC) Versión de investigación 1.1, en
español, de Dorothy Bishop, 1998.

Esta lista de verificación fue desarrollada para evaluar los aspectos de la


discapacidad comunicativa que no son adecuadamente evaluados por
pruebas contemporáneas lenguaje estandarizado. Estos son en su mayoría
anomalías pragmáticas visto en la comunicación social, aunque otros
aspectos cualitativos del habla y del lenguaje también fueron incluidos.
Algunos artículos que abarcan las relaciones sociales e intereses
restringidos se han incorporado, de modo que la relación entre las
dificultades pragmáticas y otras características de los trastornos
generalizados del desarrollo se podría explorar. Evalúa a personas de 4 a
16 años. Su administración es individual, y dura de 5 a 15 minutos.

Confiabilidad y Validez

ElChildren’s Communication Chek-list es una prueba confiable, con una alfa


deCronbach de 0.8 (11).

38
Apartados

El cuestionario consta de 70 ítems que se agrupan en nueve escalas, de las


cuales cinco corresponden a aspectos pragmáticos de la comunicación. Las
cinco escalas que valoran las habilidades pragmáticas son: inicio
inadecuado, coherencia, conversación estereotipada, uso contextual de la
conversación y compenetración. Las otras escalas se refieren a aspectos
formales del lenguaje: expresión (inteligibilidad y fluencia) y sintaxis, y
aspectos relacionados con conductas autísticas: relaciones sociales e
intereses (11).

Tabla 3. Escalas y apartados CCC 1.1

ESCALAS APARTADOS

A Output del habla


Aspectos formales
B Sintaxis

C Iniciación inadecuada

D Coherencia

E Conversación estereotipada Aspectos pragmáticos

F Uso del contextos conversacional

G Empatía conversacional

H Relaciones sociales
Aspectos formales
I Intereses

4.3.2. Enfoque CUAL – Etapa II, III

Para lograr el OBJ. ESP. 2 (Determinar las características a nivel biológico y


físico del autismo que pueden explicar los aspectos formales y pragmáticos
del lenguaje propios del fenómeno de comunicación autista) y el OBJ. ESP.

39
3 (Determinar las características a nivel psicológico y metafísico del autismo
que pueden explicar los aspectos formales y pragmáticos del lenguaje
propios del fenómeno de comunicación autista), se utilizará una bitácora de
investigaciones recientes. La bitácora contendrá instrumentos como fichas
de resumen y opinión.

Confiabilidad y Validez

Para resguardar la confiabilidad y validez de la bitácora de investigaciones


recientes, la información será recogida en base a los siguientes criterios:

o Publicaciones indexadas desde el 2010 a la actualidad


o Autores especialistas.

4.4. Técnicas de recolección de datos

4.2.1. Enfoque CUAN – Etapa I

Se recolectará datos con la técnica de Cuestionario. Esta técnica permitirá


obtener información primaria.

4.2.2. Enfoque CUAL – Etapa II, III

De acuerdo al diseño planteado, para la Etapa II y III, es necesario obtener


información secundaria(recolectada por otros investigadores). La técnica
que permitirá hacerlo es la revisión bibliogáfica.

4.5. Tratamiento de datos

En los métodos mixtos, el investigador confía en los procedimientos


estandarizados cuantitativos (estadística descriptiva e inferencial) y
cualitativos (codificación y evaluación temática) (26). De acuerdo al tipo de

40
diseño elegido, el tratamiento de datos difiere de acuerdo a los enfoques
CUAN y CUAL.

4.2.1. Enfoque CUAN – Etapa I

Estadística descriptiva

Cualificación de datos cuantitativos.

4.2.2. Enfoque CUAL – Etapa II, III

Codificación y Evaluación temática

El análisis cualitativo implica organizar los datos e informacipon recogidos y


codificarlos. La codificación tiene dos planos. Del primero se generan
unidades de significado y categorías. Del segundo, emergen temas y
relaciones entre conceptos. Al final emerge teoría enraizada en los datos.

41
CAPÍTULO V

ASPECTOS ADMINISTRATIVOS

5.1. Presupuesto

Asesores 1500.0
Gastos de personal Investigadores de apoyo 1500.0
Colaboradores 500.0
Pruebas 180.0
Materiales
Otros instrumentos 50.0
Computadora 1600.0
Impresora 600.0
GASTOS Locales 300.0
DIRECTOS Viajes
Nacionales 800.0
Material de oficina 170.0
Recursos bibliográficos 960.0
Otros gastos
Depreciación de equipos 100.0
Imprevistos 200.0
SUBTOTAL S/.3860.0

42
Trámites documentarios 800.0
GASTOS
INDIRECTOS Servicios 150.0
SUBTOTAL S/.950.0

(Fuente de financiamiento propia) TOTAL S/.4810.0

5.2. Cronograma

DURACIÓN
ACTIVIDADES AGO 012 SET 012 OCT 012 NOV 012 DIC 012

1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4

1 Formulación del Plan de Tesis X X

2 Inscripción y corrección X X

3 Realización de ETAPA I X X

4 Realización de ETAPA II X X X

5 Realización de ETAPA III X X X

6 Realización de ETAPA IV X X X

7 Interpretación de resultados X X

8 Redacción de Informe Final X X

9 Revisión y sustentación X X X

43
BIBLIOGRAFÍA

1. Artigas J. (1999) El lenguaje en los trastornos autistas. REV NEUROL; 28 (Supl


2): S 118 – S 123.

2. Molina, S.,ME. (2012). Detección temprana de autismo ¿es posible y


necesaria?. Revista CES Psicología, 5(1), 112-117.

3. Baio, J. (2012), EdS, National Center on Birth Defects and Developmental


Disabilities, CDC. Prevalence of Autism Spectrum Disorders — Autism and
Developmental Disabilities Monitoring Network, 14 Sites, United States,2008.
Surveillance Summaries, 61(SS03);1-19.

4. Charman, T. (2011) The Highs and Lows of Counting Autism. Am J Psychiatry


2011; 168:873-875. 10.1176/appi.ajp.2011.11060897.

5. Garrabé J. (2012) El autismo. Historia y clasificaciones. Salud Mental. Vol. 35,


No. 3, mayo-junio 2012

6. American Psychiatric Association (2000; 2002). Diagnostic and statistical


manual of mental disorders. 4th ed. Washington, DC: American Psychiatric
Association.

7. López J. (2008) Atravesando una muralla invisible: Teorías de la comunicación


y semiótica autista.

44
8. Riviere y Belinchon (1981) Reflexiones sobre el lenguaje autista. Análisis
descriptivos y diferencia con la disfasia receptiva. Infancia Aprendizaje, 13, 89-
120.

9. López (2002) Atravesando una muralla invisible: Teorías de la comunicación y


semiótica autista. Bogotá - Colombia, 71 p. Tesis de grado para obtener el
Título de Comunicador Social. Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de
Comunicación.

10. Colle R. (2002) Teoría Cognitiva Sistémica de la Comunicación. Editorial San


Pablo. Santiago de Chile. Publicación del Centro de Estudios Mediales.
Biblioteca Facultad de Ciencias de la Comunicación e Información. Universidad
Diego Portales.

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46
ANEXOS

(1) Matriz de consistencia Planteamiento del problema


(2) Children’s Communication Chek-list (CCC) Versión de investigación 1.1

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(1) MATRIZ DE CONSISTENCIA

PROBLEMAS OBJETIVOS HIPÓTESIS MÉTODOLOGÍA

Problema general Objetivo general Hipótesis general Método


Específico

¿Es válida la Teoría Cognitiva Construir un modelo que explique La Teoría Cognitiva Sistémica El que sugiere la
Teoría Cognitiva
Sistémica de la Comunicación para el fenómeno de comunicación de la Comunicación, es válida
Sistémica de la
construir un modelo que explique el autista, desde la Teoría Cognitiva para construir un modelo que
Comunicación
fenómeno de comunicación autista? Sistémica de la Comunicación. explique el fenómeno de
comunicación autista.

Problemas específicos Objetivos específicos Nivel


Explicativo

(1) ¿Cuáles son los aspectos (1) Conocer los aspectos


formales y pragmáticos del formales y pragmáticos del Diseño General

lenguaje propio del fenómeno lenguaje propio del fenómeno Diseño Mixto de
conversión
de comunicación autista? de comunicación autista.

Diseño
(2) ¿Cuáles son las características (2) Determinar las características Específico
a nivel biológico y físico del a nivel biológico y físico del Diseño
autismo que pueden explicar los autismo que pueden explicar transformativo
aspectos formales y los aspectos formales y secuencial -

pragmáticos del lenguaje propio pragmáticos del lenguaje DITRAS

del fenómeno de comunicación propio del fenómeno de


Tipo de
autista? comunicación autista.
muestreo
No probabilístico,
(3) ¿Cuáles son las características (3) Determinar las características por conveniencia
a nivel psicológico y metafísico a nivel psicológico y
del autismo que pueden metafísico del autismo que Tamaño de
explicar los aspectos formales y pueden explicar los aspectos muestra

pragmáticos del lenguaje propio formales y pragmáticos del La muestra


estará compuesta
del fenómeno de comunicación lenguaje propio del fenómeno
por 50 personas,
autista? de comunicación autista.
aproximadamente

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