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Daniel Medvedov

GENOMIO
0 MM
no GENOMA
000000 4 MG 000100 8 DM 001000 12 DG 001100
16 IM 010000 20 IG 010100 24 HM 011000 28 HG 011100
32 GM 100000 36 GG 100100 40 LM 101000 44 LG 101100
48 BM 110000 52 BG 110100 56 AM 111000 60 AG 111100
1 MD 000001 5 ML 000101 9 DD 001001 13 DL 001101
17 ID 010001 21 IL 010101 25 HD 011001 29 HL 011101
33 GD 100001 37 GL 100101 41 LD 101001 45 LL 101101
49 BD 110001 53 BL 110101 57 AD 111001 61 AL 111101
2 MI 000010 6 MB 000110 10 DI 001010 14 DB 001110
18 II 010010 22 IB 010110 26 HI 011010 30 BB 011110
34 GI 100010 38 GB 100110 42 LI 101010 46 LB 101110
50 BI 110010 54 BB 110110 58 AI 111010 62 AB 111110
3 MH 000011 7 MA 000111 11 DH 001011 15 DA 001111
19 IH 010011 23 IA 010111 27 HH 011011 31 HA 011111
35 GH 100011 39 GA 100111 43 LH 101011 47 LA 101111
51 BH 110011 55 BA 110111 59 AH 111011 63 AA 111111

Correspondencia Binaria y Decimal-Denaria


de los 64 Odones del Código Universal del Lenguaje
y los 64 Codones del Código Genético
Una breve Ontología para la Neo-Teoría del Lenguaje

Madrid
2009
Terminología especializada y terminología no-especializada
Temas

• En español, el término “genoma” está equivocado


• Lenguaje especializado y lenguaje no- especializado
• Entre el especialista y el aficionado no existe otra categoría
• La terminología es especializada o no-especializada

Debido a su asociación con palabras que designan graves procesos de


descomposición en el cuerpo (angioma, mioma, carcinoma, papiloma,
sarcoma, linfoma, fibroma, adenoma, melanoma, glaucoma o dermatoma), el
“genoma” es, en español, una traducción infeliz del término inglés genome. La
palabra “genoma” merece un análisis lingüístico especial. Los científicos de
habla inglesa no han caído ene este desliz y, en consecuencia, utilizan otra
terminación - el sufijo –OME. En español, nadie traduciría los términos
ingleses tome, dome o gnome, en las formas toma, doma o gnoma. En estas
palabras, la raíz (tom, dom, gnom) es compacta, ya que no están formadas con
un sufijo. En cambio, genome es un elemento léxico creado con el sufijo
-ome, agregado a gen. Es insólito el que los lingüistas españoles no se hayan
percatado todavía del error que implica el uso del término “genoma” en el
campo semántico especializado de la medicina. El sufijo –oma es un
modificador de sentido llamado técnicamente afijo y su uso está estrictamente
reservado para designar fenómenos degenerativos graves, que pueden,
ciertamente, ocurrir en el organismo humano.
El Vocabulario científico de términos técnicos en las ciencias físicas,
denominadas ”exactas”, publicado por la Real Academia Española de las
Ciencias (Ciencias Exactas, Físicas y Naturales), introduce otro término
equivalente, -genomio-, tal vez para matizar y suavizar el impacto semántico
de la palabra. Pero genomio tampoco traduce el inglés genome: el sufijo –
omio corresponde a otras construcciones léxicas (trinomio, binomio, encomio,
reconcomio, manicomio, etc.)
Este error terminológico induce a la creencia de que los genes están en
el cuerpo para producir enfermedades. Los interesados en el tema pueden
consultar el libro de Matt Ridley “Genoma”- La Autobiografía de una especie
en 23 capítulos, publicado por Taurus, en Madrid, 2001(pag.69)

2
El caso de la palabra cromosoma es distinto, puesto que su
terminación, aunque parecida, es en realidad un término compacto, el soma,
un elemento léxico que en griego posee el sentido de cuerpo viviente.
Por otra parte, en inglés, un observador atento puede percibir que se ha
obviado la confusión y el término se usa con la forma chromosome. En esta
palabra, nuevamente, la partícula –ome, no es un sufijo o postfijo, ya que
pertenece al término griego soma.
Tales errores terminológicos pueden crear graves confusiones en el gran
público de lectores, que sólo desean estar informados de los últimos
descubrimientos de la investigación científica.

Es necesaria, por lo tanto, una revisión del uso especializado del


término “genoma”, actualmente generalizado hasta el punto de ser una de las
palabras más frecuentes en el ámbito de las publicaciones periodísticas.
Con esta errónea traducción, el español ha perdido un punto en la
batalla de las lenguas, en la red.
Traduttore, traditore (traductor, traidor) – una cómica, sarcástica y sardónica
expresión italiana, entra, lamentablemente, de nuevo, en el escenario de la
lengua, donde las discusiones intelectuales de las correspondencias
terminológicas pecan, a veces, de un purismo a la carta.
Por otra parte, algunos científicos de habla inglesa tienen la absurda
pretensión de que ciertas palabras que ellos crean, inventan o rescatan del
olvido, “no tienen traducción al español”. He aquí el caso de splicing, un
método usado en la ingeniería genética, cuyo sentido es simplemente
”reparación del mRNA”, tal como lo designa el Vocabulario de términos
científicos de la Real Academia, antes citado. Otros autores llegan hasta el
absurdo, solicitando el uso de las siglas DNA y RNA, de corte anglosajón, en
vez de ADN y ARN, como ciertamente se deben usar en español. Toda noción
puede traducirse en cualquier lengua. Los casos citados no son más que
despropósitos, resultados de la opinión de aficionados que pretenden sentar
cátedra en una ciencia teórica como la filosofía del lenguaje. Ningún genetista
tiene derecho de inventar e implantar términos que no sean consultados y
aprobados por unanimidad, por los expertos de la lingüística aplicada. En la
Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, el Instituto de Lingüística Aplicada
dirigido por Teresa Cabré está, desde hace años, en la capacidad de asesorar
tales dudas.
En consecuencia, “genoma” es un término malformado, que no
corresponde a la noción que pretende traducir y definir, a causa del uso
impropio del afijo (sufijo) –oma.

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Si se quiere utilizar el griego, y ello es factible, ya que la mayoría de los
términos en biología son neologismos de origen griego, hay que estar muy
atento a la formación y uso de los afijos para no crear elementos léxicos
equivocados.
Se trata, simplemente, de acatar las reglas y procedimientos operativos
del campo de la terminología especializada. Un simple cambio de letra en un
texto de factura científica y por ende especializado, puede producir efectos
cómicos pero realmente graves, si el lector no se percata del error. He aquí un
ejemplo, en el mismo libro de Ridley, antes citado:
“Las personas con genes D4DR ”largos” tienen menos capacidad de
respuesta a la dopamina, así que necesitan adoptar una actitud más
aventurera ante la vida para obtener el mismo chute de dopamina que
obtienen de las cosas sencillas las personas con genes cortos. Al ir buscando
estos chutes desarrollan personalidades innovadoras. Hamer demostró a
continuación un ejemplo sorprendente de lo que significa ser innovador. Entre
los hombres heterosexuales, los que tienen genes D4DR largos tienen seis
veces más posibilidades de haberse acostado con otro hombre que los que
tienen genes cortos.”(Ridley, ob.cit. pag.188)
Hasta aquí no hemos introducido ningún cambio en el texto. A
continuación, sigue la misma cita con un mero cambio de una letra, en el
comienzo de una sola palabra: “. “ Entre los homosexuales, aquellos con
penes largos tienen cinco veces más probabilidades de haberse acostado con
una mujer que aquellos con penes cortos. En ambos grupos, las personas de
penes largos tenían más parejas sexuales que las de penes cortos.” Un lector
especializado, formado en la genética, no tiene ninguna dificultad de percibir
que aquí hay algo raro y descubre fácilmente el error, como un lapsus litterae,
generado por el conocido duende de la imprenta, el RAKSHA MUDRA de los
hindúes, muy familiar a los periodistas. Pero otro lector, esta vez aficionado a
la genética, no tiene ningún reparo al texto y todo le parece lógico y hasta
cómico. Sólo hemos cambiado la letra G, de “genes”, con la letra P, de
“penes”. En el mismo texto,(pag.19), se percibe un error de naturaleza técnica,
tal vez del traductor, ya que el autor es doctorado en ciencia por la
Universidad de Oxford: “ Mientras los libros ingleses están escritos con
palabras de longitud variable que utilizan veintiséis letras, los genomas están
escritos enteramente con palabras de tres letras utilizando sólo cuatro A, C, G
y T – que significan adenina, citosina, guanina y timina -. Y en vez de estar
escritas en páginas planas, están escritas en largas cadenas de azúcar y fosfato
llamadas moléculas de ADN, a las cuales se unen las bases como peldaños
laterales.”(las cursivas son nuestras)

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Unos peldaños no pueden ser nunca “laterales”, son transversales. Por
una parte, habría que percatarse, como lector normal y corriente, que el error
es de sentido general, y por otra, como lector especializado, saber que las
bases están situadas en los peldaños, no en los parales de la escalera del ADN.

En otro texto científico The Human Genome, editado por Carina


Dennis y Richard Gallagher y con un prefacio del famoso genetista James D.
Watson, publicado en 2001, con sólo obviar una palabra se puede generar un
sentido impropio. El texto intervenido es el siguiente: “Genes influences our
physical characteristics – such as eye colour, height and hair colour – as well
as some ilnesses.” Traducido, el fragmento reza lo siguiente: “Los genes
influencian nuestras características físicas – tales como el color de los ojos, la
altura y el color del cabello – así como algunas enfermedades.” Hemos
obviado la palabra susceptibility y la preposición to y con ello hemos
generado un sentido erróneo, ya que los genes no producen las enfermedades,
sino las mutaciones, es decir el cambio en la factura de los genes... El
fragmento original es “”. . . as well as susceptibility to some ilnesses”, vale
decir “ asi como la susceptibilidad hacia ciertas enfermedades.”
Muchos otros ejemplos pueden concurrir a la demostración de la
existencia de un lenguaje especializado cuyas fronteras son precisas y claras.
Giorgio Fano ha sostenido un hecho categórico: tanto en la ciencia
como en la filosofía, todo concepto adquiere su significado por la unión con
los demás conceptos de un determinado sistema de pensamiento. Si se
modifica una parte de un sistema orgánico de pensamiento, en cierto modo se
modifica el significado de todas las otras partes, lo cual se ve claramente
cuando Fichte, al eliminar la cosa en si de Kant, en su Crítica a la Razón
Pura, transformaba con ello el concepto de las categorías, que de puras formas
que reciben el contenido del exterior, se convierten en actividades creadoras
del propio contenido, lo cual afectó a todos los conceptos de la nueva
sistematización.(G. Fano - Neopositivismo, análisis del lenguaje y cibernética,
A.Redondo, editor, Barcelona, 1972, pag. 103). Un error descubierto lleva
siempre consigo el descubrimiento de una verdad .(Ibid. Pag. 143)

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EL CODIGO GENERAL DEL LENGUAJE
Un descubrimiento

• LA NEO-TEORÍA BIOQUÍMICA DE LA LENGUA


• EL ORIGEN DEL HABLA
• TECNOLOGÍA DE LA PALABRA
• TRES CÓDIGOS: BINARIO, GENÉTICO,
LINGÜÍSTICO
• COMPUTACIÓN, MEDICINA, LENGUAJE
• UNA ONTOLOGÍA PARA EL FUTURO

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Panta okto

TODO ES OCHO

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Nota

Durante más de quince años he presentado al gran público y a


los investigadores independientes, este descubrimiento muy
necesario para el avance de la ciencia y para el entendimiento de
muchos procesos biológicos cuyo funcionamiento es actualmente
desconocido. No obstante, la mediocridad de algunos, la indiferencia
de otros y la miseria intelectual de unos pocos - opacaron
momentáneamente su importancia y, tal vez, retrasaron su uso y
aplicación.
En 1984, el trabajo fue ignorado como investigación, en la
Universidad Central de Venezuela y en 1987, fue rechazado
descaradamente, como trabajo de ascenso, en la Universidad
Católica Andrés Bello. Esa casa de estudios - cuyos directivos,
laicos y religiosos por igual - no se percataron en aquél momento de
un hecho casi diplomático: el uso del nombre del gran filólogo
venezolano en su título, no permitiría eliminar del escenario
académico de la búsqueda del lenguaje, una investigación que
propusiera datos desconocidos y claves operativas y cualitativas,
necesarias para entender la formación de todas las lenguas naturales.
Toda teoría - y entiendo por teoría una construcción original de
postulados, leyes y operaciones percibidas a través de un profundo
análisis contemplativo - debe ser respetada y situada al lado de otras
teorías, mas no descartada y desautorizada, por no ser apreciada a su
justo y preciso valor.
La teoría es una visión científica de procesos muy sutiles que
otros investigadores no alcanzaron comprender y descubrior y el
teórico, como tal, es un visionario. Su percepción no puede ser
encerrada, decapitada, quemada en la hoguera o exiliada: ya pasaron
los tiempos de esa descarada y típica actitud condicionada por la
falta de comprensión.

8
Para cerrar con broche de oro, durante cinco años, el
manuscrito estuvo guardado entre otros papeles, en la imprenta de la
Académia Nacional de la Historia, después de haber sido aprobado
para su publicación.
¿ A qué se debe tanta insistencia en que no salga a la luz
algo cuyo valor operativo es indiscutible ?

La respuesta ya la conoce el lector . . .

9
SINOPSIS

The General Code of Language

This paper presents the discovery of the General Code of


Language composed of the common traits of all spoken tongues. The
arrangement of the code’s elements along with the biochemical nature
of its manifestation favour the formation of a periodic table that
comprises all the elements of language, including gestures, postures,
and facial expressions, among others. Medical science inasmuch as
cybernetics, and implicitly linguistics, are now at an impasse due to
the absence of a code that facilitates the making of subtle analogies
between the machine and the human body. The code presented is the
keystone bridging the biological sciences to technology.

The General Linguistic Code is a logical and universal system


equivalent to the genetic code.
Language is, by far, the most important phenomenon of human
nature. Nevertheless, despite the advances in science, linguists are
unaware of the code that is the basis of every language process.

One of the most renown language researchers, Noam


Chomsky, has considered linguistics to be in a state equivalent to
what astronomy was before the theory of Copernicus. This is due to
the unknown nature and processes of the General Code of Language.
The Code is a theoretical system with a biological basis
reflected in the common traits of all the spoken tongues or tongues
of man. The difficulty in discovering the code arises in discerning
the common or unitive traits of language.

10
Due to the fact that language sciences have been basically oriented
toward the search and description of the distinctive traits of all
tongues, this code continues to remain veiled.
To speak of the complexity of the linguistic process without
knowing its code, is like being unaware of the eight musical notes
of the chromatic scale, yet discussing the complex traits of a
symphony, equivalent, in this simile, to a spoken tongue.

The linguistic code has been sought after for some time, and
even now its structure is being looked into. However, no
contemporary linguist can claim its possession or familiarity, nor has
any scientific report verifying its discovery been published.
There is no book where its structure or the modules that form it
are shown. It is interesting to note that the Genetic Code, proposed
some decades ago, allowed for great advances in the medical
sciences. The impact of the code of language will be equally felt.
Given that the code of language has applications in medicine
as well as in biomedical engineering, and therefore in all language
sciences, its social value goes beyond the limits of linguistics.
Technology is now going through a short period of stagnation,
precisely because of this unknown code of language. It is a passive
moment of wait, though, this wait, which neutralizes any advance, is
due to the absence of binary analogies between human language and
that of the machine.
There are a reduced number of elements common to all
tongues. These basic elements of language combine to form
modules that, in turn, produce the formula of the code. This system
controls the rhythm, separation and the expressive form of any
spoken tongue.
In addition to an algorhythmic or combinatory aspect, the code
also reflects a biochemical one. Present day research has not been
able to respond to the question of why vowels and consonants are
used in all natural tongues.

11
This can be answered by means of the code’s hypothesis of
formation formula. It defines the vowel as a phenomenon of basic or
alkaline nature, and the consonant as that of an acidic nature,
describing language as a somatic or physical manifestation, whose
value and origin is biochemical and not imitative.
It is a truism that the vital equilibrium, commonly known as
health, occurs in the human body precisely because of the balance or
harmony established between bases and acids. However, linguists
make no connection between phonological phenomena in the body
and biochemical processes.
They describe words as if they were the products of
mechanical resonance of the buccal apparatus, sounds that humans
develop from infancy by means of a process of imitation and
mimicry. Other researchers speak of an innate acquisition of
language, even of a genetic basis, but they know not where this
innate linguistic code lies in man, nor what its elements are.
This paper is an exposition of the General Code of Language,
which represents, in our view, an important discovery.
The entire material to be drawn upon is based on nearly 3,000
natural tongues now spoken in the world. From this general body of
facts, the research will define and demonstrate that the unitive or
common traits of all tongues are scarcely eight.
What appears to be more complex is the description of the
processes of decoding and the operations which unify all the
information suggested in a sentence, in any tongue. From the
particular use of the elements of a specified tongue, as well as the
special types of combinations, a particular map is constructed,
corresponding to the tongue selected for analysis. The code is
apparently simple in its formation, yet complex in its application.
This is due to the various steps required for the decoding processes
of human language. The predictive nature of the changes that occur
in the system allows for the construction of a periodic table of the
elements of language, in addition to a synopticon of the various
aspects of language related to human behaviour, such as gestures,
postures, glances and body positions.

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The implications of this discovery are scientific as well as
military.
The application of its model to the construction of automata, or
intelligent machines, makes this code a dangerous tool in hands of a
nation whose ethics is not directed toward a clear humanism and
welfare of man.
Despite the fact that many authors invoke the presence and the
apparent knowledge of the code among linguists, none have
presented its structure, as, in fact, did occur with the genetic code,
which was clearly described by the scientists who presented it some
40 years ago.
The General Code of Language is the first of many intangibles
in the field of language research.

It is clear that a code exists not only to decipher a process


whose operations are unknown, but , in this case, to generate new
formations and combinations of a particular spoken tongue. Also,
can be perceived the value as a codifier of operations occurring in all
processes of human communications.
When linguists are asked about the details of the code of
language, many negate the possibility of its existence; the rest
acknowledge its presence in all biological and grammatical
operations, yet cannot describe its structure or elements. Moreover,
most linguists suppose that the processes of language are simply
casual choices made by speakers.

Herein lies the delay in the advancement of science.

13
“ . . . Yo no suelo citar a los demás ni jurar por sus escritos, y en
una cuestión conocida por mí como por ellos, guardaré la libertad
de mantener mi propia visión. . . “

La Entrada Abierta al Palacio Cerrado del Rey


XXXI / 2

Ireneo FILALETEO
Siglo XVII

14
PRESENTACIÓN

Hoy, más que nunca, urge luchar con todas las armas, recursos
y posibilidades en contra de la mediocridad, en contra de la
manipulación y uso impropio de las ideas, para así derrumbar las
construcciones endebles del pensamiento. Las teorías, como objetos
perfectos de la inteligencia, no pueden ser anuladas ni ignoradas
sino almacenadas en la memoria de la cultura con el debido respeto
y consideración. No obstante, vienen nuevas teorías que explican
mejor los fenómenos desconocidos de la naturaleza y de la
existencia misma, los procesos vitales y tantos otros misterios del
cosmos que todos deseamos conocer. A estas nuevas teorías hay que
abrirles paso y no obstaculizarlas a razón de un miedo retrógrado.
Hay que insistir en el hecho de que el lenguaje no es la lengua
y que ninguna lengua proviene de otra, sino del lenguaje mismo.

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En los ámbitos intelectuales de este fin de siglo, se ha llegado
al colmo de asignarle a una lengua la categoría de lenguaje y no
obstante, nadie protesta por ello, sometiéndose todos a los embates y
desaciertos que surgen de tal confusión.
Cuando se asoma algún comentario sobre el hecho, el
argumento más cercano es esgrimir la explicación de la no
existencia en la respectiva lengua, de un término que defina la
categoría de idioma y por ello la elección de la palabra más cercana
para describir un proceso complejo, ciertamente, pero supeditado a
otro proceso, aún más complicado que el anterior y por ello
considerado como fundamento y origen de todas las lenguas.
Ninguna lengua es un lenguaje y sin embargo, he aquí el
“English Language”- impropia postulación, aceptada hoy
tácitamente, por todos los epígonos de los grandes lingüistas del
siglo pasado.
A nadie se le ocurre llamar a su lengua, lenguaje: tenían que
ser los americanos, una sociedad que muestra bastante rasgos de
inmadurez: infantil y prepotente, con una comunidad de estados
regidos por erráticas nociones de lo que es la verdad social y sin
embargo, un país con grandes cualidades: liberal, progresista,
democrático y cuyos valores descansan en lo tradicional, en lo
clásico, en la justicia y en la dignidad del hombre. ¿ A qué se debe
esa confusión ? Respuesta: A un rosario de malentendidos, tanto
lingüísticos como éticos, políticos y ontológicos.
Desde el lenguaje, un espacio operativo virtual donde todas las
categorías, nociones, conceptos y relaciones están potencialmente
presentes, baja hacia las lenguas, hacia todas las lenguas, el mismo
tipo de nociones, conceptos y categorías. Esto se puede ver y decir
de otra manera, como por ejemplo concebir que la lengua se abreva
del lenguaje o solicita expresamente, según cada caso y cada
necesidad, todo tipo de operaciones, nociones, valores, conceptos y
categorías, que luego aclaran una cantidad de confusiones y enigmas
del sentido. De una manera u otra, la lengua está supeditada al
lenguaje.

16
Si una lengua acepta de otra lengua, una palabra que define
una noción que ya existe en su léxico y la acoge en su seno, debe
hacerlo con la condición de insistir en el hecho de que se trata
sencillamente de lo mismo, con otra forma y bajo otro manto
fonético. No se debe considerar aquella noción como algo nuevo,
diferente o distinto de la categoría, noción o concepto que ya existe
en la lengua receptora, tal vez desde remotos e inmemoriales
tiempos.
A continuación describiré algunas nociones del lenguaje,
trasladadas a las lenguas y aceptadas, con la ingenua seguridad de
que el usuario está frente a categorías diferentes. En realidad, se
trata de los mismos conceptos, de las mismas ideas, de los mismos
elementos, pescados todos de lenguas diferentes y arrojados en una
lengua, con la suposición errada de considerarlos como conceptos
nuevos, como ideas diferentes, como nociones separadas e
individualmente independientes y por ende, con derecho de uso y de
estadía formal en el léxico de la lengua que los cobija.
La lista de tales disparates tiende a crecer y cada día, más y
más palabras vienen a engrosar el bulto de confusiones que la lengua
ordinaria o cotidiana maneja en el flujo social del humano convivir.
Todo ello tendría arreglo si supiéramos utilizar ortoépicamente
- es decir rectamente - la conjunción unitiva “y”, con su variante
“e” y la preposición electiva ”o ”, con su variante “u”. Esto no es
algo que le incumbe sólo al castellano sino a todas las lenguas, por
tratarse de una operación lógica, un movimiento que pertenece al
lenguaje mismo.
La primera y la más grave de las confusiones antes
mencionadas es el suponer que el lenguaje y la lógica son dos cosas
diferentes. La lógica es el mismo lenguaje y el lenguaje no es otra
cosa que la lógica. A pesar de ello, los filósofos y los lingüistas y
hasta los matemáticos, se han enfrascado en discusiones estériles y
francamente ridículas, para demostrar, algunos, que lo primero es el
lenguaje y que luego viene la lógica, y otros, lo contrario, que es la
lógica la cual es la primera, para luego aparecer y formularse el
lenguaje.

17
En este punto, toda claridad se desvanece y se llega así a la locura de
llamar a una lengua cualquiera - de las siete mil o más que
actualmente se están hablando en el mundo - lenguaje.
He aquí otro caso: el sonado dilema del ser y del ente. Se han
escrito bastantes libros sobre el ser y el ente, sobre si el ser es antes
del ente o lo contrario, sobre la importancia del ser o del ente frente
a su contrario y sobre otros disparates e impropiedades de esta
dupla. Resulta que lo que unos llaman ser, otros llaman, en su
idioma, ente y que los dos no son otra cosa que la misma y precisa
idea o noción del Ser. No hay algo definido como “ente” que pueda
existir en el lenguaje, separado y diferente del “ser”. En griego, al
ser se le nombra como “on” u “ontos” y , como algunos sabios
latinos hablaban del ser , en cierta ocasión desearon y quisieron
aclarar de alguna manera su discurso, trayendo a colación el “ontos”
de los griegos. De allí la confusión, que sólo es fruto de la
incompetencia y desinformación de los epígonos, hoy reflejadas en
el campo de la filosofía misma, sin asomar siquiera los disparates a
los cuales se ha llegado, por lo mismo, en la lengua trivial
-cotidiana.
Otro problema ha sido generado con la introducción - en
castellano, y por ende en latín también - de la noción de arte,
supuestamente diferente de la técnica, en griego tecne. Es obvio que
no puede haber arte sin técnica ni técnica sin arte, por la sencilla
razón de que se trata de la misma idea. No obstante, los sabihondos
teóricos de la estética escribieron y siguen escribiendo sendos
tratados sobre el arte, en oposición a la técnica.
Ni hablar de los disparates que ha llegado a provocar en la lengua el
uso de la palabra mente. Hoy día todo es mente, todo se ve como
producto de la mente, hasta se habla de mente sana en cuerpo sano,
para estar en la onda de las antiguas muletillas. Luego se muestra la
cabeza y se dice: porque la psiquis, la mente, es todo. Pues nada
tiene que ver la psiquis con la mente y sin embargo he aquí a los
psiquiatras y a los psicólogos, los que curan la mente (???).

18
Los ejemplos se multiplican como clones:

• El feto latino resulta que es diferente del embrión griego, cuando


es lo mismo
• La noción latina se considera diferente de la idea griega, cuando
es lo mismo
• Al alma del castellano, la misma anima latina, la toman como
diferente de la psique griega, cuando, en realidad es la misma cosa
y se refiere expresamente a los sentimientos, a lo afectivo y a la
vida misma que se consume irremediablemente en y con cada ser
que es invitado a manifestarse en lo visible
• El deísmo latino se considera diferente al teísmo griego, lo que
parece un disparate, ya que sólo se trata de un cambio de letras,
(Deus y Theos)
• El mundus latino se toma como diferente del cosmos griego,
cuando es lo mismo
• La moral latina se considera diferente de la ética griega, cuando es
- lamentablemente para los que sostienen lo contrario - lo mismo
• La creación latina parece diferente de la poesís griega, cuando es
lo mismo
• La razón (ratio) latina es vista como si fuera una noción diferente
del logos griego, cuando es lo mismo
• Los principios latinos pareciera que no son los mismos arquetipos
griegos, cuando se trata de lo mismo
• La sustancia (sub-stantia) latina se presenta en los escritos como
si fuera diferente de la esencia (usia) griega, cuando es lo mismo

y otras cosas más que no pueden citarse aquí por razones de espacio
...

19
Se nos ha metido con vaselina en la memoria, la muletilla de
que el latín es la madre del castellano, de que a su vez el latín
proviene del griego y de que este último hunde sus raíces en el
sánscrito, el idioma perfecto, como de hecho significa su nombre.
Luego, se descubrió el hecho de que el sánscrito mismo tendría que
haber surgido, a su vez, de otra lengua, todavía más antigua y más
perfecta. Si los lingüistas se dignaran de comprender que las lenguas
todas nacen del lenguaje, y por ello mismo no hay una lengua más
perfecta que otra - por cierto, a raíz de que nada puede ser más
perfecta que otra cosa - se ahorrarían una cantidad de apremios e
incoherencias. La imagen más clara de esa incompetencia frente al
sentido, es el llamado árbol del lenguaje, definido así de modo muy
desacertado, ya que sólo se trata de una representación simulada de
las diferentes lenguas de la humanidad y de sus relaciones de
semejanza y no de un árbol del lenguaje propiamente dicho, en el
cual deberían estar representadas las relaciones sintácticas,
semánticas, fonéticas y por ende lógico-gramaticales - los únicos
hechos que podrían, con toda razón darle esta categoría al emblema
en cuestión.
Resulta que las lenguas marcadas en esa figura huérfana de
analogías, están por las ramas y en los ramos - por cierto dos
elementos diferentes - y cuando alcanzamos a contemplar el tronco
y a las raíces, nos damos cuenta, antes que todo, que tal árbol del
lenguaje no tiene raíces y que el tronco es un mero artificio
figurativo para estar en tono con la imagen muy conocida de un
árbol.
Si alguien elige un símil para describir relaciones y
operaciones de naturaleza tan sutil que difícilmente pueden
comprenderse sin esa figuración o semejanza, el sujeto está
obligado, de por si, a consumir todos y cada uno de los elementos
del símil, e identificarlos con los miembros de tal modelo teórico,
virtualmente diseñado en su mundo de fantasía y creación, o al
menos confesar su incompetencia para finalizar las analogías y
solicitar a otros que terminen el las operaciones del símil.

20
En una palabra, dejar abierto el campo de investigación para que
otros participen en su complexión.
No pueden dejarse a un lado los elementos principales de la
imagen elegida como símil y utilizar tan sólo aquellos que me
convienen, que cuadran o pegan con mi modelo.
Esa típica incompetencia en la elección y figuración del símil
es un defecto frecuente que se encuentra en los trabajos y las
propuestas teóricas de muchos filósofos que se han apurado en elegir
una semejanza para describir sus conjeturas. En el campo de la
lingüística hay otro ejemplo muy a tono: se trata del símil del
ajedrez, elegido por Ferdinand de Saussure en el período de su
brillante carrera que cubrió el final del siglo pasado y el comienzo
de este siglo. Este símil resolvió varios aspectos pero otros, más
complejos, como el enroque, la identificación de cada una de las
piezas, el tablero mismo y otras más, quedaron en el aire.
Las dudas que surgen de todo ello, todavía están por
responderse en el campo de las investigaciones del lenguaje. Entre
las interrogantes candentes que han quedado sin respuesta, voy a
nombrar aquí sólo algunas, preguntas que muchos grandes lingüistas
han planteado durante más de un siglo.
Estas interrogantes, todavía hoy, están toreadas por los
especialistas como si fuesen dudas que a ellos no les incumben y
cada vez que el profano se los plantea, los lingüistas y los filólogos
se salen por la tangente con explicaciones incoherentes, con
ejemplos incongruentes y con anotaciones inconsistentes.
Todo ello no hace más que relucir la incompetencia y el
atolladero en el cual se debate hoy la lingüística. Uno de los grandes
visionarios de este siglo, Noam Chomsky, sostiene todavía que la
lingüística se encuentra hoy en un estado muy similar a la situación
en la cual se situaba la astronomía ante de Copérnico.

21
Quienes entendemos esto, sabemos que se trata de la absurda
creencia, muy presente en el mundo lingüístico actual, de que la
lengua, los sonidos y por ende todo el complejo mecanismo de la
comunicación, está regido todo, por operaciones mecánicas que
regulan el flujo del aire en los resonadores bucales, para luego
construirse y constituirse en una lengua, así no más, por imitación y
experiencia verbal.
Estas explicaciones declaran que el origen del habla es la
imitación y claman por simples leyes miméticas que estarían en la
base de las operaciones a través de las cuales se establece la
influencia del entorno en la conducta social, y optan por la idea de
adquisición de las palabras como si fuesen objetos que el usuario
recolecta para un uso personal y comunitario. Lo que es aún más
ingenuo, es la explicación de los procesos del habla como
tendencias naturales que tiene el sujeto hacia el estudio y hacia la
acumulación de una experiencia verbal que luego se manifestaría,
como por arte de magia, en la competencia lingüística de un idioma
específico.

El lenguaje se refleja en la lengua, que a su vez se manifiesta


en el habla y concurre así a formar y construir en la memoria del
usuario, una visión del mundo acorde a la claridad del pensamiento,
de las intenciones y de las divisiones filosóficas que todos nosotros
tenemos y hacemos desde una muy temprana edad, hasta muy tarde
en la vida.

1. ¿Cual es la semilla y el origen de las lenguas naturales?


2. ¿Cuales son las raíces o los elementos fundamentales que
conforman el mundo de las lenguas naturales?
3. ¿Cual es el tronco de las lenguas naturales?
4. ¿Cual es el puente que existe entre la lengua y el lenguaje?
5. ¿Por qué hablamos?
6. ¿Por qué usamos vocales?
7. ¿Por que usamos consonantes?
8. ¿Por qué usamos estas vocales y no otras?

22
9. ¿Por qué usamos estas consonantes y no otras?
10. ¿El lenguaje existe ya grabado en las genes?
11. ¿La lengua materna existe ya grabada en las genes?
12. ¿Qué es la lengua materna?
13. ¿Hubo una lengua primordial?
14. ¿Qué es el sentido de las palabras?
15. ¿Qué es la sintaxis y por qué difiere de lengua a lengua?
16. ¿Qué es el sonido y su pronunciación tan marcadamente
individual de individuo a individuo, de comunidad a comunidad y
de lengua a lengua?
17. ¿Por qué existen ciertas partes específicas en la oración?
18. ¿Qué sentido tiene la historia de la Torre de Babel?
19. ¿Hubo acaso una lengua adánica?
¿Cómo recibieron nombres tan distintos los animales, los hechos, los
objetos, los seres, en una palabra, todas las cosas que hay?
20. ¿Por qué hay tantas lenguas?
21. ¿Por qué hay lenguas más vocálicas que otras y lenguas más
consonánticas que otras?
Es tiempo ya de expresar y formular una neo-teoría de
lenguaje que explique y describa los fenómenos que no tienen
explicación en el marco de ninguna de las teorías en vigencia. Al
comienzo de este siglo, la teoría de la relatividad ha cambiado la
visión física y matemática del mundo. A la mitad del siglo, una otra
teoría ha cambiado las bases mismas de la medicina y de la postura
científica frente a la enfermedad.

La lingüística, retrasada con siglos frente a las otras ciencias,


tiene derecho a un cambio radical para empezar con nuevas bases y
nuevos instrumentos teóricos una trayectoria de avance, tanto en el
campo de la medicina como en el de la computación. Se necesita de
un nexo entre el cuerpo y la máquina y tal relación no puede
establecerse bajo los cánones actuales del análisis lingüístico.

23
Introducción

Adjudicar un valor erróneo a un fenómeno natural, es una


operación cuyas consecuencias pueden trastornar de modo tajante la
comprensión del fenómeno estudiado. El estudioso serio debe estar
atento a todos los detalles de la dinámica diaria de los fenómenos y
vislumbrar rápidamente su ignorancia y consecuente incapacidad
para entender los mecanismos que pretende describir.
En este momento de capital importancia, el filósofo e
investigador de la ciencia tiene la espléndida oportunidad de ostentar
y demostrar su modestia. Muchos descubren rápidamente su
impotencia para comprender tal o cual sistema, pero pocos
reconocen su incapacidad, al menos momentánea, y prefieren seguir
teorizando sobre los hechos, aún sentados sobre bases erróneas. Esto
ha pasado mucho con los teóricos del lenguaje. La búsqueda
empedernida de una supuesta lengua primordial, la explicación del
fenómeno del habla como un mero acto imitativo, o las conjeturas
sobre una hipotética adquisición del lenguaje, entre muchas otras
cosas del mercado de la investigación lingüística, son fruto de una
visión nublada y marcadamente desacertada.
No hubo ni pudo haber alguna lengua-madre. El lenguaje se
manifiesta , no se adquiere. Nuestra presente lengua materna, y junto
a ella, cualquier otra, es el resultado natural de un proceso
combinatorio sobre el cual se impone el lenguaje, como un sello. El
fenómeno es equivalente a la creación y composición de una
sinfonía musical. Una sinfonía es un producto muy sofisticado y su
análisis descubre ritmos, movimientos y frases de máxima
complejidad combinatoria.
Pero todo ha partido de un reducido número de notas
musicales, cuantificadores de alturas sonoras que usan los músicos
en sus composiciones.

24
Una lengua es, a su vez, una auténtica sinfonía. Actualmente,
los lingüistas no son capaces de informar a los interesados en los
procesos del habla, cuales son las notas musicales que están en la
base de los procesos de formación de las lenguas naturales.

Por ello, la Neo-Teoría del Lenguaje no está dirigida a los


lingüistas, que tienen muy poco interés en abandonar sus
disquisiciones sobre los llamados rasgos distintivos de las lenguas,
sino a los filósofos de la ciencia, a los médicos y a los tecnólogos, a
los filósofos del lenguaje.
La lingüística moderna está perdida en el laberinto de las
diferencias y de la lectura analítica de la lengua y, como es natural,
cada día descubre más y más diferencias y más zonas particulares,
sin duda llenas de curiosidades y de interesantes casos que merecen
la más digna atención. Pero el camino de la comprensión del
lenguaje no va por allí. A la larga, todo ello resulta una pérdida de
tiempo y de esfuerzos: los resultados obtenidos se alejan
imperceptiblemente del núcleo del problema y los datos acumulados
no hacen más que entorpecer la visión y percepción del modelo
teórico que rige todas las lenguas naturales. La razón de esta perdida
en el bosque de los datos estadísticos y de las informaciones
fonológicas es la carencia de una teoría ontológica sobre el origen
del lenguaje.
Los filósofos de la ciencia suelen sugerir que sin ontología no
hay epistemología y la aseveración posee un grado máximo de
certeza: sin una ontología no puede haber una teoría del lenguaje.
La visión actual de la ontología se debate entre la agonía del
evolucionismo y una teología positivista que hace encajar, a todo
riesgo, las nociones científicas en las moradas dogmáticas de sus
convenciones.

25
Para fijar el modelo teórico del lenguaje es necesario presentar
los rasgos unitivos de las lenguas naturales y descubrir así el código
que rige la formación de los cuadros operacionales de todas y cada
una de las lenguas naturales del ser humano.
Es hasta gracioso descubrir en los diccionarios modernos, el
dibujo del llamado árbol del lenguaje, antes mencionado
brevemente, árbol cuyas raíces brillan por su ausencia y cuyo tronco
está completamente vacío de toda ocurrencia lingüística o filológica.
Las lenguas sólo están ubicadas en las ramas. Como ya se dijo,
si acaso se ha elegido un símil para describir un fenómeno, hay que
construir la analogía de todos y con todos sus elementos o al menos
reconocer que tal o cual renglón todavía no ha encajado ni tiene
puesto en la semejanza y, en consecuencia, no responde por
completo al símil propuesto.
Recuerdo aquí, de nuevo, el caso de Saussure, que proponía
hace un siglo, la elección del ajedrez como símil del lenguaje
natural, pero no continuaba con la identificación de todas y cada una
de las piezas. La referencia se vuelve entonces meramente
anecdótica y no levanta mucho polvo en los análisis posteriores.
Si ocurre lo antes mencionado, quedan en el aire relaciones
importantísimas, como en el ejemplo del ajedrez quedó inexplicable
lingüísticamente, el nexo de los peones con las demás piezas, la
realidad jerárquica del rey en el tablero o el valor de las
combinaciones posicionales de los trebejos en la alternancia del
juego.
Es fácil elegir un símil pero es muy difícil compaginar y
continuar la analogía para resolver todas las ecuaciones y los casos
de correspondencia que implica tal elección. Si se ha elegido el símil
del árbol para describir el lenguaje natural se debe responder, como
hemos visto en la presentación de este trabajo, a muchas preguntas:

• ¿Cual la semilla del sonido, el sonido primordial?


• ¿Cuales son las raíces del lenguaje natural, es decir sus notas
musicales?
• ¿Cual es el tronco de todas las lenguas naturales del ser humano?

26
Se puede hablar de un sonido primordial pero pretender
encontrar una lengua primordial, es una empresa infantil que denota
la inmadurez ontológica de tales buscadores.

¿Qué es el lenguaje?

La pregunta es espléndida y espectacular. Merece estar sola,


libre de toda cercanía y sin palabras a su alrededor. Curiosamente,
todavía no ha recibido una respuesta del mismo tenor. Muchos
filósofos han metido la nariz en este tema pero como investigadores,
han demostrado un oscuro y curioso miedo para definir las cosas
relativas al lenguaje.

¿Por qué no definir lo que puedes definir?

No se trata de definir o de hablar sobre lo que no puedes


definir y menos de hablar sobre lo que no se puede hablar, como
sostenía Wittgenstein en las últimas palabras de su corto Tractatus.

Se trata de definir lo que has entendido, de presentar y


describir lo que has comprendido hondamente y es ello lo que se
llama teoría - contemplar los misterios para así aprenderlos y luego
explicarlos.
Hay que llegar a definir inclusive a la definición, para que la
definición misma pierda la necesidad de ser definida, y ahorrarnos
de ese modo la tarea de seguir definiendo inútilmente las cosas.

27
En su célebre libro El Conde Lucanor, Don Juan Manuel decía,
hace unos siete siglos, que por la carnalidad gravosa de nuestra
actualidad física, no somos capaces de entender los misterios de la
naturaleza sino a través de semejanzas. Es por ello que elijo ya un
símil, para estar en la onda de aquellos caballeros.
Se trata de la fotografía y de los procesos que giran en torno a
ella.
El proceso del lenguaje es parecido al acto de fotografiar: es
como hacer una fotografía.
La lengua hablada es un positivo, equivalente al positivo que
resulta del estado negativo del proceso inteligente del pensamiento,
a su vez resultado de un proceso imaginativo de una realidad
trascendente. Hay que fotografiar la realidad trascendente, revelar el
negativo a través de la formación social-histórica o , si se prefiere
diacrónica de la lengua, y luego revelar el positivo, en el
mecanismo de aprendizaje y despliegue de la lengua natural, hablada
en el lugar de nuestra existencia., de la lengua materna o de la
lengua que le corresponde hablar al sujeto pensante.

28
El Código General de las Lenguas

Hay un solo código para todos los procesos fonéticos, para las
fórmulas sintácticas y para los operadores semánticos de todas las
lenguas naturales del hombre.

29
Este código es desconocido por los lingüistas y por ello la
Neo-Teoría del Lenguaje lo presenta en su estructura operativa, para
que los estudiosos puedan comprender los aspectos combinatorios,
fonéticos, morfológicos, sintácticos y semánticos, todos ellos
integrados orgánicamente y dependiendo uno del otro.
Se trata de una teoría funcional y unificada que explica el
mecanismo de la lengua natural en sus procesos fonéticos,
semánticos y sintácticos.
A pesar de que las aseveraciones y los postulados de este texto
son fruto de una investigación de muchos años de estudio y
experimentación con más de tres mil lenguas naturales, es una
fortuna que la neo-teoría del lenguaje pueda presentarse en forma de
ensayo.
Esta figura retórica de la escritura salva la sutil distancia que
existe entre la metodología tecnocratica de los actuales cánones de
investigación y presentación de trabajos científicos y la lógica del
pensamiento y ahorra al lector el amplio espacio árido del arrastre
técnico, un peso con el cual jamás podrá el lector emprender el
vuelo poético de la inteligencia, así como sugiere el filósofo español
José Antonio Marina, en sus trabajos y publicaciones.
Este ensayo presenta el descubrimiento del código general de
las lenguas, compuesto por los rasgos comunes a todas las lenguas
habladas por el hombre. No se trata de una invención.
El ordenamiento de los elementos del código junto con la
naturaleza bioquímica de su manifestación, favorece la formación de
una tabla periódica que comprende todos los elementos y todos los
registros y niveles del lenguaje, incluso los gestos, las posturas o las
expresiones faciales, entre otras dimensiones que concurren a su
presencia y manifestación.

30
Tanto las ciencias médicas como la cibernética, e
implícitamente la lingüística - a pesar de que en esa última esfera
científica poco se confiesa lo que aquí se está afirmando - están
actualmente en una suerte de impasse operativo, debido a la
ausencia de un código que pueda facilitar la formación, la
composición y el uso de sutiles analogías entre la máquina y el
cuerpo humano.
El código presentado en el marco de la Neo-Teoría del
Lenguaje es la clave de bóveda que une las ciencias biológicas con
la tecnología, en el arco de la visión actual de la existencia.
El Código General del Lenguaje, a continuación CGL, es un
sistema lógico universal, equivalente al código genético.
El lenguaje es, desde luego, el más importante de los
fenómenos que rigen la naturaleza humana.
A pesar de ello, aunque la ciencia ha avanzado en terrenos
adyacentes, los lingüistas ignoran el código que está en la base de
todos los procesos del lenguaje.
Con buenas razones, Noam Chomsky declara a la lingüística
tan retrasada e incompetente como lo era la astronomía antes de la
teoría de Copérnico. Es posible que ello se deba al desconocimiento
de la naturaleza bioquímica del sonido y de los procesos que están
generando el Código General de las Lenguas.
El Código es un modelo teórico que presenta un sistema cuya
base biológica ostenta los rasgos comunes de todas las lenguas
naturales. La dificultad de la percepción y por ende, del
descubrimiento del código, reside en el hecho de discernir estos
rasgos comunes o unitivos del fenómeno del habla. Dado que las
ciencias del lenguaje se han orientado básicamente hacia la
búsqueda, análisis, descripción y catalogación de los rasgos
distintivos de las lenguas, este código aún continúa en la sombra.

31
Ahora bien, hablar de la complejidad de los procesos
lingüísticos, sin conocer su código y estructura combinatoria, es
como ignorar las ocho notas musicales de la escala cromática - (no
siete) - y no obstante discutir y describir los complejos rasgos de una
fuga o de una sinfonía, equivalente en esta semejanza, a una lengua
natural.
El Código General de las Lenguas es un descubrimiento y
como tal, nadie puede invocar su invención. Su composición está
conformada por los rasgos comunes a todas las lenguas naturales.
Por otra parte, el ordenamiento de los elementos que lo
componen, junto con los aspectos bioquímicos de su manifestación,
favorecen la formación de una tabla periódica que comprende todos
los elementos del lenguaje, incluso los gestos, las expresiones
faciales, el estrato cromático, las posturas corporales, el plano
rítmico, el sentido, la forma y otros registros más.
La medicina, la cibernética y obviamente, la lingüística, están
hoy en un momento de vacío, debido a la ausencia de un código que
facilite los sutiles procesos de analogía que existen entre el cuerpo
humano y el mundo de la maquina.
La existencia del código lingüístico ha sido sugerida desde
hace mucho tiempo y su presencia ha sudo buscada con esmero,
durante décadas, centurias, milenios. Desde el Cratylo platónico ya
son casi dos mil quinientos años desde que el contemplador y
analista de las palabras ha deseado conocer su existencia.
Sin embargo, no deja de ser insólito el hecho de que ningún
lingüista contemporáneo pretende haber descubierto algo parecido a
un código o sistema general de las lenguas, ni hay noticias de que se
tenga en el campo de la lingüística alguna familiaridad con sus
módulos y combinaciones. Tampoco hay investigaciones ni
publicaciones al respecto. Es interesante observar que el código
genético, propuesto como descubrimiento en 1951, permitió grandes
avances de la medicina. El impacto del descubrimiento y de la
presentación del código del lenguaje, tendrá consecuencias similares
y ello será sentido más que todo en el campo de la medicina.

32
Por el hecho de que el código del lenguaje tiene aplicaciones
tanto en medicina como en la ingeniería biomédica y por supuesto,
en todas las ciencias del lenguaje, su valor social se proyecta más
allá del campo de la lingüística. Sus aplicaciones aparecen como
posibles, más que todo en las ciencias de la computación, en la
biónica y en la robótica.
La tecnología está pasando en estos momentos por unos
obvios momentos de estancamiento creativo, precisamente porque
no se conoce el código del lenguaje. Es un momento de pasividad
tecnológica y de redundancia en las investigaciones. Un momento de
espera cautelosa neutraliza todo avance de la ciencia y ello es
producto, según la visión del autor de este presente trabajo, del
desconocimiento de las relaciones y analogías que existen y pueden
ocurrir entre el ser humano y la máquina.

Hay un reducido número de elementos comunes a todas las


lenguas naturales. Estos elementos básicos o cardinales del lenguaje,
se combinan y forman así un cierto número de módulos que, a su
vez, generan o producen una fórmula del código, un modelo teórico,
perceptible y virtualmente concebido en plano y también en
espacio. Este sistema operativo controla el ritmo, la separación
oracional y por ende sintáctica, las formas expresivas - y otros
aspectos, aún más sutiles, que tal vez desconocemos - de todas las
lenguas naturales.
En adición al aspecto algorítmico y combinatorio, el código
refleja también un aspecto bioquímico operativo. Las
investigaciones contemporáneas no son capaces aún de responder a
la pregunta del por qué hablamos con vocales y consonantes o, dicho
de otra manera, del por qué la presencia de las vocales y de las
consonantes en todas las lenguas del hombre. Esto puede explicarse
y así responderse a través de la fórmula de formación del código.
Bajo estos parámetros, la vocal se define como un fenómeno
fónico de naturaleza básica o alcalina, y la consonante como un
fenómeno fónico de naturaleza ácida.

33
La palabra, en la mayoría de sus manifestaciones, una combinación
de vocales y consonantes, resulta ser una sal, la unión bioquímica
de una base con un ácido. La lengua es, entonces, una manifestación
somática cuyo valor y origen es bioquímico y no imitativo. Su
existencia hace sostener al organismo en un continuo equilibrio
base-ácido, lo que en términos generales se ha llamado salud.
Hablamos parea vivir y continuar viviendo. La lengua controla
el equilibrio base-ácido. ¿ Y los mudos ? - preguntarán los abogados
del; diablo. Pues, los mudos también usan ese código de lenguaje
pero en el plano y registro de los gestos y de las expresiones
faciales. Los gestos son equivalentes simultáneos de las palabras:
hay gestos vocales y gestos consonantes y las combinaciones de los
gestos conforman unidades compactas equivalentes a las palabras, a
las oraciones, a las frases de la lengua hablada.
El equilibrio vital que alcanza ostentar el cuerpo humano se
debe al balance y armonía entre bases y ácidos. No obstante, los
lingüistas no hacen, ni aceptan relación alguna entre los fenómenos
fonológicos y los procesos bioquímicos del cuerpo humano. Ellos
describen las palabras como si fueran meros productos de la
resonancia mecánica del aparato bucal, unos sonidos que los
humanos desarrollan desde la infancia, a través de un proceso
imitativo. Otros investigadores hablan de una existencia innata del
lenguaje, hasta llegan a suponer una base genética, pero desconocen
donde se encuentra este código innato y cuales son sus funciones y
manifestaciones.
Este trabajo es una exposición y descripción del Código
General de las Lenguas, que representa, en nuestra visión, un
importante descubrimiento.
El material de investigación se ha constituido y ha sido
construido a través de un proceso de investigación que ha
considerado más de tres mil lenguas naturales, todas habladas
actualmente en el mundo. De este cuerpo de hechos y fenómenos, la
investigación reveló que los tratos comunes o unitivos de todas las
lenguas naturales son escasamente ocho.

34
Lo que parece ser bastante complicado, es la descripción de los
procesos de decodificación y de las operaciones que unifican y
codifican todas las informaciones sugeridas en una frase o
proposición, en cualquier lengua.
Desde el uso particular de los elementos de una lengua, asi
como las especiales combinaciones que ocurren en el habla, se
construye un mapa específico, correspondiente a la lengua elegida
para el análisis.
El código es aparentemente simple en su formación, pero se
muestra complejo en la aplicación. Esto es debido a las varias fases
requeridas en el proceso de decodificación del lenguaje y en el
tránsito que ocurre desde el plano del lenguaje al registro de la
lengua hablada.
La naturaleza predictiva de los cambios que ocurren en el
sistema, permiten la construcción de una tabla periódica de los
elementos del lenguaje,
como también el diseño teórico de un synoptikon donde se muestran
varios aspectos analógicos del lenguaje, todo ello relacionado con el
comportamiento humano, como gestos, expresiones faciales,
posturas corporales e intelectuales y otros elementos.
Las implicaciones de este descubrimiento son científicas y
alcanzan tocar hasta el sector militar. La aplicación de su modelo en
el campo de la inteligencia artificial y por ende en la construcción de
autómatas y androides y de toda máquina inteligente, hace de este
código un peligroso instrumento en manos de una nación cuyas
miras éticas no están enfocadas hacia un claro humanismo y
bienestar del ser.
A pesar de que varios autores insinúan e invocan la presencia
y el conocimiento de este código entre los lingüistas, ninguno ha
presentado su estructura, como de hecho sí ha ocurrido con el
código genético, descrito en detalle por los científicos que lo
presentaron al público hace más de cuarenta años. El Código
General del Lenguaje es, en realidad, un Código General de las
Lenguas y representa uno de los puntos álgidos de la investigación
lingüística.

35
Está claro que un código ocurre y existe no sólo para descifrar
y decodificar un proceso cuyas operaciones son desconocidas, sino
también, en este caso, para generar nuevas formaciones y
combinaciones en una lengua particular.
Asimismo, se puede percibir su valor de codificador de
operaciones, acontecimientos semánticos, fonéticos y sintácticos
que ocurren en todos los procesos de la comunicación humana.
Cuando los lingüistas son preguntados sobre los detalles del
código del lenguaje, y se indaga si acaso existe tal código, muchos
de ellos niegan la posibilidad de que algo con esa factura pueda
existir. Otros afirman y aceptan la presencia de un código en todas
las operaciones biológicas y gramaticales, pero no pueden describir
su estructura y desconocen sus elementos.
La mayoría de los lingüistas suponen que los procesos del
lenguaje son meras elecciones casuales de los hablantes.

A ello se debe el retardo del avance científico.

Una breve Ontología para la Neo-Teoría del Lenguaje

Lo que a continuación se presenta, es un sistema


teórico independiente. Sus postulados no responden a ninguna
corriente del pensamiento, no invocan premisas filosóficas de
escuela alguna, ni tienen nexos operativos de reconocimiento para
con ninguna persona o grupo, en particular.
Como tal, todos los aciertos y desaciertos de la teoría
incumben al autor mismo de este escrito y es de su responsabilidad
cualquier semejanza o acercamiento a y con nociones y aspectos de
otras construcciones teóricas. Toda cercanía a otro modo de ver o
a cierta corriente del pensamiento filosófico, es fruto de meras
coincidencias casuales y simples accidentes intelectuales.

36
La pena de muerte que se sigue aplicando como justicia, en
muchos países, está sustentada por una grave confusión de lenguaje
proveniente de una falta de comprensión ontológica. La muerte
como categoría ontológica no se opone a la vida sino al nacimiento.
Nada se puede oponer a la vida. Es por ello que un castigo
ontológico veraz sería prohibir el nacimiento de las personas
castigadas mas no quitarles la vida. Dado que ello parece absurdo, se
sigue en la misma tónica.
En este ejemplo se percibe cuan grave es no poseer una
ontología, es decir una ciencia del Ser.
Las aventuras del Ser tienen mucho que ver con la lengua y
con el lenguaje. Entre los antiguos, estas materias eran divulgadas en
forma de historias míticas y he aquí a Odiseo visitando lugares,
países, islas y reinos durante su retorno a Itaca. Todo ello es la
misma aventura del Ser. Odiseo es el Ser y como tal, vive cada vida
en un lugar diferente, alejado de si mismo, de su esposa y su hijo, de
su país, de su padre. de su perro . . .
Todos estos sitios de la Odisea no son islas y reinados, son
vidas. Cuando regresaremos a Itaca, allí estaremos en casa, en
nuestro palacio, en nuestra alcoba, en la cama que nosotros mismos
hemos fabricado - así Odiseo - usando el tronco de un gran árbol
como una de sus patas. Pero, hasta llegar a ese punto, hay muchos
desafíos de enfrentar, una cantidad de enemigos de vencer y grandes
enigmas por descifrar. Uno de los enigmas de la Esfinje, ( La
SPHYNX MYSTAGOGA de Edipo) es el enigma del lenguaje y su
origen. Hay que saberlo: El mito de Odiseo es el mito del Ser. No
por casualidad Odiseo quiere decir NADIE (en griego -OUDES), lo
mismo que NEMO, del Capitán Nemo (en latín -NADIE). Es
preciso: el Ser humano es un auténtico Don Nadie, una criatura
completa que no necesita de nombres y títulos, un caballero
independiente, autónomo y autosuficiente, inteligente, sabio, erudito
y perfecto en todos los niveles y registros de la existencia, por haber
encontrado en si mismo la esencia.

37
Mientras tanto, aquí, entre nosotros, el Ser ha perdido sus riendas y
así fue arrojado en la santa sal de las olas - palabras odiséicas de
Homero - para que aprenda el arte del nauta, el retorno a si mismo,
( en griego-NOSTOS), lugar donde encontrará su perfección perdida.
No hay seres superiores a otros. Existe, no obstante, una
curiosa representación de la incompetencia del ser en estas materias
y la muestra de su necedad absconsa son sus mismas palabras y
hechos. Se trata de ver que todos los seres están, de una forma u
otra, más cerca o más lejos del centro de si mismos, separados hacia
la izquierda, como hacia la derecha. Para los que desean figuras
espaciales, agregaremos la altura y la profundidad. Cuanto más
cerca del centro de estas coordenadas está el Ser, más cerca de si
mismo se encuentra este sujeto.

Los que empiezan a preguntarse algo en esta vida que a todos


nos presiona y agobia con múltiples desafíos o nos emplaza para
enfrentarnos a todo tipo de pruebas existenciales, se plantearán en
algún momento una famosa pregunta:

¿Qué hay?

Es obvio que la pregunta se refiere a qué clase de cosas hay,


en la vida, en el mundo, en el cosmos, en la existencia. Las
preguntas que surgen en este monólogo, un estado existencial del
interrogatorio personal, son pocas y sus categorías se sitúan en
diferentes niveles, a saber:

1. Preguntas Nominales: ¿Qué?


2. Preguntas Modales: ¿Cómo?
3. Preguntas Causales: ¿Por qué?
4. Preguntas Temporales: ¿Cuando?
5. Preguntas Espaciales: ¿Donde?
6. Preguntas Mercantiles: ¿Cuánto?
7. Preguntas Existenciales: ¿Quién?
8. Preguntas Utilitarias: ¿Para qué?

38
Hay muchas variantes de estos ejemplos pero los casos
particulares no entran en esta descripción y análisis, ni incumben a
la teoría.

Primero que nada, voy a responder a la pregunta ¿Qué hay?


La respuesta es: Todo.
El protocolo de las preguntas siguientes está regido por la
lógica misma del pensamiento:

P. ¿Qué es “todo”?
R. Todo es “cosas”.
P. ¿Qué son las “cosas”?
R. Las cosas son “algo”, más “nada”.

En consecuencia, el Todo es Algo, más Nada.


En la lógica del habla, vale decir en el lenguaje mismo, estas
palabras no son meros juegos.

P. ¿Qué clases de cosas hay?


R. Hay Seres,
Hechos y
Objetos.

Por ser vivientes, los seres son todo;


Por ser ocurrentes y previamente desconocidos, los hechos son
algo;
Por ser inertes y sin vida, los objetos son nada.

Llamamos cosa a todo lo que desconocemos, a lo que aún


no sabemos qué es, puesto que es posible que tal vez sea ser, o
hecho u objeto.
La siguiente pregunta fundamental es ¿Quién soy?
La respuesta a ello necesita de un modelo teórico. Este modelo es el
siguiente:

39
Tu eres el Ser. El hecho de que seas una persona tal, con tu
educación y cultura y otras cosas más, no representa
intrínsecamente nada. El Ser (5), posee su Esencia (1), (Usia en
griego, lo que nosotros llamamos espíritu, en latín Spiritus, en
griego Pneuma, en hebreo Ruaj), su Alma (2) o vida, (Lat. Anima,
gr. Psique, hebr. Nephesh ),
su Cuerpo (3) ( Lat. Corpus, gr. Sôma, hebr. Bazar ), su Persona
(4), y su Guía Interno (6), o Voz de la Consciencia.
Al ubicar estas seis categorías en el modelo teórico tenemos lo
siguiente:

Espíritu o
Esencia espiritual (1) El Ser (5) El Cuerpo (3)

Guía Interno (6) Alma (2) o Persona (4)


Energía Vital

40
Este Ser está involucrado y sumergido en el mar de la vida y
debe responder a los compromisos, deberes, obligaciones y
responsabilidades generados por sus acciones e intenciones.

Ello ocurre en una cantidad específica de vidas cíclicas


precesionales, durante 25.920 años. Entre los griegos pitagóricos,
este fenómeno precesional se llamaba Paleingenesia, es decir
retornar a nacer.
El número 25.920 es el mismo número de las respiraciones de
una persona durante un día de su vida y, de hecho, es de naturaleza
astronómica y equinoccial.
La madurez, la realización y el despertar del sueño de la
necedad, tres momentos fundamentales de la trayectoria de Ser,
dependen de su existencia misma. El Ser madura sólo en el desafío
existencial de la acción natural de la vida y cuando está contento con
lo que hace, con lo que tiene y con lo que es, se puede afirmar que
está realizado. Automáticamente, un Ser realizado, también ha
madurado. Cuando el Ser percibe con claridad las razones de su
existencia y nada opaca más su entendimiento de las cosas, también
ha despertado. El que ha madurado, se preocupa por sus congéneres,
está atento a los demás y a las necesidades que les apremian y
sacrifica sus comodidades por el bienestar del otro.
El Modelo Teórico empieza luego a reducir sus miembros, a
raíz de ciertas operaciones y fenómenos existenciales, controlados
todos por el Ser, y definidos por sus acciones. Estos momentos son
conocidos desde tiempos inmemoriales como pasos en el camino de
la realización.
El primero de estos fenómenos es el célebre matrimonio
místico o secreto, entre el Ser y el Alma. Esta operación es conocida,
en todas las tradiciones, como los Esponsales del Príncipe Azul y de
la Princesa Negra.

41
El texto del Cantar de los Cantares (en hebreo Shiir ha
Shiirim, en griego Asthma Asthmaton y en latín Canticum
Canticorum) es un testimonio secreto de este hecho que acontece en
la trayectoria palingenésica del Ser. A raíz de ello, el Modelo
Teórico se reduce a cinco términos, dado que el Ser se ha
identificado y se ha fundido con su Alma, la vida misma. Desde ese
instante, los dos son uno:

Luego, los términos se reducen a cuatro, puesto que la


Persona se identifica tanto con el Cuerpo, que el sujeto llega a ser
Nadie, dejando de lado su máscara (en etrusco PERSONA):

42
Por último, el número de elementos se reduce a tres, cuando ya
la Voz de la Consciencia o el Guía Interno no tiene más a quién
guiar, por haber alcanzado el Ser la realización de sus anhelos más
elevados:

En esta situación ternaria, el Guía se funde y se confunde con


la Esencia misma. ¿Qué es la esencia? La Esencia es la Luz. Las
palabras dicen todo. Eres tú quien no las entiende, ni las comprende.
Cuando entenderás y comprenderás las palabras, entonces luz, paz,
amor, libertad, verdad, eternidad, Dios, realidad, - todas ellas te
parecerán precisas, claras, sin necesidad de explicaciones,
definiciones o aclaratorias.

Mientras tanto necesitas de los diccionarios para que de allí


bebas algunas gotas de sentido. De ese modo, así ternario, el Ser
entra de nuevo en la existencia trivial, donde ocurren dos
interferencias inevitables:

El Intelecto con la Razón

La Consciencia con la Intuición

43
El Intelecto y la Consciencia, cada uno con su centro y motor
interno, la Razón y la Intuición, respectivamente, vienen a
conformar la naturaleza humana, con la interferencia que ocurre
entre las tres esferas de los Pensamientos, de los Sentimientos y de
los Movimientos

Pensamientos
Sentimientos
Movimientos

La unión vertical de todos los centros de los círculos, es la


trayectoria de lo que se ha llamado Voluntad:

En un siguiente paso, la interferencia continúa:

44
Cuando las dos zonas de interferencia, es decir el Intelecto y la
Consciencia, se encuentran y crean una tercera zona, ocurre el
fenómeno de compenetración de los pensamientos, sentimientos y
movimientos y se manifiesta la Sabiduría, con su centro llamado
Visión. Al fin, en un último paso, los tres círculos se vuelven
concéntricos y en esta situación ocurre el Despertar, donde Todo es
Uno (en griego En to Pan):

Se trata de un proceso de con - centro - acción, de tener el


centro en el mismo punto, con otros centros, o donde todos los
centros estás enfocados.

Todos estos términos - Consciencia, Intelecto, Razón,


Intuición, Voluntad, Pensamientos, Sentimientos, etc. - se usan en la
lengua ordinaria con ligereza e impropiedad, como es de esperar. Por
otra parte, cuando los usuarios indagan en la ubicación de tales
categorías en la figura y naturaleza humana, se dan cuenta que es
muy difícil situarlos y así ocurren las más insólitas y erráticas
explicaciones y relaciones.
La meta de la presentación de esta breve ontología es
esclarecer la ambigüedad de la terminología utilizada en la
formación y descripción de la naturaleza del Ser y de la vida misma.

La idea es la semilla del Árbol del Lenguaje.

45
Desde el Logos - El Verbo, la mima Razón, proviene la Lógica
- El mismo Lenguaje, y el lenguaje se manifiesta en Glossa - La
Lengua, que ocurre en formas de Lexis - La Palabra, que se plasma
en Graphe - La Escritura, que se comprende a través de la
Anagnosis - La Lectura, donde las Ideas - Las mismas Nociones, se
combinan para formar la Homilía - El Discurso. Así aparece la
necesidad de la Gnosis - El Conocimiento, de la Sophía - La
Sabiduría, de la Noesis - La Inteligencia, y la Erotesis - La
Interrogación.

Todo eso es una breve Lección - Mathema, en griego.

Breve anotación sobre el origen del Habla

El origen del Habla es bioquímica. A través de la combinación


de bases y ácidos, las vocales y las consonantes, respectivamente,
generan sales - las palabras - que a su vez se ordenan en oraciones y
frases para guardar el equilibrio bioquímico del organismo humano.
Hay ocho aminoácidos fundamentales que el organismo humano no
puede producir, las proteínas. Por ello, el fundamento de nuestras
lenguas son ocho sonidos principales, controladores metabólicos del
equilibrio base-ácido. La sintaxis es un fenómeno hormonal: son las
glándulas endocrinas las que ordenan y controlan las partes de la
oración, su taxonomía, su armonía y sentido.
A su vez, los órganos del cuerpo humano controlan la emisión
de las consonantes y vocales que corresponden a todas las lenguas
naturales.
El primer sonido es la emisión sonora /h/. Todo ser humano lo
emite continuamente, hablando, callando, durmiendo o caminando.

46
Luego la emisión sonora /a/, la única que se puede pronunciar con la
boca abierta y la emisión sonora /m/, la única que puede emitirse
con la boca cerrada, conforman los dos límites entre los cuales se
forman y conforman todas las lenguas del hombre.

El grupo vocálico mínimo - /a/, /i/ - ya que no hay lengua


natural que no lo tenga, forma, junto con /h/ y las cinco emisiones
cardinales o fundamentales, de naturaleza fonética consonántica -
/b/,/g/,/d/,/l/,/m/ - los ocho sonidos de todas las lenguas.
Estos ocho se combinan y luego generan el código general de
todas las lenguas naturales.
De allí el origen de las lenguas.

CON TON Y SON

47
Correspondencia Binaria y Denaria
de los 64 Odones del Código General del Lenguaje
y los 64 Codones del Código Genético
0 000000 4 000100 8 001000 12 001100
MM 010000 MG 010100 DM 011000 DG 011100
16 100000 20 100100 24 101000 28 101100
IM 110000 IG 110100 HM 111000 HG 111100
32 36 40 44
GM GG LM LG
48 52 56 60
BM BG AM AG
1 000001 5 000101 9 001001 13 001101
MD 010001 ML 010101 DD 011001 DL 011101
17 100001 21 100101 25 101001 29 101101
ID 110001 IL 110101 HD 111001 HL 111101
33 37 41 45
GD GL LD LL
49 53 57 61
BD BL AD AL
2 000010 6 000110 10 001010 14 001110
MI 010010 MB 010110 DI 011010 DB 011110
18 100010 22 100110 26 101010 30 101110
II 110010 IB 110110 HI 111010 BB 111110
34 38 42 46
GI GB LI LB
50 54 58 62
BI BB AI AB
3 000011 7 000111 11 001011 15 001111
MH 010011 MA 010111 DH 011011 DA 011111
19 100011 23 100111 27 101011 31 101111
IH 110011 IA 110111 HH 111011 HA 111111
35 39 43 47
GH GA LH LA
51 55 59 63
BH BA AH AA

48
Estas correspondencias binarias abren un amplio campo de
investigación en el tema de las analogías que se buscan entre el
ordenador - regido por el sistema binario - y el lenguaje.

Correspondencia entre el Código Binario y el Código Genético

0 UUU P 4 UCU 12 UAU T 8 UGU C


h S y y
16 UUC e 28 UAC r 24 UGC s
20 UCC
48 UUA L 60 UAA 56 UGA
e ee Ocre Stop
32 UUG u 52 UCA
44 UAG Ambar40 UGG
36 UCG Trip
r
O
1 CUU 5 CCU 13 CAU H 9 CGU
L P i
29 CAC s A
17 CUC 21 CCC 25 CGC
e r 61 CAA r
49 CUA 53 CCA GluN 57 CGA
45 CAG
33 CUG 37 CCG g
u o 41 CGG

3 AUU 7 ACU 15 AAU 11 AGU


Il As S
eu T pN er
19 AUC 23 ACC 31 AAC 27 AGC
h

49
51 AUA 55 ACA 63 AAA 59 AGA
M Ly A
et r s rg
35 AUG 39 ACG 47 AAG 43 AGG

2 GUU 6 GCU 14 GAU 10 GGU


As G
V A p 26 GGC
18 GUC 22 GCC 30 GAC l
a 58 GGA
50 GUA l
54 GCA 62 GAA y
l Gl 42 GGG
34 GUG a u
38 GCG 46 GAG

C.
Genético

Correspondencia entre los cuatro códigos:

denario genético limgüístico binario

0 UUU MM 000000
1 CUU MD 000001
2 GUU MI 000010
3 AUU MH 000011
4 UCU MG 000100
5 CCU ML 000101
6 GCU MB 000110
7 ACU MA 000111
8 UGU DM 001000
9 CGU DD 001001
10 GGU DI 001010

50
11 AGU DH 001011
12 UAU DG 001100
13 CAU DL 001101
14 GAU DB 001110
15 AAU DA 001111
16 UUC IM 010000
17 CUC ID 010001
18 GUC II 010010
19 AUC IH 010011
20 UCC IG 010100
21 CCC IL 010101
22 GCC IB 010110
23 ACC IA 010111
24 UGC HM 011000
25 CGC HD 011001
26 GGC HI 011010
27 AGC HH 011011
28 UAC HG 011100
29 CAC HL 011101
30 GAC BB 011110
31 AAC HA 011111
32 UUG GM 100000
33 CUG GD 100001
34 GUG GI 100010
35 AUG GH 100011
36 UCG GG 100100
37 CCG GL 100101
38 GCG GB 100110
39 ACG GA 100111
40 UGG LM 101000
41 CGG LD 101001
42 GGG LI 101010
43 AGG LH 101011
44 UAG LG 101100
45 CAG LL 101101

51
46 GAG LB 101110
47 AAG LA 101111
48 UUA BM 110000
49 CUA BD 110001
50 GUA BI 110010
51 AUA BH 110011
52 UCA BG 110100
53 CCA BL 110101
54 GCA BB 110110
55 ACA BA 110111
56 UGA AM 111000
57 CGA AD 111001
58 GGA AI 111010
59 AGA AH 111011
60 UAA AG 111100
61 CAA AL 111101
62 GAA AB 111110
63 AAA AA 111111

Es notable la coincidencia entre el zoema natural AA, del


código lingüístico, y el triplete codón AAA, del código genético. La
existencia de unos nombres naturales para los codones, eliminaría
en el futuro sus nombres arbitrarios, elegidos por mera conveniencia
alfabética, y la lectura del mapa genético estaría anclada en un
fenómeno biológico del sentido.

Daniel Medvedov
Profesor Invitado de la Universidad Autónoma de Madrid
Médico y Profesor Titular de la UNEY de Venezuela,
Profesor Honorario de la Universidad Hiperión de Bucarest, Rumania
Consejero de Honor del Instituto de Medicina China de Taipei, República de China

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