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Pentecostal
Unida de Colombia
Historia de la Iglesia
Recopilado por Edgar Camacho R, del trabajo hecho por el hno. Julio
César Clavijo S. Subdirector / Moderador del Foro de
PentecostalesApostolicosdelNombre
Publicado en la PAGINA DE LA IGLESIA PENTECOSTAL UNIDA DE
COLOMBIA, BARRIO VERSALLES CALI, OBRA MISIONERA
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Paz de Cristo para todos,quisiera saber quien me puede colaborar,con
los periodos de la iglesia desde pentecostes(33 dc) hasta nuestros
dias,asi sea resumido.
1. LA IGLESIA PRIMITIVA
Desde la venida del Espíritu Santo, 30 d.C.
Hasta la muerte del apóstol Juan, 100 d.C
1. La enseñanza del misterio de la piedad, es decir que el único Dios que fue
manifestado en carne como hombre (como Hijo), y que como Hijo murió y
resucitó para darnos salvación, que ascendió a los cielos con un cuerpo
glorificado y que volverá por segunda vez.
2. La predicación del Plan de Salvación neotestamentario, que consiste en un
verdadero arrepentimiento, el bautismo en agua en el nombre de Jesús, el
bautismo del Espíritu Santo y una vida de santidad.
Al parecer, hasta el concilio de Jerusalén en el año 50, ningún libro del Nuevo
testamento había sido escrito, y la iglesia dependía para su conocimiento de
la vida y enseñanzas del Salvador que aún estaban en la memoria de los
discípulos primitivos. Pero al finalizar este periodo ya todo el Nuevo
Testamento estaba en circulación.
El amor de Cristo que ardía en el corazón de estas gentes hacía que también
mostraran amor hacia sus condiscípulos, una unidad de espíritu, un gozo en
la comunión, y especialmente un interés abnegado en los miembros
necesitados de la Iglesia.
Mas tarde Pedro predicó el evangelio a Cornelio y a sus amigos y los recibió
en la iglesia por el bautismo en el nombre de Jesús: El espíritu de Dios
testificó su aprobación Divina por un derramamiento semejante al del día del
Pentecostés. De esta manera fue decretada la predicación del evangelio a los
gentiles y su aceptación en la Iglesia.
El último sobreviviente de los doce apóstoles fue Juan, que moraba en Efeso
hasta el año 100 d.C. Para este año, miles de creyentes habían sido
asesinados por causa de su fe. Dos emperadores: Nerón y Domiciano ya
habían perseguido la Iglesia y empezaban también a levantarse falsas
doctrinas.
Tampoco adoraban las estatuas del emperador que estaban en cada ciudad.
Los cristianos rehusaban rendir esta adoración, aún cuando era tan sencillo
arrojar un poco de incienso sobre el altar; y por el hecho de que cantaban
himnos de alabanza y adoraban a otro rey, a Jesús, eran considerados por la
multitud como desleales y conspiradores de una revolución.
La persecución (un peligro común) allegó a las iglesias entre si, y ejerció
influencia hacia la unión y el gobierno. Cuando en cualquier tiempo los
poderes del estado se alineaban en contra de la iglesia, se comprendía la
necesidad de dirección eficiente; surgían los dirigentes para la ocasión; y la
necesidad que duró por siete generaciones hizo que la forma de gobierno
fuese permanente. Encontramos pues, que los obispos estaban por doquier
gobernando la iglesia, y cada uno mandaba en su propia jurisdicción, con
presbíteros y diáconos bajo su autoridad. Hay que resaltar, que durante todo
el periodo que estamos considerando, ningún obispo reclamó para sí
autoridad de carácter universal (autoridad sobre los obispos) como mas
adelante lo hizo el obispo de Roma.
El historiador H.G. Wells explica como era posible que los romanos se
afiliaran tan pronto a este movimiento corrupto, sin abandonar sus propios
dioses. "Se había popularizado el concepto de que los dioses de la s
naciones eran en realidad los mismos, aunque fueran adorados bajo nombres
distintos. Por eso les daba igual adorar al ser supremo bajo el nombre de
Júpiter o el Jehová, Zeus. Osiris, Serapis o Dios.
Durante este periodo fueron llevadas a cabo varias controversias, pues esta
gente atentando contra la Biblia misma, formaba nuevas doctrinas, y estos
falsos maestros trataban de ponerse de acuerdo en sus engaños. Es así
como en el Concilio de Nicea que se llevó a cabo en el año 325 y fue citado
por el mismo Constantino, se promulgó como dogma la doctrina Atanasiana,
la cual fue expuesta así: "creemos en un solo Dios Padre omnipotente,
creador de todas las cosas, de las visibles y de las invisibles; y en un solo
Señor Jesucristo, Hijo de Dios, nacido unigénito del Padre, Dios de Dios, Luz
de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no hecho,
consubstancial al Padre, por quien todas las cosas fueron hechas, las que
hay en el cielo y las que hay en la tierra, que por nosotros los hombres y por
nuestra salvación descendió y se encarnó, se hizo hombre, padeció y resucitó
al tercer día, subió a los cielos y ha de venir a juzgar a los vivos y a los
muertos. Y en el Espíritu Santo".
Ya podemos darnos cuenta de lo lejos que está esta declaración de ser una
doctrina bíblica. Las frases: "Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de
Dios verdadero", son un absurdo y nada tienen que ver con el monoteísmo
puro y radical del que nos habla la Biblia. Por esto este movimiento nunca
podrá ser llamado la iglesia de cristo, la cual sí enseña las cosas como en
realidad son. Ilustrémonos con el siguiente texto: "para que si tardo, sepas
como debes conducirte en la casa de Dios, que es la Iglesia del Dios viviente,
COLUMNA Y BALUARTE DE LA VERDAD. E indiscutiblemente (no tiene
discusión), grande es el misterio de la Piedad: Dios fue manifestado en carne,
justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído
en el mundo, recibido arriba en gloria" (1.Ti.3:15:16).
El hecho más notable en los diez siglos de edad media es el desarrollo del
poder papal. Ya hemos visto como el papa de Roma afirmaba ser "obispo
universal" y cabeza de la iglesia; ahora afirma ser gobernador de las
naciones, sobre los reyes y sobre los emperadores.
Se enseñaba que "el sucesor de San Pedro" ocupa una posición intermedia
entre Dios y el hombre. Es inferior a Dios mas superior al hombre. Es el juez
de todos, mas no es juzgado de nadie. Al papa le había sido encomendada
no solamente toda "la Iglesia", sino todo el mundo, con el derecho de
disponer finalmente de la corona imperial y de todas las demás coronas. Esto
hizo que la Iglesia Católica fuese suprema sobre el estado. En el año 1054, el
papa de roma y el patriarca de Constantinopla se excomulgaron
recíprocamente. Este hecho es conocido en la historia como el cisma de
oriente. Desde ese tiempo la Iglesia Católica (conocida como Iglesia Latina) y
la Iglesia Ortodoxa Griega se han mantenido separadas, no reconociendo
ninguna la existencia eclesiástica de la otra.
Tras la caída del imperio romano nunca se levantó un dirigente poderoso.
Durante casi todos esos siglos, Europa estuvo en una condición disolvente,
pues sus gobernantes se levantaban y caían, un castillo luchaba contra otro y
no existía autoridad plena y duradera. El antiguo imperio cayó en el siglo
quinto, y Europa estuvo en caos hasta el siglo noveno, cuando el imperio de
Carlomagno fue establecido. Sin embargo, casi todos sus sucesores
inmediatos fueron hombres débiles. Muchos de ellos buscaron la ayuda de
Roma y estuvieron dispuestos a hacer concesiones para poder obtenerla.
Una vez que la iglesia católica obtenía el poder a expensas del estado, lo
retenía firmemente.
Otro medio que sirvió para lograr dicho cometido ocurrió en el año 529,
cuando todas las escuelas de educación secular fueron suprimidas por un
edicto del papa, dejando a las masas sin educación elemental. Fue un
periodo duro para el desarrollo del conocimiento. Sin lugar a dudas, esta
etapa ha sido bien llamada El Oscurantismo. Las únicas personas que
recibían educación formal eran los curas y los monjes, pero todo con enfoque
en la doctrina católica romana y muy poco en otros campos. Por aquel tiempo
había muchos libros que se consideraban prohibidos. Finalmente y cuando el
poder papal se había consolidado, este declaró la guerra a todo el que se le
opusiera.
Cuando Lutero escribió la Síntesis (95 tesis) que vio fuera de orden, lo que
tenía en su corazón no era una reforma, ni tampoco salir de la Iglesia
Romana, sino que procuraba que esta viera sus errores y volviera a la base
más correcta, o sea que él, en ningún momento deseó levantarse en contra
de la iglesia que el amaba tanto, y así vemos que al salir, el asimiló las
mismas doctrinas romanas de una trinidad, el bautismo de los niños, siguió
con las confesiones y no tenía el deseo de cambiar estas cosas.
Que la situación era complicada para nuestros hermanos era clara. Miremos
por ejemplo lo que dice el escritor católico Eric Peter:
"La Europa Occidental se hizo inhabitable para los unitarios [*el escritor usa la
palabra unitario para referirse a cualquiera que niega la doctrina trinitaria*]. La
ejecución de Servet y la depuración del grupo italiano de Ginebra hicieron que
las diversas regiones protestantes se cerraran a la propaganda de la herejía
unitaria [*el escritor usa la expresión "herejía unitaria" para referirse a
cualquiera que niega la doctrina trinitaria*]. Sus representantes, reducidos a la
clandestinidad, tomaron grandes precauciones usando expresiones
aparentemente inofensivas, enviando sus impresos a toda Europa y
permaneciendo en secreta relación para ayudarse y socorrerse".
Bien lo dijo el apóstol Pablo a su discípulo Timoteo: "y también todos los que
quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución, mas los
malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo
engañados" (2.Ti.3:12-13).
Durante los últimos 21 días del siglo XIX, un grupo de hermanos sinceros y
hambrientos de corazón, ministros y creyentes, trabajadores del colegio
Bíblico Betel de Topeka, Kansas, convocaron un ayuno, orando con toda
sinceridad por un gran derramamiento del Espíritu Santo, lo cual para su
sorpresa descendió sobre ellos el día primero de enero de 1900. Los
congregados hablaron en otras lenguas. Pronto alcanzó el estado de Texas y
de allí hacia el Oeste, hasta llegar a los Angeles, donde en 1906, fue
centralizado en un viejo edificio de la calle Azuza.
En los albores del siglo XX hubo un movimiento de la verdad. Dios derramó
abundantemente de su Espíritu Santo, y muchas personas de movimientos
trinitarios comenzaron a volver a las bases bíblicas. En 1911 William H.
Durham descubrió que la gracia de Dios no eran divinidades, sino que era
UNO y UNO su Nombre. Iluminado por estas verdades citó a concilio a las
iglesias. Se inicia con las primeras iglesias como Asambleas Pentecostales,
iglesia llamada Dios en Cristo, etc.
7. LA IGLESIA EN LA POSTMODERNIDAD